LECTURA, ESCRITURA Y MATEMÁTICAS: UN RETO EN

EDUCACIÓN
Por Martha G. Barrón Alvarado

Mayo de 2013

En nuestro país los planes y programas de estudio de educación básica tienen como
prioridad la adquisición y desarrollo de las habilidades intelectuales: la lectura y la
escritura, la expresión oral, la búsqueda y selección de la información y la aplicación
de las matemáticas a la realidad.

Sin embargo, los resultados de evaluaciones como Enlace reflejan serias

deficiencias en la comprensión lectora, y en la asignatura de Matemáticas los
puntajes obtenidos son muy bajos.

Las interrogantes que surgen a raíz de estas situaciones van en este sentido. Si la
enseñanza del Español y las Matemáticas tienen la más alta prioridad en los planes
y programas de estudio vigentes, entonces, ¿por qué no hay resultados
satisfactorios en estas asignaturas?

La lengua y los conocimientos matemáticos son creaciones culturales de la

humanidad que surgieron de la necesidad de comunicarse y de representar su
realidad. En consecuencia, su utilidad social es primordial y no se reduce a un
currículo que se aplica en las escuelas.

Ahora bien, el enfoque de la asignatura de la enseñanza del Español es

comunicativo y funcional, es decir, dar y recibir información en la vida cotidiana en
un contexto real. Por lo tanto, leer significa interactuar con un texto, comprenderlo
y utilizarlo con propósitos específicos.

Si desde los primeros años de la escuela se logra que el niño busque darle sentido
a lo que lee, aprenderá a leer comprensivamente.

Los docentes manifiestan que aprender a leer en forma comprensiva es más lento,
que lleva más tiempo que aprender a descifrar. El propósito del Plan y Programas
de estudio no es la rapidez en la lectura, en cambio, la comprensión sí.

Es importante involucrar a los padres de familia en los nuevos modelos de

aprendizaje, en este caso la lectura. Su participación y apoyo son decisivos para
su aprendizaje.
Además la heterogeneidad en los niveles de conceptualización de la lengua; hace
el trabajo docente muy laborioso.

Ahora bien, la enseñanza de las matemáticas se centra en que ésta sea una
herramienta flexible y adaptable para enfrentar las situaciones problemáticas que
se les presenten a los niños. Los estudiantes los resolverán al principio con
procedimientos propios; son los que darán significado a los conocimientos más
formales que la escuela proporciona.

Es necesario, que las actividades que se propongan en la escuela enlacen los

contenidos del currículo oficial con los aprendizajes que los niños han adquirido
fuera de la escuela y con la forma en la que han arribado a ellos, apoyándose en
diversos recursos y materiales didácticos; esencialmente en la resolución de
problemas.

El papel del maestro en la enseñanza de esta asignatura; no se limita a ser un

facilitador de la actividad de los niños, debe seleccionar el momento oportuno para
intervenir en el desarrollo de la clase y usar su creatividad.

Una vez expuestos los enfoques de las dos asignaturas y explicitar el deber ser,
toca turno analizar la problemática de la comprensión lectora y la enseñanza de las
matemáticas. Los porcentajes obtenidos en evaluaciones nacionales e
internacionales ponen en tela de juicio al Sistema Educativo Mexicano. Un punto
de reflexión es, que si los saberes adquiridos en la escuela en referencia al Español,
en específico, la comprensión de lectura y los contenidos matemáticos tienen
aplicación significativa en la vida diaria.

A un número importante de personas adultas se les dificulta llenar formularios como

una solicitud de empleo, crédito, formas fiscales, entre otros documentos de uso
común. De la misma manera la resolución de cálculos, es todo un reto, pues su
aprendizaje mecánico no permite una aplicación en la realidad.

La cuestión es. ¿Por qué a pesar de contar con Plan y Programas de estudio bien
estructurados no hay resultados satisfactorios en la mayoría de los estudiantes de
nivel básico? Si en la asignatura de Español, la comprensión lectora es un aspecto
medular y en la asignatura de Matemáticas la resolución de problemas es el eje
para su enseñanza.

Es importante reflexionar y cuestionar a todos los factores que intervienen en la

enseñanza e incluso el mismo currículo; proponer una revisión exhaustiva de los
planes de estudio y especialmente el desempeño de los docentes frente a grupo.
Una opinión que puede dar respuesta al problema del bajo rendimiento de los niños
en la asignatura de Español en todos sus componentes (lectura, escritura, expresión
oral y reflexión sobre la lengua). Es la postura de Felipe Garrido quien sostiene que
si se consiguiera aumentar el número de lectores auténticos en México, se gestaría
la más importante revolución educativa, cultural y social de la historia.

Los anteriores argumentos pueden cambiar la realidad que hasta ahora se vive en
referencia a la comprensión lectora y a los conocimientos matemático. Dejar de ser
un país donde no se lee y que en sus escuelas no se forma un pensamiento
estratégico para la resolución de problemas matemáticos; los estudiantes egresan
del nivel básico con serias deficiencias que en el nivel superior tienen graves
consecuencias como la deserción y la reprobación. Alarmante situación que no se
puede negar, ni evadir.

La educación en México exige un replanteamiento de todos sus componentes y

factores y actores, en especial que el docente asuma su responsabilidad. Las
distintas reformas curriculares no tienen eco si cada quien: sociedad, familias,
autoridades educativas, directivos y docentes no se comprometen con la calidad.

La lectura se debe convertir en un gozo, un hábito, un placer, en una palabra, en

parte esencial de la vida diaria. Si se logra esto las deficiencias de comprensión
lectora, los puntajes insuficientes de pruebas estandarizadas y la poca funcionalidad
del uso de la lengua desaparecerían, no por arte de magia, sino por una cultura de
la lectura ¿inalcanzable? Para quien no asuma su papel y se concientice de la
gravedad de un país sin lectores.

En conclusión, los currículos bien estructurados, los propósitos educativos mejor

planteados, los programas de lectura y de matemáticas más ambiciosos y las más
altas expectativas de las autoridades no tendrán los resultados esperados y lo más
alarmante los estudiantes no lograrán aprendizajes significativos para una mejor
calidad de vida. Si en México no se inculca una cultura de lectores críticos y si las
matemáticas aprendidas en la escuela no son aplicables a la vida diaria. Además
de dejar la cultura de la simulación que tiene contaminada a una parte de la sociedad
mexicana.