Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Con apenas dos mil dólares de financiación, fundó la startup Zip2 junto
a su hermano Kimbal, una de las primeras compañías en ofrecer
contenido vía online. Se instaló en la zona de San Francisco. Vivía y
comía en los mismos metros cuadrados. Se bañaba en las
instalaciones del estadio municipal. Había construido una plataforma
para que medios de comunicación le ofrezcan a sus clientes servicios
comerciales adicionales. Zip2 consiguió rápido a The New York Times.
Le vendió mapas y contenidos. En 1999, Altavista, división online de
la empresa Compact, compró la startup de los Musk por más de
300 millones de dólares. La inversión inicial -vale la
repetición- había sido de dos mil dólares.
Elon Musk es uno de los más grandes innovadores de la
historia de la Humanidad
La máquina de hacer dinero de Elon Musk necesitaba más dinero.
Con esos millones creó X.com, un revolucionario sistema de pago
electrónico que luego sería renombrado a PayPal. Pionera en
concepto de e-commerce, agilizó el comercio online al punto de
convertirse en la principal plataforma de transacciones digitales. En
2002, eBay compró la compañía por 1.500 millones de dólares.
Musk tenía 31 años, siete veranos en el corazón geek de Silicon
Valley, un compromiso potenciado y suficiente fortuna para solventar
el propósito de su vida: cambiar el mundo.
106 mil
https://www.infobae.com/tendencias/2017/03/11/vida-y-obra-de-elon-musk-el-sonador-que-
ya-cambio-al-mundo/
Emiliano Kargieman,el soñador que quiere democratizar el cielo
Todavía no llega a los 40, pero ya creó dos empresas tecnológicas que dan que hablar
38 20 de junio de 2014
A Emiliano Kargieman el impulso de desafiar estereotipos le viene de lejos. Cuando tenía ocho
años empezó por meterse en la memoria de la computadora que sus padres habían
depositado en sus manos, una Commodore 64, para lograr que ésta le diera más "vidas" para
jugar a la invasión extraterrestre. Era 1983 y aprendió a programar para que le asignara cinco,
diez, ciento cincuenta vidas... "Y de ahí en más no paré", recuerda.
Hijo de psicoanalistas, el precoz programador convenció a sus padres de que lo dejaran hacer
el secundario en una escuela pública y en el turno tarde para poder pasarse toda la noche
programando.
Tenía 15 años cuando armó una empresita con compañeros del secundario para hacer
software que vendían a pequeños negocios que estaban empezando a utilizar computadoras
personales para llevar la contabilidad. A los 17, lo contrataron en la AFIP dentro de un grupo
que hacía investigación en seguridad. Y a los 19, mientras estudiaba matemática en la Facultad
de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, fundó Core Security, una compañía de seguridad
informática que desarrolló el primer producto para hacer penetration testing, un programa
que emula lo que haría un atacante y después genera un reporte de cuál fue el camino de
entrada.
Ya en esos tiempos hacía historia. Core fue la primera empresa del mundo que logró
automatizar este proceso que se suponía que no era automatizable. Hoy es una multinacional
con base en Boston, que factura 34 millones de dólares anuales, tiene entre el 5 y el 8% de las
patentes argentinas en los Estados Unidos, y cuenta entre sus clientes al 80% de las compañías
que figuran en el ranking Fortune 500.
PUBLICIDAD
Sin embargo, la abandonó en 2006 para crear una compañía de inversiones de riesgo,
Aconcagua Ventures. Mientras estaba impulsando este nuevo emprendimiento, se dio cuenta
de que en realidad lo que le gustaba era "hacer cosas", y no simplemente asesorar.
El resultado de ese sueño es Satellogic, una compañía que desarrolla satélites en miniatura y
que está haciendo punta en un camino que puede revolucionar el espacio.
El 26 de abril del año pasado, puso en órbita a bordo de un cohete chino un satélite de 20 cm
por 10 cm por 10 cm, y de sólo dos kilos y medio de peso, que hoy está girando a 450 km de
altura sobre la superficie terrestre, el Capitán Beto.
Unos meses más tarde, lanzó desde la base rusa de Yasni a Manolito, otro aparato de similares
proporciones. Y ayer debutó el tercer retoño, Tita, que está listo para jugar en ligas mayores.
"Hay mucha gente que se está dando cuenta de que hay otra manera de construir tecnología
para el espacio, de que no tiene por qué quedar en manos solamente de grandes agencias, con
enormes presupuestos, que sean proveedores del Estado o de organismos de defensa -dice
Kargieman-. Es una tecnología que empieza a estar al alcance de pequeñas empresas y vamos
a ver aparecer muchas. Todavía no sabemos bien cuál va a ser el mercado de los satélites
pequeños. Está arrancando ahora y va a crecer mucho en los próximos años. Porque arriesgar
menos dinero y probar más rápido es lo que te permite desarrollar una industria mucho más
innovadora."
"Muchos se están dando cuenta de que hay otra manera de desarrollar tecnología satelital"
"Arriesgar menos y probar más rápido es lo que te permite crear una industria más
innovadora"
https://www.lanacion.com.ar/1703019-emiliano-kargiemanel-sonador-que-quiere-
democratizar-el-cielo