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EN ESTE NÚM
NÚMERO...
ERO...
Sumario
EDITORIAL.......................................................................................................4
MERCURIO INFORMA.......................................................................................45
ASTROLOGÍA MEDIEVAL...................................................................................46
HIPARCO DE NICEA.........................................................................................88
EDITORIAL
Estimados lectores, aquí les presentamos el Número 71 de nuestra Publicación. Como
es habitual, encontrarán variados temas, miradas y perspectivas sobre el saber
astrológico.
Iniciamos el recorrido con Javier García Vara y un esclarecedor artículo referido a los
dos modelos teóricos sobre los que gira el concepto de aspectos.
Continuamos con un extenso artículo de Astrología Mundana centrado sobre la
realidad de China, gentilmente cedido por la web Estrellero.
Como siempre encontrarán la sección fija de Mercurio Informa en esta ocasión
referido a Caronte, la luna de Plutón.
El tema siguiente es Astrología Medieval, recorriendo los principales conceptos
astrológicos entre los siglos VIII y XIV.
Alejandro Martinez Gallardo nos muestra el bello y fascinante despliegue de la órbita
de Venus.
Un interesante material de Andrea María Noel explica el concepto de melancolía -y su
relación con el planeta Saturno- en Marcilio Ficino.
Por su parte, Rosa Pagano nos invita a revisar el prejuicio habitual que rodea al signo
de Escorpio.
En la sección Mitología, un invitado de honor, el especialista en el tema Robert Graves
y la primera entrega de Dioses y Héroes de la Antigua Grecia.
Luego podrán disfrutar de la 2ª parte de la entrevista realizada por Nicholas Campion
a Liz Greene en 2001.
Silvia Ceres se enfoca sobre un tránsito de Urano movilizando la carta de Argentina.
Para finalizar, la sección Biografía dedicada en esta ocasión a Hiparco de Nicea.
Como se puede apreciar un heterogéneo menú astrológico.
El equipo de redacción les desea unas felices fiestas y un excelente año. Nos
volvemos a encontrar en abril del 2019.
ASPECTOS EN ASTROLOGÍA. LA
DIFÍCIL CONVIVENCIA DE DOS
MODELOS TEÓRICOS
DISTINTOS, PERO NO TANTO.
Tipos de signos
De acuerdo con esto, dos planetas están en:
son del tipo todo-o-nada, se dan o no se dan, sin matices ni graduaciones. El contexto
(el signo) tiene prioridad sobre el planeta.
cinco o en diez partes iguales: el quintil (72º) y el biquintil (144º), el decil (36º) y el
tridecil (108º); y los derivados de la división en ocho partes: la semicuadratura (45º)
y la sesquicuadratura (135º). Morin de Villefranche añadiría el semi-sextil (30º) y el
quincuncio (150º), derivados de la división del círculo en doce partes iguales, como
aspectos de pleno derecho.
En la tercera fase, con John Addey entra en escena un modelo ondulatorio de los
aspectos basado en resonancias armónicas que se inspira en Pitágoras, Kepler y las
shodasavargas de la astrología védica. En este modelo dos planetas están en aspecto
si su distancia en grados equivale al resultado de dividir el círculo por cualquier
número entero o a un múltiplo de ese resultado. Cada número entero, al ser utilizado
como divisor del círculo, genera tantos puntos de aspecto como indique el número del
divisor. El 1 genera un único punto de aspecto, ocupado por la conjunción clásica,
entendida como aspecto de 360º. El 2 genera dos puntos de aspecto: el primero
queda ocupado por la oposición clásica (180º) y el segundo de nuevo por la
conjunción (180º x 2). El 3 genera tres puntos de aspecto: los dos primeros se
corresponden con los clásicos trígonos (120º y 120º x 2) y el tercero de nuevo con la
conjunción (120º x 3). El 4 genera cuatro puntos de aspecto, a intervalos de 90º: el
primero y el tercero se corresponden con las cuadraturas tradicionales, el segundo de
nuevo con la oposición y el cuarto una vez más con la conjunción. Y así
sucesivamente. Como acabamos de ver, cada división puede contener diferentes
aspectos y cada aspecto puede obtenerse a partir de diferentes divisores. Así, la
conjunción se obtiene a partir de la división del círculo por cualquier número entero,
la oposición a partir de la división por cualquier número par, el trígono a partir de la
división por cualquier múltiplo de 3, la cuadratura a partir de la división por cualquier
múltiplo de 4. Y así sucesivamente.
También aquí se contempla la noción de orbe, pero aplicada exclusivamente a los
aspectos. Los orbes son inversamente proporcionales al divisor del círculo que define
el aspecto. Se parte de un orbe bastante generoso para la división por 1 (conjunción):
12º, 15º o más grados a cada lado del punto de aspecto exacto. A partir de ahí, el
orbe de los demás aspectos se obtiene dividiendo el orbe de la conjunción por el
número del divisor más bajo que genera cada aspecto. El divisor más bajo que genera
la oposición es el 2; por tanto, a la oposición le corresponde la mitad del orbe de la
conjunción. El trígono lo encontramos por primera vez al dividir el círculo por 3; por
tanto al trígono le corresponde la tercera parte del orbe de una conjunción. Y así
sucesivamente. De acuerdo con esto, la afirmación hecha más arriba de que la
conjunción se obtiene a partir de la división del círculo por cualquier número entero
sólo es verdadera cuando la conjunción es exacta. De otro modo, antes o después
quedará fuera de orbe.
Como los números enteros son infinitos y cada uno de los sucesivos números enteros
divide el círculo en porciones cada vez más pequeñas y más numerosas, resulta que,
si nos tomamos esta definición al pie de la letra, cualquier distancia angular entre dos
planetas acabará antes o después formando un aspecto en alguna división. Addey
asume esta consecuencia y no sólo no ve motivos para preocuparse por ella sino que
la considera, más bien, una virtud añadida a su modo de entender los aspectos. Lo
que a Addey le parece inconcebible es la idea de que dos planetas puedan estar
"incomunicados", como sería el caso si no hubiera ningún aspecto entre ellos. Pero si
no queremos que la palabra "aspecto" acabe por no significar nada debemos
encontrar alguna manera de distinguir unos arcos de otros por sus cualidades o por su
intensidad. Addey postula que la cualidad de un aspecto depende del número usado
como divisor del círculo para generarlo. Para dotar a los números de significado
recurre a la numerología pitagórica y a la cábala medieval. Asigna, así, al número 9 el
significado de plenitud y final de un ciclo y esto le lleva a considerar que los
significados más importantes de los números están contenidos en los nueve primeros.
Los aspectos resultantes de divisiones del círculo por números mayores que el nueve
pueden remitirse a alguno de los nueve primeros a través de series o familias de
aspectos basadas en cadenas de múltiplos. Así, por ejemplo, un aspecto de 22º 30' es
generado por la división del círculo en 16 partes iguales. El 16 puede remitirse al 8, al
4 o, en último término, al 2, porque 16 es igual a 4 x 4 y a 2 x 8. Esto no cubre todo
el espectro, porque los números primos mayores que nueve son irreductibles a ningún
número anterior, pero nos da la oportunidad de no partir de cero en la investigación
de una gran cantidad de aspectos nuevos.
La cuestión es ¿dónde nos detenemos? Porque es evidente que no podemos ampliar
indefinidamente el número de los aspectos ascendiendo sin parar por la escalera
infinita de los divisores enteros del círculo. Esto no sólo es inviable en la práctica sino
que, además, conlleva otra dificultad. Los nuevos aspectos añadidos a partir de
divisores cada vez mayores no tardarán en caer dentro del orbe de los aspectos
generados por los divisores menores. El solapamiento de los orbes puede ser
esquivado por algún tiempo usando orbes cada vez más pequeños, pero sólo puede
evitarse por completo reduciendo a cero el orbe de la conjunción, es decir, eliminando
los orbes. De lo contrario, antes o después nos encontraremos con arcos
correspondientes a dos o más aspectos a la vez. Esto no ha pasado inadvertido a los
partidarios de las teorías más restrictivas de aspectos y algunos de ellos lo presentan
como una contradicción que necesariamente invalida la idea de que el círculo pueda
ser dividido con sentido por muchos más números que los contemplados por la teoría
clásica.
Sin embargo, no estamos propiamente ante una contradicción inherente a una forma
determinada de entender los aspectos, sino, más bien, ante una crisis de pareja entre
dos modelos teóricos diferentes que han convivido por mucho tiempo bajo el mismo
techo, pero que ya han llegado a un punto en el que sus caminos no convergen más y
se impone una separación amistosa. Uno de estos dos modelos es el de los aspectos
por signo, que enlaza los planetas indirectamente a través del contexto (signo), es
categorial, cualitativo, basado en analogías visuales y corpusculares, con transiciones
bruscas tipo todo-o-nada que están a la base de dicotomías excluyentes: "hay
aspecto/no hay aspecto", "hay este aspecto y no otro". El otro modelo corresponde a
la tercera fase de los aspectos por arco, que enlaza los planetas directamente a través
Figura 1
En un modelo ondulatorio dos patrones de ondas con diferentes frecuencias suman su
intensidad allí donde coinciden dos crestas y la restan donde una cresta coincide con
un valle. Por tanto, los dos aspectos suman aquí sus fuerzas y producen algo más
intenso que si sólo estuviera uno de los dos. No tenemos que desechar uno de los dos
aspectos, porque ninguno de los dos desplaza al otro. No hay que elegir entre leche o
café, porque lo que tenemos aquí es café con leche. Y eso no supone ningún tipo de
contradicción, aunque requiere algún entrenamiento hasta aprender a combinar las
cosas en las debidas proporciones.
¿Y qué hacemos con el trígono por signo? ¿ese sí debe ser desechado o podemos
tomarlo como el azúcar para el café con leche? Eso depende del valor que le demos a
los signos y a los modos en que estos se clasifican. Si los consideramos exactos y
valiosos, entonces el trígono por signo vendría a ser más bien la taza, el recipiente en
el que se realiza la mezcla. En este caso, crearía las condiciones favorables para que
los otros dos aspectos y los planetas que los conforman integren sus energías y
significados de la manera más armoniosa posible. Pero podemos pensar en un
escenario completamente diferente. Por ejemplo, un planeta a 0º 30' de Aries y otro a
29º 30' de Cáncer están separados por un arco de 119 grados que corresponde a un
trígono dentro de un grado de orbe; pero el aspecto por signo es una cuadratura.
Entonces podría darse una situación parecida a la tragedia de Romeo y Julieta. Los
planetas mantienen entre sí una buena relación por arco, están enamorados (trígono,
análogo a casa V), pero pertenecen a familias que están enemistadas (signos en
cuadratura). Por eso la tendencia natural del aspecto por arco no encuentra
condiciones favorables para su realización.
Combinando los dos modelos obtenemos una imagen más exacta de la situación que
excluyendo uno de los dos. Y con esto no estoy proponiendo nada nuevo, porque esta
combinación de relaciones entre planetas basadas en los signos que ocupan y
relaciones basadas en el arco que los separa ha cristalizado ya en la astrología en la
conocida distinción entre aspectos plenivalentes y aspectos no plenivalentes. Si el
aspecto por signo y el aspecto por arco son el mismo se dice que el aspecto es
plenivalente; en caso contrario es no plenivalente. Pero esta distinción sólo vale para
los aspectos clásicos y es propia de las primeras fases intermedias de la evolución de
la teoría de los aspectos, en las que todavía podían convivir más o menos
apaciblemente una al lado de la otra las dos formas de entenderlos. De hecho, es
fruto del intento de hacer posible esa convivencia. Pero tan pronto como rompemos el
marco zodiacal que estructura la eclíptica en sectores de 30 grados y acoge de
manera natural los aspectos clásicos, porque surgieron de ese mismo marco, los dos
modelos ya no pueden seguir caminando juntos por más tiempo. No hay sitio en el
viejo edificio para las nuevas generaciones de aspectos, que deben independizarse y
buscarse un nuevo hogar.
Todavía en la forma en que John Addey trata su propia teoría de los aspectos y en su
diseño de una carta armónica se aprecia el lastre de los modelos anteriores, de los
que nunca pudo, supo ni quiso desembarazarse del todo. Está pendiente la coronación
del impulso que condujo hasta los armónicos en una nueva fase que prescinda del
zodiaco y de los aspectos clásicos y sustituya todo eso por divisiones de la eclíptica a
la medida de las nuevas series de aspectos y a los aspectos mismos por patrones
ondulatorios o familias de secuencias rítmicas. Algo se ha avanzado ya en esa
dirección, porque los diales de Ebertin, Wangemann, Landscheitdt y otros son
básicamente cartas de los armónicos 4, 12 y 48 sin signos ni casas, pero ninguno de
ellos ha generalizado el procedimiento ni lo ha presentado en el marco de una visión
sistemática de la totalidad de los armónicos.
Aparentemente, los aspectos surgieron de los signos del zodiaco y de las categorías
usadas para formar grupos de signos con características comunes, pero poco a poco
se fueron independizando de sus ancestros y engendraron sus propios hijos. Sin
embargo, si consideramos el asunto con más detenimiento nos daremos cuenta de
que las divisiones armónicas de última generación son más antiguas que los propios
signos y sus categorías o, al menos, lógicamente anteriores. En efecto, en el cielo hay
planetas y estrellas, pero no hay divisiones naturales de 30 grados. Para introducir
estos signos de igual tamaño hay que dividir el círculo de la eclíptica por un número
entero, en este caso el 12. Esta operación coincide con el primer paso que se da para
construir una carta del armónico 12, pero después toma otro camino: asigna una
cualidad diferente a cada una de las partes y da un nombre propio a cada una de
ellas. No es todavía una división armónica propiamente dicha, porque lo que
caracteriza a una división armónica es que reproduce en las partes la estructura del
todo. ¿Por qué se usó el número 12 para dividir la eclíptica en partes iguales? La
hipótesis más verosímil es que esto se hizo porque en el tiempo que el Sol emplea en
dar una vuelta completa a la eclíptica (un año) se encuentra con la Luna doce veces.
Pero el ciclo sinódico lunar cabe 12,37 veces en un año, de modo que algunos años
tendrán trece lunas nuevas. Parece que la división por 12 no es más que una
simplificación, un redondeo al entero más cercano para organizar el calendario en
doce meses por año. Pero si sólo es eso, entonces los límites exactos de los signos y
hasta su existencia misma se vuelven muy cuestionables, a menos que los antiguos
astrólogos tuvieran algún conocimiento de las propiedades armónicas de los ciclos.
Las evidencias de que lo tenían son muchas.
En el Astronomicon de Marcus Manilius, compuesto hace más de dos mil años,
podemos leer:
"observa ahora un hecho (...) que solamente puedo designar con el nombre
original griego: la Dodecatemoria. (...) los Signos están formados por 30 grados cada
uno. Estos los dividimos en 12 partes: el resultado será de 2 ½ grados cada parte. La
Dodecatemoria viene indicada por este valor, y hay por tanto 12 Dodecatemorias en
cada Signo. El Creador del mundo ha atribuido otras tantas a los brillantes Signos,
para que la combinación pueda ser alterna, y que el universo se asemeje a sí mismo,
y que todos los signos se incluyan en cada uno de ellos, de modo que el cuerpo esté
en armonía mediante esta combinación y que el control mutuo exista como razón
común de todos."
[Marcus Manilius, Astronomicon, 678 y ss.].
Aquí están ya presentes todos los principios de la construcción de las cartas
armónicas: la división del círculo en partes iguales y la reproducción de la estructura
del todo en cada parte. La única diferencia con una carta del armónico 12 al estilo de
Addey es que en las Dodecatemorias el primer sub-signo de cada signo no es siempre
Aries, sino que coincide con el Signo mayor en el que se aloja, y, a partir de ahí, sigue
la secuencia zodiacal normal. Las Dodecatemorias son aún más sofisticadas que una
carta armónica simple, porque en ellas va implícita la idea de que cualquier signo
podría ser tomado como el primero del zodiaco. Si hacemos comenzar el zodiaco, por
ejemplo, en Capricornio, el primer sub-signo del armónico 12 será Capricornio, el
segundo Acuario, y así sucesivamente. Y lo mismo con los demás signos. Por tanto,
una Dodecatemoria es un complejo artefacto que combina en una misma carta
Figura 2
Como norma general, cuantas más marcas se acumulen en un determinado punto
menos marcas se acumularán en las zonas inmediatamente adyacentes. La figura 2
representa el modo en que se distribuyen las 78 marcas de las 12 primeras series
sobre un total de 46 puntos de aspecto. Los grados que son puntos de aspecto en
mayor número de divisiones son los que coinciden con los que la teoría clásica
considera aspectos mayores, con el añadido de los quintiles y biquintiles. A ambos
lados de estos aspectos mayores aparecen zonas vacías, como si hubieran sido
despejadas por un efecto de centrifugado de puntos de aspecto que se van
acumulando cerca de los bordes exteriores de esas zonas. A medida que seguimos
añadiendo nuevas series de puntos de aspecto, las zonas vacías van reduciendo su
tamaño y acabarían por desaparecer si continuáramos añadiendo series
indefinidamente. Pero así como el oído humano no puede captar frecuencias por
encima o por debajo de ciertos valores de hertzios, es de esperar que las series de
aspectos se vuelvan ineficaces más allá de ciertos límites. Mi propia investigación
experimental en el campo de la sinastría ha arrojado ciertos resultados que sugieren
que esos límites existen y dan pistas muy concretas de dónde pueden estar.
En el artículo titulado Orbes heliocéntricos y formación de parejas, donde analizo
algunos detalles de la comparación de las cartas natales de cerca de tres millares de
matrimonios, he registrado datos sobre conjunciones partiendo de un orbe muy
amplio, de 13º 20'. Después probé a dividir este orbe en dos partes iguales y
observar por separado las conjunciones entre 0º y 6º 40' y las conjunciones entre 6º
40' y 13º 20'. Al hacerlo de esta manera se hizo evidente que había más actividad
(más contactos entre planetas de los dos miembros de cada pareja) en la zona de
Figura 3
La parte superior de la figura 3 muestra la distribución de los puntos de aspecto
correspondientes a las 108 primeras divisiones armónicas desde unos 10 grados antes
del punto de conjunción hasta unos 10 diez grados después. La parte inferior de la
figura sólo es una ampliación de la mitad derecha del mismo espectro mostrado
arriba. Se aprecia claramente el efecto de centrifugado de los puntos de aspecto al
que me he referido antes. En el lugar exacto de la conjunción se acumulan 108
puntos que conforman la línea central, pero en los 3º 20' inmediatamente anteriores o
posteriores no hay absolutamente ningún otro punto de aspecto. Sin embargo,
pasado ese límite los puntos de aspecto no se distribuyen de manera homogénea,
sino que se aglomeran muy cerca del límite, como si hubieran sido empujados desde
las zonas vacías unos contra otros. De este modo se acumulan más puntos de aspecto
entre los 3º 20' y los 6º 40' que de ahí en adelante y, por supuesto, muchos más que
entre 0º y 3º 20', donde solamente hay uno, aunque sea muy intenso. Esto puede
explicar muy bien por qué en mi investigación sobre aspectos en parejas se detectó
mucha actividad entre 3º 20' y 6º 40', menos entre 6º 40' y 13º 20' y prácticamente
ninguna entre 0º y 3º 20', pero sólo si suponemos que, al menos en lo que concierne
a las relaciones de pareja, el límite máximo de divisiones del círculo eficaces está en
torno a unos 108 armónicos.
Este efecto de centrifugado de los puntos de aspecto también se observa en los
alrededores de la oposición, del trígono y de la cuadratura, pero con áreas vacías
proporcionalmente menores y puede ayudar a entender por qué prácticamente en
ninguna investigación estadística sobre aspectos se observan máximos coincidentes
con aspectos partiles. Por ejemplo, Robert Hand, en su libro Los símbolos del
horóscopo, p. 123, comenta a propósito de los orbes:
Ciertas investigaciones indican que el efecto vinculante culmina un poco antes del
punto de exactitud, mientras que en el trabajo presentado por Gary Duncan, de
California, en la convención AFA de 1976 se indica que en el caso de las cuadraturas,
por lo menos, la vinculación máxima se da a veces después del punto exacto. Y el
trabajo con armónicos sugiere que es probable que la intensidad no decline de forma
lineal, sino que el efecto vinculante se eleve y descienda en diversos puntos a medida
que el aspecto se va moviendo hasta salir del orbe.
Los símbolos del horóscopo, Robert Hand
En efecto, tanto el análisis teórico de la combinación de patrones de ondas como los
resultados experimentales disponibles sugieren que la distribución de la intensidad
dentro de la franja considerada habitualmente como el orbe apropiado para un
aspecto mayor es probable que se parezca más a la curva azul de la figura 4 que a la
curva roja. Esta última representa el modo en que se suele pensar en el orbe de un
aspecto, porque parece lógico que la intensidad aumente progresivamente hasta el
punto de exactitud y luego decline de la misma forma. Y en efecto, así es como cabe
esperar que sucedan las cosas dentro de un patrón de ondas aislado de todos los
demás, pero como los diferentes patrones o trenes de ondas se afectan mutuamente
y en las zonas correspondientes a los aspectos mayores se da el fenómeno de
centrifugado de puntos de aspecto, en la práctica encontraremos distribuciones más
parecidas a la línea azul.
Figura 4
De hecho, la misma tradición astrológica nos ha legado un esquema muy parecido a
éste, en lo que se refiere a las conjunciones del Sol, porque, como nos recuerda
Demetrio Santos, se dice que "un planeta está combusto cuando está a menos de 3
grados de distancia angular del Sol" (Textos astrológicos medievales, Madrid, 1981,
p.243), y Nicholas Devore, aunque se hace eco de otras opiniones que extienden la
combustión hasta los 8º30', añade: "El efecto característico al que se aplica el
término probablemente se reduce dentro de un arco de 3º" (Enciclopedia astrológica,
Buenos Aires, 1972, p. 107). Ese efecto característico consiste en que el planeta que
se encuentra a menos de tres grados del Sol queda "perjudicado", como quemado por
sus rayos, y aunque no deja de actuar, lo hace de una manera poco receptiva, rígida e
independiente de la visión integradora solar. De este modo funciona como si no
estuviera en aspecto con el Sol, pero si se acerca a menos de 0º 17' del Sol, se dice
entonces que el planeta está Cazimi, es decir, en el corazón del Sol, y entonces,
curiosamente, deja de quemarlo y perjudicarlo y lo eleva a una gran dignidad real que
le hace funcionar del modo más excelso. Por unos cuantos grados más allá de la zona
de combustión se dice que el planeta está "bajo los rayos", y ahí funciona como
estando en conjunción normal con el Sol. Si compara la figura 5 con la línea azul de la
figura 4 apreciará la gran similitud del esquema tradicional de las conjunciones
solares con el modelo de orbes de suma de ondas a la altura de 108 armónicos.
Figura 5
Una vez que un planeta entra dentro del orbe de conjunción con el Sol se aprecia un
vínculo entre ambos que se mantiene hasta que la distancia baja de unos 3 grados;
entonces el planeta "se desconecta" del Sol por un tiempo y vuelve a conectarse
súbitamente con él y del modo más impresionante cuando la distancia se reduce por
debajo de los 17 minutos de arco. Es exactamente lo que predice la teoría de la suma
de ondas si le ponemos un límite cercano al centenar de series, porque entonces
habrá un primer pico poco antes de los tres grados, intenso pero algo disperso, ya
que muchos puntos de aspecto se acumulan en la misma zona, pero no en el mismo
lugar. Después entraremos en una zona de sombra, en la que no se aprecian
resonancias ni vínculos, hasta que la conjunción sea partil. En ese momento se
disparará súbitamente la intensidad del vínculo, tras la calma que precede a la
tormenta, y luego decaerá abruptamente por unos tres grados. Finalmente se formará
otro pico de intensidad similar a la del primero.
Parece que el esquema tradicional de las conjunciones solares -atribuido a la acción
de sus rayos sobre otro planeta con dudosa lógica, porque si a tres grados se quema
a cero tendría que abrasarse- ha sido una anticipación del complejo modelo de
variación de intensidad en el interior del espacio del orbe de los aspectos mayores que
se deriva de la lógica de los armónicos. Pero el modelo de los aspectos desde el punto
de vista de la Teoría de los Armónicos no se apoya en la luz, sino en el sonido. Su
referencia mística es la pitagórica música de las esferas. Por tanto, no es una cuestión
de rayos, sino de vibración y lo que importa no es la luz, sino la distancia. Si la luz
fuera tan decisiva, los planetas situados por debajo del horizonte no nos afectarían.
Pero así como podemos escuchar a una persona que nos habla del otro lado de una
puerta, aunque no podamos verla, podemos sintonizar con los planetas que están
debajo del horizonte aunque no nos llegue su luz. No puede entonces extrañarnos que
el mismo esquema general de variaciones de intensidad que los antiguos astrólogos
detectaron en torno al Sol y sus conjunciones pueda trasladarse también a otros
planetas y otros aspectos. Tenemos ya alguna evidencia empírica de que esto es así,
por lo menos en el caso de las conjunciones y en el campo de la sinastría, pero falta
aún mucha investigación adicional para poder asegurar que algo semejante sucede
también con otros aspectos y en otros campos. En teoría, una investigación minuciosa
debería detectar estas áreas silenciosas inmediatamente antes y después del punto de
aspecto exacto también en las oposiciones, los trígonos y las cuadraturas, pero en
cada uno de estos aspectos las zonas de inactividad deben ser proporcionalmente
menores, la mitad de grados para la oposición, un tercio para el trígono y la cuarta
parte para la cuadratura. Así, cada vez quedan más cerca del punto de aspecto exacto
y se prolongan por menos tiempo, de modo que hay que hilar muy fino para organizar
un método de análisis capaz de detectarlas.
Lo fundamental es que nos demos cuenta de que dentro del orbe de los aspectos
mayores habitan muchos aspectos diferentes en cualidad, en número y en intensidad,
que sólo se hacen visibles mirados a través del microscopio de los armónicos, en
sucesivas ampliaciones. Todas las ciencias naturales han progresado así, penetrando
cada vez más profundamente en la estructura íntima de la materia, sus células,
moléculas, átomos y partículas subatómicas. Los armónicos nos brindan la
oportunidad de estudiar la composición interna de los aspectos clásicos y de descubrir
aspectos nuevos dentro y fuera de ellos. Para avanzar por este camino se necesitan
instrumentos adecuados, como las cartas armónicas, incorporadas ya prácticamente a
todos los programas de cálculos astrológicos de mediana complejidad, o los
armogramas, disponibles en el programa Armon de Miguel García. Se echaba en falta,
no obstante, una utilidad rastreadora de aspectos de amplio espectro, pero gracias a
Sylvia de Ayala (webmaster de Carta Natal online), que ha tenido la amabilidad de
atender una sugerencia mía al respecto, disponemos ahora de un explorador de
aspectos, prácticamente sin límite de series.
El funcionamiento de esta utilidad es bastante sencillo, siempre que se tengan claros
los conceptos básicos. Es necesario, pues, comenzar aclarando qué entendemos aquí
por "serie de aspectos", porque la expresión ha sido empleada con un sentido
diferente por otros autores. David Hamblin hace notar que todos los armónicos que
forman una cadena de potencias a partir de un número primo constituyen una serie.
La serie del Dos está formada por los números 2, 4 (2 x 2), 8, (2 x 2 x 2), 16 (2 x 2 x
2 x 2), etcétera, la serie del Tres incluye los números 3, 9 (3 x 3), 27 (3 x 3 x 3), 81
(3 x 3 x 3 x 3), etcétera. Y así sucesivamente con los demás números primos. No
habla de series de aspectos, sino de series de armónicos, pero, como cada armónico
lleva asociado un grupo de aspectos, Robert Hand da el paso siguiente y decide
clasificar los aspectos más utilizados en dos categorías. Escribe Hand:
"Excepción hecha de la conjunción, a todos los aspectos comúnmente usados se los
puede clasificar de acuerdo con que estén basados en múltiplos de dos o de tres. (...)
La familia de aspectos basados en la división del círculo por dos incluye la oposición
(1/2), la cuadratura (1/[2 x 2] o 1/4), la semicuadratura (1/[2 x 2 x 2] o 1/8) y la
sesquicuadratura (3/8), así como todos los múltiplos de 22,5º (1/[2 x 2 x 2 x 2] o
1/16). Yo los llamo "aspectos de la serie del dos" o "aspectos duros". (...) La familia
de los aspectos basados en la división del círculo por tres incluye el trígono (1/3), el
sextil (1/[3 x 2] o 1/6), el semisextil (1/[3 x 2 x 2] o 1/12) y el quincuncio (5/12). Yo
los llamo "aspectos de la serie del tres" o "aspectos blandos". La conjunción
constituye una clase por sí misma, porque podría estar en la serie del dos, en la serie
del tres o en cualquier otra serie de aspectos.".
Robert Hand, Los símbolos del horóscopo, p.117
Su definición de los aspectos de la serie del dos sigue la pauta marcada por Hamblin y
se atiene a las divisiones del círculo por potencias de dos. Sin embargo, los aspectos
que Hand incluye en su serie del tres no son los derivados de las divisiones del círculo
por potencias de tres, sino los derivados de la división por tres o por múltiplos de tres
que no sólo no son potencias de tres sino que son también múltiplos de dos. El sextil
se deriva del 6, que es múltiplo de 2 y de 3 a la vez, y los semisextiles y quincuncios
se derivan del 12, que tiene más participación en el 2 que en el 3. Por tanto, lo que
Hand llama "serie del tres" es una serie mixta del dos y del tres.
Menciono todo esto para que aquellas personas que hayan leído a Robert Hand sepan
que deben dejar a un lado su manera de definir las series de aspectos cuando se
dispongan a utilizar el explorador de aspectos de Carta Natal online. Lo que
entendemos por serie de aspectos de N dentro del explorador es el conjunto de todos
los múltiplos de 360 / N. Así, por ejemplo, la serie del 5 comprende todos los
múltiplos de 360 / 5 que caben dentro del círculo, es decir, 72º, 144º, 216º, 288º y
360º. Los arcos de 72º y 288º (quintiles) indican, en realidad, el mismo ángulo de
separación entre dos planetas, medido en el primer caso por la distancia más corta y
en el segundo por la más larga. Y otro tanto ocurre con los arcos de 144º y 216º
(biquintiles). El arco de 360º es la conjunción medida por su distancia más larga. Se
puede decir, pues, que la serie del 5 incluye los quintiles y los biquintiles, además de
la conjunción, que pertenece a todas las series. Pero el número total de puntos de
aspecto es 5, porque partiendo del lugar ocupado por un planeta A habrá cinco
lugares en el zodiaco desde los que un planeta B podrá hacer un aspecto exacto de la
serie del 5 con el planeta A. El número de puntos de aspecto es siempre igual al
número de la serie, de modo que cuanto más alta sea la serie más puntos de aspecto
habrá. Sin embargo, esta profusión de puntos de aspecto en las series altas no
incrementa la probabilidad de que entre dos planetas cualesquiera se forme un
aspecto, porque los orbes se reducen de manera proporcional al número de la serie.
De este modo, la relación entre el área total del zodiaco dentro del orbe de los
aspectos y el área fuera de esos orbes permanece constante en todas las series. Esto
es fundamental para poder comparar unas series con otras y localizar, así,
indirectamente los armónicos más fuertes (con más conjunciones internas) de una
carta natal. Por eso, nos detendremos un poco más en el tema de los orbes.
El explorador de aspectos solicita al usuario un número de serie y un orbe. El número
de serie, como ya sabe, es el número de partes iguales en que vamos a dividir el
círculo para definir una serie de aspectos: 5 para buscar quintiles y biquintiles, 7 para
hallar septiles, biseptiles y triseptiles, etcétera. El orbe que se solicita, sin embargo,
no es el orbe específico para la serie elegida, sino el orbe general para todas las
series. A partir de ese orbe general, el explorador hará los ajustes oportunos en cada
serie. Se podría decir que el orbe general coincide con el de la conjunción en la serie
del 1, cosa que es exacta, pero creo que es mejor pensar en el orbe general como la
suma de los orbes de todos los puntos de aspecto de cada serie. En realidad es lo
mismo, pero esta segunda manera de enfocarlo puede ayudar a superar la resistencia
que muchos astrólogos experimentan a conceder a la conjunción el doble de orbe que
a la oposición y cuatro veces el de una cuadratura. Es posible que, en realidad, la
conjunción no tenga tanto orbe, pero eso no importa mucho aquí. La cuestión es que
para poder comparar las series eficazmente debemos actuar como si lo tuviera.
Además, el explorador de aspectos no se ha diseñado para localizar conjunciones,
porque es muy fácil detectarlas a simple vista. Se ha diseñado para localizar aspectos
pequeños y compararlos con otros en igualdad de condiciones. Por tanto, sea
generoso al asignar el orbe general. Por ejemplo, 16 grados no es en absoluto un orbe
general excesivo. Piense que esos 16 grados habrá que repartirlos entre todos los
puntos de aspecto de cada serie. La cuadratura, por ejemplo, pertenece a la serie del
4, que incluye todos los múltiplos de 90º. Pero como la serie del 4 tiene 4 puntos de
aspecto, si el orbe general es 16º a cada punto le corresponderán 4º. Si usted piensa
que 4º es un orbe apropiado para una cuadratura entonces mantenga el orbe general
en 16º. Si le parece poco, amplíe aún más el orbe general; si le parece mucho,
redúzcalo.
Una cuadratura de 4 grados de orbe en la carta natural o armónico 1 se ve en el
armónico 4 como una conjunción de 16 grados de orbe, por lo que no puede aceptar
una cosa y rechazar la otra. Lo que se ve en ambos armónicos es lo mismo, sólo que
mirado a través de diferentes lentes de aumento. Probablemente la razón por la cual
la idea de que la conjunción tiene el doble de orbe que la oposición genera tanta
resistencia es que en la práctica las conjunciones que superan el orbe de la oposición
son muy difíciles de detectar. En efecto, la conjunción dentro de su propia serie y en
su propio armónico (el 1) tiene una frecuencia demasiado baja, que hace que sólo sea
reconocible a partir del momento en que empieza a sumar fuerzas de otras series y
armónicos más altos. Pero tan pronto como esto ocurre, ya desde la serie del 2, el
orbe de la conjunción se reduce a la mitad, por lo que la parte del orbe de la
conjunción que rebasa el orbe de una oposición nunca recibe ningún aporte
suplementario de energía. Sin embargo, esto no se aplica a las conjunciones dentro
de una carta armónica distinta de la primera, porque lo que estamos viendo en esas
cartas como conjunciones son, en realidad, los aspectos de la serie correspondiente. Y
cuando esos aspectos están cerca del límite de su orbe se verán como conjunciones
con un orbe más amplio que el que está acostumbrado a aceptar en una carta
natural. Pero ese es el orbe adecuado, son sus hábitos de percepción de aspectos los
que tienen que reajustarse cuando mira una carta armónica, no los orbes.
Cada serie de aspectos lleva asociado un patrón de ondas y un armónico. Cuando
aparecen muchos aspectos en una serie podemos asumir que el nativo de esa carta
sintoniza fuertemente con un patrón de ondas con tantas crestas como indique el
número de la serie y que la carta armónica del mismo número tendrá tantas
conjunciones dentro del orbe general como aspectos haya en la serie. Tal vez se esté
preguntando cuántos aspectos debe haber en una serie para poder decir que son
muchos. Eso depende del orbe general elegido y del número de planetas o factores
que se tengan en cuenta. En el caso de Albert Einstein, por ejemplo, con un orbe
general de 16º y con los diez planetas que, por ahora, incluye el explorador, la media
de aspectos de las 50 primeras series es 3,82. Todas las series tienen al menos un
aspecto y dos de ellas, la 10 y la 49, tienen siete. Pero en esas mismas condiciones,
la serie del 48 de Aron Ralston alcanza 15 aspectos. El número de aspectos de una
serie es un criterio muy tosco para valorar la fuerza de la carta armónica aparejada;
sin embargo, nos da una pista importante y es aconsejable mirar las cartas armónicas
del mismo número que las series con más aspectos. Como se ha dicho ya, cada
aspecto de una serie aparecerá como conjunción en su armónico correspondiente,
pero el armónico será mucho más fuerte si esas conjunciones están agrupadas que si
están salpicadas por toda la carta. Cuando varios planetas se agrupan en pocos
grados dentro de una carta armónica formarán una configuración cerrada de aspectos
de la serie correspondiente en la carta natal natural. En el artículo Aspectos menores
de efectos mayores. Una aproximación al armónico 48 y sus aspectos asociados he
presentado varios ejemplos de cómo sacar partido de la combinación de las series de
aspectos con las cartas armónicas. Además, como señaló David Hamblin, las cartas
armónicas se relacionan unas con otras a través de cadenas de potencias y de
múltiplos, por lo que también las series de aspectos se pueden agrupar en familias.
Los linajes más puros siguen la línea de las potencias. Así, por ejemplo, la serie del
49, que es una de las más destacadas en la carta de Albert Einstein, está
directamente emparentada con la serie del 7, ya que 49 es 7 al cuadrado. Si los
aspectos de la serie del 7 se relacionan con la inspiración, las ideas luminosas y la
genialidad, los de la serie del 49 (7 x 7) elevarán estas características a una potencia
superior.
Por último debo aclarar que el uso que se hace en este artículo de los modelos
ondulatorios y su relación con los armónicos en astrología y las series de aspectos
asociadas a ellos es meramente metafórico. Sólo se trata de un recurso didáctico que
creo que puede ayudar a entender cómo funcionan los armónicos en astrología, pero
no se asume la existencia real de tales ondas físicas ni que las analogías puedan
llevarse más allá de ciertas generalidades.
El Estrellero
Twitter: @Estrellero_
Durante los años turbulentos de la Revolución Cultural, 1966 a 1968, Neptuno transitó
sobre el Venus y el Medio Cielo natales en Escorpio. La fantasía y los sueños
neptunianos ejerciendo el Poder es lo más revolucionario que hay. Urano y Plutón
formaban estrecha conjunción en el grado 16º de Virgo sobre el Saturno natal, lo cual
es la destrucción de todas las tradiciones y el rompimiento de toda atadura que
viniera del pasado. Júpiter hacía cuadratura a la conjunción natal de Neptuno y
Mercurio desde el grado 16º de Cáncer, lo cual es lo más parecido que hay a una orgía
ideológica llevada hasta sus últimos extremos. El 18 de julio de 1966 Mao regresaba a
Pekín y, durante una sesión histórica del Comité Central del Partido Comunista de
China, imponía la salida del poder de Deng Xiaoping, de Liu Sao Si y del resto de
miembros de la línea reformista, y anunciaba la creación de la Guardia Roja. Ese día
Lilith desde el grado 12º de piscis activaba el tránsito de Urano y Plutón, y Marte
transitaba sobre el Urano natal en el grado 5º de Cáncer.
continental del país y fundar un nuevo estado. La guerra asimétrica, concebida por
Mao como una guerrilla que, rehuyendo el enfrentamiento directo con el enemigo, va
ocupando las zonas rurales hasta dejarlo cercado en las ciudades, es propia del Sol y
Lilith en la casa 12.
La carta de revolución solar de Xi para 2012, revolución durante la que fue nombrado
en noviembre de 2012 secretario general del PCCh y en marzo de 2013 presidente de
la república, muestra al Medio Cielo de revolución en 10º Virgo sobre el Ascendente
natal (que vimos estaba activado por la dirección de Mercurio), con el punto de la
Fortuna y Marte (regente del Ascendente de revolución en Escorpio) en la casa 10. Su
círculo de relaciones personales se amplió mucho ese año, indicado por los dos
benéficos Venus y Júpiter en conjunción en su casa 7 de revolución.
MERCURIO INFORMA
ASTROLOGÍA MEDIEVAL
http://www.libroesoterico.com/biblioteca/Astrologia/Articulos/ASTROLOGIA%20MEDIEVAL
Fundamentos filosóficos
La Astrología Medieval es un Arte oculto en el verdadero sentido. Lo sobrenatural es lo
que permanece oculto. Las causas de la influencia astrológica (lo que hace que
funcione) permanece oculto.
Sus fundamentos filosóficos se encuentran en el
Hermetismo y el Neoplatonismo; sobre todo en las
tradiciones Neoplatónicas árabes y judías. Las enseñanzas
Herméticas se refieren al Hombre como un ser doble. Su
parte material, está gobernada por el destino. Su parte
divina es libre. Quien quiera liberarse del destino debe
cultivar la última. Éste es el centro de la Sabiduría
Hermética.
Desde la perspectiva de la astrología Medieval, el carácter
de un individuo, el comportamiento y por lo menos los
contornos generales de su vida, se perfilan exactamente en
el mapa natal. La historia de su vida está toda allí, el mapa
natal es la constelación "personal" que de algún modo está
en nosotros, trabajando desde dentro hacia fuera. Es la red o tejido invisible
particular, de acuerdo a la disposición de los planetas, estrellas, luminares (Sol y
Luna), dispuestos en los signos zodiacales, que se expresa en el momento del
nacimiento de un individuo. A su vez, actúa recíprocamente con el cielo externo,
vinculando lo interior y lo exterior.
Paracelso (1493? -1541) reconoció este hecho, cuando habla del "cielo
del microcosmos" y el "cielo del macrocosmos." La práctica de la
delineación astrológica Medieval y la aplicación de sus técnicas
predictivas, deja claro que los gnósticos y los místicos estaban en lo
cierto. Nuestra constelación, es nuestra prisión espiritual y la astrología
natal es meramente el plano de esa prisión. Espiritualmente, todo lo
que uno puede esperar a ese nivel es reconocer dónde encontrar la
salida, la ruta de escape.
La astrología en si, no lo sacará de la prisión. Ése es asunto de la religión, la filosofía
y las prácticas espirituales. Lo que la astrología puede hacer es describirle por
adelantado las características de su vida.
Si postulamos que el futuro es predecible, también asumimos el destino y que las
personas actúan de una manera predecible. ¿Pero que entendió por esto el astrólogo
medieval?
son las leyes (Iogoi) del cielo, no un análisis de la base material de los planetas y las
estrellas.
La sabiduría astrológica esotérica de los antiguos afirmaba que mediante la
admiración del cielo nos introducimos en los misterios de la existencia, las leyes de la
creación del macrocosmos y el conocimiento del Ego. El ego que intentamos
comprender es el Ego Universal. Este Ego Macrocósmico o Universal es el Hombre que
fue hecho a imagen de Dios. Es el ser andrógino de las grandes literaturas esotéricas
del mundo, “la fuente de la que todo proviene”. Es el “Hombre” medida de todas las
cosas.
En la tradición astrológica se conoce como Arquetipo o Zodíaco. Contiene lo masculino
y lo femenino, los elementos y los caminos de los siete planetas. El Zodíaco
representa, para nosotros, el principio eterno del que proviene todo. El alfa y el
omega de toda la existencia, el modelo de toda la creación.
Las doctrinas esotéricas nos dicen que la Dignificación consiste en educar a nuestro
ser, mientras todavía está sometido al cuerpo, en el conocimiento eterno. Por ese
conocimiento nos hacemos libres.
Su libertad consiste en no dejarse gobernar o torturarse a causa del cuerpo o los
tormentos psicológicos que frecuentemente acompañan la adversidad. El tiene esa
libertad porque sabe que él no es esas cosas. La sabiduría superior nos libera al decir,
"el principio de la sabiduría es el temor del Señor". El miedo al que se refiere puede
ser el temor a ponernos en el curso correcto.
Actualmente se dice que todo lo que uno necesita hacer para alterar el destino de uno
mismo, es emplear “la imaginación activa”. El punto de vista medieval es que la
naturaleza de un individuo no cambia. Por tanto, es improductivo pretender alterar
éste o ese aspecto de la personalidad de uno, con la que no se siente bien, o lo que
es lo mismo, es improductivo pretender ser algo que no somos.
El único cambio posible para nosotros es la Dignificación, es por lo que sacrificaremos
nuestros egos y vislumbramos nuestro verdadero Ego (aceptación incondicional). No
podemos tratar de arreglar una parte de nuestro ser o todo nuestro ser, porque nos
resulta imposible controlarlo (en todo caso nos torturamos intentando cambiarnos).
La verdad es que no actuamos, somos uno mismo con la maquinaria del cosmos que
actúa en nosotros. Si fuera verdad todo lo que hoy se afirma, por ejemplo "usted
puede ser cualquier cosa que se proponga" entonces nadie seguiría siendo lo que es.
La clave está en lo que nos hace reconocibles, y eso es inmutable en nosotros. Es
nuestro carácter.
Nuestro carácter no cambia, ni lo hace nuestro destino. Lo único que puede cambiar
es nuestra comprensión de ambos.
LA FASCINANTE ROSA
GEOMÉTRICA QUE HACE LA
DANZA DE VENUS CON LA
TIERRA
Venus forma un asombroso pentagrama, también visto como una rosa, en su ciclo
sinódico de conjunciones inferiores con el Sol. En una coincidencia matemática
asombrosa, 13 revoluciones de Venus equivalen casi exactamente a 8 revoluciones o
años de la Tierra
En diversas culturas el planeta Venus fue asociado con la belleza y la armonía del
cosmos; al ver la figura que teje la órbita de Venus en relación a la Tierra, no
podemos dejar de pensar que hay en esto una fabulosa coincidencia (o quizás una
muestra de una misteriosa inteligencia). Parafraseando un famoso dictum platónico:
"El universo geometriza".
Estas imágenes muestran 8 años de la órbita de Venus o cinco ciclos sinódicos, esto
es igual a 584 días, que son los días que tarda Venus en alinearse con el Sol con
respecto a la Tierra, en una conjunción inferior (esto sería equivalente a un eclipse si
estuviéramos hablando de la Luna). "Sínodo" significa "encuentro", estos son los cinco
puntos de encuentro en un período de 8 años en los que Venus se interpone, por así
decirlo, entre el Sol y la Tierra. Existe una asombrosa relación matemática en esto,
dado que ocho órbitas de la Tierra coinciden de manera casi exactamente con 13 de
Venus, formando una proporción 5:8. Esto también es conocido como "resonancia
sinódica". Venus tarda 224.7 días en dar una vuelta al Sol. Aquí esta fascinante
relación:
224.701 / 365.256 ≈ 0.615187
8/13 ≈ 0.615385
El ciclo completo de los 584 días hace que Venus pase 263 días como estrella de la
mañana, 50 días ausente ("bajo los rayos del Sol"), 263 como estrella de la tarde y 8
días ausente. En 8 años Venus y el Sol entran en conjunción 10 veces, pero son las
cinco conjunciones inferiores (los puntos más cercanos a la Tierra, en la parte interior
de la órbita) las que marcan el ciclo sinódico y dibujan los vértices o tejen los moños
de esta rosa cósmica que también puede ser representada como un pentagrama
(forma que prefieren los fanáticos del ocultismo conectando el pentagrama con
Venus-Lucifer, la estrella del amanecer), ya que los vértices de estas conjunciones
tienen la misma relación geométrica que un pentagrama. Es en cada una de estas
conjunciones inferiores que ocurre lo que ha sido llamado el "beso" de Venus y el Sol.
Para añadir a esta especie de poesía romántica de los movimientos venusinos,
también se han visto los bucles que forman las conjunciones interiores como motivos
de corazón tejidos sobre el telar sideral.
El astrólogo Nick Kollerstrom nota que en su Armonía de los mundos, Kepler describió
con entusiasmo la relación sinódica de Venus y la Tierra, incluso la vio como una
relación "marital", un amoroso vals. El intervalo musical que generan Venus y la
Tierra, para Kepler es una "sexta", dada por la división de una cuerda en una fracción
de 5/8. Hay quien ha visto en esta casi perfecta proporción una muestra de la
inteligencia que informa al cosmos, un sello de la idea platónica de que "Dios
geometriza". O, como el mismo Kepler creía, que el universo es el pensamiento
geométrico de la divinidad.
Nassim Haramein llama a esto, una "danza fractal de una vuelta dentro de una
vuelta". Dice Plutarco que Pitágoras creía que el tiempo era el alma del mundo. Para
los filósofos platónicos y para la tradición órfica, Venus (la Afrodita Celeste) era
considerada no sólo la diosa de la belleza sino también el alma del mundo (el anima
mundi). Para los filósofos pitagóricos el pentagrama era símbolo de la salud, una
salud que venía de la conformidad con el orden y la belleza del cosmos (de hecho la
palabra "cosmos" significa belleza y orden y fue acuñada por Pitágoras). Así podemos
encontrar una identidad entre el tiempo (marcado por el movimiento en este caso de
Venus), la belleza (la forma, la simetría, el orden matemático) y el alma (que es
sinónimo de belleza y movimiento en la tradición filosófica). Así vemos en esta rosa
sideral una proyección de la rosa de la eternidad, una imagen divina del alma del
cosmos. "La rosa de las rosas / la joven flor platónica" (Borges).
EL CONCEPTO DE MELANCOLÍA
EN MARSILIO FICINO
I. Introducción
Generalmente se consideró la melancolía como un estado que desencadena los más
profundos pensamientos y hace del sujeto un sujeto extraño de la vida, que,
enajenado de ella, pierde su disfrute. Giorgio Agamben sostenía que “La melancolía, o
bilis negra, es aquella cuyo desorden puede producir las consecuencias más
nefastas”1 y, en ese sentido, fue asociada siempre a los aspectos más oscuros de la
naturaleza. Lo cierto es que, la melancolía como un temperamento asimilado a la
tristeza o pesadumbre ha generado en la historia de la filosofía diversos interrogantes
que convergen en un mismo problema: ¿Es en el sujeto melancólico donde la
capacidad creadora alcanza su máxima expresión?
Si prestamos atención a su significado
etimológico, del griego μέλας "negro" y χολή
"bilis", comprobamos que se trata de un
estado cuya desmesura nos dirige a lo
amargo y oscuro que la naturaleza de la
melancolía tiende a perpetuar. Esto se
representa muy bien en las artes visuales
cuando los atributos de un personaje en la
obra artística responden a un semblante
triste, o a una mirada perdida y pensante:
características que se corresponden con el
ser melancólico. Tal es el ejemplo
iconográfico por antonomasia: el grabado de
Durero de 1514, Melancolía I, tantas veces
analizado por su espectacular representación
del humor negro.
En efecto, este temperamento melancólico
puede conducir al sujeto a un estado de
1 Agamben, Giorgio, Estancias las palabras y el fantasma en la cultura occidental, Madrid,
Editora Nacional, 2002, p. 31
4 Rius i Gattel, Rosa, “Sobre la melancolía: M. Ficino” en Actas del Simposio Filosofía y
Ciencia en el Renacimiento, Santiago de Compostela, Universidad de Santiago de
Compostela, 1988, p. 53
5 Ficino, Marsilio. Teologia platonica. Bologna: Centro di studi filosofici di Gallarte, 1965.
6 Sobre este punto véase el estudio citado de Rosa Rius i Gattel.
saber, que todos los hombres geniales han solido ser bastantes excitables y sometidos
al poder del furor. También Demócrito dice que sólo los que están sacudidos por una
especie de gran furor pueden ser hombres de gran ingenio. Y en esta materia
mantiene, al parecer, el mismo punto de vista nuestro Platón, cuando dice en Fedro
que en vano se llama a las puertas de la poesía si el furor no nos arrebata 7.
La descripción aristotélica del temperamento melancólico y su relación con el genio
creador ha llamado la atención de Ficino, quien asume que es a través de la
melancolía que los hombres pueden desarrollar el “furor creativo”, convirtiéndose
luego en grandes poetas, artistas filósofos, debido a que la mirada del melancólico
está dirigida hacia el dominio de las ideas, hacia lo inteligible. En otro orden de cosas,
comprendiendo que hay algo en este humor que permite al alma ser propensa a la
inspiración y contemplación de la divinidad Ficino afirma que:
[Saturno], este segundo planeta, que es el más encumbrado de todos, eleva a quien
le busca a la contemplación de las cosas más sublimes. Por este motivo, los filósofos
finalizan con el ser singular, especialmente cuando su alma, así alejada de los
movimientos externos y del propio cuerpo, se acerca lo máximo posible a las cosas
divinas y se convierte casi en su instrumento. Henchida, pues, de lo alto con oráculos
e influjos divinos, piensa constantemente cosas nuevas e inusuales y predice el
futuro. Así lo afirman no sólo Demócrito y Platón sino, también Aristóteles en el libro
de losProblemas.8
Posteriormente, al descubrir que existen tres causas -celeste, natural y humana- que
hacen que los hombres devengan melancólicos, Ficino busca comprender la raíz de
cada una.
Las causas que hacen que los hombres de letras sean melancólicos son de tres tipos
principales: la primera celeste, la segunda natural, la tercera humana. Celeste
porque, según los astrónomos, Mercurio, que nos invita a buscar las ciencias y las
artes, y Saturno, que hace que seamos perseverantes en esta búsqueda y que, una
vez alcanzadas, las conservemos, son en cierto modo fríos y secos [....] Y,
precisamente así (es decir , fría y seca), es, según los médicos, la naturaleza
melancólica.Y de esta misma naturaleza hacen partícipes, en principio, Mercurio y
7 Ficino, Marsilio, Tres libros sobre la vida, ed. cit, p. 27. “Quod quidem confirmat in libro
Problematum Aristoteles, omnes enim inquit viros in quavis facultate praestantes
melancholicos extitisse. Qua in re Platonicum illud quod in libro De scientia scribitur
confirmavit, ingeniosos videlicet plurimum concitatos furiososque esse solere. Democritus
quoque nullos inquit viros ingenio magnos, praeter illos qui furore quodam perciti sunt, esse
unquam posse. Quod quidem Plato noster in Phaedro probare videtur, dicens poeticas fores
frustra absque furore pulsari” (Three books of life, ed. cit., p. 116).
8 Tres libros sobre la vida, p. 30. “[Q]uorum alter, altissimus omnium planetarum,
investigantem evehit ad altissima. Hinc philosophi singulares evadunt, praesertim cum
animus sic ab externis motibus atque corpore proprio sevocatus, et quam proximus divinis
et divinorum instrumentum efficiatur. Unde divinis influxibus oraculisque ex alto repletus,
nova quaedam inusitataque semper excogitat et furura praedicit. Quod non solum
Democritus atque Plato affirmant, sed etiam Aristoteles in Problematum libro...” (Three
books of life, pp. 120-122).
9 Tres libros sobre la vida, p. 26. “Ut autem litterati sint melancholici, tres potissimun
causarum species faciunt : prima coelestis, secunda naturalis, tertia est humana. Coelestis
quoniam Mercurius, qui ut doctrinas investigemus invitat, et Saturnus qui efficit ut in
doctrinis investigandis perseveremus inventasque servemus, frigidi quodammodo siccique
ab astronomis esse dicuntur [...] qualis est natura apud medico melancholica, eandemque
naturam Mercurius ipse Saturnusque litterarum studiosis eorum sectatoribus impartiunt ab
initio ac servant augentque quotidie” (Three books of life, pp. 112).
10 Véase Rius i Gattel, Rosa, “Sobre la melancolía: M. Ficino”
11 Tres libros sobre la vida p. 26. “Naturalis autem causa esse videtur, quod ad scientias
praesertim difficiles consequendas necesse est animum ab externis ad interna tanquam a
circumferentia quadam ad centrum sese recipere, atque dum speculatur in ipso (ut ita
dixerim) hominis centro stabilissime permanere. Ad centrum vero a circumferentia se
colligere figique in centro maxime terrae ipsius est proprium, cui quidem atra bilis persimilis
est. Igitur atra bilis animum, ut se et colligat in unum et sistat in uno contempleturque,
assidue provocat. Atque ipsa mundi centro similis ad centrum rerum singularum cogit
investigandum, evehitque ad altissima queaeque comprehendenda, quandoquidem sum
Saturno maxime congruit altissimo planetarum. Contemplatio quoque ipsa vicissim assidua
quadam collectione et quasi compressione naturam atrae bili persimilem contrahit” (Three
books of life, pp. 112-114).
No nos olvidemos que, según Ficino, podemos tener la capacidad de razonar y dedicar
nuestro tiempo a pensar sobre los saberes eternos, pero si esta actividad no se
encuentra en armonía con un cuerpo sano y un espíritu tranquilo en vano llamaríamos
a las puertas de las Musas.
En todo caso, la melancolía que nace de un recalentamiento es perjudicial para la
capacidad de juicio y para la sabiduría. Pues, en efecto, cuando el humor se enciende
y arde, suele producir aquella excitación o aquel delirio que los griego llaman manía y
nosotros furor. Pero cuando se extingue, porque las partes más sutiles y más limpias
se han disuelto y solo queda un negro hollín, provoca aturdimiento y entontecimiento.
Y a esta disposición del ánimo se la llama propiamente melancolía, demencia o
locura14.
La otra clase de melancolía, aquella que Ficino denomina natural, es la que busca
defender en su tratado puesto que, no siendo tan nociva para los hombres, resulta
provechosa para la contemplación de la divinidad. Es importante aclarar que el hecho
de no ser tan nociva no implica que Ficino la catalogue como buena; sólo le interesa
subrayar que resulta provechosa en tanto no se mezcle con los mismos contenidos de
la adusa.
Así pues, solo aquella otra bilis negra que hemos llamado natural nos resulta
provechosa para la adquisición del juicio y de la sabiduría, y aun entonces no siempre.
Si está sola, con su masa negra y densa ofusca el espíritu, aterroriza el ánimo,
embota el ingenio. Si mezcla con la simple pituita, se sitúa sangre fría alrededor del
corazón, y como consecuencia de esta frígida densidad se genera indolencia y
entorpecimiento15.
La idea es, entonces, poder equilibrar la bilis negra a tal punto que queden sólo
aquellos aspectos favorables y se convierta en “sutilísima” hasta donde le permita su
naturaleza.
La bilis negra no ha de ser ni tan poca que no consiga regular la sangre, la bilis y el
espíritu, y ocurra entonces que el ingenio sea inconstante y la memoria frágil, ni
tampoco, por el lado contrario, tan abundante que, cargados con un peso excesivo,
parezcamos estar somnolientos y necesitar espuelas. Es, pues, preciso que la
melancolía sea todo lo sutil que permita su naturaleza. Si consigue llegar al grado
más sutil compatible con su naturaleza, podría tal vez ser también abundante sin
14 Tres libros sobre la vida p. 28. “Quaecunque adustione nascitur iudicio et sapientiae nocet.
Nempe dum humor ille accenditur atque ardet, concitatos furentesque facere solet, quam
Graeci maniam nuncupant, nos vero furorem. At quando iam extinguitur, subtilioribus
clarioribusque partibus resolutis solaque restante fuligine tetra, stolidos reddit et stupidos.
Quem habitum melancholiam proprie et amentiam vecordiamque appellant” (Three books of
life, p. 114).
15 Tres libros sobre la vida p. 28. “Sola igitur atra bilis illa quam diximus naturalem ad
iudicium nobis sapientiamque conducit, neque tamen semper. Sane si sola sit, atra nimium
densaque mole obfuscat spiritus, terret animun, obtundit ingenium. Si vero pituitae simplici
misceatur cum frigidus obstiterit circum praecordia sangris, crassa quadam frigiditate
segnitiem adducit atque torporem” (Three books of life, p. 116-118).
llegar a ser nociva, incluso hasta el punto de equipararse a la bilis amarilla, al menos
en lo relativo al peso16.
Una vez desarrolladas las causas y los dos tipos de melancolía, Ficino procura dar
varios consejos sobre el cuidado que el hombre de letras debe tener respecto de su
cuerpo haciendo hincapié en las tres grandes tentaciones: el coito, incitado por Venus,
el hartazgo de vino y comida, y el prolongar la vigilia. Estos males no sólo aquejan al
hombre saturnino, pero sí se profundizan en él convirtiéndolo en perezoso y cobarde.
A propósito de esto, Ficino realiza en varias oportunidades la misma advertencia:
Y poned la máxima diligencia en el cuidado de vuestra salud. Si esta falta, nunca
conseguiremos ni llegar tan siquiera a las excelsas puertas de las Musas, y en vano
llamaremos a ellas, a menos que nos conduzcan hasta allí y nos las abra, con su
intervención extraordinaria, Dios todopoderoso17.
Ahora bien, más allá que su exhortación estaba dirigida específicamente a los
hombres de letras, en su segundo libro dedicado a la vida longeva subraya que la
vejez tiene las mismas consecuencias, es decir, también ésta obstaculiza el camino de
la sabiduría.
Pues, en efecto, mientras el resto de su cuerpo se mantiene ocioso, desarrollan una
gran actividad celebrar y mental y por eso son propensos a producir pituita y bilis
negra que los griegos llaman, respectivamente, flegma y melancolía. La primera a
menudo debilita y sofoca el ingenio, la segunda, por el contrario, si es demasiado
abundante y se inflama, atormenta el alma con una inquietud continua y delirios
frecuentes y perturba la capacidad de juicio hasta tal punto que puede afirmarse , y
no sin razón, que los hombres de letras gozarían de singular salud si no se vieran a
veces perturbados por la pituita y que serían los más felices y sabios de todos los
hombres si la imperfección de la bilis negra no les indujera con frecuencia a
entristecerse y llegar a veces hasta el desvarío 18.
16 Tres libros sobre la vida, p. 28. “Oportet autem atram bilem neque tam paucam esse, ut
sanquis, bilis, spiritus quasi freno careant, unde instabile ingenium labilemque memoriam
esse contingat; neque tam multam, ut nimio pondere praegravati dormitare atque egere
calcaribus videamur. Proinde necessarium est omnino eam esse, quoad eius natura patitur,
subtilissimam. Si enim tenuata pro natura sua maxime fuerit, poterit forsitan absque noxa
etiam esse multa, atque etiam tanta ut aequare bilem saltem pondere videatur” (Three
books of life, p. 118).
17 Tres libros sobre la vida, p. 23. “Legite igitur diligenter atque curate valetudinem
diligentissime. Sublata enim sanitate sublimes Musarum fores, nisi Deus omnipotens mira
quadam virtute et ducat et patefaciat, aut non tanguntur a nobis unquam aut certe frustra
pulsantur” (Three books of life, p. 118).
18 Tres libros sobre la vida, p. 25-26. “Quantum enim reliquio corpore otiosi sunt, tantum
cerebro ac mente negotiosi. Inde pituitam, quod Graeci phlegma , hinc atram bilem, quam
iidem melancholiam vocat, gignere compelluntur. Illa quidem ingenium saepe obtundit et
suffocat, haec vero, si nimium abundaverit flagraveritque, assidua cura crebrisque
deliramentis vexat animun iudiciumque perturbat, ut non immerito dici possit, litteratos fore
et praecipue sanos, nisi cum pituita molesta est, et laetissimos sapientissimosque omnium,
nisi bilis atrae vitio vel maerere saepe vel interdum desipere compellantur” (Three books of
life, p. 112).
Ficino utiliza varias páginas de su tratado para presentar una lista extensa que explica
cuáles son los alimentos, las bebidas y las actividades que provocan la mala
melancolía y aquellos que ayudan a contrarrestarla.
Para dar un ejemplo basta con las siguientes citas:
Las cosas que hacen que aumente en nosotros la pésima y dañosa bilis negra [...] son
las siguientes: el vino denso y turbio, sobre todo el tinto; los alimentos duros, secos,
salados, acres, ácidos, viejos, a la brasa, a la parrilla, fritos. La carne de buey y de
liebre, el queso envejecido, las salsas, las legumbres, en particular las habas, las
lentejas, la berenjena, el jaramago, la berza, la mostaza, el rábano, el ajo, la cebolla,
el puerro, las moras, las zanahorias, todos los alimentos que calientan o enfrían al
mismo tiempo secan y todo los de color negro. La ira, el temor, la compasión, el dolor,
el ocio, la soledad y todo cuanto ofende a la vista el olfato, el odio, pero sobre todo y
por encima de todo las tinieblas19.
Y continúa:
Y como la bilis negra es siempre, de hecho , muy seca, y también fría, aunque no en
la misma medida, sin duda es necesario contrarrestarla recurriendo a cosa
moderadamente cálidas y lo mas húmedas que sea posible y a alimentos
cuidadosamente hervidos, que puede dirigirse con facilidad y producen sangre sutil y
limpísima20.
Sin embargo, además de los buenos alimentos que el hombre debe consumir, de la
buena música que debe escuchar y del ejercicio físico, Ficino agrega algo propio de la
tradición hermética, esto es, el uso de los talismanes que “evocan la influencia de los
astros y aseguran su efecto más concentrado”. Esto indica claramente que para él el
estado saturnino no puede comprenderse exclusivamente por sus causas naturales o
como un pecado a la manera de la Edad Media21.
19 Tres libros sobre la vida, p. 36. “Pessimam vero illam, quam in superioribus detestabamur,
atram bilem haec augent: crassum turbidumque vinum, praecipue nigrum; cibi, duri, sicci,
salsi, acres, acuti, veteres, usti, assi, fricti; carnes bovis et leporis, caseus vetus,
salsamenta, legumina: praecipue faba, lenticula, melongia, eruca, brassica, sinapis,
radicula, allium , cepa, porrum, mora, cariotae, et quaecunque calefaciunt vel frigefaciunt
simul atque desiccant, et omnia nigra; ira, timor misericordia, dolor, otium, solitudo, et
quaecunque visum et olfactum auditumque offendunt, omnium vero maxime tenebrae...”
(Three books of life, p. 132).
20 Tres libros sobre la vida, p. 36. “Cumvero bilis atra semper siccissima sit, frigida quoque,
licet non aeque, huic certe resistendum est rebus quidem modice calidis, humidis vero
quam maxime, cibis elixis assidue, qui coquantur facile et subtilem gignant sanguinem
atque clarissimum” (Three books of life, p. 132).
21 El concepto de acedia estuvo vinculado con la melancolía a pesar de estar más cerca, no de
la contemplación divina, sino, más bien, de la pérdida paulatina de la alegría por Dios. De
ahí que la acedia se la haya categorizado en la Edad Media como uno de los principales
pecados.
Para mayor información, véase Theunissen, Michael, Anteproyectos de la Modernidad:
antigua melancolía y acedia de la Edad Media.
sobre si esa influencia no solo empleando los múltiples medios externos, sino también
(de forma mas efectiva) mediante una especia de autoterapia psicológica, una
ordenación deliberada de su propia razón e imaginación 26.
En cierto sentido afirma que se puede dedicar la vida a la contemplación pero
simultáneamente el hombre no debe olvidarse de “[e]vitar toda intemperancia, dividir
razonablemente el día, vivienda y alimento adecuados, caminar, buena digestión
masaje de la cabeza y del cuerpo, y, sobre todo, música” 27. En consecuencia, se
puede combatir los riesgos (tormento al cuerpo y las facultades inferiores con dolor,
temor y depresión) recordando la unión armónica entre cuerpo, alma y espíritu.
En síntesis, Saturno, como el astro sublime de la especulación, otorgaba el beneficio
de la contemplación creadora, que tiene lugar en la mens, pero a su vez, con la
misma fuerza, fortalece las funciones ordinarias del cuerpo como enemigo del alma.
En otros términos “opresor de toda vida sujeta de algún modo al mundo presente,
Saturno genera melancolía; pero como amigo y protector de una existencia superior y
puramente intelectual, puede también curar28. Este intento por moderar la melancolía
es parte de la libertad que posee el hombre y que le permite presentarse ante un
“determinismo astrológico” con la decidida voluntad de forjar el destino en su propio
favor. No obstante, esto no significa que se pueda huir del poder de Saturno; sólo
cabe controlar su influjo de tal manera que prevalezcan las influencias que benefician
al hombre.
26 Ibid., p. 263.
27 Ibid., pp. 260 261.
28 Ibid., p. 264
Ahora bien, en la medida que el humor melancólico es resultado del influjo de los
astros sobre la naturaleza de los individuos el intento por “domesticar” la melancolía
equivale a un ejercicio de la voluntad y la libertad singular que le permite al hombre
“vencer” el determinismo astrológico. Sin embargo, este intento no corta el lazo que
une al hombre con su ascendencia astral; antes bien, limita algunos de sus aspectos.
Es decir, el hombre puede elegir dedicarse a la vida intelectual o no, puede abocarse a
los estudios de lo que está más allá del mundo que lo rodea o sólo contemplar lo
sensible. Es esta libertad la que lo conduce a conformar su vida dentro del
determinismo astrológico, aunque esto en sí mismo aparente una contradicción.
Antes de finalizar me gustaría volver sobre una cuestión: la melancolía en Marsilio
Ficino puede entenderse como una condición anímica que pone de manifiesto una
inestabilidad antropológica; no obstante, este desequilibrio posee no sólo un riesgo,
sino también, un gran beneficio en la medida que permite a los hombres trascender lo
meramente natural y aprender los ejercicios espirituales que conducen hacia la Gracia
de Dios. El ser melancólico que envuelve a los poetas y a los filósofos y los obliga a
reconocerse extraños en este mundo en búsqueda de una realidad enajenada convive
en una tranquila quietud, contemplando la trascendencia, sin salir de sí mismo. Es
justamente esta mirada que ofrece Ficino sobre la melancolía la que ingresa en el
siglo XV, trasciende las fronteras de la filosofía hasta el arte y penetra en la
Modernidad permitiendo discutir la obra de Ficino en un contexto más amplio que el
renacentista.
Bibliografía
Fuentes
• Ficino, Marsilio (1989), De Vita Triplici, edición y traducción e Kaske, C. V. y
Clark, J.R., Three books of life, Binghamton, State University of New York,
1989.
• Ficino, Marsilio (2006), Tres libros sobre la vida Madrid, ed.Neuropsiquatria..
Bibliografía de consulta
• Agamben, Giorgio (2002), Estancias las palabras y el fantasma en la cultura
occidental, Madrid, Editora Nacional.
ESCORPIO
Magnificando al Villano
Nos estamos refiriendo al signo fijo del elemento agua, irá al fondo de la cuestión
aunque le lleve la vida, no es de medias tintas y no dejará algo sin resolver.
No le falta voluntad, tal vez le falte tiempo, puede pasar un día, una década o el resto
de su vida para procesar su complejo mundo interno, así que todo o nada, a matar o
morir, pero nunca será superficial.
Ama u odia con la misma intensidad, por ese motivo sus relaciones serán
contundentes.
Al pan, pan y al vino, vino dice el refrán y fiel a sus convicciones, medirá a quien
tenga enfrente con una aguda mirada que traspasa el límite visible.
No es fácil sostenerle la mirada a un escorpio de ley y si pensamos que lee nuestros
pensamientos y acierta nuestros estados de ánimos, estamos en lo cierto.
Parecería que no tiene puntos débiles, pero los tiene, como todos. No son fácilmente
detectables por los demás. Quien descubra cuáles son sus armas y sus más profundos
miedos, vulnerará su energía, es entonces que se producirá una filtración en su aura,
debilitándolo temporariamente.
No es que alguien llegue fácilmente a penetrar su escudo protector, su pasión lo
puede llevar a entregarse de una forma total y jugarle una mala pasada.
Desconfiar lo lleva a investigar y como el mejor detective lo hará sigilosamente,
pondrá en marcha su innata habilidad para comprender las cosas.
Desenredando de a poco la madeja, llegará a descubrir lo que hay detrás de un
asunto.
Marte tiene su domicilio pasivo en Escorpio, poniendo de manifiesto cualidades de
estratega ante el ataque y a la hora de tomar decisiones, la espera no lo desespera y
le da tiempo para una buena planificación.
La pulseada lo representa puesto que medir fuerzas con el otro, le da el control de la
situación.
Soporta la tensión como pocos, esto le posibilita sostener su desmedido esfuerzo por
ocultar sus pasiones. Uno a uno van cayendo ante su magnetismo y seducción en el
mejor de los casos, y en el peor, se es víctima de su intrincada red emocional.
Nada está librado al azar, todo tiene su opuesto en un sistema, la noche y el día, la
luz y la oscuridad, el bien y el mal.
A Escorpio le tocó iluminar la oscuridad, el héroe se convierte en villano y viceversa.
Procesar y soltar. Si uno pudiera equilibrar de una manera adecuada este proceso
rejuvenecedor de la energía, estaría trabajando lo mejor de Escorpio.
DIOSES Y HÉROES DE LA
ANTIGUA GRECIA
Robert Graves
Introducción
Casi todas las artes y ciencias útiles
nos fueron dadas por los antiguos
griegos: la astronomía, las
matemáticas, la ingeniería, la
arquitectura, la medicina, la
economía, la literatura y el derecho.
Incluso el lenguaje científico
moderno está formado mayoritariamente por palabras griegas. Ellos fueron el primer
pueblo de Europa en escribir libros; y dos largos poemas de Homero —acerca del
asedio de Troya y sobre las aventuras de Odiseo— se leen todavía con placer, aunque
su autor viviera antes incluso del 700 a. de C. Después de Homero llegó Hesíodo,
quien, entre otras cosas, escribió sobre dioses, guerreros y la creación. Los griegos
tenían un gran respeto por Homero y Hesíodo, y las historias (hoy llamadas «mitos»)
que ellos y otros poetas narraron se convirtieron en parte de la cultura, no sólo de
Grecia, sino de cualquier lugar donde llegara la lengua griega: desde Asia occidental
hasta el norte de África y España.
Roma conquistó Grecia unos ciento cincuenta años antes del nacimiento de Cristo,
pero los romanos admiraban tanto la poesía griega que continuaron leyéndola, incluso
después de convertirse al cristianismo. La cultura romana se extendió por toda Europa
y, al final, llegó sin grandes cambios desde Inglaterra hasta América. Cualquier
persona culta debía conocer la mitología griega casi tan bien como la Biblia, aunque
sólo fuera porque el mapa griego del cielo nocturno, aún utilizado por los astrónomos,
era un libro ilustrado de los mitos. Algunos grupos de estrellas están formados por
perfiles relacionados con las personas y los animales mencionados en aquella
I
Los doce dioses y diosas más importantes de la antigua Grecia, llamados dioses del
Olimpo, pertenecían a la misma grande y pendenciera familia. Menospreciaban a los
anticuados dioses menores sobre los que gobernaban, pero aún menospreciaban más
a los mortales. Los dioses del Olimpo vivían todos juntos en un enorme palacio erigido
entre las nubes, en la cima del monte Olimpo, la cumbre más alta de Grecia. Grandes
muros, demasiado empinados para poder ser escalados, protegían el palacio. Los
albañiles de los dioses del Olimpo, cíclopes gigantes con un solo ojo, los habían
construido imitando los palacios reales de la Tierra.
En el ala meridional, detrás de la sala del consejo, y mirando hacia las famosas
ciudades griegas de Atenas, Tebas, Esparta, Corinto, Argos y Micenas, estaban los
aposentos privados del rey Zeus, el dios padre, y de la reina Hera, la diosa madre. El
ala septentrional del palacio, que miraba a través del valle de Tempe hasta los montes
agrestes de Macedonia, albergaba la cocina, la sala de banquetes, la armería, los
talleres y las habitaciones de los siervos. En el centro, se abría un patio cuadrado al
aire libre, con un claustro, y habitaciones privadas a cada lado, que pertenecían a los
otros cinco dioses y las otras cinco diosas del Olimpo. Más allá de la cocina y de las
habitaciones de los siervos, se encontraban las cabañas de los dioses menores, los
cobertizos para los carros, los establos para los caballos, las casetas para los perros y
una especie de zoo, donde los dioses del Olimpo guardaban sus animales sagrados.
Entre éstos, había un oso, un león, un pavo real, un águila, tigres, ciervos, una vaca,
una grulla, serpientes, un jabalí, toros blancos, un gato salvaje, ratones, cisnes,
garzas, una lechuza, una tortuga y un estanque lleno de peces.
En la sala del consejo, los dioses del Olimpo se reunían de vez en cuando para tratar
asuntos relacionados con los mortales, como por ejemplo a qué ejército de la Tierra
se le debería permitir ganar una guerra o si se debería castigar a tal rey o a tal reina
que se hubieran comportado con soberbia y de forma reprobable. Pero casi siempre
estaban demasiado metidos en sus propias disputas y pleitos como para ocuparse de
asuntos relativos a los mortales.
El rey Zeus tenía un enorme trono negro de mármol pulido de Egipto, decorado con
oro. Siete escalones llevaban hasta él, cada uno esmaltado con uno de los siete
colores del arco iris. En lo alto, una túnica azul brillante proclamaba que todo el cielo
le pertenecía sólo a él; y sobre el reposabrazos derecho de su trono había un águila
áurea con ojos de rubí, que blandía entre sus garras unas varas dentadas de estaño,
lo que significaba que Zeus podía matar a cualquier enemigo que quisiera enviándole
un rayo. Un manto púrpura de piel de carnero cubría el frío asiento; Zeus lo usaba
para provocar lluvias mágicamente en épocas de sequía. Era un dios fuerte, valiente,
necio, ruidoso, violento y presumido, que siempre estaba alerta por si su familia
intentaba liberarse de él. Tiempo atrás, él se había librado de su cruel, holgazán y
caníbal padre, Cronos, rey de los titanes y de las titánides. Los dioses del Olimpo no
podían morir, pero Zeus, con la ayuda de dos de sus hermanos mayores, Hades y
Poseidón, había desterrado a Cronos a una isla lejana en el Atlántico, probablemente
a las Azores o quizá a la isla Torrey, en la costa de Irlanda. Zeus, Hades y Poseidón se
sortearon las tres partes del reino de Cronos. Zeus ganó el cielo, Poseidón el mar y
Hades el mundo subterráneo; la Tierra sería compartida. Uno de los símbolos de Zeus
era el águila; otro, el pájaro carpintero.
Cronos consiguió escapar de la isla en una pequeña barca y, cambiando su nombre
por el de Saturno, se estableció tranquilamente entre los italianos y se portó muy
bien. En realidad, el reinado de Saturno fue conocido como la Edad de Oro, hasta que
Zeus descubrió la fuga de Cronos y lo desterró de nuevo. Por aquel entonces, los
mortales de Italia vivían sin trabajar y sin problemas, comiendo sólo bellotas, frutas
del bosque, miel y nueces, y bebiendo únicamente leche y agua. Nunca participaban
en guerras, y pasaban los días bailando y cantando.
La reina Hera tenía un trono de marfil, al que se llegaba subiendo tres escalones.
Cuclillos de oro y hojas de sauce decoraban el respaldo, y una luna llena colgaba
sobre él. Hera se sentaba sobre una piel de vaca, que a veces utilizaba para provocar
lluvias mágicamente, si Zeus no podía ser molestado para detener una sequía. Le
disgustaba ser la esposa de Zeus, porque él se casaba a menudo con mujeres
mortales y decía, con una sonrisa burlona, que esos matrimonios no contaban porque
esas esposas pronto envejecerían y morirían, y que Hera seguiría siendo siempre su
reina, perpetuamente joven y hermosa.
La primera vez que Zeus le pidió a Hera que se casaran, ella lo rechazó, y continuó
rehusándolo cada año durante trescientos. Pero un día de primavera, Zeus se disfrazó
de desdichado cuclillo perdido en una tormenta y llamó a la ventana de Hera. Ella,
que no descubrió el disfraz, dejó entrar al cuclillo, secó sus húmedas plumas y
susurró: «Pobre pajarito, te quiero». De repente, Zeus recobró su auténtica forma y
dijo: «¡Ahora, tienes que casarte conmigo!». Después de aquello, por muy mal que se
portara Zeus, Hera se sentía obligada a dar buen ejemplo a dioses, diosas y mortales,
como madre del cielo. Su símbolo era una vaca, el más maternal de todos los
animales, pero para no ser considerada aburrida y tranquila como este bóvido, Hera
también se atribuía el pavo real y el león.
Estos dos tronos presidían la sala de consejos, al fondo de la cual una puerta daba a
campo abierto. A ambos laterales de la sala, se encontraban otros diez tronos: para
cinco diosas en el lado de Hera y para cinco dioses en el de Zeus.
Poseidón, dios de los mares y los ríos, tenía el segundo trono más grande. Esta
divinidad se sentaba sobre piel de foca y su trono, uno cuyos reposabrazos estaba
esculpido con formas de criaturas marinas y decorado con coral, oro y madreperla,
era de mármol verde y gris con listones blancos. Zeus, por haberle ayudado a
desterrar a Cronos y a los titanes, había casado a Poseidón con Anfitrite, la anterior
diosa del mar, y le había permitido quedarse con todos sus títulos. Aunque odiaba ser
menos importante que su hermano menor y siempre fruncía el ceño, Poseidón temía
el rayo de Zeus. Su única arma era un tridente, con el que podía abrir el mar y hundir
los barcos, por eso Zeus nunca viajaba en embarcaciones. Cuando Poseidón se sentía
aún mas enojado de lo habitual, se marchaba en su carro a un palacio bajo las olas,
cerca de la isla de Eubea, y allí esperaba que su ira se aplacase. Como símbolo,
Poseidón eligió un caballo, un animal que él aseguraba haber creado: las grandes olas
se llaman todavía «caballos blancos» debido a esto.
Frente a Poseidón se sentaba su hermana Deméter, diosa de las frutas, las hierbas y
los cereales. Su trono era de brillante malaquita con espigas de cebada de oro y
pequeños cerdos dorados. Deméter casi nunca sonreía, excepto cuando su hija
Perséfone —infelizmente casada con el odioso Hades, dios de la muerte— la visitaba
una vez al año. Deméter había sido bastante alocada de joven y nadie recordaba el
nombre del padre de Perséfone: probablemente era un dios del campo con el que la
diosa se había casado por una broma de borrachos, durante una fiesta de la cosecha.
El símbolo de Deméter era una amapola, que crece roja como la sangre entre la
cebada.
Al lado de Poseidón, se sentaba Hefesto, hijo de Zeus y Hera. Como era el dios de los
orfebres, los joyeros, los herreros, los albañiles y los carpinteros, él mismo había
construido los tronos e hizo del suyo una obra maestra, con todos los metales y
piedras preciosas que pudo encontrar. El asiento podía girar, los reposabrazos podían
moverse arriba y abajo, y todo el trono podía rodar automáticamente cuando él lo
deseara, igual que las mesas doradas con tres patas de su taller. Hefesto quedó cojo
nada más nacer, cuando Zeus rugió a Hera «¡Un mocoso debilucho como éste no es
digno de mí!» y lo lanzó lejos, por encima de los muros de Olimpo. Al caer, Hefesto se
rompió una pierna, con tan mala fortuna que tuvo que ayudarse eternamente de una
muleta de oro. Tenía una casa de campo en Lemnos, la isla donde había ido a parar.
Su símbolo era una codorniz, un pájaro que en primavera baila a la pata coja.
Frente a Hefesto se sentaba Atenea, la diosa de la sabiduría que había enseñado a
Hefesto a manejar las herramientas y que sabía más que nadie sobre cerámica,
tejeduría y cualquier oficio artesanal. Su trono de plata tenía una labor de cestería en
oro, en el respaldo y a ambos lados, y una corona de violetas hecha de lapislázulis
azules, encima. Los reposabrazos terminaban en sonrientes cabezas de gorgonas.
Atenea, aunque era muy lista, desconocía el nombre de sus padres. Poseidón decía
que era hija suya, de un matrimonio con una diosa africana llamada Libia. Pero lo
único cierto era que, de niña, Atenea fue encontrada, vestida con una piel de cabra,
deambulando a orillas de un lago libio. Sin embargo, Atenea, antes de admitir ser hija
de Poseidón, a quien consideraba muy estúpido, permitía que Zeus la creyera
descendiente suya. Zeus afirmaba que un día, cuando padecía un horrible dolor de
cabeza y aullaba como un millar de lobos cazando en jauría, Hefesto había acudido a
él con un hacha y, amablemente, le había partido el cráneo, lugar del que surgió la
diosa, vestida con una armadura completa. Atenea era también la diosa de las
batallas, aunque nunca iba a la guerra si no la obligaban, ya que era demasiado
sensata para participar en peleas. En cualquier caso, si llegaba a luchar, siempre
ganaba. Esta divinidad escogió a la sabia lechuza como símbolo y tenía una casa en
Atenas.
Al lado de Atenea se sentaba Afrodita, diosa del amor y la belleza. Tampoco nadie
sabía quiénes eran sus padres. El viento del Sur dijo que la había visto una vez en el
mar sobre una concha cerca de la isla de Citera y que la había conducido
amablemente a tierra. Podía ser hija de Anfitrite y de un dios menor llamado Tritón,
que soplaba fuertes corrientes de aire a través de una caracola, pero también podía
ser descendiente del viejo Cronos. Anfitrite se negaba a decir una sola palabra sobre
el asunto. El trono de Afrodita era de plata con incrustaciones de berilos y
aguamarinas: el respaldo tenía forma de concha, el asiento era de plumas de cisne y,
bajo sus pies, había una estera de oro bordada con abejas doradas, manzanas y
gorriones. Afrodita tenía un ceñidor mágico que llevaba siempre que quería hacer que
alguien la amara con locura.
Para evitar que Afrodita se portara mal, Zeus decidió que le convenía un marido
trabajador y decente y, naturalmente, escogió a su hijo Hefesto. Éste exclamó:
«¡Ahora, soy el dios más feliz!». Pero ella consideró una desgracia ser la esposa de un
herrero, con la cara llena de hollín, las manos callosas y además cojo, e insistió en
tener una habitación para ella sola. El símbolo de Afrodita era una paloma y visitaba
Pafos, en Chipre, una vez al año, para nadar en el mar, lo que le traía buena suerte.
Frente a Afrodita se sentaba Ares, el alto, guapo, presumido y cruel hermano de
Hefesto, a quien le gustaba luchar por luchar. Ares y Afrodita estaban continuamente
cogidos de la mano y cuchicheando en los rincones, lo que ponía celoso a Hefesto. Si
alguna vez éste se quejaba de ello en el consejo, Zeus se reía de él y le decía: «Tonto,
¿por qué le diste a tu esposa ese ceñidor mágico? ¿Puedes culpar a tu hermano si se
enamoró de Afrodita cuando lo llevaba puesto?». El trono de Ares, recio y feo, era de
bronce, tenía unas calaveras en relieve ¡y estaba tapizado con piel humana! Ares era
maleducado, inculto y tenía el peor de los gustos; pero Afrodita lo veía magnífico. Sus
símbolos eran un jabalí y una lanza manchada de sangre. Tenía una casa de campo
entre los espesos bosques de Tracia.
Al lado de Ares se sentaba Apolo, dios de la música, de la poesía, de la medicina, del
tiro con arco y de los hombres jóvenes solteros. Era hijo de Zeus y Leto, una diosa
menor con la que Zeus se casó para molestar a Hera. Apolo se rebeló contra su padre
una o dos ocasiones, pero sufrió un duro castigo cada vez y aprendió a comportarse
con más sensatez. Su trono áureo, extremadamente pulido, tenía grabadas unas
inscripciones mágicas, un respaldo en forma de lira y una piel de pitón en el asiento.
Encima del mismo, había colgado un sol de oro con veintiún rayos como flechas,
porque Apolo decía que gobernaba el Sol. El símbolo de Apolo era un ratón; al
parecer, los ratones conocían los secretos de la Tierra y se los contaban a él. (Prefería
los ratones blancos a los grises; a la mayoría de los niños aún les sucede.) Apolo
poseía una casa espléndida en Delfos, en la cima del monte Parnaso, construida
alrededor del famoso oráculo que le robó a la Madre Tierra, la abuela de Zeus.
Frente a Apolo se sentaba su hermana gemela Artemisa, diosa de la caza y de las
chicas solteras, de quien Apolo había aprendido la medicina y el tiro con arco. Su
trono era de plata pura, con un asiento forrado de piel de lobo y un respaldo con la
forma de dos ramas de palmera con perfiles de luna nueva, una a cada lado de una
vasija. Apolo se casó varias veces con esposas mortales en distintas épocas. Una vez,
acosó incluso a una chica llamada Dafne, pero ésta imploró ayuda a la Madre Tierra y
fue convertida en un laurel, antes de que Apolo pudiera atraparla y besarla. Artemisa,
sin embargo, odiaba la idea del matrimonio, aunque cuidaba amablemente a las
madres, cuando daban a luz a sus bebés. Artemisa prefería cazar, pescar y nadar a la
luz de la luna, en lagos de montaña. Si un mortal la veía desnuda, ella lo convertía en
ciervo y lo cazaba. Como símbolo, esta diosa escogió una osa, el más peligroso de
todos los animales salvajes de Grecia.
El último de la fila de los dioses era Hermes, hijo de Zeus y de una diosa menor
llamada Maya, la cual dio nombre al mes de mayo. Hermes, dios de los comerciantes,
los banqueros, los ladrones, los adivinos y los heraldos, nació en Arcadia. Su trono
estaba esculpido en un único y sólido bloque de roca gris; los reposabrazos tenían
forma de arietes y el asiento estaba tapizado con piel de cabra. En el respaldo había
esculpida una esvástica que representaba una máquina para encender fuego
inventada por él: la barrena de fuego. Hasta entonces, las amas de casa tenían que
coger una brasa del vecino. Hermes también inventó el alfabeto; y uno de sus
símbolos era una grulla, ya que estos animales vuelan en forma de V, la primera letra
que escribió. Otro de los atributos de Hermes era una rama de avellano pelada, que
llevaba como mensajero de los dioses del Olimpo que era. De esa rama colgaban unos
cordones blancos que la gente tomaba a menudo por serpientes.
La última de la fila de las diosas era la hermana mayor de Zeus, Hestia, diosa del
hogar: se sentaba en un sencillo trono de madera lisa, sobre un simple cojín de lana
virgen. Hestia, la más amable y pacífica de todos los dioses del Olimpo, odiaba las
continuas peleas familiares y nunca se preocupó por elegir un símbolo. Se encargaba
de cuidar el fuego de la chimenea de carbón que había en el centro de la sala de
consejos.
Esto suma seis dioses y seis diosas. Pero un día Zeus anunció que Dionisos, hijo suyo
y de una mujer mortal llamada Semele, había inventado el vino y que, por tanto, se le
debía conceder un sitio en el consejo. Trece dioses olímpicos hubiese sido un número
desafortunado, así que Hestia le ofreció su lugar, sólo para mantener la paz.
Quedaban pues siete dioses y cinco diosas. Era una situación injusta, ya que cuando
se trataba de cuestiones sobre mujeres, los dioses superaban en votos a las diosas. El
trono de Dionisos era de madera de abeto dorada, decorado con racimos de uva
esculpidos en amatista (una piedra de color violeta), serpientes esculpidas en
serpentina (una piedra multicolor), jade (una piedra verde oscuro) y cornalina (una
piedra de color rosa). Este dios eligió un tigre como símbolo, ya que una vez había
visitado la India, al frente de un ejército de soldados ebrios, y se trajo unos tigres
como recuerdo.
En cuanto a los otros dioses y diosas que vivían en el Olimpo, está Heracles, el
portero, quien dormía en la caseta de la entrada, y Anfitrite, la esposa de Poseidón,
de la cual ya hemos hablado. También estaba la madre de Dionisos, Semele, a quien
Zeus convirtió en diosa a petición de su hijo; la odiosa hermana de Ares, Eris, diosa
de las peleas; Iris, mensajera de Hera, que corría a lo largo del arco que lleva su
nombre; la diosa Némesis, que llevaba una lista de todos los mortales orgullosos y
merecedores del castigo de los dioses del Olimpo; el malvado niño Eros, dios del
amor, hijo de Afrodita, que se divertía lanzando flechas a la gente para hacerlos
enamorarse ridículamente; Hebe, diosa de la juventud, que se casó con Heracles;
Ganimedes, el joven y guapo copero de Zeus; las nueve musas que cantaban en el
salón comedor, y la anciana madre de Zeus, Rea, a quien su hijo trataba de forma
mezquina, a pesar de que ella, una vez le salvó la vida con un truco, cuando Cronos
quería comérselo.
En una sala, detrás de la cocina, se sentaban las tres parcas, llamadas Cloto, Láquesis
y Átropos. Eran las diosas más ancianas que existían, tan viejas que nadie recordaba
su origen. Las parcas decidían cuánto tiempo debía vivir cada mortal: trenzaban un
hilo de lino hasta que midiera tantos milímetros y centímetros como meses y años y,
luego, lo cortaban con unas tijeras. También sabían cuál sería el destino de todos los
dioses del Olimpo, pero casi nunca lo revelaban. Incluso Zeus las temía por este
motivo.
Los dioses del Olimpo saciaban su sed con néctar, una bebida dulce hecha con miel
fermentada, y comían ambrosía, una mezcla cruda de miel, agua, aceite de oliva,
queso y cebada, según se decía, aunque existen dudas al respecto. Algunos afirman
que el verdadero alimento de los dioses del Olimpo eran ciertas setas moteadas que
aparecían siempre que el rayo de Zeus caía sobre la Tierra y que eran éstas el motivo
de su inmortalidad. La ternera y el cordero asados también eran alimentos favoritos
de los dioses del Olimpo así que los mortales sólo se comían estas carnes tras
ofrecérselas en sacrificio.
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Liz Greene: Definitivamente. No creo que nuestros héroes por el momento vayan a
ser algo reconocible, no con Neptuno y Urano en Acuario. No nos gustan los héroes,
son políticamente incorrectos. Tenemos que encontrarlos en películas, en novelas y en
la televisión.
Nick Campion: ¿Qué pasa con la generación “Yo” con Plutón en Leo? ¿Hay algo que
dice “Como yo también puedo ser un héroe no voy a reconocer tu heroísmo?”
Liz Greene: No, creo que son los que han creado series como Expedientes X y Buffy.
Todos ellos son gente con Plutón en Leo. La forma de participación de la generación
de Plutón en Leo, en la supervivencia de la naturaleza, esa determinación de que la
vida continúe a pesar de todo, es confirmar el poder creativo individual. Y siguen
haciéndolo. Lo hacen de manera diferente a la gente con Plutón en Virgo, en Libra o
en Escorpio. Las distintas generaciones, a medida que Plutón cambia de signo,
describen o rotulan la manera en que el instinto de supervivencia (esa parte individual
de la crudeza de la naturaleza) se activa cuando la suerte está echada y la
personalidad individual ya no es relevante o queda avasallada. Entonces, aparece
Plutón.
Nick Campion: ¿Tienes alguna idea de cómo se está manifestando la generación
Urano-Plutón?. Son los que nacieron durante la era hippy y recuerdo la desilusión en
los setenta, cuando todo el mundo decía, “La era de los hippies no llegó a nada”. Pero
por supuesto, los hippies tuvieron hijos.
Liz Greene: Sí.
Nick Campion: Y aquellos niños están ahora en su cuarta década. Los Punks se están
convirtiendo en abuelos. Supongo que los identificamos como la “generación de la
informática”.
Liz Greene: Están al final de su tercera década. Todavía no han atravesado la
oposición de Urano. Sí, son la generación de la informática, pero creo que también
están muy relacionados con los grandes temas de los 60, intentar volver a la
naturaleza, los productos y los ciclos naturales y la armonía con la Tierra. No eran
tanto anti tecnología como anti industrialización y este tema proviene realmente, del
grupo Urano-Plutón. Toda la conciencia que ahora se tiene acerca la alimentación y el
movimiento pro comida orgánica, proviene realmente de esta generación. Esto es lo
que están logrando en términos mundanos y todavía no han terminado. Todavía ni
siquiera ocupan posiciones de autoridad que se espera ocupen al final de su cuarta
década, principios de la quinta, cuando la gente alcanza altos cargos en el gobierno.
Aún, tenemos que ver que más pueden hacer.
Nick Campion: Y les siguen atrás los jóvenes que ahora tienen veinte, que son los que
nacieron con la conjunción Saturno-Plutón en Libra, que imagino son los que
protestan contra el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial de
Comercio.
Liz Greene: Sí.
cruelmente la visión pagana del mundo y creo que pagó un precio terrible por la
exclusión de lo que la antigua visión tenía de valor. Ahora nosotros, estamos en la
misma posición.
Nick Campion: Entonces, cuando tu escribes en Astrology for Lovers (Astrología para
Enamorados) que como individuos siempre estamos transformándonos 3, ¿Crees que
la sociedad humana esta también en constante proceso de transformación? De todo lo
que acabas de decir deduzco tu neutralidad respecto de esa transformación y de
aquello en lo que nos convertimos, lo cual no es necesariamente mejor que lo que
éramos antes.
Liz Greene: Podría ser mejor, pero no creo que haya ningún postulado que diga que
definitivamente lo será. De haberlo, quizá tenga más que ver con nuestro potencial
que con un grandioso designio de la evolución. Es un poco como la vida humana. Para
cuando alcanzamos una cierta edad, las experiencias han empezado a volverse
cíclicas y empiezas a reconocer ya que has estado antes en ese lugar. Esto puede ser
mejor en términos de sabiduría o de ser más hábil para atravesar las situaciones o
manejarlas con más creatividad. También, puede volver a la gente más amarga y
destructiva, porque se alteran al darse cuenta de que ya vivió esa situación antes.
Creo que existe el potencial de una genuina evolución, pero no creo que sea algo
dado. Tampoco estoy convencida de que sea un plan. Es algo que realmente
podríamos hacer nosotros mismos si fuésemos lo suficientemente inteligentes para
manejarlo.
Nick Campion: Me sorprendió tu ataque a los gurúes de la Nueva Era en Neptuno. 4
Precisamente lo encontré muy interesante, porque el mundo exterior clasifica a todos
los astrólogos como miembros de la Nueva Era y por lo tanto, un tanto excéntrico que
hubiera una astróloga que realmente criticara los excesos de los gurúes.
Liz Greene: Siempre me gustó la frase de John Cooper Powys: “El diablo es cualquier
dios que empieza a exigir obediencia”. Cualquier autoridad puede convertirse en
diablo, ya sea la “Espiritualidad de la Nueva Era” bajo la forma de un gurú, o la
religión ortodoxa, en la persona del Papa, o la ciencia, en la forma de alto poder
académico o la política, cuando empezamos a dejar que otros pongan en práctica la
capacidad de discriminar por nosotros.
“Verdad” es una palabra terrible, porque realmente depende del que la pronuncia. Si
relegamos la necesidad de luchar individualmente para descubrir lo que entendemos
es la verdad, nos comportamos como idiotas. No ataqué realmente a los gurúes por el
hecho de serlo. Uno puede convertir a su médico en un gurú. También, se puede
convertir al gobierno en un gurú, que fue lo que hicieron los rusos en la era Soviética
y lo que mucha gente hace con el gobierno inglés ahora. Se puede convertir cualquier
cosa en un gurú, si uno quiere ser un niño que necesita un padre que tenga todas las
respuestas. No creo que eso tenga nada que ver con la “Nueva Era”. Creo que tiene
que ver con un aspecto de los seres humanos que no quiere hacer el esfuerzo
necesario. Fundamentalmente somos criaturas perezosas y la dependencia de los
gurúes, es una manifestación de nuestra pereza.
Nick Campion: Hay algo más que tú dices sobre la Era de Acuario en uno de los
seminarios de los Planetas Exteriores y su Ciclos. 5 Alguien te preguntó cuando
comenzaba la Era de Acuario y tú dijiste. “Por lo que yo sé la Era de Acuario comenzó
el jueves pasado”, lo cual resume la ridícula necesidad de algunas personas de
absoluta certeza.
Liz Greene: Sí bastante.
Nick Campion: El miembro de la audiencia respondió: “No puedo evitar sentirme
decepcionado por lo que estás diciendo”.
Liz Greene: Sí, me ocurre a menudo. Alguien siempre se decepciona si no le doy la
respuesta exacta. ¡Oh cielos!
Nick Campion: También, puedes ser candidata a convertirte en gurú.
Liz Greene: Para mucha gente sí. Tengo clientes que intentan convertirme en uno y
me desespero, porque sé desde el principio que si alguien con esa mentalidad me pide
que le interprete su carta, se decepcionará con cualquier cosa que le diga, porque no
será “La Respuesta”. De hecho, trato de evitar ese tipo de clientes.
Nick Campion: ¿Puedes saberlo de antemano?
Liz Greene: Normalmente sí. Presentan un cierto matiz. Si les pregunto por teléfono,
“¿Por qué quieres hacerte la carta?” Lo percibo enseguida. A veces, está bien, pero la
mayoría de las veces si alguien busca a un gurú, realmente la astrología no se los
dará. Buscan una deidad paternal que les haga sentirse seguros y a salvo y les dé
todas las respuestas para no volver a sentir miedo nunca más. Aunque siento mucha
compasión por la gente que está en ese estado, porque todos lo atravesamos de
alguna manera, tratarlo no pertenece al campo de la astrología. La comprensión que
ofrece la astrología pasa por otro lado. Apunta a “Siga adelante. Construya una vida y
trabaje en ello”. Esta no es justamente una respuesta cósmica. Cualquier astrólogo
que brinde ese tipo de respuestas, probablemente, no hace su trabajo de una forma
muy realista.
5 Liz Greene, Los Planetas Exteriores y sus Ciclos. Editorial Barath, Madrid, 1988.
ALGUNAS REFLEXIONES
ACTUALES SOBRE ARGENTINA
La situación se asemeja a cuando nos encontramos con parientes lejanos, que tal vez
ni siquiera conocíamos: son personas con diferentes historias, edades y circunstancias
de vida, pero aún así hay ciertos rasgos comunes que hacen pensar en una
información genética donde más de dos genes comparten la misma cadena de ADN.
De la misma forma, entonces el paso de un planeta por un mismo sector zodiacal ,
reitera ciertas situaciones, que si bien son otras permiten pensar que pertenecen a la
misma cadena significante.
Urano ocupa la casa II, sector ligado con los recursos económicos y está en Sagitario,
un signo relacionado -entre otros significados- con el extranjero, de manera que al
contactarse con Júpiter -regente de Sagitario- resuena como tema central una
melodía de préstamos y endeudamientos con la banca internacional.
Los planetas mencionados se contactan en los siguientes años: 1890, 1975
-conjunción-, 1934, 2018 -oposición-.
1890.
1890. Presidencia de Miguel Juárez
Celman.
Época de progreso económico (mayor población, ferrocarriles, obras sanitarias,
puerto, educación primaria) pero también de creciente endeudamiento especialmente
con Gran Bretaña. En apenas siete años -1884 a 1891- la deuda en libras esterlinas
se multiplicó cuatro veces, tornando imposible su pago.
Este endeudamiento no favoreció a las clases acomodadas en su conjunto, sino que
enriqueció a un pequeño grupo que intermediaba entre el estado argentino y los
banqueros internacionales, cobrando comisiones de hasta el 25% por sus buenos
servicios.
Frente a la imposibilidad de pago, aparecen varias voces que piden la intervención de
algunos países europeos sobre el estado argentino para controlar sus rentas y
destinarlas a saldar las deudas, táctica implementada con Egipto y Turquía. De hecho,
C. Pellegrini y J. Roca proponen entregar la Aduana a un comité de acreedores.
La crisis del 90 termina con el gobierno de Juarez Celman, un notable malestar social
manifestado en una campaña de denuncias anti imperialistas y la reivindicación del
sufragio universal. Como consecuencia de este período, Argentina quedó estructurada
como una nación capitalista semicolonial integrada al mercado mundial proveyendo
materias primas y sepultando las propuestas de industrialización promovidas -desde
miradas distintas- por Sarmiento y Alberdi.
La activación del tránsito estará vigente hasta bien entrado el 2019, con lo que aún
no está definido totalmente. Es de desear por el bien del país y sus ciudadanos, que la
clase dirigente se luzca dándole otro final a la película.
¿Cuánto tiempo dispone para revisar estanterías de una librería buscando ese tomo tan
ansiado?
¿Cuántas librerías tiene su ciudad donde pueda encontrar los temas que le interesan?
HIPARCO DE NICEA
Hiparco de Nicea (190 a. C.- 120 a. C.), también conocido como Hiparco de Rodas,
fue un matemático, geógrafo y astrónomo griego, el más importante de su época.
Nació en Bitinia (hoy Iznik, Turquía).
Entre sus aportes se destacan: el primer catálogo de estrellas; la división del día en
24 horas de igual duración -hasta la invención del reloj mecánico en el siglo XIV las
divisiones del día variaban con las estaciones-; el descubrimiento de la precesión de
los equinoccios; la distinción entre año sidéreo y año trópico, mayor precisión en la
medida de la distancia Tierra-Luna y de la oblicuidad de la eclíptica, invención de la
trigonometría y de los conceptos de longitud y latitud geográficas. Introdujo en Grecia
la división del círculo en 360 grados. Calculó un periodo de eclipses de 126.007 días y
una hora.
Influyó en sus estudios la aparición de una estrella nova, Nova Scorpii, en el año 134
a. C. y el pretender fijar la posición del equinoccio de primavera sobre el fondo de
estrellas. Esto lo llevó a elaborar el primer catálogo de 850 estrellas con las
respectivas posiciones eclípticas.
Con el propósito de elaborar dicho catálogo, Hiparco inventó instrumentos,
especialmente un teodolito, para indicar posiciones y magnitudes, de forma que fuese
fácil descubrir si las estrellas morían o nacían, si se movían o si aumentaban o
disminuían de brillo. Además diferenció las estrellas por su intensidad, clasificándolas
en magnitudes, según su grado de brillo.
Sólo ha sobrevivido uno de sus trabajos, llamado Commentary on Aratus and
Eudoxus el cual no es precisamente de sus principales labores. Fue escrito en tres
libros: en el primero nombra y describe las constelaciones, en el segundo y tercero
publica sus cálculos sobre la salida y entrada de las constelaciones, al final del tercer
libro da una lista de estrellas brillantes. En ninguno de los tres libros Hiparco hace
comentarios sobre matemáticas astronómicas. No utilizó un solo sistema de
coordenadas sino un sistema mezclado de varios tipos de ellas.
Invención de la trigonometría
Por otra parte, Hiparco es el inventor de la trigonometría, cuyo objeto consiste en
relacionar las medidas angulares con las lineales. Las necesidades de ese tipo de
cálculos es muy frecuente en Astronomía.
Construyó una tabla de cuerdas, que equivalía a una moderna tabla de senos. Con la
ayuda de dicha tabla, pudo fácilmente relacionar los lados y los ángulos de todo
triángulo plano. Ahora bien, los triángulos dibujados sobre la superficie de la esfera
celeste no son planos, sino esféricos, constituyendo la trigonometría esférica.
Este invento, sin embargo, se considera hoy mil años anterior: se ha descubierto una
tabla trigonométrica babilónica, la Plimpton 322.
Paralelos y meridianos
En geografía fue el primero en dividir la Tierra en meridianos y paralelos, haciendo
usuales los conceptos de longitud y latitud de un lugar o espacio, e intentó proyectar
fielmente la Tierra esférica en un mapa bidimensional.
Como
Como siempre
siempre nos
nos
despedimos
despedimos
hasta
hasta nuestro
nuestro próximo
próximo número
número
Diciembre
Diciembre 2018
2018
Una «Versión Modificada» del Documento significa cualquier obra que contenga el Documento,
o una porción de este, ya sea copiado literalmente, o con modificaciones y/o traducido a otro
idioma.
Una «Sección Secundaria» es llamada apéndice, o una sección de carácter central que trata
exclusivamente con la relación de los editores o autores del Documento y el tema en su
totalidad (o asuntos relacionados), y no contiene nada que pueda entrar de manera directa en
el tema general. (Por tanto, si el Documento es en parte un libro de texto de matemáticas,
una Sección Secundaria no puede explicar nada sobre matemáticas). La relación puede ser un
asunto de conexión histórica con el tema o asuntos relacionados, o una posición legal,
comercial, filosófica, ética o política acerca de ellos.
Las «Secciones Invariables» son ciertas Secciones Secundarias cuyos títulos son designados
como Secciones Invariantes, en el aviso que expresan que el Documento está liberado bajo
esta Licencia. Si una sección no se ajusta a la definición anterior de Secundaria, entonces no
está permitido que se designe como Invariable. El Documento puede contener cero Secciones
Invariables. Si el Documento no identifica ninguna Sección Invariable, es que no existen.
Los «Textos de Cubierta» son ciertos pasajes de texto cortos que están listados, como Textos
de Cubierta Delantera o Textos de Cubierta Trasera, en la nota que indica que el Documento
está liberado bajo esta Licencia. Un Texto de Cubierta Delantera puede tener, a lo sumo, cinco
palabras, y un Texto de Cubierta Trasera puede ser máximo de 25 palabras.
Una «Copia Transparente» del Documento se refiere a una copia legible por máquina,
representada en un formato cuyas especificaciones estén disponibles al público en general,
que sea adecuada para revisar el documento de forma directa, con editores de texto genéricos
o, para imágenes compuestas por pixeles, con programas genéricos de manipulación de
imágenes. O para dibujos, algún editor de dibujos ampliamente disponible, y que sea apto
como entrada para formateadores de texto, o para su traducción automática a una variedad de
formatos apropiados para formateadores de texto. Una copia realizada en algún otro formato
de archivo Transparente, cuyo marcaje —o ausencia de marcaje— haya sido dispuesto para
frustrar o disuadir modificaciones subsecuentes por parte de los lectores, no es Transparente.
Un formato de imagen no es Transparente si se utiliza para una cantidad sustancial de texto.
Una copia que no es «Transparente» es llamada «Opaca».
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para propósitos de salida, solamente.
La «Portada» se refiere, en el caso de un libro impreso, a la página de título, además de las
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tal, «Portada» se refiere al texto subsiguiente a la aparición más prominente del título de la
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El «Editor» se refiere a cualquier persona o entidad que distribuya copias del Documento al
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Una sección «Titulada XYZ» significa una unidad secundaria del Documento, cuyo título es
precisamente XYZ, o contiene XYZ entre paréntesis, seguido del texto que traduce XYZ a otro
idioma. (Aquí XYZ representa el nombre específico de una sección, mencionado más adelante,
tal como «Agradecimientos», «Dedicatoria», «Aprobaciones» o «Historia»). «Preservar el
Título» de tal sección, cuando usted modifique el Documento, significa que permanece una
sección «Titulada XYZ», de acuerdo a esta definición.
El Documento puede incluir Limitaciones de Garantía, a un lado de la nota que especifica que
esta Licencia aplica al Documento. Se considera que estas Limitaciones de Garantía están
incluidas, por referencia, en esta Licencia, pero solo en lo que se refiere a limitaciones de
garantía: cualquier otra implicación que estas Limitaciones de Garantía puedan tener es nula,
y no tiene efecto en el significado de esta Licencia.
2. COPIAS LITERALES (VERBATIM)
Usted puede copiar y distribuir el Documento a través de cualquier medio, ya sea de forma
comercial o no, siempre y cuando esta Licencia, los avisos de copyright, y la nota que indica
que esta Licencia aplica al Documento sean reproducidas en todas las copias, y que usted no
añada ninguna otra condición, a las ya expuestas en esta Licencia. No puede utilizar medidas
técnicas para obstruir o controlar la lectura o las copias posteriores de las copias que haga o
distribuya. Sin embargo, puede aceptar una compensación a cambio de las copias. Si
distribuye una cantidad lo suficientemente grande de copias, debe también seguir las
condiciones establecidas en la sección 3.
Puede también prestar copias, bajo las mismas condiciones estipuladas anteriormente, y
puede mostrar copias públicamente.
3. COPIAR EN CANTIDAD
Si usted publica copias impresas (o copias en un medio que comúnmente tenga cubiertas
impresas) del Documento, que sobrepasen los 100 ejemplares, y el aviso de licencia del
Documento requiera Textos de Cubierta, debe adjuntar las copias en cubiertas que porten, de
manera clara y legible, todos estos Textos de Cubierta: Textos de Cubierta Delantera en la
tapa delantera, y Textos de Cubierta Trasera en la tapa trasera. Ambas cubiertas deben
también —de forma clara y legible— identificarle a usted como el editor de estas copias. La
cubierta delantera debe presentar el título íntegro, con todas las palabras del título igualmente
prominentes y visibles. Puede añadir otro material en las cubiertas. Las copias con cambios
limitados a las cubiertas, siempre que conserven el título del Documento, y satisfagan estas
condiciones, pueden tratarse como copias literales, en otros respectos.
Si los textos requeridos para cada cubierta son muy voluminosos para ajustarse de manera
legible, debe colocar los primeros —tantos como se ajusten razonablemente— en la cubierta
misma, y continuar con el resto en las páginas adyacentes.
Si usted publica o distribuye copias Opacas del Documento, cuya cantidad exceda los 100
ejemplares, debe ya sea incluir una copia Transparente, que se pueda leer en máquina, junto
con cada copia Opaca, o expresar en cada copia Opaca una dirección de red donde el público
general de la misma tenga acceso a descargar, utilizando protocolos de red estándar, una
copia Transparente completa del Documento, excenta de material adicional. Si utiliza esta
última opción, debe tomar medidas razonables y prudentes cuando comience con la
distribución de copias Opacas en cantidad, para asegurarse de que esta copia Transparente
permanecerá accesible en la dirección estipulada, hasta —al menos— un año después de la
última ocasión en la que distribuya una copia Opaca —directamente o a través de sus agentes
o distribuidores— de tal edición al público.
Se solicita, pero no se requiere, que contacte a los autores del Documento mucho antes de
redistribuir cualquier cantidad grande de copias, para darles la oportunidad de proveerle a
usted una versión actualizada del Documento.
4. MODIFICACIONES
Usted puede copiar y distribuir una Versión Modificada del Documento, bajo las condiciones
estipuladas en las secciones 2 y 3, siempre que libere la Versión Modificada bajo esta Licencia
precisamente, con la Versión Modificada cumpliendo el papel del Documento; por tanto,
otras obras en el agregado, las cuales no son por sí mismas trabajos derivados del
Documento.
Si el requerimiento de Texto de Cubierta de la sección 3 aplica a estas copias del Documento,
y el Documento es menor que la mitad de todo el agregado, los Textos de Cubierta del
Documento pueden ser colocados en cubiertas que agrupen al Documento dentro del agregado
, o el equivalente electrónico a las cubiertas si el Documento se encuentra en forma
electrónica. De otra manera, deberán aparecer en las cubiertas impresas que agrupan a todo
no triviales, el agregado.
8. TRADUCCIÓN
La traducción es considerada un tipo de modificación, así que puede distribuir traducciones del
Documento bajo los términos de la sección 4. Reemplazar Secciones Invariables con
traducciones requiere un permiso especial por parte de los poseedores del copyright, pero
usted puede incluir traducciones de algunas o todas las Secciones Invariables, además de las
versiones originales de estas Secciones Invariables. Puede incluir una traducción de esta
Licencia, y todos los avisos de licencia en el Documento, y cualquier Limitación de Garantía,
siempre y cuando incluya también la versión original en inglés de esta Licencia, y las versiones
originales de tales notas de licencia y limitaciones de garantía. En caso de desacuerdo entre la
traducción y la versión original de esta Licencia, o algún aviso o limitación, la versión original
prevalecerá.
Si una sección del Documento es titulada «Agradecimientos», «Dedicatoria» o «Historia», el
requerimiento (sección 4) de Preservar su Título (sección 1), exigirá típicamente cambiar el
título existente.
9. TERMINACIÓN
Usted no puede copiar, modificar, sublicenciar o distribuir el Documento salvo que sea
expresamente puesto a disposición bajo esta Licencia. Cualquier otro intento por copiar,
modificar, sublicenciar o distribuir es nulo, y dará por finalizados automáticamente sus
derechos bajo esta Licencia.
Sin embargo, si usted cesa todas las violaciones a esta Licencia, entonces su licencia por parte
de algún poseedor de copyright es restituida (a) provisionalmente, a menos, y hasta que, el
dueño de los derechos de por terminada —explícita y finalmente— su licencia, y
permanentemente (b), si el poseedor del copyright falla al notificarle acerca de la violación a
través de algún conducto razonable, en un plazo menor a 60 días posteriores al cese.
Además, su licencia proveniente de algún poseedor de copyright es rehabilitada de forma
permanente si el dueño del copyright le notifica acerca de la violación a través de algún
conducto razonable, si esta es la primera ocasión en la que recibe noticia sobre una violación
de esta Licencia (para cualquier obra), de parte de dicho poseedor de copyright, y usted
remedia la violación en menos de 30 días, luego de haber recibido esta notificación.
La terminación de sus derechos bajo esta sección no da fin a las licencias de terceros, quienes
hayan recibido copias o derechos por parte suya bajo esta Licencia. Si sus derechos han sido
terminados, y no han sido reintegrados permanentemente, recibir una copia —en su totalidad
o en parte— del mismo material no le otorga ningún derecho a utilizarlo.
10. REVISIONES FUTURAS DE ESTA LICENCIA
La Free Software Foundation puede publicar versiones nuevas y revisadas de la Licencia de
Documentación Libre de GNU, de vez en cuando. Tales versiones nuevas serán similares en
espíritu a la presente versión, pero podrán diferir en detalles para solucionar nuevos
problemas o preocupaciones. Ver http://www.gnu.org/copyleft.
A cada versión de esta Licencia se le otorga un número de versión. Si el Documento especifica
que un número de versión en particular de esta Licencia, «o cualquier versión posterior»,
aplica, usted tiene la opción de seguir los términos y condiciones ya sea de la versión
especificada, o de cualquier versión posterior que haya sida publicada (no como borrador), por
la Free Software Foundation. Si el Documento no especifica un número de versión de esta
Licencia, puede elegir cualquier versión que haya sido publicada (no como borrador) por la
Free Software Foundation. Si el Documento especifica que un apoderado puede decidir qué
versión futura de esta Licencia puede ser utilizada, la declaración pública de tal apoderado, de
aceptar una versión permanentemente, le autoriza escoger dicha versión par el Documento.
11. RELICENCIAR
Un «Sito de Colaboración Masiva entre Multiautores» (MMC Site, por sus siglas en inglés),
significa cualquier sitio Web que publique obras con derechos de autor, y también proporcione
facilidades preeminentes para que cualquiera edita dichas obras. Una wiki pública, que todos
pueden editar, es un ejemplo de tal servidor. Una «Colaboración Masiva entre Multiautores» (o
MCC, por sus siglas en inglés) contenida en el sitio se refiere por tanto, a cualquier conjunto
de obras con derechos de autor publicadas en un sitio MMC.
«CC-BY-SA» se refiere a la licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0, publicada
por la Creative Commons Corporation, una corporación sin fines de lucro establecida en San
Francisco, California, así como a futuras versiones copyleft de tal licencia, publicadas por la
misma organización.
«Incorporado» significa publicar o republicar un Documento, en su totalidad o parcialmente,
como parte de otro Documento.
Una MMC es «elegible para el relicenciamiento» si está licenciada bajo esta Licencia, y si todas
las obras que fueron publicadas bajo esta Licencia en algún lugar que no sea esta MMC, y
posteriormente incorporadas en conjunto o en parte en la MMC, (1) no contaban con textos de
cubierta o secciones invariables, y (2) fueron por tanto incorporadas previo al 1 de noviembre
de 2008.
El operador de un Sitio MMC puede republicar en el mismo sitio y bajo CC-BY-SA, una MMC
que se encuentre en el sitio, en cualquier momento anterior al 1 de agosto de 2009, siempre
que la MMC sea elegible para relicenciar.
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noncommercially, provided that this License, the copyright notices, and the license notice
saying this License applies to the Document are reproduced in all copies, and that you add no
other conditions whatsoever to those of this License. You may not use technical measures to
obstruct or control the reading or further copying of the copies you make or distribute.
However, you may accept compensation in exchange for copies. If you distribute a large
enough number of copies you must also follow the conditions in section 3.
You may also lend copies, under the same conditions stated above, and you may publicly
display copies.
3. COPYING IN QUANTITY
If you publish printed copies (or copies in media that commonly have printed covers) of the
Document, numbering more than 100, and the Document's license notice requires Cover
Texts, you must enclose the copies in covers that carry, clearly and legibly, all these Cover
Texts: Front-Cover Texts on the front cover, and Back-Cover Texts on the back cover. Both
covers must also clearly and legibly identify you as the publisher of these copies. The front
cover must present the full title with all words of the title equally prominent and visible. You
may add other material on the covers in addition. Copying with changes limited to the covers,
as long as they preserve the title of the Document and satisfy these conditions, can be treated
as verbatim copying in other respects.
If the required texts for either cover are too voluminous to fit legibly, you should put the first
ones listed (as many as fit reasonably) on the actual cover, and continue the rest onto
adjacent pages.
If you publish or distribute Opaque copies of the Document numbering more than 100, you
must either include a machine-readable Transparent copy along with each Opaque copy, or
state in or with each Opaque copy a computer-network location from which the general
network-using public has access to download using public-standard network protocols a
complete Transparent copy of the Document, free of added material. If you use the latter
option, you must take reasonably prudent steps, when you begin distribution of Opaque copies
in quantity, to ensure that this Transparent copy will remain thus accessible at the stated
location until at least one year after the last time you distribute an Opaque copy (directly or
through your agents or retailers) of that edition to the public.
It is requested, but not required, that you contact the authors of the Document well before
redistributing any large number of copies, to give them a chance to provide you with an
updated version of the Document.
4. MODIFICATIONS
You may copy and distribute a Modified Version of the Document under the conditions of
sections 2 and 3 above, provided that you release the Modified Version under precisely this
License, with the Modified Version filling the role of the Document, thus licensing distribution
and modification of the Modified Version to whoever possesses a copy of it. In addition, you
must do these things in the Modified Version:
A. Use in the Title Page (and on the covers, if any) a title distinct from that of the
Document, and from those of previous versions (which should, if there were any, be listed in
the History section of the Document). You may use the same title as a previous version if the
original publisher of that version gives permission.
B. List on the Title Page, as authors, one or more persons or entities responsible for
authorship of the modifications in the Modified Version, together with at least five of the
principal authors of the Document (all of its principal authors, if it has fewer than five), unless
they release you from this requirement.
C. State on the Title page the name of the publisher of the Modified Version, as the
publisher.
D. Preserve all the copyright notices of the Document.
E. Add an appropriate copyright notice for your modifications adjacent to the other
copyright notices.
F. Include, immediately after the copyright notices, a license notice giving the public
permission to use the Modified Version under the terms of this License, in the form shown in
the Addendum below.
G. Preserve in that license notice the full lists of Invariant Sections and required Cover Texts
given in the Document's license notice.
H. Include an unaltered copy of this License.
I. Preserve the section Entitled "History", Preserve its Title, and add to it an item stating at
least the title, year, new authors, and publisher of the Modified Version as given on the Title
Page. If there is no section Entitled "History" in the Document, create one stating the title,
year, authors, and publisher of the Document as given on its Title Page, then add an item
describing the Modified Version as stated in the previous sentence.
J. Preserve the network location, if any, given in the Document for public access to a
Transparent copy of the Document, and likewise the network locations given in the Document
for previous versions it was based on. These may be placed in the "History" section. You may
omit a network location for a work that was published at least four years before the Document
itself, or if the original publisher of the version it refers to gives permission.
K. For any section Entitled "Acknowledgements" or "Dedications", Preserve the Title of the
section, and preserve in the section all the substance and tone of each of the contributor
acknowledgements and/or dedications given therein.
L. Preserve all the Invariant Sections of the Document, unaltered in their text and in their
titles. Section numbers or the equivalent are not considered part of the section titles.
M. Delete any section Entitled "Endorsements". Such a section may not be included in the
Modified Version.
N. Do not retitle any existing section to be Entitled "Endorsements" or to conflict in title with
any Invariant Section.
O. Preserve any Warranty Disclaimers.
If the Modified Version includes new front-matter sections or appendices that qualify as
Secondary Sections and contain no material copied from the Document, you may at your
option designate some or all of these sections as invariant. To do this, add their titles to the
list of Invariant Sections in the Modified Version's license notice. These titles must be distinct
from any other section titles.
You may add a section Entitled "Endorsements", provided it contains nothing but
endorsements of your Modified Version by various parties—for example, statements of peer
review or that the text has been approved by an organization as the authoritative definition of
a standard.
You may add a passage of up to five words as a Front-Cover Text, and a passage of up to 25
words as a Back-Cover Text, to the end of the list of Cover Texts in the Modified Version. Only
one passage of Front-Cover Text and one of Back-Cover Text may be added by (or through
arrangements made by) any one entity. If the Document already includes a cover text for the
same cover, previously added by you or by arrangement made by the same entity you are
acting on behalf of, you may not add another; but you may replace the old one, on explicit
permission from the previous publisher that added the old one.
The author(s) and publisher(s) of the Document do not by this License give permission to use
their names for publicity for or to assert or imply endorsement of any Modified Version.
5. COMBINING DOCUMENTS
You may combine the Document with other documents released under this License, under the
terms defined in section 4 above for modified versions, provided that you include in the
combination all of the Invariant Sections of all of the original documents, unmodified, and list
them all as Invariant Sections of your combined work in its license notice, and that you
preserve all their Warranty Disclaimers.
The combined work need only contain one copy of this License, and multiple identical Invariant
Sections may be replaced with a single copy. If there are multiple Invariant Sections with the
same name but different contents, make the title of each such section unique by adding at the
end of it, in parentheses, the name of the original author or publisher of that section if known,
or else a unique number. Make the same adjustment to the section titles in the list of Invariant
Sections in the license notice of the combined work.
In the combination, you must combine any sections Entitled "History" in the various original
documents, forming one section Entitled "History"; likewise combine any sections Entitled
"Acknowledgements", and any sections Entitled "Dedications". You must delete all sections
Entitled "Endorsements".
6. COLLECTIONS OF DOCUMENTS
You may make a collection consisting of the Document and other documents released under
this License, and replace the individual copies of this License in the various documents with a
single copy that is included in the collection, provided that you follow the rules of this License
for verbatim copying of each of the documents in all other respects.
You may extract a single document from such a collection, and distribute it individually under
this License, provided you insert a copy of this License into the extracted document, and follow
this License in all other respects regarding verbatim copying of that document.
7. AGGREGATION WITH INDEPENDENT WORKS
A compilation of the Document or its derivatives with other separate and independent
documents or works, in or on a volume of a storage or distribution medium, is called an
"aggregate" if the copyright resulting from the compilation is not used to limit the legal rights
of the compilation's users beyond what the individual works permit. When the Document is
included in an aggregate, this License does not apply to the other works in the aggregate
which are not themselves derivative works of the Document.
If the Cover Text requirement of section 3 is applicable to these copies of the Document, then
if the Document is less than one half of the entire aggregate, the Document's Cover Texts may
be placed on covers that bracket the Document within the aggregate, or the electronic
equivalent of covers if the Document is in electronic form. Otherwise they must appear on
printed covers that bracket the whole aggregate.
8. TRANSLATION
Translation is considered a kind of modification, so you may distribute translations of the
Document under the terms of section 4. Replacing Invariant Sections with translations requires
special permission from their copyright holders, but you may include translations of some or
all Invariant Sections in addition to the original versions of these Invariant Sections. You may
include a translation of this License, and all the license notices in the Document, and any
Warranty Disclaimers, provided that you also include the original English version of this
License and the original versions of those notices and disclaimers. In case of a disagreement
between the translation and the original version of this License or a notice or disclaimer, the
original version will prevail.
If a section in the Document is Entitled "Acknowledgements", "Dedications", or "History", the
requirement (section 4) to Preserve its Title (section 1) will typically require changing the
actual title.
9. TERMINATION
You may not copy, modify, sublicense, or distribute the Document except as expressly
provided under this License. Any attempt otherwise to copy, modify, sublicense, or distribute it
is void, and will automatically terminate your rights under this License.
However, if you cease all violation of this License, then your license from a particular copyright
holder is reinstated (a) provisionally, unless and until the copyright holder explicitly and finally
terminates your license, and (b) permanently, if the copyright holder fails to notify you of the
violation by some reasonable means prior to 60 days after the cessation.
Moreover, your license from a particular copyright holder is reinstated permanently if the
copyright holder notifies you of the violation by some reasonable means, this is the first time
you have received notice of violation of this License (for any work) from that copyright holder,
and you cure the violation prior to 30 days after your receipt of the notice.
Termination of your rights under this section does not terminate the licenses of parties who
have received copies or rights from you under this License. If your rights have been
terminated and not permanently reinstated, receipt of a copy of some or all of the same
material does not give you any rights to use it.
10. FUTURE REVISIONS OF THIS LICENSE
The Free Software Foundation may publish new, revised versions of the GNU Free
Documentation License from time to time. Such new versions will be similar in spirit to the
present version, but may differ in detail to address new problems or concerns. See
http://www.gnu.org/copyleft/.
Each version of the License is given a distinguishing version number. If the Document specifies
that a particular numbered version of this License "or any later version" applies to it, you have
the option of following the terms and conditions either of that specified version or of any later
version that has been published (not as a draft) by the Free Software Foundation. If the
Document does not specify a version number of this License, you may choose any version ever
published (not as a draft) by the Free Software Foundation. If the Document specifies that a
proxy can decide which future versions of this License can be used, that proxy's public
statement of acceptance of a version permanently authorizes you to choose that version for
the Document.
11. RELICENSING
"Massive Multiauthor Collaboration Site" (or "MMC Site") means any World Wide Web server
that publishes copyrightable works and also provides prominent facilities for anybody to edit
those works. A public wiki that anybody can edit is an example of such a server. A "Massive
Multiauthor Collaboration" (or "MMC") contained in the site means any set of copyrightable
works thus published on the MMC site.
"CC-BY-SA" means the Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 license published by
Creative Commons Corporation, a not-for-profit corporation with a principal place of business
in San Francisco, California, as well as future copyleft versions of that license published by that
same organization.
"Incorporate" means to publish or republish a Document, in whole or in part, as part of
another Document.
An MMC is "eligible for relicensing" if it is licensed under this License, and if all works that were
first published under this License somewhere other than this MMC, and subsequently
incorporated in whole or in part into the MMC, (1) had no cover texts or invariant sections, and
(2) were thus incorporated prior to November 1, 2008.
The operator of an MMC Site may republish an MMC contained in the site under CC-BY-SA on
the same site at any time before August 1, 2009, provided the MMC is eligible for relicensing.