El museo que costó 20 millones y ha estado

dos horas abierto

Por Jorge Chamizo | La otra cara de la moneda – vie, 14 mar 2014 16:30 CET

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Si no fuera porque hay millones de dinero público en juego, estaríamos asistiendo a una de
las situaciones más absurdas y sonrojantes en la gestión de los recursos de todos. Hay
cientos de casos que reflejan una manera generalizada de gestionar y provocan que
el déficit de las administraciones este desbocado. Llama la atención el del museo que
costó al menos 20 millones de euros y sólo ha estado abierto dos horas, situado
en Málaga. En el año 2008 comenzaron las obras de remodelación de un enorme edificio de
Tabacalera para convertirla en lo que sería el Museo Mundial de las Gemas.

Tras las obras millonarias de

rehabilitación pagadas por el ayuntamiento consiguió abrir sus puertas en 2012.
Inicialmente estaba previsto que se abriera en 2009 con una colección de piedras
preciosas “única en el mundo”, según promocionó el propio ayuntamiento en ferias
turísticas como FITUR 2011.

Pero la apertura duró sólo un rato, ya que las autoridades del propio ayuntamiento lo
cerraron por falta de seguridad y de los permisos pertinentes. En realidad se escenificó
una apertura fantasma por parte de la empresa concesionaria para intentar
evitar que el ayuntamiento, en manos del PP, les acusara de incumplimiento de contrato.
Hasta el día de hoy el museo permanece vacío y cerrado.
[También de interés: Otro hito en el despilfarro nacional: la bandera que costó
350.000 euros]

Se abrió un museo vacío, sin piezas ni fondos, sin las condiciones de seguridad
necesarias, sin el informe preceptivo de bomberos ni la documentación necesaria
de urbanismo. Un verdadero despropósito. Todo ello provocó que se cerrara tan solo dos
horas después. Y eso que la empresa concesionaria dice que la reforma del edificio costó 40
millones.

Ambos se acusan mutuamente del fiasco del proyecto. El asunto, con todos esos millones en
juego, ha acabado en los tribunales con acusaciones de incumplimiento de contratos
por ambas partes. Estamos ante otro hito más en el mapa del despilfarro público del
país. ¿Alguien compensará a los ciudadanos por el dinero tirado a la basura?