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Cómo se produce la digestión?

Si intentamos imaginar como un alimento, el que sea, tiene que pasar a constituir
parte de nosotros mismos, o servir para ayudarnos a realizar todas nuestras
funciones, debemos aceptar que debe sufrir una transformación.

Ese alimento formaba parte de un organismo ya estructurado (constituido con


carbohidratos, grasas, proteínas, etc), por lo que primero hay que degradarlo a
elementos más simples, paso que se realiza mediante la digestión. Ésta se lleva a
cabo en el aparato digestivo, y en ella colaboran dos elementos fundamentales
producidos por las células de dicho aparato: la secreciones digestivas, y las enzimas.
Por ejemplo, la secreción ácida del estómago no es un capricho que sirva para causar
"acidez", sino que es necesaria para digerir adecuadamente las proteínas, la
Ver imagen secreción biliar (bilis) es necesaria para disolver adecuadamente las grasas.

Las enzimas son un tipo de proteínas que regulan virtualmente todas las reacciones químicas dentro del
organismo (en este caso "se pegan" a los nutrientes y favorecen que se degraden). La mayor fuente de enzimas
se produce en el páncreas, pero también se producen en el resto del aparato digestivo, incluso en la boca.

¿Cómo se produce la absorción?

La absorción se lleva a cabo a través de las células presentes en el tubo digestivo,


principalmente en el intestino delgado. Estas células tienen multitud de pliegues para que
la superficie de absorción sea la mayor posible. La capacidad total de absorción del
intestino delgado es enorme: hasta varios kg de carbohidratos, 500- 1000 gr. de grasa, y
20 o más litros de agua al día. El intestino grueso absorbe fundamentalmente agua y
minerales. Los nutrientes una vez absorbidos pasan a la sangre, desde donde son
distribuidos hacia los distintos órganos.

Todo el proceso digestivo está regulado por el sistema nervioso y por distintas hormonas
específicas. El estado psíquico influye en el proceso digestivo a través del sistema
nervioso.
Ver imagen
Sistema digestivo || Digestión y absorción
Digestion es la conversión de los alimentos en sustancias absorbibles en el tracto
gastrointestinal. Se realiza por el desdoblamiento, mecánico y químico de los alimentos,
en moléculas. En resumen, la digestión se inicia en la boca, continúa en el esófago y en
el estómago y sigue en el intestino delgado favorecida por secreciones biliares,
pancreáticas y por el moco y líquido extracelular segregado por las criptas de
Lieberkuhn de la mucosa del intestino delgado. Además, una serie de enzimas de las
microvellosidades de la superficie intestinal realizan una degradación de los
carbohidratos y de las proteínas, que son absorbidos en el epitelio intestinal.

Digestión y absorción de los carbohidratos


Todos los carbohidratos absorbidos en el intestino delgado tienen que ser hidrolizados a
monosacáridos antes de su absorción. La digestión del almidón comienza con la acción
de alfa-amilasa salivar, aunque su actividad es poco importante en comparación con la
realizada por la amilasa pancreática en el intestino delgado. La amilasa hidroliza el
almidón a alfa-dextrinas, que posteriormente son digeridas por gluco-amilasas (alfa-
dextrinasas) a maltosa y maltotriosa. Los productos de la digestión de alfa-amilasa y
alfa-dextrinasa, junto con los disacáridos dietéticos, son hidrolizados a sus
correspondientes monosacáridos por enzimas (maltasa, isomaltasa, sacarasa y lactasa)
presentes en el borde en cepillo del intestino delgado. En las típicas dietas occidentales,
la digestión y absorción de los carbohidratos es rápida y tiene lugar habitualmente en la
porción superior del intestino delgado. Sin embargo, cuando la dieta contiene
carbohidratos no tan fácilmente digeribles, la digestión y la absorción se realizan
principalmente en la porción ileal del intestino.

Continúa la digestión de los alimentos mientras sus elementos más sencillos son
absorbidos. La absorción de la mayor parte de los alimentos digeridos se produce en el
intestino delgado a través del borde en cepillo del epitelio que recubre las vellosidades.
No es un proceso de difusión simple de sustancias, sino que es activo y requiere
utilización de energía por parte de las células epiteliales

En una fase de la absorción de carbohidratos, la fructosa es transportada por una


transportador de fructosa hacia el citosol de la célula intestinal, y la glucosa compite con
la galactosa por otro transportador que requiere Na+ para su funcionamiento. Del
citosol, los monosacáridos pasan a los capilares por difusión simple o por difusión
facilitada.

Los carbohidratos que no han sido digeridos en el intestino delgado, incluyendo


almidón resistente de alimentos tales como patatas, judías, avena, harina de trigo, así
como varios oligosacáridos y polisacacáridos no-almidón, se digieren de forma variable
cuando llegan al intestino grueso. La flora bacteriana metaboliza estos compuestos, en
ausencia de oxígeno, a gases (hidrógeno, dióxido de carbono, y metano) y a ácidos
grasos de cadena corta (acetato, propionato, butirato). Los gases son absorbidos y se
excretan por la respiración o por el ano. Los ácidos grasos se metabolizan rápidamente.
Así el butirato, utilizado principalmente por los colonocitos, es una importante fuente
nutricional para estas células y regula su crecimiento, el aceteto pasa a la sangre y es
captado por el hígado, tejido muscular y otros tejidos, y el propionato, que es un
importante precursor de glucosa en animales, no lo es tanto en humanos.

Digestión y absorción de los lípidos


La digestión de las grasas comienza en la boca con la secreción de lipasa bucal, un
componente de la saliva, y su actividad aumenta cuando el conjunto saliva-alimento
entra en el estómago y el pH se hace más ácido. La digestión de esta lipasa no es tan
importante como la que realizan en el intestino delgado las lipasas secretadas en la
mucosa gástrica e intestinal

Fase intraluminal
La parte más activa de la digestión de los lípidos tiene lugar en la porción superior del
yeyuno. El proceso comienza ya con la formación del quimo, que después se mezcla
con las secreciones pancreáticas según se vacía el estómago. La liberación de lecitina
por la bilis facilita el proceso de emulsificación, para que los tres tipos de lipasas
pancreáticas y una coenzima hidrolicen los lípidos. La liberación de estas enzimas se
encuentra bajo el control de CCK, hormona que facilita, además, la salida de bilis de la
vesícular biliar.

La lipasa pancreática es responsable de la mayor parte de la hidrólisis y del


fraccionamiento de los ácidos grasos, al actuar sobre la superficie de las micelas que
engloban a los triglicéridos. La enzima pancreática colipasa, favorece la formación del
complejo sales biliares lipasa-colipasa que interviene en la hidrólisis. Como resultado
de la actividad de la lipasa, monoglicéridos, ácidos grasos, y glicerol se reparten por el
ambiente acuoso de la luz intestinal y posteriormente son solubilizados por las sales
biliares. Los productos finales se ponen en contacto con la superficie de los microvilli.
Colesterol esterasa es otra enzima pancreática que hidroliza los ésteres de colesterol.

Fosfolipasa es otra enzima pancreática, de la que existen dos formas A1 y A2, que
hidroliza ácidos grasos de los fosfolípidos. Fosfolipasa A2 hidroliza también la lecitina
y se produce lisolecitina y un ácido graso, que son absorbidos con facilidad. Para la
formación de quilomicrones es necesaria la presencia de fosfolípidos.

La bilis, es un factor importante en la digestión de las grasas. Además de factores


emusificadores, como los ácidos y las sales biliares, los fosfolípidos y el colesterol
contiene bilirrubina, producto derivado de la hemoglobina. La bilis es secretada por el
hígado y se deposita entre las comidas en la vesícula biliar, donde se concentra 5-10
veces, vertiéndose posteriormente al intestino delgado para tomar activa en el proceso
digestivo.

Fase mucosa

Las micelas favorecen que los productos de fraccionamiento de los lípidos se difundan
por la superficie del epitelio intestinal. Y la absorción de las sustancias ligadas a las
micelas se debe a que se difunden por la capa acuosa, proceso que va seguido de su
captación por parte de la membrana plasmática. Los ácidos grasos libres y los
monoglicéridos pasan a través de los microvilli de la membrana por un proceso pasivo,
el glicerol necesita un mecanismo transportador.

Una proteína de bajo peso molecular, presente en el citoplasma de las células de la


mucosa, proteína ligadora de ácidos grasos (FABP), transporta ácidos grasos de cadena
larga al retículo endoplásmico liso en donde se resintetizan en triglicéridos. También,
parte del colesterol es reesterificado por acil-CoA-colesterol aciltransferasa (ACAT) o
por la colesterol esterasa de la mucosa. Los triglicéridos reesterificados se incorporan a
las lipoproteínas junto con los fosfolipidos, colesterol, ésteres de colesterol y
apoproteína B. Los quilomicrones migran al aparato de Golgi en donde pueden unirse
glicoproteínas. Otros ácidos grasos, con diez o menos átomos de carbono, se transportan
sin esterificar y pasan al sistema porta, unidos, generalmente a albúmina.

Digestión y absorción de las proteínas


La digestión de las proteínas comienza en el estómago, con la intervención de su
componente ácido, que tiene en este caso dos funciones. La primera es la de activar la
pepsina de su forma zimógeno, la segunda , la de favorecer la desnaturalización de las
proteínas.

La pepsina es una enzima clave que inicia el proceso de hidrólisis proteica. Las células
de la mucosa segregan pepsinógeno, y el HCl del estómago estimula la conversión de
pepsinógeno en pepsina. Esta enzima desdobla proteínas y péptidos, en sitios
específicos de la unión peptídica, como el grupo carboxilo de algunos aminoácidos,
fenilalanina, triptófano y tirosina, y quizás, leucina y otros aminoácidos acídicos.

Cuando la proteína, parcialmente fraccionada, pasa al intestino delgado, las enzimas


pancreáticas tripsina, quimotripsina y carboxipeptidasas A y B son las responsables de
continuar su digestión. Tripsinógeno, quimotripsinógeno y procarboxipeptidasas A y B
son las formas zimógeno de tripsina, quimotripsina y carboxipeptidasas A y B,
respectivamente. Células de la mucosa intestinal segregan la enzima enteroquinasa, que
desdoblará un hexapéptido del tripsinógeno para formar tripsina activa. Una vez
formada, la tripsina puede también realizar una división hexapéptidica del tripsinógeno,
proporcionando más tripsina. Esta enzima, a su vez, convierte otras formas inactivas de
enzimas pancreáticas en sus formas activas. La tripsina actúa sobre las uniones de
péptidos que afectan los grupos carboxilo de arginina y lisina. Es tambien una
endopeptidasa puesto que escinde péptidos en el interior de la cadena proteica.
Quimotripsinógeno es una endopetidasa. Carboxipeptidasas A y B son consideradas
exopeptidasas en cuanto que escinden aminoácidos del carboxilo final de polipéptidos.
Las aminopeptidasas, que son consideradas unas exopeptidasas, escinden los péptidos
en aminoácidos y oligopéptidos.

La hidrólisis final de los péptidos producidos por las enzimas pancreáticas tiene lugar en
la superficie de las membranas de los microvilli de las células de la mucosa intestinal. Y
en resumen, el resultado final de la digestión luminal de las proteinas en el intestino
delgado es la obtención de fragmentos de oligopéptidos, dipéptidos y aminoácidos.

La absorción de la proteína es principalmente en forma de aminoácidos individuales, y


en la parte ileal del intestino delgado. Se realiza por un mecanismo que utiliza
transportadores dependientes de energía, los cuales se encuentran en la membrana de los
microvilli. Estos transportadores, lo son para cuatro grupos distintos de aminoácidos: I)
Neutros: a) aromáticos (tirosina, triptófano, fenilalanina, b) alifáticos (alanina, serina,
treonina, valina, leucina, isoleucina, glicina), y metionina, histidina, glutamina,
asparagina, cisteína, II) Básicos (lisina, arginina, ornitina, cistina), III) Dicarboxílicos
(ácidos glutámico y aspártico), IV) Aminoácidos: prolina, hidroxiprolina, glicina puede
utilizar este portador además del utilizado por los aminoácidos neutros, otros
aminoácidos (taurina, D-alanina, ácido gamma-aminobutírico.

Los humanos pueden absorber, también, dipéptidos, tripéptidos y tetrapéptidos, y este


mecanismo puede ser más rápido que el utilizado individualmente por cada uno de los
aminoácidos. Además, se han detectado, tetrapéptidasas en el borde en cepillo de la
membrana de los microvilli, las cuales hidrolizan tetrapéptidos en tripéptidos y
aminoácidos libres, y también, tripeptidasas y dipeptidasas en la membrana y en el
citoplasma de las células de la mucosa intestinal.

En fracciones de citosol de células de la mucosa intestinal se han aislado dipeptidasas y


aminopeptidasas, lo que sugiere que la parte final de la hidrolisis de los péptidos puede
tener lugar en el interior de las células.

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