[Salmo 55:22]

“Encomienda al SEÑOR tus afanes y ÉL te sostendrá, no permitirá que

el justo caiga y quede abatido para siempre.”

Cuando nosotros salimos de viaje fuera de la ciudad por un período

mediano o largo, y sabemos van a llegar facturas de los servicios de
electricidad, agua, teléfonos, internet, u de otras fuentes, que se van
a vencer mientras estemos por fuera, o queremos dejar las llaves de
la vivienda, por si se presenta alguna emergencia, buscamos siempre
a una amiga para encomendarle estas tareas.

¿Por qué la buscamos a ella?:

Porque la conocemos desde hace más de 30 años. Yo trabajé con ella

por unos 20 años. Compartimos muchos momentos, cosas y
situaciones tanto agradables como desagradables. Ell siempre nos
demostró amor, lealtad y servicio. Es decir, es digna de nuestra
confianza, lo cual no quiere decir que algún día falle.

[Jeremías 17:5]

“ ¡Maldito el hombre que confía en el hombre! ¡Maldito el que se

apoya en su propia fuerza! Y aparta su corazón del SEÑOR.”

El profeta no nos está diciendo aquí que andemos por la vida

desconfiando de todos y de todo. Es muy desagradable estar al lado
de una persona que siempre está pensando y actuando como si le
fueran a hacer daño o que se van a aprovechar de ella.es muy difícil
tener relaciones sanas con una persona así.

El final del versículo lo explica todo, y habla de la persona que ha

renunciado a depositar su confianza en Dios para ponerla en los
hombres o en su propia fuerza. Los demás nos pueden proveer u
orientar en tiempos de confusión o consolar en la tristeza. En todas
estas acciones de la gente hacia nosotros vemos la mano de Dios que
es quien pone el querer como el hacer enlas personas y lo recibimos
como un regalo.
Coro: TODO VIENE DE DIOS

Piensa en un familiar o en un amigo en el cual pueda confiar y

encomendarle tareas con la seguridad que las va a hacer con amor.

Ahora dale gracias a Dios por esa persona.

Si esto sucede con los seres humanos, tanto más con nuestro Padre
Celestial que nos ama con amor eterno e incondicional.

Reflexionemos en:

¿Cuánto conocemos a Dios? ¿Conocemos sus atributos?

¿Cuánto hablamos con ÉL? ¿Cómo nos relacionamos con ÉL?

Como Padre – como amigo – como esposo – como Pastor

En la medida que lo conozcamos y nos relacionemos con ÉL,

tendremos la seguridad de encomendarle nuestros afanes.

[Job 36:11]
“Si ellos le obedecen y le sirven,
pasan el resto de su vida en prosperidad,
pasan felices los años que les quedan.”
Dios quiere que le obedezcamos y creamos en ÉL. Ej.: DIOS como
Pastor nos da, como sus ovejas, la seguridad de protección, guía,
amor, provisión, …

[Salmo 23:1-2]
“1 El
SEÑOR es mi *pastor, nada me falta;
2
en verdes pastos me hace descansar.
Junto a tranquilas aguas me conduce;”
Somos ovejas y Dios es nuestro Pastor. ¡Qué privilegio!

Algunas de las características de las ovejas:

1.- Virtualmente las ovejas no tiene mecanismos de defensas. No
pueden ni gruñir, dependen de su pastor. Lo mismo nos pasa a los
cristianos, en nuestras fuerzas no podemos defendernos.

2.- Se les dificulta encontrar pastos y agua, no saben distinguir

entre hierba venenosa y pasto, entonces pueden morir. Nosotros, a
veces, no sabemos distinguir entre lo bueno y lo malo, y también
podemos morir. Dependemos de nuestro Pastor para que nos de
discernimiento, y nos guíe a lo seguro.

3.- Se asustan fácilmente y esto los lleva a actuar en forma

peligrosa y atentan contra su vida. El pastor las mantiene en calma,
acompañándolas y cantándoles. ¿Qué sucede cuando en un momento
de susto, afán o angustia, acudimos a la Palabra de Dios? Nuestro
Pastor nos alienta, nos anima, nos levanta. Es decir nos da seguridad.

Ej.: Cuando nos sentimos solos, y no acudimos a Dios primero

podemos acudir a personas que no nos convienen y entre otras
posibilidades nos van a desviar del camino.

4.- Se extravían fácilmente, aun en su propio terreno. Nosotros

tampoco podemos ser nuestro propio guía. Necesitamos confiar en
nuestro Pastor y atender a su voz en obediencia.

5.- No pueden asearse a si mismas. Nosotros por naturaleza

estamos sucios. Solamente nuestro Pastor nos pu8ede limpiar.

Todo esto nos muestra que debemos volvernos a nuestro Pastor, en

total dependencia, seguros de su cuidado y amor constante.

A ÉL le encomendamos nuestra vida para que sea nuestra fuente que

nos supla nuestras necesidades básicas de amor, aceptación y
seguridad.

[Salmo 56:9]
“Cuando yo te pida ayuda, huirán mis enemigos.
Una cosa sé: ¡Dios está de mi parte!”