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Después que Juan el Bautista bautiza a Jesús, éste

subió enseguida del agua, y he aquí los cielos se
abrieron, y vio al Espíritu de Dios descendiendo como
 una paloma que venía sobre él. De esta forma el Dios
de Israel capacita a su Hijo, el amado, para la tarea que
Él le encomendó (Mat.3:16).

El Espíritu de Dios que Cristo recibió está descrito

fundamentalmente en Isaías 11:2, a través de siete
cualidades: El Espíritu del Señor, seguido de tres pares.
El primer par tiene que ver con la vida intelectual; el
segundo par, con la vida práctica y el tercer par, con la
relación inmediata con Dios. El espíritu de sabiduría
capacita para reconocer la esencia de las cosas,
mirando a través de sus apariencias. El espíritu de
inteligencia capacita para distinguir entre las cosas
usando sus apariencias. El espíritu de consejo es el don
para tomar las decisiones correctas, y el espíritu de
poder realiza con resolución las decisiones que se han
tomado. El espíritu de conocimiento imparte el
conocimiento de Dios en una relación íntima con Dios
llena de amor (comunión con Dios), y el espíritu de
temor de Dios imparte la ética divina sobre la relación
con el mal. Son siete espíritus que se cuentan de arriba
hacia abajo; pues el Espíritu de temor de Dios es la
base de todos los demás:”El principio de la sabiduría es
el temor de YHVH”. (Pr.1:7;Sal.111:10;Job.28:28). Y el
Espíritu del Señor es el corazón de todos.

El símbolo por excelencia del Espíritu de Dios es el

candelabro de oro puro (Menora) que el Dios de Israel
le encomendó construir a Moisés (Éxodo 25:31-40). En
Zacarías, el candelabro de oro puro macizo, con su
tazón encima, y sus siete lámparas sobre él, con siete
canales para cada una de las lámparas que tiene
encima, representa los siete ojos de YHVH, que
recorren toda la tierra (Zac.4.1-10, en Biblia Hebraica
Stuttgartensia; Zac.4:1-14, en la Nueva Versión
 Internacional).

El tallo del candelabro simboliza al Espíritu del Señor, al

Espíritu de Dios; los seis brazos que se abren a los
costados, tres de un lado y tres del otro, a los tres pares
de espíritus: tres espíritus a la derecha y tres a la
izquierda. Los seis brazos que representan a los tres
pares de espíritus forman una sola pieza con el tallo.

A estos siete espíritus de Dios (Isaías 11:2), hace

referencia la palabra de Dios en Apocalipsis 4:5: “Del
trono salen relámpagos, y voces, y truenos; y delante
del trono arden siete lámparas de fuego, las cuales son
los siete espíritus de Dios” (Biblia Hebraica
Stuttgartensia). De los siete espíritus de Dios, también
hace Apocalipsis referencia en Ap.1:4 y en Ap.3:1.
Jesucristo, el cordero de Dios que quita el pecado del
mundo (Juan 1:29), es portador de los siete espíritus de
Dios en toda su plenitud:”Y vi en medio del trono y de
los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos,
un cordero en pie, como inmolado, que tenía siete
cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios
enviados a toda la tierra” (Ap.5:6; Biblia Hebraica
Stuttgartensia). Jesucristo recibió los siete espíritus de
Dios, después de subir del agua, después que Juan el
Bautista lo bautizara.
 Jesucristo es también representado como la piedra
probada, angular, preciosa, fundamental, bien colocada,
que han desechado los constructores (Is.28:16; Mt.
21:42; Sal. 118:22-23; Hch.4:11); piedra única sobre la
cual hay siete ojos y en la cual YHVH mismo esculpió la
inscripción: QUITARÉ EL PECADO DE LA TIERRA EN
UN DÍA (Zac.3:9). Todo el que crea en esta piedra no
será perturbado.

Jesucristo prometió a sus discípulos el Consolador, el

Espíritu Santo, El Espíritu del Señor, los siete espíritus
de Dios, que su Padre enviaría en su nombre (Juan
14:16), el cual se apareció sobre ellos en pentecostés
como lenguas de fuego sobre sus cabezas; y todos
fueron llenos del Espíritu Santo: de los siete espíritus de
Dios (Hch.2:1-4)
La Palabra de Dios dice lo siguiente en Isaías 11:2: “Y
reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de
sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de
poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.”
Este es un pasaje profético, referido al Señor
Jesucristo, donde se detalla el obrar del Espíritu Santo
 en sus variadas formas o manifestaciones. No es que
existan siete espíritus diferentes, sino que es el mismo
Espíritu Santo manifestado de diferentes maneras. Ellas
son: 1. Espíritu del Señor 2. Espíritu de sabiduría 3.
Espíritu de inteligencia 4. Espíritu de consejo 5. Espíritu
de poder 6. Espíritu de conocimiento 7. Espíritu de
temor de Jehová Cada una de estas formas o
manifestaciones del Espíritu Santo fueron detalladas
para darnos una idea de lo que puede hacer, no sólo en
la vida de Jesucristo, sino también hoy en la vida de
cualquier creyente cuando es impactado por la
presencia y el poder de Dios. Más adelante en el libro
de Apocalipsis 5:1-6 vemos otra vez mencionados los
siete espíritus de Dios: “Y vi en la mano derecha del
que estaba sentado en el trono un libro escrito por
dentro y por fuera, sellado con siete sellos. Y vi a un
ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es
digno de abrir el libro y desatar sus sellos? Y ninguno,
ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía
abrir el libro, ni aun mirarlo. Y lloraba yo mucho, porque
no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni
de leerlo, ni de mirarlo. Y uno de los ancianos me dijo:
No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la
raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar
sus siete sellos. Y miré, y vi que en medio del trono y de
los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos,
estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía
siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete
espíritus de Dios enviados por toda la tierra.” Aquí otra
vez hay una referencia a Jesucristo, el Cordero
inmolado, el cual tenía siete cuernos y siete ojos. Luego
dice que los siete cuernos y los siete ojos son los siete
espíritus de Dios. Es decir que ambos son lo mismo. En
la Biblia el número “siete” significa “plenitud o algo que
se ha completado”. Los siete cuernos representan
 “plenitud de poder”. Los siete ojos significan “plenitud
de sabiduría”. A la luz de lo que estamos viendo, se
hace necesario detallar específicamente a los siete
espíritus de Dios detallados en Isaías 11:2, pues el
pasaje de Apocalipsis dice que ellos han sido enviados
por toda la tierra. Es conveniente recordar que el
Espíritu Santo es la continuación de Dios-Emanuel, es
decir la promesa de que Jesucristo sería la
personificación misma de Dios o Dios con o entre
nosotros. En un momento de su ministerio Jesús dijo
que era conveniente que él se fuera (Juan 16:7-11),
para poder enviar al Gran Consolador, al “Parakletos”,
palabra griega que significa “alguien que está al lado
para ayudar”. Todos ya sabemos que esto se cumplió el
día de Pentecostés cuando el Espíritu Santo fue
derramado, la Iglesia fue divinamente establecida y la
Era del Espíritu Santo comenzaría y continuaría vigente
hasta nuestros días. Muy bien, veamos entonces, cada
una de las manifestaciones del Espíritu Santo en forma
detallada, y que el Señor nos de entendimiento del
alcance de lo que él puede hacer a través nuestro, de
su Iglesia: 1. El Espíritu de Jehová o del Señor, es el
reflejo de la autoridad espiritual. Lucas 4:18 dice: “El
Espíritu del Señor está sobre mi por cuanto me ha
ungido para…” Esta clase de autoridad se desata con la
constante obediencia. 2. El Espíritu de sabiduría es la
habilidad para la guerra, para administrar, tener
prudencia, ética con eficacia (Proverbios 20:18). 3. El
Espíritu de inteligencia es la perfecta comprensión
natural y espiritual que se añade a la sabiduría para
ayudarnos a caminar seguros sin temor (Proverbios
2:6,11) 4. El Espíritu de consejo es el que guía, provee
iluminación en la palabra escrita o hablada también por
sueños y visiones y guía de padres espirituales
(Proverbios 3:5-6; Salmos 33:11; 73:24). 5. El Espíritu
de poder es el que provee vigor, fuerza, valentía, arrojo
para realizar proezas para Dios, fuerzas para estar a la
altura de cualquier circunstancia. 6. El Espíritu de
conocimiento es el que añade mayor agudeza y
capacidad practica a la sabiduría e inteligencia. Es una
inmediata comprensión de los que Dios quiere que
hagamos. No es solo entender sino tener capacidad y
unción para completar la obra asignada. 7. El Espíritu
de temor de Jehová es reverencia, respeto y honra a
Dios, las cosas de Dios, su pueblo (Proverbios 1:7;
Salmos 34:11-15; Salmos 19:9; Proverbios 2:5; 16:6)
¡Bendito sea el Señor que nos ha dado de su precioso
Espíritu Santo para no sólo desarrollar el carácter de
Cristo en nuestro interior sino para también poder
extender el Reino de Dios dondequiera que
vayamos!...predica en videos aqui