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Por lo general, existe desconocimiento y, algunas veces, exceso de confianza en las acciones que

realizan los trabajadores.

Como asesor en prevención de riesgos, ¿qué acciones propone para que los trabajadores tomen
conciencia de los trabajos en altura?

Y, ¿cómo explicaría a la gerencia de la empresa el compromiso que


deben asumir con sus trabajos en el SGSSL?
Comente con sus compañeros.

Las empresas deberán garantizar, entregando la información necesaria, que sus trabajadores
posean las capacidades y conocimientos suficientes, en caso de poder actuar en una
emergencia, deben saber las consecuencias a sufrir por las desviaciones en sus
procedimientos, deben saber respecto a beneficios en la SSL o la importancia en adaptarse
a las políticas de la organización. Se debe facilitar la información, relacionada a riesgos que
serán expuestos los trabajadores, siendo de planta, un contratista, un cliente, una visita, etc.
Es muy importante que los trabajadores se encuentren capacitados y puedan tomar
conciencia en lo importante del SSL para su organización, donde la organización deberá
establecer diferentes programas:

Comprender las condiciones del SSL, como las responsabilidades de parte de cada uno.

Desarrollar programas en formación contínua para sus trabajadores.

Elaborar disposiciones relativas a la Seguridad y Salud Laboral, identificar los peligros,


evaluar riesgos y medidas de prevención antes de comenzar los trabajos.

Formar trabajadores en funciones específicas en los sistemas de SSL.

Alinear todo encargado de gestión en los trabajadores, hacerles comprender las


importancias en identificar peligros y evaluar los riesgos en las actividades de su
responsabilidad.

Responsabilizar la dirección, gerencia en asegurar el Sistema de Gestión, ha cumplido la


tarea en controlar sus riesgos y minimizando los accidentes laborales y sus enfermedades
profesionales.
Al tomar conciencia respecto a la prevención en riesgos laborales se hace vital, por sobre
todo, en los excesos de confianzas en el trabajo, ya que se derivan por toma de decisiones
incorrectas.

Al adjudicar al “exceso de confianza”, como causa de los incidentes o accidentes, se hace


porque se confunde con un problema en la percepción e identificación de sus riesgos en el
entorno, si bien los trabajos pueden ser rutinarios o reiterativos, al realizar protocolos de
seguridad de forma reiterada, el ambiente al realizar los trabajos son dinámicos y
cambiantes, basta que una variable cambie y se generará un nuevo escenario, pudiendo ser
más riesgoso que lo normal. Es muy importante que los trabajadores, día a día puedan
poner atención en percibir e identificar los riesgos y peligros a su alrededor, y los cambios
de los entornos en el que trabaja, así poder adaptarse a ellos y evitar un posible incidente o
accidente. Es necesario entender, que los trabajadores son diferentes, ven , perciben y
entienden de forma particular y desde su propia visión, pueden afectarlo con su
personalidad, sus valores, sus creencias, o por las presiones de otras personas (compañeros,
jefes), etc. Debido a estas razones, se deben entender que los protocolos o procedimientos
de seguridad, deberán ser lo muy claros y simples para poder unificar criterios y evitar las
malas interpretaciones, o visiones distintas que puedan generar que un trabajador, por
saltarse un protocolo o procedimiento pueda tener un accidente “por exceso de confianza”.
Cualquier accidente en altura es potencialmente mortal y la mayoría de estos accidentes
ocurren por un exceso de confianza, el que trabaja en altura, realiza trabajos repetitivos y
pecan de exceso de confianza. También a veces las empresas no entregan a sus
trabajadores, mecanismos apropiados para realizar un trabajo seguro. Otro factor es el
desconocimiento de productos que existen para la seguridad en altura. La mayoría de las
veces, el trabajador piensa que un arnés básico lo salvará de todas las situaciones, cuando
en realidad hay un tipo arnés para cada trabajo específico”. La solución radica en
implementar y reforzar de forma continua, el “Autocuidado”, los trabajos en altura siempre
debe hacerse con responsabilidad y precaución, sin prisas y con los equipamientos
adecuados. Se deben revisar que los implementos de protección personal, reúnan todas las
certificaciones y que obviamente se encuentren en buen estado, la norma es enfática en
señalar que se deben desechar los elementos que se encuentren en mal estado, de manera
inmediata. Una de las tareas más difíciles en materia de seguridad industrial, es poder
lograr que los trabajadores respeten su propia vida y tomen resguardo ante los peligros
inherentes de su profesión. Por mucha experiencia que tengas en tu trabajo, saltarse las
normas de seguridad o prevención de riesgos laborales es una imprudencia que debes
evitar.

A veces cuando se ha pretendido explicar el origen de un determinado evento no deseado se


recurre a lo más fácil. La impotencia de muchos de dar con el diagnostico – O también
llamado: Causa Básica – se trasunta en la consabida frase: “Sucedió por Exceso de
confianza”. ¿Realmente suceden las cosas por exceso de confianza? Que es la confianza? El
diccionario de la Real Academia define que la confianza es la Esperanza firme que se tiene
de alguien o algo. Es la Seguridad que alguien tiene en sí mismo. Es malo tener una gran
confianza? Es negativo tener una esperanza firme?. No. El modo como se “hace seguridad”
hoy en día no es el más adecuado y eficiente. Se estudian los procesos y la adaptación de
las personas a ellos y la mayoría de los sistemas de gestión siguen este enfoque. Cada
persona tiene la capacidad de percibir e identificar los peligros a su alrededor, es parte de su
“instinto de conservación vital”, de su autoestima, de su valoración y de su adaptación al
entorno. Aun cuando las valoraciones que realizan los prevencionistas, no siempre son
exactas, muchos dicen que los prevencionistas “ven lo que otros no ven”, y es que ello es
muy cierto. Los prevencionistas por donde van evalúan los riesgos y toman acciones
correctivas. Esta referida capacidad de percepción ha sido forjada por la experiencia y la
formación académica. Es un logro adquirido en el cual basa su actividad y desempeño
profesional. A ello, se le llama: Capacidad de Percepción del Riesgo. Cuando en el
trabajador dicha capacidad no es adecuada surgen los problemas, no se detectan los peligros
y se subestima el riesgo, se sobreestima la capacidad de respuesta frente al riesgo
subestimado, se ignora el riesgo, no se identifica el peligro, etc. Uno de los objetivos de
todo Sistema de seguridad es elevar la autoconfianza, tanto en cada trabajador como en
toda la organización. Mientras más confianza tenga una persona, más satisfacción obtendrá
luego del cumplimiento de su labor. No es el exceso de confianza lo que genera accidentes.
Lo es si la discapacidad o nivel inadecuado de percibir y darse cuenta de los riesgos a los
que se está expuesto y el que por dicha discapacidad se actué inadecuadamente dando como
consecuencia una conducta no acorde con la autoprotección. Una de las tareas cotidianas
que tiene el prevencionista moderno, es la de observar las conductas de las personas
(Conductas deseadas y Conductas No deseadas), dicha observación permite evidenciar y
darse cuenta como lo “seguro” se transforma hasta convertirse en algo “menos seguro”. Esa
es la percepción del prevencionista y a dicha capacidad de percepción se le llama:
Percepción del Riesgo. Las diversas gestiones de la actividad preventiva, que se realizan en
las diferentes empresas cuando se intenta abordar la prevención desde la vertiente de la
conducta, se centran en los cumplimientos e incumplimientos de los procedimientos de
alguna parte de los procesos, se desestima la psicología del trabajador, se ignora cuál es su
cultura general, el entorno en el cual creció y desarrolló su personalidad, el entorno
psicosocial y laboral, etc. Dichos tipos de gestión predisponen a un estancamiento. La
gestión preventiva, como interdisciplinar que es, requiere de una intervención diferente poli
factorial y sistémica. Se debe comprender al trabajador inmerso en un todo, holísticamente,
su psicología, su comportamiento y su adaptación al entorno o contexto. A su
organización”. La gestión de la actividad preventiva continúa mejorando y
perfeccionándose en muchos aspectos, sin embargo, otros quedan relegados a un segundo o
tercer plano, como son los aspectos psicosociales. Entre estos últimos cabe destacar, por su
trascendencia e influencia, la percepción que tienen todos y cada uno de los trabajadores
respecto de los riesgos a los cuales consideran que están expuestos, así como el grado de
exposición y la estimación del posible daño en el supuesto que se materialice dicho riesgo,
en un accidente. De acuerdo que todos somos diferentes, que tenemos una psicología
diferente y por ende una capacidad de percepción diferente, pero generalmente no se
atiende a los factores contextuales como: Cultura, alternativas disponibles, contexto
geográfico, contexto político, situación económica, acontecimientos recientes en dicha tarea
o puesto de trabajo, el modo y cualidad de la comunicación de los riesgos. Etc. y a los
factores individuales como: Variables demográficas (edad, etnia por ejemplo),
personalidad, valores y creencias, vulnerabilidad personal a la influencia del grupo
(incluidas presiones de los compañeros), control, destreza, temeridad y voluntariedad
percibida, motivación del riesgo, homeostasis del riesgo, estrés, atención y estado de
ánimo, etc. Es imperativo un enfoque diferente para la prevención de accidentes que trabaje
en la psicología de la persona, que logre elevar su percepción del riesgo al nivel del
prevencionista. Si el trabajador se da cuenta y percibe de manera subjetiva la existencia de
un riesgo, aunque de manera objetiva no exista, el trabajador se comportará como si
realmente existiese, y por tanto empleará parte de sus esfuerzos en poder controlar ese
riesgo subjetivo, porque él lo percibe como objetivo. El objeto de todo sistema de gestión
de la seguridad es elevar el nivel de percepción de los riesgos de las personas expuestas a
los riesgos, pero, ¿si hablamos de niveles de percepción, acaso no es algo que pudiera
diagnosticarse, medirse, moldearse, tratarse? Por supuesto que sí.

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