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EL DIABLO Y EL BUEN DIOS

DE J. P. SARTRE
pw ALBERTO HURTADO CRUCHAGA, S. I .

La revista Les Temps Moderna, en sus cla cle fraticelli y luterano, pide a Goetz
números de junio, julio y Agosto de 1951 que tome la ciudad, expulse al Arzobisjx),
nos ha entregado la obra tan esperada de masacre a los sacerdotes y a los burgur-
J. P. Ssrtre, su mensaje al hombre con- ses y entregue el gobierno a los pobres. l'a-
t a n p o h . En esta pieza, se nos había ta todos, incluso para sus colaboradores.
anunciado q w Sartre daría su visi& del Goetz se muestra desde el principio duro
mundo, del hombre, de Dios. Soulier de sa- y brutal : a Catalina, su amante que ha par-
tin, el drama cósmico de Paul Claudel, sin- ticipado en una traición, resuelve Goetlr
tesis de k creaci6n volviendo en himno de entregarla a los caballerizos, para que ha-
amor al Creador, esperaba una respuesta gan con ella todo menos matarla, y despuhs
del existencialisrno ateo, y por fin ha Ue- la casará con el más apestado y podrido de
@do en un drama de proporciones gigan- sus lacayos; a Nasty lo hará confesar y
tescas. ¿Cuál es el contenido de la obra de ungir por el cura traidor que tanto odia
Ssrtre? ¿Cuál su mensaje? y luego lo matará. Al entrar en la ciudad
se propone "ya quc Dios k da carta blan-
Argumento.- La primera escena nos si- ca, violar las mujeres, descapitar los h m -
túa en k ciudad de Worms, en pleno siglo bres, clavar en el palo a los niños. Dios le
XVI. En sli interior arde la revuelta del da los medios pata hacer el mal; despu6s
pobre pueblo hambriento conducido por El afectará dolor. pero ¿por qué no lo de-
Nasty y otros profetas fanáticos, que han tkne cuando puede hacerlo?
logrado encerrar en un convento a todo el Heinrich oye sil bravata y le dice que
clero; en el exterior se avecinan las tro- no hay en ellb nada de extraordmario.
pas de Goetz en connivencia con el Arzo. ya que el hombre no puede hacer sino el
bispo, señor de la ciudad. En estas cir- mal. Dios ha querido que el bien sea im-
cunstancias aparece Heinrich, el más ex- posible en la tierra. Imposible el amor, im-
trafio personaje, cura & vestidos misera- posible la justicia: ensaya amar a tu pr6-
bles, que se ha propuesto defender a los
sacerdotes prisioneros porque se reconoce
.
jimo y verás que es imposible.. Goetz se
deja tentar por esta nueva hazaiia y apucs.
hombre de Iglesia, y defender a los po-
bres, cuya miseria siente como propia. Re- ta que él podrá hacer lo que nadie ha po-
chazado por todos, execrado por el Obis- dido: hará el bien, será un santo. Heinrich
po, a quien el pueblo asesina, parte al cam- desconfía de la bravata de Goetz y lo cita
po de Goetz para ensetiade la entrada se- para un año y un día a fin de conoeer si
rreta de la ciudad, que le revelara el Obis- ha logrado dar cumplimiento a su pro-
po al m d r . La escena segunda se realiza mesa.
m el campamento de Goetz, el personaje Goetz se convierte en un santo. Licen-
mtnl del drama. Es la personificación del cia sus tropas, despide a su compañera,
rent :no d o vida, asesina, traiciona y ma- viste el traje de un monje, distribuye sus
ta a su hermano, sino que "hace el mal tierras, enseña la fraternidad y pretende
por el mai", por ofender a Dios, por Ila- construir la ciudad del amor fraternal, la
marle la atenci6ai. Después de granda ti- ciudad del sol. Pero sus gentes, a pesar de
hibeos Heiarich le entrega la uudad de su generosidad no se f i i de é1. Viene, en
W- pata impedir lo masacre de s e r - cambio un monje que vende indulgencias,
dote. Por su parte Nasty, el profeta mez- que los trata altaneramente y los pobres lo
siguen y le creen. Goetz besa un leproso y vuelve a pedir cuentas a Goetz. Este con-
éste escupe y se queja, mientras agrade- fiesa su derrota, siii discutirla. Dingiéa-
cc a Tetzel la indulgeucia que le regala. dose a Dios le dice: Si nos rehusa los
Ante Goetz humillado aparece Heinrich, medios de hacer el bkn enpor qui nos has
qnien se descubre lo que es: el padre soy dado el amargo deseo de poseerla? Si m
yo, el diablo es nii hijo, el odio es el es- has permitido que sea bueno ¿por qué me
píritu. Le revela que Catalina, su antigua has quitado el deseo de ser d o ? Hmiricli
amante, muere de vergüenza por todas las se rie al verlo dirigirse a Dios, porque S-
nianos que se han puesto sobre ella y de be de antemano, y lo ha sabido toda la
disgusto porque la imagen de Goek ha que- lida, que no fe responderá y que sus gri-
dado en su interior. A Nasty. apesadum- tos, y hasta sus trampas sólo han strvido
brado de no poder detener la revuelta pre- para tapar el silencio de Dios, que dapre-
matura de los campesinbs, Heinrich su- cia todo lo que el hombre hace. 'Para Dios
giere asesinar a un sacerdote, provocar la el hombre no cuenta; el vacío, eso es Dios,
huida de los otros, y el pueblo al verse el silencio, la ausencia, eso es Dias. Si
\
sin stis curas. sin sus bautizos, sin misas, Dios existe el hombre es nada. Si el hom-
sc: apaciguará por temor. Asi sucede y el bre existe, Dios no existe". Aquí es cuan-
pueblo atemorizado llena las iglesias. En- do Goetz descubre la gran verdad, su men-
tictanto Goetz logra encontrar a Catalina, saje, la tesis del drania. "Dios no existe.
que agoniza m i d a del demonio y clama .
El no existe. . No más cielo ni inf iemo :
por un sacerdote que la absoelva y la libre, nada más que la tierra".
prro no se encuentra. Goetz suplica a la Heinrich el poseido continúa sin embar-
imagen del Cnieificaclo que le traspase los go creyendo en Dios: "Que me condenen
pccados de Cataba, para qne ésta muera cien, mil veces, con tal que exista. Si
en par. pero inútilmente. Entonces con un Dios no existe no hay cómo escapar a los
cnchillo se rasga las manos y se produce hombrcs. Yo creo en Vos. Yo creo".
falsos estigmas, con los que engaña a Ca- Heinrich quiere estrangular a Gwtz, una
talina, que desde entonces lo considera vez que éste ha perdido su causa, pero
piofeta. y como a tal lo sigue. Chetz declara que el proceso no se ha rea-
El santo Goetz goza ahora de la admira- lizado por falta de juez. El recomenzará
c i h de sus can~pesinosa 10s males ha re- a vivir y apufialea a Heinch, que cae gri-
g:ilado sus tierras. pero la revolución esta- tando: Yo no quiero cesar de odiar, yo
11:i por todas partes. El enseñ:~a los suyos no quiero cesar de sufrir. No habrá nada,
q~ieno pueden participar en la guerra: si nada", Goetz sobre su cadáver dice: "La
los quieren enrolar. déjense matar, pero no comedia del bien se termina por un asesi-
derramen sangre. Parte él a calmar a los nato. Tanto mejor, para no poder volver
campesinos de condados vecinos en revuel- atrás. Llama a Hilda y le anuncia la muer-
ta. y cuando regresa encuentra que todos te de Dios, en adelante estaremos solos ui
los suyos han perecido por la espada. el mundo, sin testigos. Tú eres vwaodem,
Gwtz descorazonado declara qiie el hom- desde que éi no existe. Mírame y no ceses
bre no puede nada en m&: el hombre un instante de mirarme: el mundo se ha
cree obrar, pero es Dios quien conduce. vuelto ciego. Si tii diesas vueltas a la cabe.
Goetz, fiel a sn plan de santidad, viendo za tendria miedo de desaparecer en la nada.
que la acción es imposible, se entrega a ta Ultimas escenas. Nasty con su ejército,
vida de penitencia. Es tentado por Hida casi aniquüado, viene a Goetz. Al prinu-
que lo acompaña, en la cual revive el amor pio pretenden matarlo, por haber a&-
que a él tuviera Catalina. do a los pobres con su pacifismo, pero
Un año y un día han pasado. Heinrich, Goetz acepta enroiarse m sus fi. Pre-
acompañado de su "conipadre" el diablo tende ser sólo uno de tantos "un hombre
ais MENSAJE

e n t e las hombres y nada m&". pero ante de los crímenes y el Dios de justicia no me
las instancias de Nasty acepta tomar el puede castigar.. . Voy a beber. Es fiesta.
mando de las tropas, lo que equivale de Yo me inspiro horror desde hace 15
antemano a la victoria Su primer acto es años. Pero ¿no comprendes tú que el mal
apuñalear a quien osa murmurar y agrega: es mi razón de ser? (2141).
estaremos seguros de la victoria cuando A Catalma que le pregunta: ¿por qué
tengáis más miedo de mí que del adversa- hacer el mal? -Porque el Bien está ya
rio. "He aquí el reino del hombre que co- hecho.-¿Quién lo ha hecho? Dios Padre.
mienza. Bello comienzo. Yo seré verdugo Yo, yo invento.
..
y ' carnicero. Yo permanteeré sólo con ''¿Qué me importan los hombres? Dios
ese cielo vacío encima de mi cabeza, ya me oye. Es a Dios a quien ronipo las ore-
que no hay otra manera de estar con todos. ias, y eso me basta; porque es el único
Hay que hacer esta guerra y la haré. "Con enemigo digno de mi. Hay Dios, yo,, y los
estas palabras baja por última vez el te- fantasmas. Es a Dios a quien crucificaré
lón, que oculta en la penumbra los acto- esta noche sobre vosotros dos y sobre vein-
res del drama m& antidivino y mis anti- tr mil hombres, porque su sufrimiento es 4

humano que se haya puesto en escena. Infinito y porque éi hace infinito al que
Analicemos los principales personajes 10 hace sufrir. Esta ciudad va a arder. Dios ,
del drama. lo sabe. En este momento tiene miedo. Lo
siento: siento su mirada sobre mis manos,
siento su aliento sobre mis cabellos; sus
ángeles lloran. El se dice: Goete, tal vez
Nasty lo describe así en la primera es- no se atreve&. .., como si no fuera más
cena: Goete no esta con el Arzobispo. Está que .un hombre. Llorad. llorad ángeles. Yo
con el Diablo. Juró fidelidad a Conrado, y me atreveré. Al momento yo marchar6 m
lo ha traidonado. Si os promete hoy la vi- su miedo y en su cólera. La ciudad arde-
da ¿seréis bastante estúpidos p a n creerlo? rá: el alma del Señor es una galería de
(p. 2125). Un oficial de los suyos dice de espejos, el fuego S? reflejará en millones
él: Me desagrada de tal manera que ten- de ellos. Entonces yo sabré que soy un
dría horror de hacerle mal (2133). Y el monstruo absolutamente puro" (2159).
propio Goetz hablando a Catalina: Lo que Para Nasty no acaba de encontrar un
amo en ti es d horror que te inspiro suplicio a su altura y le dice: Tortura y
(2133). Yo soy hecho de dos mitades que . .
horca.. Tortura y horca.. ¡qué monó-
no calzan bien; cada una horroriza a la tono es esto! El aburrimiento con d Md
otra. A Hemricb le dice: Rehusa este mun- es que uno se habitúa.
do que no quiere nada contigo. Haz el mal , A Nasty le anuncia con un ~efinamiui.
y ve& cómo te sientes ligero (2139). YO to de crueldad lo que espera a sus pobres:
tengo el gusto de lo definitivo... Yo me he "Yo comienzo a creer que Dios me da car-
hecho a mi mismo. Bastardo soy de naci- ta blanca. Gracias Dios d o . Muchas gra.
miento; pero el bello titulo de fratricida cias. Gracias por las mujeres violadas; gra-
20 lo debo sino a mis méritos (2140). cias por las niños traspasados en el palo;
Yo me rio del diablo. El recibe las al- gracias por los hombres decapitados... Dios
mas, pero no es él quien ias condena. Yo se sirve de mi, y me da riendas por sus
no me digno tener que ver sino con p o s : .
ángeles.. Voy a tomar un baño de san-
los monstruos y los santos no dependen gre para hacer servicio a Dios. Pero cuan-
S& de El. Dios me ve. El sabe que he do todo esté hecho va a taparse las narices
matado a mi hermano. Su corazón san- y a gritar por todas parks que no habia
gra. Y bien, Señor, yo lo maté. ¿Qué pue- querido eso. Seiior Vos Sois la inocencia
des tú contra mi? Yo he cometido el p a r misma, ¿cómo concebiriais la Nada, Vos
EL DIABLO Y EL BUEN DI-, DE BAR= S17

que sois la plenitud? Vuestra mirada es de Bien en sí, nada de razoncs intrinse-
luz. y cambia todo en luz: ¿cómo conoce- cas para el cambio. Su capricho, su orgu-
riais el medio día de mi corazón? Y vues- llo, poder estar solo freute a todo el mun-
tro entendimiento infinito cómo podría en- do, medirse con Dios.. . Pero ¿puede c m
trar en mis razones sin hacerlas saltar? erse en algún monmto que cree en El?
Odio y debilidad, violencia, muerte, disgus- Si; con la fe del demonio que se revuelve
to es lo que viene del hombre solo. Es contra su Creador!
mí Único imperio y yo sólo estoy dentro: Toma el pseudo camino del Bien y ¡qué
.
yo sólo respondo de lo que pasa allí. . E n artificialmente marcha por él! Sus brava-
el día del juicio yo cerraré la boca. Ten- tas le eran naturales. ficiles, le salian es-
go demasiado orgullo para buscar excti- pontáneas; pero las palabras de bien sue-
m . .. Pero ¿no te molesta un poco ha- nan a falso, son huecas. y cn cada momen-
ber condenado tu hombre de servicio?. . . io e s t á n delatando lo que las inspira: el
Conocéis quien se me parezca? El hombie orgullo, singillarizarse.
cuyos pensamientos Dios Padre no puede Recbaza a Nasty que le pide que renun-
leerlos, el hombre que pone en desasosic- cie al reparto de sus tierras que va a pro-
go al Todopoderoso, el cómplice del Crea- vocar la guerra y terminar con la masa-
dor, el objeto de su odio y la víctima de su cre de los pobres : "Yo no quiero el bien
ingratitud! En mi Dios se horroriza de si de a poco. Yo n o seré modesto: la mo-
mismo.. . Citadme otro Goetz. Algunas destia es la virtud de los tibios. Yo scréel
veces me imagino el infierno como un de- que hace el Bien, inmediatamente 100. . .
sierto que no espera sino a mi" (2164). Dios me ha mandado deslumbrar y des-
Este es el Gwtz que se deja tentar por lumbraré ; yo soy un carb'n ardiente. . .
el bien que Heinrich le muestra como im- Yo seré testigo. mártir y tentacibn. Goetz
posible. e11 su época de santidad rechaza salvar a
¿Imposible? replica Goetz y ¿por qué no los campesinos, porque esto significaría hu-
lo amaría yo. si se me diira la gana? Con niillarse, secundar. Y rechaza salvar a Ca-
que todos hacen el Mal? Todos. -Y nadie talina, como le dice Heinricb: Si t i la hu-
ha hecho nunca el Bien?-. Nadie. Pues, bicras guardado, la hubieras salvado y a
yo te apuesto que lo haré! (2166). El Mal ti itiisiiio con ella. Pero qué? Salvar un al-
es dificil. Me dices que el BKn es impo- ma, una sola? Podría Goetz haberse reba-
sible. Te apuesto que haré el Bien. Es la jado a cso? (111).
niejor manera de estar sólo.. . Yo era un Ctiirido Catalina muere y la ve prcsa dcl
criuiinal, nie doy vuelta la chaqueta y horror que le inspira la vis:a del iiificrno,
apuesto que seré un santo" (2166). sc cnfreiita con el Crucifijo y le dice: ¿Has
Y este orgulloso. ni siquiera se decide a muerto tú por los hombres. si o no? iMira,
hacer el bien simpleniente, como se lo pro- los ho~iibres sufren: hay qu? rcecniciirar
pone Nasty, quiere que Dios baje hasta i.1 a iuorir. Danic, danle S h e r a danie
y le muestre su voluntad, condescienda la naga dc tu costado, dame Id., Iieridas
con su capricho. "Juguemos a los dados: de tus manos. Si un Dios yudo sufrir por
si yo gano. triunfa el mal; quemo Wornis d o s , por qué no un honibre? Es&. celoio
y moris vosotros. Si pierdo. ni sospecho lo conmigo?" (124). Siempre a!! S ronio cl
que puedo hacer, porque el Bien estk del Cristo callara se abre con un cuch:i!o los
otro lado del muro, invisible. . ." (2167). estigmas, e inicia una segunda e t a p -le la
Juega a los dados. y como lo descubre santidad sobre el fraude. como iniciara la
Catalina la única que se atreve a partici- primera sobre otro fraude.
par en tan extraño juego, cambia el resul- A Hilda, en plena época de santidad, le
tado por una trampa para hacer el Bieii dice: Yo me quería hacer un pilar para sor-
que ahora le tienta ni& que el Mal. Nada tener la bóveda cclesrc.. . El cielo es uii
218 MENSAJE

hoyo. Yo aun me pregunto donde habita A Goetz que le revela su gran descubri-
Dios" (268). miento que Dios no existe le responde:
El mismo gesto de orgullo es el dcl Goetz "Ah, que nie condene cien veces, mil ve-
asceta de la penitltima escena: un deseo de ces con tal que exista. Mi Dios. yo creo
batir records. en ti. Yo creo" (293).Y sus últimas pala-
Frente a Heinrich que viene can el dia- bras al caer asesinado por Goetz. "Yo no
blo a pedirle cuentas Goetz afronta el exa- quiero cesar de odiar, yo no quiero cesar
men de su vida: Yo no he obrado. He he- de sufrir. . .".
cho gestos y nada más. Yo he querido que
mi bondad sea más devastadora que mis
vicios.. . Escucha Cura: Yo habia traicio-
nado a todo el mundo y aun a mi hermano, En Goetz es Sartre quien habla. El men-
pero mi apetito de traición no estaba satis- saje de Goetz será su mensaje; el pecado
fecho, y una noche bajo los muros de capital de Goetz es el que Sartre deja en-
Woms inventé traicionar el Mal: he ahí trever en tantas de sus obras: el orgullo.
toda la historia.. . Mostmo o santo yo mc Goetz es el conmiente de Sartre.
burlaba de todo.. . Yo he querido asustar y ¿quién es Hemrich? 1No podria afir-
al cielo para escapar al desprecio de los marse que es el inconsciente del propio
hombres (289). Sartre? Por de pronto en muchos sitios del
drama eí uno se reconoce en el otro: Hein-
Heinrich rich le diie a &tz: iCómo sabes tú eso,
El extra60 personaje "engendro de Igle- si no he sido yo mismo que te he dictado
sia y miseria" (2139), el hombre nacido pa- tus palabras? (2138). Y Goetz en el pro-
ra la traición, para la ruindad, q«e recibe ceso final pide a Heinrich que hable: "Ver-
en su cabeza las maldiciones del Obispo, las dad, tú no puedes hablar; es tu voz la que
de Goetz, que lo desprecia como traidor, tengo en mi boca (290). Poco antes le ha-
las de Nasty el jefe de los pobres que le bía dicho Goetz: "Animo, Heinrich : la rni-
echa en cara su ruindad. Este hombre de tad de mi mismo es tu cómplice contra la
Iglesia es el personaje escogido por Sar- otra mitad" (288).
he para representar al diablo. El consciente de Sartre afirma el ateis-
Una cosa hay, con todo, en Heinticb: la mo y sólo cree en el hombre, pero su in-
fe. pero una fe extraña que no tiene nada consciente se aferra a valores sin los cua-
que ver con la fe católica: Yo no com- les no podria vivir. Estos personajes anta-
prendo; yo no comprendo nada. Hay que gónicos en el fondo no hacen sino uno.
creer. creer, creer (2119). Creo porque es complejo y atormentado como debe ser el
absurdo, absurdo, dice en otro sitio. alma de Sartre.
Pero este hombre de Iglesia, que resulta ~Cu61es el mensaje de Goats?
ser el diablo, o su manifestación (tal vez
porque para Sartre la Iglesia Cat6lica sea Es el mensaje del propio Sartre, un po-
el diablo?), observa una conducta cohe- co embarazado para comunicárnoslo bajo
rente de fe. A su adversario Nasty, que la cota de mallas del soldado y el hábito
lo desprecia y rechaza su absolución insiste de monje, el uno simultáneamente bajo el
en absolverlo. "Yo tengo la fe, Dios d o , otro. Hubiera sido más franco, más d i -
tengo la fe. No cometeré el pecado de do si nos lo hubiera entregado sin inter-
desesperación. Estoy infectado hasta la mediario. El mensaje de Goetz es el fondo
médula, pero sé que tú me salvarás si tu del alma de un existencialista ateo contem-
.
lo has decidido.. Todos merecemos el in- poráneo.
fiemo, pero Dios perdona, cuando le place Su orgullo ha hecho del mundo un vasto
perdonar". desierto en que nada cuenta sino él. Una
sola cosa podria interesar a ese hombre filiis~fos- no aparece en ninguna parte
orgulloso: Dios ! Pero Dios, de partida seri en la obra de Sartre, mucho menos el Dios
su creación, porque éi a nadie debe la su- amor de los cristianos: el Dios que no es-
ya, ni nada de cuanto es: el hombre es timó una pretensión absurda el ser igual
autónomo. Llama a la escena a Dios, lo al Padre y sin embargo por amor al hom-
cita a su tribunal, le pide cuentas, lo ame- bre se hizo siervo, esclavo, obediente hasta
naza con crucificarlo. Pero Dios no res- la tnuerte y muerte de cruz. No, el Dioc
ponde, y este hombre orgulloso que cree de Sartre es un lacayo de é1, el superhom-
que a su palabra debe descender el mismo bre: un sirviente que debe responder a
Dios, termina por afirmar: si Dios no me sus llamados, hablar cuando se lo pida, y
responde, quiere decir que no existe. No cuando le exija un milagro para confirmar
se le pasa por la mente que por lo mismo sus planes no podrá negárselo. Para ha-
que es Dios, no es su lacayo, no es uno de cer más impresionante este silencio de
los tantos hombres que ha encontrado por Dios, Sartre presenta a su protagonista en
su camino y ha esclavizado a su arbitrio. una vida de santidad. Si Dios ni siquiera
Es algo así como el argumento de los pro- ante este personaje extraordimario habla
pagandistas rusos para demostrar la ine- zqué puede ser? Si duerme no podrá me-
.
xistencia de Dios: Pedidle pan. . no w nos de despertar. y si ni ante estos hechos
da señales de vida, ciertamente no existe! l
responde. Pedidselo a Stalin: aquí lo te-
néis! ! Como si Dios fuera nuestro lacayo Siempre lo mismo! Todo en el drama gi-
y se sometiera a nuestros caprichos. ra alrededor de la voluntad de Sartre que
Los dramas de Sartre no pueden iiamar- ha de ser servida y adorada. Jamás se le
se "de tesis" en sentido tan estricto como ocurre a é i preguntarle al Absoluto: Señor
las novelas de Bourget, pero ciertamente en ¿qué quieres que haga? Habla, Señor, que
cada uno de ellos hay una doctrina central, tu siervo escucha. No. Eso seria negarse
una afirmación filosófica que quiere incul- él. Por eso concluye: "El ciele ignora has-
camos. En este drama del ateísmo, qué ta mi nombre. Yo me preguntaba a cada
argumentos aduce para declarar inexisten- moniento lo que yo podía ser a los ojos de
te a Dios? Dios. Ahora ya conozco la respuesta. Na-
da. Dios no me ve. Dios no me oye. Dios
Un principio metafisico: si Dios existe no me conoce. Tit ves ese vacío encima
el hombre no puede existir. ¿Por qué? Por- de nuestras cabezas. Es Dios. Tú ves esa
que para Sartre Dios es un hombre 116s. brecha en la puerta. E s Dios. T ú ves ese
uno más de nuestra especie de manera q w hoyo en la tierra. Es Dios todavía. El si-
si Dios es tociopoder~so,yo no puedo ser li- lencio es Dios, la ausencia es Dios. Dios
bre; si él es omnipresente, yo no puedo es la soledad de los hombres.. . Si Dios
estar en parte alguna ; si él es todo, yo existe el hombre es nada; si el hombre
soy nada. El problema de la coexistencia existe. .. (292).
del finito y del infinito es un problema di-
ficil, pero no insoluble. Sartre soluciona "Dios no existe. No existe.. . No mas
facilísimamente el problema suprimiendo cielo. No más infierno. Nada más que la
uno de los thninos: el infinito no exis- tierra" (293).
te. rYa véis cómo he resuelto este rom- "No hay manera de escapar a los hom-
pecabezas de la humanidad! Así se puede bres. Adiós los monstruos, adiós los san-
solucionar cualquier problema, pero quien tos, adiós el orgullo. no hay más que los
da tales soluciones ]que no pretenda lia- hombres", y luego a Hilda: "Dios ha muer-
marse filósofo! to". Ella le responde. "Muerto o vivo J qué
La idea de iin Trascendente, de un Ab- importa? Hace mucho tiempo que no me
soluto -lo que llamaríamos el dios de los preocupaba de él".
El reino del hmnbrs. Este es el reino del hombre: pingajos
humanos que no saben sino codiciar y
Después de haber decretado la muerte odiar. Totalmente ausente el amor. 1%
de Dios, Coetz prodama tdunfaimente: el bre reino! Parece que Sartre no ama a los
reino del hombre comienza. hombres, smo que odia a Dios. Esta pieza,
Ese reino del hombre habíí sido anun- como tantas otras de Sartre es el reino del
ciado en sus otras piezas. E n Lw Moscar dio. Sartn es un amargado. Esta inmen-
el pobre Jtipiter h b k de miedo ante el sidad de neur6patas y poseídos que desfi-
posible crimen de Orestes, no porque sea lan ¿no serán los mii espejos en que se
crimen, sino porque Orestes descubrirá que refleja el alma de Sartre? Cuan& Goetz
las kyes y fa moral no tienen valor, y pa- pretende quemar Wonns dice: "El alma
sará a ser plenamente libre, divino. Dios del Señor es una galería de espejos; el
perderá su trono y lo ganara el hombre. fuego se reflejará m müiones de espejos;
En esta pieza el reino del hombre comien- Entonces, yo sabd que soy un monstmo
za precisamente cuando el héroe apuñalea absolutamente puro" (2159).
a su juez. ¿Cómo es posible que un hombre como
Este remo del hombre al que nos intro- Sartre que está en contacto con la histo-
duce Sartre es bien macabro. Ya en Ha& ria y con la vida no haya encontrado, al
clos nos decía -y no de pasada- sino hacer un drama religioso, un solo perso-
como su tesis central que "el infierno son naje que sea religiaso? Un hombre que co-
los demás" (Iyenfer c'est les autres). Este noce la historia de su pt&, k tierra de
nuevo drama nos prueba que, en realidad, Juana de Arco, de Vicente de Paui, de
vivir c m sus personajes es un infierno. Ozsnam y Lacordaire: un hombre que es.
Todos los que desfilan en el larguísimo t i en contacto con los actuales valores cris-
drama son neurópatas, locos, ddicos, orgu- tianos de Francia, y los hay de una sin-
llosos. Lo Único que saben hacer bien es ceridad y valentía extraordinaria, jcómo
insultar, mentir, codiciar sensualmente, puede presentamos con tanta sinceridad
odiat. En 16%- parte se ve un gesto esa tropa de monstruos como los represen-
de amor. Introduce en la pieza a un amo- tantes del hombre religioso? Sera tan m.
hispo mundano y desleal que vería w n bue- la su causa que no admita la presencia de
nos ojos el crimen, un obispo que muere un defensor, de un testigo medianamente
maldiciendo, un cura que resulta ser el pa-" sincero del bien? El proceso de Dios, b
dre del demonio, un profeta, mezcla de lu- cho por Sartre, semeja a los procesos de
terano, de iluminado, de fmticelli. Las mu- los paises totalitarios, en que el acusado
jeres que entran en el drama: una madre no tiene más defensor que el que le elige
desespenda, una amante que muere de ver- el que lo va a condenar.
eema y obsesionada del temor del inficr. Tenemos pleea conciencia de que estas
no. e Hilda, desposeída de sn integridad palabras pon duras, pero la lectura suce-
a! pnrotiur un acto de bondad. Este úitimo siva de obras de Sartre nos va Ilevando
personaje, q m podría parecer el más puro cada ver más a k cooivieci9n de la mala
(el menos, manchado) es d que dice: %o fe de su autor. Alguaos pueden M p d o -
iremos noomoS al cielo, Goetz, y aun si n a m en el teatro de Sartre, sobre todo
va- no Nndtemos ojos para vemos, ni en este drama, por la inquietud dgiosa
manw para tacamos. hílá aniba no se oeu- que demnestra, y tai vez puedan pensar que
m, &a dé Dios. T6 e& allí, un poco se acercaría a la cmvusión. Lejos de nos-
dt cMLe gastada, nrmopda y miserable: otros negar la posibilidad de la wnversih:
uaa pd>re vida. Yo amo esta carne y esta el poder de Dios es infinito, y seria una
vi&. 'NOse puede amar sino en la tierra ale& inmensa para los fieles tamafi~mi.
y contra Dios". . kgro; pero nada denota en la lectura de
Sartre que tal proceso esté gestándose. así es en efecto: el existencialismo nos re-
Sartre se preocupa de Dios, wmo se pre- cuerda, a pesar suyo, la caída original y
ocupe el comdem30 para odiarlo y malde- la nostalgia de la inocencia, como el mar-
cirlo. Es la actitud dei hombre que ha to- xismo nos hace pensar en el paraíso. que
mado pesMÓn.: '%a ese+dol' y su elec- e b s quieren en este sii iinico mando, y
c i k es cwtm Dios, y en css elección. en sin Dios. Sartre nos ha& &e la libertad in-
e s exirbcncia q w determina su esencia finita del hambre y para probar la Iiber-
- p e r -ir su vocabuiatio- se encierra tad nos pone frente a cristianes, parque
lo que él estima su grandeza: aniquilar a inconscientemente que h libertad ne
Dies. tiene sentido smo en el cristianismo. h
2 Lo ha logrado? En absoluto. En esto re- atees modernos acuden al cristianismm a
side el Merés real de la obra de Sartre, buscar valores en que fundarse para arro-
pues toea el problema más candente del jar luego esos valores contra Dios.
alma moderna: su posición frente a Dios. Una palabra, al m-, quisiéramos con-
signa~respecto al estilo de Sartre en esta
No cabe duda que Jean Paul Sartre es pieza. Ella exhala un olor de cantina de
un hábil literato, un fil6sefo no s61b inte- mineros. El vocabulario no puede ser mis
ligente sino genial en algunos aspecto3 y bajo. Las palabras que «no no se atrevería
de a m p h cuitwa. ¿Qué vale el proceso a pronunciar ni a escribir en una critica.
que tan genial adversario ha tramado con- vienen a cada paso y aun las aplica el hijo
tra Dios?
Los argumentos que Sartre nos p r w -
.
a su madre. . Tedo esto es chocante, pero
mueho más chocante es para el católico
ta para justificar sus negaciones no pue- que ha podido gustar la tradición de saa-
den ser mbs pobres: simples a f i m a c i d tidad de la Iglesia, ver la parodia níistiea
literarias mestidas de un manto senti- de h t z . El lector siente una extraña sen-
mental. ¿Qué valor tiene en fa cmstrac- sación, y a cada rato dice; no, la santidad
c i b positiva de Sartre el reino del hom-
bre que ha inaugurado? Ni una palabra que
.
no es eso.. Las palabras rnelífluas en
boca de G x t z son mil veces más chocantes
nes dé a atender lo que es este reino s b que I s s paldkas de Ilurdcl, que pareen
ei crimen que lo inaugura. Desde hace va- conwOoiasSes a S m e y que uno nv se ma.
rios años viene Sartre anancianda este rei- ranriWP & encoabr sus labios.
ne y hibhente 10 anuncia al te&? su
..
obra c u a ~ d ocae el telón. pero ya es
tiempo que le vede. Hasta ahora nada,
como no sea lo mentira. el odio, el crimen.
André Blanchd dice que el teatro de Sar- El diablo y el buen Dios nos dcjk sin
tre recaerda esas @eras en que una mu- pretenderlo, una profunda leccióe: su sed
chedumbre canta en tdos los tonos i Mar- de absoluto, que Sartre coleta en el yo, en
chemos, Itkckmesl pero sin avanzar un la adbración del hombre, como cl' marxista
pasa. Estam<nc esacfsncb los pasos de Sar- en el pfeletariado, palanca & la sociedad
tre hacia la n m a. sin clases. I%ra el cristiano su hito abso-
Sartre, al igual que otros ateos, dstm- luto es Díos, y su grau descubrimiento, su
cialistas o cemunisrta?r achacan a 0- 8N. memaje,'es que la vid%s m h nada vale,
p~ ateos el estas. viviido, a pesar de e iluminada por El hasta la más modesta
sus dec~araciones,en un clima cristiano. Y existencia es luz.

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