examen de admisibilidad formal del recurso de inaplicabilidad de ley interpuesto a fs. 89/98 vta. por el Presidente del Tribunal de Cuentas de la Provincia contra la resolución dictada por esta Cámara que resolvió rechazar el recurso de reposición articulado por el Estado Provincial a fs. 39/46 vta. contra las providencias dictadas en fechas 06/10/17 y 29/12/17, sin perjuicio de las facultades de revisión que en tal sentido asisten al Superior Tribunal de Justicia en pleno.
2. Luego de repasar los requisitos formales de
admisibilidad del recurso, alude que si bien la resolución cuestionada es una interlocutoria, considera que la vía recursiva interpuesta es la única y última que habilita el replanteo de la cuestión que estima incorrectamente resuelta.
Argumenta que habiéndose negado legitimación al
organismo a su cargo para estar en juicio sino se admitiese la revisión no tendría posibilidad alguna de que la cuestión sea resuelta por el Superior Tribunal de Justicia para ejercer el control de constitucionalidad de los fallos de instancias inferiores de un asunto particular y delicado como es la habilitación de la instancia judicial del Honorable Tribunal de Cuentas.
Entre los fundamentos, sostiene que la resolución de
esta Cámara viola la doctrina que surge de la Ley 9768, del proceso constitucional de reforma de la Carta Magna Entrerriana y de la doctrina del moderno constitucionalismo del siglo XXI. En el escrito recursivo también se analiza la figura del Tribunal de Cuentas prevista en la Constitución de la Provincia de 1933 a la luz de la reforma operada en el año 2008 y la consagración de los órganos autónomos de control.
Se analiza también el artículo 213 de la Constitución
Provincial, se enumera doctrina y jurisprudencia que estima aplicable.
Por último, en el recurso se dice que la Cámara violentó
la doctrina que surge de la Ley 10052 en tanto estableció que del art. 53 inc. 4) de la Ley 7061 surge que prevé que la demanda por actos del Tribunal de Cuentas se notificará al organismo en la persona de su Presidente y que se debió notificar la demanda para darle la posibilidad de comparecer como parte.
En el petitorio pide expresamente que se haga lugar al
recurso interpuesto, se deje sin efecto la resolución recurrida, otorgándose al organismo a su cargo el carácter de parte, como legitimados pasivos.
3. Dispuesto el traslado de ley, el mismo no fue
contestado y se ordenó el pase de los autos a despacho para resolver.
4. Corresponde a este Tribunal analizar la procedencia
formal del recurso, al margen de todo juicio relativo al fondo del asunto, a su procedencia intrínseca o fundabilidad sustancial.
En tal sentido, para decidir la concesión o no del mismo,
previsto en el art. 280 del C.P.C. y C. y por el cual se rige el recurso de inaplicabilidad de ley contemplado en el artículo 77 bis del C.P.A., se debe verificar: 1) si el recurso ha sido interpuesto en término; 2) si la sentencia atacada es definitiva; 3) si se ha observado la prescripción legal contenida en el art. 280, segundo párrafo, en cuanto dispone que en el escrito debe señalarse en términos claros y precisos, cuál es la ley o doctrina violada o erróneamente aplicada y en qué consiste la violación o el error y 4) si, en su caso, se denuncia un supuesto de arbitrariedad que eventual y excepcionalmente pudiere habilitar la revisión por vía extraordinaria. A ello cabe agregarle que el depósito previsto en la norma resulta innecesario a tenor de lo resuelto por el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos a partir del pronunciamiento en autos: "Fralasco, Carlos Leonardo c/ Estado Provincial y Caja de Jubilaciones y Pensiones de Entre Ríos - contencioso administrativo s/ recurso de inaplicabilidad de ley", fallo del 22/10/14. En esa tarea, lo decisivo que este Tribunal advierte es que el escrito recursivo no satisface la exigencia de denunciar en forma precisa y fundada cual es la ley o doctrina legal violada o, en su caso, la arbitrariedad de la sentencia.
En efecto, el recurrente solo expresa consideraciones
intentando desvirtuar la decisión de esta Cámara, criticando las afirmaciones del fallo pero sin argumentar sobre la interpretación errónea de la ley que invoca, ni la doctrina legal que se hubiere vulnerado; deficiencias que no pueden ser subsanadas por la crítica general que efectúa, pues dicho cuestionamiento -en términos de agravios- debe estar necesariamente precedido de la denuncia de la norma o doctrina que se considera quebrantada, indicando en qué consiste la infracción o el error y hacerse cargo de tal circunstancia.
Los argumentos del recurrente exhiben una discrepancia
con los fundamentos del resolutorio que no logra poner en crisis la estructura lógica del fallo, traduciéndose en una mera disconformidad subjetiva con el veredicto y una visión diferente de los hechos, pero sin argumentar, o al menos invocar mínimamente la arbitrariedad del fallo.
Es demostrativo de la insuficiencia técnica del recurso en
cuestión, la circunstancia de haberse peticionado sin más que la resolución sea dejada sin efecto, pero sin adentrarse a señalar los fundamentos que a su juicio demuestren los recaudos previstos en el art. 280 del rito civil y comercial, aplicable por el art. 77 bis del Código Procesal Administrativo.
Tampoco se denunció un supuesto específico de
arbitrariedad con fundamentación seria, eventualmente viable, y conectado con la sentencia pronunciada.
Finalmente, si bien es cierto que el acceso a la
jurisdicción comprende la posibilidad de recurrir, no cabe pasar por alto que en la configuración del sistema de litigio administrativo de la Provincia el legislador optó por establecer uno de carácter extraordinario (77 bis del C.P.A.). Que, sin perjuicio de la mirada flexible que debe dársele al mismo -la que asume este Tribunal al resolver sobre la concesión de los recursos de inaplicabilidad de ley-, ello no es sinónimo de transformar judicialmente un recurso extraordinario en uno ordinario. Que una mirada amplia y pro actione no puede incluir subsanar las deficiencias técnicas específicas y elementales que la legislación le impone a quien pretende que la decisión que le agravia sea revisada por un órgano superior, en el caso, el Superior Tribunal de Justicia en pleno. Así las cosas, en el libelo no se concreta una crítica razonada de todos y cada uno de los fundamentos que sustentan el pronunciamiento en crisis, ni se explican las razones concretas que conducirían a demostrar el error jurídico o el vicio esencial del fallo dictado, lo cual no configura un agravio atendible en la casación (antecedentes de esta Cámara en tal sentido: "García, Emilia Elena c/ Estado Provincial y Caja de Jubilaciones y Pensiones de la provincia de Entre Ríos s/ Contencioso Administrativo", del 27/07/16; "Nuñez, Marcelina Dolores c/ Estado Provincial s/ Contencioso Administrativo", del 08/02/17; "Estado Provincial c/ Barrios y Barrios S.R.L. s/ Contencioso Administrativo (ordinario - cobro de pesos)", del 19/12/17; "Malisani, Ilbe María del Carmen c/ Instituto de Obra Social de la Provincia de Entre Ríos y Estado Provincial s/ Contencioso Administrativo", del 12/11/18).
Al respecto, son plenamente aplicables las palabras de
nuestro Superior Tribunal de Justicia cuando dijo: "Se constata en relación al recurso de inaplicabilidad intentado, que el impugnante omitió realizar una critica específica y razonada de los argumentos utilizados por el Tribunal para resolver de la manera que lo hizo, limitándose a insistir en su particular manera de interpretar los dispositivos, aunque sin llegar a refutar argumentativamente los fundamentos cardinales del fallo, correspondiendo rechazar el recurso de Inaplicabilidad de Ley deducido, con costas" ("Confalonieri, Alba María c/ Estado Provincial - Contencioso Administrativo s/ Recurso de inaplicabilidad de ley", fallo del 02/03/16).
La interlocutoria, respecto al asunto en debate no es sentencia
definitiva, claramente, ni equiparable a ésta. No es equiparable, aún cuando niega personalidad jurídica para estar en juicio como codemandado al Tribunal de Cuentas, porque el proceso -por decisión mayoritaria- continúa con la intervención de dicho órgano, como tercero. En el desarrollo de su recurso, no dedica el recurrente un sólo agravio que refiera a las diferencias que le provocarían la intervención como tercero. Pese a la calificación de fulminante que efectúa en cuanto a "discutir y argumentar", cuando la confusión deviene en que las potestades procesales se ejercitan conforme las leyes que las reglamentan y, en el caso, éstas le otorgan la calidad de parte al Estado Provincial representado por el Fiscal de Estado y al Tribunal de Cuentas, la de interviniente lo que no impide que su "voz" forme parte del coro -que incluye las distintas posiciones que en un proceso moderno, confronta al Ministerio Público Fiscal, a terceros de diversa índole e, incluso, a quienes no intervienen pero que pueden sufrir sus efectos como sucede en las acciones colectivas-. Por tanto, el retroceso achacado a la resolución no está correlacionado con un impedimento definitivo que deviene consecuencia de aquellas decisiones que, aunque no lo son, proyectan irremediablemente un efecto perenne que las equipara a las sentencias definitivas de mérito. En consecuencia, amén de la queja vacua, se rechaza la concesión por la falta de carácter definitivo a la misma a los fines de la admisibilidad.
Por todo lo expuesto, debe denegarse la concesión del
recurso de inaplicabilidad de ley interpuesto por la actora.
El señor Vocal GONZALEZ ELIAS manifiesta que hace uso de la
potestad de abstención, prevista legalmente.
Por todo lo expuesto;
SE RESUELVE:
I.- DENEGAR la concesión del Recurso de
Inaplicabilidad de Ley interpuesto a fs. 89/98 vta. por el señor Presidente Interino del Tribunal de Cuentas de la Provincia contra la resolución recaída en autos a fs. 72/85.
Registrar; notificar conforme artículos 1 y 4 del Acuerdo
General Nº 15/18 del Superior Tribunal de Justicia -Sistema de Notificaciones Electrónicas (SNE)- y continuar los autos según su estado.