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ARQUIDIÓCESIS DE BARQUISIMETO

SEMINARIO ARQUIDIOCESANO DIVINA PASTORA


DECANATO DE FILOSOFÍA
ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA
IV SEMESTRE

OTROS FENÓMENOS HUMANOS: LA RISA, EL JUEGO, LA FIESTA, EL TRABAJO, LA TÉCNICA

Profesor. Pbro. Jesús Alejos Alumno Hno. Emilio Ávila


C.I.17.969.896

Dentro de los fenómenos propiamente humanos que no podrán ser incluido en los
fenómenos animales encontramos la risa y el juego; son ambos expresiones de bienestar
y alegría interior o captando lo ridículo y lo desproporcionado; verdaderamente los
animales expresan euforia con gestos corpóreos, pero no se igualan a la risa ya la alegría
puesto que son percepciones de índole racional que captan la armonía o la desproporción
entre medios y fin, la risa también es un modo de comunicación, la tensión liberada por el
rostro al reírse se es un gesto propio del hombre, comunicando alegría y gozo, en la
opinión de Aristóteles y los escolásticos, consideran la risa como “accidente propio y
específicamente humano que va unido en su naturaleza, por ello algunos llaman al
hombre animal risible.

Frecuentemente están vinculados a la risa el juego y la fiesta. Primeramente el


juego es una actividad humana que el hombre en un acto de libertad pone las reglas del
de juego las cuales se pueden aceptar o no y se pueden cambiar; ya que no es una
actividad verdadera es simbólica o ilusoria; si lo real es lo serio lo no real será lo
Ilusorio. Y esto sería el juego. La fiesta es por u parte otra realidad muy impregnada en
nuestras sociedades, y es allí como la formas del deporte, baile o juegos de azar,
representaciones teatrales las que se caracterizan como desarrollo de las cualidades
humanas desarrollándolas y haciendo catarsis purificadora.

El trabajo y la técnica es una realidad que se ha reconocido como plena mente


humana; los animales también ejecutan labores pero es el hombre quien las hace con
conciencia y mejorando su técnica la diferencia fundamental seria que el animal elabora
en la naturaleza sus actividades para saciar sus necesidades, la finalidad es común a
hombres y a animales; pero la diferencia fundamental que la actividad humana es
autoconsciente, reflexiva, previsivas y volitivas cada uno de estas actividades son propias
del ser humano y de ellas devengan la Dignidad de la perdona la cultura entendida como
la integración de las actividades humanas hace de la auto conciencia de la cultura
humana, entendida como las actividades hechas con autoconciencia y difieren de lo
animal lo propiamente humano.
ARQUIDIÓCESIS DE BARQUISIMETO
SEMINARIO ARQUIDIOCESANO DIVINA PASTORA
DECANATO DE FILOSOFÍA
ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA
IV SEMESTRE

ACTUS HOMINIS Y ACTUS HUMANOS; LA VOLUNTAD DE PODER Y EL PODER DE LA VOLUNTAD.

Profesor. Pbro. Jesús Alejos Alumno Hno. Emilio Ávila


C.I.17.969.896

ACTUS HOMINIS Y ACTUS HUMANOS

La Libertad humana no es absoluta como la Divina es una libertad en situación; es


decir está condicionada el hombre es contingente y sus circunstancias son concretas e
inevitables que constituyen la realidad del hombre, lo condiciona, este mundo y sus
fuerzas por la herencia genética y las enfermedades, las pulsiones del subconsciente se
unen y con lo propio del tiempo y del espacio; estas serían las limitantes del hombre, pero
no atan la libertad del hombre. Verdaderamente el hombre ocupa un puesto singular en el
cosmos, no absolutamente libre, pues sus circunstancias lo determinan, pues esta sujeto a
las leyes de la naturaleza, pero el hombre son las condiciones temporales y lo
trascendental del espíritu, tratando de cambiar la realidad.

Los actos del hombre y los actos humanos, son términos que los clásicos han
determinado, el hombre actúa por necesidad, o por sus paciones con o sin suficiente
reflexión, estos son los actos del hombre, el sujeto propio de estos actos es el hombre,
son en cambio los actos humanos, los que el hombre realiza en cuanto es hombre,
expresando su especificidad, procediendo de manera reflexiva, racional es decir de
manera libre, estos actos se hacen por medio de la advertencia intelectual y con el
suficiente dominio de si mismo. A este respecto santo Tomas el opina que son
propiamente humanas en cuanto es hombre, puesto que las creaturas irracionales son
dueños de sus actos, que son propiamente humanos y que hace en su facultad de si
voluntad la razón; también teniendo en claro que se pueden llamar propiamente humanas
pues proceden del mimo hombre. Por su parte Wojtyla, en su obra persona y acto,
completa o por lo menos amplia cuando afirma que es mas bien acto de la persona y no
acto humano, el acto revela la persona y se demuestra libre.

El acto humano es en si un acto teleológico se mueve hacia un fin, buscando


siempre el bien, moviéndose asi es por el fin y no por otra cosa y eso demuestra que es
persona, entrando en juego la vitalidad de los seres en cuanto a los valores morales
especialmente de la libertad y lo moral en la praxis del hombre. La causa final, es así
correspondiente al ser humano aunque diversa los siencitas y empirista, que pretenden
explicar todo por la causalidad de la conciencia, de una manera esquemática se puede
plantear que los caracteres humanos siguen la siguiente estructura:

LA VOLUNTAD DE PODER Y EL PODER DE LA VOLUNTAD

Aunque este término es determinadamente del voluntarismo de Nietzsche,


Pensando no como la voluntad es una facultad Psicológica del alma humana la cual el no
cree, es mas bien siguiendo a Schopenhauer quien contradice el noúmeno kantiano
definiéndolo como un impulso ciego presente y actuante presente en las realidades y
especialmente en el hombre. La voluntad de poder como drifnicion de la voluntad o
realidad ultima de todas las realidades, identificándola con la vida que tiende a expandirse.
Pero es ante todo, proyecto de dominio de lucha y expansión, desde cada una de las
realidades de poder.

Esta seria la medida del instinto radical de todos los valores, lo que eleva al
hombre es bueno aun el sentimiento de poder y el poder mismo, así pues es contrario lo
que proviene de la debilidad del poder mismo, la felicidad seria la conciencia de esta
misma lucha, de guerra y de dominio de allí es necesario cambiar el paradigma anterior
de la esclavitud el cristianismo y promulgar los valores de la vida para que aparezca el
superhombre, libre de los valores del grupo, auto creando valores y dueño de la voluntad,
exuberante de poder. La obra de Nietzsche ha sido diversamente interpretada en
especial cabe traer a colación la de Heidegger, cuando determina que busca Nietzsche la
aniquilación de metafísica, quiere eclipsar el ser para dar paso al triunfo de los entes y la
voluntad de poder versión contemporánea es la omnipotencia de la técnica; estas ideas
fueron reivindicadas por el Nacionalsocialismo dando cabida a una amala interpretación de
Nietzsche.
ARQUIDIÓCESIS DE BARQUISIMETO
SEMINARIO ARQUIDIOCESANO DIVINA PASTORA
DECANATO DE FILOSOFÍA
ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA
IV SEMESTRE

EL CAMINO HACIA LA ANTROPOLOGIA Y LA ANTROPOLOGIA COMO FILOSOFIA.


SEGÚN HANS URS VON BALTHAZAR

Profesor. Pbro. Jesús Alejos Alumno Hno. Emilio Ávila


C.I.17.969.896

La presencia del hombre y los vestigios históricos demuestra que había una
concesión de espíritu, también de Saber y de ciencia por lo tanto hay desde los vestigios
antiguos una forma de remontarse al saber humano y de la idea de Divinidad, la
conciencia de Divinidad ha hecho del hombre un ser religioso, por medio de su reflexión
se ha involucrado y se sabe bajo la participación de este poder divino de esto
trascendente que lo arropa a él y aun se hace presente dentro de las dimensiones
humanas, este motivo, lo que se transforma en las fases de la evolución de la
humanidad, es la relación del hombre con la Naturaleza. Esto se puede enmarcar dentro
de la referencia que da Auguste Comte, en la ley de los tres estadios estando
determinada en la del primero el Estadio teológico y teniendo especial énfasis en las
premisas: El ser espiritual del hombre en la Naturaleza. Relación dominadora del hombre
en el mundo. Relación religiosa del hombre con la Divinidad.

Por medio de la narración histórica podemos ver como se ha evolucionado desde


una primitiva imagen del mundo, determinada por una relación del hombre con la
Naturaleza de carácter “(casi) religiosa, mágica- animista” en un primer momento, luego,
queda superada con la unificación de la autoconciencia del espíritu y con el nacimiento de
la filosofía, porque también de la cosas brotan apelaciones hacia el hombre, cuando éste
entra en relación con la Naturaleza. Comte refiere pérdida, ya que con su espiritualización
el hombre pierde los instintos animales. Esto se intenta salvar de nuevo en el
Romanticismo en una filosofía total de la Naturaleza y del espíritu. Pero cuando aparece el
espíritu se pierde la proximidad a la Naturaleza y su unión a ella, los sacerdotes y
curanderos son los mediadores en la toma de contacto con las divinidades que actúan en
la Naturaleza. La vida humana es el arte de arreglársela con la Divinidad, los muertos
vuelven al seno cósmico de fuerzas nominales.

La Realidad aparece entonces entendida como el del cosmos. La naturaleza en


relación con el Hombre. En su estructura del orden se manifiesta el Logo, la razón del
mundo, cuya escala al menor porcentaje es el hombre, el Microcosmos. La actitud básica
del hombre reside en una contemplación del orden ideal realizado en el Universo y en una
acción que se origina como consecuencia de la imitación de lo percibido en la intuición del
saber, que se hace imagen prolongada y presente. Se cabe destacar que este es el punto
de partida de la cosmovisión o maneras de entender el carácter de la realidad según la
Filosofía una platónica recogida por los alejandrinos y san Agustín que aboga por ello
Idealismo y que la verdad esta concretamente en la razón de las ideas y otra aristotélica
recogida por santo Tomas de Aquino. La línea platónica fue desfasada con el
Renacimiento y que la idea aristotélica en la modernidad se ha considerado superada.

Lo anteriormente Señalado se complementa al afirmar que la intuición básica es


la identidad de naturaleza y la razón, la unidad y comunicación de lo físico y lo espiritual,
con clara preponderancia de lo totalizador sobre la parte, La Totalidad es la estatificación
ordenada y comprensiva del mundo, “…la Macropolis…”, que no sólo debe de servir de
modelo al Estado humano, sino también el organismo del individuo humano y su economía
espiritual. Por su parte Platón coloca al sabio en la cúspide de la estructura del Estado,
quien examina loa estructura del mundo donde se valora la altura de la contemplación
como ascenso sobre lo transitorio y como ojeada al mundo de las ideas eternas y
continuándolo cristianamente como anticipación de la futura vida beatifica y dichosa.

El movimiento de la cosmosofia a la teosofía fue de inmediato, ya que tanto el


paganismo como el cristianismo dicen que las partes más altas y nobles del mundo fueron
concebidas como dominio de lo divino, Reino de Dios o cielo. El lugar sobrecelestial es la
sede la divinidad y las almas y espíritus bienaventurados, permanece unido al firmamento
y el cielo Cósmico; a los cuerpos y almas celestes glorificados por encima de la muerte y
el devenir de la tierra. Cabe destacar que el periodo Filosófico que abarca, desde Platón a
Goethe persiste un entusiasmo cósmico unitario, como disposición anímica del hombre
contemplativo a la vista del mundo habitado por Dios. Se busca sentir el cobijo de la
unidad envolvente del Dios en la naturaleza, en esta presencia perenne por una parte del
cosmos y por otra del Logo divino, pero que subsisten ambas sin excluirse, ha hecho una
idea central al punto que el cristianismo interpreta a Cristo como la humanización del
Logo, luego se manifiesta una evolución unitaria del hombre ante el cosmos.

Esta relación en su devenir ha dado un giro hacia una analogía científico-natural


con el mundo, giro de enlace entre la historia natural y el hombre actual donde se interroga
por el espíritu a la Naturaleza y se impone la tarea de que las cosas a respondan de
modo más exacto, por lo conquista y dominio de la Naturaleza por medio de la técnica y la
matemática. De ahí que la antigua actitud contemplativa y religiosa queda desplazada,
vencida y suprimida. En la dimensión de la filosofía hay un sentido análogo entre
Macrocosmos y Microcosmos, se entendía que el hombre parte del cosmos propiamente
dicho, y su vez el cosmos era una ampliación del hombre que sería el núcleo prototípico.
Estas dos corrientes entran en contacto en las representaciones míticas de Adan
Kadmón, en u proposición de que el: “… Hombre cósmico fue destrozado y encarcelado
en la materia convirtiéndose en el microcosmos, el hombre empírico. …”

Lo anteriormente da pie para afirmar que la antropología estaba siempre oculta en


la cosmología, se daba por sentado que el cosmos, era una gran armonía, que
únicamente se pensaba de acuerdo con las medidas y estructuras del hombre: es una
unidad equilibrada entre el elemento espiritual y el elemento material, donde el espiritual
domina lo material, entre lo superior y lo inferior, entre lo personal y lo social, era
necesario modificar la estructura de la relación entre hombre y mundo. Es así que en sus
tesis Hegel y Marx piensan un sistema del mundo en el que lo espiritual y universal por un
sistema de evolución materialista de la Naturaleza y la historia. Este vuelco no habría
ocurrido si el sistema de Hegel no se hubiera interpretar antropológicamente.

La aparición de la corriente evolutiva, al incorporar el nuevo empirismo y la física


matemática, da lugar al humanismo, interpretado falsamente como periodo de transición
desde el mundo cristiano medieval a un individualismo personal y a un descubrimiento del
mundo como cosmos natural, es más bien una etapa de recentramiento del cosmos en
torno al hombre. El descubrimiento de la psicología y la caracterología donde comienza a
seducir la teoría de los temperamentos y los modos de relacionarse el hombre con el
mundo. Cada nuevo carácter es origen de una nueva concepción del mundo y de una
filosofía con nuevas perspectivas que desembocan en las nuevas tipologías de las
concepciones del mundo sobre fundamentos antropológicos. La amplitud del
comportamiento humano se hace visible cuando también las profundidades de la
Naturaleza empiezan a confluir hacia el hombre en su totalidad.

Para llegar a darse cuenta y realizar un giro el hombre que se hacía moderno ha
necesitado siglos. El hombre vuelve al antiguo plan del mundo acreditado, para establecer
la síntesis entre lo heredado y lo venidero, pues lo antiguo era una visión del mundo, que
había influido en la concepción del ser del hombre y del cosmos. Y más aún de la relación
de ambos con Dios. Al no ser la tierra el centro del universo, entre lo de arriba y lo de
abajo, el hombre tampoco es el centro del mundo en el sentido que era antes, teniendo
por debajo la piedra, la planta y el animal y por encima el mundo puramente espiritual de
los ángeles. En su lugar aparece, como nuevo centro de reposo el sol, la fuente natural de
vida y cultura y se pretende conservar un nuevo estoicismo místico-cosmológico. Pues el
estoicismo desde la antigüedad ha ofrecido explicar la realidad del mundo a la vez como
física y espiritual y también como científica y religiosa a la vez. Goethe pudo cultivar la
ciencia natural, sin tener que abandonar su relación con la Naturaleza, veneradora al
modo antiguo y casi religiosa. Con Schelling, todo se hace más maduro en su identidad de
lo ideal y lo real pervive el paralelismo estoico, incorporándose los resultados de la ciencia
en una Naturaleza Ideal, vista como jerárquica, por ser antropomórfica.

La profundidad natural de la existencia humana es más hondo de lo que la psicología y la


antropología habían soñado anteriormente, por eso no se puede impedir explorar lo que es
la Naturaleza en el hombre, base material del espíritu. Provisionalmente se puede decir
que la ciencia natural intentó extender sus métodos más sencillos el matemático y el
físico-químico a todos los terrenos de lo viviente. La Naturaleza entendida como lo que ha
de ser para el hombre, nos puede y nos debe hablar con las lenguas que le están
otorgadas por Dios. En el giro de la cosmología a la antropología, el mito se ha hecho
arquetipo como lenguaje en imágenes y en símbolos de la Naturaleza. El hecho de que el
hombre este donde está hoy le coloca como juez de su propia historia de su valor y
desvalor.

La posición actual del hombre en el cosmos se puede caracterizar provisionalmente


así: El hombre, a cualquier espejo de la Naturaleza que mire, acaba siempre por
encontrarse así mismo, es un narciso, aunque no ame su propia imagen ni la busque.y
que El hombre moderno se encuentra objetivamente, investiga sus rasgos en el espejo
con la misma objetividad. No es para si mismo ni un Dios ni un Tu. El comprenderse como
síntesis de la Naturaleza, el interpretar y regir la creación con respecto a si mismo es una
tarea aterradora para el hombre de hoy. La filosofía se ha vuelto así antropología en el
sentido de que toda realidad del mundo está referida al hombre y el hombre ya no se
puede explicar a si mismo. El es el absoluto del mundo porque le ha sido confiada la
custodia del mundo. Se muestra como un soberano servidor, ya no en soberano absoluto.
Esta necesidad le enseñara a rezar y a volver su mirada a Dios, esta predestinado ase
hombre religioso.

En un segundo momento la antropología se entiende como Filosofía y desde allí El


hombre fue considerado siempre como un resumen del mundo, no como una simple
suma, sino mediante su trascendencia, su ser espiritual es decir su apertura al ser. Sin
embargo hay algo que ha cambiado, ahora se habla de una filosofía del hombre, que es la
Idea del mundo, el lugar donde se entiende y se percibe el ser en general. Por lo tanto, el
hombre puede ser resumen del cosmos, si tiene ante los ojos el resumen total del hombre,
puesto que él es la verdad total de todas las cosas. En el periodo antropológico se integra
una actitud de verdad total, descrita en una triple relación de verdad que hay en el mismo
hombre que es: Relación horizontal con el que se encuentra con él a su lado, que suele
llamarse objeto de conocimiento. Relación hacia abajo con el cosmos, que está sobre la
base de su corporeidad y de la inmanencia del espíritu humano en el mundo. Relación
esta la orientada hacia arriba, hacia el Absoluto.

Estos tres aspectos componen la unidad de la verdad, que reside en el hombre


quien solo puede ser resumen del mundo, realizar el encuentro porque es espíritu y está
abierto a Dios. Por eso el hombre actual no puede construirse según otro modelo
perteneciente al mundo que no sea él mismo, El espíritu humano posee la clave del
sentido de las cosas, entregándose así mismo con su luz espiritual, como instrumento
para conferir sentido a todo. La capacidad de encontrar espiritualmente sentido tiene que
ser el medio donde se da lo sensible, en el que lo objetivo puede llegar a alcanzar su
sentido verdadero. El espíritu humano ofrece un ámbito personal aportado y acuñado por
la persona de manera racional y voluntario, en este ámbito el proceso de conocimiento no
debe ser interpretado a partir de un caso cualquiera sino a partir del caso supremo, en el
caso del encuentro con otra persona. Todo encuentro entre personas exige, para cumplir
con las condiciones del conocimiento objetivo, una apertura de la propia persona sin poner
límites básicos, esto es un ofrecimiento de sentido no condicionado. Dicho de otra manera,
no hay un proceso de conocimiento puramente teorético, que en su raíz no comprenda el
conjunto del hombre y de la verdad.
El hombre siempre está presente por entero en sus actos espirituales, se abre a
cuanto aparece al cosmos, cosas y esencias como ámbito en que todo se puede hallar
sentido, el hombre se entrega como medio donde todo puede llegar a ser plenamente lo
que a la luz del espíritu humano, por eso se muestra como el ser que es capaz de toda
verdad. El éxito del hombre con las cosas reside realmente en el hombre, en la adecuada
aplicación de su razón, el a priori de las cosas. Sin olvidar que su razón es siempre suya.
Cuanto más hondo se abre y se entrega el hombre más hondamente responde las cosas
en el encuentro.

La época antropológica la objetividad y realismo solo se alcanza por la puesta en


juego personal del hombre mismo, que no puede lograr ser lo que es, más que por el
renovado uso de su libertad. Dicha libertad tiene por encima un Dueño Supremo, que es la
Providencia. Pero es la Providencia de Dios no es una ordenación de la Naturaleza. Por
otro lado, todo juicio científico para tener dignidad del proceso científico, debe ser
contemplado a la luz de la idea total del hombre. A partir del hombre porque se le carga la
responsabilidad de este juicio, tiene inevitablemente al hombre en su campo de visión
cuando enjuicia y actúa.

En la filosofía medieval el tu quedaba subsumido bajo el concepto abstracto de


objeto. Kant alcanza la identificación de antropología y filosofía. ¿Qué es el hombre? Es la
pregunta cuarta que en su manual póstumo de lógica señala el contenido de la
filosofía. También el manifiesto anti hegeliano de Feuerbach declara la nueva filosofía,
hace del hombre el objeto único y universal de la filosofía y por esto hace de la
antropología la ciencia universal. Marx y Nietzsche le siguen en esto, pero es hasta el siglo
XX que se reconoce ya no como un fantasma materialista y evolucionista, sino como el
hombre concreto, como en la persona individual en la comunidad. La capacidad de dejar
aparecer un tú en su originalidad y dignidad personal puede estar cimentada en el yo
donde este se abre más allá de sí mismo y responsable ante un Tu absoluto. El Yo seguirá
haciendo de su propia luz espiritual la medida enjuiciamiento del Tu.

La relación con Dios da a cada persona espiritual su dignidad y libertad, desde este
punto de vista se puede considerar una persona. Solo puede ser conocida por el Yo
porque este está abierto ante el Tu Absoluto. La dificultad máxima de toda filosofía es la
intersubjetividad, el auténtico encuentro solo puede tener lugar en Dios y en presencia de
Dios, allí donde personas participan de la misma especificidad y libertad por su común
apertura a Dios, quedando abierta una a otra. Una teoría del conocimiento del encuentro
entre hombre y hombre solo puede fundamentarse religiosamente. Tal es el precio a pagar
cuando se deja de considerar al hombre, como una Naturaleza (cosmológicamente), no
viéndolo como un sujeto de conocimiento. Su apertura al mundo hace del el, aquel que
dota de sentido a los objetos.

El hombre como espíritu, está abierto a Dios. Haciendo referencia a de las


confesiones de San Agustín empieza por adentrarse intranquilo en las honduras de su
espíritu, , todo lo que pertenece al mundo material o espiritual tiene ahí su lugar. Pero el
espíritu sabe también de Dios y así parece también que Dios tenga su sitio en el espíritu.
La luz del espíritu humano es una luz que escucha, una luz en dialogo. El hombre tubo
que encontrar la idea del dialogo, en que el espíritu definitivo se somete al infinito, para ser
espíritu precisamente en él.

La ley del Ser no existe a mano como la ley del intelecto agente inmanente y
siempre ardiendo, y que al espíritu para conocer, no le basta con hacer brillar su propia
luz, iluminando con ella los objetos de este mundo sino que esta remitido a una gracia, a
una Revelación y apertura, señal de que el espíritu tiende a pasar más allá de los límites
de lo profano hacia el dominio en que Dios se hace visible. Pero ocurre la luz del espíritu
con su espontaneidad nunca la podremos separar bien de esa suprema luz, y eso
constituye la espiritualidad del espíritu, su trascendencia va más allá del mundo. Es
imposible contar a Dios como uno más entre los diversos bienes que el hombre tiene en el
mundo, como el bien final a que el hombre debe tender naturalmente, en cuanto que es
naturaleza espiritual. Ese evos hacia Dios es lo más hondo en el hombre.

en la actualidad el entendimiento realiza su función ordenadora dentro del mundo,


es preciso poner de relieve la distancia con la filosofía medieval en la analogía entre
creador y criatura, y no aparezca como algo dominado por el espíritu humano como una
de sus posibilidades de pensamiento. Si así fuera, el hombre podría dominar y regular la
relación entre Dios y el hombre y podría disponer de la luz que le es otorgada como una
luz propia. El hombre moderno debe saber que sigue siendo responsable de su
intervención en la naturaleza, según una idea de conjunto de hombre y debe saber de la
misma manera que toda formulación teórica de su relación con dios tiene que estar
respaldada de su relación completa. Y debe saber de la misma manera que toda
formulación teórica de su relación con Dios tiene que estar respaldada de su relación
concreta con él. El hombre religioso actual que conoce su libertad ante Dios tiene que
cuidarse de una deformación del concepto de responsabilidad. Si el hombre en cuanto
espíritu esta elevado por encima de la naturaleza y ha llegado a ser administrador libre y
soberano de las fuerzas del universo, entonces debe rendir cuentas a Dios. partiendo de
su libertad religiosa, acepta una responsabilidad religiosa en el mundo. El hombre
creyendo, rezando, y obedeciendo se subordina a la eterna función divina de dar sentido
uniéndose en ella. Es rey pero un rey humillado que coopera con la obra divina de
salvación del mundo a pesar de toda su inutilidad y desorientación.

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