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NOVENA
DE NUESTRA SEÑORA DEL
CARMEN

Acto de Contrición

Clementísimo Dios y Señor mío, a tus

plantas postrado pido humildemente el perdón de
mis pecados; concédeme un verdadero dolor y un
propósito firme de nunca más ofenderte. En tu
piedad confío, y en tu benignidad espero, que
mediante la intercesión y ruegos de tu dulcísima
Madre María Santísima del Carmen, mi abogada,
me has de conservar en tu gracia y dispensarme
la perseverancia en tu santo servicio hasta el
último instante de mi vida. Amén.

Oración preparatoria

Dulcísima Virgen María del Carmen, Madre

de Dios y de los pecadores; tu patrocinio implora
mi afligido corazón; para que interesando tus
ruegos alcance los frutos de celestiales dulzuras
que ofrecen los generosos árboles de tu florido
Carmelo, en que se simbolizan tus sagradas
prerrogativas. Y te pido, confiado en tu poderosa
protección, así como por haber delinquido

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nuestros primeros padres comiendo del árbol
vedado, dispuso el amor de tu Hijo precioso
trasplantar al Paraíso del Carmelo el árbol
místico de la vida, me concedas los beneficios
que estos hermosos árboles ofrecen, y dispongas
mi corazón de modo que pueda en estos nueve
días venerar y aplaudir las gracias y dotes que en
ellos se figuran, y conseguir mediante tu divina
fragancia, correr con ánimo y anhelo hasta lograr
el buen olor de heroicas virtudes, para hacerme
con ellas participante de la eterna gloria. Amén.

Las excelencias de
María Santísima del Carmen

La primera Excelencia de María Santísima,

es tener el sagrado cuerpo más hermoso y
perfecto que todas las criaturas.
Ave María…

La segunda Excelencia, es tener un alma la

más santa después de la de Jesús su Hijo, llena de
la gracia del Espíritu Santo.
Ave María…

La tercera Excelencia, fue haber vivido

desde el primer instante de su Concepción con la
vida mística, que es la perfectísima.
Ave María…
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 La cuarta Excelencia, es ser verdadera
Madre de Dios, que es una dignidad casi infinita.
Ave María…

La quinta Excelencia, fue su dichosa

muerte, y que ésta fuese al incendio del divino
amor.
Ave María…

La sexta Excelencia, fue su resurrección y

su gloriosa Asunción al cielo, recostada en los
brazos de su dulcísimo Jesús.
Ave María…

La séptima Excelencia, fue su coronación

por Reina soberana de todas las criaturas, con
que la honraron Padre, Hijo y Espíritu Santo,
como a Hija, Madre y Esposa, por toda la
eternidad.
Ave María…

DÍA PRIMERO

Elías, El Profeta de la Inmaculada.

El Espíritu Santo refiere con un laconismo

sublime la aparición del profeta Elías en la
historia: «Surrexit Elías propheta quasi ignis»
«Levantóse Elías profeta como un fuego» Era su
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corazón ardiente y su palabra de fuego. Su alma
caldeada con los ardores del Divino Espíritu
estaba exenta de la escoria terrestre.
Este gran Profeta y Taumaturgo, que con
celestial poder ordenaba al cielo y llovía,
imperaba a los muertos y éstos resucitaban, y que
aun día en carrosa ígnea fue arrebatado vivo de
este mundo y vendrá al fin de los tiempos para
aplacar la ira de Dios; a este excepcional Vidente
se le mostró un signo del misterio más glorioso
de la Virgen, el de su Inmaculada Concepción:
Una nubecilla diminuta que sale del mar y crece,
y cubriendo el cielo envía lluvias abundantes; es
figura de María. La nubecilla se levanta del mar,
pero no es amarga ni contiene sales esterilizantes;
más bien es dulce y contiene el elemento que
fertiliza; así María nace de la naturaleza humana
sin el amargor del pecado, ni reato alguno de
culpa que obstaculice a la gracia; agua
sobrenatural de que más bien está llena para
derramarla sobre los mortales.
El misterio de la nubecilla de Elías está
autorizado por la Iglesia, cuando es el oficio del
Carmen dice que aquella nube fue un signo de la
Virgen.

EJEMPLO

Un facineroso, ladrón, asesino, buscando a

un enemigo suyo para quitarle la vida, éste le
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cortó la cabeza y fue rodando por el monte hasta
gran distancia dando al mismo tiempo lastimeras
voces, pidiendo confesión; asombrado con este
portento el asesino, llamó a prisa a un sacerdote;
mas como el sacerdote, poseído de pavor
rehusara confesarlo mientras no se uniera la
cabeza con el cuerpo; aquella dando saltos fue
hasta el lugar en que se hallaba el cuerpo,
juntándose con él, y al punto se confesó con
grandes muestras de arrepentimiento, y
asegurando que en su vida no había tenido otra
devoción que a nuestra Señora del Carmen, en
cuyo honor ayunaba los miércoles y sábados, y a
quién invocó con gran fervor en aquel trance
fatal.
Jaculatoria.- ¡Oh Madre compasiva! Tan
poderosa eres ahora como entonces; y pues por ti
logró el facineroso confesarse y morir bien, te
ruego, dulce Madre, la gracia de vivir bien, de
agradar sólo a Dios, para ir a cantar en el cielo
tus alabanzas por toda la eternidad.

GOZOS

Pues eres lluvia del Cielo

Que copiosa se derrama.

Apaga la ardiente llama

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Bella Nube del Carmelo.

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 En aquel monte tu amor,
Al Santo Profeta Elías,
En sombras le prevenías
Bellas glorias del Tabor:
Y pues de tanto esplendor
Tu pueblo se regocija.
Apaga la ardiente llama…
Quien con devoción rendida
Anhela por complacerte,
Halla después de su muerte
En tu patrocinio vida;
Y pues tienes prometida
Esta dicha desde el cielo.
Apaga la ardiente llama…
Campo de fertilidad,
Propicio el cielo te hizo,
Porque fueses el Paraíso
Donde posó la Deidad;
Y pues de la Trinidad
Fuiste objeto de su amor.
Apaga la ardiente llama…
En ese Monte o pensil
Donde lució tu esplendor,
Fuiste del Carmelo flor,
Más bella que Abigaíl,
Y así pues a tu redil
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 Vamos todos con anhelo.
Apaga la ardiente llama…
Del bello Carmelo has sido,
Árbol de gracia Mayor,
Puesto que el fruto mejor
Por ti el mundo ha conseguido:
Y pues de Dios has tenido
Un riego sin paralelo.
Apaga la ardiente llama…
Aquel que vive ceñido
Con tu Escapulario santo,
Deja al reino del espanto
En un nuevo horror confundido
Dichoso el que muere asido
A este escudo sagrado.
Apaga la ardiente llama…
Entre todas las mujeres,
Eres tú bendita y santa;
Siendo tú de gracia tanta,
Sólo menos que Dios eres,
Y ver a tus hijos quieres
Con el más ardiente celo.
Apaga la ardiente llama…

Ruega por nosotros Madre Reina del Carmelo.

* Para que todos logremos la felicidad del Cielo.
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 ORACIÓN

¡Oh beatísima Virgen, decoro y esplendor

del Carmelo!
Vos que contempláis con ojos de singular
bondad a cuantos visten vuestros escapularios,
mirad benignamente también a mi alma y
cubridme con el manto de vuestro maternal
protección. Fortificad mi flaqueza con vuestro
poder, iluminad las tinieblas de mi mente con
vuestra sabiduría, acrecentad en mí la fe, la
esperanza y la caridad. Adornad mi espíritu con
tantas gracias y virtudes, que sea siempre
agradable a vuestro Divino Hijo y a Vos, mi
dulce y cariñosa Madre. Asistidme en la vida,
consoladme en la muerte con vuestra amabilísima
presencia y presentadme a la augustísima
Trinidad como a vuestro hijo y siervo devoto,
para así bendeciros y alabaros eternamente, en el
cielo. Amén.
Tres Ave Marías y un Gloria.
Indulgencia de 200 días a los que recen esta oración con
las Ave Marías y el Gloria.- León XIII, 16 de Enero de 1886.

DÍA SEGUNDO
La orden Carmelita.
El profeta de la Inmaculada ahondando en el
misterio de la nubecilla no se contentó con saber
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que ésta simbolizaba a la sin par Madre de Dios y
que con el transcurso del tiempo Ella había de
darnos la lluvia divina conforme a lo que otro
profeta clamaba, diciendo: «lluevan las nubes al
justo» sino que el gran profeta de fuego amó y se
apasionó de aquella que había de preceder al Sol
de Justicia.
Amando Elías a María Inmaculada se
propuso imitarla conforme a la ley sagrada del
amor, y en un éxtasis de contemplación concibió
la grandiosa idea de fundar una familia santa que
sea como su imagen viviente en los siglos de la
esperanza: está perfilada la idea del estado
religioso.
Elías funda una familia, una Orden que
imite a la Inmaculada. De esta ley de imitación
trae su origen la Orden del Carmen la primera
que dio culto a la Virgen, que le dedicó templos,
que gozó de su trato familiar viviendo en carne
mortal, como dice la Iglesia en el oficio del
Carmen. Y no es extraño que el mismo Jesucristo
la llamase, hablando con Sta. Teresa, orden de la
Virgen.
Los que visten el santo Escapulario del
Carmen, fuera del claustro, son también dueños
de estas purísimas glorias y participantes de
todos sus bienes espirituales. Debemos cuidar de
no abandonar nunca esa santa librea y vivir de tal
suerte que hagamos honor al santo Escapulario.

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 EJEMPLO

Un mancebo que vestía el Escapulario del

Carmen, pero que era esclavo en cuerpo y alama
de la lujuria, iba en solicitud de una doncella, y
por el camino se le unió un perrillo pequeño al
principio, pero que iba creciendo por momentos
cuanto más se acercaba a la casa prohibida; de
modo que cuando entró en ella era un horrible y
corpulento mastín, que llenó de miedo y espanto
a la mujer. Díjole el mozo, no temas, es un perro
manso que se me ha aficionado, y espero que me
defienda en cualquier riesgo. Dicho esto, se quitó
el Escapulario que llevaba, e inmediatamente le
embistió el demonio, que no era otro el perro;
enterrándole en el pecho los colmillos le abrió
una brecha grande por donde le arrancó el
corazón y se lo comió, mirando con airados ojos
a la mujer, con quien hubiera hecho lo mismo a
permitirlo Dios. ¡Oh María Santísima del
Carmen, mi Madre compasiva! De las garras del
demonio líbrame. Yo te ofrezco jamás dejar tu
santo Escapulario, para verme libre del sucio y
repugnante vicio de la lascivia: sé Tú, mi defensa
y mi escudo. Así lo espero de tu bondad.

Jaculatoria.- Si de grandes bienes goza el

devoto del rosario, quien lleve tu Escapulario
tiene una muerte dichosa. En cuya hora
congojosa le consuela tu hermandad.
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 DÍA TERCERO

San Simón Stock y su plegaria

Desde sus comienzos la Orden Carmelita,

por haber nacido a la luz de la contemplación de
María Inmaculada, de quien había recibido el ser
como causa final y ejemplar, según lo atestiguan
los Papas Sixto IV y Gregorio XIII, fue
cruelmente perseguida por el demonio. Fue tan
tremenda la borrasca que se levantó contra la
humilde familia de la Virgen que parecía haber
llegado su fin. Las pasiones de los buenos y el
encono de los perversos todo se conjuraba contra
la Orden de María. Venidos de Oriente se los
miraba con recelo y se dudaba de su historia y
entidad canónica.
En medio de la tormenta volvieron como
de costumbre sus miradas hacia la buena Madre,
su dulce refugio y bonanza en los días más
comprometidos de su existencia San Simón
Stock, general de la Orden Carmelitana a nombre
de sus hermanos le habló con profética
inspiración: «Flor del Carmelo; vid florida,
resplandor del Cielo, Virgen sin igual y sin
mancilla; Madre amable, tiernísima, a tus
Carmelitas da privilegio de tu amor y poder,
estrella del mar». Y la respuesta de la Reina del
Cielo fue inmediata y sobreabundante como lo
veremos en la meditación del día siguiente.
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 EJEMPLO

Diego de Galpe en Segorbe, sorprendido por

una tempestad, fue herido por un rayo que le
destrozó desde la cabeza hasta los pies, quedando
ilesa solo la parte que cubría el Escapulario y la
lengua, con que exclamó lastimeramente:
«Virgen del Carmen, Madre mía dulcísima,
favoréceme». Y la Santísima Virgen le hizo
recobrar la vista con que pudo contemplar la
Sagrada Imagen de María, y le tuvo con vida
hasta el sábado inmediato como premio a la
confianza que puso en ella.

Jaculatoria.- El que venera en su vida tu

sagrada advocación, tendrá para su perdón
esperanza sin medida, al alma más afligida tú la
miras con piedad.

DÍA CUARTO

Origen del Santo Escapulario

La Santísima Virgen que tiene un corazón

incomparablemente tierno y compasivo, al oír los
sentidos clamores de su fiel siervo, San Simón
Stock, le consoló sobremanera, apareciéndosele
la celestial Señora sonriente y apacible, teniendo
en sus manos sagradas el hábito de la Orden de
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Carmelitas, y le dijo: «Recibe, muy amado hijo,
este santo Escapulario, insignia y divisa especial
de tu Orden y de mi hermandad, privilegio
singular y exclusivo para ti y todos los
Carmelitas. Cualquiera que muriere investido con
él no sufrirá el fuego eterno. En él tienes bella
consigna de salud, amparo en los peligro, prenda
de paz y de eterna alianza».

EJEMPLO

En Sevilla, una pobre mujer se mantenía

criando gusanos de seda. Aconteció que un año
tuvo mala cosecha y le quedaba poquísima
semilla; entonces acudió con fervor
extraordinario a la Santísima Virgen del Carmen
y le ofreció vestir su santo Escapulario, con tal
que mejorase la cosecha. Así ocurrió. El producto
fue abundantísimo; y además los gusanos
fabricaron un bellísimo Escapulario en uno de los
capullos. Igual cosa aconteció en Trento al
Regidor que se oponía a la fundación de un
convento de Carmelitas. Los gusanos fabricaron
en su casa tres Escapularios, de los cuales uno
tuvo la Reina de España, doña Mariana de
Austria.

Jaculatoria.- A millares has librado del

infernal enemigo llevando siempre consigo tú

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Escapulario sagrado, al que se ha visto ahogado y
al reo das libertad.

DÍA QUINTO

Promesa de la Virgen.

«El que muera vistiendo el Escapulario, no

padecerá el fuego eterno», dijo la Santísima
Virgen a San Simón Stock, en un arranque de
maternal amor. Semejante privilegio hasta
entonces nunca concedido, dio margen a
interpretaciones desviadas, por razón de la
humana flaqueza y la malicia diabólica. Se dio a
dichas palabras un sentido absoluto y se creyó
tener una seguridad infalible de salvarse con tal
de vestir el santo Escapulario, aunque se viviese
entregado a nefandos vicios toda la vida. Opinión
falsa, escandalosa y herética; pues, según ella ni
las buenas obras, ni el dolor sincero de los
pecados eran menester para salvarse.
La santa Iglesia volviendo por la ortodoxia
de las palabras de la Virgen, y para precaver a las
almas de un error tan funesto, añadió la palabra
piadosamente; esto es, el que muera
piadosamente vistiendo el Escapulario no se
condenará. Pero todavía osaron objetar los
contradictores, diciendo que no hay para que
ensalzar tanto la virtud del Escapulario ya que
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salva lo que sin él también se hubiese salvado.
Esta opinión contradice la fe de los pueblos y
niega los hechos milagrosos que evidencian la
eficacia del santo Escapulario.
El recto sentido de la celestial promesa es
éste: «El que muere vistiendo el Escapulario se
salvará»; o sea, la divina Madre alcanzará de su
Hijo Santísimo el dolor de los pecados en aquella
última hora a los devotos del Escapulario. En este
mismo sentido se explican las promesas del
Divino Corazón a sus devotos.
El Escapulario es sin duda un gran signo de
predestinación. Así lo atestigua el beato Claudio
de la Colombiere; sabio y santo jesuita, cuando
dice «yo pretendo que no hay otra señal que haga
más cierta nuestra predestinación que ésta del
santo Escapulario; acojámonos, pues, a ella con
todo celo y perseverancia».

EJEMPLO

El Venerable Francisco de Yépez, hermano

de San Juan de la Cruz y muy parecido a éste en
santidad, usaba del Santo Escapulario como de
arma invencible contra las tentaciones y
asechanzas del enemigo. En cierta ocasión los
demonios le amenazaron porque no se quitaba el
Escapulario, pero el Venerable les replicó que
nunca lo dejaría de venerar, y que además,
procuraría con empeño que fuese por todo el
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mundo conocido y venerado. El demonio hizo la
confesión siguiente que no deberíamos olvidar
los devotos de la Virgen del Carmen: «Tres cosas
aborrecemos: la primera, oír el nombre de Jesús;
la segunda, oír el nombre de María, y la tercera,
ver este Escapulario».

Jaculatoria.- Todos desean con anhelo

vuestra imagen conocer, pues supiste renacer en
aquel monte Carmelo. ¿Qué será ver en el Cielo a
tan amable verdad?

DÍA SEXTO

Condiciones para la primera promesa.

Nunca podremos encarecer lo suficiente ni

corresponder jamás a la incomparable solicitud
de la Santísima Virgen, al darnos la celestial
insignia del Escapulario; verdaderarnente María
Santísima es toda dulzura y clemencia para sus
hijos. Y qué nos exige en pago de tanta bondad?
Oigamos otra vez al beato La Colombiere,
apóstol del santo Escapulario en los modernos
tiempos: «Cristianos, ¿si María, para asegurarnos
los bienes de la otra vida, os pidiese todo cuanto
poseéis: si por obligarse a responder de vuestra
perseverancia, os exigiese todo cuanto han hecho
en su obsequio sus más celosos defensores; si en
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lugar de un Escapulario os ofreciese un cilicio,
titubearíais? Al contrario, abrazaríais con ardor
cualquier obra por penosa que fuese para no
poner en peligro vuestra alma. Pero mirad; no se
trata de cosas difíciles para lograr la salvación; la
condición que pone la Santísima Virgen es:
recibir el Escapulario de sacerdote autorizado y
llevarlo puesto de día y de noche.
¿Cómo corresponder por tamaño beneficio a
la celestial Señora? Toca a la iniciativa del amor
de los hijos la correspondencia a tan cariñosa
Madre.
Recordemos, pues, almas cristiana, que
lleváis el signo de la Virgen; recordemos con
gratitud tan grande misericordia de María
Santísima del Carmen.

EJEMPLO

Ana María, hija de un rico comerciante de

Tolosa, cayó gravemente enferma. Sus padres
hicieron voto de que, si sanaba, le harían vestir el
Escapulario e ingresar en la Cofradía. Al cabo de
pocas horas, la niña sanó; pero como sus padres
no cumplieron la promesa volvió a recaer por
modo tan grave, que perdieron la esperanza de
salvarla.
Recordaron el voto no cumplido, y para
desagraviar a la Virgen, ellos y la hija vistieron el

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santo Escapulario, y ¡oh prodigio! La enferma
sanó rápidamente para gloria de la Virgen del
Carmen.

Jaculatoria.- Grande Reina, yo no dudo que

mi defensa has de ser y me has de favorecer con
tu poderoso escudo, de aquel dragón tan agudo,
que sugiere la maldad.

DÍA SÉPTIMO

Segunda promesa de la Virgen.

Innumerables son las gracias y favores que

la Virgen ha prodigado para facilitar la salvación
de sus hijos, pero la más simpática y tierna es la
conocida con el nombre de Privilegio Sabatino.
He aquí en qué consiste: «La Santísima Virgen
promete librarnos del santo Purgatorio a sus
cofrades en el primer sábado después de su
muerte; esto es, lo librará en dicho día, ya sea,
bajando Ella misma a aquel lugar (o más bien,
por ministerio de los ángeles), mediante una
impetración gratuita o una satisfacción que les
obtendrá con sus súplicas, ya aplicándoseles una
parte de sus satisfacciones encerradas en el tesoro
de la Iglesia, ya en fin, alcanzándoles de su
Santísimo Hijo que Él mismo les aplique, a causa
de Ella, por una disposición excepcional, sus
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satisfacciones que componen este tesoro». Debe
también notarse que la promesa de la Virgen no
se limita al sábado, sino, como expresa el decreto
de Paulo V, especialmente el sábado, y la Iglesia,
en el oficio de la Virgen del Carmen, lo expresa
de un modo más energético y manifiesto, cuando
dice que la Virgen librará del santo Purgatorio a
las almas de sus cofrades lo más pronto posible.
¿Podría creerse que el alma de uno que muere
casi libre de reato de pena, y muere, por ejemplo,
el lunes tendría que estar hasta el sábado en el
Purgatorio, y, por el contrario, otro que muriese
con reato de innumerables penas, muriendo el
viernes, el sábado siguiente subirá al cielo, en lo
cual aparece una desproporción no muy
conforme con la justicia? Para evitar equivocadas
interpretaciones advierte la Iglesia que no sólo el
sábado, sino lo más pronto posible,
especialmente el sábado.

EJEMPLO

Los romanos Pontífices se apresuraron a dar

toda clase de apoyo y firmeza a la devoción del
Santo Escapulario.
Al Sumo Pontífice Honorio XIII se le
apareció la Santísima Virgen y le ordenó que
confirmase su religión Carmelita entonces
perseguida, diciéndole; “No se ha de contradecir
lo que mando, ni diferir lo que promuevo; y para
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que des crédito a mis palabras, esta noche, siendo
Dios el vengador, dos de tus curiales émulos de
mi religión acabarán en una misma hora con
muerte repentina”…
El Papa Juan XXII, en su famosa Bula
refiere, bajo el sello papal, como se le apareció la
Reina de los cielos y le manifestó que su amor a
los cofrades Carmelitas era tal, que no permitiría
que los exactos observantes de esta regla pasasen
en el purgatorio más allá del primer sábado
después de su muerte, por lo cual se llamó dicha
Bula Sabatina.

Jaculatoria.- Ni un instante desmayemos en

tan santa devoción para hallar su protección, a
María siempre amemos, nuestro favor
consagremos con fina sinceridad.

DÍA OCTAVO

El Escapulario “vestido de la Virgen”.

La Iglesia en el Oficio de la Santísima

Virgen del Carmen, pone en labios de todos los
Carmelitas, religiosos, terceros y cofrades, estas
palabras: Induit nos Genitrix Dómini vestimento.
La Virgen nos ha dado una vestidura. Si, el
Escapulario es vestido de la Virgen Santísima;
Ella lo trajo del cielo; es un dulce recuerdo del
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corazón de nuestra Madre y Señora, la Virgen del
Carmen… Esto saben ver en el Escapulario las
almas entusiastas, los corazones amantes de la
Virgen. El alma tentada que, como el profeta
David, se ve rodeada y envuelta en tinieblas, mira
el Escapulario y estrechándolo contra su pecho,
dice a la Virgen: «No me dejes, Madre mía». El
corazón que siente el peso de la tribulación y la
amargura del infortunio, mira el Escapulario, y
dice a la Virgen: «Sálvame, ayúdame, Madre del
consuelo». El pobre agonizante, que se ve solo en
presencia de la muerte, toma en sus manos el
santo Escapulario, lo besa, lo humedece con sus
lágrimas… ¡Ah! En el Escapulario del
moribundo se hablan y entienden dos corazones:
el Corazón de la Virgen y el corazón que
agoniza; el agonizante llama a la Virgen, y le
pide que no le deje solo; la Virgen habla al alma,
y le dice: «Yo no dejo a mis hijos, mi
Escapulario es mi palabra… no temas, aquí
estoy».

EJEMPLO

La Santísima Virgen se le apareció al

Venerable Francisco de Yépez, que oraba con
fervor angustioso por el alma de su difunta
esposa y le dijo: «El alma de tu mujer, después
de haber penado tres noches y dos días, hoy

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sábado la libré de las penas del purgatorio y goza
ya en el Cielo».

Jaculatoria.- Si tú presencia sagrada nos aviva

más la fe, dichoso todo hombre que te elige por
abogada, si a la fe va acompañada la esperanza y
caridad.

DÍA NOVENO

El Escapulario – Poder de la Virgen.

La iglesia nos dice que el vestido de la

Virgen es fuerza y hermosura… El Escapulario es
vestido de la Virgen, es, por consiguiente, fuerza
y hermosura. María es omnipotente por gracia;
por esto, el que lleve su Escapulario, y muere con
él, no se condenará, porque Ella es más fuerte
que el ángel caído, y no podrá éste arrebatarle lo
que Ella ha elegido en su corazón. El Escapulario
es la mano de la Virgen; por esto es signo de
predestinación, porque fuerte y suavemente atrae
el corazón al Cielo. Es el sello de la Virgen, y,
puesto sobre el corazón, lo hace cosa de la
Virgen, propiedad de la Virgen; y si el corazón
usando de su libertad no quiere abrir las puertas
al enemigo, jamás entrará en esa morada
propiedad de la Virgen. Es signo de salud, esto
es, de vigor y fuerza, porque la Virgen, por
24
medio de este signo, comunica al alma energía
para luchar y constancia para vencer.
El alma pondrá toda su confianza en la
Virgen, y la Virgen llevará al Cielo el alma que
así es suya, especialmente suya por el
Escapulario santo. Aquí debemos exclamar con
la Venerable Isabel de Jesús «!Oh Dios mío, que
reliquia tan grande tenemos en poseer este santo
Escapulario sobre el corazón! ¡Oh Señora y
Madre mía de que peligros nos ha librado el
santo Escapulario!».
El santo Escapulario es también hermosura
del alma. Sí, el Escapulario causa en los
corazones que lo llevan, los mismos efectos que
la luz en los cuerpos. ¡Oh Escapulario de mi
Madre María! Tú acicalas con el calor de las
virtudes el corazón que te lleva; le haces sentir el
calor del Cielo y lo dilatas para todo noble
sentimiento, para todas las aspiraciones purísimas
de la virtud. Tú guardas el alma y modificas el
ambiente en que vive, para que en ella se cumpla
lo que dice el Espíritu Santo: Todo coopera al
bien de aquellos que aman al Señor.

EJEMPLO

En la guerra de Lombardía, el año 1636, una

bala dio sobre el Escapulario que llevaba el Sr.
Cuge y le penetró con tela y todo en el pecho,
con lo que debía perecer al momento; pero la
25
Santísima Virgen en premio de su gran fe en el
Escapulario le concedió tres días de vida, en que
pudo arreglarse y morir santamente. El arzobispo
de Turín calificó el suceso de milagro manifiesto.

Jaculatoria.- ¡Oh Virgen del Carmen pura,

Madre tierna y amorosa! Porque fuiste tan
dichosa y eres del cielo hermosura… Sednos la
prenda segura de nuestra eterna ventura.

NOTA.- Esta novena se ha extraído del devocionario:

QUINCE MINUTOS A LOS PIES DE LA VIRGEN DEL
CARMEN. Por el Padre Ludovico de los SS. CC.
Carmelita descalzo.

Se inicia desde el 7 de Julio hasta el 15 de Julio.

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 ORACIÓN A LA
VIRGEN DEL CARMEN

Sagrada Virgen del Carmen la muerte me

está esperando, mas como soy su devota, no
es muerte sino regalo. Bajó la Virgen del
Carmen al purgatorio, sacó un alma tan
pecadora que de Dios alcanzó el perdón.

Vino el sayón y le dijo, como es posible

gran señora que un alma tan pecadora haya
alcanzado el perdón.

Vino el Señor y le dijo, quítate de aquí

maligno, quítate de aquí sayón. Que ella es
devota de mi madre, faltarle no puedo yo.

Quien reza esta oración todos los lunes

del año sacará un alma de pena y la suya del
pecado, quien la sabe y no la reza, quien la
escucha y no la aprende, el día de su muerte
sabrá lo que esta oración contiene.

Amén

27
 1,3,5,7,9,11
2,4,6,8,10,12
13,15,17,19,21,23
14,16,18,20,22,24

28