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PIDO EL SILENCIO

Alejandra Pizarnik
...canta, lastimada mía
CERVANTES

aunque es tarde, es noche,


y tú no puedes.
EXTRACCIÓN DE LA
Canta como si no pasara nada.
PIEDRA DE LA LOCURA
y otros poemas
Nada pasa.

(Los trabajos y las noches, 1965)

Flor de Pétalos Infinita ediciones


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MI BOSQUE

POEMA

acumular deseos en plantas ingratas


referir lo tuyo
Tú eliges el lugar de la herida en verdor solemne
en donde hablamos nuestro silencio. y entonces vendrán diez caballos
Tú haces de mi vida a tirar la cola al viento negro
esta ceremonia demasiado pura. moverán las hojas
sus crines mojadas
y vendrán la escuadra
(Los trabajos y las noches, 1965) redondeando versos

(La tierra más ajena, 1955)

18 3
Alejandra Pizarnik (Buenos Aires, 1936-1972), FRONTERAS INÚTILES
proveniente de una familia de inmigrantes de Europa
Oriental empezó a publicar sus primeros poemas cuando tenía
apenas veinte años. Cursó Filosofía y Letras en la Universidad
bonaerense y recibió clases de pintura con el maestro Juan
Batle Planas. Entre 1960 y 1964 residió en Paris, donde realizó un lugar
estudios sobre literatura contemporánea y traducciones de no digo un espacio
diversos poetas franceses. También trabajó para la revista hablo de
Cuadernos y algunas editoriales francesas, publicó poemas y qué
críticas en varios diarios. Ocupa un espacio principal en la
hablo de lo que no es
literatura argentina del siglo XX, su escritura ha marcado
considerablemente a las generaciones poéticas venideras en su
hablo de lo que conozco
país. Su poesía expresa una inquietud existencial que lleva el
sujeto lírico a una búsqueda de la palabra en sus más no el tiempo
recónditos sentidos, lo que produce una obsesión por su sólo todos los instantes
esencia. La muerte es un tema recurrente y un trazo específico no el amor
en su obra que gana dimensiones reveladoras de un no
desesperado anhelo de vivenciarla como una nueva condición sí
de libertad. Su poesía revela rasgos de las tradiciones no
románticas y simbolistas, pero la influencia surrealista es la
que domina en sus versos. Cuando retornó de Paris a Buenos
Aires, Pizarnik publicó tres de sus principales volúmenes, Los
un lugar de ausencia
trabajos y las noches (1965), Extracción de la piedra de locura (1965) un hilo de miserable unión
y El infierno musical (1971), así como su trabajo en prosa La
condesa sangrienta (1971). En 1969 recibió una beca
Guggenheim, y en 1971 una Fullbright. Murió de una (Los trabajos y las noches, 1965)
sobredosis intencional de seconal en 1972.

Obra poética esencial

La tierra más ajena (1955); La última inocencia (1956); Las


aventuras perdidas (1958); Árbol de Diana (1962); Los trabajos y
las noches (1965); Extracción de la piedra de la locura (1968);
Nombres y figuras (1969); El Infierno musical (1971); Los pequeños
cantos (1971); La condesa sangrienta (1971); Zona prohibida,
póstuma (1982).

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DIBUJO

silencio
yo me uno al silencio
yo me he unido al silencio
La rodilla de la ensenada
y me dejo hacer
Huele primores bien escritos
me dejo beber
Escarchas salientes mojan su
me dejo decir
Cuerpo arqueado
Mil relojes zumban
Las horas de las mil distancias
(Otros poemas, 1959)
Y el florero renace
Bajo la sombra de la catacumba

(La tierra más ajena, 1955)


Yo canto.
No es invocación.
Sólo nombres que regresan.

(Otros poemas, 1959)

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(Las aventuras perdidas, 1958)
PEREGRINAJE
SEGUIRÉ

A Elizabeth Azcona Cranwell


roto marco centra este todo
de árbol castrado llorando
Llamé, llamé como la náufraga dichosa
medir cada paso a lo largo
a las olas verdugas
si no se perturba la luna
que conocen el verdadero nombre
la luz redondea blancuras
de la muerte.
de nabos rallados
tirar cada envoltura
He llamado al viento,
si no se distorsiona lo negro
le confié mi deseo de ser.
la música enrojece la ruta
de cada pequeño húmedo
Pero un pájaro muerto
girar girar girar
vuela hacia la desesperanza
percibir junto al marco roto
en medio de la música
sentires de tacos y muelas
cuando brujas y flores
querer agarrarlo todo
cortan la mano de la bruma.
Un pájaro muerto llamado azul.
(La tierra más ajena, 1955)
No es la soledad con alas,
es el silencio de la prisionera,
es la mudez de pájaros y viento,
es el mundo enojado con mi risa
o los guardianes del infierno
rompiendo mis cartas.

He llamado, he llamado.
He llamado hacia nunca.

(Las aventuras perdidas, 1958)

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LA CAÍDA SALVACIÓN

Música jamás oída,


Se fuga la isla
amada en antiguas fiestas.
Y la muchacha vuelve a escalar el viento
¿Ya nunca volveré a abrazar
y a destruir la muerte del pájaro profeta
al que vendrá después del final?
Ahora
es el fuego sometido
Pero esta inocente necesidad de viajar
Ahora
entre plegarias y aullidos.
es la carne
Yo no sé. No sé sino del rostro
la hoja
de cien ojos de piedra
la piedra
que llora junto al silencio
perdidos en la fuente del tormento
y que me espera.
como el navegante en el horror de la civilización
que purifica la caída de la noche
Jardín recorrido en lágrimas,
Ahora
habitantes que besé
la muchacha halla la máscara del infinito
cuando mi muerte aún no había nacido.
y rompe el muro de la poesía.
En el viento sagrado
tejían mi destino.
(La última inocencia, 1956)

(Las aventuras perdidas, 1958)

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CENIZAS
YO SOY...

Hemos dicho palabras,


palabras para despertar muertos,
palabras para hacer un fuego,
mis alas?
palabras donde poder sentarnos
dos pétalos podridos
y sonreír.
mi razón?
Hemos creado el sermón
copitas de vino agrio
del pájaro y del mar,
el sermón del agua,
mi vida?
el sermón del amor.
vacío bien pensado
Nos hemos arrodillado
mi cuerpo?
y adorado frases extensas
un tajo en la silla
como el suspiro de la estrella,
frases como olas,
mi vaivén?
frases con alas.
un gong infantil
Hemos inventado nuevos nombres
mi rostro?
para el vino y para la risa,
un cero disimulado
para las miradas y sus terribles
caminos.
mis ojos?
ah! trozos de infinito
Yo ahora estoy sola
-como la avara delirante
sobre su montaña de oro-
arrojando palabras hacia el cielo,
(La tierra más ajena, 1955)
pero yo estoy sola
y no puedo decir a mi amado
aquellas palabras por las que vivo.

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ALGO EXILIO

A Raúl Gustavo Aguirre


noche que te vas
dame la mano
Esta manía de saberme ángel,
obra de ángel bullente sin edad,
los días se suicidan sin muerte en que vivirme,
sin piedad por mi nombre
¿por qué? ni por mis huesos que lloran vagando.

noche que te vas ¿Y quién no tiene un amor?


buenas noches ¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
un miedo, algo horrible,
(La última inocencia, 1956) aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?

Siniestro delirio amar a una sombra.


La sombra no muere.
Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:
una logia callada,
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma,
y sobre todo ángeles,
ángeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.

(Las aventuras perdidas, 1958)


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SÓLO UN NOMBRE
ORIGEN

alejandra alejandra
Hay que salvar el viento
debajo estoy yo
Los pájaros queman a l viento
alejandra
en los cabellos de la mujer solitaria
que regresa de la naturaleza
y teje tormentos
(La última inocencia, 1956)
Hay que salvar al viento

(La última inocencia, 1956)

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Cuento de invierno LINTERNA SORDA

La luz del viento entre los pinos ¿comprendo estos


signos de tristeza incandescente? Los ausentes soplan y la noche es densa. La noche
tiene el color de los párpados del muerto.
Un ahorcado se balancea en el árbol marcado con la Toda la noche hago la noche. Toda la noche escribo.
cruz lila. Palabra por palabra yo escribo la noche.

Hasta que logró deslizarse fuera de mi sueño y entrar a


mi cuarto, por la ventana, en complicidad con el viento (Extracción de la piedra de locura, 1968)
de la medianoche.

(de Extracción de la piedra de la locura)

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SUEÑO SIEMPRE

A Rubén Vela
Estallará la isla del recuerdo
La vida será un acto de candor
Prisión Cansada del estruendo mágico de las vocales
para los días sin retorno Cansada de inquirir con los ojos elevados
Mañana Cansada de la espera del yo de paso
los monstruos del bosque destruirán la playa Cansada de aquel amor que no sucedió
sobre el vidrio del misterio Cansada de mis pies que sólo saben caminar
Mañana Cansada de la insidiosa fuga de preguntas
la carta desconocida encontrará las manos del Cansada de dormir y de no poder mirarme
alma Cansada de abrir la boca y beber el viento
Cansada de sostener las mismas vísceras
Cansada del mar indiferente a mis angustias
(La última inocencia, 1956) ¡Cansada de Dios! ¡Cansada de Dios!
Cansada por fin de las muertes de turno
a la espera de la hermana mayor
la otra la gran muerte
dulce morada para tanto cansancio.

(La última inocencia, 1956)

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UN SUEÑO DONDE EL SILENCIO ES DE ORO Un cuento memorable

-Esa de negro que sonríe desde la pequeña ventana del


El perro del invierno dentella mi sonrisa. Fue en el tranvía se asemeja a Mme. Lamort -dijo.
puente. Yo estaba desnuda y llevaba un sombrero con -No es posible, pues en París no hay tranvías. Además,
flores y arrastraba mi cadáver también desnudo y con esa de negro del tranvía en nada se asemeja a Mme.
un sombrero de hojas secas. Lamort. Todo lo contrario: es Mme. Lamort quien se
He tenido muchos amores –dije- pero el más asemeja a esa de negro. Resumiendo: no solo no hay
hermoso fue mi amor por los espejos. tranvías en París sino que nunca en mi vida he visto a
Mme. Lamort, ni siquiera en retrato.
-Usted coincide conmigo -dijo-, porque tampoco yo
(Extracción de la piedra de locura, 1968) conozco a Mme. Lamort.
-Quién es usted? Deberíamos presentarnos.
-Mme. Lamort -dijo-. ¨Y usted?
-Mme. Lamort.-Su nombre no deja de recordarme algo -
dijo.
-Trate de recordar antes de que llegue el tranvía.
-Pero si acaba de decir que no hay tranvías en París -
dijo.
-No los había cuando lo dije, pero nunca se sabe que va
a pasar.
-Entonces esperémoslo puesto que lo estamos
esperando.

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palabras embozadas
todo se desliza
hacia la negra licuefacción EXTRACCIÓN DE LA PIEDRA DE LOCURA

y el perro de maldoror
en esta noche en este mundo Elles, les âmes (...), sont malades et elles
donde todo es posible souffrent et nul ne leur porte-remède;
salvo elles sont blessées et brisées et nul ne les
el poema panse.

hablo RUYSBROECK
sabiendo que no se trata de eso
siempre no se trata de eso
oh ayúdame a escribir el poema más La luz mala se ha avecinado y nada es cierto. Y si
prescindible pienso en todo lo que leí acerca del espíritu... cerré los
el que no sirva para ojos, vi cuerpos luminosos que giraban en la niebla, en
el lugar de las ambiguas vecindades. No temas, nada te
ser inservible sobrevendrá, ya no hay violadores de tumbas. El
ayúdame a escribir palabras silencio, el silencio siempre, las monedas de oro del
en esta noche en este mundo sueño.

Hablo como en mí se habla. No mi voz obstinada en


parecer una voz humana sino la otra que atestigua que
(Árbol de Fuego, 1971) no he cesado de morar en el bosque.

Si vieras a la que sin ti duerme en un jardín en


ruinas en la memoria. Allí yo, ebria de mil muertes,
hablo de mí conmigo sólo por saber si es verdad que
estoy debajo de la hierba. No sé los nombres. ¿A quién
le dirás que no sabes? Te deseas otra. La otra que eres se
desea otra. ¿Qué pasa en la verde alameda? Pasa que no
es verde y ni siquiera hay una alameda. Y ahora juegas
a ser esclava para ocultar tu corona ¿otorgada por
quién? ¿quién te ha ungido? ¿quién te ha consagrado?
El invisible pueblo de la memoria más vieja. Perdida
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Si el perdón de las aguas no puedo vivir. Sin el


ESTA NOCHE, EN ESTE MUNDO mármol final del cielo no puedo morir.

En ti es de noche. Pronto asistirás al animoso


encabritarse del animal que eres. Corazón de la noche,
A Martha Isabel Moia
habla.

Haberse muerto en quien se era y en quien se


en esta noche en este mundo amaba, haberse y no haberse dado vuelta como un cielo
las palabras del sueño de la infancia de la tormentosos y celeste al mismo tiempo.
muerte
nunca es eso lo que uno quiere decir Hubiese querido más que esto y la vez nada.
la lengua natal castra
la lengua es un órgano de conocimiento Va y viene diciéndose solo en solitario vaivén. Un
del fracaso de todo poema perderse gota a gota el sentido de los días. Señuelos de
castrado por su propia lengua conceptos. Trampas de vocales. La razón me muestra la
que es el órgano de la re-creación salida del escenario donde levantaron una iglesia bajo la
del re-conocimiento lluvia: la mujer-loba deposita a su vástago en el umbral
pero no el de la resurrección y huye. Hay una luz tristísima de cirios asechados por
de algo a modo de negación un soplo maligno. Llora la niña loba. Ningún dormido
de mi horizonte de maldoror con su perro la oye. Todas las pestes y las plagas para los que
y nada es promesa duermen en paz.
entre lo decible
que equivale a mentir Esta voz ávida venida de antiguos plañidos.
(todo lo que se puede decir es mentira) Ingenuamente existes, te disfrazas de pequeña asesina,
el resto es silencio te das miedo frente al espejo. Hundirme en la tierra y
sólo que el silencio no existe que la tierra se cierre sobre mí. Éxtasis innoble. Tú sabes
que te han humillado hasta cuando te mostraban el sol.
no Tú sabes que nunca sabrás defenderte, que sólo deseas
las palabras presentarles el trofeo, quiero decir tu cadáver, y que se
no hacen el amor lo coman y se lo beban.

hacen la ausencia Las moradas del consuelo, la consagración de la


si digo agua ¿beberé? inocencia, la alegría inadjetivable del cuerpo.
Si digo pan ¿comeré?
36 25
por propio designio, has renunciado a tu reino por las
cenizas. Quien te hace doler te recuerda antiguos en esta noche en este mundo
homenajes. No obstante, lloras funestamente y evocas extraordinario silencio el de esta noche
tu locura y hasta quisieras extraerla de ti como si fuese lo que pasa con el alma es que no se ve
una piedra, a ella, tu solo privilegio. En un muro blanco lo que pasa con la mente es que no se ve
dibujas las alegorías del reposo, y es siempre una reina ¿de dónde viene esta conspiración de
loca que yace bajo la luna sobre la triste hierba del viejo invisibilidades?
jardín. Pero no hables de los jardines, no hables de la ninguna palabra es visible
luna, no hables de la rosa, no hables del mar. Habla de
lo que sabes. Habla de lo que vibra en tu médula y hace sombras
luces y sombras en tu mirada, habla del dolor incesante recintos viscosos donde se oculta
de tus huesos, habla del vértigo, habla de tu respiración, la piedra de la locura
de tu desolación, de tu traición. Es tan oscuro, tan en corredores negros
silencio el proceso a que me obligo. Oh habla del los he recorrido todos
silencio. ¡oh quédate un poco más entre nosotros!

De repente poseída por un funesto presentimiento mi persona está herida


de un viento que impide respirar, busqué el recuerdo de mi primera persona del singular
alguna alegría que me sirviera de escudo, o de arma de
defensa, o aun de ataque. Parecía el Eclesiastés: busqué escribo como quién con un cuchillo alzado en la
en todas mis memorias y nada, nada debajo de la aurora oscuridad
de dedos negros. Mi oficio (también en el sueño lo escribo como estoy diciendo
ejerzo) es conjurar y exorcizar. ¿A qué hora empezó la la sinceridad absoluta continuaría siendo
desgracia? No quiero saber. No quiero más que un lo imposible
silencio para mí y las que fui, un silencio como la ¡oh quédate un poco más entre nosotros!
pequeña choza que encuentran en el bosque los niños
perdidos. Y qué sé yo qué ha de ser de mí si nada rima los deterioros de las palabras
con nada. deshabitando el palacio del lenguaje
el conocimiento entre las piernas
Te despeñas. Es el sinfín desesperante, igual y no ¿qué hiciste del don del sexo?
obstante contrario a la noche de los cuerpos donde oh mis muertos
apenas un manantial cesa aparece otro que reanuda el
fin de las aguas. me los comí me atraganté
no puedo más de no poder más

24 37

Si de pronto una pintura se anima y el niño


florentino que miras ardientemente extiende una mano cuidado con las palabras
y te invita a permanecer a su lado en la terrible dicha de (dijo)
ser un objeto a mirar y admirar. No (dije), para ser dos tienen filo
hay que ser distintos. Yo estoy fuera del marco pero el te cortarán la lengua
modo de ofrendarse es el mismo. cuidado
te hundirán en la cárcel
Briznas, muñecos sin cabeza, yo me llamo toda la cuidado
noche. Y en mi sueño un carromato de circo lleno de no despertar a las palabras
corsarios muertos en tus ataúdes. Un momento antes, acuéstate en las arenas negras
con bellísimos atavíos y parches negros en el ojo, los y que el mar te entierre
capitales saltaban de un bergantín a otro como olas, y que los cuervos se suiciden en tus ojos
hermosos como soles. cerrados
cuídate
De manera que soñé capitanes y ataúdes de colores no tientes a los ángeles de las vocales
deliciosos y ahora tengo miedo a causa de todas las no atraigas frases
cosas que guardo, no un cofre de piratas, no un tesoro poemas
bien enterrado, sino cuantas cosas en movimiento, versos
cuantas pequeñas figuras azules y doradas gesticulan y no tienes nada que decir
danzan (pero decir no dicen), y luego está el espacio nada que defender
negro –déjate caer, déjate caer-, umbral de la más alta sueña sueña que no estás aquí
inocencia o tal vez tan sólo de la locura. Comprendo mi que ya te has ido
miedo a una rebelión de las pequeñas figuras azules y que todo ha terminado
doradas. Alma partida, alma compartida, he vagado y
errado tanto para fundar uniones con el niño pintado en
tanto que objeto a contemplar, y no obstante, luego de (Poema no recogido en libro, 1956 – 1960)
analizar los colores y las formas, me encontré haciendo
el amor con un muchacho viviente en el mismo
momento que el del cuadro se desnudaba y me poseía
detrás de mis párpados cerrados.

Sonreí y yo soy una minúscula marioneta rosa con


paraguas celeste yo entro por su sonrisa yo hago su
casita en su lengua yo habito en la palma de su mano

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cierra sus dedos un polvo dorado un poco de sangre
LA PALABRA QUE SANA adiós oh adiós.

Como una voz no lejos de la noche arde el fuego


más exacto. Sin piel ni huesos andan los animales por el
bosque hecho cenizas. Una vez el canto de un solo
Esperando que un mundo sea desenterrado por el
pájaro te había aproximado al calor más agudo. Mares y
lenguaje, alguien canta el lugar en que se forma el
diademas, mares y serpientes. Por favor, mira cómo la
silencio. Luego comprobará que no porque se muestre
calavera de perro suspendida del cielo raso pintado de
furioso existe el mar, ni tampoco el mundo. Por eso
azul se balancea con hojas secas que tiemblan en torno
cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa.
de ella. Grietas y agujeros en mi persona escapada de
un incendio. Escribir es buscar en el tumulto de los
quemados el hueso del brazo que corresponda al hueso
(El infierno musical, 1971)
de la piedra. Miserable mixtura. Yo restauro, yo
reconstruyo, yo ando así de rodeada de muerte. Y es sin
gracia, sin aureola, sin tregua. Y esa voz, esa elegía a
una causa primera: un grito, un soplo, un respirar entre
dioses. Yo relato mi víspera, ¿Y qué puedes tú? Sales de
tu guarida y no entiendes. Vuelves a ella y ya no
importa entender o no. Vuelves a salir y no entiendes.
No hay por donde respirar y tú hablas del soplo de los
dioses.
No me hables del sol porque me moriría. Llévame
como a una princesita ciega, como cuando lenta y
cuidadosamente se hace el otoño en un jardín.

Vendrás a mí con tu voz apenas coloreada por un


acento que me hará evocar una puerta abierta, con la
sombra de un pájaro de bello nombre, con lo que esa
sombra deja en la memoria, con lo que permanece
cuando avientan las cenizas de una joven muerta, con
los trazos que duran en la hoja después de haber
borrado un dibujo que representaba una casa, un árbol,
el sol y un animal.

34 27

La tenebrosa luminosidad de los sueños ahogados.


EL DESEO DE LA PALABRA Agua dolorosa.

El sueño demasiado tarde, los caballos blancos


demasiado tarde, el haberme ido con una melodía
demasiado tarde. La melodía pulsaba mi corazón y yo
La noche, de nuevo la noche, la magistral sapiencia
lloré la pérdida de mi único bien, alguien que me vio
de lo oscuro, el cálido roce de la muerte, un instante de
llorando en el sueño y yo expliqué (dentro de lo
éxtasis para mí, heredera de todo jardín prohibido.
posible), mediante palabras simples (dentro de lo
posible), palabras buenas y seguras (dentro de lo
Pasos y voces del lado sombrío del jardín. Risas en
posible). Me adueñé de mi persona, la arranqué del
el interior de las paredes. No vayas a creer que están
hermoso delirio, la anonadé a fin de serenar el terror
vivos. No vayas a creer que no están vivos. En cualquier
que alguien tenía a que me muriera en su casa.
momento la fisura en la pared y el súbito desbandarse
de las niñas que fui.
¿Y yo? ¿A cuántos he salvado yo?
El haberme prosternado ante el sufrimiento de los
Caen niñas de papel de variados colores. ¿Hablan
demás, el haberme acallado en honor de los demás.
los colores? ¿Hablan las imágenes de papel? Solamente
Retrocedía mi roja violencia elemental. El sexo a flor
hablan las doradas y de ésas no hay ninguna por aquí.
de corazón, la vía del éxtasis entre las piernas. Mi
violencia de vientos rojos y de vientos negros. Las
Voy entre muros que se acercan, que se juntan.
verdaderas fiestas tienen lugar en el cuerpo y en los
Toda la noche hasta la aurora salmodiaba: Si no vino es
sueños.
porque no vino. Pregunto. ¿A quién? Dice que pregunta,
quiere saber a quién pregunta. Tú ya no hablas con
Puertas del corazón, perro apaleado, veo un templo,
nadie. Extranjera a muerte está muriéndose. Otro es el
tiemblo, ¿qué pasa? No pasa. Yo presentía una escritura
lenguaje de os agonizantes.
total. El animal palpitaba en mis brazos con rumores de
órganos vivos, calor, corazón, respiración, todo musical
He malgastado el don de transfigurar a los
y silencioso al mismo tiempo. ¿Qué significa traducirse
prohibidos (los siento respirar adentro de las paredes).
en palabras? Y los proyectos de perfección a largo plazo;
Imposible narrar mi día, mi vía. Pero contempla
medir cada día la probable elevación de mi espíritu, la
absolutamente sola la desnudez de estos muros.
desaparición de mis faltas gramaticales. Mi sueño es un
Ninguna flor crece ni crecerá del milagro. A pan y agua
sueño sin alternativas y quiero morir al pie de la letra
toda la vida.
del lugar común que asegura que morir es soñar. La luz,
el vino prohibido, los vértigos, ¿para quién escribes?
Ruinas de un templo olvidado. Si celebrar fuera posible.
32 29
Si no vino es porque no vino. Es como hacer el En cima de la alegría he declarado acerca de una
otoño. Nada esperabas de su venida. Todo lo esperabas. música jamás oída. ¿Y qué? Ojalá pudiera vivir
Vida de tu sombra ¿qué quieres? Un transcurrir de solamente en éxtasis, haciendo el cuerpo del poema con
fiesta delirante, un lenguaje sin límites, un naufragio en mi cuerpo, rescatando cada frase con mis días y con mis
tus propias aguas, oh avara. semanas, infundiéndole al poema mi soplo a medida
que cada letra de cada palabra haya sido sacrificada en
Cada hora, cada día, yo quisiera no tener que las ceremonias del vivir.
hablar. Figuras de cera los otros y sobre todo yo, que
soy más otra que ellos. Nada pretendo en este poema si
no es desanudar mi garganta. (El infierno musical, 1971)

Rápido, tu voz más oculta. Se transmuta, te


transmite. Tanto que hacer y yo me deshago. Te
excomulgan de ti. Sufro, luego no sé. En el sueño el rey
moría de amor por mí. Aquí, pequeña mendiga, te
inmunizan. (Y aún tienes cara de niña; varios años más
y no les caerías en gracia ni a los perros.)

mi cuerpo se habría al conocimiento de mi


estar
y de mi ser confusos y difusos
mi cuerpo vibraba y respiraba
según un canto ahora olvidado
yo no era aún la fugitiva de la música
yo sabía el lugar del tiempo
y el tiempo del lugar
en el amor yo me abría
y ritmaba los viejos gestos de la amante
heredera de la visión
de un jardín prohibido

La que soñó, la que fue soñada. Paisajes prodigiosos


para la infancia más fiel. A falta de eso –que no es
mucho-, la voz que injuria tiene razón.

28 33

Visión enlutada, desgarrada, de un jardín con GOLD IN HAND BLUES


estatuas rotas. Al filo de la madrugada los huesos te
dolían. Tú te desgarras. Te lo provengo y te lo previne.
Tú te desarmas. Te lo digo, te lo dije. Tú te desnudas. Te
desposees. Te desunes. Te lo predije. De pronto te y qué es lo que vas a decir
deshizo: ningún nacimiento. Te llevas, te sobrellevas. voy a decir solamente algo
Solamente tú sabes de este ritmo quebrantado. Ahora y qué es lo que vas a hacer
tus despojos, recogerlos uno a uno, gran hastío, en voy a ocultarme en el lenguaje
dónde dejarlos. De haberla tenido cerca, hubiese y por qué
vendido mi alma en cambio de invisibilizarme. Ebria de tengo miedo
mí, de la música, de los poemas, por qué no dije del
agujero de ausencia. En un himno harapiento rodaba el
llanto por mi cara. ¿Y por qué no dicen algo? ¿Y para (El infierno musical, 1971)
qué este gran silencio?

(Extracción de la piedra de locura, 1968)

30 31
«Debajo de un árbol, frente a la casa, veíase una mesa y
sentados a ella, la muerte y la niña tomaban el té. Una
muñeca estaba sentada entre ellas, indeciblemente
hermosa, y la muerte y la niña la miraban más que al
crepúsculo, a la vez que hablaban por encima de ella.
–Toma un poco de vino –dijo la muerte.
La niña dirigió una mirada a su alrededor, sin ver, sobre
la mesa, otra cosa que té.
–No veo que haya vino –dijo.
–Es que no hay –contestó la muerte.
–¿Y por qué me dijo usted que había? –dijo.
–Nunca dije que hubiera sino que tomes –dijo la muerte.
–Pues entonces ha cometido usted una incorrección al
ofrecérmelo –respondió la niña muy enojada.
–Soy huérfana. Nadie se ocupó de darme una educación
esmerada –se disculpó la muerte.
La muñeca abrió los ojos. »

(enero 1967, en Mundo Nuevo)

41

Por un minuto de vida breve


Única de ojos abiertos
Por un minuto de ver
En el cerebro flores pequeñas
Danzando como palabras en la boca de un mudo.

Ella se desnuda en el paraíso


De su memoria
Ella desconoce el feroz destino
De sus visiones
Ella tiene miedo de no saber nombrar
Lo que no existe.

Salta con la camisa en llamas


De estrella a estrella,
De sombra en sombra.
Muere de muerte lejana
La que ama al viento.

Memoria iluminada, galería donde vaga


La sombra de lo que espero. No es verdad
Que vendrá. No es verdad que no vendrá.

9
A Aurora y Julio Cortázar.

Estos huesos brillando en la noche,


Estas palabras como piedras preciosas
En la garganta viva de un pájaro petrificado,
58 43
Árbol de Diana

He dado el salto de mí al alba.


He dejado mi cuerpo junto a la luz
Y he cantado la tristeza de lo que nace.

Estas son las versiones que nos propone:


Un agujero, una pared que tiembla...

Sólo la sed
El silencio
Ningún encuentro
Cuídate de mí, amor mío
Cuídate de la silenciosa en el desierto
De la viajera con el vaso vacío
Y de la sombra de su sombra.

Ahora bien:
Quién dejará de hundir su mano en busca
Del tributo para la pequeña olvidada. El frío
Pagará. Pagará el viento. La lluvia pagará.
Pagará el trueno.

42

Este verde muy amado, Índice


Este lila caliente,
Este corazón sólo misterioso. ALEJANDRA PIZARNIK ............................................................ 1
MI BOSQUE ................................................................................... 3
10 DIBUJO ........................................................................................... 4
SEGUIRÉ ........................................................................................ 5
Un viento débil YO SOY... ........................................................................................ 6
Lleno de rostros doblados SALVACIÓN .................................................................................. 7
Que recorto en forma de objetos que amar. ALGO .............................................................................................. 8
ORIGEN .......................................................................................... 9
11 SUEÑO .......................................................................................... 10
SIEMPRE ...................................................................................... 11
Ahora SÓLO UN NOMBRE.................................................................... 12
En esta hora inocente EXILIO.......................................................................................... 13
Yo y la que fui nos sentamos A RAÚL GUSTAVO AGUIRRE................................................. 13
En el umbral de mi mirada. LA CAÍDA..................................................................................... 14
CENIZAS ...................................................................................... 15
12 PEREGRINAJE............................................................................ 16
POEMA ......................................................................................... 18
No más las dulces metamorfosis de una niña de seda FRONTERAS INÚTILES............................................................ 19
PIDO EL SILENCIO.................................................................... 20
Sonámbula ahora en la cornisa de niebla
LINTERNA SORDA .................................................................... 21
Su despertar de mano respirando
UN SUEÑO DONDE EL SILENCIO ES DE ORO.................... 22
De flor que se abre al viento.
EXTRACCIÓN DE LA PIEDRA DE LOCURA ....................... 23
GOLD IN HAND BLUES ............................................................ 31
13
EL DESEO DE LA PALABRA ................................................... 32
LA PALABRA QUE SANA ......................................................... 34
Explicar con palabras de este mundo
ESTA NOCHE, EN ESTE MUNDO ........................................... 36
Que partió de mí un barco llevándome.
A MARTHA ISABEL MOIA....................................................... 36
UN CUENTO MEMORABLE..................................................... 39
14
CUENTO DE INVIERNO ........................................................... 40
ÁRBOL DE DIANA...................................................................... 42
El poema que no digo,
PARA NO MORIR ....................................................................... 48
El que no merezco.
UN ROSTRO................................................................................. 49
Miedo de ser dos
ENTREVISTA .............................................................................. 50
Camino del espejo:
44 57
Alguien en mí dormido
Me come y me bebe.

15

Extraño desacostumbrarme
De la hora en que nací.
Extraño no ejercer más
Oficio de recién llegada.

16

Has construido tu casa


Has emplumado tus pájaros
Has golpeado al viento
Con tus propios huesos
Has terminado sola
Lo que nadie comenzó.

17

Días en que una palabra lejana se apodera de mí. Voy


por esos días
Sonámbula y transparente. La hermosa autómata se
canta, se encanta,
Se cuenta casos y cosas: nido de hilos rígidos donde me
danzo y me
Lloro en mis numerosos funerales. (Ella es su espejo
incendiado, su
Espera en hogueras frías, su elemento místico, su
fornicación de nom-
Bres creciendo solos en la noche pálida).

20
A Laure Bataillon
56 45

A.P. - Decís bien, es el miedo a todas las que en mí Me iré sin quedarme
contienden. Hay un poema de Michaux que dice: Je Me iré como quien se va.
suis; je parle á qui je fus et qui- je- fus me parlent. ( ... )
On n'est pas seul dans sa peau. 34
M.I.M. - ¿Se manifiesta en algún momento especial?
A.P. - Cuando «la hija de mi voz» me traiciona. La pequeña viajera
Moría explicando su muerte
M.I.M. - Según un poema tuyo, tu amor más hermoso Sabios animales nostálgicos
fue el amor por los espejos. ¿A quién ves en ellos? Visitaban su cuerpo caliente.
A.P. - A la otra que soy. (En verdad, tengo cierto miedo
de los espejos.) En algunas ocasiones nos reunimos. 35
Casi siempre sucede cuando escribo. A Ester Singer

M.I.M. - Una noche en el circo recobraste un lenguaje Vida, mi vida, déjate caer, déjate doler, mi vida, déjate
perdido en el momento que los jinetes con antorchas en enlazar de fue-
la mano galopaban en ronda feroz sobre corceles Go, de silencio ingenuo, de piedras verdes en la casa de
negros. ¿Qué es ese algo semejante a los sonidos la noche,
calientes para mi corazón de los cascos contra las Déjate caer y doler, mi vida.
arenas?
A.P. - Es el lenguaje no encontrado y que me gustaría 37
encontrar.
Más allá de cualquier zona prohibida
M.I.M. - ¿Acaso lo encontraste en la pintura? Hay un espejo para nuestra triste transparencia.
A.P. - Me gusta pintar porque en la pintura encuentro la
oportunidad de aludir en silencio a las imágenes de las 38
sombras interiores. Además, me atrae la falta de
mitomanía del lenguaje de la pintura. Trabajar con las Este canto arrepentido, vigía detrás de mis poemas
palabras o, más específicamente, buscar mis palabras, Este canto me desmiente, me amordaza.
implica una tensión que no existe al pintar.

M.I.M. - ¿Cuál es la razón de tu preferencia por «la


gitana dormida» de Rousseau? (De Esta noche, este munbdo)
A.P. - Es el equivalente del lenguaje de los caballos en el
circo. Yo quisiera llegar a escribir algo semejante a «la
gitana» del Aduanero porque hay silencio y, a la vez,
54 47
alusión a cosas graves y luminosas. También me
Dice que no sabe del miedo, de la muerte, del amor conmueve singularmente la obra de Bosch, Klee, Ernst.
Dice que tiene miedo de la muerte, del amor
Dice que el amor es muerte, es miedo M.I.M. - Por último, te pregunto si alguna vez te
Dice que la muerte es miedo, es amor formulaste la pregunta que se plantea Octavio Paz en el
Dice que no sabe. prólogo de El arco y la lira: ¿no sería mejor transformar
la vida en poesía que hacer poesía con la vida?
21 A.P. - Respondo desde uno de mis últimos poemas:
Ojalá pudiera vivir solamente en éxtasis haciendo el
He nacido tanto cuerpo del poema con mi cuerpo, rescatando cada frase
Y doblemente sufrido con mis días y con mis semanas, infundiéndole al
En la memoria de aquí y de allá. poema mi soplo a medida que cada letra de cada
palabra haya sido sacrificada en las ceremonias del
22 vivir.

En la noche
Un espejo para la pequeña muerta
Un espejo de cenizas.

23

Una mirada desde la alcantarilla


Puede ser una visión del mundo
La rebelión consiste en mirar una rosa
Hasta pulverizarse los ojos.

32

Zona de plagas donde la dormida come lentamente


Su corazón de medianoche.

33

Alguna vez
Alguna vez tal vez
46 55

Para no morir me induce a creer que el lenguaje no puede expresar la


realidad; que solamente podemos hablar de lo obvio. De
allí mis deseos de hacer poemas terriblemente exactos a
pesar de mi surrealismo innato y de trabajar con
¿Es posible que tú hayas olvidado ya? Espero ese elementos de las sombras interiores. Es esto lo que ha
momento. Porque cuando uno olvida, las historias caracterizado a mis poemas.
nacen, quiebran su cáscara y se abren como puertas
mágicas. Historias que hablan de una historia: los M.I.M. - Sin embargo, ahora ya no buscas esa exactitud.
relatos enmarcados que se agarran la cola, al modo de A.P. - Es cierto; busco que el poema se escriba como
los elefantes. O historias que no dicen nada de tan quiera escribirse. Pero prefiero no hablar del ahora
clásicas que son: Ella fue al edificio de correos a dejarle porque aún está poco escrito.
una carta. Ella escupió tinta. Ella creyó que… O M.I.M. - ¡A pesar de lo mucho que escribís!
historias donde la venganza se traduce en otros relatos, A.P. - ...
de otras personas, donde suceden hechos similares. O M.I.M. - El no saber nombrar se relaciona con la
historias de la espera donde uno de los dos se entrega preocupación por encontrar alguna frase enteramente
amordazado al misterio de nunca saber. tuya. Tu libro Los trabajos y las noches es una respuesta
significativa, ya que en él son tus voces las que hablan.
Sea lo que sea, las historias llevan al silencio. En algún A.P. - Trabajé arduamente en esos poemas y debo decir
momento, alguien calla o se detiene. Debe hacerlo. que al configurarlos me configuré yo, y cambié. Tenía
Antes de insinuar un odio o un aburrimiento, ese dentro de mí un ideal de poema y logré realizarlo. Sé
alguien debe retroceder y juntar agua en el cuenco de la que no me parezco a nadie (esto es una fatalidad). Ese
mano. Para beberla, para sanarse, para respirar. Para no libro me dio la felicidad de encontrar la libertad en la
morir. Y al cerrar los ojos, todo habrá pasado. La boca escritura. Fui libre, fui dueña de hacerme una forma
reposa sobre sus labios; el cuerpo se hunde en su como yo quería.
cuerpo, tibio, relajado, cómodo; los párpados detienen
su carrera de caballos chúcaros; las praderas se M.I.M. - Con estos miedos coexiste el de las palabras
esfuman, el amarillo es un espejismo. que regresan. ¿Cuáles son?
A.P. - Es la memoria. Me sucede asistir al cortejo de las
Lentamente, el vacío ingresa a repletar el corazón palabras que se precipitan, y me siento espectadora
salvaje. Y otra historia vendrá; otras cartas, todos los inerte e inerme.
amores que no se completaron; todas las palabras M.I.M. - Vislumbro que el espejo, la otra orilla, la zona
renacerán. prohibida y su olvido, disponen en tu obra el miedo de
ser dos, que escapa a los límites del döppelganger para
incluir a todas las que fuiste.

48 53
A.P. - Poco sé de la noche pero a ella me uno. Lo dije en
un poema: Toda la noche hago la noche. Toda la noche Un rostro
escribo. Palabra por palabra yo escribo la noche.

M.I.M. - En un poema de adolescencia también te unís


al silencio.
Un rostro frente a tus ojos que lo miran y por favor: que
A.P. - El silencio: única tentación y la más alta promesa.
no haya mirar sin ver. Cuando miras su rostro-por
Pero siento que el inagotable murmullo nunca cesa de
pasión, por necesidad como la de respirar-sucede, y de
manar (Que bien sé yo do mana la fuente del lenguaje
eso te enteras mucho después, que ni siquiera lo miras.
errante). Por eso me atrevo a decir que no sé si el
Pero si lo miraste, si lo bebiste como sólo puede y sabe
silencio existe.
una sedienta como tú. Ahora estás en la calle; te alejas
M.I.M. - En una suerte de contrapunto con tu yo que se
invadida por un rostro que miraste sin cesar, pero de
une a la noche y aquel que se une al silencio, veo a «la
súbito, flotante y descreída, te detienes, pues vienes de
extranjera»; «la silenciosa en el desierto»; «la pequeña
preguntarte si has visto su rostro. El combate con la
viajera»; «mi emigrante de sí»; la que «quería entrar en
desaparición es arduo. Buscas con urgencia en todas tus
el teclado para entrar adentro de la música para tener
memorias, porque gracias a una simétrica repetición de
una patria». Son estas, tus otras voces, las que hablan de
experiencias sabes que si no lo recuerdas pocos
tu vocación de errancia, la para mí tu verdadera
instantes después de haberlo mirado este olvido
vocación, dicho a tu manera.
significará los más desoladores días de búsqueda.
A.P. - Pienso en una frase de Trakl: Es el hombre un
Hasta que vuelvas a verlo frente al tuyo, y con renovada
extraño en la tierra. Creo que, de todos, el poeta es el
esperanza lo mires de nuevo, decidida, esta vez, a
más extranjero. Creo que la única morada posible para
mirarlo en serio, de verdad, lo cual, y esto también lo
el poeta es la palabra.
sabes, te resulta imposible, pues es la condición del
M.I.M. - Hay un miedo tuyo que pone en peligro esa
amor que le tienes.
morada: el no saber nombrar lo que no existe. Es
entonces cuando te ocultás del lenguaje.
A.P. - Con una ambigüedad que quiero aclarar: me
oculto del lenguaje dentro del lenguaje. Cuando algo -
(París, mayo de 1962)
incluso la nada tiene un nombre, parece menos hostil.
Sin embargo, existe en mí una sospecha de que lo
esencial es indecible.
M.I.M. - ¿Es por esto que buscas figuras que se aparecen
vivientes por obra de un lenguaje activo que las aluden?
A.P. - Siento que los signos, las palabras, insinúan,
hacen alusión. Este modo complejo de sentir el lenguaje
52 49
A.P. - ¿Por qué no? Pero también sugeriría la infancia, el
Entrevista cuerpo, la noche.

M.I.M. - ¿Entraste alguna vez en el jardín?


Por Marta Isabel Moia 1972.
A.P. - Proust, al analizar los deseos, dice que los deseos
no quieren analizarse sino satisfacerse, esto es: no
quiero hablar del jardín, quiero verlo. Claro es que lo
M.I.M. - Hay, en tus poemas, términos que considero que digo no deja de ser pueril, pues en esta vida nunca
emblemáticos y que contribuyen a conformar tus hacemos lo que queremos. Lo cual es un motivo más
poemas como dominios solitarios e ilícitos como las para querer ver el jardín, aun si es imposible, sobre todo
pasiones de la infancia, como el poema, como el amor, si es imposible.
como la muerte. ¿Coincidís conmigo en que términos
como jardín, bosque, palabra, silencio, errancia, viento, M.I.M. - Mientras contestabas a mi pregunta, tu voz en
desgarradura y noche, son, a la vez, signos y emblemas? mi memoria me dijo desde un poema tuyo: mi oficio es
A.P. - Creo que en mis poemas hay palabras que reitero conjurar y exorcizar.
sin cesar, sin tregua, sin piedad: las de la infancia, las de A.P. - Entre otras cosas, escribo para que no suceda lo
los miedos, las de la muerte, las de la noche de los que temo; para que lo que me hiere no sea; para alejar al
cuerpos. 0, más exactamente, los términos que designas Malo (cf. Kafka). Se ha dicho que el poeta es el gran
en tu pregunta serían signos y emblemas. terapeuta. En este sentido, el quehacer poético
implicaría exorcizar, conjurar y, además, reparar.
M.I.M. - Empecemos por entrar, pues, en los espacios Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la
más gratos: el jardín y el bosque. desgarradura. Porque todos estamos heridos.
A.P. - Una de las frases que más me obsesiona la dice la M.I.M. - Entre las variadas metáforas con las que
pequeña Alice en el país de las maravillas: - «Sólo vine a configuras esta herida fundamental recuerdo, por la
ver el jardín». Para Alice y para mí, el jardín sería el impresión que me causó, la que en un poema temprano
lugar de la cita o, dicho con las palabras de Mircea te hace preguntar por la bestia caída de pasmo que se
Eliade, el centro del mundo. Lo cual me sugiere esta arrastra por mi sangre. Y creo, casi con certeza, que el
frase: El jardín es verde en el cerebro. Frase mía que me viento es uno de los principales autores de la herida, ya
conduce a otra siguiente de Georges Bachelard, que que a veces se aparece en tus escritos como el gran
espero recordar fielmente: El jardín del recuerdo- sueño, lastimador.
perdido en un más allá del pasado verdadero. A.P. - Tengo amor por el viento aun si, precisamente, mi
M.I.M. - En cuanto a tu bosque, se aparece como imaginación suele darle formas y colores feroces.
sinónimo de silencio. Mas yo siento otros significados. Embestida por el viento, voy por el bosque, me alejo en
Por ejemplo, tu bosque podría ser una alusión a lo busca del jardín.
prohibido, a lo oculto. M.I.M. - ¿En la noche?
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