Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
ISSN: 0482-5276
revista.cs@ucr.ac.cr
Universidad de Costa Rica
Costa Rica
TEORÍA SOCIAL
Este artículo formula algunas proposiciones básicas para estudiar aspectos relevantes de la
relación entre marxismo y Sociología. El objetivo ha sido avanzar sobre la forma de abordar
la actualización del problema.
ABSTRACT
The article formulates some basic propositions to study relevant aspects on the relation
between marxism and sociology. The purpose has been to move forward on how to
approach the updating of the problem.
elaborado, lo que en parte se entiende por la di- Schutz a Luhmann, Goffman o Bauman. Por su
versidad de los cursos de desarrollo, no siempre parte, Giddens intenta dar cuenta de este pro-
inmediatamente articulables y no pocas veces blema al proponer una formulación abarcadora
directamente conflictivos, de las múltiples ela- pero poco precisa: “La Sociología es el estudio
boraciones posteriores. La actualización del de la vida social humana, de los grupos y socie-
marxismo —tarea permanente— pasa en parte dades”. En seguida incluye en el objeto ‘nues-
por el examen y recuperación crítica de lo más tro comportamiento como seres humanos, los
sólido de su amplia diversidad de desarrollos. encuentros efímeros en la calle, los procesos
Otra fórmula útil en el punto de arran- sociales mundiales’ (1992, p. 41).
que de este trabajo puede ser la siguiente: Desde el marxismo por su vez se han
‘el marxismo es más que Sociología y la So- ensayado diversas aproximaciones. En rela-
ciología es más que marxismo’. Es decir, el ción con el propósito general de este texto, se
marxismo supone una perspectiva transdis- trabajará con el criterio aportado por diversos
ciplinaria, en la cual la dimensión caratulada autores, la Sociología como Ciencia de la So-
como ‘Sociología’ se articula a los aspectos ciedad (y del desarrollo social, de los procesos
económicos, históricos, filosóficos, epistemo- sociales); no del fragmento, del ‘hecho’, de los
lógicos, de teoría política, psicológicos, an- ‘fenómenos’, de la ‘acción con sentido’, del
tropológicos, éticos, estéticos, etc. Cualquier ‘mundo de la vida’, del ‘self’, o de totalidades
investigación especializada, teórica o empí- ‘orgánicas’, sino de todo ello como tensión dia-
rica, tiende a articular la construcción de su léctica de lo micro y lo macro, de lo subjetivo
objeto específico, no importa cuán particular y lo objetivo, de las distintas dimensiones y
sea, con este marco general; dialéctica de la escalas de lo real social, del todo y la parte, de
investigación (teoría/experiencia) que permi- la multiplicidad estructurada y jerarquizada,
te sucesivamente avanzar en la exploración en movimiento a partir de sus desequilibrios
precisa del objeto, incorporado en un campo y contradicciones internas y su metabolismo
de sentido histórica y conceptualmente am- (circuitos de retroacción) con el entorno físico.
plio y de vuelta, avanzar en la construcción y Por ‘sociedad’ hay que entender ‘lo real
precisión del marco teórico como un todo, de- social’, en el marco de ‘lo real’ en general, es
sarrollando su poder explicativo y su potencial decir, el mundo-universo del que se ha llegado
heurístico, así como su solidez epistémica. a ser parte, como momento diferenciado. En
Por otro lado, la Sociología como disciplina otros términos, ‘la sociedad’ es la sociedad hu-
incorpora, no sin grandes tensiones (meta- mana o la humanidad socializada, el conjunto
teóricamente irresueltas), una diversidad de de las relaciones que los seres humanos traban
corrientes de pensamiento y contribuciones, entre sí y que dan lugar a lo que se llama ‘vida
más allá del aporte marxista. social’; por eso no se puede hablar de ‘indivi-
Desde estas dos fórmulas, entonces, el duo’, a secas, como gustan los empiristas-libe-
problema puede ser colocado en términos de las rales, epistemológicamente atomistas, sino de
siguientes interrogantes: ¿cuál ha sido el aporte ‘individuo social’, como dice Marx, no es solo
del marxismo a la Sociología como campo dis- un ‘zoon politikon’, no solo un animal social,
ciplinario? y ¿cómo ha incidido el desarrollo de sino un animal que únicamente en sociedad
la Sociología en el marxismo contemporáneo? puede transformarse en un individuo-sujeto,
Una evidente dificultad preliminar desarrollar una identidad personal.
consiste en precisar qué se entiende por ‘So- La noción marxista de sociedad puede
ciología’ en este trabajo. Un indicador nada des- exponerse mostrando la forma en que tematiza
deñable del estado de desarrollo de la disciplina los dos aspectos epistémicos fundamentales,
y en particular, de las dificultades para alcanzar dialécticamente articulados, del problema, la
un marco epistémico compartido en el campo, tensionada relación individuo/socialidad y la
es la ausencia de acuerdo en la definición del historicidad de lo humano-social. En El die-
objeto de estudio: de Durkheim a Weber, de ciocho brumario de Luis Bonaparte (2003),
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
Marxismo y sociología hoy 123
Marx escribe: “Los hombres hacen su propia es, y crecientemente, resultado de la actividad
historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, humana, es decir, como un mundo que puede
bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, ser objetivamente conocido, por aproximacio-
sino bajo aquellas circunstancias con que se nes sucesivas, alcanzado por el pensamiento,
encuentran directamente, que existen y les primero, y después transformado, consciente-
han sido legadas por el pasado”. Es apenas una mente y de acuerdo a objetivos racionalmen-
de las múltiples maneras de colocar el criterio te establecidos. Somos parte del mundo y el
de base de una ‘concepción materialista de la mundo puede ser, en la acción social, primero
historia y la sociedad’, es decir, una concepción conocido, luego reproducido y transformado,
inmanentista, que funda el estudio de lo histó- de acuerdo a nuestras necesidades y aspira-
rico-social en ‘las condiciones de existencia y ciones 2 . En eso consiste la praxis, la piedra
las relaciones recíprocas entre los seres huma- angular de toda la ‘concepción materialista de
nos’, las condiciones de producción y reproduc- la historia’ y el fundamento de todo aquello lla-
ción de la vida real, material, base y condición mado cultura, es decir, de toda construcción,
de posibilidad general de la evolución social, así tangible o intangible (‘creencias, artefactos e
como, los conflictos y dinámica sociales que de instituciones’), mediadora de la interacción/
ahí se derivan. comunicación para la intervención asociada
Sin duda, en relación con la omnipre- sobre la naturaleza, el mundo dado, dirigida a
sente tensión entre subjetividad y objetividad1, satisfacer necesidades y aspiraciones diversas
entre libertad y condicionamiento (reino de la (biológicas, psíquicas y sociales).
necesidad), Engels y Marx han alternado énfasis La sociedad, el todo social, en cada mo-
variados en sus distintos escritos, en orden a mento, no es solo anterior o posterior, no está
dar cuenta de objetivos de investigación-re- por encima ni por debajo de los individuos, es
flexión, y también polémicos, distintos. Pero el resultado siempre de la interacción de esos
de conjunto, está más allá de toda objeción el individuos y grupos sociales, en condiciones
criterio general que atraviesa toda su obra com- heredadas por el proceso social anterior, que
partida: el ‘lado activo’ de lo real lo pone la acti- los seres humanos reproducirán o transfor-
vidad humana, la actividad ‘crítico-práctica’, la marán a partir de sus aspiraciones, intereses
praxis. La ‘base económica’, en sentido amplio, y luchas. Respecto de cada individuo, tomado
resultado por su vez de la praxis social, pone el abstractamente, en forma aislada, el todo social
marco de posibilidades históricas, pero estas se es un a priori, una exterioridad independiente,
resuelven en los movimientos sociales, en las opresiva en su aparente inabarcabilidad y desde
confrontaciones políticas y de ideas. Las estruc- tal ángulo, se elaboran diversas teorizaciones
turas no hacen la historia, la hacen los indivi- en el campo de la disciplina. La consecuencia
duos y los grupos, a partir de sus necesidades e inesquivable es un organicismo funcionalista,
intereses, armados con sus ideas-representacio- que en una u otra medida acaba reduciendo al
nes sobre el mundo que habitan. sujeto a la sujeción (y que reincide en el positi-
Lo real no debe concebirse solo bajo la vismo al reducir toda la estructura social a rela-
forma del ‘objeto’, de un mundo que aparece ciones superficiales o inmediatamente dadas).
como meramente exterior y por tanto extraño
Es justamente por eso que la ‘sociedad’ de la
y opresivo, sino — desde cierto punto de vista
teoría solo puede ser concebida, si se pretende
fundamental— ‘de un modo subjetivo’, como
una aproximación conceptual y empíricamente
un mundo que es modificado por, y ya en parte
satisfactoria, como proceso, como totalidad
relacional compleja en movimiento, es decir
1 Más allá de la conflictividad social estructural como devenir de la autoproducción humana.
y de su posible superación, la estr uctura
pulsional del individuo supone una insuperable
fuente de tensiones con la regulación social 2 Lo real existe independientemente, el conoci-
de la convivencia. Es la dialéctica de impulsos miento es una construcción y la praxis modifica el
placenteros y de autoconservación. mundo.
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
124 Roberto Ayala Saavedra
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
Marxismo y sociología hoy 125
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
126 Roberto Ayala Saavedra
política, de la escisión y las condiciones alie- ‘naturaleza’ del régimen social, ese autoconoci-
nantes de la vida social. miento no debe por definición trasponer ciertos
Pero el nuevo orden nace atravesado por límites, los cuales deben ser anatematizados
múltiples y agudas contradicciones, entre ellas, (para los sectores dominantes, reconocer tal
aquella que contrapone, en el plano de las ‘naturaleza’ resultaría ‘subjetivamente intolera-
ideologías dadoras de sentido y legitimadoras, ble y objetivamente disfuncional’).
por un lado, una estridente defensa formal La consolidación del nuevo orden bur-
de la libertad individual, de la cual hace seña gués (secularizado y racionalizado, todo un
identificadora, mientras postula como piedra punto de inflexión en la evolución socio-cul-
angular de la arquitectónica social un disposi- tural) es la condición de posibilidad del sur-
tivo económico ciego, el mercado, concebido gimiento y desarrollo de las ciencias sociales,
en forma naturalizada, deshistorizada y en uno de los productos más sofisticados del nuevo
último término, trascendente; sobre cuyo fun- clima cultural desplegado por la modernidad
cionamiento autónomo, por ello mismo, los burguesa y por esta misma razón, su condición
seres humanos no deben intervenir, so pena de y estatus es paradójica. Desde el ámbito de su
temibles calamidades, derivadas de la arrogan- autonomía relativa y por su peculiar carác-
te ‘imprudencia racionalista’ ejercida contra el ter, las relaciones con el orden social que las
orden natural concedido por la gracia divina. ha hecho posibles estarán irremediablemente
El orden burgués dice fundarse en la defensa marcadas por una tensión permanente, que por
de la libertad individual y el derecho a la pro- momentos se torna críticamente aguda, aproxi-
piedad privada, pero como ya apuntaba Marx, mándose a un punto de ruptura, en la versión
expropia al 98% de los individuos, cuya única más próxima a las corrientes del pensamiento y
propiedad es su capacidad de trabajo y limita la acción críticas, pero que en su curso princi-
severamente, cuando no frustra del todo, la pal de desarrollo se desliza hacia una situación
capacidad de realización personal de los traba- de institucionalización desarmadora, donde los
jadores y de la mayor parte de la gente. La li- enfoques conservadores y/o reformadores (en el
bertad liberal es ‘libertad’ solo para unos pocos nuevo sentido del liberalismo post y antirevo-
(y por tanto, para nadie). lucionario, tras la gran Revolución Francesa y
En tales condiciones sociales, el surgi- Emund Burke), imponen su predominio relati-
miento del conocimiento científico-racional vo, con los efectos teóricos y metateóricos me-
de lo real social, nace marcado por una frac- diatos correspondientes (dos de las más claras
tura: una sociedad comparativamente abierta expresiones de ello son el abandono por la eco-
requiere un cierto autoconocimiento a fin de nomía convencional del problema del carácter y
poder desplegar alguna capacidad de autogo- origen del valor (Smith, Ricardo), preocupación
bierno y de control sobre las fuerzas sociales central del surgimiento de la disciplina, en los
en las que se asienta (más allá de los meca- autores clásicos, así como el correlativo olvido/
nismos de autorregulación ciegos, propios del disimulo de la estructura y el conflicto de clase
dispositivo del mercado y expresión de los in- por buena parte de la Sociología académica, en
tereses dominantes)6. Al mismo tiempo, por la particular la norteamericana; podría igualmente
6 Más específicamente, una economía de propietarios de clase que para funcionar y reproducirse
privados, que producen sin un plan para un necesita inducir, en su exterioridad fenoménica,
mercado que individualmente no controlan, y que la atomización de la vida social y la ilusión de
se apoya necesariamente en el trabajo asalariado la libertad /igualdad formales. Esto permite
libre, una economía basada en la competencia, entender que el liberalismo sea la visión de mundo
necesita y tiende a generar un marco político (ideología) que mejor la expresa y que configura su
igualmente abierto, pluralista y competitivo, a fin autorepresentación. Dada la complejidad creciente
de dirimir los inevitables conflictos económico- del orden social, las disciplinas específicas tienden,
sociales que produce y en los que se apoya. Esto en su corriente principal, a cubrir la necesidad
da lugar a otra de las paradojas/contradicciones de información y conocimiento valedero para las
del orden burgués: una sociedad estructuralmente agencias de control.
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
Marxismo y sociología hoy 127
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
128 Roberto Ayala Saavedra
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
Marxismo y sociología hoy 129
trata de alcanzar el mundo con el pensamien- caos o el freudismo) (Woods y Grant, 2002 y
to, lo cual lo coloca más allá de la trampa del Moreno, 1981).
escepticismo humeano, que inspiró y limitó a Para el marxismo la base de la criticidad
Kant. Para Marx y Engels, de que este conocer, es la captación histórico-dialéctica de lo real y
aproximado, relativo e histórico (rompiendo de lo real social (contra todo lo aislado y está-
así con el panlogicismo hegeliano), pero obje- tico, lo lineal e inmediato-aparente, lo eterno
tivo y real, sea además la base racional para su y absoluto). Desde Heráclito sabemos que ‘todo
transformación. En esto consiste la proclama- fluye’, lo único que permanece es el cambio.
da ‘superación/realización de la filosofía’, del Piaget precisa que no hay génesis sin estructura
filosofar especulativo, que había alcanzado su y la estructura es un sistema de transforma-
cúspide con el idealismo clásico alemán, y que, ciones, lo cual significa, como dice a su vez
como parte de la expresión de su grandeza, Prigogine, que lo real es complejo y deviene.
justamente había contribuido a gestar su pro- Esta es la base de todo verdadero realismo crí-
pia superación. tico, lo cual puede ser sintéticamente expresado
En un siglo que pone el escenario para afirmando que ‘el mundo es real, existe inde-
las condiciones apremiantes de una transición pendientemente del pensar, pero es inteligible
de envergadura en la cultura europea, un des- y modificable, apropiable’. Esta es la clave para
plazamiento inédito del centro del dominio in- escapar de todo determinismo mecanicista,
telectual, de la gran especulación racional por también de todo indeterminismo irracionalista:
la ciencia positiva (en el terreno de la explora- una teoría de la acción transformadora (que es
ción teóricamente orientada y empíricamente una acción con sentido, finalista), de la crítica
controlada del mundo), el marxismo viene a práctica. La acción social cambia los términos
ser una expresión diferenciada del proceso de la interacción, a partir de sus resultados y así
general en el terreno del pensamiento crítico. se cambia a sí misma.
Lejos de cualquier antiintelectualismo, el mar- El pensar crítico, entonces, busca romper
xismo viene a subrayar el valor de la teoría, del con todo extravío idealista8, sustituyéndolo por
trabajo con ‘el concepto’, pero reivindicando una ontología materialista: el mundo existe in-
una forma de hacer filosofía que, como re- dependientemente de toda conciencia y somos
conoce Hegel, en la Fenomenología, no solo parte diferenciada de ese mundo (‘somos polvo
no puede ignorar el desarrollo de las ciencias de estrellas’, pero en el más elevado nivel de or-
positivas, sino que solo puede hacerse en la ganización); lo cual lleva a la tesis del realismo
más estrecha relación de complementación epistemológico: el objeto de conocimiento es in-
recíproca. Se trata de transformar el mundo, dependiente del sujeto de conocimiento, pero las
un mundo no estático, por ello hay necesidad teorías científicas pueden proporcionar conoci-
de continuar interpretándolo. miento valedero sobre la estructura y movimien-
La categoría ‘pensamiento crítico’ con- to de lo real (‘el pensamiento puede alcanzar el
lleva aspectos que buscan inmunizarlo ante la mundo’, en último término, porque la inteligen-
tendencia dominante de la ‘ciencia positiva’, bajo cia es parte y ha surgido evolutivamente de ese
las condiciones ideológico-culturales burguesas,
a hacerse ‘positivista’ o más bien, a desarrollar 8 Es decir, pensar la dimensión de lo cultural al
una autoimagen ‘positivista’, no pocas veces, y margen de su relación con la estructura y dinámi-
ca de lo socioestructural, el sentido subjetivo de la
sobre todo en sus más logradas y pregnantes
acción ignorando los elementos del clima cultural,
expresiones, reñida con su real carácter, bas- los encuadres institucionales y los condiciona-
tante más rico y plástico (la teoría científica de mientos sociales; los fenómenos de la vida cotidia-
los últimos casi 200 años reposa y se desarrolla, na, el desarrollo del self o los procesos identitarios,
en grado diverso, sobre premisas ingenuamente las microinteracciones o la elección racional, la
estructura del sentimiento y de la personalidad,
dialécticas, de la geología del Lyell y Wegener a la todo haciendo abstracción de la situacionalidad y
evolución de Lamarck y Darwin, de la relatividad los contextos sociales amplios en los que surgen,
y la cuántica a la teoría de sistemas, la teoría del se desarrollan y sobre los que de vuelta reoperan.
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
130 Roberto Ayala Saavedra
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
Marxismo y sociología hoy 131
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
132 Roberto Ayala Saavedra
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
Marxismo y sociología hoy 133
Así, el marxismo se opone por el vértice humanos constituyen tanto el mundo como su
a la multiplicidad desjerarquizada y deshistori- subjetividad.
zada típica del hiperempirismo postmoderno. Praxis es una categoría analítica central
Como las estructuras no hacen la historia, sino en el marxismo. Pero sigue siendo parte de una
los seres humanos, porque ‘la historia no es sistemática conceptual, no es absoluta. Algunos
nada más que la actividad de los hombres en la teóricos parecen haberse excedido en su elabo-
prosecución de sus fines’ (Engels y Marx, 1978), ración del concepto, como una reacción, muy
el concepto de praxis es la piedra angular de la probablemente, a los correlativos excesos del
concepción de lo histórico-social. Obligados a objetivismo histórico y eso ha producido desli-
actuar asociadamente para proveer a sus ne- zamientos hacia cierto humanismo subjetivista,
cesidades y subsistir, siempre en lucha con un o variantes de voluntarismo y/o relativismo.
inclemente entorno natural, una criatura (que Tales énfasis han contribuido sin duda a pro-
ha devenido) inteligente, capaz de problemati- fundizar determinados temas en el marco de
zar y elaborar mentalmente su relación con el la perspectiva marxista; sin embargo, continúa
mundo (de aprender de la experiencia y modi- siendo necesario reintegrar tales contribucio-
ficar su conducta —relación con el medio— en nes en un concepto general más satisfactorio.
consecuencia), gradualmente (a través de toda La praxis genérica, creativa y autocrea-
suerte de vicisitudes históricas) opera modi- dora, es la acción intencional sobre el entorno
ficaciones de distinto orden en ese medio na- del individuo social, en un particular contexto
tural, modificaciones que, de ser exitosas, se histórico de límites y posibilidades, para ajus-
constituyen en ambientes más favorables para tarlo a sus necesidades y deseos; la actividad a
el desarrollo de la vida humana, lo cual por su través de la cual el hombre cambia el mundo
vez da lugar a un conjunto de efectos, —bus- dado y produce un mundo social objetivo, su
cados o no—, como: reducción de la carestía, medio, que por su vez induce cambios en el ser
consolidación y expansión demográfica, difu- humano mismo. Tal actividad vital es genérica,
sión territorial y sobre todo, diferenciación de comparada con la de los animales no-humanos,
la vida social y de su elaboración cultural. Una porque se da en relación con una estructura
relacionalidad social más elaborada, con nuevos de las necesidades no fija, que desde el princi-
recursos instrumentales y capacidades cultura- pio tiende a hacerse incomparablemente más
les/mentales, incrementa por su vez las posibi- amplia y sofisticada, porque tiende a liberarse,
lidades de la praxis/intervención. Localmente, modificándolos en profundidad, en su carácter
tales posibilidades pueden o no actualizarse, y en la forma de satisfacerlos, de los aspectos
pero tomando en conjunto el itinerario huma- más directamente biológicos; y por ello se hace
no, efectivamente han encontrado una cierta capaz de crear ‘también según las reglas de la
forma de realizarse. Es a lo que se refiere en belleza’ (Marx, 1980)13.
retrospectiva como ‘evolución cultural’. Este proceso de autoproducción y au-
El hecho de que la evolución social se toorganización se da durante la mayor parte
haya movido en la dirección de una creciente de la historia hasta muy recientemente, de una
complejidad relacional, desplazando la frontera forma estrechamente práctica, acercándose
de las posibilidades culturales e incrementando gradualmente y acelerándose a partir del ascen-
los niveles de consciencia y autoconsciencia, so de la burguesía como clase social, a una acti-
ampliando espectacularmente tanto las opcio- vidad racional, de carácter instrumental, como
nes de desarrollo individual como el mismo
concepto de condición o ‘naturaleza’ humana, 13 “El animal forma únicamente según la necesidad
todo sobre la base de una extraordinaria expan- y la medida de la especie a la que pertenece, mien-
sión en la infraestructura de riqueza material y tras que el hombre sabe producir según la medida
de cualquier especie y sabe siempre imponer al
del conocimiento técnico, da definitiva cuenta objeto la medida que le es inherente; por ello el
del carácter decisivamente central de la cate- hombre crea también según las leyes de la belleza”
goría de praxis social. En la praxis, los seres (Marx,1980, p 112).
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
134 Roberto Ayala Saavedra
parte de las condiciones para alzarse a una pues cada uno de los factores o dimensiones
verdadera praxis racional, teórico-críticamente concurrentes disponen de cierto margen, va-
informada e históricamente consciente. riable, de autonomía (no de independencia, lo
Es desde este punto de vista, de la cre- cual rompería la unidad negativa, de opuestos,
ciente capacidad de los seres humanos para el automovimiento)14. En cada momento his-
modificar las circunstancias según sus necesi- tórico, una específica combinación de factores
dades y deseos —que tienden correlativamente está detrás del aspecto exterior, produce una
a sofisticarse con cada logro—, de una elabo- fenomenización de lo real, su aspecto positi-
ración racional cada vez más potente, que es vo, así como su ritmo, en equilibrio relativo o
efecto y causa del proceso, que se afirma en el cambio acelerado.
marxismo que ‘la vida social es esencialmente Manteniendo entre paréntesis la relación
práctica’ (Marx). Pero una praxis que tiende a con el entorno, la totalidad social se mueve
ser y que debe ser cada vez más social e históri- internamente a partir del entrejuego, la interre-
camente consciente y racional. lación de los diversos componentes, que son a
Entonces, una teoría de la totalidad so- su vez subsistemas, subprocesos, singularidades
cial es un estudio del ser humano relacionado complejas, desigualmente desarrolladas, cuya
con su entorno social, pero ese medio es una combinación, la ‘combinación de lo desigual-
realidad histórica objetiva, legada por la acti- mente desarrollado’ (Trotsky, Novack y Moreno,
vidad humana pasada, cuyo presente, a su vez, 1977), justamente da lugar al movimiento de
es el de un mundo dado y un ámbito de posibi- la totalidad o movimiento de totalización (de
lidades, de cursos probables: lo real existente diferenciación-integración —Piaget—, con-
es un momento de lo posible, es el resultado tenido del devenir-génesis); automovimiento
de una particular combinación de posibles en que (reconectado ahora con la paralela e in-
el momento previo. Razón por la cual ningún eludible relación del sistema con el medio del
fenomenismo, ningún empirismo, formalismo que hace parte, del que ha surgido, en fin de
o variante de individualismo metodológico, cuentas, y con el cual permanentemente me-
puede dar una teoría o un modelo explicativo taboliza; relación que por supuesto implica que
satisfactorio de lo real social, más allá de apor- lo interno y lo externo solo pueden separarse
tes puntuales. temporalmente para los efectos del examen
Todo objeto dado está mediado o es me- analítico de lo particular) abordado por el cono-
diación, es decir, es resultado; de lo cual se cimiento, puede dar lugar a una representación
sigue la reconstrucción de la legalidad estruc- conceptual comparativamente satisfactoria,
tural que lo ha producido. Tal ‘estructura’, to- por aproximaciones sucesivas, del carácter y el
mada en el sentido de Piaget, como sistema comportamiento efectivo de lo real, lo cual a
de transformaciones, puede ser representada su vez permite avanzar en la comprensión del
como articulando dimensiones diversas y de
diversa entidad, de lo social, a saber, lo eco-
14 “Según la concepción materialista de la historia,
nómico, lo político, la estructura de clases y el factor que en última instancia determina la
grupos sociales, lo cultural-ideológico o por historia es la producción y la reproducción de la
los valores, normas, instituciones, y la acción vida real. Ni Marx ni yo hemos afirmado nunca
social colectiva o individual que las crea, re- más que esto. Si alguien lo tergiversa diciendo que
el factor económico es el único determinante, con-
produce o pone en cuestión, etc. Lo real social
vertirá aquella tesis en una frase vacua, abstracta,
es entonces una complejidad relacional en de- absurda”(Engels y Marx, 1971). El autor continúa
venir, una multidimensionalidad organizada, afirmando que si bien la situación económica es la
jerarquizada, en último término determinada, base, los distintos factores de la superestructura,
totalizada, por la producción y reproducción de desde el sistema legal hasta las teorías políticas,
filosóficas y las ideas religiosas, ejercen también
la vida material, las condiciones concretas de la su influencia sobre el curso de los acontecimientos
existencia. Pero como bien alerta Engels, esto “y determinan, predominantemente en muchos
no implica cualquier asomo de reduccionismo, casos, su forma”.
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
Marxismo y sociología hoy 135
movimiento de ese real, y en particular del sur- con lo mejor del pensamiento y la investiga-
gimiento de lo nuevo, problema de los proble- ción, heredada y contemporánea. Nada tiene
mas de una epistemología dialéctico-genética, que ver con el marxismo, con sus fundamentos
condición de posibilidad de todo pensar crítico y espíritu, la noción de una doctrina autosu-
y única capaz de romper consistentemente con ficiente. El marxismo es abierto o no es. Pero,
una visión positivista (atomista, fenoménica, por supuesto, tal apertura se da en el marco de
estática, formalista, lineal), incorporando críti- una intransigente defensa de la actualidad de
camente sus aportes. sus fundamentos como teoría y método de un
La totalidad negativa constituye el ele- pensar crítico, sobre la base de la permanente
mento central del modelo epistémico de la puesta a prueba de su poder explicativo, valor
teoría marxista. Sobre la base de esta arti- heurístico y premisas epistémicas.
culación-jerarquización de la multiplicidad Desde el punto de vista del marxismo, el
existente, se torna factible acometer una re- encuentro con la Sociología, el primero con-
construcción intelectual empíricamente con- cebido como teoría de la totalidad social, la
trolable de lo real social. En otros términos, se segunda como ciencia de la sociedad (y del
está aquí frente al problema general de la rela- desarrollo social), se da entonces en un campo
ción teoría/investigación empírica. Si se parte teórico-metodológico que busca articular dia-
de que el hecho no está dado, se construye, de lécticamente una concepción de lo histórico-
que toda observación está teóricamente carga- estructural con una teoría de la acción, relación
da, de que si bien la teoría sin praxis es vacía, la mediada por lo cultural. Como se ha dicho,
praxis sin teoría es ciega, se puede entonces ha- contra todo extravío irracionalista o fenoméni-
cerse cargo del hecho de que lo real puede ser co, tal conceptualización se apoya en un aná-
abordado de diversas maneras, siendo algunas lisis de economía política, la cual, como dice
más satisfactorias cognitivamente que otras. Marx, en el Prefacio de la Contribución a la
En el conocimiento de lo social han concurrido, crítica de la economía política, da la anatomía
en la historia de las ideas de los últimos dos si- de la sociedad. Pero solo la anatomía, pues los
glos, diversas propuestas teóricas, establecién- elementos de la superestructura, en su diverso
dose entre ellas una relación de competencia y grado de autonomía, resultan por su vez fun-
afectación recíproca. Se ha dicho reiteradamen- damentales para la reproducción del mundo so-
te que Durkheim y Weber realizan su trabajo cial, en su forma y ritmos, en tanto retroactúan
siempre en lucha con el fantasma de Marx. con la estructura subyacente.
A su vez, el marxismo —en sus diversas Como marco teórico, el marxismo ha
líneas de desarrollo— y en lo que puede ser ido construyendo, en tensión crítica con otras
designado como su corriente central, ha ido de corrientes de pensamiento, una reelaboración
una forma u otra incorporando aportes prove- interpretativa de los datos y hallazgos de la So-
nientes de los más distintos y distantes oríge- ciología, relacionados con el objeto de estudio
nes. Lo que en realidad lejos de ser una novedad más complejo, lo humano-social15. Un aspecto
está en la génesis misma del marxismo, como
punto de encuentro y de reelaboración y sín- 15 Tal complejidad es lo que da lugar a la prolifera-
tesis original de lo mejor del pensamiento y la ción de disciplinas y estudios especializados en el
investigación, pasados y presentes. De la inago- ámbito de lo social, lo que a su vez ha generado
el problema de la compartimentación del conoci-
table riqueza del pensamiento filosófico clá-
miento construido, el cual adolece comprensible e
sico hasta Darwin y la naciente Antropología, inevitablemente de las limitaciones propias de una
pasando por la gran eclosión del conocimiento exploración que, si bien ha producido un enorme y
científico de la modernidad y la gran filosofía valioso acervo, exhibe muy clara y hasta dramáti-
de la era burguesa, el marxismo —dígase con camente, las consecuencias, en forma y contenido,
de la debilidad o total ausencia de un igualmente
rotundidad— surge, se desarrolla y solo tiene necesario momento paralelo de generalización e
futuro, si se muestra capaz de mantener su integración de avances particulares, en la pers-
capacidad y disposición de interlocución crítica pectiva del curso histórico-social de conjunto; un
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
136 Roberto Ayala Saavedra
central para entender la relación individuo/ paralelos del idealismo/subjetivismo y del ma-
sociedad reside en la mediación cultural16. La terialismo vulgar). La cultura y los productos
noción de cultura es objeto de un prolongado culturales surgen de y en la actividad humana
desacuerdo en el pensamiento social; un des- asociada al entorno físico, orientada a la satis-
acuerdo que tal como se presenta sintomatiza facción de necesidades (biológicas, psíquicas y
los problemas teórico-metodológicos no resuel- sociales-comunicativas) y como mediaciones
tos de las disciplinas de lo real social. El mar- necesarias para esa satisfacción. Así, la cultura
xismo (contra todo subjetivismo, pragmatismo, surge de la praxis, es praxis, y la praxis está, de
formalismo, fenomenismo o fragmentación vuelta, crecientemente mediada y desarrollada
de lo ‘plural’) pone un fundamental criterio por la cultura, es cultura.
histórico-crítico de inteligibilidad. La cultura Desde una perspectiva sociológica ge-
(como dimensión de la totalidad social, de ‘la neral, los productos humanos de determinado
sociedad’) y la producción cultural, está en es- estadio de la evolución social (del colectivismo
trecha relación con —es condicionada por— la tribal al capitalismo globalizado), el conjunto
forma histórica específica de organización so- de objetos o recursos, tangibles o intangibles
cial de la producción material de la existencia, (las creencias, artefactos e instituciones, en la
de las condiciones de vida, con la cual a su vez y fórmula de Malinovski), elaborados socialmente
desde ahí interactúa, funcionando con un grado por los individuos que median sus interacciones,
variable pero siempre relevante de autonomía. su funcionamiento y conducta social, así como
Se propone así una comprensión/explicación sus relaciones, su metabolismo, con el entorno
histórico-materialista de las interrelaciones natural a fin de atender sus necesidades y aspi-
entre las ideas y las condiciones concretas de raciones, en las condiciones generales de esca-
la existencia en y desde la praxis humana (base sez, el reino de la necesidad, que han imperado
de la sociología del conocimiento y dimensión/ a todo lo largo de la historia humana hasta el
categoría que permite superar los impasses presente, es lo que las principales corrientes del
marxismo conceptúan como cultura.
resultado del pensar indispensable para las posibi-
En las condiciones más específicas de
lidades de una construcción social y un autoprodu- la civilización de clases, las formas culturales
cirse humano conscientes. imperantes, construidas por los hombres, pero
16 Una elaboración satisfactoria de la conexión diná- en condiciones institucionales surgidas de la
mica de lo macro y lo micro, de lo objetivo y lo explotación del trabajo humano, la dominación
subjetivo, de ‘sistema’ y ‘mundo de la vida’, etc., es y las distintas formas de opresión, han servido
algo que dada su evidente y crucial importancia ha
para regular y controlar (‘disciplinar’); así como
sido perseguido por diversos estudiosos, dentro y
fuera del marxismo. Autores de referencia como hacer previsible el comportamiento y conviven-
Giddens y Habermas, Wallerstein o Elías, Kofler, cia de los subordinados, construyendo consen-
Adorno, Heller, Lefebvre, Bourdieu o Goldmann, so e integración social funcionalizada hacia la
abordaron el asunto en un sentido u otro. Se trata masa plebeya (despolitización y debilitamiento
de un tema aún abierto y particularmente arduo,
sobre el que continúa el debate, incluso dentro
de la capacidad de resistencia, atomización y
del marxismo. Pese a ello, la mayor parte de los conformidad). En el marco histórico definido
estudiosos marxistas estaría de acuerdo en que por la división y el conflicto de clases, las tra-
el problema, tal como puede observarse en los diciones, costumbres, instituciones y el sistema
fundadores, debe ser afrontado mediante una arti-
significante-representacional predominantes,
culación dialéctica de una teoría de la dinámica
socioestructural y una teoría de la acción. El abis- tienden a expresar la estructura y dinámica
mo indeterminista es incluso un retroceso respec- del orden social reinante, operando en su re-
to de la vía muerta del determinismo mecanicista producción, regulación y ajuste, generando las
o del materialismo vulgar; solo el reconocimiento condiciones ideológicas y situacionales de su
de la capacidad de los seres humanos para conocer
y transformar racionalmente el mundo, puede
interiorización naturalizada por los individuos,
despejar las vías para la construcción de una teoría sobre todo los más jóvenes, en el proceso de
satisfactoria de la sociedad y el desarrollo social. socialización, de desarrollo de las identidades
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
Marxismo y sociología hoy 137
colectivas e individuales (de las creencias, ideas, general y en las condiciones concretas de la
valores, hábitos, el sentido común, representa- sociedad de clase. Lo segundo, con el despliegue
ciones y mentalidades)17. histórico de la subjetividad, de la consciencia,
De manera más directa, la cultura do- en la exterioridad social (que es su actividad y
minante es en cierto sentido “una gigantesca su producto; el ‘espíritu objetivo’ del idealismo
empresa de elaboración de estrategias de con- alemán) y su materialización progresiva en las
tención del conflicto”, por la vía de entorpecer instituciones humanas.
su desarrollo consciente, de la conciencia para Lo cultural se relaciona entonces con
sí de los explotados y oprimidos. De ahí la im- el papel de la subjetividad —crecientemente
periosa necesidad de saturar la superestructura consciente— y sus objetivaciones, en la vida
cultural, en sus diversos niveles y ámbitos, con social, estructura y devenir. Esto conecta
valores y representaciones que orienten a pau- directamente con una de las nociones cen-
tas de conducta, culturas de consumo, estilos trales de cualquier sociología, los procesos de
de vida y expectativas funcionales e integrado- socialización. La diversidad de mecanismos
ras. La generalizada mercantilización del clima mediante los cuales una comunidad cual-
y la producción culturales tiene como resultado quiera busca asegurarse la integración fun-
la pérdida de potencial crítico, el desarme, la cional de los individuos, desde el inicio y a
neutralización y la cooptación de expresiones todo lo largo de su vida, pone el marco en el
artísticas inicialmente venidas con un fuerte que pueden darse los procesos psicosociales
talante transgresor (‘la cultura, como el sexo, de desarrollo de las identidades individua-
se hace más asequible, pero de una forma de- les y colectivas (los grupos sociales en los
gradada’) (Marcuse,1969). que participa el individuo cumplen un papel
Es decir, para el marxismo, un marco principal). Las estructuras culturales funcio-
teórico-metodológico para avanzar en la cons- nan, entonces, como el contexto desde el que
trucción del concepto de cultura articula, en puede darse la interiorización de los aspectos
torno a la praxis social, dos niveles del pro- formales y de contenido, valores y normas,
blema: por un lado, la función de los marcos relaciones sociales y arreglos institucionales,
culturales en la mediación y regulación del fun- usos y creencias, costumbres y tradiciones,
cionamiento y reproducción de la macrosociali- que operan en la reproducción del orden so-
dad, y en los distintos planos de la interacción cial y que pueden hacer predecible el com-
social, integrada o conflictiva; por otro lado y portamiento dentro de un rango de variación
en un rango histórico más amplio, el papel de institucionalmente tolerable y moldear las
lo cultural en el proceso evolutivo, como prin- actitudes, entendidas como ‘predisposición
cipal instrumento adaptativo de una criatura aprendida a responder de un modo consisten-
inteligente. En otras palabras, lo primero tiene te a un objeto social’18 .
que ver con la mediación de la interacción, en Presentar la socialización como un pro-
ceso de desarrollo identitario de ‘aprendizaje
de normas y valores culturales, y de conver-
17 Las estructuras culturales aparecen entonces
como el contexto general de socialización, de desa- tirlos en parte del propio yo interior’, sin más
rrollo de las identidades grupales y de la autore- —al margen del contexto social y los marcos
presentación; como el modo de vida general, en culturales, de las presiones y hasta la coer-
el cual surgen y se desarrollan, en el aprendizaje ción, de la situacionalidad y los términos de la
cultural, modelos de comportamiento, los hábitos
y costumbres, que distinguen como grupo a cada
interacción o grupos de pertenencia de los in-
comunidad. Las mediaciones culturales resultan dividuos— es vaciar de contenido y de sentido
de la interacción y favorecen esa interacción; esa el concepto, al negligenciar la referencialidad
interacción se da en y responde a determinadas material y práxica. El típico extravío idealista
condiciones objetivas de la existencia, que a su vez,
la acción social y la consciencia pueden alterar.
En ese marco, el estudio de la función simbólica- 18 La presión cultural difusa pero ubicua de la comu-
comunicativa de los recursos culturales. nidad, la une con la tradición.
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
138 Roberto Ayala Saavedra
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
Marxismo y sociología hoy 139
entonces actuar, ‘los otros’, como factores de para decidir cuáles roles les gustaría asumir y
socialización de los individuos. Así, ‘la sociedad’ cómo los representarán a su manera particular’.
no es algo mecánicamente externo a la identi- Más allá del afán de coherencia respecto del
dad de la persona, es su elemento configurador clima ideológico-cultura liberal tradicional, tal
principal; está en la personalidad. El individuo operación rompe la dialéctica del proceso (la
construye sus experiencias y vivencias en un libertad no es la ausencia de condicionamiento,
campo social concreto, al interior de un mundo sino la capacidad para reconocerlo, como parte
objetivo de relaciones interpersonales. La socie- de una acción transformadora, consciente y
dad se interioriza. El sujeto es integrado, cuan- racional; superar la necesidad, humanizando
do la socialización es exitosa. el mundo), y tarde o temprano el relato se
El individuo puede sobreponerse a las contradice, tiene que, dada su ostensible falta
tendencias, pero eso requerirá grandes esfuer- de realismo, llegando incluso a describir situa-
zos, fuerza mental, capacidad de resistencia ciones con un grado de condicionamiento que
ante los obstáculos y fracasos parciales, entre comienza a parecer excesivo; dependiendo del
otros. Luchar contra la corriente no es im- tema, estos textos pueden oscilar, sin solución
posible, pero las posibilidades de éxito han de de continuidad, entre un construccionismo
enfrentar la tendencia de todo orden social a sin anclajes y un “sociologismo” sospechoso de
la autoconservación, y en todo caso, el éxito coartada social, eximidora de toda responsa-
depende de la efectiva presencia, socialmente bilidad personal. Generalmente esta diferencia
construida, de opciones reales o al menos de se observa cuando se pasa de consideraciones
condiciones que ofrezcan la posibilidad objetiva generales (subjetivismo de la libre elección) al
de crearlas. La acción y sus opciones efectivas, estudio de casos concretos (objetivismo de las
están en relación con un horizonte de posibi- estructuras modeladoras de actitudes y gus-
lidades reales históricamente producidas. El tos). Es el costo de ignorar la dialéctica de los
mundo que habitamos es un legado de gene- procesos complejos en lo real, efecto y causa de
raciones anteriores y de nuestra propia acción. desdeñar la dialéctica como método.
El mundo es praxis histórica y presente. La Tras lo señalado, no hace falta mucho
acción individual y de pequeños grupos alcanza más para entender los mecanismos y funcio-
eficacia social en la acción social colectiva; la nalidad del proceso de socialización bajo las
asociación de individuos con interpretaciones condiciones de una sociedad de clases, fundada
compartidas sobre sus intereses e identidades en la explotación y apoyada en distintas opre-
(conciencia de clase) puede dar lugar a movi- siones. La condición general de clase resulta un
mientos sociales capaces de influir decisiva- marco estructural central en la socialización.
mente sobre el curso de los acontecimientos, de
desencadenar cambios sociales efectivos. Pero, La mayoría de los adultos acaban en la
otra vez, todo esto se da contra la resistencia de misma clase social en que nacieron…
lo constituido. Es una lucha. ¿Porqué los sueños y el trabajo duro no
En los textos convencionales sobre so- son suficientes para que la mayoría de la
cialización, los abrevados en la tradiciones gente trabajadora alcance la vida a la que
culturales liberales norteamericanas particu- aspiran? Algunos aspectos de la estructu-
larmente, aparece muy claramente el interés ra social, como el acceso a la educación y
en reducir el peso de las circunstancias y con- las oportunidades en el mercado de traba-
textos en la explicación del desarrollo identi- jo, juegan un importante papel. Pero tam-
tario, enfatizando verbalmente (para después bién la socialización tiende a canalizar a
subordinarlo muy concretamente a fuerzas los niños de diferentes clases sociales por
ciegas, como el mercado fetichizado o algún los mismos caminos de sus progenitores.
determinismo genético) el margen discrecional Una parte importante de esta socializa-
de los individuos y la ‘libertad para interpre- ción por clase social es la transmisión de
tar los elementos de la cultura que adoptan, y valores (Light, 1991, p.124).
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
140 Roberto Ayala Saavedra
El hecho de que los hijos de la burguesía de clases. Esa articulación conceptual abre el
y de la ‘clase media alta’ (profesionales con camino para los estudios sobre vida cotidiana
educación universitaria y altos salarios, y me- desde el marxismo19. Se trata de otra noción
dianos propietarios) realicen un aprendizaje pendiente de un acuerdo conceptual suficien-
cultural y de roles que naturaliza su posición te. Como aproximación, por ‘vida cotidiana’ se
social privilegiada y los prepare —necesite pre- entiende el ambiente inmediato de la existen-
pararlos—, para asumir la tarea de perpetuar cia social del individuo, con sus actividades y
tal condición, los separa muy claramente de vivencias, en el marco de la socialización reci-
todos los demás jóvenes. Por su parte, los suje- bida, la interacción culturalmente mediada, la
tos provenientes de los estratos de calificación relacionalidad social general y la posición en la
media y baja del proletariado (‘todo aquel que jerarquía social.
para vivir depende de la venta de su fuerza de Comprender los microprocesos, articu-
trabajo, manual o intelectual’), son preparados, laciones y el ritmo de la vida cotidiana resulta
por todo su entorno y en particular por sus decisivo porque es en tal ámbito que se ‘vive’
propios padres, a partir de su concreta expe- el orden social institucionalizado y por donde
riencia de vida, para interiorizar rasgos que pasa parte de la reproducción de la globalidad
implican conformidad con la autoridad externa social. En la cotidianeidad se expresan con-
(‘ética laboral’) —en detrimento de aspectos densadamente, subjetivamente interiorizadas,
como ‘autonomía’, ‘creatividad’, ‘pensamiento desde una experiencia individual, todas las
independiente’—, como precondición para la fuerzas modeladoras de la estructura y diná-
aceptación de una vida de trabajo rutinario y mica de la totalidad social. La cotidianeidad
mal pago. de los diversos individuos es la totalidad social
Resulta evidente que en una sociedad en su múltiple inmediatez, la prácticamente
compleja y altamente diferenciada, el proceso ilimitada fenomenización positiva de lo histó-
de socialización debe atender distinciones de rico-social, su realización en un tiempo y lugar
clase y ubicaciones en la jerarquía social cada determinado (el todo desplegado sobre su am-
vez más diversas y sutiles. En una misma con- plia potencialidad de momentos particulares; ‘lo
dición general de clase, pesan aspectos diferen- real-existente como momento de lo posible’). Lo
ciadores como lo urbano/rural, carácter más cotidiano es un resultado, provisional y frágil,
o menos cosmopolita de la actividad, acceso a pero repleto de significación. Pero es también
bienes culturales más o menos sofisticados, el un ámbito en que se desarrolla la reproducción
vecindario, el tipo de experiencia escolar, así de lo macro-social. ‘Lo social se explica por lo
como, la relación con otras categorizaciones so- social, pero pasando por lo interindividual’; las
ciales, la condición étnico-racial, de sexo-géne- estructuras no hacen la historia, solo los indi-
ro, laicidad, entre otros. Lo central entonces es viduos, inmersos en tramas relacionales y mar-
que la posición en la jerarquía social y el marco cos culturales, componiendo formas de acción
cultural correspondiente, induce roles, identi- colectiva, pueden reproducir o modificar sus
ficaciones, formas de ver, aspiraciones, rasgos propias condiciones de existencia. Parte de esto
psicológicos, una estructura de la personalidad pasa por la vida cotidiana.
y el sentimiento. La cotidianeidad es el medio en que nos
Si praxis es el concepto angular de una movemos diariamente, que nos resulta familiar
teoría sólida de lo histórico-social, como expre- y que conocemos de manera fundamentalmen-
sión concreta de la relación de la subjetividad te práctica, en el que realizamos diversas tareas
con la objetividad, el mundo, el estudio de los y atendemos necesidades que resultan impres-
procesos de socialización funciona como un cindibles para nuestra forma personal de vida,
importante insumo para entender los meca-
nismos y recursos de poder desde los cuales se 19 En nuestro medio, George García ha realizado una
moldea el carácter y constreñimientos de esa contribución notable y de referencia obligada sobre
praxis social, en las condiciones de la sociedad el tema.
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
Marxismo y sociología hoy 141
aunque normalmente al ser percibidas como por los problemas sociales de que derivan y de
parte de lo ordinario y tomadas en forma sepa- los que mayormente no tienen conciencia los
rada, su valor se ve reducido. En sus versiones individuos.
más sólidas, la noción incluye el conjunto Un aspecto fundamental de la estructu-
de actividades, creencias de sentido común, ra y el flujo de lo diario, es el pensamiento de
sentimientos, usos y costumbres, así como sentido común. Conjunto de esquemas inter-
artefactos, mediante los cuales los individuos, pretativos, de representaciones sobre la realidad
sumidos en sus actividades privadas, repro- (instrumentos cognitivos y valorativos), sobre
ducen sus condiciones de existencia inmedia- los distintos asuntos del universo que se habi-
tas, y lo hacen conscientemente, tomando ta, desde el mundo natural y la sociedad hasta
decisiones y realizando elecciones. Una acción creencias en lo trascendente o convenciones
finalista, deliberada, en cierta medida, pero morales, las relaciones afectivas, los gustos
repetitiva, estructurada para solventar diaria- y las prenociones, principalmente lo que de
mente, sin necesidad de mayor reflexión, la alguna manera se cruza en su vida —o está
conservación/reproducción de lo existente, de presente en su entorno, como representación
lo “normal”, la representación de lo habitual colectiva, sin necesidad de experiencia directa
en la que apoyamos toda la estructura de la personal—, desarrolladas inconscientemente
vida a la que estamos acostumbrados. Una vida por los individuos, en el seno de los mecanis-
que suele ser poco gratificante (incluso deses- mos socializadores, de las que dispone cada uno
timulante, o fatigosa, física y psíquicamente, para encontrar un cierto orden en el mundo en
en las condiciones sociales y laborales impe- que se mueve, orientando y dando sentido a su
rantes en la vida urbana bajo el capitalismo), cotidianeidad, que constituyen el contenido bá-
pero que gracias a la capacidad para incorpo- sico de la acción intencional de la mayor parte
rar pragmáticamente lo cotidiano se le puede de las personas en su vida diaria. Esta función
experimentar con las ventajas psicológicas de de orientar la mayor parte de las acciones hu-
la rutinización (economía cognitiva y cierta manas (auto)representadas como ‘normales’
reducción del grado de ansiedad que provoca y recurrentes, se apoya en una característica
la inevitable, si bien muy variable según la notoria del sentido común, su ‘apariencia de
posición social, incertidumbre vinculada con obviedad y coherencia’, su ‘autoevidencia’, que
nuestro estar en el mundo). se refuerza por el hecho, constitutivo, de ser en
Es un microcosmos en el que se objetivan buena medida compartido por las personas con
y articulan de modo subjetivamente particular las que usualmente se interactúa en una deter-
las estructuras, oscilaciones y tensiones del minada comunidad; el círculo es inherente: el
orden social, movimientos ante los cuales los prejuicio socialmente instalado se autorefuerza
individuos, familias o pequeños grupos, no a partir del peso de la evidencia derivada del
pueden más que reaccionar ajustando sus hecho de ‘todo el mundo sabe que...’.
comportamientos a fin de contrapesar las Los microprocesos de la reproducción
presiones. En general, la vida cotidiana funciona social se hilan en las relaciones comunicativas
(o se espera que funcione) como el reino de posibilitadas por el pensamiento ordinario y
lo rutinario, de la estable realidad objetiva se fundan en la presunción de la validez de la
inmediata de los individuos y de su forma de realidad social tal como se da o presenta, así
percibirla. Pero sería más preciso afirmar que como de que esta interpretación es compartida
el mundo de la vida diaria se ve sometido a por todos los demás, salvo unos cuantos ‘raros’.
una constante oscilación entre la rutinización En este marco, el lenguaje ordinario (la socia-
subjetiva, derivada de la regularidad tendencial lización lingüística), esencial para el estudio
y la siempre acechante ‘ruptura de la nor- de la interacción social, pasa a ser un elemento
malidad’, inducida la mayoría de las veces fundamental de la integración normalizadora y
desde un ámbito exterior a la cotidianeidad. Las justamente por eso se puede ver cuán limitado
vicisitudes personales constantemente excitadas y estereotipado se presenta, sobre todo en la
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
142 Roberto Ayala Saavedra
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
Marxismo y sociología hoy 143
mundo de la vida diaria, lo cual en realidad no no hay vida cotidiana ‘revolucionaria’24, hay, o
es sino la formulación de una tautología, tal puede haber sí, vida cotidiana revolucionada 25.
limitación está inscrita en la definición de la La vida cotidiana es rutinaria en tanto
cotidianeidad. estamos sumidos en la “actitud natural” (Hus-
Las condiciones sociohistóricas sobre- serl, 1979); cuanto mayor nuestra comprensión
determinan o determinan estructuralmente crítica de lo social, mayor nuestra capacidad
para intervenir activamente en la determina-
las prácticas de los individuos a través de la
ción consciente del carácter y rumbo del modo
modelación y ajuste de los términos de la vida
de vida, en todos los niveles de la relacionalidad
cotidiana; ‘las estructuras sociales deben ser in-
(multiplicando nuestras opciones y rompiendo
teriorizadas por los individuos para que ambos con prácticas autolimitantes). La desalienación
puedan funcionar’ (García, 2005, p.25). Si bien, de la vida cotidiana pasa entonces por una pra-
estas condiciones sociohistóricas son creadas, xis de ruptura, transformadora de las pautas
construidas en la praxis social; praxis y vida sociales y los códigos culturales de la domina-
cotidiana no son sinónimos. Praxis es la clave ción/opresión, informada y guiada por un pen-
de la actividad ontocreadora, de la historicidad sar crítico, la racionalidad dialéctica. A partir
(como autoproducción humana); la cotidia- de ahí, la clave para avanzar en la crítica de
neidad es el ámbito de la reproducción de la la cotidianeidad alienada, aspecto decisivo del
vida de los individuos. Es decir, la praxis social proyecto emancipador, es la comprensión de la
engloba lo relacionado con la vida cotidiana, tendencia del poder social, bajo las condiciones
de la sociedad de clases, a avanzar sobre lo pri-
pero es mucho más. La reproducción del marco
vado, buscando sujetar la intimidad, colonizar
social más amplio, de la historicidad, pasa por
la vida cotidiana, pero se realiza sobre todo,
24 Entre otras razones porque no se dan en la vida
en la sociedad de clases, en la producción y
cotidiana las condiciones para romper con la con-
reproducción de la vida material, en las luchas ciencia empírica alienada y alcanzar el ‘para sí’;
políticas y sociales, en el funcionamiento de las el transcrecimiento de la consciencia se da en la
experiencia de la lucha de clases, en la organiza-
instituciones, en la dialéctica de integración y ción y activación social.
rupturas culturales, todos estos aspectos des-
25 El subjetivismo de las corrientes fenomenológicas
bordan el medio de la vida cotidiana 23. Por su- coloca en el centro del análisis de lo social una
puesto, el ámbito de la praxis transformadora, noción de mundo de la vida entendida como lo
vivido/experimentado, en una ‘actitud natural’
no solo desborda, se contrapone y socava los —los objetos y sucesos del mundo social, pero
términos naturalizados de la vida cotidiana y su tal como aparecen para la conciencia empírica, el
pensamiento ordinario. Tomada en sus límites, pensamiento de sentido común, no crítico-reflexi-
vo—, perdiendo la dialéctica de lo subjetivo y lo
objetivo en el seno de la totalidad social en devenir.
23 No confundir vida cotidiana con ‘‘lo cotidianoʼ de La vida cotidiana se desborda hipertrofiada y la
las diversas actividades y relaciones en que se invo- intencionalidad, pese a las protestas, termina por
lucran los individuos en las diversas facetas de su desmarcarse del contexto y las circunstancias. Un
vida. La rutina de un laboratorio científico, la ‘nor- punto de partida subjetivista lleva a un punto de
malidad’ de la convivencia en un campo de batalla, llegada hipersubjetivista. Los supuestos del enfo-
o la familiaridad en un convento o en la militancia que y el modo de abordar el tema llevan usualmen-
política, son formas de actividad altamente institu- te a inconsistencias argumentativas. Por un lado,
cionalizadas, normadas y reguladas, por definición no pueden dejar de desconocer que el mundo de
situadas en el más allá de la vida cotidiana. Los la vida es un ‘legado de nuestros antepasados’, que
sentimientos y percepciones de los individuos acer- ‘solo puede brotar de un yo y una consciencia que
ca de su inserción en el mundo laboral son parte está siempre en constante interrelación con otros
de su vida cotidiana, no su participación objetiva yo’ (la intersubjetividad porta implícitamente, pero
en la actividad productiva como tal, aunque esta aún no explicita, lo histórico-social). Por otro, una
última sea parte del fundamento concreto de la y otra vez derrapan hacia una concepción incondi-
primera. cionada de la acción dotada de sentido.
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
144 Roberto Ayala Saavedra
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
Marxismo y sociología hoy 145
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)
146 Roberto Ayala Saavedra
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 153: 121-146 / 2016 (III). (ISSN: 0482-5276)