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FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE DERECHO

ENSAYO JURÍDICO

CONVOCATORIA OBLIGATORIA ANUAL A JUNTA


GENERAL DE ACCIONISTA VIA NOTARIAL Y SU
OPOSICIÓN

Autor:

Lanegra Llaguento Marcos Octavio.

Asesor:

Dr. Mendiburu Rojas Augusto Franklin

Pimentel – Perú
2018
INDICE
I. INTRODUCCION .......................................................................................................................... 3

II. ARGUMENTACIÓN ...................................................................................................................... 3

2.1. PLANTAMIENTO DEL PROBLEMA ....................................................................................... 3

2.2. FUNDAMENTOS .................................................................................................................. 4

III. CONCLUSIONES: .......................................................................................................... 12

IV. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS..................................................................................... 13


LA CONVOCATORIA OBLIGATORIA ANUAL A JUNTA
GENERAL DE ACCIONISTAS VIA NOTARIAL Y SU OPOCISIÓN

I. INTRODUCCION

El presente ensayo intentará adentrarse en la problemática que gira en torno a los procesos no
contenciosos vía notarial, de forma especifica en el proceso de convocatoria obligatoria a junta
general de accionistas y la oposición como requerimiento para poner fin a este proceso en via
notarial, este ensayo sustentará que la oposición de la mismas no desnaturaliza la figura del
notario como dador de fe y por consiguiente no debería poner fin a la competencia que tiene
este técnico jurídico a tramitar este caso” dado que el acto de convocatoria a junta general de
accionistas no es un proceso donde se tenga que resolver un conflicto de intereses, muy por el
contrario es un acto que busca dar fe de lo acordado y actuado por la junta general de accionista,
en segundo momento se intentará desarrollar los fundamentos teóricos que apoyan la tesis
de este ensayo, por último se analizara la legislación nacional sobre la materia, para arribar a
las conclusiones del caso

II. ARGUMENTACIÓN
2.1. PLANTAMIENTO DEL PROBLEMA

Los procesos no contenciosos de competencia notarial son quizás una de las herramientas
jurídicas que más sirven a la sociedad, esto pues, porque ayuda de cierta forma a
descongestionar la tan abultada justicia peruana, buscando un medio alternativo , donde un
técnico jurídico del derecho pueda resolver las dudas que estos tengan sobre un determinado
tema, claro, siempre y cuando esta tenga relevancia jurídica , permitiendo a su vez que los
órganos judiciales puedan dedicarse de manera integra a la resolución de procesos donde la
Litis se haga presente y requiera de su inmediación para poder otorgar la tan ansiada paz
social que buscan los procesos, es aquí donde la frase popular “ notaria abiertas juzgados
cerrados” cobra un sentido muy especial dentro del marco de la competencia no contenciosa
en vía notarial, dando a suponer que mientras estos casos no necesiten la obligatoria
actuación de un juzgador con poder de resolución de controversias tranquilamente el
ciudadano podría bajo arreglo de la ley 26662 y 29560, leyes que regula los procesos no
contenciosos a la vía notarial buscar llegar a buen puerto con sus consultas jurídicas y tramites,
las cuales resultan ser más eficaces dando una celeridad procesal que el órgano judicial en los
últimos años carece, así pues estos casos solo podrán dejar de ser llevado bajo esta vías cuando
se haga presente oposición a la solicitud de convocatoria emitida por el notario,
desnaturalizando la figura que tiene el mismo, es decir, se tendría que ver bajo esta discusión
quien tiene mejor derecho a ser reconocido, lo cual a todas luces no forma parte de la función
notarial como así lo afirma la misma ley 1049, debiendo ser remitido de oficio por el notario a
fin de que el juzgador , aquel que si puede decidir ante una controversia, resuelva dicho
proceso, pero, ¿qué pasa cuando un proceso aun siendo presentada la oposición no
desnaturaliza la competencia propia del notario como de dador de fe pública y protector de la
legalidad?, este pues es el caso particular del proceso no contencioso notarial de convocatoria
a junta general de accionistas, donde el fin de la misma es solo dar validez a los acuerdos que
se sostienen dentro de este órgano societario y cumplir con la obligatoriedad de su
cumplimento anual según lo estipulado por el articulo 114 haciendo referencia a la junta
obligatoria anual y el artículo 117 de la convocatoria ordinaria de la misma , ¿sería necesario
remitir al órgano judicial aun a sabiendas que la competencia del notario para conocer este
tipo de procesos no se ha visto desnaturalizada?, ¿ debería ser un requisito la oposición a dicho
acto para que el notario pueda poner fin a su participación en este procedimiento y deba
remitirlos al órgano judicial por actos que a todas luces no requieren de la intervención judicial
solo por la oposición de los mismo? .

2.2. FUNDAMENTOS

Considero que para empezar a hablar de un proceso no contencioso de naturaleza notarial es


necesario adentrarnos dentro de las figuras del notario y el importante papel que cumple dentro
del tráfico jurídico particular del estado. Así, pues debemos entender que la función notarial se
encuentra enmarcada dentro de la delegación que brinda el estado a determinadas personas
para que ejerzan la denominada fé publica la cual se encuentra reconocida a través del decreto
legislativo Nº 1049, hay que entender que el notario es el destinatario de esa fe pública por la
cual esta facultado a dar legalidad a los documentos privados que ante él presenten las personas
a fin de hacer sus papeleos de forma de no generar controversia a un futuro, pero, ¿qué es la fe
pública? al respecto Carral y De Teresa (1993) afirma:

Que la fe pública no es aquella que se encuentra bajo la percepción subjetiva de la fe, sino
afirmaciones que debemos de aceptar de forma objetiva, acatando los preceptos legales
que así lo ordenan (P.52).
Así pues, Corral y de teresa hace una separación del termino fe, no como aquel que obedece
a el acto de creer espiritualmente, si no, muy por el contrario, la fe publica se enmarca en el
plano del cumplimento de las formas que establecen las normas, para darle una calidad de
certeza. Siendo el destinatario de esa fe pública por delegación el notario, quien como
profesional de derecho debe velar por que la legalidad de los actos que se manejen a diario así
también se respete la ley en su forma más imperativa, la dación de fe por el notario deberá
ser plasmado mediante forma narrativa a través de un instrumento, bajo aspectos de
integridad y objetividad, siendo esta generalmente escrita.

Algo relevante de la función notarial es que tiene como objeto el instrumento público, El
notario y catedrático Bernardo Pérez Fernández del Castillo con gran claridad ha expresado lo
siguiente:

El termino instrumento proviene del latín instruiré que significa instruir, enseñar, dar
constancia, y se refiere a todo aquello que sirve para conocer o fijar un acontecimiento. El
instrumento público se llama así porque el poder público garantiza su autenticidad, su
autorización proviene directamente del poder público.

Tomando en cuenta lo anterior, podríamos decir en sentido amplio que el instrumento notarial
es todo documento cuya autoría se puede atribuir a un Notario, concretamente podemos
afirmar que instrumento notarial es aquel documento público, autorizado o expedido con
arreglo a leyes por el mismo y que tiene carácter fehaciente, por lo anteriormente expuesto y
teniendo ya en claro que el objetivo del notario es dar fe mediante el instrumento público y
habiendo hecho un pequeño esbozo de las funciones básicas notariales , seria también
menester hablar sobre el objetivo que persigue la junta general de accionistas en nuestro país.

Esta función la podremos encontrar en ley general de sociedades en su sección cuarta, titulo
primero donde desarrolla bajo principio de legalidad que función tiene este órgano de la
sociedad, asi la define como el órgano máximo dentro de una sociedad que se encuentra
conformado por los accionistas la junta general de accionistas no es un órgano permanente de
la sociedad por lo cual su convocatoria obedece a características obligatorias y de carácter
extraordinarias; por ello, en caso sea preciso e indispensable que sea celebrada una reunión de
los accionistas es necesario que se convoque a los miembros de la misma. Además, solo de esta
manera se cumple con el derecho que posee todo accionista a intervenir y votar en las Juntas
Generales de Accionistas. De acuerdo con el artículo 113 de la Ley General de Sociedades
Peruana, la Junta General de Accionistas ha de ser convocada cuando así lo haya previsto el
estatuto (norma base que regula la actividad de toda sociedad), lo acuerde el Directorio por
considerarlo necesario al interés de la sociedad o lo solicite un número de accionistas que
represente cuando menos el veinte por ciento de las acciones suscritas con derecho a voto. La
convocatoria ha de ser realizada por el Directorio y, en su defecto, por la administración de la
sociedad. En aras de buscar que la convocatoria efectivamente llegue a todos los socios, la
normativa aplicable suele establecer ciertos requisitos con la que la sociedad debe cumplir para
la debida convocatoria.

El aviso de convocatoria de la Junta Obligatoria Anual y de las demás Juntas Generales de


Accionistas previstas en el estatuto debe ser publicado con una anticipación no menor de diez
días al de la fecha fijada para su celebración. En los demás casos, salvo aquellos en que la ley o
el estatuto fijen plazos mayores, la anticipación de la publicación será no menor de tres días. El
aviso de convocatoria especifica el lugar, día y hora de celebración de la junta general, así como
los asuntos a tratar. Puede constar asimismo en el aviso el lugar, día y hora en que, si así
procediera, se reunirá la junta general en segunda convocatoria. Dicha segunda reunión debe
celebrarse no menos de tres ni más de diez días después de la primera. La junta general no
puede tratar asuntos distintos a los señalados en el aviso de convocatoria, salvo en los casos
permitidos por la Ley.” Este artículo trata sobre la convocatoria regular. El Directorio es el
llamado en estos casos a realizar la convocatoria a la Junta General de Accionistas, ya sea por
acuerdo del propio órgano social o a solicitud de los accionistas. En las sociedades que se
organicen sin Directorio, por ejemplo, las sociedades anónimas cerradas, la convocatoria queda
a cargo de la Gerencia que se representa en la figura del Gerente General.

Como ya se señaló anteriormente el aviso de convocatoria tiene como objetivo que sea
conocido por todos los accionistas y, al existir la posibilidad de que estos sean un número
importante, encontrándose íntimamente ligado al derecho que tienen a encontrarse
debidamente informados y con la antelación necesaria para que puedan ejercer de manera
correcta sus derechos y, específicamente en este caso, el derecho al voto, el derecho político
más importante. Por otro lado, y continuando con el ejemplo peruano, la Ley General de
Sociedades Peruana prevé una convocatoria excepcional que se da en los casos en que, por no
haberse cumplido con los requisitos legales o estatutarios, se debe recurrir al juez o notario
para que se realice la convocatoria. Esta convocatoria se da cuando la Junta Obligatoria Anual
o cualquier otra prevista en el estatuto no se convocan dentro del plazo y para sus fines, o en
ellas no se tratan los puntos de agenda indicados por la ley o el estatuto, o como en el caso de
que los accionistas que representen el 20% de las acciones suscritas con derecho a voto
soliciten notarialmente la celebración de la Junta General de Accionistas.

Pero, ¿qué pasa cuando aun habiendo sido establecido de esta manera por la ley general de
sociedades los encargados de generar la junta obligatoria anual o cuando habiendo sido pedido
por el número de socios requeridos son ignorados por el órgano obligado a convocar a dicha
junta?.

En estos casos, el titular de una acción suscrita con derecho a voto puede mediante trámite o
proceso no contencioso solicitar ante el juez de paz o al notario del domicilio social que realice
la convocatoria pudiera dar trámite al proceso, el primero a todas luces no resulta ser un
medio de solución eficaz y célere, por el conocimiento general que se tiene que los procesos
dentro del órgano judicial siempre tardan en demorarse mas de lo que son resueltos así pues
los procesos no contenciosos toman una importancia preponderante al ser un medio
alternativo y facultado por el estado para poder legalizar los documentos, pero ¿por qué darle
competencia notarial a este tipo de procesos?

Así pues, podemos encontrar una respuesta valida a lo que señala Palomino (2012) al
argumenta “Que la intervención notarial en asuntos no contenciosos se justifica porque existe
ausencia de Litis, existe consentimiento y asentimiento de los interesados, No tiene carácter
de cosa juzgada, permitiendo a los jueces dedicarse a resolver temas donde es indispensable
su intervención” (p.91). De lo cual podemos inferir que la controversia de reconocimiento de
un derecho por encima del otro, deben de ser solo competencia principal de los juzgados, pero
al carecer de esta misma, y al no encontrarse controversia alguna, por lo cual de ocurrir el
caso debería remitir lo actuado al órgano judicial de la jurisdicción pertinente, así pues, la
Unión de hecho, adopciones de personas mayores, sucesión intestadas y los demás procesos
no contenciosos contemplados en las anteriores leyes mencionadas, con la simple oposición
justificada o no, serían un fundamento valido para ponerle fin a estos procesos notariales , esto
suponiendo lo tratado líneas atrás ,pero, no todos los procesos se desnaturalizan con la simple
oposición a su actuación , hay un proceso en particular que preserva su carácter no contencioso
aun cuando la oposición se haga presente, pero nuestro ordenamiento aun lo trata dentro de
sus cuerpos normativos, recordemos así pues que el notario no emite juicios de valor alguno,
por el contrario solo puede materializar en el instrumento lo que sus sentidos le permiten
percibir, es así como también se desdobla otro argumento sólido por el cual resolver
cuestiones de derecho no se le es dado como función por el estado, uno de los más claros
ejemplos de esta tesis que planteare así pues , la convocatoria a junta general de accionistas,
este es un proceso no contencioso agregado por la ley 29560 que perfectamente cumple la
función de proceso no contencioso aun después de haberse interpuesto la oposición a esta
actuación , la cual es solicitada por un número no menor del 20% de acciones inscritas, con el
fin de convocar juntas cuando sea necesario y su órgano colegiado (directorio) haya rechazado
la solicitud de convocatoria, pero, ¿ porque proponemos que la oposición en este proceso no
debe ser requisito para remitir lo actuado al órgano judicial?, sin el mínimo análisis requerido
el lector podría pensar, que, oponerse a la realización de dicha junta entonces habría un
desacuerdo de las partes con la realización de esta misma , y ese sería el motivo fundamental
para poder remitir todo lo actuado hasta el momento al órgano jurisdiccional , pero, he aquí
el gran problema que el legislador no tomo en cuenta al estipular el artículo 57 de la ley
29560, no contemplo lo que para muchos entendidos en la materia es un error.

Así, por ejemplo podemos encontrar opiniones como la del Dr. Gonzales Barrón (2012) señala
“la oposición no debiera llevar a concluir que el procedimiento se ha vuelto contencioso de esta
forma, además, se comprueba que la “oposición” o la “falta de oposición” no es un elemento
valido que sirva para caracteriza un proceso en contencioso o no contencioso. Por tanto, la
diferencia no se encuentra en la eventual oposición del emplazado, sino en la naturaleza de
la pretensión , esto es, si se busca la extinción de un derecho en contra de la voluntad de su
titular, en cuyo caso estamos en presencia de un conflicto de intereses que debe ventilarse
ante el poder judicial. Por otro lado, si se busca documentar un acto o negocio, aunque exista
oposición, entonces la pretensión no es contenciosa.”

En el presente caso, el conflicto no se da en la convocatoria y junta general de socios, que solo


busca documentar un acto colegiado que no fue atendido a pesar de la obligación que la ley le
otorga al exigir que esta se de entre los tres primeros meses del año en ejercicio, se hace
presente de forma posterior al acto de convocatoria , cuando cualquiera de los socios puede
impugnar judicialmente la validez de la junta. En buena cuenta, la solicitud de convocatoria,
por esencia siempre es no contenciosa, por tratarse de actos internos destinados a que se
exprese la voluntad social; mientras que la controversia recién se predica con el acto colegiado
ya formado y una eventual nulidad, lo que se reserva el órgano jurisdiccional, Por otro lado otro
Salas (2011) señala:

Siendo el derecho del accionista de convocatoria judicial uno de los mecanismos de


protección de minorías, el recurso al Juez / Notario resulta ser una respuesta a los
conflictos (detectados por la teoría del agente-principal) entre los diferentes actores
económicos que convergen al interior de la sociedad. Se sustenta en los costes de
agencia que se derivan de la separación de la propiedad y el control o de la existencia
de grupos de accionistas mayoritarios y minoritarios. Los administradores de la
sociedad designados por los accionistas de control no solo poseen información sobre
la rentabilidad de la sociedad que los demás accionistas desconocen sino, también, los
propios administradores tienen interés en lograr objetivos diferentes al de maximizar
el valor para todos los accionistas (p.15).

Lo anterior podría causar, por un lado, que los accionistas de control se inclinen a favorecer
sus propios intereses, que no necesariamente coincidan con los de los accionistas minoritarios.
Por otro, los accionistas minoritarios buscan la mayor retribución posible a su inversión y
esperan de los administradores un comportamiento estrictamente adecuado, y con ello me
refiero a cumplir sus deberes fiduciarios de lealtad y de cuidado, en beneficio de todos los
accionistas, sin distinción. La práctica permite afirmar que, en la gran mayoría de los casos, la
solicitud de convocatoria denota la inexistencia de conflicto o discrepancias ya que solo
responde a una exigencia propia de la ley. Se tiene que recurrir a procedimientos formales
como la convocatoria notarial, cuando, frente a discrepancias en cuanto a cumplir con su deber
de administrador de una sociedad se obstaculizan los medios para la reunión en pleno del
máximo órgano de la misma fallan las vías pacíficas de solución de conflictos al interior de la
sociedad. Estas situaciones de conflicto pueden derivar en la negativa de la administración de
la sociedad a convocar a una Junta General o a una Junta Obligatoria Anual de Accionistas o en
la dilación de la convocatoria o, finalmente, en convocar a la Junta para que se realice en un
plazo excesivo que no guarde proporción con la anticipación de la convocatoria.

Es así , uno de los mayores motivos que sostienen la idea que planteo en el presente ensayo,
pues querer dar a entender que la simple oposición de la convocatoria ya dilucidaría un choque
de posición, se olvida olvida así también que lo que buscará el notario no es ver quién tiene
razón en cuanto al reclamo de sus obligaciones, es decir si el órgano administrativo de la
sociedad tiene derecho a no hacer la convocatoria o si aquellos socios que no están dentro de la
administración al solicitar se deba convocar al ignorar lo prescrito por ley , si no por el contrario
hacer oficial un mandato que propiamente establece la ley al dar obligatoriedad a realizarse esa
convocatoria dentro de los tres primeros meses, el notario dentro de este proceso se enmarca
en dar fe a lo actuado dentro de la misma por lo cual no habría violado el notario aquello referido
en el artículo 17 de la ley del notaria N 1049, ya que no responde a una naturaleza per se por el
contrario se tiene que dejar constancia de que se respetó la ley realizándose dicha convocatoria
así que la controversia propiamente no estaría en la sola solicitud de convocatoria obligatoria,
si no en los acuerdos que dentro de estas se manifieste cumpliendo así la naturaleza por la que
fue creada, que muchos intentan confundir como una discusión de posiciones que solo son el
fondo , no la forma por la cual se debería de llevar este proceso, en eso sin duda hace caso omiso
al principio de legalidad bajo el cual están sometida a obligaciones. o ¿es que el órgano
administrativo puede discutir el mandato de la ley ignorando el deber que tiene de convocar
a junta general?, ¿es válido aceptar que el particular pueda cuestionar un deber que tiene para
con todos los miembros de esta junta general? y esto como repito solo enfocándonos en el
carácter obligatorio de la convocatoria a junta general anual, desde mi punto de vista creo que
no, Ya que las formas siempre buscan asegurar el debido procedimiento en esta caso interno
dentro de las sociedades, con el fin de evitar que se maneja a su antojo y caiga en una situación
que a la larga perjudique a todos , asegurando no solo el derecho de las mayorías, sino también
el de las minorías existentes dentro de las mismas, son procesos que se deben agotar pero no
solo oponiéndose a esa convocatoria para posteriormente darle un debido seguimiento de
acuerdo a ley .

Es así como ante el problema el Dr. Gonzales Barrón concuerda con la tesis del presente trabajo
Lo cual me faculta a realizar un análisis más intensivo de cuan oportuno puede ser que esta
oposición no ponga fin a este procedimiento, debiendo tener en claro primero lo establecido en
la en la ley 29560 en su artículo 58:

“El notario encargado de la convocatoria a petición de él o los socios debe dar fe de los
acuerdos tomados en la junta general o en la junta obligatoria anual, según sea el caso,
levantando un acta de la misma, la que protocoliza en su Registro Notarial de Asuntos No
Contenciosos en caso que no se le ponga a disposición el libro de actas respectivo, dejando
constancia de este hecho, si se le presenta el libro de actas y hay espacio suficiente, el acta
se extiende en él. Si no se le presenta el libro matrícula de acciones, deja constancia de este
hecho en el acta y se procede con la junta con la información que se tenga. El parte, el
testimonio o la copia certificada del acta que se levante es suficiente para su inscripción en
los Registros Públicos.”

Entonces si la misma ley en dicho artículo nos confirma el trabajo fiduciario que realizaría el
notario dentro de la actuación de esta junta general lo cual no responde a lo mismo en otros
procesos como por ejemplo sucesión intestada, donde si es necesaria la carencia de conflicto de
las partes que recurren al notario, entonces, ¿Por qué esta contrariedad de posiciones? ¿Por qué
si se admite que el fin de esta convocatoria es tomar nota de todo lo actuado para
posteriormente poder extenderla en el acta notarial de asuntos no contenciosos y a su vez crear
un instrumento notarial, entonces , indirectamente confirma la naturaleza no contenciosa de
dicho proceso, por lo cual , la oposición no debería de ser un requisito para remitir lo actuado
al órgano judicial, muy por el contrario sería hablar de los acuerdos realizados en dicha junta,
que podrían ser cuestionados por la sociedad, desde mi punto de vista el art 57 de la ley 29560
se olvida del carácter de este proceso en particular, por lo cual para el bien de la correcta
aplicación del derecho notarial y los procesos que se llevan a cabo dentro de este procedimiento
notarial, dicho artículo debería ser modificado y poner en lugar de este un texto que manifieste
que la oposición a la convocatoria a junta general de accionistas obligatoria y ordinaria aun con
la presencia de esta mantiene la naturaleza no contenciosa, debe ser remitido al órgano
jurisdiccional, ya que ahí si nos encontraríamos en un total conflicto de posiciones, la cual escapa
de las funciones de este notario, por lo cual si es válido hablar aquí de una desnaturalización
del proceso, teniendo así una variación grande a lo que el notario está acostumbrado a seguir

Si tratamos de analizar el plano del derecho comparado de esta competencia notarial que se le
otorgo al notario encontraremos con gran sorpresa que esta no tiene un equivalente como tal
en otro ordenamiento jurídico , así pues ni la ley general de sociedades mercantiles de México,
La ley sobre sociedades Anónimas de Chile, la ley de sociedad por acciones simplificadas de
Colombia por comparar las legislaciones en el aspecto latinoamericano ninguna de ellas recoge
la acción notarial que nuestra legislación nacional posee, lo que debela que se debe de trabajar
de una manera aun mucho mas responsable sobre el presente tema ya que se hace un hito al
menos de forma regional al tratar de descongestionar nuestro sistema de justicia
III. CONCLUSIONES:

• El proceso no contencioso vía notarial no puede ser tomado como un proceso


contencioso solo por la convocatoria de la misma, dado que no afecta en la naturaleza
del notario dentro de las facultades que le reconoce la ley del notariado peruano y la
propia ley de procesos no contenciosos vía notarial
• El notario actúa dentro de los márgenes naturales de la función que le compete, esto
es, la de preparar y documentar los actos jurídicos, para lo cual constata la debe revisar
la legalidad de dichos procedimientos para poder emitir fe pública al respecto de lo
manifestado dentro del colectivo de la asamblea.
• Hay que entender de tratar de confundir el presente procedimiento que obedece solo
a la forma en que se debería llevar esta convocatoria avocándose al resultado del
debate dentro de la misma es desconocer.
• La oposición en este tipo de procesos no puede ser un punto de partida para poder
calificar dichos actos como contenciosos ya que solo busca garantizar un procedimiento
solemne para la debida observancia del derecho.
• Los procesos no contenciosos deben obedecer siempre a las funciones y los principios
que inspiran al derecho notarial peruano, esto en busca de armonizar estos
procedimientos para evitar tipificar los fines de las mismas cuando su propia naturaleza
no contraviene con lo reconocido en un cuerpo legal que regula sus funciones.
IV. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Carral y de Teresa, L. (1993). Derecho Notarial y Registral. Mexico D.F: Porrúa.

Castañeda Rivas, M. L. (2015). Naturaleza juridica de la fe pública notarial. En A. G. Adame


Lopez, Homenaje a Bernardo Perez Fernandez del Castillo (págs. 27-44). Mexico: Colegio de
profesores de derecho civil Facultad de derecho - UNAM.

Gonzales Barrón, G. (2012). Derecho Notarial. Lima: Juristas Editores.

Mallqui Luzquiños, M. A. (2015). Consideraciones generales sobre la importancia del derecho


notarial en el Perú. Revista de Investigacion Juridica USAT. Obtenido de
http://www.usat.edu.pe/files/revista/ius/2015-I/paper08.pdf

Palomino, C. E. (2012). La competencia Notarial en los asuntos no Contenciosos. pág. 81.

Sanchez, J. S. (2011). El nuevo régimen de convocatoria a la junta general de accionistas, a


solicitud de accionistas minoritarios. Obtenido de
revistas.pucp.edu.pe/index.php/iusetveritas/article/download/12109/12675

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