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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


UNIVERSIDAD DEL ZULIA
FACULTAD DE ODONTOLOGÍA
DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS
PROGRAMA DE POSTGRADO DE ADMINISTRACIÓN DEL SECTOR SALUD

DISEÑO DE UN SISTEMA DE EMERGENCIA PREHOSPITALARIA


PARA EL MUNICIPIO CABIMAS. ESTADO ZULIA

TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR AL TITULO DE MAGISTER


SCIENTIARUM EN ADMINISTRACIÓN DEL SECTOR SALUD
MENCIÓN: ADMINISTRACIÓN DE HOSPITALES

AUTORA: M.C. ANA C. ZULETA

TUTOR: DR. RICAURTE SALOM GIL

ASESORA METODOLÓGICA: DRA. NORMA MELÉNDEZ

MARACAIBO, JULIO DE 2017


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DISEÑO DE UN SISTEMA DE EMERGENCIA PREHOSPITALARIA


PARA EL MUNICIPIO CABIMAS. ESTADO ZULIA

AUTORA: M.C. ANA CECILIA ZULETA POLANCO

Firma: __________________________
C.I.: 11.661260
Dirección: Urb. Las 40. Calle C-7. Casa N°: 19. Cabimas, estado Zulia.
Teléfono: 0412-1669694/0424-6392805
Correo electrónico: aczuletaA@gmail.com.

TUTOR: DR. RICAURTE SALOM GIL

Firma: __________________________
C.I.: 1.068.576
Dirección: Urb. Coromoto, Av. 40 Nº 174-38. San Francisco, estado Zulia.
Teléfono: 0412-5681344
Correo electrónico: ricaurtesalom@gmail.com

ASESORA METODOLÓGICA: DRA. NORMA MELÉNDEZ.

Firma: __________________________
CI.: 5.922.918
Dirección: Urb. El Prado. Av. 5. Casa Nº: 50. Tía Juana, estado Zulia.
Teléfono: 0416-6648058
Correo electrónico: melendezmota@hotmail.com
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ACTA
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VEREDICTO
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DEDICATORIA

“No es la altura, ni el peso, ni la belleza, ni un título y mucho


menos el dinero lo que convierte una persona en grande.
Es su honestidad, su humildad, su decencia, su amabilidad
y respeto por los sentimientos e intereses de los demás”.

Madre Teresa de Calcuta

Dedico este trabajo a mis grandes amores:


A mi Madre, la mujer que siempre fue mi ejemplo de valor, persistencia, abnegación,
amor; mi estímulo y apoyo incondicional en todos mis proyectos de vida, pero
principalmente en los académicos, que aunque hoy no esté conmigo,
sé que ella comparte este triunfo, que también es suyo.

A mis hijos, la bendición más grande y hermosa bendición que Dios me ha dado, es el
impulso que me hace continuar, con el anhelo de ser su guía y su apoyo para alcanzar
sus sueños y vivirlos a plenitud.

Ana Cecilia Zuleta


6

AGRADECIMIENTO

Me es grato tener la oportunidad, a través de este interesante proyecto, de dar gracias:

A Dios, por darme la fuerza y persistencia para continuar en la adversidad, por guiarme
en el sendero de lo sensato, darme sabiduría en situaciones difíciles y colmarme siempre
de paciencia y de su inmenso amor.

A mis padres, por concederme la oportunidad de vivir, entregarme lo mejor de ellos y


tratar de hacer de mí un buen ser humano.

A mis hijos, gracias por ser mis baluartes, por ser mi norte y mi sostén emocional hacia
el avance de mi desarrollo profesional, por su incondicionalidad, cariño y deseo que la
vida siempre me sonría.

A Rocky y Pelusin, mis compañeros eternos e incondicionales en largas noches de


estudio.

A mis hermanos, gracias por su amor y siempre estar a mi lado. Especialmente Maite por
su apoyo perenne.

A todo el excelente equipo docente del Programa de Administración del Sector Salud
(PAS-LUZ), por su dedicación, persistencia y sus incalculables aportes académicos y
éticos para mi formación, sin ustedes no lo hubiera logrado. Especialmente, a mis tutores:
Dres. Ricaurte Salom Gil, Graciela Sánchez y Norma Meléndez que, con sus
conocimientos, paciencia, orientaciones y motivación, contribuyeron en mi aprendizaje,
ganándose mi respeto, admiración y mi eterna gratitud: Mentores.

A todo el extraordinario equipo administrativo del PAS-LUZ, su incondicionalidad,


hospitalidad y dedicación hicieron de este curso una experiencia hermosa y llevadera.

A todas las personas que no menciono pero que, de alguna forma, contribuyeron a que
alcanzara esta nueva meta de mi vida.

Ana C. Zuleta
7

ÍNDICE DE CONTENIDO

Página
FRONTISPICIO 2
PÁGINAS DE EVALUACIÓN 3
DEDICATORIA 5
AGRADECIMIENTOS 6
RESUMEN 8
ABSTRACT 9
INTRODUCCIÓN 10
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 12
1.1. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA 14
1.2. OBJETIVOS 15
1.2.1. OBJETIVO GENERAL 15
1.2.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS 15
1.3. JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN 15
1.4. DELIMITACIÓN DE LAINVESTIGACIÓN 16
2. MARCO TEÓRICO 18
2.1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN 18
2.2. BASES TEÓRICAS 20
2.3. BASES LEGALES 66
2.4. SISTEMA DE VARIABLES 90
2.4.1. CONCEPTUALIZACIÓN DE LAS VARIABLES 90
2.4.2. OPERACIONALIZACIÓN DE LAS VARIABLES 91
3. METODOLOGÍA 92
3.1. TIPO DE INVESTIGACIÓN 92
3.2. DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN 92
3.3. MATERIAL Y MÉTODO 92
3.4. TÉCNICA E INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE DATOS 93
3.5. VALIDEZ Y CONFIABILIDAD 93
3.6. ANÁLISIS DE LOS DATOS 93
4. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS 94
5.CONCLUSIONES 105
6.RECOMENDACIONES 108
ÍNDICE DE REFERENCIAS 110
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES 116
ANEXO:
PROPUESTA DE UN SISTEMA DE EMERGENCIA PREHOSPITALARIA 118
PARA EL MUNICIPIO CABIMAS
8

Zuleta Polanco, Ana Cecilia. Diseño de un sistema de emergencia prehospitalaria


para el municipio Cabimas. Estado Zulia. Trabajo de Grado para optar al Título de
Magíster Scientiarum en Administración del Sector Salud. Mención: Administración de
Hospitales. Universidad del Zulia. Facultad de Odontología. División de Estudios para
Graduados. Programa de Postgrado Administración del Sector Salud. Maracaibo,
Venezuela, 2017. 157 p.

RESUMEN

La investigación tuvo como objetivo el diseño de un sistema de emergencia


prehospitalaria para el municipio Cabimas del estado Zulia, que, actuando en forma
eficiente, coordinada y en red, estará en capacidad para responder a la alta siniestralidad
que presenta la subregión como consecuencia de su vulnerabilidad. El estudio fue de tipo
proyecto factible, con un diseño no experimental, transversal, de campo. La información
recopilada sobre el estado actual de las instituciones de propiedad pública y privada que
brindan atención de emergencia prehospitalaria en el municipio objeto de estudio mostró
grandes fallas estructurales, de equipamiento y dotación de insumos y medicamentos en
la institución pública; contrario a lo encontrado en la de propiedad privada. Sólo un
24,43% de las personas que presentan una situación de emergencia o urgencia en el
municipio Cabimas, son trasladadas por alguna de las dos organizaciones que prestan
servicio de atención prehospitalaria (APH), de los cuales el 85% es realizado por el
Cuerpo de Bomberos y, sólo un 15% por la entidad privada dedicada a la asistencia de
sus afiliados; ambos con personal Técnico en Emergencia Prehospitalaria (TEP) con bajo
nivel de formación. El recurso Médico, aunque no con las competencias de un
Especialista en Medicina de Emergencia y Desastre, sólo está presente, en forma activa
y permanente, en la organización de propiedad privada. Se concluye, que la organización
de propiedad pública es la que, con múltiples carencias e incremento de riesgos, asume
la mayor carga en cuanto al suministro de la asistencia prehospitalaria del municipio.
Finalmente, se propone el diseño de un sistema de emergencia prehospitalaria para el
municipio Cabimas, basado en una Organización No Gubernamental (ONG), con las
características, estructura, funcionalidad y financiamiento descritos en el anexo.

Palabras clave: ATENCIÓN PREHOSPITALARIA, SISTEMA DE EMERGENCIA


PREHOSPITALARIA, ORGANIZACIÓN NO GUBERNAMENTAL

Correo electrónico: aczuleta@gmail.com

Zuleta Polanco, Ana Cecilia. Design of a prehospital emergency system for the
9

Cabimas municipality. Zulia state. Trabajo de Grado para optar al Título de Magíster
Scientiarum en Administración del Sector Salud. Mención: Administración de Hospitales.
Universidad del Zulia. Facultad de Odontología. División de Estudios para Graduados.
Programa de Postgrado Administración del Sector Salud. Maracaibo, Venezuela, 2017.
157 p.

ABSTRACT

The research aimed at designing a prehospital emergency system for the Cabimas
municipality of the Zulia state, which, in an efficient, coordinated and networked manner,
will be able to respond to the high accident rate that the subregion presents as a
consequence of its vulnerability . The study was feasible, with a non-experimental, cross-
sectional field design. Information collected on the current state of public and private
institutions providing prehospital emergency care in the municipality under study showed
major structural failures, equipment and supplies and supplies in the public institution;
contrary to that found in private property. Only 24.43% of the people who present an
emergency or emergency situation in Cabimas municipality are transferred by one of the
two organizations that provide prehospital care (APH), of which 85% is performed by the
Fire Department and only 15% by the private entity dedicated to the assistance of its
members; both with low-level Pre-Hospital Emergency Technical (TEP) personnel. The
Medical resource, although not with the competencies of an Emergency and Disaster
Medicine Specialist, is only present, actively and permanently, in the organization of
private property. It is concluded that the public property organization is the one that, with
multiple shortcomings and increased risks, assumes the greatest burden in terms of the
provision of prehospital care in the municipality. Finally, the design of a prehospital
emergency system for the Cabimas municipality, based on a Non-Governmental
Organization (NGO), with the characteristics, structure, functionality and financing
described in the annex, is proposed.

Keywords: PREHOSPITAL CARE, PREHOSPITAL EMERGENCIES SYSTEM, NON


GOVERNMENTAL ORGANIZATION

E-mail: aczuleta@gmail.com
10

INTRODUCCIÓN

Considerar la salud como un derecho individual, un bien común y como elemento


fundamental de la seguridad humana, implica generar condiciones en las cuales todos
puedan vivir en condición óptima de salud. Esto significa contar con servicios necesarios
para ello, condiciones de trabajo satisfactorias, seguras, vivienda adecuada y alimentos
accesibles.

Sustentado en esta premisa se puede decir que todo individuo, se merece la mejor
atención posible en salud y, esto significa, desarrollar las mejores acciones en su
promoción, prevención, atención de las enfermedades y rehabilitación, lo que requiere de
un número suficiente de establecimientos, recursos humanos, equipos, medicamentos y
suministros en los servicios de asistencia médica que se prestan en los diferentes niveles
de atención; condición que cada día es más requerida en la sociedad moderna para dar
respuesta al incremento de enfermedades crónicas (enfermedades cardiovasculares,
cáncer, diabetes, etc.), hechos violentos, accidentes de tránsito y los impredecibles
fenómenos naturales que azotan a la población.

En este escenario, es trascendental el papel de la medicina de emergencia y dentro


de ella la atención prehospitalaria, que ha demostrado tener un rol determinante en el
momento en que se está en juego la vida o la muerte, la recuperación total o la
discapacidad con secuelas, del alto porcentaje de individuos afectados. La atención
prehospitalaria debe constituirse en un sistema integrado de servicios médicos de
urgencia, emergencia y desastres, y no entenderse como un simple modo de trasladar
pacientes en ambulancias, atendidos por un personal, con o sin preparación mínima.

En la actualidad las políticas de salud mundiales (OMS, 2007) han fijado entre sus
objetivos: promover y fortalecer a nivel gubernamental y los sistemas de atención de
emergencia prehospitalaria; una muestra de ello son los esfuerzos que se están
realizando en la mayoría de los países de América Latina y el Caribe, en el desarrollo y
modernización de esta disciplina; en contraposición a lo que ocurre en Venezuela, donde
existe un deterioro progresivo de los servicios para la salud, del cual no escapa la
11

atención prehospitalaria, sin vislumbrarse iniciativas a favor de mejorar esta grave


desviación; razón por la cual surge la necesidad de evaluar la situación de las
instituciones que prestan servicio prehospitalario y proponer un sistema de atención que
satisfaga los derechos universales de la población en materia de salud, con equidad,
calidad, humanismo y capacidad de respuesta oportuna a las demandas asistenciales,
tal como se viene desarrollando en otros países de la región.
12

1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El incremento de hechos violentos y accidentes viales, sumado a las catástrofes


naturales y los provocados por el hombre, ha ocasionado un ascenso de la mortalidad
general a nivel mundial, durante los últimos 40 años. A este difícil panorama se le une el
hecho de que un número elevado los sobrevivientes de estos eventos; quedan con
secuelas transitorias y permanentes, produciendo un gran impacto a nivel sanitario,
económico y social; sobre todo en los países de bajos y medianos ingresos, aunque en
los últimos tiempos, también han incidido en los países desarrollados, afectados por
constantes ataques terroristas, que pueden catalogarse como verdaderas catástrofes.

Una de las regiones más violentas del mundo y con una alta prevalencia de
desastres son los países de América Latina y el Caribe, como el ocurrido en: los
terremotos del Perú (1970), de Nicaragua (1972), de Guatemala (1976) y México (1985);
los huracanes David y Frederick (1979) y Mitch en América Central (1998); la erupción
del Volcán Nevado del Ruiz, Colombia (1985) y Fenómeno del Niño, en Centro y Sur
América. Del mismo modo Venezuela, en los dos últimos decenios ha sido abatida por
fenómenos hidrometereológicos y sísmicos, como la tragedia de Vargas y el terremoto
del estado Sucre; accidentes provenientes de la industria petrolera, como el de Tacoa
(1982) y la refinería de Amuay (2012); así como, el exagerado aumento de los índices de
violencia y accidentes vehiculares.

Uno de los estados donde se replica este comportamiento es el Zulia, y dentro de


éste, el municipio Cabimas que no escapa a esta problemática, donde existe un registro
importante de muertes por causas violentas, debido a su ubicación geográfica,
idiosincrasia de la población; siniestros viales en las grandes avenidas nacionales y
locales que atraviesan la subregión; accidentes a gran escala al formar parte esencial de
la explotación petrolera del país, donde la siniestralidad se incrementó de 13 eventos a
59, entre 2012 y 2013, superando en éste y otros indicadores a otros países petroleros,
como se observa al comparar la media internacional de 1,8 por millón de horas trabajadas
con un 6,2 reportado por PDVSA; superando a todas las industrias petroleras del mundo.
13

Esta cifras publicadas por la empresa petrolera venezolana, hace evidente que sus
operaciones conllevan niveles inaceptables de riesgo, no sólo para sus trabajadores,
propios y contratados, sino para las poblaciones circundantes, especialmente en aquellas
instalaciones petroleras cercanas o dentro de áreas de alta concentración poblacional,
tal como ocurre en las refinerías de Amuay, Cardón, El Palito y Puerto La Cruz, y con
otras instalaciones para manejo de combustibles, como poliductos finales, plantas de
distribución y los miles de kilómetros de gasoductos y redes de distribución a nivel
nacional (Coener, 2017).

A este escenario se suman las grandes inundaciones que se presentan en varios


periodos del año, debido al alto índice pluvial de la región y carencia de adecuados
drenajes. Estas multiplicidades de condiciones se conjugan, perfilando una elevada
siniestralidad a la que se expone la comunidad diariamente; la cual requiere una atención
de emergencia capaz de responder oportunamente ante esta problemática.

Para responder a las demandas en situaciones generadas por eventos inesperados,


la población debe estar provista de servicios para la atención de emergencias o urgencias
médicas, tanto hospitalaria como prehospitalaria; siendo esta última imprescindible en la
cadena de recursos, unidos en red para prestar asistencia continua a una víctima o
enfermo, desde el lugar donde ocurrió el acontecimiento hasta su arribo a un centro
asistencial, donde se va a proveer el tratamiento definitivo, convirtiéndose en un factor
determinante para lograr una mayor sobrevida, mejor condición de ingreso del paciente
al hospital, y menos secuelas en individuos en edad reproductiva, que pertenecen al
sector de la población más afectado.

Estos servicios que se prestan para atención prehospitalaria, deben funcionar


dentro de un sistema, como una red asistencial que articule todas las entidades
municipales y federales del país, además de enlazarlas con las unidades que prestan
servicios hospitalarios y otras instituciones de seguridad y defensa (policía, bomberos,
defensa o protección civil) de la región, así como interconectarlas mediante un sistema
de voz, imagen y datos hasta el nivel parroquial. Los integrantes de la red de atención
deben estar dotados con personal, unidades y equipos de avanzada tecnología y
14

comunicación, según la demanda, para dar una respuesta apropiada en tiempo real, ante
cualquiera de estas situaciones de urgencias, emergencias y desastres que se presenten
en forma consuetudinaria.

A nivel mundial, los gobiernos han realizado grandes esfuerzos para crear e
implementar modelos que permitan desarrollar redes de atención prehospitalaria, que
aseguren una atención oportuna, adecuada y de calidad en este nivel de prevención
sanitaria, situación que no se cumple en el país y, menos aún, en el municipio Cabimas,
donde existe insuficiencia de instituciones dedicadas a la Atención Prehospitalaria (APH)
en el sector público; las que además presentan graves deficiencias en cuanto a
organización, dotación y mantenimiento de ambulancias, personal, equipos e insumos, a
lo cual se suma la falta de coordinación, regulación y unificación entre las unidades que
prestan servicios de APH, tanto públicos como privados.

Esta realidad convierte a esta importante subregión del país y, particularmente al


municipio Cabimas, entre las más desasistidas, tanto en situaciones de emergencias y
urgencias, como en catástrofes con saldo masivo de víctimas; planteando la necesidad
de evaluar la situación actual de los organismos que prestan servicios de atención
prehospitalaria en el municipio, en cuanto a estructura, personal y dotación de equipos e
insumos; como soporte para diseñar un sistema de atención médica, capaz de brindar
respuesta ante las situaciones señaladas.

1.1. Formulación del problema

¿Será necesario el diseño de un Sistema de Emergencia Prehospitalaria para el


municipio Cabimas del estado Zulia?

1.2. Objetivos

1.2.1. Objetivo general


15

Diseñar un sistema de emergencia prehospitalaria para el municipio Cabimas del


estado Zulia.

1.2.2. Objetivos específicos

• Caracterizar la organización y estructura de las instituciones que prestan servicios


de emergencia prehospitalaria existentes en el municipio Cabimas, estado Zulia.
• Definir el perfil profesional del personal que presta los servicios de emergencia
Prehospitalaria en el municipio Cabimas, estado Zulia.
• Determinar la utilización de protocolos de actuación en los servicios de emergencia
prehospitalaria en el municipio Cabimas, estado Zulia.
• Conocer la dotación de equipos, recursos materiales e insumos de los servicios de
emergencia prehospitalaria que se prestan en el municipio Cabimas, estado Zulia.

1.3. Justificación de la investigación

Cada día, la atención de emergencias y urgencias prehospitalaria gana más auge,


arrojando evidencias que demuestran cómo la atención médica oportuna y adecuada de
pacientes críticamente enfermos o lesionados, ha logrado salvar centenares de vidas y
disminuir las lesiones incapacitantes en la población activa involucrada, lo que se traduce
en la reducción de injustificados altos costos sanitarios. Esta realidad creciente, es
claramente manifiesta en la resolución del consejo ejecutivo de la OMS en la 120ª
Reunión del 8 de enero de 2007 (Resolución WHA57.10), donde se recomienda a los
Estados Miembros que deben orientar sus esfuerzos en reforzar la prestación de servicios
de emergencia y rehabilitación.

En Venezuela, la atención prehospitalaria es una disciplina naciente, sin una


rectoría gubernamental bien establecida, que garantice el funcionamiento de una red de
asistencia eficiente, eficaz y capacidad de respuesta oportuna ante las demandas de la
población, con lineamientos del órgano rector de la salud. Por el contrario, la atención
prehospitalaria se ha desarrollado en forma lenta, anárquica y predominante en el sector
privado, y algunas iniciativas estadales que cuentan con asignaciones presupuestarias
16

limitadas, lo cual impide su mantenimiento y la dotación de personal, equipos e insumos


indispensables para el cumplimiento de esta vital labor. De igual manera, es importante
mencionar la ausencia de planes, por parte de las autoridades sanitarias, para mejorar la
calidad y efectividad de la atención prehospitalaria en este nivel de prevención o
mitigación, que cada día gana mayor relevancia en las políticas de salud mundial.

De esta cruda realidad, nació la necesidad de plantear en una investigación


científica, diseñar un sistema de emergencia prehospitalaria integral para el municipio,
que sirva de modelo para ser replicable a nivel estadal y, posteriormente, a nivel nacional;
con miras a conformar una red única de interconexión nacional, comparable a las
existentes en algunos de los países desarrollados; que subsane las deficiencias en la
atención prehospitalaria de la comunidad y conduzca a reducir los gastos económicos en
el sector salud, mejore la supervivencia de la población productiva afectada, y disminuya
las secuelas incapacitantes, tal como está establecida en los basamentos legales con
que cuenta el país, así como aportar herramientas valiosas de carácter metodológico
representados por los instrumentos de recolección de datos y las técnicas empleadas
para el análisis y procesamiento estadístico de los resultados, los cuales puedan ser
utilizados como antecedentes para futuras investigaciones en el mismo campo, y en la
ejecución de otros proyectos factibles de gran impacto y trascendencia, tanto a nivel
regional como nacional.

1.4. Delimitación de la investigación

La investigación se realizó en los sistemas de atención prehospitalaria del Cuerpo


de Bomberos de Cabimas, y Atención Médica de Emergencia Costa Oriental del Lago
(AMECOL), en el municipio Cabimas del estado Zulia, desde septiembre de 2012 a
septiembre de 2014.
17

2. MARCO TEÓRICO

2.1. Antecedentes de la investigación

Existe un gran número de estudios realizados a nivel mundial, sobre la Atención


Prehospitalaria de Emergencia, que anteceden y le dan soporte a este trabajo; entre los
más recientes se mencionan:

La investigación de Montaño (2007), quien realizó un estudio descriptivo y analítico


sobre la situación actual en la prestación de los servicios de atención prehospitalaria del
Cantón Ibarra, Ecuador. Evaluando la importancia y evolución de la misma; donde se
observa que los pacientes que reciben atención adecuada en el lugar del accidente tienen
un porcentaje más alto de sobrevida y una recuperación más rápida. Además, que con el
transcurrir del tiempo el personal que labora en atención prehospitalaria, va adquiriendo
mayor experiencia y seguridad, de manera que la atención va evolucionando en beneficio
de todos aquellos que necesitan tratamiento médico oportuno en el sitio del accidente.
Esta investigación aporta evidencia sobre la importancia de disponer recursos y
utilización oportuna de los mismos en el sitio del acontecimiento para mejorar la
estadística de morbilidad y mortalidad por eventos imprevistos, como los accidentes, lo
que puede lograrse con una organización para la atención de emergencias y urgencias
prehospitalaria

De igual manera se menciona, el gran aporte del trabajo de Morales y col. (2008),
con la elaboración de una Guía para los Servicios de Atención Prehospitalaria, como un
aporte del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social del Salvador, como respuesta,
debido a que las lesiones y emergencias médicas son causa importante de morbilidad,
discapacidad y muerte, en ese país. De modo que existe la necesidad de fortalecer la
calidad y disponibilidad de los sistemas de atención prehospitalaria y hospitalaria en
forma eficiente y oportuna en el manejo de emergencias.

Este documento pone al alcance de los prestadores de los servicios de atención


prehospitalaria y de la comunidad en general, las instrucciones y recomendaciones en
18

materia de recursos humanos, materiales, logística y otros, que se necesitan para mejorar
el nivel básico y avanzado de la atención prehospitalaria que permita salvar muchas vidas
y mejorar la calidad de las misma en víctimas de accidentes, violencia, desastres,
lesiones y enfermedades.

Otro estudio resaltante es el de Katzenell y col. (2010), quienes evaluaron el triage


Prehospitalario a través de la determinación de los resultados y lecciones aprendidas de
los sucesos con gran número de víctimas. Basado en una investigación retrospectiva de
artículos publicados, evalúa los diferentes tipos de clasificación de los pacientes y
concluye: que todos los algoritmos valoraban los sistemas respiratorios, cardiovascular y
neurológico y, por tanto, no existen datos suficientes para apoyar la preferencia por
ninguno de los existentes; lo importante es que sea utilizado un algoritmo de clasificación
durante un episodio con saldo masivo de víctimas. Lo que sí pueden modificarse son las
decisiones de triage de acuerdo a la proximidad de los hospitales adecuados, la
disponibilidad de recursos y el mecanismo de producción de las lesiones que presentan
las víctimas de dichos siniestros.

Así mismo, Acevedo y col. (2011), evalúan en estudio observacional descriptivo, la


autonomía del Tecnólogo en Atención Prehospitalaria, sus competencias versus
efectividad. Con base a los resultados llegaron a la conclusión, de que los procedimientos
realizados por los técnicos de APH, tienen un impacto favorable en la calidad de vida y
posible morbilidad de los pacientes atendidos, a pesar de la limitación de tener que
solicitar autorización para realizar procedimientos invasivos, lo cual les resta autonomía
y causa desmotivación en el personal por la sensación de no poder realizar otras acciones
adicionales favorables para la salud del paciente.

Múnera y cols. (2011), en Medellín, Colombia, evalúan en una investigación


observacional descriptiva, las características de la atención prehospitalaria a pacientes
con arresto circulatorio secundario a trauma; en su mayoría hombres en edad productiva
que sufren accidente de tránsito como ocupantes de motocicleta, con una alta letalidad,
que en su mayoría no reciben maniobras de reanimación a pesar que la atención
prehospitalaria en Medellín, tiene personal calificado para suministrarla y pese a que se
19

cuenta con implementos y equipos necesarios para el momento en que ocurra uno de
estos eventos; lo que evidencia que hay un déficit de estrategias eficaces para proceder
adecuadamente y no se realizan las intervenciones críticas en la escena, como lo son:
rápido tiempo de respuesta, el control temprano de la vía aérea, la determinación de ritmo
cardíaco y signos de vida, las maniobras de Resucitación Cardiopulmonar (RCP) y el
aporte de líquidos intravenosos, esto último, sin retrasar el traslado primario al nivel de
complejidad correspondiente. Tampoco se realiza un diligenciamiento adecuado de la
historia de atención, lo que trae consigo riesgos legales para la institución que provee
socorro y afecta la calidad de la respuesta brindada.

En la misma línea de investigación, Ríos (2011) elabora un proyecto para la


empresa petrolera venezolana, en la región del occidente del país, que sirvió de
componente fundamental en la constitución de las bases para el diseño de un modelo
para prestar servicio de atención de emergencia prehospitalaria dirigido a los
trabajadores, así como a sus familiares y comunidades cercanas en caso de situaciones
de desastre. Además, elaboraron los protocolos de actuación a ser utilizados, basados
en una revisión amplia de las guías de atención prehospitalaria internacionales.

2.2. Bases teóricas

La medicina de emergencia nace con la aparición el hombre, pues siempre ha


estado necesitado de tratamiento inmediato por lesiones o enfermedades agudas, que
pueden atentar contra su integridad física, o su vida. Ante esta realidad, ha tenido que
desarrollar el conocimiento de las ciencias médicas a lo largo de su historia, sobre todo
en época de guerras, donde la atención de las emergencias se realiza en el sitio donde
ocurre el hecho; es así como se dan los primeros pasos en la medicina de atención
prehospitalaria.

En la revisión sobre la Medicina de Emergencia de González y cols. (2009), se


mencionan algunos hechos relevantes en la historia de la medicina prehospitalaria, como
el aporte de Barón Dominique Jean Larrey, cirujano jefe de los ejércitos de Napoleón en
1792, quien creó las "Ambulancias Ambulantes" y propició la formación de "Lazaretos
20

Ambulantes," antecesores de los Técnicos en Emergencias Médicas. Con las


"Ambulancias Volantes", Larrey recogía a los heridos y practicaba en el mismo lugar
cuidados precoces. El principio era que las grandes intervenciones, debían hacerse en la
fase de Shock; prevenir las complicaciones, principalmente infecciosas, tratando a los
heridos sin pérdida de tiempo, con suturas, escisiones de partes lesionadas, inhabilitación
y, si era necesario, amputación; muchos de estos principios aún tienen vigencia.

Es conocido a nivel mundial el aporte de Henry Dunant en 1859, conmovido por el


recuerdo de la cantidad de soldados heridos y enfermos en la batalla entre Austria
imperial y Francia, al Norte de Italia; crea la Cruz Roja para la atención de los soldados
heridos y enfermos. Años más tardes durante la Guerra de Secesión en los Estados
Unidos, se trasladaban los heridos en ambulancias tiradas por caballos, hacia los centros
de atención cercanos a los campos de batalla; y es, a partir de esta fecha, que se crean
las ambulancias tiradas por caballo que luego serán sustituidas por las de motor, las
cuales aparecen en 1899. Posteriormente, en 1917, el médico francés Cosaing, crea la
primera aeroambulancia para el traslado de los lesionados.

Durante la Primera Guerra Mundial se utiliza por primera vez la palabra "triage”
derivada del francés: trier, que significa: "escoger o sortear". Originada del hecho de que
los soldados heridos eran llevados a una estación próxima al campo de batalla, en cuyo
sitio eran escogidos y agrupados de acuerdo a la gravedad de sus lesiones, lo cual
permitía lograr una tasa mayor de sobrevida; estos lesionados se clasificaban dentro de
un sistema de prioridades, tanto para el transporte como para el tratamiento.

No es hasta 1956, cuando se logran grandes avances tecnológicos, en el ámbito de


equipos para reanimación cardiopulmonar, como el desarrollo del resucitador de balón,
válvula y máscara, que se puede usar sin necesidad de un compresor de gas o bombona
de oxígeno. Luego, en 1959, se construye el primer Desfibrilador Portátil, y seguidamente
en 1968 se establece el 911 como número telefónico único de emergencia en Estados
Unidos, por una compañía telegráfica. Leo Schwartz y Bob Motley del Departamento de
Transporte de los Estados Unidos (DOT), en 1977, crearon la estrella de la vida, como
símbolo de los Servicios Médicos de Emergencia Prehospitalaria, imagen que años más
21

tarde se universalizó.

En el estudio sobre “Coordinación de los servicios de emergencia en accidentes de


tráfico. Experiencia en Alcorcón, España”, Urbano y cols. (1998), mencionan que antes
de la aparición de los servicios médicos de atención prehospitalaria, la primera asistencia
a las víctimas por accidente de tráfico recaía en los testigos directos del suceso
(conductores, peatones, etc.), en los servicios de seguridad (Policía Municipal, Nacional
y Guardia Civil) o en los servicios de extinción de incendios y salvamento (bomberos). En
la mayoría de los casos, la falta de conocimiento de primeros auxilios, estabilización e
inmovilización de pacientes politraumatizados, aumentaba el riesgo de agravar las
patologías de los pacientes, ya que la premisa fundamental era sacar y trasladar
rápidamente a las víctimas del lugar del siniestro.

Estas conductas inapropiadas debidas a la falta de información, daban lugar a la


aparición de lesiones posteriores, que, aumentaban la mortalidad e incapacidad en los
lesionados.

De lo anterior, surge la atención de las emergencias médicas, como una nueva


disciplina académica, que responde a la necesidad de la asistencia en la escena del
siniestro como si estuvieran en una sala de emergencia del hospital, por un personal
capacitado, entrenado y competente, para el manejo oportuno y humanitario de las
urgencias y emergencias médicas; lo que ha logrado disminuir la mortalidad y secuelas
de los enfermos y/o lesionados y su impacto económico, social y sanitario en casos de
desastres. Al respecto, es necesario definir algunos conceptos básicos e importantes,
que permiten una mejor compresión de la estructura y funcionamiento de las
organizaciones que prestan servicios de emergencia prehospitalaria.

En las guías básicas de atención médica prehospitalaria de Gutiérrez y cols. (2012),


se definen a los Servicios Médicos de Emergencia (SME) como estructuras complejas en
la que interactúan diversos elementos, que van desde los mecanismos de activación
hasta la rehabilitación integral del paciente. Éste se encuentra integrado por tres niveles
de organización: comunitaria, prehospitalaria o Sistema de Atención Médica de Urgencia
22

(SAMU) y hospitalaria; que requerirán necesariamente políticas públicas adecuadas,


modelos de atención organizados, integrados, eficientes y gestión clínica basada en
evidencia, además, de financiamiento para proveerlas con personal entrenado, equipo e
insumos necesarios.

Medicina de emergencia

La medicina de emergencia es definida por Rodríguez (2009) como la toma


inmediata de decisiones y de acciones necesarias para prevenir la muerte o cualquier
discapacidad futura del paciente durante una crisis de salud. Es el proceso de
reconocimiento inicial, estabilización, evaluación, tratamiento inicial, estabilización y
traslado; procedimientos dependientes del tiempo, para el logro de su objetivo. Esta rama
de la emergencia se divide en dos partes:
a) Atención prehospitalaria, que comprende todas las acciones de búsquedas,
salvamento, rescate y/o atención médica que se le brinda a un paciente en el sitio
del suceso y durante su traslado hacia el centro asistencial adecuado, o cuando
es referido de un centro asistencial a otro, lo que no debe constituir acciones
aisladas, que no finalizan hasta que quien lo traslada se asegure que está siendo
atendido. Puede suceder tanto en individuos como pacientes aislados, o en un
incidente con múltiples víctimas relacionado con un desastre.
b) Atención hospitalaria, que se brinda dentro de una estructura prestataria de
servicios médicos de emergencia integrada a un hospital, a un paciente con una
alteración física y/o mental causada por un trauma, accidente, enfermedad de
cualquier etiología u otras lesiones de causa externa, que pueden o no poner en
peligro la vida; que requiere una atención médica inmediata y efectiva, tendiente a
disminuir los riegos de invalidez o muerte.
Estas áreas de atención se representan a nivel institucional en el departamento que
presta servicio médico de emergencia o Departamento de Emergencia, el cual se define
como la unidad estructural y funcional, dotada de material, equipo y recursos humanos
altamente calificados en cantidad y número suficiente para atender las urgencias,
emergencias médicas cotidianas y en situaciones de desastres a nivel prehospitalario y
hospitalario. El Departamento de Emergencia se encuentra divido en dos secciones, a
23

saber:
• Sección de Emergencia Hospitalaria (SMEH): conformada por todos los recursos
estructurales, técnicos, equipos y humanos, diseñada para prestarle atención y
cuidados que permitan preservar la vida a los pacientes que ingresan con una
emergencia o urgencia médica, siendo ésta una responsabilidad primaria del
Médico Especialista en Medicina de Emergencia y Desastres.
• Sección de Emergencia Prehospitalaria (SMEPH): constituida por el conjunto de
recursos humanos, estructurales, de equipos y técnicos en comunicación,
destinados a lograr el acceso, liberación, triage, atención primaria, estabilización y
traslado, con soporte básico o avanzado, de los accidentados o enfermos críticos,
desde el propio lugar de los acontecimientos hasta su disposición en un
establecimiento de salud, donde le proveerán el tratamiento definitivo.

Desde esta perspectiva, González (2009) menciona la existencia de dos propósitos


primordiales que motivan el origen del concepto de atención prehospitalaria. El primero
se basa en la atención del lesionado y su lesión en el propio lugar de los acontecimientos
para su estabilización hemodinámica o de otro tipo; y, el segundo, el traslado de los
lesionados desde el lugar del accidente o siniestro, hacia los sitios adecuados y con los
equipos necesarios, donde se encuentra el médico capacitado que aborde el tratamiento
pertinente.

Componentes de un sistema de emergencia prehospitalaria

Los elementos que forman y definen los componentes de una red de emergencia
prehospitalaria son los siguientes: Comunicación y transmisión biomédica e informática
(Despacho); Búsqueda y rescate; Atención médica; Recursos y equipos técnicos;
Recursos humanos; Hospital líder.

1) Comunicación y transmisión biomédica e informática (Despacho). En el área


prehospitalaria, es vital disponer de un buen sistema de comunicación de fácil acceso a
la comunidad, que permita tener en línea y en tiempo real a las diversas unidades, fijas y
móviles, que prestan servicios de emergencia y urgencia; además, de facilitar la
24

interacción con el paciente y facilitar su posible ruta hacia los diferentes niveles de
atención, el intercambio de información entre las unidades de emergencia y los sistemas
de respuesta pública como: policía, bomberos, protección civil e instituciones
hospitalarias de referencia. Estos están integrados bajo una nueva filosofía como es: la
que posiciona al Centro Regulador y Despacho de Emergencia, para coordinar y hacer
seguimiento a estas actividades.

El Centro Regulador y Despacho de Emergencia, es el conjunto de equipos, medios


de comunicación y conocimientos médicos que, integrados bajo normas y protocolos de
actuación, permiten prestar atención médica indirecta y directa del lesionado en el propio
lugar de los acontecimientos, así como la ayuda de la comunidad que demanda asistencia
ante un accidente o crisis de salud. La información debe fluir en cascada ascendente
hacia los niveles superiores y descendentes a los subordinados; los puestos de mando,
las instituciones involucradas en las operaciones de rescate, la prensa y los familiares. El
puesto de mando designará a una persona para suministrar la información, lo que evitará
errores, incongruencias y duplicidad de datos.

El Centro Regulador y Despacho de Emergencia recibe información básicamente


de dos fuentes: del público y del personal de las ambulancias; el público, idealmente,
deberá informar sobre la descripción de la escena, condición del paciente (estado de
conciencia, si respira, si tiene pulso, si sangra), ubicación exacta del paciente, número
de teléfono de la persona que llama, lo que permite obtener información adicional. Si la
emergencia corresponde a un accidente de tránsito, es importante informar sobre el tipo,
cantidad de vehículos involucrados, número de personas afectadas y grado aproximado
de las lesiones.
Por su parte, el personal de la ambulancia debe entregar al Centro Regulador y
Despacho, información del o los pacientes que incluya: sexo y edad, evaluación médica,
antecedentes médicos de importancia, si se conocen: estado de conciencia y signos
vitales (frecuencia respiratoria y cardiaca). En las comunicaciones radiales es importante
ser breve, hablar claro y con vocabulario sencillo y, en lo posible, debe utilizarse un
sistema de claves en la comunicación, en beneficio de la privacidad y tranquilidad del
paciente.
25

Los componentes que conforman todo lo inherente a las comunicaciones y


transmisiones de emergencia médicas, son:
a. Estructurales: corresponde a los espacios destinados a la colocación de los
equipos de comunicación y transmisión biomédica, así como al personal de
médicos, técnicos en emergencias prehospitalaria, despacho y operadores de
radio. Esta estructura debe estar ubicada en el Centro Regulador y Despacho y
en la unidad emergencia del hospital líder, excepto la actividad de despacho, que
debe estar muy cercanas al área de triage o donde se encuentre el médico de
guardia que responderá las llamadas de emergencia en segunda instancia. En el
caso de nuestro país el teléfono de emergencias es 911. Este número telefónico
reemplazó al antiguo 171, a partir del 31 de enero de 2014, como parte de las
políticas de integración del Mercosur.
b. Equipos: están conformados por todos los aparatos de comunicaciones y
transmisiones de emergencia médicas, clasificados en: básico, intermedio y
avanzados.
c. Recursos humanos de comunicaciones: representado, en este caso, por los
técnicos en comunicaciones para emergencias médicas, a los cuales se les ha
denominado a nivel de América como Despachadores. Este personal requiere de
la realización del curso de Técnico en Emergencias Prehospitalarias, el de
comunicaciones y el de despachadores de emergencias médicas y rescate.

2) Búsqueda y rescate: Esta tarea pertenece a los grupos de rescate y salvamento de los
bomberos y grupos especiales de Defensa Civil. Las técnicas de rescate también se rigen
por un grupo de principios dentro de los cuales están: Evaluación de la situación y
realización de círculos de exploración, establecimiento de áreas para personas y equipos,
estabilización de la escena ante situaciones que puedan provocar víctimas secundarias,
establecimiento de vías para el acceso mantenido a pacientes, extracción, en especial si
están atrapados, y apoyo vital básico si es necesario. es vital disponer de un buen sistema
de comunicación de fácil acceso a la comunidad, que permita tener en línea y en tiempo
real a las diversas unidades, fijas y móviles, que prestan servicios de emergencia y
urgencia; además, de facilitar la interacción con el paciente y facilitar su posible ruta hacia
26

los diferentes niveles de atención, el intercambio de información entre las unidades de


emergencia y los sistemas de respuesta pública
3) Atención médica: La atención médica, no se inicia en el momento que llega el Médico, el
Técnico o como también se le conoce, Paramédico, aborda al paciente, sino cuando el
personal que realiza el rescate, entra en contacto con el lesionado y a través de los
medios de comunicación con los cuales se cuenta hoy, orienta al rescatador sobre qué
hacer durante la liberación y extracción, es por este mismo medio cuando el médico es
informado de las condiciones del accidentado. Son muy contados los médicos que
pueden llegar al sitio de rescate de las víctimas. La atención médica comprende las
siguientes fases: preparado para: notificación y respuesta; llegando al sitio para:
estabilización, abordaje, liberación, extracción, estabilización y traslado.

4) Recursos y equipos técnicos. Éstos están conformados por: unidad de transporte de


lesionado; equipo para traslado del lesionado; equipos y material para rescate; equipo y
material médico prehospitalario; equipos para comunicación y transmisión biomédica;
protocolo para atención médica; sistema de registro prehospitalaria; unidad para
transporte del lesionado.

Según Rodríguez (2009), es resaltante el hecho de que el transporte de los


pacientes con emergencias se ha hecho cada día, más científico, con equipos específicos
para cada tipo de paciente y para cada situación, con técnicas y protocolos para la
realización del transporte, bien sea por agua, aire o tierra. Hoy día, el traslado de un
lesionado desde el lugar de los acontecimientos hasta la simple ambulancia, y en la
ambulancia, requiere de una técnica bien desarrollada.

a. Unidad de Transporte de Lesionado. Las normas norteamericanas y canadienses


definen a los vehículos destinados al transporte de los pacientes de emergencia, o
ambulancias, como: vehículos diseñados construidos y equipados especialmente para
brindarle al paciente las máximas condiciones de seguridad, confort que eviten agravar
las lesiones o exponerlo a complicaciones y riesgo de muerte. Estos vehículos deben
permitir la atención del paciente de emergencia durante su traslado, proveer al conductor
de un compartimiento separado de otro, con capacidad para transportar pacientes en
27

camilla y dos Técnicos en Emergencia Prehospitalaria (TEP). Además, deben contar con
equipos y suministros médicos, tanto en cantidad como en calidad, que permita un
tratamiento a los pacientes en rescate ligero, y óptimo para emergencia severa, tanto en
la escena, si es necesario previo al traslado, como durante el mismo; así como de un
sistema de comunicación por radio que garantice el control médico directo.

Las ambulancias se clasifican según el grado de complejidad de la atención que


pueden brindar en:
• Ambulancia de traslado: unidad móvil aérea, terrestre o acuática, para el trasporte
de pacientes, cuya condición sea una urgencia o una emergencia estabilizada.
Cuenta con provisión de oxígeno y tensiómetro, y personal capacitado en primeros
auxilios.
• Ambulancia de soporte básico: Unidad móvil aérea, terrestre o acuática, para el
traslado de pacientes, cuya condición aún estabilizada, requiere cuidados directos
y controles durante el tiempo que dure la transportación. Cuenta con equipo
específico de respuesta inicial, oxígeno, tensiómetro y desfibrilador externo,
preferiblemente automático; tripulada por personal técnico en atención
prehospitalaria.
• Ambulancia de soporte avanzado: Unidad de intervención móvil aérea, acuática o
terrestre, con recursos para proporcionar atención médica prehospitalaria o
interhospitalaria a pacientes en estado crítico o en casos de emergencia que
requiera cuidados especiales durante el traslado, con capital humano calificado
como Técnico en Emergencia Prehospitalaria con experiencia, eventualmente
apoyo médico y los recursos materiales e insumos necesarios.
• Ambulancia medicalizada: Cualquiera de los tipos para soporte básico o avanzado
en cuya tripulación esté incluido un(a) profesional de la Medicina entrenado en
atención prehospitalaria. Es, por tanto, de intervención con equipo avanzado.
• Ambulancia aérea: Aeronave de ala fija o rotatoria de soporte básico o avanzado,
tripulada por Médico entrenado en medicina de aviación y aerotransporte.

b. Equipo de traslado de lesionado. Estos están representados por un grupo


especial de camillas construidas de diferentes materiales y con diversas formas, para
28

utilizar dentro de las ambulancias y fuera de ellas.

c. Equipo y material de rescate: Aunque las ambulancias no son unidades para


rescate, aun así, deben contar con una dotación mínima de equipos para ello, tales como
cuerdas, arneses, entre otros.

d. Equipo médicos: Los equipos que son utilizados para la atención médica a nivel
prehospitalario, tienen especificaciones muy bien definidas y van a estar supeditadas al
tipo de ambulancia o medio donde se realiza el traslado. Los equipos de monitores de
signos vitales, los ventiladores, respiradores, equipos de infusión, deben tener doble
sistema de fuentes de poder, ser portátiles, montables y ajustables a los espacios
destinados para tal fin en cada unidad de traslado; los equipos de oxigenoterapia,
succión, bombonas de oxígeno, son diferentes si se trata para usarlos en aviones o
lanchas; deben ser livianos, impermeables y ajustados a cada condición de trabajo.

e. Equipos de comunicación y transmisión biomédica: Hay tres categorías de


equipos para las comunicaciones de emergencias médicas, que se han clasificado en:
básico, intermedio y avanzados.
 Básico. Los equipos que conforman este grupo son radios, bien del tipo UHF o
VHF y los teléfonos fijos. Este sistema de comunicación por radio requiere de los
siguientes elementos: A) una estación base: encargada de recibir las diferentes
llamadas y permitir la conexión entre los diferentes equipos portátiles o con otras
estaciones base. Su ubicación ha de ser a nivel Centro Regulador y Despacho de
Emergencias Médicas; B) una repetidora: equipo que consta de una antena
receptora-emisora y una fuente de poder; su función es recibir las ondas enviadas
por cada uno de los equipos y transferirla a la estación base y viceversa; debe
estar ubicado en el lugar de mayor alcance y más elevado de la geografía local,
que garantice la comunicación si interferencias; C) equipo móvil: equipo de
comunicación por radiofrecuencia, que se coloca en una unidad que se desplaza;
su alimentación es por batería de la misma unidad en donde están colocados
(vehículo automotor, moto, lancha, helicóptero, avión, entre otros); D) equipo
portátil: equipos de comunicación para el uso del capital humano, liviano y
29

alimentado por baterías recargables, tales como radios y teléfonos celulares.

 Intermedio. Se denominan así, cuando además de contar con los equipos del
grupo básico, disponen de telemetría para la transmisión de ECG, EEG, EMG.
Este sistema requiere de un equipo de telemetría portátil y transmisor, que están
en las unidades móviles de soporte avanzado, o lo tienen en el lugar del suceso el
técnico, y un equipo de telemetría receptor, ubicado en la unidad de emergencia
del hospital líder o el adecuado.

 Avanzado. Dentro de estos equipos hoy se cuenta con la telefonía celular y se usa
la telemetría por esta vía; de igual manera que en los anteriores se necesita un
transmisor y un receptor, con incorporación de equipos portátiles de computación,
que mediante este sistema se puede estar conexo con cualquier centro de salud
regional o nacional que esté incorporado, y sistema de comunicación vía satélite,
prevista para casos de grandes catástrofes o desastres, en sitios donde no es
posible la comunicación tradicional.

f. Protocolo para atención prehospitalaria. La palabra protocolo, se define como los


métodos y procedimientos secuenciales para lograr una tarea o alcanzar un objetivo. En
genérico los protocolos de atención para los pacientes tienen como premisa bajo pasos
secuenciales analíticos y precisos, el de estabilizar al paciente y asegurar su atención,
limitando o erradicando el problema médico que ponga en peligro la vida.

g. Sistema de registro prehospitalario. No existe un modelo único de historia


establecido internacionalmente para los registros de atención en el campo
prehospitalario, lo que permite que algunos servicios públicos y privados entreguen datos
de atención con poca información de utilidad médica, sin especificar los procedimientos
realizados, el nivel de atención brindado o la información médico-legal (rechazo a la
atención o liberación de responsabilidad) que proteja a pacientes o a los practicantes.
Tampoco está determinado el tipo de acceso al servicio ni los lineamientos para mantener
archivos o registros, incluyendo instalaciones de emergencia, cuidados intensivos,
manejo de desastres o ayuda mutua. Los procedimientos para la recepción del paciente
30

en la institución receptora no se mencionan en el reglamento de la atención emergencias


y se deja esta decisión a las instituciones receptoras y a los propios servicios
prehospitalarios.

De acuerdo con lo expuesto por Olivera y cols. (2012), es imperativa la necesidad


de adecuar el proceso de generación de una Historia Clínica Prehospitalaria (HCP) a los
requerimientos de información necesaria para la organización y adaptarla a la actualidad
tecnológica. La HCP es hoy confeccionada en forma manual y para solucionar esta
falencia se decidió encarar el proyecto de informatizarla, teniendo en cuenta que su fin
es servir como documento probatorio de un acto médico ante un requerimiento legal,
información estadística y documental para estudios de investigación. Se eligió la
tecnología móvil de “tabletas” dada su factibilidad de operar vía GPS, su interface táctil y
la posibilidad de intercambiar información con el servidor central de la organización.

5) Recursos humanos. Está representado por todas personas necesarias para atender una
situación de emergencia que pueden variar de acuerdo a la magnitud de la misma:
personal de salud (médicos, técnicos en APH que asuman la atención y/o la clasificación
y atención de las víctimas); personal de socorro (socorristas y auxiliadores pueden prestar
un valioso apoyo a las actividades asistenciales y de movilización de los pacientes);
personal de comunicaciones, responsable del manejo de la información y los reportes al
puesto de mando unificado o los hospitales, la instalación y manejo de equipos y el
registro de las actividades desarrolladas.

A. Personal Médico:
 Médico jefe de la Unidad de Emergencia Prehospitalaria. Este debe ser un médico
especialista en Emergencia y Desastres (Emergenciólogo) con experiencia no
menor de dos (2) años en actividades de asistencia prehospitalaria, con formación
en administración de unidades para la atención de urgencias, emergencias y
desastres, responsable directo ante el órgano superior del cual depende.
 Médico Coordinador (Emergenciólogo). Responsable de la revisión de los
vehículos móviles y su dotación, de la recertificación de su personal técnico y del
proceso de educación continua de los mismos, de atención de sus técnicos y de
31

la información bioestadística. Su formación como especialista deberá estar


complementada con un componente docente universitario.
 Médico en Línea. Este es el (la) profesional de la unidad que presta el servicio de
emergencia prehospitalaria, quien se encargará de suministrar las instrucciones a
los Técnicos en Emergencias Prehospitalaria al momento de entrar en contacto
con el paciente, durante su rescate, estabilización, atención y traslado al hospital
receptor, en donde se encuentra el médico responsable en la institución receptora;
éste, previamente alertado, participa a su personal para recibir al paciente que
viene en camino.
 Médico en Escena. Es el (la) profesional que se encuentra en el sitio del
acontecimiento, sea la zona caliente o los triajes donde se clasifican y
eventualmente se tratan los pacientes para estabilizarlos, y participar para su
traslado al centro dispensador de salud seleccionado.

B. Personal Técnico:
El Técnico en Rescate y Emergencias Prehospitalaria, es un recurso formado y
capacitado para ello; son ellos los que forman la tripulación de las ambulancias,
reguladores, despachadores u operadores de la central telefónica.

El personal clave para la atención de emergencias en el área prehospitalaria está


representado por Técnicos en Emergencias Prehospitalarias (TEP) o Técnicos de
Atención Prehospitalaria (TAPH) o Paramédico, denominación que puede variar
de acuerdo al país donde ejerza sus funciones. Su papel es diverso, esto no
incluye únicamente proveer cuidados al paciente en el sitio de los acontecimientos
y durante su traslado hacia los centros donde le dispensarán los cuidados
definitivos, también posee el papel de promotor de los servicios médicos
prehospitalarios, mediante su participación en demostraciones o simulaciones,
simulacros de rescate, evacuación y, el papel de facilitador en la educación a la
comunidad para la prevención, mediante el dictado de conferencias, seminarios,
entrenamiento en resucitación cardiopulmonar, programas de prevención de
accidentes, entrenamiento en primeros auxilios y de cómo reconocer una
emergencia.
32

Arnold (1999) establece que la organización de los servicios médicos de


emergencia prehospitalaria, puede basarse en dos sistemas: el anglo-americano y el
franco-alemán. El primero brinda el servicio médico a través de Técnicos en urgencias
Médicas (TUM) y Paramédicos, que actúan como extensión médica. Los pacientes son
transportados a salas de emergencia, donde son evaluados con el fin de identificar el
área de especialidad más adecuada para que reciban tratamiento definitivo. En contraste,
el sistema franco-alemán utiliza médicos como proveedores prehospitalario y los
pacientes son recibidos directamente en las secciones de especialidad, habiendo sido
evaluados en el campo por el equipo prehostipalario, que incluye Técnicos en Urgencias
Médicas o Paramédicos, profesionales de Enfermería y médicos Especialistas, entre
otros.

Según Pinet (2005), en su revisión de atención prehospitalaria de urgencias en


México, las oportunidades del sistema de salud pública, reconoce que los servicios que
se prestan a nivel prehostipalario utilizan ambas estrategias, dependiendo de los recursos
disponibles y de las necesidades de la población, como ocurre en muchos países
europeos. Es importante mencionar que Colombia y Perú atienden con un patrón mixto,
en contraposición a Argentina, donde priva el modelo anglo-americano. Lo cual es
respaldado por la multiplicidad de estudios que demuestran la eficacia de ambos
modelos, como lo cita Acevedo y cols. (2011).

El Técnico en Emergencia Prehospitalaria (TEP) o Técnico de Atención


Prehospitalaria (TAPH), tiene una serie de responsabilidades antes, durante y después
de una respuesta a una emergencia médica, dentro de las cuales se mencionan:
1. Estar preparado para responder adecuadamente a demandas de orden físico,
técnico, mental y emocional. La primera demanda que exige su trabajo, requiere
de un entrenamiento físico permanente; en cuanto a la técnica debe mantener un
alto nivel de conocimiento de los protocolos y procedimientos para el manejo de
la emergencia médica, conocer y manejar el sistema de comunicación biomédica,
identificar la geografía local y tener habilidad para buscar alternativas de ruta, ser
equilibrado y seguro en la toma de decisiones, conocer las políticas y normas
locales del sistema de emergencias médicas prehospitalaria y mantener una
33

buena comunicación y relación con las agencias de soporte y apoyo.


2. Responder a la escena. Esta debe ser oportuna, rápida y segura.
3. Asegurarse de que la escena está segura. En la escena de una emergencia la
preocupación primaria es su seguridad, la de su equipo y la del paciente en
segundo término, Nunca debe permitirse que su deseo de ayudar al paciente lo
lleve a pasar por encima de los riesgos potenciales de la escena a su propia vida.
En situaciones de rescate: que envuelven potenciales amenaza a la vida del
paciente y de quien rescata, como lugares cerca de una línea de electricidad de
alta tensión con riesgo de electrocución, con fuego o amenaza de fuego
(estaciones de servicio automotor o derrame químico), explosiones o riesgo de la
misma, existencia de materiales peligrosos, bajos niveles de oxígeno en espacio
confinado, o cualquier amenaza de que el área no es asegura, no deberá abordar
la escena hasta que el personal especializado lo autorice, y en esta situación lo
hará usando su equipo de protección personal. Cuando se trate de accidentes
industriales: observar si hay placa romboidal u otras señales y comparar con la
lista de materiales peligrosos, en casos de la presencia de los mismos, debe
protegerse con la ropa adecuada en las escenas de emergencias con materiales
peligrosos, esto incluye el traje Matpel y el equipo de auto contenido. En
circunstancias de violencia y/o crimen, se debe pedir refuerzos. No entrar a la
escena hasta que la situación está controlada, o hasta que las armas blancas o
de fuego han sido removidas.

Incluido dentro de la preservación de la seguridad en la escena, durante el acceso


a los pacientes, está la protección personal del TEP mediante: el uniforme. El
Técnico en Emergencia Prehospitalaria debe portar el uniforme, como protección
e identificación de la institución a la cual pertenece y se establece que este
conformado por: camisa manga corta de color claro; pantalón tipo rescate;
zapatos o botas de media caña y gorra o boina con la identificación de la
organización.

El equipo de protección personal, es una barrera contra las infecciones, éste


ayudará a prevenir que su piel y mucosa entren en contacto con sangre o fluidos
de los pacientes; incluye: lentes protectores de material plástico, guantes de alta
34

calidad de vinilo o de látex, ropa o bata desechable. En los casos de sospecha


que el uniforme pueda contaminarse con sangre o con fluidos de pacientes que
están infectados: mascarilla desechable para prevenir que la sangre y otros
fluidos entren en contacto con la mucosa nasal u oral.
4. Determinar las necesidades del incidente. Comunicar esta información al Centro
Regulador y Despacho de Emergencias Médicas Prehospitalarias.
5. Ganar acceso al paciente. Para ello es necesario usar herramientas y técnicas
especiales cuando sea necesario.
6. Determinar el nivel de su entrenamiento. Conocer “qué puede ser capaz de
hacer” para proveerle cuidados apropiados de emergencia al paciente. Esto debe
incluir el reconocimiento de las necesidades del éste, de la situación y el
requerimiento o no de personal especializado que debe ser enviado a la escena.
6.1. Conducir la evaluación de un paciente.
6.2. Asignar prioridades. Para lograr los cuidados al paciente, y desarrolle un
plan de tratamiento. Comunicar el plan. A los miembros del equipo.
6.3. Iniciar procedimientos de soporte básico y /o avanzado de vida.
6.4. Evaluar el efecto del tratamiento. Establecer contacto con el médico de
control. Para discutir la conducta posterior y establecer los cuidados médicos
de emergencia.
6.5. Liberar, levantar y mover al paciente. En forma segura cuando sea
requerido y asegúrese de no causar lesión o daño adicional al paciente o a
usted mismo, estos procedimientos son llamados liberación, extracción y
transferencia.
6.6. Preparar y transferir prontamente el paciente a la ambulancia.
6.7. Dirigir y coordinar el transporte y traslado del o los lesionados. Asegurado
y estabilizado al paciente en lo posible; hacia un centro asistencial donde le
proveerán el tratamiento definitivo. Debe comunicarse por radio a los médicos
Emergenciólogo que recibirán el paciente, y transmítale los datos y
condiciones del paciente.
6.8. Mantener una buena relación y comunicación con el paciente, las
agencias de soporte y con el personal del hospital.
6.9. Completar la historia o reporte médico prehospitalario. Entregarla al
médico Emergenciólogo o al receptor del paciente.
35

6.10 Preparar nuevamente la ambulancia, limpiarla, acondicionar los equipos


y reemplazar los materiales y suministros utilizados.

El TEP Técnico debe reunir una serie de características personales o rasgos, como
son:
a) Agradable y sincero: Para inspirar confianza y ayudar a calmar al accidentado o
enfermo crítico, capacidad para comprender y entender la situación y poder ayudar
al lesionado planteando con realidad la situación.
b) Cooperador: Para la mejor atención del lesionado se debe lograr la mejor
coordinación con los otros miembros del grupo de técnicos, ayudándolos cada vez
que pueda.
c) Emocionalmente estable: para tomar decisiones rápidas y apropiadas, a menudo
en situaciones inseguras y estresantes que involucran al ser humano y terminan
en crisis. Para ayudar a superar los aspectos desagradables de las emergencias
médicas que necesita cuidados, requiere: controlar sus expresiones y su
vocabulario evitando expresar emociones no controladas que afecten al lesionado.
Es necesario que utilice un lenguaje técnico y en clave si es posible, cuando realiza
la transmisión biomédica con el médico en línea.
Capacitado para dirigir: El objetivo o blanco es la necesidad de controlar la escena,
organizar los conocimientos para los cuidados y técnicas de rescate y cuando sea
necesario controlar totalmente la emergencia. El TEP es el líder del equipo de
Atención Prehospitalaria, por tanto, debe ejercer un estilo de liderazgo que genere
confianza.
d) Secreto médico: Todo aquello que llegare al conocimiento médico con motivo o en
razón de su ejercicio, no podrá darse a conocer y constituye el secreto médico. El
mismo, inherente al servicio de la medicina, es inviolable y el profesional está en
la obligación de guardarlo. Se impone para la protección del paciente, él amparo y
salvaguarda del honor médico y dignidad de la ciencia.
e) Control de hábitos personales: Para reducir la posibilidad de dar cuidados
incorrectos o indebidos y para prevenir el disconfort en el paciente. Esto puede
incluir no fumar cuando atiende al paciente, y nunca consumir licor, mínimo 8 horas
antes de iniciar sus actividades.
36

f) Moral y principios: Tener respeto por la dignidad y privacidad de otros, mantener


la ética y moral que rige los cuidados médicos de los pacientes de emergencia,
respetar a sus compañeros de trabajo, principios y obligaciones éticas que rigen
la conducta del personal médico y de técnicos y paramédicos en el manejo del
paciente de emergencia, las cuales deben acatarse al pie de la letra en beneficio
del paciente, de la profesión y la institución a la cual pertenece.
g) Iniciativa e ingenio: En cuanto a la iniciativa el técnico debe estar preparado para
tomar iniciativa en todos aquellos casos y situaciones no habituales que pongan
en peligro la vida del paciente, así como poder adaptar las herramientas o técnicas
disponibles, a una situación inusual.
h) Presencia: Es importante estar limpio y presentable, esto requiere de un cabello
bien peinado, sin barba en la cara, con manos y uñas cortas y limpias, con
uniforme limpio y ordenado que, incluye: zapatos limpios, pantalón y camisa. Todo
esto promueve la confianza del paciente hacia el técnico y evita la contaminación.
i) Conocimientos y técnicas: En lo referente a las habilidades de tipo técnico este
deberá: efectuar de manera eficaz una Reanimación Cardiopulmonar Avanzada
(RCPA), manejo de procedimientos de movilización e inmovilización del paciente
poli traumatizado, realizar transporte secundario de pacientes críticos, asistencia
y transporte primario de pacientes en el lugar donde se produce la emergencia,
tener conocimiento en el manejo de las comunicaciones y efectuar rescates. El
TEP necesita formación y capacitación, probado por Instancias respectivas.
Además, debe realizar su certificación y recertificación según lo establecido por la
Sociedad en Medicina de Emergencia y Desastre.
j) Preparación física: Un técnico en emergencia prehospitalaria (TEP), debe gozar
de buena salud, no tener limitaciones físicas y una musculatura desarrollada, que
le permita proteger la columna, las cinturas escapulares, pélvica y las
extremidades tanto inferiores como superiores. Esto requiere mantener un
adiestramiento físico sistemático y someterse a la práctica de un examen médico
anual para pesquisa de enfermedades, que incluye evaluación clínica: médica,
psicológica y psiquiátrica.
k) Información y educación al público: Los asistentes de emergencias
prehospitalarias (APH) tienen funciones educativas a la comunidad e instituciones
sobre las normas y procedimientos en situaciones de emergencia y desastres.
37

6) Hospital líder. Es el nivel máximo de atención para una emergencia médica, y constituye
el último eslabón en la cadena de socorro que se inicia desde la atención básica en la
comunidad, o el sitio de un acontecimiento, con una unidad de emergencia-urgencia
como el componente móvil del sistema. Teóricamente es la institución adecuada, para
dar solución a todos los problemas de los pacientes afectados, receptora de apoyo
profesional o técnico de otros con capacidad resolutiva o acorde con las necesidades del
paciente, o canalización de los mismos, si su capacidad de respuesta está comprometida.

Procedimiento de la atención prehospitalaria ante un paciente lesionado o no

López y cols. (2012) consideran que la atención y manejo prehospitalario de un


paciente se inicia con la cadena de la sobrevivencia, que puede asimilarse a la atención
de las situaciones de emergencia de menor o mayor complejidad. Comienza cuando una
persona de la comunidad reconoce que se ha presentado una emergencia y toma la
decisión de actuar; esta persona llama a algún servicio de apoyo institucional, que
confirma la llamada y genera una respuesta, determinando el tipo de ayuda requerida de
acuerdo con la información suministrada.

El personal de atención emergencia llega al sitio del evento, presta la atención


prehospitalaria y transporta los lesionados a las entidades hospitalarias. Aquí se presta
la atención definitiva y se inicia el proceso de rehabilitación, de acuerdo con las
características de cada caso. La secuencia de atención se establecerá de la siguiente
manera:
 Respuesta comunitaria: Una situación de emergencia médica puede ocurrir en
cualquier lugar y en cualquier momento, la cual en su gran mayoría es percibida
por personas de la comunidad, quienes son los actores primeros en notificar ante
las autoridades competente la situación de emergencia y eventualmente prestar la
atención a las personas enfermas o lesionadas, cada auxiliador comunitario debe
estar preparado para reconocer las características de la emergencia, por lo tanto
la calidad de la respuesta comunitaria o de la comunidad, depende del grado de
preparación y educación de los individuos que la conforman, para dar respuesta,
38

ante la urgencia, emergencia y desastre.


 Notificación oportuna. La notificación oportuna es la clave para el buen
funcionamiento de los esquemas operativos. En esta cadena, la solicitud oportuna
de ayuda permite a las entidades de atención médica prehospitalaria generar
respuestas ágiles y mejorar la sobrevida de las personas afectadas. El Centro
Regulador y Despacho de Emergencia Prehospitalaria, debe recibir y procesar la
llamada, o solicitud, determinando la naturaleza y severidad del incidente o
enfermedad y decidir la respuesta que se dará, incluyendo el tipo de unidades a
enviar, las instrucciones a impartir a la persona que realiza el llamado, según lo
establecidos en los protocolos médicos, aprobados y coordinar el apoyo de
instituciones de rescate, seguridad y/o emergencia medicas cuando el caso así lo
requiera.
 Atención inicial. Esta actividad es prestada en los primeros minutos por la misma
comunidad en la mayoría de los casos, mientras llega la ayuda solicitada y
depende de los niveles de conocimiento del ciudadano común sobre las técnicas
básicas de primeros auxilios o de soporte vital básico en la primera respuesta, por
ello la creación de programas educativos a las comunidades es indispensable.
 Atención Prehospitalaria: es la realizada por el personal calificado al llegar a la
escena donde se encuentra el enfermo o accidentado, El objetivo fundamental es
reconocer al paciente en situación crítica y evaluar al paciente para determinar los
posibles problemas asociados con la enfermedad o al trauma. Al arribar a la
escena, el capital humano capacitado en Soporte Vital Básico (SBV), debe realizar
lo siguiente: a) Evaluación de la escena, b) Evaluación inicial: del trauma o
enfermedad e historia clínica y c) Evaluación Secundaria integral complementaria.

a) Evaluación de la escena: debe ser una constante, debido a que la seguridad es


siempre el primer objetivo, tanto propia como de las posibles víctimas. La evaluación
comienza desde que el capacitado en SBV toma conocimiento de que debe intervenir.
Dentro de las consideraciones de seguridad al llegar a la escena, se debe:
- Usar el equipo de protección personal, nada justifica no cumplir esta norma.
- Asegurar la escena para sí mismo, sus compañeros, paciente, testigos y
curiosos. La seguridad personal de quien aborda la escena, es lo primero, y
constituye prioridad absoluta: evaluar las amenazas en la escena y controlar
39

las situaciones peligrosas de acuerdo a los protocolos locales.


- Identificarse ante los presentes al llegar a la escena. Si pertenece a la policía,
tránsito, Cruz Roja o Bomberos y está correctamente uniformado, la mayoría
de los pacientes y curiosos le dejarán hacerse cargo de la situación. Si no está
utilizando un uniforme, entonces su identificación será indispensable para
poder intervenir.
- Obtener la información de lo sucedido, teniendo siempre presente que la
primera preocupación, una vez que su seguridad esté garantizada, será
identificar y corregir cualquier problema que amenace la vida del paciente a
corto plazo. Obtener información es un proceso sistemático, pero no siempre
se antepone a la atención del paciente.

b) Evaluación inicial: trauma o enfermedad. Se define como el proceso ordenado para


detectar y corregir los problemas que amenacen la vida del paciente a corto plazo. A
medida que estos problemas sean detectados, deben tomarse acciones que salven
o estabilicen la vida de la persona; implica observación atenta del paciente y de la
escena, desde la llegada, para detectar detalles como olores, temperatura, color de
la piel, estado del paciente, gravedad de las lesiones, etc. En este primer
reconocimiento debemos tener en claro que siempre se realiza en la misma
secuencia, los pasos a seguir son los del ABC del trauma, este procedimiento
establece un orden de prioridades en la atención de salud de una víctima.

El ABCDE, es un método de evaluación y manejo cuyo objetivo principal es


determinar la condición del paciente, basándose en parámetros ventilatorios, circulatorios
y neurológicos o Resucitación Cardiopulmonar y Neurológica. Este proceso debe
realizarse de la forma más rápida y eficaz que sea posible; para ello, se utilizará un
esquema jerarquizado, sistemático y de fácil aplicación. El paciente con trauma severo
debe recibir tratamiento de sus lesiones dentro de la primera hora de trauma (hora
dorada) ya que de otra manera las posibilidades de recuperación exitosa disminuyen en
forma drástica; más aún, el paciente debe recibir atención de su salud en el lugar de la
emergencia dentro de los primeros 10 minutos (minutos dorados) e iniciar camino a un
centro especializado.
40

A.- Vía aérea y control de la columna cervical


La vía aérea debe ser examinada para verificar su permeabilidad y asegurarse de
que no existan factores que puedan llevar a su obstrucción. Dentro de estos factores,
tener presente: caída del piso de la lengua en pacientes inconscientes, cuerpos extraños,
fracturas maxilofaciales complicadas, ruptura y/o aumento de volumen laríngeo o
traqueal, así como la aspiración de contenido gástrico y/o sangre, complicaciones que
se presentan en un gran porcentaje de los pacientes inconscientes y constituyen una
importante causa de muerte.

El término “manejo de la vía aérea” corresponde a un conjunto de acciones y


procedimientos que tienen por finalidad mantener y/o mejorar su permeabilidad, siendo
necesario, en ciertos casos, suplir artificialmente su función y el trabajo respiratorio. Estos
objetivos se pueden cumplir, de manera parcial o total, mediante los métodos de control
manual y de control mecánico y/o transtraqueal.

1. Método manual
El método manual se refiere a un grupo de acciones que tienen como finalidad
controlar la vía aérea y la columna cervical, principalmente en el paciente con
compromiso de conciencia, utilizando sólo las manos del operador y a pesar de ser
sencillos, su realización de forma eficaz puede salvar la vida. Recordemos que en el
paciente Inconsciente la principal causa de obstrucción de la vía aérea es la caída de la
lengua hacia la Orofaríngea y siempre en paciente en esta condición debe considerarse
que el estomago está lleno por lo que la colocación de sonda en estomago debe hacerse
para vaciarlo y evitar una bronco aspiración que enturbiaría el pronóstico.

El método manual constituye la primera medida para una corrección inmediata de


dicha obstrucción, y debe ir asociada con el control de la columna cervical en caso de
que exista sospecha de trauma, por lo que el collarín cervical es de uso obligatorio hasta
tanto se corrobore o no el diagnóstico de compromiso vertebral. Entre los métodos
manuales:
- Extensión de la cabeza y elevación del mentón. Con la cabeza alineada,
ponemos una mano sobre la frente y la otra en la parte ósea de la mandíbula,
luego extendemos la cabeza y simultáneamente desplazamos la mandíbula
41

hacia arriba con ligero movimiento hacia atrás. Esto levanta la lengua hacia
delante separándola de la vía aérea y mantiene la boca ligeramente abierta,
por otro lado, la extensión de la cabeza hace que se pongan en línea el eje del
cuerpo con el de la laringe y la boca y también produce apertura de la misma
, maniobra que no debe hacerse en presencia de trauma.

- Elevación de la mandíbula. En los casos en que exista trauma facial, de la


cabeza y/o cuello (alta sospecha de lesión de columna) debe mantenerse la
columna cervical en una posición neutral alineada. La maniobra de elevación
de la mandíbula permite al socorrista abrir la vía aérea con ausencia o con
mínimo movimiento de la cabeza y de la columna cervical. Por estar unida
anatómicamente a la mandíbula, al levantar ésta, la lengua también se
desplaza hacia delante y desobstruye la vía aérea. Colóquese por detrás y
ponga sus dedos en la parte inferior de la mandíbula, los 5tos dedos en sus
ángulos y levántela, puede auxiliarse si sitúa los primeros dedos sobre los
pómulos, la mandíbula se empuja anteriormente y en dirección caudal. Es
mejor que la maniobra sea realizada por 2 personas (uno estabiliza la columna
y otro abre las vías aéreas). En otra variante, un solo socorrista puede fijar la
cabeza colocándose a horcajadas sobre la frente de la víctima y con los muslos
impedir sus movimientos de cabeza y cuello.

- Elevación del mentón. Esta maniobra constituye otra forma de abrir la vía
aérea de un paciente con sospecha de lesión de la columna cervical. Este
método es ideal para resolver una variedad de obstrucciones anatómicas de
la vía aérea en pacientes que están respirando espontáneamente. Con esta
técnica, también se desplaza la parte baja de la mandíbula hacia delante y
ligeramente caudal mueve la lengua hacia delante, fuera de la vía aérea y
provoca su apertura. Los dedos de una mano se colocan debajo de la
mandíbula, la cual se tracciona delicadamente hacia arriba, para desplazar al
mentón hacia arriba, el pulgar de la misma mano deprime ligeramente el labio
inferior para abrir la boca, se halla la mandíbula. Luego se procederá a la
extracción de cuerpos o materiales extraños de la cavidad bucal del paciente
por medio de la maniobra de dedo en gancho. Intente retirar sólo lo visible,
42

evitando las exploraciones a ciegas, pues si existe un cuerpo extraño que


ocluye parcialmente la vía aérea, podemos impactarlo aún más provocando
una obstrucción completa.

2. Métodos mecánicos
Procedimiento para el control de la vía aérea basado en la utilización de dispositivos
artificiales de distinta complejidad en casos donde la aplicación del método manual
resultó ineficaz, algunos de estos dispositivos, sólo servirían para mantener permeable
el conducto, mientras otros además permitirán la ventilación y protegerán la vía aérea;
entre los dispositivos mecánicos que se usan están:
- Dispositivos básicos:
• Las cánulas orofarígeas (o de mayo): Es comúnmente la variante más
utilizada, sujeta la lengua hacia delante y permite mantener la vía aérea
abierta para ventilar un paciente que no está respirando o que está
inconsciente y que no tiene reflejo nauseoso. Cuando se inserte este
dispositivo, la lengua no debe ser empujada hacia la faringe (abajo) pues
causaría más obstrucción.
• Las cánulas nasofaríngeas, tienen el mismo principio y objetivo que la
cánula orofaríngea, su ventaja es la utilización en pacientes que conservan
el reflejo del vómito (generalmente más despiertos) pues es mejor tolerada
por ellos. Para su colocación, un rescatador mantiene la inmovilización
alineada de la cabeza si existe trauma y un segundo socorrista se arrodilla
a nivel del tórax superior frente a la cabeza del paciente y examina las fosas
nasales, para seleccionar el orificio más grande, la vía menos desviada y
sin obstrucciones; luego, la cánula del calibre apropiado, se lubrica la punta,
y se coloca suavemente en dirección anteroposterior a través del orificio
nasal seleccionado siguiendo el piso de la cavidad nasal directamente a la
nasofaringe posterior y no hacia arriba. Su menor diámetro, limita la
aspiración de vómitos, secreciones o sangre.

- Dispositivos avanzados:
• Combitubo. Cuando es necesario establecer una vía aérea rápidamente, el
43

Combitubo, puede asegurar una rápida, efectiva y segura ventilación


pulmonar. A diferencia de otros tubos endotraqueales, el Combitubo está
diseñado para establecer una efectiva vía aérea segura y efectiva
colocando el tubo, ya sea en esófago o en tráquea. Como la colocación de
este tubo es con técnica a ciegas, elimina el usar si así se desea el
laringoscopio. El balón faríngeo se infla, sosteniendo firmemente el tubo en
su lugar y previniendo la fuga de gas por la nariz y/o por la boca. El
Combitubo permite gracias a sus dos luces si es necesario realizar lavado
gástrico o aspirar su contenido (lumen más corto) mientras se ventila al
paciente (no hay interrupción en ningún momento de la ventilación) por el
lumen de ventilación más largo.
• Máscara laríngea. Consiste en un tubo con una pequeña máscara que se
coloca a la entrada de la laringe, se inserta colocando su extremo distal en
el esófago y permitiendo que el orificio de salida de aire quede delante de
la glotis, luego se insufla y los bordes que rodean la laringe sellan las zonas
laterales impidiendo la fuga de aire y permitiendo la ventilación; en su otro
extremo, puede conectarse a una bolsa.
• Tubo endotraqueal (TET). La intubación es una técnica que consiste en
introducir un tubo a través de la nariz o la boca del paciente hasta llegar a
la tráquea, con el fin de mantener la vía aérea abierta y poder asistirle en el
proceso de ventilación. Es el método más efectivo de todos los anteriores,
pues permite ventilar directamente los pulmones, con sellaje total de la vía
aérea. Esta técnica debe ser considerada como de elección en los casos de
pacientes graves y debe constituir la primera opción para la resucitación
avanzada.

3. Métodos quirúrgicos
De los métodos quirúrgicos, solamente la punción percutánea de la tráquea, es
considerada como técnica Prehospitalaria aceptada, pues con relación a las otras, casi
no origina sangramiento, es de fácil realización y necesita de poco entrenamiento. Su
procedimiento consiste en insertar un trócar número 16 o de mayor calibre directamente
en la luz de la tráquea, a través de la membrana cricotiroidea entre los cartílagos tiroides
44

y cricoides o directamente a las paredes de la tráquea. El trócar se conecta a una


jeringuilla y es insertado en ángulo de 45 grados con relación a la piel sobre la tráquea y
se avanza en dirección a los pies del paciente, debemos aspirar constantemente la
jeringuilla, pues cuando obtengamos aire, estamos en la vía aérea, tenga cuidado de no
lesionar la pared posterior de la tráquea; luego la aguja guía de metal es extraída y la
vaina del trócar es conectada a una fuente de oxígeno. La administración de oxígeno se
realiza a la frecuencia de 1 seg. de insuflación y 4 seg. de deflación; de esta forma,
podemos mantener una oxigenación aceptable, aunque por un tiempo limitado (entre 30-
45 minutos).

B.- Ventilación
El solo hecho de tener una vía aérea permeable no se asegura una ventilación
adecuada. Por eso, debe evaluarse la función ventilatoría y corregir las eventuales
alteraciones:
a. Espontaneidad: mirar, escuchar y sentir (MES). Si el paciente no presenta
ventilación espontánea, inicie una ventilación asistida, con AMBU
b. Frecuencia y amplitud: observe el movimiento torácico y la amplitud de la
respiración; si la frecuencia es menor a 12 respiraciones por minuto (en el niño)
o mayor de 20 por minuto (en el adulto), el paciente necesita oxígeno
suplementario. Si la frecuencia es menor de 10 o mayor de 30 respiraciones
por minuto y de baja amplitud el paciente requiere ventilación asistida. Debe
descubrirse el tórax, observar la mecánica ventilatoría, palpar y percutir la caja
torácica, auscultar la entrada de aire.

C.- Circulación
En una primera aproximación, es importante fijarse en los puntos sangrantes, en la
cantidad de fluido perdido y en la cinemática del trauma, que nos indica posibles puntos
de hemorragias internas. Si en la evaluación de los parámetros que a continuación se
enumeran encuentra signos de shock, asuma siempre que éste se debe a hipovolemia
mientras no se demuestre otra causa:
a. Nivel de conciencia: todo paciente ansioso y/o agresivo, en ausencia de una
causa identificable, debe considerarse en falla de la irrigación cerebral.
b. Pulso: verifique primero su presencia, lo que permite una aproximación del nivel
45

de la presión sistólica. Si está presente el pulso en: Arteria radial, la presión


sistólica es mayor de 80 mmHg Arteria femoral, la presión sistólica es mayor a 70
mmHg. Arteria carotidea, la presión sistólica es mayor a 60 mmHg. Su frecuencia
es también un indicador: si oscila entre 90 y 100 latidos por minuto, se puede
estar iniciando un estado de shock; si oscila entre 100 y 140 latidos por minuto,
el paciente se encuentra en un shock compensado; y si es mayor de 140 latidos
por minuto, es un estado de shock descompensado y crítico.
c. Coloración de la piel: una piel rosada muestra un tejido bien irrigado y oxigenado;
una piel cianótica (azulosa) traduce una pobre oxigenación pulmonar; y
finalmente, una piel pálida puede indicar anemia o interrupción de la irrigación de
un territorio determinado.
d. Temperatura de la piel: como un mecanismo de compensación del shock, la
temperatura cutánea disminuye por la redistribución de flujos hacia tejidos de
mayor importancia.
e. Llenado capilar: el tiempo de llenado del lecho ungueal también es un indicador
de la irrigación periférica, lo normal es que no supere los 2 segundos.
f. Presión arterial: es un signo poco sensible y un indicador tardío de shock, ya que
su descenso se produce cuando la hipovolemia es severa. Es importante: el
control de las hemorragias a través de la compresión de puntos sangrantes e
inmovilización de fracturas debe realizarse en el transcurso de la evaluación
primaria.

Los objetivos primordiales a alcanzar en una reanimación serán: mantener la


volemia (la anemia es mejor tolerada que la hipovolemia), mantener el transporte de
oxígeno a los tejidos (presión arterial, saturación de oxígeno, hemoglobina), mantener la
hemostasia, evitar las complicaciones (en especial la hipotermia). Pérdidas equivalentes
al 40% del volumen sanguíneo (más o menos 2 litros) producen alteraciones graves que
pueden resultar irreversibles si no se interviene en forma inmediata. Es importante, por
ejemplo, conocer la pérdida de sangre que pueden llegar a producir Las diferentes
fracturas: humero 1000cc; fémur 2000cc; pelvis 3000cc; tórax 3000cc.

D.- Déficit neurológico


El objetivo de esta etapa es determinar el nivel de conciencia del paciente. Puede
46

ser evaluado según la siguiente escala, muy utilizada en la atención prehospitalaria AVDI:
A= alerta, V= responde a estímulos verbales, D= responde a estímulos dolorosos, I=
inconsciente. Un nivel de conciencia alterado debe hacer pensar en: oxigenación cerebral
disminuida, lesión del sistema nervioso central, drogas o alcohol, patología médica
asociada (diabetes, convulsiones, cardiopatías...). Evaluar el estado de las pupilas:
tamaño y simetría, reactividad a la luz.

El abordaje de un paciente inconsciente de causa desconocida, es el ABCDEF, que


consiste en medidas básicas para el mantenimiento de la vida sin equipo, su objetivo es
la oxigenación de urgencia y consta de los siguientes pasos A (control de la vía aérea),
B (soporte respiratorio) y C (soporte circulatorio). El soporte avanzado consiste en la
restauración de la circulación y estabilización cardiopulmonar a través de los pasos D
(drogas y líquidos administrados por vía intravenosa), E (electro-cardiograma) y F
(tratamiento para la fibrilación).

Las guías de la American Heart Association (AHA) de 2010 para Reanimación


Cardiopulmonar (RCP) y Programa de Atención Cardiovascular de Emergencias (ACE)
recomiendan cambiar la secuencia de los pasos de SVB/BLS de A-B-C [Airway,
Breathing, Chest compressions (vía aérea, respiración, compresiones torácicas)] a C-A-
B [Chest compressions, Airway, Breathing (compresiones torácicas, vía aérea,
respiración)] en adultos, niños y lactantes (excepto los recién nacidos). Este cambio
fundamental en la secuencia de los pasos precisa una reeducación de todo aquel que
haya aprendido alguna vez RCP. El protocolo de una descarga para la Fibrilación
Ventricular, no se ha modificado, por lo tanto, los reanimadores deben minimizar el
intervalo entre la interrupción de las compresiones y las descargas y se debe reanudar la
RCP inmediatamente después de la descarga. Respecto a la resucitación avanzada, se
introducen también novedades respecto al manejo y monitorización de la vía aérea y la
medicación utilizada durante la reanimación.

E.- Exponer y examinar


Examinar siempre el tórax, el abdomen y las extremidades, ya que pueden
Enmascarase lesiones o puntos de hemorragia que impliquen más tarde riesgo vital.
Debemos recordar que el objetivo es evaluar, reanimar y trasladar lo más rápido posible
47

para proporcionar al paciente los cuidados definitivos.

c) Evaluación secundaria. Antes de iniciar la evaluación secundaria, repetir toda la


evaluación primaria por posibles variaciones que hayan ocurrido en la condición del
paciente. En esta etapa es importante reevaluar siempre el ABCDE. La evaluación
secundaria incluye: el examen físico del paciente y debe incluir la historia clínica
iniciando con el estado o enfermedad actual (EA), antecedentes personales de
importancia, así como tratamiento médico que recibe el paciente en forma crónica.
Los signos vitales deben obtenerse y registrarse cada veinte (20) minutos en
pacientes estables y cada cinco (5) minutos o menos en pacientes inestables, a todos
los pacientes se les debe evaluar y registrar los signos vitales por lo menos una vez
en forma indispensable. El soporte básico de vida no debe ser interrumpido por más
de cinco (5) segundos, a menos que sea estrictamente necesario mover al paciente
escalera arriba o abajo; de igual forma al intubar o desfibrilar no debe interrumpirse
el soporte de vida avanzado por más de treinta (30) segundos.

La evaluación secundaria es la exploración sistemática de cabeza a pies, en


busca de lesiones, heridas, fracturas, etc. El examen físico no debe durar más de 2 o 3
minutos, no se necesita llevar a cabo un examen completo en todos los pacientes. Debe
utilizar sentido común en la evaluación clínica, además debe ser lo más sistemático y
especifico en cada uno de sus movimientos, traduciéndose en menos dolor,
sangramientos y la posibilidad de agravar lesiones en cuello y/o columna aun no
detectadas. Al iniciar el examen físico detallado hágalo buscando “HEDEDOS”, donde:
HE: Heridas, DE: Deformaciones, DO: Dolor, S: Sangrado.

Durante el examen siempre debe observarse (aspecto, coloración, movimientos,


etc.), comparar (simetría), palpar (con ambas manos y con firmeza), oler y oír (olores y
ruidos inusuales), permanentemente y de manera simultánea. Debe iniciarse el examen
físico detallado, en el siguiente orden:
• Cabeza, cuero cabelludo: deslice sus dedos a través del cabello del paciente, en
busca de HEDEDOS. No separe el cabello sobre los posibles sitios de lesión para
determinar la naturaleza de la herida y la cantidad del sangrado, tal acción puede
reiniciar el sangrado. Para examinar la región posterior de la cabeza, muy
48

suavemente deslice sus dedos debajo de la nuca y sepárelos luego, deslícelos


hacia la región posterior de la cabeza.
• Área facial: evalúe frente, cejas, párpados, ojos, pupilas, nariz, pómulos, orejas,
maxilar inferior, boca y maxilar superior. Revise los huesos faciales buscando
signos de fractura (fracturas obvias o aplastamiento, inflamación, decoloración
importante o depresiones de los huesos). Examine los párpados primero visualice
de manera externa, luego abra los ojos simultáneamente y con luz natural busque
la presencia de algún cuerpo extraño, para luego examinar las pupilas una por
una, con uso de la linterna verificando estímulo luminoso para determinar si están
iguales en tamaño y si responden a la luz, catalogue las pupilas en: iguales o
desiguales, dilatadas o contraídas y brillantes u opacas. Inspeccione la nariz y
oídos con apoyo de la linterna, verifique si existe presencia de cuerpos extraños,
sangrado o salida de líquido cefalorraquídeo, un sangrado dentro de la nariz
puede ser el resultado de una lesión simple del tejido nasal; también puede
significar una fractura de base de cráneo.
• Examine el maxilar inferior desde el ángulo posterior hasta el mentón de manera
simultánea, para luego examinar la boca con ayuda de una linterna, verificando
presencia de dientes rotos, saliva, vómitos, cuerpo extraño, etc., determine
cualquier olor extraño en su aliento.
• Cuello: El examen de cuello, se realiza de atrás hacia delante, verificar si la
tráquea presenta desviación lo cual indicaría una posible lesión a nivel torácico,
así mismo verificar la presencia de vasos dilatados o ingurgitados, estoma y/o
cadena de alerta médica. Sea cuidadoso durante este proceso. Adviértale al
paciente que puede existir dolor. En algunos pacientes, encontrará aperturas
quirúrgicas o un aparato en una abertura en el frente o al lado del cuello.
• Tórax: Si es necesario, se debe descubrir el pecho y el abdomen superior para
la evaluación. Inicie la evaluación en la cara anterior comparando ambos lados,
observar si hay cortaduras, moretones, heridas penetrantes y objetos
incrustados, luego continúe con la evaluación hacia los laterales del tórax de
manera simultánea, observando simetría. Vea los movimientos torácicos y note
si hay alguna sección del tórax que “parezca estar flotando”, o moviéndose en
dirección opuesta al resto del pecho.
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• Abdomen: Lo ideal es tener el abdomen descubierto para poder iniciar la


evaluación con los cuadrantes superiores y finalice con los cuadrantes inferiores,
ejerza una suave presión notando si hay áreas rígidas, hinchadas, o reacciones
dolorosas, determine si el dolor es local (confinado a una sola área), o general
(en un área extensa). Al finalizar la evaluación en la cara anterior del abdomen,
continuar con la revisión en el área formada por la curvatura de la columna (zona
lumbar) hasta donde ingrese las manos, busque puntos sensibles o
deformidades. Tenga gran cuidado de no mover al paciente.
• Pelvis y cadera: Para evaluar la pelvis ubique la espina iliaca antero superior de
la pelvis de ambos lados y coloque el talón de sus manos ejerciendo una ligera
presión hacia abajo, para la evaluación en cadera debe ubicar ambas manos a
nivel de la unión de la cabeza del fémur con el hueso iliaco y ejercer una ligera
presión hacia adentro. Debe estar muy pendiente de la presencia de dolor o de
algún ruido al ejercer la presión.
• Extremidades: Se inicia con la extremidad superior más cercana al capacitado en
Soporte Vital Básico (manteniéndose en el mismo lado). Evalúe desde el hombro,
la axila, continúe con el brazo, codo, antebrazo, muñeca, mano llegando así hasta
las uñas y verificar el llenado capilar o pulso distal (radial) en caso de que la
paciente tenga las uñas pintadas, luego verifique sensibilidad. Busque si hay un
brazalete de identificación médica. Anótelo como información para reportarla. Se
continúa con las extremidades inferiores (manteniéndose en el mismo lado).
Examine cada extremidad en forma individual, iniciando por la que está más
cercana al capacitado en Soporte Vital Básico, siempre compare un miembro con
respecto al otro en términos de largo, forma y cualquier inflamación o deformidad
aparente. No mueva o levante las extremidades inferiores; comience colocando
una mano a nivel de la articulación de la cadera y la otra a nivel de la ingle,
evaluando el muslo, rodilla, pierna, tobillo, pie y dedos. Cuando tenga que evaluar
el pie si no hay lesión obvia retire el zapato, medias y verifique el llenado capilar
o pulso distal (pedio), luego examine la sensibilidad deslizando su dedo pulgar
por la planta del pie del paciente. Sin cambiar de posición, realice lo mismo con
la otra extremidad inferior, al finalizar la sensibilidad, y verifique la fuerza motriz,
al finalizar cambie de posición y diríjase hacia el lado de la extremidad superior
que falta revisar, es decir donde se inició la evaluación. Realice la evaluación de
50

la misma manera que realizo la anterior. Al verificar a sensibilidad y si el paciente


está consciente aproveche y evalúe la fuerza motriz de tal manera que derecha
e izquierda sea la mismas que la de paciente, lo cual le permitirá una mejor
ubicación del lado no presenta fuerza motriz.
• Espalda (manteniéndose en el mismo lado): Si está sólo y hay indicaciones de
que existen lesiones en la columna, cuello o cráneo, no levante o gire al paciente,
es mejor considerar a todo paciente inconsciente que tiene lesiones de este tipo
hasta que se demuestre lo contario. Estas lesiones siempre son muy difíciles de
detectar y pueden agravarse si Ud. levanta o gira al paciente. Si es necesaria la
evaluación, se hace en bloque y con apoyo de más compañeros. Para evaluar
espalda debe empezar desde el lado más cercano al piso, iniciando desde el
omoplato hasta donde alcance la mano, luego el centro desde la a cabeza (parte
posterior) hasta el coxis y finalmente evalué el lado más cercano al capacitado
en Soporte Vital Básico, desde el omoplato hasta donde alcance la mano, para
ello, como el movimiento es en bloque ya habrá un compañero con la camilla
plástica Fel, lista para poder colocar al paciente sobre ella,
• Área genital: Si no es indispensable para la realización del examen clínico, no
retirar las prendas íntimas, solo explorar en busca de sangrado, fluidos corporales
u objetos incrustados. No exponga el área a menos que tenga razones para creer
que hay una lesión. En pacientes masculinos debe determinarse la presencia de
priapismo, erección involuntaria y dolorosa del pene, que es una indicación
importante de posible lesión espinal y su presencia se debe tomar como un signo
de condición grave.

Algunas consideraciones al realizar un examen físico detallado como:


a. Estar atento a todos los cambios en la condición del paciente. Incluso los pacientes
que se ven bien pueden ponerse mal rápidamente, otras veces el agravamiento
puede tomar horas. Esté alerta por si la respiración o la acción del corazón fallan
o si reaparece un sangrado importante y se inicia el shock.
b. Observe la piel del paciente, cambios en el color de los labios, lengua, yemas de
los dedos y lóbulos de las orejas. Cambios en el color de la piel (violácea, pálida,
roja, amarilla, hemorragias puntiformes, etc.) pueden indicar problemas severos y
lesiones hemorragias internas o de otro tipo. En los individuos de piel oscura puede
51

ser difícil apreciar los cambios enumerados.


c. Antes de tocar al paciente obsérvelo cuidadosamente y mire en detalle lo que se
vea mal a su juicio, si hay fracturas obvias, deformaciones, quemaduras, heridas,
hinchazón o ampollas, úlceras, erupciones de la piel o áreas empapadas de
sangre. Evite contaminar las heridas, agravar más las lesiones o reiniciar algún
sangrado previamente controlado.
d. Explíquele al paciente que le va a realizar un examen y hágale ver la importancia
de hacerlo. Infórmele que tiene en cuenta las lesiones obvias o la causa principal
de su malestar, pero debe asegurarse de que el resto no esté mal. Sea honesto
con el paciente y explíquele que el examen puede ocasionarle ligeras molestias.
e. No cause daño ni agrave las lesiones. Haga solo para lo que está entrenado hacer.
Evite causar lesiones adicionales y agravar los problemas o lesiones existentes.
No olvide que es importante el trabajo de equipo.
f. Un paciente consciente con sangrado o líquido claro dentro de la nariz y oídos
pueden rehusar el tratamiento y decir que quiere volver a su casa o al trabajo.
Usted debe advertirle la importancia de que debe ser examinado por un médico.
Haga todo el esfuerzo para convencer estos pacientes.
g. Si un paciente esta lúcido, orientado y le responde, dirija sus preguntas a él y no a
los curiosos. Estar cerca del paciente y demostrarle su preocupación le ayuda a
que tenga menos miedo del que siempre aparece como consecuencia de una
lesión. Haga preguntas claras y a velocidad normal. No utilice frases como “Todo
va a estar bien” o “Todo está bien, no se preocupe”. El paciente sabe notar la
diferencia y le tendrá poca confianza si utiliza estas frases.

Traslado rápido del paciente

Todo paciente debe ser estabilizado antes de ser trasladado. Para efectuar el mismo
se deben cumplir con ciertos requisitos.

Antes del traslado:


1) Comunicar al centro asistencial adecuado, el tipo de paciente que se va a trasladar
entregando la mayor cantidad de información posible, clara y resumida.
2) Estabilizar al paciente, inmovilización y maniobras de extricación rápida o con
52

dispositivo de extricación Kendrick (DEK), si es pertinente.

De acuerdo al mecanismo de lesión, se determina que existe la posibilidad de


inestabilidad de la columna vertebral, se debe seguir el siguiente procedimiento:
1) Mueva la cabeza hasta alinearla y manténgala manualmente.
2) Evalúe el ABCDE.
3) Examine el cuello y aplique el collar cervical adecuado.
4) Coloque la tabla espinal, fijando el tronco a ésta con las correas.
5) Inmovilización manual: se debe tomar la cabeza cuidadosamente y movilizarla
hasta alinearla con el eje del cuerpo, manteniendo esta inmovilización manual
hasta que termine la inmovilización mecánica de la cabeza y tronco. Los collares
cervicales ayudan a reducir el rango de movimiento de la cabeza, pero no la
inmovilizan, por lo tanto, deben usarse conjuntamente con la inmovilización
manual o mecánica del cuello. El mejor collar reduce la flexión en
aproximadamente un 75%. La inmovilización externa adecuada de la cabeza, se
logra con piezas que se colocan sobre los planos laterales de la cabeza, ambas
se unen medialmente contra la cabeza usando dos vendas o correas.
Inmovilización del tronco. El objetivo es proteger la columna vertebral de los
movimientos en cualquier dirección y debe obtenerse tanto a nivel de los hombros
y tórax como la pelvis. Siempre hay que fijar primero el tronco a la tabla espinal y
luego la cabeza. Inmovilización de las piernas. Inmovilice las piernas a la tabla
espinal, con dos o más correas, una a nivel de la mitad de los muslos y otra bajo
las rodillas. Inmovilización de los brazos. Por seguridad, se deben sujetar los
brazos a la tabla antes de mover al paciente, una forma es ubicando los brazos
con las palmas de las manos contra el cuerpo y sujetándolos con una correa sobre
los antebrazos y tronco.

Durante el traslado:
1) Debe estar siempre al lado del paciente, una persona con conocimientos básicos
de RCP.
2) Mantener comunicación permanente con el centro regulador y despacho y con el
hospital receptor l por cualquier eventualidad que pueda surgir.
53

3) Prestar asistencia a las necesidades básicas del paciente.

Procedimiento de la atención prehospitalaria ante un evento o catástrofe con múltiples


víctimas

Son situaciones esporádicas que requieren una respuesta coordinada de varios


organismos para hacer que los recursos médicos destinados a darle respuesta, sean
eficaces. Los eventos con presencia masiva de víctimas se pueden dividir en aquellos
donde los efectos aparecen rápidamente y lentos, cuando se hacen presentes tiempo
después de ocurrir el evento. Los primeros son originados en situaciones que producen
traumatismos o contaminación con productos químicos, tendremos personas lesionadas
que requieren de atención médica desde el primer instante de ocurrida la tragedia.

Los segundos ocasionados en situaciones de origen nuclear o biológico, las


víctimas serán personas contaminadas, sin duda con diverso grado de riesgo, pero sin
ninguna sintomatología inmediata a la ocurrencia del evento, lo que permite una
derivación planificada a lugares adecuados, con las precauciones indispensables para
evitar la propagación de los daños.

Son los eventos rápidos los que exigen la mayor organización en el terreno,
pudiéndose reconocer en ellos dos fases:
• Fase I, que se extenderá desde la ocurrencia del evento, hasta la evacuación de
la última víctima desde el escenario donde éste se encuentre.
• Fase II, que va desde la llegada de la primera víctima a un hospital, hasta el alta
hospitalaria de la última de ellas.

En el artículo de “Manejo prehospitalario de víctimas en masa”, de Navarro (2007),


se plantea que la organización de las actividades en el lugar del siniestro, incluye una
serie de pasos; los principales son:
54

Actividades en el lugar del siniestro

Evaluación de la situación: Se realiza observando las características del entorno


para la protección y seguridad, analizando las diferentes variantes de acceso al lugar
para ganar en rapidez sin arriesgar la vida, la búsqueda de información para solicitar
ayuda o para la activación de los planes contra catástrofes, si esto no estaba realizado.
Con los datos obtenidos, se debe definir un plan, el cual tiene que ser flexible para que
se pueda modificar cuando sea necesario de acuerdo a la situación y las necesidades
que se presenten.

El primero, y uno de los elementos más importantes a tener en cuenta por los
socorristas en el momento de la atención a múltiples víctimas, es su seguridad; y luego
tomar todas las medidas destinadas a proteger las víctimas, a los encargados de
salvamento y a la población expuesta, contra riesgos inmediatos o potenciales. Al pensar
en la seguridad se debe jerarquizar de la siguiente manera: 1) Su propia seguridad,
siempre es lo más importante, lo que sirve para dar soporte al enunciado: “Los héroes
muertos no salvan vidas”; 2) La seguridad de los demás rescatistas; 3) La seguridad de
las víctimas.

No está recomendado arriesgar vidas innecesariamente utilizando personas no


entrenado para ello; dejar esta labor de apoyo y acompañamiento a los bomberos y
brigadas entrenadas en rescate y salvamento. Es necesario controlar incendios, si
hubieren, el aislamiento de material peligroso y a que no existan posibilidades de
derrumbe u otras fallas durante la labor de salvamento. Es importante tener en cuenta:
cuando están involucrados trenes o camiones de mercancías, que pueden romperse
contenedores con sustancias volátiles, combustibles, comburentes, corrosivos o tóxicos;
por lo que es necesario monitorear la dirección del viento que puede arrastrar sustancias
y enviarlas a grandes distancias. La posibilidad de incendios, derrumbes o inundaciones;
la inestabilidad de vehículos fundamentalmente con personas en su interior; es necesario
prever la señalización de las vías de acceso para prevenir nuevos accidentes y retirar
llaves de contacto o interruptores eléctricos para evitar posibilidad de electrocución,
chispas e incendios, debe realizarse sin demora.
55

Precauciones para el acercamiento a la escena: Siempre la aproximación se hará


desde la parte superior de una elevación y siguiendo la dirección del viento, aislar y evitar
el contacto con la escena, si sospecha desastre químico, biológico, por fuego o con
explosivos. Permanecer alerta y no transitar entre olores o nubes inusuales y
contenedores abiertos. Mantener a todo el personal a una distancia segura de la escena
y aproximarse al escenario con precaución Estacionar los vehículos ordenadamente y en
posición defensiva (retroceso).

Definición de las zonas de acceso

Zona de impacto: Área donde se originó el siniestro, la cual debe tener un radio no
menor de 30 metros y un máximo que dependerá del tipo e intensidad del fenómeno. Esta
es para acceso solo para capital humano de rescate y salvamento, que deberá entrar
debidamente protegido. Para los grupos de apoyo en seguridad, es imprescindible definir
la restricción de la zona en el menor tiempo posible.

Zona de trabajo: Con acceso permitido a trabajadores autorizados encargados de


operaciones de salvamento, atención médica, mando y control, comunicaciones,
servicios de ambulancias, seguridad y vigilancia. En ésta se establecerán: los Puestos
de Mando y Médico de Avanzada, el Centro de Evacuación y el Estacionamiento para los
diversos vehículos de emergencia y de servicios técnicos.

Zona para personalidades, familiares y prensa: Ubicada fuera de la zona de trabajo,


está destinada a personalidades que directa o indirectamente están involucradas con el
siniestro, prensa y como área de seguridad para curiosos.

Vías de acceso y control de tránsito: Estas deben estar debidamente señalizadas


para prevenir el embotellamiento de vehículos; facilitar que el traslado de los pacientes
sea en el menor tiempo y evitar nuevos accidentes. Es responsabilidad principal de los
funcionarios del orden público. Garantizar el cumplimiento de las medidas de seguridad
que deben estar ejecutadas por el personal de la Policía, de vigilancia de los diferentes
organismos o los bomberos, además de la definición de las rutas de acceso y evacuación.
56

Los socorristas pueden participar también en esta función si el personal del orden público
no ha llegado y hay pocos lesionados.

Definición de áreas de trabajo: La segunda función del grupo de socorrismo inicial,


es la identificación de las diferentes áreas de trabajo, ello permitirá una distribución más
rápida y eficaz de los recursos, cada una debe disponer de un jefe. Cada persona, tanto
médico, enfermeros(as) socorristas o miembros de la Cruz Roja, tras su llegada al área
del siniestro, debe presentarse e identificarse en el puesto de mando para la definición
de sus misiones. Nunca actúe como un eslabón independiente, se trata de un trabajo en
equipo, no de grupos.

Área de búsqueda y rescate: Ubicada dentro o cerca de la zona de impacto, tiene


como objetivos: la localización de víctimas, su retiro de sitios peligrosos y traslado a los
lugares de acopio, evaluación preliminar del estado clínico, prestar los primeros auxilios
y traslado al puesto médico de avanzada de ser necesario. Esta área la dirigen bomberos
o grupo de rescate y salvamento certificados y autorizados, pues son los que cuentan
con los medios y la experiencia para ello.

Cuando el área de impacto es extensa o los riesgos son evidentes, puede ser
necesario dividirla en áreas de trabajo más pequeñas que evacuarán a un punto
intermedio (área de acopio), en el cual socorristas y voluntarios de la Cruz Roja u otro
organismo autorizado, harán una clasificación inicial y brindarán los primeros auxilios
antes de trasladar las víctimas al puesto médico de avanzada.

Área del puesto de mando (PM): Es una unidad multisectorial (todas las instituciones
participantes) de dirección y control encargada de la coordinación de los diversos
sectores involucrados, del enlace con los sistemas de apoyo, la supervisión del manejo
de las víctimas y de brindar la información oficial sobre el incidente. Debe localizarse
cerca del resto de las áreas y su personal debe tener la más alta jerarquía y el
entrenamiento en este tipo de actividad. Para el sector salud, es el núcleo de
comunicación y coordinación de la organización Prehospitalaria. Todos los recursos que
llegan (personales o materiales), deben presentarse al PM.
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Área del puesto médico de avanzada (PMA): Consiste en un área para el


tratamiento médico (puede ser organizada al inicio por los socorristas testigos o
participantes, ubicado acorta distancia (50-100 m) de la zona de impacto con el objetivo
de estabilizar en el foco a las víctimas del siniestro, (el proceso abarca todos los
procedimientos del apoyo vital básico y avanzado) y organizar la evacuación hacia los
hospitales u otros centros de salud preparados para recibirlos. No debe alojar un elevado
número de víctimas a la vez; en promedio, el espacio debe ser suficiente para 25 víctimas
y el personal de atención. Puede ubicarse en una casa, edificio, en una carpa, etc. Su
superficie mínima es de 73 m².

Sus funciones pueden representarse por medio del principio de las tres “T”: tipificar,
tratar y trasladar. Su estructura incluye los siguientes componentes:
• Área de recepción y clasificación Es un área en la entrada del puesto médico de
avanzada, encargada de la evaluación y clasificación o selección de los pacientes
según las funciones vitales afectadas. Ello permite, a su vez, diferenciar quien
necesita de un tratamiento y estabilización inmediata, así como también la
identificación de víctimas que sólo podrán salvarse con una intervención quirúrgica
de emergencia. Otros elementos también a considerar en la clasificación ante un
desastre, son la posibilidad de supervivencia y los recursos médicos disponibles.

• Área de clasificación o triage debe estar integrada por las personas con mayor
experiencia en emergencias, y de ser posible un socorrista para el registro y
señalización de las víctimas, éstas trasladadas por camilleros, se clasificarán y
enviarán al área de tratamiento correspondiente; no debe ser valorado más de un
paciente a la vez (se atenderán un máximo de 2 víctimas) y no se le aplicará ningún
tratamiento en ese momento. Cuando el número de lesionados sobrepasa la
capacidad del puesto médico, será necesario establecer un área de espera hasta que
puedan ser tratados.

Por prioridad vital toda víctima de un siniestro debe ser evaluada y clasificada según
la presencia de un mayor o menor riesgo para la vida.
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Funciones del responsable del área de clasificación:


a) Recibe las víctimas a la entrada del puesto médico de avanzada.
b) Examina y evalúa el estado de cada víctima.
c) Clasifica y coloca etiqueta según la Clasificación por prioridad vital mediante
códigos de colores:
I. Código rojo: Pacientes en situaciones críticas, recuperables, que requieren
manejo inmediato y que pueden salvarse con los recursos disponibles, con
probabilidad de sobrevivir. Ej. Insuficiencia respiratoria, shock, grandes
hemorragias externas.
II. Código amarillo: Pacientes graves, pero que pueden esperar para su
tratamiento. Situaciones en la que el riesgo para la vida es menor. No
requieren de un manejo inmediato para salvar su vida o sus extremidades.
Ej. Riesgo de shock, fracturas abiertas, etc.
III. Código verde: pacientes con lesiones menores, que pueden diferirse para
un manejo posterior. Situación en la que no existe riesgo para la vida. Estos
individuos pueden ayudar en la asistencia a otros lesionados. Ejemplo:
pacientes con esguince GI de tobillo
IV. Código negro: Pacientes pre-mortem, irrecuperables. Situación en las que
las posibilidades de vida son nulas. Ejemplo: anciano (a) o niño (a) con
quemadura Grado III, 100% y Trauma Encéfalo Craneal, severo asociado.
V. Código blanco: Los cadáveres encontrados en el lugar del siniestro.
La identificación de los pacientes con los colores puede señalarse con
tarjetas, cintas, espadrapo, entre otros, en sitios anatómicos e identificables del paciente.
Cada grupo de pacientes debe estar separado, pero todos deben ser evaluados.

Esta clasificación permite:


 Determinar quiénes recibirán tratamiento primero.
 Establecer qué condiciones del paciente, necesitan resolverse primero.
 Precisar quiénes no necesitan tratamiento ni evacuación.
 Definir en qué medios evacuar los pacientes.
 Seleccionar el destino adecuado.
 Dirigir la víctima al área de tratamiento apropiado.
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 Definir la prioridad de entrada a las áreas de tratamiento ante múltiples


admisiones.
 Informar al puesto de mando datos reales.

• Área de tratamiento: El puesto médico de avanzada (PMA) tendrá al menos tres (3)
áreas para el tratamiento de enfermos o víctimas; el área roja (muy graves), la
amarilla (menos graves) y verde (no graves); que serán estabilizados (as), hasta su
traslado hacia la zona de evacuación; un equipo de dos a cuatro (2-4) personas
atenderán cada lesionado (médico, enfermero(a), socorrista, camillero). Se podrá
disponer además un área (código negro) para la ubicación de los fallecidos. Nunca
atender primero a los heridos leves, los que están en paro cardíaco o a los que no
tengan posibilidades de vida. El área de tratamiento deberá tener un(a) responsable
para coordinar con otras áreas: la provisión de suministros, organizar la eliminación
de desechos y dirigir las comunicaciones.
Funciones de él (la) responsable de las áreas de tratamiento: recibe las víctimas del
área de clasificación; examina y evalúa el estado de las víctimas; aplica las medidas de
apoyo vital; vigila la evolución y estabilidad; llena la historia clínica o tarjeta de
clasificación; traslada al paciente al área de evacuación; informa al puesto de mando.

Área de evacuación: es donde los pacientes estabilizados esperarán ser trasladados


al hospital, ésta, comúnmente se ubica en la salida posterior del PMA y recibe a las
víctimas recuperadas en éste; previo al traslado, debe reevaluarse la estabilidad del
paciente (signos vitales, hemorragias), seguridad del equipamiento (tubos, sondas,
ventiladores), efectividad de las medidas de inmovilización y que las tarjetas de
clasificación e historias clínicas estén bien colocadas y visibles.

El (la) responsable de esta área, llevará el control de cada paciente, definirá el


destino más adecuado y la prioridad para su traslado; la evacuación deberá ser
controlada por prioridades vitales (primero los códigos rojos, luego amarillos y verdes),
de forma escalonada a intervalos de 3-5 minutos, siempre que la gravedad lo permita,
con lo cual se evita la aglomeración de casos en las unidades hospitalarias de
emergencia y urgencia. Se debe procurar que los códigos verdes, que pueden caminar,
60

no dificulten la evacuación, en su afán de llegar primero a los centros de salud. Se debe


trasladar los pacientes en condición más grave a los hospitales adecuados más cercanos,
pero es necesario tener en cuenta que “no siempre el hospital más cercano es el
adecuado”

La organización de la evacuación comprende los procedimientos implementados


para el traslado seguro, rápido y eficiente de las víctimas adecuadas, en los vehículos
apropiados, a los hospitales adecuados (regla de la triple A) y preparados para recibirlas,
para ello es muy importante la coordinación y comunicación entre las instituciones de
salud, y el tránsito ordenado de las ambulancias y otros vehículos de transporte en la
zona del siniestro.

Clasificación para el traslado

De acuerdo a Rubiano (2003), en su estudio de transporte de pacientes


politraumatizados, describe que en situaciones de emergencia y desastre la prioridad de
traslado debe asignarse de acuerdo con lo estipulado por el grupo de triage:
• Prioridad tipo I o roja: Se aplica a los lesionados críticos recuperables, quienes
requieren una atención médica urgente, puesto que por la gravedad de las
lesiones pueden perderla vida.
• Prioridad tipo II o amarilla: Se aplica a los lesionados críticos diferibles, quienes
requieren una atención médica que da lugar a espera.
• Prioridad tipo III o negra: Se aplica a los lesionados críticos no recuperables, es
decir, a aquellos cuyas lesiones son de tal gravedad, que existen pocas o
ninguna probabilidad de sobrevivir, pero que merecen algún grado de atención
médica.
• Prioridad tipo IV o verde: Se reserva para aquellos lesionados no críticos, o sea
los que presentan lesiones leves o que su atención puede dejarse para el final
sin que por ello se vea comprometida su vida.
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Por otra parte, Borrego (2000) los clasifica de la siguiente forma:

1. Según la urgencia vital del paciente:


1.1. Emergentes: prioridad absoluta, debe realizarse sin demora debido al riesgo
vital que supone para el paciente una demora en su diagnóstico y tratamiento.
1.2. Urgentes: para pacientes con posible riesgo vital pero cuya asistencia puede
demorarse minutos u horas.
1.3. Demorables: no se precisa de una activación inmediata y pueden programarse.
2. Según el medio de transporte:
2.1. Terrestre: ambulancias
2.2. Aéreo: helicóptero o avión sanitario.
2.3. Marítimo: embarcación rápida, barco-hospital.

3. Según la medicalización:
3.1. Ambulancias no asistenciales: destinadas al transporte de pacientes en camilla
y no tendrán que estar específicamente acondicionadas ni dotadas para la
asistencia médica en ruta.
3.2. Ambulancias asistenciales: acondicionadas para permitir asistencia técnico-
sanitaria en ruta.
3.2.1. Ambulancias asistenciales destinadas a proporcionar soporte vital básico
o UVI-móvil.
3.2.2. Ambulancia asistencial destinada a proporcionar soporte vital avanzado
(equipos de emergencias).
3.2.3. Helicóptero sanitario medicalizado.
3.2.4. Avión sanitario.
4. Según el objetivo del transporte:
I. Primario: desde el lugar en que se produce la emergencia extra hospitalaria hasta
el hospital.
II. Secundario: desde un centro sanitario a otro. Según lo establece el Plan Andaluz
de Urgencias Médicas, dependiendo de la distancia a recorrer habrá que preferir
uno u otro medio de transporte: para distancias inferiores a 150 Km. se
recomiendan ambulancias terrestres o helicópteros sanitarios; entre 150 y 300
Km. el medio de transporte óptimo es el helicóptero sanitario; distancia entre 300
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y 1.000 Km. hacen recomendable el uso del avión sanitario; las superiores a
1.000 Km. se benefician del traslado en avión de línea regular adaptado; para
determinadas circunstancias especiales se dejan el barco o ferrocarril.

Es relevante el aporte de Borrego (2000), de tomar en cuenta las modificaciones


fisiopatológicas que el paciente puede presentar durante un traslado, ya sea terrestre,
aéreo o marítimo y cuales las potenciales repercusiones.

A continuación, se mencionan las medidas a aplicar para evitar los efectos de la


aceleración-desaceleración en transporte de paciente:
a. El enfermo irá acostado y con la cabeza en la dirección de la marcha.
b. Conducción prudente y regular.
c. Inmovilización del enfermo mediante colchón de vacío si procede.
d. Sólido amarre de la camilla al vehículo.
e. Protección con cinturones de seguridad del personal acompañante.
f. Protección y fijación del material.
g. Las drogas vasoactivas deben administrarse mediante bombas portátiles de
infusión continua.

Efectos de las vibraciones sobre los enfermos, durante el traslado, se reducen


mediante la inmovilización con colchón de vacío (en los vehículos con suspensión
inadecuada las vibraciones se transmiten fácilmente a la camilla y al propio enfermo).
Además, las ambulancias deben tener sistemas de suspensión en perfecto estado.

Efectos del ruido, en el traslado debe tomarse en cuenta, debido a que, de todos los
ruidos producidos en las ambulancias, la sirena es la que más influye en los enfermos
por lo que debe utilizarse únicamente si es imprescindible, nivel de ruidos que se produce
está alrededor de los 90-110 dB. En los adultos, se producen alteraciones del sueño con
niveles de ruido de 70 dB y, en los neonatos cambios en la frecuencia cardíaca y
vasoconstricción periférica; se produce también sensación de disconfort, fatiga auditiva e
interferencia en la comunicación. Otras consecuencias del ruido son la imposibilidad de
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auscultación con métodos tradicionales, de escuchar las alarmas sonoras, de oír posibles
fugas aéreas en enfermos conectados a ventilación mecánica, etc., por tanto, deberán
tomarse medidas de protección acústica para el enfermo e instalar medios de diagnóstico
digitalizados para controlar las constantes hemodinámicas.

Efectos de la temperatura, estos efectos se pueden paliar mediante el adecuado


aislamiento asistencial con un buen sistema de acondicionamiento de aire; la no
exposición al sol ni al frío de los vehículos de transporte y el uso de mantas térmicas es
recomendable.

En el transporte aéreo tienen más importancia las aceleraciones verticales y


transversales, que las longitudinales. Los efectos más frecuentes son: alteraciones en la
presión intracraneal (PIC), desplazamientos de líquidos y masas dentro del organismo,
reacciones vágales, malestar general, entre otros. Efectos de las vibraciones: el espectro
de las vibraciones producidas por este medio de transporte no se encuentra entre las
biológicamente peligrosas. Efectos de las turbulencias: pueden provocar sacudidas
bruscas, que pueden convertir al enfermo, al personal de transporte y al material en
proyectiles, de no ir adecuadamente fijados por cinturones de seguridad.

Efectos de la altura: los helicópteros suelen volar a alturas inferiores a las que se
relacionan con alteración significativa en la presión parcial de oxígeno y con la expansión
de gases, a diferencia del transporte en avión, que es realizado a alturas considerables,
´por lo suelen ser aparatos dotados de sistemas de presurización. La disminución parcial
de oxígeno (sobre todo a partir de los 1000 m.) puede producir aumento del gasto
cardíaco e hiperventilación refleja, alcalosis respiratoria, espasmos tetánicos e
inconsciencia, pudiendo desestabilizar enfermos con insuficiencia respiratoria, shock,
hipovolemia, edema agudo de pulmón, anemia, trastornos isquémicos, entre otros.

Por todo esto, es preciso contrarrestar la hipoxemia, modificándola FI O2, el


descenso de la presión produce un aumento del volumen de los gases, expandiéndose,
pudiendo provocar expansión de cavidades (dilatación gástrica, agravamiento de íleos,
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empeoramiento de neumotórax o neumomediastinos, abombamiento timpánico, aumento


de la presión intraocular, aumento del volumen en senos maxilofaciales, expansión del
área de las heridas y suturas). La evacuación del enfermo estará desaconsejada si
recientemente se ha practicado una exploración que utiliza como medio de contraste
algún gas.
Además es importante conocer los efectos sobre el material: aumento de presión
de los sistemas de neumotaponamiento, de sondajes o de tubos endotraqueales (los
manguitos de los tubos endotraqueales por aumento de volumen comprimen la mucosa
traqueal, por ello se hincharán con suero fisiológico); disminución en el ritmo espontáneo
de perfusión de los sueros (por lo que son necesarias tomas de aire específicas que
igualen las presiones interna-externa del recipiente o bien usar envases de plástico
aplicando presión desde el exterior); disminución de la consistencia de los sistemas de
inmovilización de vacío (es preciso revisar continuamente su dureza), aumento de la
consistencia de los sistemas de hinchado (no se recomienda su uso en el transporte
aéreo). Los dispositivos de aspiración continua (Pleur-evac) pueden verse afectados por
los cambios de presión debidos a la altitud, por lo que deberían ser sustituidos por
válvulas de Heimlich o conectados a aspirador a baja presión.

Manejo de los cadáveres: La presencia de un gran número de fallecidos causa


incertidumbre y miedo en la población, en quienes existe la idea del desencadenamiento
de epidemias por los cadáveres putrefactos. Los que mueren por desastres naturales,
trauma, ahogamiento o asfixia, no originan epidemias, el mayor riesgo está, en la
transmisión de enfermedades gastrointestinales cuando las personas o animales muertos
contaminan los abastecimientos de agua.

2.3. Bases legales

El marco jurídico que soporta este trabajo está basado en los siguientes artículos,
leyes, decretos, normas y reglamentos:

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, publicada en Gaceta Oficial del


jueves 30 de diciembre de 1999, N° 36.860:
65

Artículo 83: La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo
garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará políticas
orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios.
Todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, así como el deber de
participar activamente en su promoción y defensa, y el de cumplir con las medidas sanitarias
y de saneamiento que establezca la Ley, de conformidad con los tratados y convenios
internacionales suscritos y ratificados por la República.

Artículo 84: Para garantizar el derecho a la salud, el Estado creará, ejercerá la rectoría y
gestionará un sistema público nacional de salud, de carácter intersectorial, descentralizado
y participativo, integrado al sistema de seguridad social, regido por los principios de
gratuidad, universalidad, integralidad, equidad, integración social y solidaridad. El sistema
público nacional de salud dará prioridad a la promoción de la salud y a la prevención de las
enfermedades, garantizando tratamiento oportuno y rehabilitación de calidad. Los bienes y
servicios públicos de salud son propiedad del Estado y no podrán ser privatizados. La
comunidad organizada tiene el derecho y el deber de participar en la toma de decisiones
sobre la planificación, ejecución y control de la política específica en las instituciones
públicas de salud

Artículo 85: El financiamiento del sistema público nacional de salud es obligación del
Estado, que integrará los recursos fiscales, las cotizaciones obligatorias de la seguridad
social y cualquier otra fuente de financiamiento que determine la ley. El Estado garantizará
un presupuesto para la salud que permita cumplir con los objetivos de la política sanitaria.
En coordinación con las universidades y los centros de investigación, se promoverá y
desarrollará una política nacional de formación de profesionales, técnicos y técnicas y una
industria nacional de producción de insumos para la salud. El Estado regulará las
instituciones públicas y privadas de salud.

Artículo 86: Toda persona tiene derecho a la seguridad social como servicio público de
carácter no lucrativo, que garantice la salud y asegure protección en contingencias de
maternidad, paternidad, enfermedad, invalidez, enfermedades catastróficas, discapacidad,
necesidades especiales, riesgos laborales, pérdida de empleo, desempleo, vejez,
viudedad, orfandad, vivienda, cargas derivadas de la vida familiar y cualquier otra
circunstancia de previsión social.

El Estado tiene la obligación de asegurar la efectividad de este derecho, creando un sistema


de seguridad social universal, integral, de financiamiento solidario, unitario, eficiente y
participativo, de contribuciones directas o indirectas. La ausencia de capacidad contributiva
no será motivó para excluir a las personas de su protección. Los recursos financieros de la
seguridad social no podrán ser destinados a otros fines. Las cotizaciones obligatorias que
realicen los trabajadores y las trabajadoras para cubrir los servicios médicos y asistenciales
y demás beneficios de la seguridad social podrán ser administrados sólo con fines sociales
bajo la rectoría del Estado. Los remanentes netos del capital destinado a la salud, la
educación y la seguridad social se acumularan a los fines de su distribución y contribución
en esos servicios. El sistema de seguridad social será regulado por una ley orgánica
especial.

Ley de la Organización Nacional de Protección Civil y Administración de Desastres


(2001):
66

Titulo 1
Artículo 1: La Ley tiene por objeto regular la organización, competencia, integración,
coordinación y funcionamiento de la Organización de Protección Civil y Administración de
Desastres, en el ámbito nacional, estadal y municipal.

Artículo 2. La Organización de Protección civil y Administración de Desastres formará parte


del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo y de la Coordinación Nacional de Seguridad
Ciudadana.

Artículo 3. La Organización Nacional de Protección Civil y Administración de Desastres,


tiene como objetivos fundamentales:
1. Planificar y establecer políticas, que permitan la adopción de medidas relacionadas con
la preparación y aplicación del potencial nacional para casos de desastres, en cada una de
las fases que lo conforman.
2. Promover en los diferentes organismos locales relacionados con la gestión de riesgos,
las acciones necesarias para garantizar el cumplimiento de las normas establecidas, para
salvaguardar la seguridad y protección de las comunidades.
3. Diseñar programas de capacitación, entrenamiento y formación, dirigidos a promover y
afianzar la participación y deberes ciudadanos en los casos de emergencias y desastres.
4. Establecer estrategias dirigidas a la preparación de las comunidades, que garanticen el
aprovechamiento del potencial personal, familiar y comunal para enfrentar emergencias y
desastres en sus diferentes fases y etapas.
5. Velar porque las diferentes instancias del estado aporten los recursos necesarios que
garanticen que las instituciones responsables de atender las emergencias, cuenten con el
soporte operacional y funcional adecuado para la idónea y oportuna prestación del servicio
de protección civil y administración de desastres.
6. Fortalecer a los organismos de atención y administración de emergencias, a fin de
garantizar una respuesta eficaz y oportuna y coordinar y promover las acciones de
respuesta y rehabilitación de las áreas afectadas por un desastre.
7. Integrar esfuerzos y funciones entre los organismos públicos o privados, que deban
intervenir en las diferentes fases y etapas de la administración de desastres, que permitan
la utilización de integración oportuna y eficiente de los recursos disponibles para responder
ante desastres.

Reglamento para el Servicio de Atención Prehospitalaria. Ministerio de Sanidad y


Asistencia Social, Dirección de Defensa Civil Salud. Caracas, 18 de abril de 1996:

Capítulo I
Disposiciones Generales

Artículo 1º.- Para los efectos del presente reglamento se establecen las siguientes
definiciones:
AEM: Asistentes de Emergencias Médicas.
APA: Asistente de Primeros Auxilios Avanzados.
MINISTERIO: Ministerio de Sanidad y Asistencia Social
MVA: curso de Manejo de Vehículos de Emergencias.
PAM: Primeros Auxilios Médicos.
TEM: Técnico en Emergencias Médicas.
REGLAMENTO: Cuerpo de normas que constituyen el Reglamento para la Atención
Prehospitalaria de Pacientes en la República de Venezuela.
RVV: curso de Rescate Vehicular y Vertical.
67

MÉDICOS DE TRIAGE: Son los profesionales de la medicina, médicos cirujanos con


experticia específica y especialización, encargados de clasificar la gravedad de los
lesionados y definir las prioridades de atención.
PARAMÉDICO: Actualmente se denomina, Técnico Superior Universitario en Atención
Médica de Emergencias Prehospitalarias.

Artículo 2º.- Todas las entidades prestatarias, públicas y privadas, de servicios de atención
prehospitalarias están obligadas a velar por el acatamiento, cumplimiento y difusión del
presente reglamento.

Capítulo II
De los tipos de ambulancias y de las formas de la prestación del servicio de ambulancias

Artículo 3º.- Los vehículos a los que se refiere el presente reglamento, encargados de la
prestación del servicio de trasporte de pacientes enfermos y lesionados víctimas de
accidentes, hechos violentos o desastres, se clasificaran como aéreos, terrestres y
acuáticos a su vez cada tipo de estos vehículos se clasificaran de acuerdo a las facilidades
que puedan prestar a los pacientes, de acuerdo a su gravedad, en ambulancias tipo A, B y
C, las cuales, a su vez estarán dotadas de equipos de acuerdo al servicio que estén
destinadas. Las puertas delanteras, la cual deben ocupar un 60% de superficie de cada
puerta.

Artículo 4º.- Serán consideradas ambulancias tipo “C” aquellas que estén tripuladas al
menos por: Un conductor, el cual debe tener licencia de conducir de 5to grado, certificado
médico vigente y cualquier otro recaudo exigido por la dirección nacional de tránsito
terrestre. Haber recibido cursos de manejo defensivo de vehículos de emergencia y
primeros auxilios. Disponer de un acompañante con un nivel de asistente de primeros
auxilios (APA).

Artículo 5º.- De las ambulancias intermedias tipo “B”; además de los rótulos que se refiere
el artículo 3º, deberán llevar la insignia de “LA ESTRELLA DE LA VIDA” color azul en cada
costado, posterior y superior no mayor de 60 centímetros de diámetro.

Artículo 6º.- Serán consideradas ambulancias tipo “B”, aquellas que reúnen los siguientes
requisitos de personal:
● Conductor, acreditado Asistente de Primeros Auxilios.
● Acompañante un Asistente de Emergencias Médicas Prehospitalarias (AEM) en las
zonas rurales y dos Técnicos en Emergencias Médicas Prehospitalarias (TEM) en áreas
metropolitanas y cabeceras de distritos.
● La unidad ambulancia deberá contar con los equipos especializados para la atención del
paciente según la capacitación del personal que la integra y la categoría asignada por el
Ministerio según el presente reglamento.

Artículo 7º.- Si la emergencia requiere de mayores conocimientos a los del (AEM), el equipo
deberá solicitar ayuda de unidades avanzadas de manera obligatoria, nunca deberá realizar
procedimientos para los cuales no estén autorizados ni ejecutarlos como medidas heroicas,
de lo contrario se le aplicara a los infractores, las sanciones médicos legales
correspondientes, de acuerdo a normas establecidas y por la Ley del Ejercicio de la
Medicina y el Colegio de Médicos respectivo.

Al personal APA y AEM les es prohibido realizar maniobras medico invasivas tales como;
toma de vías endovenosas, aplicaciones de medicamentos que requieran de criterio
médico, desfibrilar y otras de igual índole.
68

Artículo 8º.- Las ambulancias avanzadas tipo "A", podrán utilizar como insignia, además de
las institucionales, la "estrella de la vida" en color azul, colocadas en ambas puertas
traseras, y en ambos costados con un diámetro no mayor de 60 centímetros así como la
palabra "PARAMEDICOS".

Artículo 9º.- Serán consideradas ambulancias tipo "A" las que reúnan los siguientes
requisitos mínimos en cuanto a tripulación:
● Conductor, con capacitación mínima de, Asistente en Emergencias Médicas (AEM).
● Acompañante, Técnico Superior Universitario en Medicina de Emergencias
Prehospitalarias Paramédico. Deberá contar con equipo especializado para brindar soporte
avanzado de vida. Tales como: Desfibrilador manual. Equipos de intubación oro y
nasotraqueal. Sistema de monitoreo cardiológico y de signos vitales constante.
Succionadores portátiles y de pared. Medicamentos a criterio de la jefatura médica.

Artículo 10º.- Las instituciones u organizaciones prestadoras de este tipo de servicio


avanzado, deberán contar con los Servicios de un medico director o jefe, para que asuma
la responsabilidad pertinente en la atención de pacientes.
Este profesional deberá ser un médico graduado con postgrado en medicina de Emergencia
y con cursos de capacitación en soporte avanzado de trauma, soporte cardiológico
avanzado, experiencia mínima de 3 años en el campo de la atención de emergencias
Prehospitalarias y el caso de ambulancias especializadas en pacientes pediátricos curso
de soporte avanzado pediátrico.

Artículo 11º.- La jefatura medica deberá además asumir la planificación Técnica y Ejecución
Administrativa de su servicio, igualmente deberá establecer normas en cuanto a
remuneración tales como pagos fuera de hora de trabajo y específicos de acuerdo a
horarios diarios, nocturnos, fines de semana de acuerdo a sitios y riesgos por medio de
mecanismos tales como, pago por disponibilidad u horas extras, entre otros.

Artículo 12º.- El personal Médico de Planta deberá ser especialista en Medicina de


Emergencia, Cirugía, Traumatología, Ginecobstetricia, Pediatría, Medicina Intensiva, entre
otros y deberán mantenerse entrenados en los avances que en área de atención
Prehospitalaria que considere la jefatura médica.

Capítulo III
Aspectos Generales de Orden y Disciplina

Artículo 13º.- La atención médica y el manejo Prehospitalario de pacientes, se regirá por el


código de ética y deontología médica, así como por los protocolos o normas establecidos
por la jefatura medica de cada servicio, el presente reglamento, según los niveles
académicos de su personal y los protocolos de atención que surjan del sistema de
regulación del Ministerio de Salud, el cual debe ser conocido por el personal Médico,
Técnicos y asistentes de emergencias médicas, los cuales deben ser conocidos
perfectamente y del que no podrán alegar desconocimiento, su conocimiento formara parte
del pensum de evaluación regular.

Artículo 14º.- Durante todo momento las unidades ambulancias clasificadas dentro de cada
una de las categorías mencionadas en el Capítulo II del presente Reglamento, deberán
portar los equipos mínimos descritos y en óptimas condiciones de funcionamiento. El
personal deberá utilizar en sitio visible, el carnet que lo acredita para tripular la ambulancia
según su nivel académico. Las instituciones podrán en el carnet el nivel o grado que
corresponda; PAB, APA, AEM, TEM, Paramédico, Médico, Medico Emergenciólogo, Medico
69

Jefe o Director Médico y deberán presentarlo en el momento que le sea requerido.

Artículo 15º.- De las insignias para uso del personal:


Se prohíbe a todo el personal utilizar parches, escudos o emblemas para los que no está
acreditado, ni de organismos o instituciones a las cuales no pertenezca. Cada persona
usara la insignia que indique su nivel. Y utilizara la insignia de la estrella de la vida color
azul. En el lado derecho de la camisa o uniforme portara una insignia lineal que indique su
nivel académico (AEM, TEM, Paramédico, Médico). En caso de haber recibido cursos de
especialidades, traerán las insignias respectivas.

Artículo 16º.- El personal Médico podrá usar La Estrella de la Vida en color azul con borde
dorado. Artículo 17º.- Para obtener un certificado de actualización, el personal APA, AEM,
de atención de Emergencias Prehospitalaria deberá realizar una actualización teórica
práctica cada dos años.

Capítulo IV
Del orden jerárquico para la atención de emergencias Prehospitalarias.

Artículo 18º.- Si en el sitio de la emergencia se halla un médico, que conozca el problema


que presenta el paciente y solicita la ayuda respectiva, este médico será el responsable del
mismo y cualquier personal que acuda, cumplirá sus órdenes excepto que las mencionadas
transgredan las normas o protocolos establecidos, lo que conllevara a la solicitud inmediata
de intervención de Jefatura Medica respectiva, para manejo del caso.

Artículo 19º.- En accidentes en la vía pública u otros lugares donde no hay un médico de
cabecera, el médico Jefe del servicio Prehospitalario asumirá la responsabilidad en la
atención del o de los pacientes, y el personal médico que se presente a la escena del
accidente previa identificación, colaborara en la atención de las victimas coordina por la
jefatura. El resto del personal acatara las órdenes dictadas por cualquier medio de
comunicación.

Artículo 20º.- Si no hubiese médico en el lugar de los hechos, el personal de la ambulancia


de Soporte Avanzado, evaluara la situación y procederá a iniciar tratamiento conforme a los
protocolos establecidos por su instrucción y se comunicara con la brevedad del caso con
su médico de guardia o el médico jefe del Servicio de Atención Prehospitalaria, quien en
base a la información de la transmisión biomédica, dictara las acciones a seguir por su
personal autorizado.

Artículo 21º.- El personal de Soporte Básico de Vida (APA y AEM), cooperara y actuara en
forma diligente y respetuosa, las ordenes que le sean giradas por el personal de soporte
avanzado o los médicos Prehospitalarios, debiendo cumplirlas de forma diligente y
respetuosa.

Artículo 22º.- En caso de una emergencia en donde no se requiera de unidades de Soporte


Avanzado y el personal de Soporte Básico se presente al lugar, valoraran al paciente, le
aplicaran los primeros auxilios y trasladan al centro hospitalario más adecuado.

Artículo 23º.- Si el paciente durante el traslado sufre complicaciones que escapa del
alcance, el AEM, solicitaran de inmediato por medio del operador de radio, la ayuda de las
unidades de soporte avanzado, procurando encontrarse con estas en la ruta hacia el
hospital. En estos casos el radio operador o despachador, coordinara y canalizara la ayuda
que le sea requerida ante cualquier situación imprevista.
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Artículo 24º.- Los radio operadores de las oficinas de comunicaciones, estarán atentos a
coordinar la labor de las unidades ambulancia y de rescate, no solo a solicitud de estas sino
también para determinar si el despacho de las mismas corresponde a una unidad de soporte
básico, intermedio o avanzado, con base a la información recibida coordinando entre las
entidades prestatarias de estos servicios, el despacho de las mismas.

El radio-operador y despachadores de las oficinas de comunicación deberán cumplir con


los siguientes requisitos en cuanto a su capacitación:
Asistente de Emergencias Médicas.
Curso de Capacitación en comunicaciones
Curso de relaciones humanas y públicas.
Curso de ética y moral médica (1 semana).

Artículo 25º.- En caso de que se requiera informar a uno o varios hospitales o a los medios
de comunicación sobre un accidente y brindarle datos sobre lo sucedido, tales como tipo
de accidente, cantidad de pacientes y víctimas, tratamientos efectuados, hora aproximada
del arribo, complicaciones y demás, solo el jefe médico Prehospitalario estará facultado
para realizarlo o en su lugar, y en su ausencia, la persona en la cual se designe esa función.

Solo en casos excepcionales, a juicio del jefe médico, se facultará al radioperador para
brindar tal información, lo mismo regirá para dar informes a la prensa o a cualquier otra
persona o institución interesada en el caso, sobre la condición de los pacientes y demás
datos.

Artículo 26º.- Ante Cualquier emergencia calificada, el radioperador deberá localizar al jefe
médico, de forma inmediata para informar el caso y este se desplace a la escena del evento
o que se mantengan en sintonía.

Artículo 27º.- En caso de emergencia masiva, el personal de las unidades de soporte


avanzado y su jefatura serán los Oficiales de Triage y de Coordinación con los hospitales
pertinentes a la atención y recibo de los pacientes y aplicaran tratamientos a criterio de los
médicos a cargo que requieran los pacientes en la escena o durante el traslado al hospital.

El resto del personal cumplirá las indicaciones que el oficial a cargo del transporte les
indique, como puede ser, prioridades de traslado, hospital receptor, unidad que lo
trasladará, etc.

Artículo 28º.- En toda emergencia el orden jerárquico que se deberá cumplir con base al
nivel profesional y autorización colegiada será;
Médico de cabecera,
Medico jefe Prehospitalario,
Médico asistente Prehospitalario,
Médicos voluntarios en la escena,
Paramédico TSU en Emergencias Prehospitalarias,
Técnico Medio en Emergencias Prehospitalarias,
Asistente en Emergencias Prehospitalarias,
Asistente de Primeros Auxilios.

Capítulo V
Equipo indispensable que debe portar todo vehículo que sea utilizado como ambulancia y/o
unidad de rescate.
71

Artículo 29º.- Toda ambulancia o vehículo para trasporte de pacientes, deberá ser revisada
y catalogada conforme a las siguientes descripciones de clase, por el Ministerio de Sanidad
y Asistencia Social, las que determinan el tipo de atención que brindaran, conforme a la
clasificación previa de las mismas de la siguiente forma:
Tipo A (Avanzada)
Tipo B (Intermedia)
Tipo C (Básica)

El Ministerio de Salud vigilará que los equipos y el personal que debe llevar cada unidad,
según su clasificación, siempre sea el correcto.

Artículo 30º.- El personal de las ambulancias que incumplan con el nivel académico y las
unidades que incumplan con el equipo mínimo requerido según su categoría, podrán ser
reportadas al Ministerio de Salud, el que llamará la atención a la jefatura médica o a la
entidad que pertenece la misma, por permitir su circulación y atención de pacientes en
forma incorrecta. Deberán ponerse a derecho, de lo contrario el Ministerio de Salud les
suspenderá la acreditación.

Para este efecto el Ministerio de Salud, realizará inspecciones oculares de los servicios de
atención de emergencias Prehospitalarias tanto en las bases de despacho como a su
llegada a los servicios de emergencia de los diferentes hospitales del país, al menos una
vez al año.

Artículo 31º.- Dicha inspección podrá ser con o sin previo aviso y para la ejecución de la
misma el Ministerio de Sanidad, asignará personal correspondiente. De la inspección se
levantara un acta cuyo original quedará en la unidad evaluada y una copia en poder del
inspector, la que deberá firmar el paramédico o funcionario de la institución presente en el
acto, al finaliza la revisión.

Artículo 32º.- Cualquier anomalía en la operación de los vehículos o de los procedimientos


que aquí se regulan, deberá ser reportado al médico jefe del servicio, con copia a su
autoridad superior. La omisión en cuanto al equipo o personal calificado que corresponde a
cada vehículo según el presente reglamento, será considerado como falta grave y podrá
suspender el funcionamiento de manera inmediata hasta que la institución o entidad
solucione tal omisión.

De presentarse situación similar en más de una ocasión, el Ministerio de Salud podrá el


permiso de funcionamiento de dicha unidad en su categoría y recalificarla según el presente
reglamento en un nivel inferior por el termino de tiempo que se considere conveniente o
hasta que se cumpla con los requisitos exigidos.

Artículo 33º.- En los servicios de soporte avanzado, la ausencia de jefatura médica es


causal de reclasificación inmediata de las unidades al nivel próximo inferior y su personal
laborara conforme a ese nivel de atención.

Artículo 34º.- En caso de continuar situaciones anómalas en el servicio, previamente


amonestado, el Ministerio de Sanidad, podrá cancelar el permiso de funcionamiento del
servicio infractor por el tiempo que se considere necesario o de forma permanente.

Capítulo VI
Del equipamiento de las Ambulancias según su nivel de atención.

Artículo 35º.- Las ambulancias Tipo C, deberán contar con el siguiente equipo:
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a.1. Camilla con cinturones de seguridad.


b.1. Botiquín de primera intervención (PI.), ya bien sea plástico o madera, conteniendo el
siguiente material: Rollos de Gasa de varios tamaños. Apósitos de gasa de varios tamaños,
Apósitos especiales para trauma, Tijeras grandes, Protector para lengua, Alcohol,
Esparadrapo, Algodón
c.1. Otros materiales y equipos, 3 pañuelos triangulares Nro. 10, 3 collarines cervicales
(grande, mediano, pequeño), 1 férula larga de espalda con faja, 1 recipiente con agua
estéril, 1 recipiente con agua potable, 1 paquete de bolsas plásticas, 1 recipiente con azúcar
granulada, 1 linterna con baterías y un juego de repuesto, 1 paquete de vasos desechables,
1 extintor de CO2 o Polvo Químico, 1 triangulo de seguridad, 2 chalecos reflectivos, 1 caja
de guantes de látex.

Artículo 36º.- Las ambulancias intermedias Tipo B, contaran al menos con el siguiente
equipo:
El descrito para las ambulancias Tipo C además de; Cánula orofarígeas (mayo), 6 tamaños
de cada una; Férula de tracción (adulto y niño); Férula corta de espalda con faja de
seguridad, Camilla scoope con fajas de seguridad; Equipo de radiocomunicación portátil;
Collarines tipo Philadelfia tres tamaños; Inmovilizadores de cabeza; Set de cinturones de
seguridad; Frazadas y sabanas; Paños pequeños; Libreta para anotar, y además de lo
anterior procura contar con un MAST o pantalón antishock.

Artículo 37º.- Las ambulancias avanzadas Tipo A, deben contar al menos con el siguiente
equipo: Todo el descrito para las ambulancias tipo B, además del siguiente; Monitor
desfibrilador portátil con electrodos, cables y todo lo necesario para su óptimo
funcionamiento; Glucotest portátil y cintas; Equipo de intubación oro traqueal, laringoscopio
con tres hojas, guiadores, tubos oro traqueales Nro. 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, etc. Válvula de
demanda de oxigeno; Equipo de extrincación KED niños y adultos; Macro y micro goteros;
Angiocaths y pericraneales; Soluciones endovenosas varias; Sistema de nebulización de
pared y portátil, Maletín con Equipo para atender paro; Equipos obstétricos; 2 sabanas
estériles, Toallas sanitarias; 2 cobijas una para bebes; Hilo y pinzas para cordón umbilical,
Un mango de bisturí y sus hojas; Papel de aluminio, Tijera estéril, Dos pinzas mosquito
estéril y 1 pera.

Artículo 38º.- Los vehículos especiales para rescate, solo podrán ser tripulados por personal
entrenado para este efecto a criterio del jefe médico. Estos vehículos deben tener el
siguiente personal:
Conductor, AEM con capacitación en Manejo Vehicular de Emergencia.
Rescatadores AEM y TEM con preparación en Rescate Vehicular y Vertical.

Artículo 39º.- Además estos vehículos deben llevar los siguientes equipos:
Trajes de neopreno y cuero, Chalecos reflectivos, Botas de seguridad, Impermeables,
Extintores de 30 libras de Polvo Químico y/o CO2, Radios de comunicación portátiles en
número de 2, Guantes de protección y Mascara antigas.

Artículo 40º.- El vehículo de rescate será de apoyo para las ambulancias. Las
características de los equipos a ser utilizados en estas unidades quedaran a criterio de la
jefatura, conforme a los avances tecnológicos, las condiciones de necesidad y posibilidades
económicas de las entidades prestadoras de servicios.

Capítulo VII
Disposiciones Finales

Artículo 41º.- El Paramédico, para poder hacer ejercicio de sus conocimientos y destrezas,
73

debe poseer título universitario correspondiente (TSU EPH), estar registrado en el Ministerio
de Sanidad y Asistencia Social, e inscrito en Colegio de Médicos correspondiente,
reglándose en el desempeño de sus fines por lo estipulado en el presente reglamento.

Artículo 42º.- En el manejo del análisis de faltas y contravenciones por parte de los APA y
AEM, será por el estudio del caso en una comisión que conformara para tal fin.

Artículo 43º.- El fallo o sanción que se otorgue deberá ser comunicado tanto al funcionario
afectado como a las instituciones prestatarias de los servicios.

Artículo 44º.- El presente Reglamento entra a regir a partir de su publicación.

Ley Orgánica de Salud, Gaceta Oficial Nº 36.579 de fecha 11 de Noviembre de 1998:

La rectoría y planificación:

Artículo 5. El Ministerio de la Salud será el órgano rector y planificador de la administración


pública nacional de la salud. Ejercerá la dirección técnica y establecerá las normas
administrativas, así como la coordinación y supervisión de los servicios destinados a la
defensa de la salud, de conformidad con lo previsto en la Ley Orgánica de la Administración
Central y demás leyes referidas a la materia.

Artículo 11. El Ministerio de la Salud tendrá las siguientes atribuciones: Establecer la política
del Estado en materia de salud. Dictar quinquenalmente el Plan Nacional de Salud, el cual
comprenderá las políticas para la salud y los planes extraordinarios ante situaciones de
emergencia. Ejercer la supervisión y evaluación continua de los servicios públicos para la
salud .Ejercer la alta dirección de las autoridades públicas en salud, de los establecimientos
de atención médica y de los programas de asistencia social y de saneamiento ambiental en
toda la República; En caso de emergencia sanitaria declarada por el Ejecutivo Nacional en
virtud de catástrofes, desastres y riesgos de epidemias, con el fin de acometerlas medidas
necesarias de protección y preservación de la salud y garantizar la atención oportuna, eficaz
y eficiente a las comunidades afectadas.

Ley Orgánica de Seguridad de la Nación, Gaceta Oficial Nº 37.594, del 18 de diciembre


de 2002:

Capítulo II. De la Defensa Integral de la Nación


Órganos de seguridad ciudadana

Artículo 23. De acuerdo con lo previsto en la Constitución y las leyes, el Ejecutivo Nacional
organizará un cuerpo uniformado de policía nacional, un cuerpo de investigaciones
científicas, penales y criminalísticas, un cuerpo de bomberos y una organización de
protección civil que atenderá las emergencias y desastres, las cuales, sin menoscabo de
las funciones específicas que se les asignen, deben trabajar coordinadamente a los fines
de garantizar la preservación del orden interno.

Sistema de Protección Civil

Artículo 24. El Sistema de Protección Civil se entenderá como una gestión social de riesgo
74

en la cual actúan los distintos órganos del Poder Público a nivel nacional, estadal y
municipal, con la participación de la sociedad, y se extiende desde la planificación del
Estado hasta procesos específicos, con miras a la reducción de la vulnerabilidad ante los
eventos de orden natural, técnico y social.

Gestión social de riesgo

Artículo 25. La gestión social de riesgo comprende los objetivos, programas y acciones que
dentro del proceso de planificación y desarrollo de la Nación, están orientadas a garantizar
la calidad de vida de los ciudadanos y las ciudadanas, promoviendo el desenvolvimiento de
los aspectos de prevención, preparación, mitigación, respuesta y recuperación ante eventos
de orden natural, técnico y social que puedan afectar a la población, sus bienes y entorno,
a nivel nacional, estadal y municipal.

Decreto N° 15 del jueves 31 de mayo de 1990, Gaceta Oficial Nº 34.479, crea la División
de Seguridad y Prevención de Accidentes y Hechos Violentos, del Ministerio de Sanidad
y Asistencia Social adscrita a la Dirección de Epidemiología y Programas de Salud:

Establecer normas, pautas y procedimientos para seguridad y prevención de los accidentes


y hechos violentos.

Artículo 2.- La División de Seguridad y Prevención de Accidentes y Hechos Violentos tendrá


las siguientes funciones: a.- Definir políticas y programas de prevención de accidentes y
sistemas de información, así como la planificación de las actividades relacionadas con sus
funciones b.- Mantener sistemas de registro de información y vigilancia epidemiológica de
los accidentes y hechos violentos a nivel nacional. c.- Establecer normas, pautas y
procedimientos para la seguridad y prevención de los accidentes y hechos violentos y vigilar
el cumplimiento de los mismos.

Objetivos: Específicos:
1. Promover la adecuada Atención Prehospitalaria a todos los lesionados.
2. Proporcionar el manejo adecuado de los accidentados por parte de terceros, en caso
de no recibir Atención Prehospitalaria.
Estrategias: Promover que los cuidados de Atención Integral de Salud, sean ejecutados por
personal calificado, estimulando además la atención oportuna y de calidad ante el accidente
y sus complicaciones.
3.- Promover la creación de Servicios Médicos Prehospitalarios debidamente ajustados a
la Normativa existente, afín de brindar respuesta oportuna en el menor tiempo posible.
Campo de Aplicación: Es obligatoriedad de las Direcciones Regionales de Salud, garantizar
la implementación de la Norma y cumplimiento de la misma, tanto a nivel público como
privado, estados centralizados y descentralizados.
Disposiciones Generales:

En prevención primaria, las mismas se especifican según los elementos de la triada


epidemiológica huésped, agente, medio.

En prevención secundaria se detallan las disposiciones para la atención del accidentado,


que básicamente se fundamenta en lo referente a la Atención Prehospitalaria, que la que
se da al individuo accidentado; la misma incluye manejo del lesionado en el sitio del suceso,
así como el traslado del mismo hasta un centro asistencial. Atención Prehospitalaria,
75

constituye el momento, dentro de la historia natural de los accidentes, en el que se brinda


prevención secundaria, es decir, acciones dirigidas a disminuir o limitar la gravedad de las
lesiones; por lo que el tratamiento y traslado se convierten en un punto crucial durante esta
etapa.

La prevención terciaria, los sistemas de atención al trauma han demostrado la reducción de


la mortalidad del politraumatizado, cuando se dispone de sistemas integrales de atención a
este tipo de paciente: sistemas fundamentado en:
a. Acceso directo al sistema.
b. Cuidados (atención) Prehospitalarios, atención in situ, por personal adecuado y en
tiempos óptimos.
c. Cuidados hospitalarios, siendo necesario para determinados niveles de gravedad el
trasladar al paciente a centros con el nivel de tecnología y recursos adecuados (referencia).
d. Rehabilitación.

A.- Disposiciones sobre el factor humano


a) Accidentes viales
b) Accidentes en el hogar
c) Accidentes laborales
d) Accidentes recreacionales (normas y manuales de prevención y seguridad por los
responsables de las actividades).
Recomendaciones:

Las recomendaciones se sugieren para que el individuo y la comunidad reconozcan y


detecten los riesgos y de esta manera eviten los accidentes: a) Caídas. b) Quemaduras. c)
Intoxicaciones o envenenamientos. d) Heridas. e) Casi-ahogamiento o asfixia. f) Otras.

B.- Disposiciones sobre vehículos y maquinas.

C.- Disposiciones sobre el medio:


a) Disposiciones sobre el medio vial.
b) Disposiciones sobre el medio doméstico, laboral y recreacional

D.- Disposiciones Generales para la Atención Prehospitalaria al accidentado:


1.- Todo individuo, víctima de un accidente, deberá recibir Atención Prehospitalaria, en
tiempo oportuno, de manera de garantizar el mínimo daño durante ese momento.
2.- Todo individuo, víctima de un accidente, dependiendo del compromiso de su condición
física, deberá ser trasladado en unidades ambulancias de soporte básico, intermedio o
avanzado de vida.
3.- Toda ambulancia que preste servicio de Atención Prehospitalaria, según sea su
clasificación, deberá contar con el equipo estipulado por el Reglamento Interno para los
servicios de Atención Medica Prehospitalaria.
4.- Toda ambulancia destinada a brindar Atención Medica Prehospitalaria, deberá ser
tripulada por personal para tal fin y el número de integrantes de la unidad según el tipo de
unidad.

E.- Disposiciones Generales para la Atención Prehospitalaria y Hospitalaria al accidentado:


1) Disposiciones generales para la valoración inicial del paciente politraumatizado o
multisistémico.
2) Disposiciones específicas para la valoración del paciente con trauma cráneo-encefálico.
3) Disposiciones específicas para la valoración del paciente con trauma torácico.
4) Disposiciones específicas para la valoración del paciente con trauma abdominal.
5) Disposiciones específicas para la valoración del paciente con trauma raquimedular o
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espinal.
6) Disposiciones generales para la valoración inicial del paciente con quemaduras.
7) Disposiciones generales para la valoración inicial del paciente víctima de casi-
ahogamiento por inmersión.
8) Disposiciones generales para la valoración inicial del paciente con golpe de calor.

Decreto N° 533 del 18 de noviembre de 1974, dispone que el Ministerio de Sanidad y


Asistencia Social forme parte integrante de la Comisión Nacional de Defensa Civil. Oficina
Nacional Sectorial de Defensa Civil Salud (antes). Coordinación de Atención de
Emergencias y Desastres (actualmente).

Resolución Nº G 840 Del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social "Programa nacional


de formación y capacitación del recurso humano del sector salud y la comunidad en
primeros auxilios, emergencias médicas y medicina de emergencia, Gaceta Oficial Nº
34.793 del 06 de septiembre de 1991:

Artículo 1. Se crea el "Programa Nacional de Formación y Capacitación del Recurso


Humano del Sector Salud y la Comunidad en Primeros Auxilios, Técnicos en Emergencias
Médicas y Medicina de Emergencia Prehospitalaria", adscrito a la Oficina de Defensa Civil.
Artículo 2. El Director de la Oficina de Defensa Civil, será el Coordinador del Programa
Nacional de Formación y Capacitación.

Artículo 3. El Coordinador del Programa Nacional de Formación y Capacitación junto con la


Dirección de Recursos Humanos, elaborará los PENSUM de los estudios.

Artículo 4. La Oficina de Defensa Civil en Coordinación con la Dirección de Recursos


Humanos, Establecerá Por Vía De Reglamento Interno los requisitos de los aspirantes, las
credenciales que se otorguen y cualquier otra gestión para la Ejecución de sus Programas.

Artículo 5. Esta Resolución entrara en vigencia a partir de seis (6) meses de su Publicación
en la Gaceta Oficial. Comuníquese y publíquese.

Cursos de Asistente de Primeros Auxilios, Atención Medica de Emergencia, Medicina de


Emergencia Prehospitalarias, Emergencias Médicas, y Técnicas de Rescate y Emergencias
Prehospitalarias, Medicina de Emergencia y Desastres.

Niveles de Formación del Técnico en Emergencias Prehospitalarias Hay tres niveles de


formación diseñados en Venezuela, por la Oficina de Defensa Civil y la Dirección de
Emergencia y Medicina critica del Ministerio de Salud y Desarrollo Social (MSDS) 1993.
Estos niveles son:
I.Asistente en Emergencia Prehospitalaria – Básico (Curso Asistente EPH)
II.Técnico Medio en Emergencia Prehospitalaria – Intermedio (curso Técnico)
III.Técnico Superior Universitario en Emergencia Prehospitalaria – Superior (carrera).

Actualmente se propone el Técnico en Emergencia Prehospitalaria Avanzado que es un


77

Profesional Universitario con estudios de 4to nivel, Licenciatura.

Resolución Nº G 1.056 Del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social Programa Nacional


de Comunicación y Transmisión Biomédica de los Servicios Médicos de Emergencia, en
el cual se Integren los Sistemas de Atención Médica a nivel Hospitalario y Prehospitalario,
Gaceta Oficial Nº 34.962 del 01 de abril de 1991:

Artículo 1.- Crear el Programa Nacional de Comunicación y Transmisión Biomédica de los


Servicios Médicos de Emergencia, en el cual se Integren los Sistemas de Atención Médica
a nivel Hospitalario y Prehospitalario del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, Instituto
Venezolano de los Seguros Sociales, Dirección de Salud de la Gobernación del Distrito
Federal, Cruz Roja Venezolana así como aquellas instituciones que cuentan con Servicios
Médicos de Atención y Traslado Prehospitalario debidamente constituidos y autorizados por
el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, (Cuerpo de Bomberos, Defensa Civil, Policías
y otros organismos) adscritos a la Oficina de Defensa Civil del Ministerio de Sanidad y
Asistencia Social.

Artículo 2.- El director de la Oficina de Defensa Civil del Ministerio de Sanidad y Asistencia
Social, será el coordinador del programa Nacional de Comunicación Transmisión Biomédica
de los Servicios Médicos de Emergencia.

Artículo 3.- La Oficina de Defensa Civil del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social en
Coordinación con el Ministerio de Transporte y Comunicaciones, Establecerán Por Vía
Reglamento Interno, los componentes del Programa, las Normas de funcionamiento, los
Recursos Humanos y Técnicos, y cualquier otra disposición o gestión para la ejecución del
Programa. Comuníquese y Publíquese.

Transmisión Biomédica Es la transmisión de los diferentes valores fisiológicos de los


pacientes a través de telemetría, vía telefónica o cualquier otro medio de comunicación
existentes.

Objetivo General: Que sirva como un medio de identificación oportuna a las situaciones de
emergencia para el despacho rápido del personal y vehículos apropiados, y la notificación
al hospital que permita brindar atención médica calificada.

Objetivos Específicos:
1. Fomentar por los médicos este sistema y cerciorarse de que quienes respondan las
llamadas tengan el conocimiento y el adiestramiento para despachar el personal
Prehospitalario apropiado, dar información sobre los primeros auxilios a quien llama,
cuando esté indicado.
2. Promocionar ante el público en general la utilización de este número telefónico.
3. Garantizar por el sistema un despacho rápido del personal apropiado, una vez que se
recibe la solicitud de ayuda.
4. Garantizar al personal de ambulancia la posibilidad de comunicarse con el hospital de
destino en forma directa e indirecta.
5. Facilitar al personal de ambulancia que pueda hablar con el médico autorizado de la
emergencia del hospital receptor, para que le dé instrucciones según los protocolos de la
institución receptora.
6. Permitir la comunicación entre los diversos servicios de emergencia de los diferentes
78

hospitales.

Control Médico Es el proceso mediante el cual, el Médico supervisa, guía y controla la


atención Prehospitalaria mientras está teniendo lugar. El control médico consta de tres
componentes, cada uno interrelacionado para conformar el control médico centralizado.

Estos tres componentes son: 1. Prospectivo: Desarrollo de los protocolos Prehospitalarios.


2. Intermedio: Transmisión Biomédica. 3. Retrospectivo: Evaluación de la calidad de
atención médica Prehospitalaria, los protocolos y el sistema de emergencia médica. Los
médicos responsables del control retrospectivo, inmediato y prospectivo son los médicos
especialistas en medicina de Emergencia. Funciones:
I. Reconocimiento de las emergencias y primeros auxilios.
II. Iniciación de la repuesta del sistema (171).
III. Tratamiento en la escena por personal Prehospitalario.
IV. Traslado con soporte avanzado de vida por Paramédicos/Médico.
V. Tratamiento en el hospital en la unidad o departamento de Emergencia y Medicina
crítica.
VI. Comunicaciones entre paciente al sistema, despacho a la ambulancia, paramédico al
médico en línea.
VII. Educación y capacitación a médicos, enfermeras y técnicos.
VIII. Planificación y organización.
IX. Evaluación e investigación.

Resolución Nº G 1.540 Del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, Gaceta Oficial Nº


35.216 del 19 de mayo de 1993, “Reglamento del Departamento de Emergencia y
Medicina Crítica”:

Artículo 3.- Los objetivos del Departamento de Emergencia y Medicina Critica son:
a.- Normar, ejecutar, supervisar y controlar para que los diferentes servicios que lo integren
estén en capacidad de prestar asistencia oportuna y eficaz a los pacientes en estado crítico,
bien sea en el área de emergencia o en la hospitalización especializada.
b. Impartir docencia en todos sus niveles, utilizando los recursos de asistencia del hospital
programas especialmente diseñados para dotar al personal que trabaja en el, de los
conocimientos científicos y técnicos, así como las destrezas y habilidades en esa
especialidad.
c. Colaborar en la programación docente de los cursos dictados en el Hospital, tanto a nivel
medico como técnico(Medicina de Emergencias Prehospitalarias) en las áreas que le son
propias, así como en aquellas que le sean requeridas por los instructores de tales cursos,
y en cualquier otra actividad docente que le sea solicitada por la Dirección del Hospital.
d. Organizar, supervisar y controlar la asistencia de emergencia Prehospitalaria, mediante
el uso de ambulancias especialmente dotadas, así como el personal técnicamente
adiestrado (en Medicina de Emergencias Prehospitalaria) para asistir a pacientes desde el
sitio que ocurran los daños críticos.

Artículo 5.- El cuerpo médico; Deberán colaborar en los programas docentes encaminados
a la formación, ampliación y actualización e conocimientos del personal técnico (en
Medicina de Emergencias Prehospitalarias) necesario en el hospital y el servicio
Prehospitalario

Artículo 7.- La estructura del Departamento de Emergencia y Medicina Crítica es la


79

siguiente: Un Servicio de Emergencia formado por la Unidad de Emergencia de Adultos, la


Unidad de Emergencia Pediátrica, la Unidad de Trauma y Shock, la Unidad de Atención
Prehospitalaria, Unidad de Comunicación y Transmisión Biomédica y la Unidad de Servicios
Auxiliares. Este Servicio de Emergencia Tiene como Objetivos: clasificar con criterios
adecuados la condición del paciente, en función de la atención que requiera (prehospitalaria
y/o hospitalaria).

La Unidad de Atención Prehospitalaria que comprende:


a) Ambulancias especialmente dotadas
b) Personal adiestrado (Técnicos en Medicina de Emergencias Prehospitalarias -
Paramédicos).
c) Unidad de Comunicación y Transmisión Biomédica Unidad de Servicios Auxiliares.

Artículo 17.- Son funciones del Consejo Departamental:


a.- Conocer los problemas que puedan presentarse en el Departamento y recomendar las
posibles soluciones a implantar.
b.- Asesorar al Jefe del Departamento sobre nuevos programas docentes que pudieran
mejorar el nivel técnico y/o científico del personal.

Artículo 21.- Son obligaciones de los Jefes de Servicios:


a.- Vigilar porque se apliquen correctamente las normas de trabajo médico y administrativo
del Servicio y recomendar al jefe del Departamento las modificaciones que a su juicio
puedan conducir a su mejor funcionamiento.
b.- Actuar como consultor del personal médico y técnico (en Medicina de Emergencia
Prehospitalaria) de su servicio y en particular de los médicos residentes e internos con los
cuales realizara los fines docentes.
c.- El Jefe del Servicio de Emergencia planificara, supervisara y controlara el trabajo que
realice el personal (Técnicos en Medicina de Emergencias Prehospitalarias) de la Unidad
de Atención Prehospitalaria.

Artículo 26.- Son obligaciones de los médicos asignados por otros Departamentos:
a.- Actuar como Consultor del Cuerpo Médico de Residentes, Enfermeras y Técnicos (en
Medicina de Emergencias Prehospitalarias) del Servicio.
b.- Realizar personalmente las labores que le sean asignadas por los Jefes de Servicios y
supervisar las actividades realizadas por los Médicos Residentes, Internos y Técnicos (en
Medicina de Emergencias Prehospitalarias), en pacientes a su cuidado.

Artículo 33.- Son obligaciones de los Médicos Residentes: Actuar como monitor de los
Médicos Internos, Enfermeras y Técnicos (en Medicina de Emergencias Prehospitalarias)
del Servicio y otros profesionales.

Artículo 35.- Todos los Médicos del Departamento están en la obligación de cumplir las
leyes y Reglamentos de Ejercicio de la Medicina, al igual que las disposiciones que dicte el
Ministerio de Sanidad y Asistencia Social y en particular el presente Reglamento.

Resolución N° 88 del Ministerio del Poder Popular para la Salud, la creación de las
Coordinaciones Regionales de Prevención de Riesgo y Atención de Emergencias y
Desastres, Gaceta Oficial Nº 39.445 de 14 junio de 2010.
80

Artículo 1. Se crean las Coordinaciones de Prevención de Riesgo y Atención de


Emergencias y Desastres en cada una de las Direcciones Estadales de Salud del Pals
y dependerán directamente del Director Estadal de Salud.

Artículo 2. Serán funciones de la Coordinación& de Prevención de Riesgo y Atención de


Emergencias, aquellas orientadas a reducir la vulnerabilidad de las Direcciones Estadales
de Salud ante situaciones de emergencias y desastres, tales como:
1. Supervisar el cumplimiento de políticas, regulaciones y normas emanadas del nivel
central para el abordaje integral, desde el sector salud de las situaciones de emergencias
y desastres.
2. Diseñar estrategias y desarrollar acciones que garanticen la implantación en cada uno
de los estados del país, de medidas de prevención, preparaci6n, mitigación y respuesta del
sector salud ante situaciones de emergencias y desastres.
3. Implantar, coordinar y controlar los mecanismos, métodos y procedimientos para el
abordaje integral desde el sector salud de las situaciones de emergencias y desastres,
según la realidad de cada estado.
4. Verificar el desarrollo de las medidas que permitan proporcionar atención en materia
de salud física y mental, general y especializada, integral de calidad a las personas
afectadas por emergencias y/o desastres, con énfasis en los grupos vulnerables de la
población.
5. Desarrollar los programas de capacitación y adiestramiento en servicio del personal de
salud, voluntariado y de las diversas comunidades, a través de los Comités de Salud, para
la prevención, mitigación, atención integral de las personas afectadas por desastres,
recuperación y rehabilitación.
6. Propiciar y supervisar el establecimiento de la organización del sector salud pare Ia
actuación frente a desastres con base en los Comités para Emergencias y Desastres de
Hospitales, Distritos Sanitarios, y Ambulatorios con participación de las comunidades, con
Ia finalidad de promover la participación protagónica en Ia preparación, mitigación y
respuesta ante situaciones de desastres.
7. Aplicar las medidas necesarias para Ia protección de la salud integral, física y mental
de los trabajadores sanitarios en situaciones de emergencias y desastres.
8. Gestionar la asignación de recursos técnicos y financieros para el desarrollo de las
acciones de su competencia.

Artículo 3. Serán funciones del Coordinador de Prevención de Riesgo y Atención de


Emergencias y Desastres:
1. Impulsar la implantación y desarrollo de políticas, planes, programas y proyectos
orientados a Ia reducción del riesgo de emergencias y desastres en la organización sanitaria
dependiente de Ia Dirección Estadal de Salud de Ia cual dependa.
2. Difundir y supervisar el cumplimiento de normas, leyes, decretos, acuerdos, protocolos
en materia de gestión de riesgo tanto nacionales como intencionales, promoviendo su
actualización y adecuación a las realidades estadales
3. Dirigir y coordinar las actividades de los distintos organismos que conforman Ia
organización de las Direcciones Estadales de Salud pare la reducción del riesgo y Ia
atención de desastres, la cual tiene su base en los Comités para Emergencias y Desastres.
4. Definir los indicadores de proceso y evaluación pare medir el avance de las actividades
de preparación
5. Dirigir, supervisar y controlar Ia elaboración de los planes de gestión de riesgo y de
contingencia de los establecimientos, dependencias y Direcciones Estadales de Salud.
6. Promover y supervisar la realización de Simulaciones y Simulacros.
7. Recomendar la activación de los grupos operativos en cada dependencia en el orden
quo se requiera.
81

8. Realizar Ia Coordinación intersectorial a interinstitucional, en representación de las


Direcciones estadales de salud, con organismo gubernamentales y no gubernamentales,
con organizaciones internacionales y con las instituciones responsables de los servicios de
vivienda, comunicaci6n, energía eléctrica y abastecimiento de agua, identificación etc.
9. Diseñar y gestionar el desarrollo de los Programas de Capacitación y Adiestramiento
en servicio del personal de salud;
10. Coordinar la provisión del listado de medicamentos esenciales; materiales médico-
quirúrgicos y suministros para las situaciones de emergencia;
11. Verificar el cumplimiento de los Protocolos de Actuación de las diferentes disciplines
para Ia asistencia a Ia salud, física y mental de Ia población afectada por desastres, así
como para Ia protección de la salud del equipo de trabajadores sanitarios.
12. Dirigir y controlar el desarrollo de los proyectos de investigación que puedan aplicarse
en sus estados, durante las diferentes fases del desastre para caracterizar sus efectos
sobre la salud de Ia población.
13. Supervisar, en conjunto con las dependencias específicamente designadas a ese fin;
el cumplimiento de normas y estándares de construcción para garantizar que los
establecimientos sanitarios puedan resistir los peligros potenciales de los eventos adversos.
14. Impulsar Ia implantación y el desarrolle del Programa Nacional de Hospitales Seguros
Frente a Desastres.

Resolución N° 92 por la cual se crean los Comités para Emergencias y Desastres en


todas las dependencias del Ministerio del Poder Popular para la Salud (Direcciones
Estadales de Salud de cada uno de los Estados del país, del cual dependen todos los
demás comités; en las dependencias administrativas; en cada uno de los hospitales; en
los Distritos y Municipios Sanitarios y en los Ambulatorios tipo II y III). Gaceta Oficial N°
39.447 del 16 de junio de 2010:

Capítulo I Disposiciones Generales.

Artículo 1.- Se crean los comités para emergencias y desastres en todas las dependencias
del Ministerio del Poder Popular para la Salud, los cuales tendrán la responsabilidad de
elaborar, desarrollar, evaluar, controlar y los planes de emergencia y desastres de la
organización Sanitaria. Ante tales situaciones la organización convencional de las
dependencias del MPPS asume la estructura organizativa sustentada en los comités para
emergencias y Desastres

Artículo 2.- Los comités para emergencias y desastres estarán conformados de la siguiente
manera:
1. Un comité para emergencias y desastres de las direcciones estadales de salud en cada
uno de los estados del país, del cual dependen todos los demás comités.
2. Un comité para emergencias y desastres de las dependencias administrativas.
3. Un comité para emergencias y desastres de cada uno de los hospitales (tipo I, II, III y IV).
4. Un comité para emergencias y desastres en cada uno de los distritos y municipios
sanitarios.
5. Un comité para emergencias y desastres de las en cada uno de los ambulatorios tipo II
y III.

Capítulo II de los Comités para Emergencias y Desastres


82

Artículo 4. Los Comités para Emergencias y Desastres son equipos multidisciplinarios de


coordinación intra e inter institucional, responsables de Ia ejecución de acciones tendentes
a prevenir y mitigar las condiciones de riesgo y atender las diferentes situaciones de
emergencia en y desde los distintos establecimientos dependientes de las Direcciones
Estadales de Salud de cada uno de los Estados del país, según las directrices emanadas
de esas Direcciones.

Artículo 5. Los Comités pare Emergencias y Desastres, (CED) son la


instancia responsable de planificar, dirigir, asesorar y coordinar las
actividades de la institución relacionadas con los preparativos para
desastres que se hayan formulado en ella promoviendo la participación de todos los
funcionarios y personal del servicio, así como de Ia comunidad organizada, en las diferentes
actividades de preparación, mitigación y respuesta que el establecimiento deba efectuar
en función de posibles eventos adversos.

Artículo 6.- Los comités para emergencias y desastres tendrán las siguientes instancias:
a) Un (01) Comité ejecutivo el cual conduce Ia gestión del establecimiento o dependencia.
b) Un (01) Sub Comité operativo que llevará a cabo acciones directas de atención a la
salud de las personas.
c) Un (01) Sub comité asesor cuyos miembros participan en el análisis para la definición
de decisiones.
d) Un (01) Sub comité de apoyo que brinda asistencia general administrativa y logística.

Artículo 7.- Los Comités para Emergencias y Desastres (CED) funcionaran como
Comandos Operativos de Emergencia durante la fase de respuesta.

Artículo 8.- Los Comités para Emergencias y Desastres tienen los siguientes fines:
a) Generar una organización para emergencias y desastres que
proporcione a las Direcciones Estadales de Salud de cada uno de los Estados, la
posibilidad de ofrecer una respuesta coherente, organizada y oportuna a las necesidades
de atención de Ia población afectada por emergencias y/o desastres.
b) Propiciar la puesta en práctica de políticas, planes y programas
que orienten Ia vida institucional hacia la eliminación del riesgo de emergencias y desastres
y su adecuada atención en case de presentarse.
c) Implantar los principios, estrategias y procedimientos de Ia gestión
de riesgo de emergencias y desastres en la organización sanitaria dependiente de las
Direcciones Estadales de Salud.
d) Proporcionar al respectivo establecimiento de salud una visión que involucre. Los
diferentes actores que hacen vida en Ia dependencia en cuestión y de quienes depende el
funcionamiento de esta.

Artículo 9.-Los Comités pare Emergencias y Desastres tienen como funciones básicas las
siguientes:
a) Formular, dirigir, asesorar y coordinar las actividades institucionales, que se
consideren necesarias, Para el manejo de las emergencias y desastres (internas o
externas) tanto de origen natural como antrópico, propiciando la participación de todos los
trabajadores y de la comunidad organizada.
b) Elaborar, difundir, ejecutar y controlar el Plan para Emergencias y
Desastres, que, debe estar orientado a Ia preparación del personal de salud, para prevenir,
mitigar el impacto de eventos adversos y organizar la. respuesta institucional, incorporando
la comunidad a las acciones que deben llevarse a cabo ante situaciones de emergencias
y desastres,
83

c) Cumplir y hacer cumplir las directrices, normas y recomendaciones emitidas


desde las Coordinaciones de Prevenciones Riesgo y Atención de Emergencias y
Desastres y del Cornft6 pare Emergencias y Desastres de las Direcciones Estadales de
Salud.
d) Mantener actualizado el inventario de los recursos humanos con los que cuenta la
Institución, pare la respuesta ante emergencias y desastres.
e) Verificar las necesidades de insumos o suministros, estableciendo el periodo de
autonomía del establecimiento con base en sus reservas de medicamentos, agua,
combustible, equipos y alimentos.
f) Coordinar el programa de capacitación y entrenamiento en servicio dirigido al personal
del establecimiento.
g) Promover Ia conformación de las Brigadas pare Emergencias y Desastres, con personal
de las diferentes áreas, servicios y turnos y para diferentes actividades. A tal efecto podrán
conformarse Brigada de Prevención de Incendios, Brigada de Comunicación e Información,
Brigada de Evacuación y cualesquiera otras que sean necesarias.
h) Coordinar acciones con los Comités para Emergencias y Desastres de otras de su
ámbito geográfico.
i) Coordinar y planificar con las instituciones y grupos organizados de las comunidades, las
acciones destinadas a reducir, desde la comunidad, el riesgo de emergencias, y desastres
en los establecimientos de salud de la localidad respectiva.

Artículo 10. Son responsabilidades de los Comités para Emergencias y Desastres (CEO):
a) Velar que se realice el análisis de las amenazas internas y externas del establecimiento
o dependencia.
b) Impulsar la realización del análisis de vulnerabilidad estructural no estructural y funcional
del establecimiento o dependencia de salud.
c) Verificar la señalización de las instalaciones interna y extremamente, para facilitar Ia
identificación de las áreas, servicios, rutas de evacuación y en general Ia disposición
funcional del establecimiento o dependencia.
d) Determinar la capacidad de respuesta de los establecimientos asistenciales, en términos
de número de lesionados a atender ocasionados por el evento adverso.
e) Definir las áreas externas e internas para la expansión de Ia capacidad de los servicios
de salud, en caso de necesidad.
f) Plantear alternativas para Ia disposición del personal de refuerzo por turnos y arias
críticas en caso de situaciones de emergencia.
g) Liderar y conducir los procesos de evaluación posteriores a una situación de emergencia
o desastre para retroalimentar el plan y sus preparativos.
h) Verificar la disponibilidad de recursos del establecimiento y determinar la necesidad
solicitar apoyo externo.
i) Coordinar Ia referencia y contrarreferencia de pacientes atendidos como consecuencia
del evento adverso.
j) Determinar la conveniencia y necesidad de enviar personal de salud al lugar del evento.
k) Garantizar que exista Información permanente y actualizada de los pacientes atendidos,
su condición y destino, y del personal de salud afectado.

Capítulo III
De Los Miembros De Los Comités Para Emergencias y Desastres.
Artículo 11. Los Comités para Emergencias y Desastres tendrán una conformación que
representara la estructura que posee el establecimiento al que pertenezcan. Estará
presidido por el Director y coordinado por el Subdirector y formará parte de él, los jefes de
servicio o departamento, tanto asistenciales como no asistenciales, involucrados en la
respuesta ante emergencias y desastres.
84

Artículo 12. Cada miembro del Comité tendrá un suplente para casos de ausencia per
situaciones imprevistas.

Capítulo IV
De Las Reuniones De Los comités Para Emergencias y Desastres

Artículo 13. El Comité fijara Ia fecha de reuniones, las cuales deberán ser periódicas,
seleccionando una sede fija para hacerlo. Deberá designar además un espacio alterativo,
pare aquellos casos en los cuales Ia sede principal quede inaccesible.

Artículo 14. En cada reunión que se realice, se dejara asentado en actas, los puntos
abordados y las decisiones tomadas.

Artículo 15. Durante la fase de respuesta, el Comité para Emergencias y Desastres, se


declarará en sección permanente.

Disposiciones Finales

Artículo 16. Las presentes normas podrán ser sometidas a revisión y ulterior modificación,
según se estime necesario, mediante solicitud ante las Oficinas de Prevención de Riesgo y
Atención de Emergencias y Desastres de las Direcciones Estadales, Ia cuál debe ser
elevada al Ministro o Ministra del. Poder Popular pare la Salud.

Resolución N° 129, mediante la cual se crea la Comisión Nacional de Atención y Gestión


de Riesgos de Emergencias y Desastres del Ministerio del Poder Popular para la Salud.
Gaceta Oficial N° 39.473, 26 de julio 2010:

Artículo 1. Se crea la Comisión Nacional de Atención y Gestión de Riesgos de Emergencias


y Desastres del Ministerio del Poder Popular para la Salud, con el objeto de reimpulsar,
fortalecer, supervisar y unificar las acciones a ser ejecutadas en le Sistema Público Nacional
de salud para la reducción de Emergencias y Desastres.

Artículo 2. La comisión estará adscrita al despacho de la Ministra o Ministro del Poder


Popular para la Salud y estará conformada por un Director y cuatro (4) miembros que serán
designados por la Ministra o el Ministro del Poder Popular para la Salud.

Artículo 3. La Comisión Nacional de Atención y Gestión de Riesgos de Emergencias y


Desastres tendrá las siguientes funciones:
1. Coordinar y participar con los Organismos competentes en materia de Gestión de
Riesgos y Administración de Desastres a Nivel Nacional para elaborar y aplicar los planes
de reducción de Riesgos de Emergencias y Desastres.
2. Realizar una evaluación y diagnosticó del funcionamiento de los distintos procesos o
planes de reducción de Riesgos de Desastres y Emergencias en el Sistema Público
Nacional de Salud.
3. Evaluación de los Comités para Emergencias y Desastres de todas las dependencias de
este Ministerio y de las Coordinaciones de Prevención de Riesgos y Atención de
Emergencias y Desastres de todas las Direcciones Estadales de Salud del país.
4. Planificar y unificar criterios para la elaboración de los planes contentivos de las medidas
a ser aplicadas en situación de Emergencias y Desastres en todos sus orígenes y fases.
85

5. Reimpulsar y fortalecer los programas de capacitación del personal que conforman los
Comités para Emergencias y Desastres de todas las dependencias de este Ministerio y de
las Coordinaciones de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias y Desastres de
todas las Direcciones Estadales de Salud del país.
6. Velar porque el personal adscrito a las dependencias de este Ministerio y a todas las
Direcciones Estadales de Salud del país se capaciten en la confección y aplicación de los
planes de reducción de Riesgos de Emergencias y Desastres.
7. Asegurar la participación de la Comunidad y los órganos del Poder Popular en la
confección y aplicación de los planes de reducción de Riesgos de Emergencias y
Desastres.
8. Supervisar que los Comités para Emergencias y Desastres sean Multidisciplinarios, Infra
a Interinstitucionales, con el fin de garantizar que las acciones de mitigación de Riesgos de
Emergencias y Desastres sean las más efectivas.
9. Ejercer el control y seguimiento de las políticas en materia de Atención y Gestión de
reducción de Riesgos de Emergencias y Desastre desarrolladas en los Convenios,
Acuerdos que serán suscritos
10. Participar en las mesas de trabajo llevadas a cabo en todas las dependencias de este
Ministerio, donde se requiera el conocimiento técnico relacionado con la materia de
Atención y' Gestión de Reducción de Riesgos Emergencias y Desastres.
11. Presentar informe mensual a la Ministra o Ministro del Poder Popular para Ia Salud del
funcionamiento de la Comisión Nacional de Atención y Gestión de Riesgos de Emergencias
y Desastres en el Sistema Publicó Nacional de Salud.
12. Las demos quo les atribuya la Ministra o Ministro del Poder Popular para la Salud.
13.- Coordinar acciones y planes con la Comisión Nacional de Hospitales Seguros frente a
Desastres adscrita al Viceministerio de Redes de Servicios de Salud creada según
Resolución Nro. 093 de fecha 03 de junio de 2010, publicada en Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela Nro. 39.447 de fecha 16 de junio de 2010.
Artículo 5. Se deroga toda Resolución que colida con la presente,
Artículo 6. La presente Resolución entrara en vigencia a partir de su publicación en la
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela.

Ley de Salud y del Sistema Público Nacional de Salud. Asamblea Nacional 17-08-2005.

Objeto de la Ley

Artículo 1. Esta Ley tiene por objeto regular el derecho constitucional a la salud como parte
del derecho a la vida y todo lo relacionado con la salud integral de la persona y la
colectividad, el desarrollo de un entorno social saludable, la organización y funcionamiento
del sector salud, tanto público como privado, y del Sistema Público Nacional de Salud
integrado al Sistema de Seguridad Social y el Régimen Prestacional de Salud del Sistema
de Seguridad Social. Sistema Público Nacional de Salud

Artículo 2. Se crea el Sistema Público Nacional de Salud bajo la rectoría del ministerio con
competencia en materia de salud, de carácter único, intersectorial y participativo e integra
las políticas, planes y acciones, así como los órganos, entes y servicios de salud del sector
público destinados a la promoción de la calidad de vida y salud, prevención de la
enfermedad, tratamiento oportuno y la rehabilitación de calidad a las personas en todo el
territorio nacional, así como la aplicación de la normativa que regule las actividades públicas
y privadas de salud.

El Sistema Público Nacional de Salud, a través de sus instituciones, desarrollará el Régimen


86

Prestacional de Salud y los componentes de restitución de la salud y rehabilitación del


Régimen Prestacional de Seguridad y Salud en el Trabajo y del Régimen Prestacional de
Servicios Sociales al Adulto Mayor y Otras Categorías de Personas del Sistema de
Seguridad Social. Ámbito de aplicación.

Artículo 4. El derecho a la salud tiene carácter universal en todo el territorio nacional, bajo
las formas y condiciones que establezcan las leyes, los tratados, pactos y convenciones
suscritas y ratificadas por Venezuela. La ausencia de identificación o registro en el Sistema
de Información de la Seguridad Social no será motivo para impedir el acceso al servicio.

Artículo 14. Expresa la obligación del estado de prestar asistencia médica pre hospitalaria
a la comunidad en situación de emergencia; En concordancia con el artículo 3 de la Ley de
ejercicio de la Medicina que autoriza los actos prehospitalarios bajo supervisión médica y
en el artículo 114 en las excepciones establece el término Paramédico para este profesional
de la Atención de Emergencias Prehospitalarias. Sistema de referencia y contrarreferencia.

Artículo 27. Cada centro de atención médica que envíe o reciba personas referidas desde
otro centro debe asegurar el proceso de referencia y contrarreferencia de las mismas con
un mecanismo específico a tales fines, por medio de las centrales de regulación y con los
documentos médicos correspondientes. El mismo debe incluir una clara asignación de
responsabilidades a un trabajador de la salud.

El cumplimiento de los mecanismos de referencia y contrarreferencia será un factor


determinante para la evaluación del desempeño de los establecimientos de salud, conforme
a los compromisos asignados en el proceso de responsabilidad sanitaria y designación del
servicio en la red y en los niveles de complejidad del sistema. Las altas de atención
ambulatoria y de hospitalizaciones serán documentos esenciales y legalmente exigidos en
todo el flujo de pacientes dentro del sistema.

Red de emergencias

Artículo 28. Se entiende por red de emergencias el conjunto de componentes básicos,


integrados y coordinados para proveer el cuidado total a las personas, desde el lugar de
percepción de la urgencia, en la ruta a los servicios y en el centro de atención mismo, para
eliminar o disminuir el sufrimiento percibido por el ciudadano, preservarle la vida y evitar o
disminuir la discapacidad. La red de emergencias está conformada por el componente de
atención primaria en emergencias, la atención prehospitalaria móvil, los centros
ambulatorios de emergencias no hospitalarios, las puertas hospitalarias de emergencias y
las camas de terapia intensiva e intermedia, así como las medidas y servicios de
rehabilitación precoz.

El Reglamento de la Ley determinará la normativa aplicable a los establecimientos de


atención médica dentro de esta red y a las relaciones y coordinación con otras
dependencias dentro y fuera del Sistema Público Nacional de Salud. Ley de la Reforma de
la Ley de Ejercicio de la Medicina Gaceta Oficial Primero. Se modifica el artículo 1, en la
forma siguiente:

Artículo 1. El ejercicio de la medicina se regirá por las disposiciones de la presente Ley y


su Reglamento, así como los lineamientos que con sujeción a aquellas dicte el Ejecutivo
Nacional.
87

Ley del Ejercicio de la Medicina Gaceta Oficial Nº: 3.002 extraordinario del 23/08/1982:

Del ejercicio y la delegación de acciones de atención médica

Artículo 2. A los efectos de esta Ley, se entiende por ejercicio de la medicina la prestación,
por parte de profesionales médicos, de servicios encaminados a la conservación, fomento,
restitución de la salud y rehabilitación física o psicosocial de los individuos y de la
colectividad; la prevención diagnóstico y tratamiento (inicial) de las enfermedades; la
determinación de las causas de muerte; el peritaje y asesoramiento médico-forense así
como la investigación y docencia clínicas en seres humanos.

Artículo 3. Los profesionales legalmente autorizados para el ejercicio de la Medicina son los
Doctores en Ciencias Médicas y los Médicos Cirujanos. Las acciones relacionadas con la
atención médica que por su naturaleza, no tuvieran necesariamente que ser realizadas por
los médicos, deberán ser supervisadas por éstos y se determinarán en el reglamento de
esta ley. Los profesionales universitarios de otra ciencia de la salud, legalmente calificados
y autorizados por los organismos competentes para ello, realizarán sus actividades de
acuerdo con las normas contenidas en sus respectivas leyes del ejercicio profesional. “El
reglamento parcial Nº 1 de la LEM, no menciona nada referido a este artículo 3” en su
defecto existen: Del Registro e Inscripción de Títulos

Artículo 23. Para dedicarse al ejercicio de las actividades profesionales conexas con la
medicina que no requieran título universitario o que no estén reguladas por leyes
especiales, los interesados deberán inscribir sus títulos o certificaciones ante el Ministerio
de Sanidad y Asistencia Social, ante la Autoridad Sanitaria de mayor jerarquía de la Entidad
Territorial correspondiente y en el Colegio de Médicos de la jurisdicción respectiva.

Del Secreto Médico

Artículo 46. Todo aquello que llegare a conocimiento del médico con motivo o en razón de
su ejercicio, no podrá dar se a conocer y constituye el Secreto Médico. El Secreto Médico
es inherente al servicio de la medicina y se impone para la protección del paciente, el
amparo y salvaguarda del honor médico y de la dignidad de la ciencia. El Secreto Médico
es inviolable y el profesional está en la obligación de guardarlo. Igual obligación en las
mismas condiciones se impone a los estudiantes de medicina y a los miembros de
profesiones y oficios paramédicos y auxiliares de la medicina. De las infracciones y del
ejercicio ilegal de la medicina.
88

2.4. Sistema de variables

2.4.1. Conceptualización de las variables

Variable: Sistema de Emergencia Prehospitalaria

Definición conceptual: Es una organización formada por un conjunto de recursos


humanos, estructurales, de equipos y técnicos destinados, para lograr, el acceso, triage,
atención inicial, estabilización y traslado con soporte básico o avanzado de vida, de los
accidentados o pacientes críticos, desde el propio lugar de los acontecimientos hasta su
ingreso en la emergencia de un establecimiento de salud, donde le proveerán o
continuarán su estabilización o el tratamiento definitivo, que se distribuyen por varios
lugares de una localidad o zona geográfica para prestar su servicio (Rodríguez, 2009).

Definición operacional: Para el diseño de un Sistema de Emergencia


Prehospitalaria, se evalúa la organización, la estructura y dotación actual de las
instituciones que prestan servicios de emergencia y urgencia prehospitalaria, el nivel de
formación del personal técnico y médico que brindan atención de emergencia
prehospitalaria y hospitalaria en el municipio Cabimas; así como la existencia y utilización
de protocolos de actuación.

Finalmente, se procederá a elaboración de la propuesta: Diseño de un sistema de


emergencia pre hospitalaria para el municipio Cabimas, que funcione bajo las normativas
legales de nuestro país, en forma coordinada con otras similares, bajo el lineamiento de
autonomía financiera, protocolos estándares revisados y ajustados a la subregión;
diseñados inicialmente para aplicación y unificación en el manejo de estos pacientes en
pro de brindar una atención donde prive: la garantía de acceso sin discriminación, la
asistencia oportuna y eficaz, con calidad, ética, y promoción de la educación a la
comunidad, como soporte a la creación de una cultura ante las emergencias y desastres;
y la obligatoriedad de certificación y renovación sistemática de competencias del capital
humano que labore en él.
89

2.4.2. Operacionalización de las variables

Cuadro 1. Operacionalización de las variables

Objetivo general: Diseñar un sistema de emergencia prehospitalaria para


el municipio Cabimas, estado Zulia

Objetivos Específicos Variable Dimensiones Indicadores

Identificar las organizaciones que


prestan servicios de emergencia Tipo de Públicos.
prehospitalaria en el municipio Servicios. Privados.
Cabimas, estado Zulia.

Caracterizar la organización y Prehospitalaria. Estructura arquitectónica.


estructura del sistema para atención Componentes de la
de emergencia prehospitalaria en el Hospitalaria. estructura.
municipio Cabimas, estado Zulia. Cobertura del Sistema.

Definir el perfil profesional del


Perfil Médico.
personal que presta los servicios de
profesional del Técnico prehospitalario.
emergencia prehospitalaria que se
talento Conductor.
prestan en el municipio Cabimas,
humano. Rescatistas.
estado Zulia.
Sistema de
Emergencia
Determinar la utilización de Prehospitalaria Durante la atención de
Protocolos de
protocolos de actuación en los las víctimas o
actuación
servicios de emergencia lesionados.
médica
prehospitalaria que se prestan en el Durante el traslado de las
prehospitalaria.
municipio Cabimas, estado Zulia. víctimas o lesionados.

N° y tipo de ambulancias.
Conocer la dotación de equipos Tipo de comunicación.
materiales e insumos que se Monitores.
Equipos,
disponen de los servicios de Desfibriladores.
materiales e
emergencia prehospitalaria que se Collar cervical.
insumos.
prestan en el municipio Cabimas, Oxígeno.
estado Zulia. Soluciones para uso IV.
Medicamentos.
90

3. METODOLOGÍA

3.1. Tipo de Investigación

En función de los objetivos del presente estudio y de acuerdo al objetivo general de


la investigación, la misma está enmarcada como un proyecto factible, definido por Arias
(2006) como una propuesta de acción para resolver un problema práctico o satisfacer
una necesidad. Asimismo, Balestrini (2006) explica que un proyecto factible, es aquel
donde se propone alguna opción ideal, sistema o modelo que implica cambios en una
realidad dada que puede ser organizacional, educativa, económica, jurídica, social, entre
otras.

Por tanto, dicha propuesta está orientada a diseñar, por su inexistencia, una
estructura en forma de sistema, como modelo operativo, para la atención de urgencias y
emergencias prehospitalarias en el municipio Cabimas del estado Zulia.

3.2. Diseño de la investigación

El diseño de la investigación es no experimental, de campo y transversal; puesto


que se realiza sin manipular deliberadamente las variables, por lo cual se observan
fenómenos tal como se dan en su contexto natural, para después analizarlos. (Hernández
y cols., 2010), y cuyos datos fueron recolectados en un sólo momento; en un tiempo
único, sin que se pretendiera evaluar la evolución de las variables en el tiempo.

3.3. Material y método

La población estuvo representada por dos (2) organizaciones, una de propiedad


pública: el Servicio de Atención Prehospitalaria del Cuerpo de Bomberos de Cabimas; y
otra, privada: Atención Médica de Emergencias, Costa Oriental del Lago (AMECOL), que
prestan sus servicios de urgencias y emergencias en el municipio Cabimas.
91

La muestra correspondió a todas las asistencias que ambas instituciones prestaron


y las hospitalizaciones de pacientes por dichas causas, en el Hospital Líder (Hospital
General Adolfo D’Empaire de Cabimas).

3.4. Técnicas e instrumento de recolección de datos

En función de los objetivos definidos, los datos fueron recolectados por la


investigadora a través de la revisión de historias clínicas, y por observación directa,
registrando los mismos en una hoja de recolección diseñada por la autora para tal fin,
instrumento utilizado para ambos sistemas de emergencia prehospitalaria del municipio
Cabimas del estado Zulia y el Hospital líder.

3.5. Validez y confiabilidad

La validez se obtuvo mediante juicio de expertos y la confiabilidad a través de una


prueba piloto de campo.

3.6. Análisis de los datos

Los datos se procesaron estadísticamente y se organizaron en tablas, y el análisis


haciendo uso de la estadística descriptiva.
92

4. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS

En lo que respecta a la identificación de las instituciones que brindan atención de


emergencia prehospitalaria en el municipio objeto de estudio, se determina que existen
dos (2) de ellas: una de propiedad pública, ubicada en las instalaciones del Cuerpo de
Bomberos de Cabimas y, otra, de propiedad privada, ubicada en instalaciones propias;
sin ninguna relación funcional entre ellas (Tabla 1).

Tabla 1
Servicios de atención de emergencia prehospitalaria del municipio Cabimas
Años 2012-2016

Servicios Propiedad Cantidad


Cuerpo de Bomberos Pública 1
AMECOL Privada 1
Total 2
Fuente: Zuleta, A. (2017).

La transgresión de los principios básicos de la administración en la institución de


propiedad pública fue la regla, y probablemente génesis de todas las deficiencias de la
estructura asistencial existente.

En cuanto a su dependencia técnica, operacional y administrativa e interrelaciones:


el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS) es el órgano rector de las
instituciones que brindan APH, tanto públicas como privadas; sin embargo la Comisión
Nacional de Defensa Civil (actualmente denominada Organización de Protección Civil y
Administración de Desastres), dependiente del Ministerio del Poder Popular para las
Relaciones Interiores, Justicia y Paz (MPPRIJP), es la encargada de procurar, organizar,
coordinar y hacer efectivo el manejo oportuno de todos los recursos: humanos,
materiales, técnicos y financieros que sean necesarios para la atención de emergencia
en el territorio nacional.
93

Adicionalmente, este servicio pertenece al Cuerpo de Bomberos, el cual es regulado


por la Organización de Protección Civil y Administración de Desastres, esta última
también perteneciente al despacho del MPPRIJP y, por último, sin ignorar la inherencia
del poder municipal, por ser el Cuerpo de Bomberos una dependencia del mismo. Por lo
tanto, se vulnera la dependencia, colisionan las líneas de mando y se retarda la toma de
decisiones; nadie se responsabiliza por las deficiencias y menos para subsanarlas.

Por otra parte, al abordar el sector privado, se encuentra sólo una organización, que
aunque sigue una estructura gerencial lineal-escalar, con un órgano superior cuya
cobertura es regional (AMEZULIA), está representada por Atención Médica de
Emergencias, Costa Oriental del Lago (AMECOL) en la subregión, que sólo brinda
cobertura a una pequeña parte de la población (menor del 4%); sin embargo, posee una
estructura administrativamente coherente. Existe capacidad para ampliar la cobertura,
incluso hasta hacerla comparable con el estudio de Fraga y cols. (2010), sobre los
sistemas médicos de emergencia en México, donde la red privada alcanza hasta un 73%
de cobertura a las demandas asistenciales de la población.

En relación al segundo objetivo: Caracterizar la organización y estructura del


sistema para atención de emergencia prehospitalaria en el municipio Cabimas, estado
Zulia, los resultados revelan que el de propiedad pública está ubicado en la sede del
Cuerpo de Bomberos, integradas sus funciones con la especifica que el cuerpo, por su
origen y misión, debe cumplir. Condición contraria a lo establecido por Pinet (2005), en
el artículo sobre la atención prehospitalaria de urgencias en el Distrito Federal (México),
donde se menciona que, sea un servicio de bomberos o un servicio de ambulancias
público, privado o voluntario, la existencia de un espacio físico exclusivo para el servicio
prehostipalario es indispensable, administrativa y operativamente. Dichos espacios
deben albergar áreas administrativas, para equipos de radiocomunicación, de
mantenimiento a las unidades, de atención al cliente y de aseo personal, entre otras, que,
como se enuncia anteriormente, no se cumplen en la organización de propiedad pública
(Tabla 2).
94

La cobertura del servicio público, abarca el total de la población del municipio, en


contraposición al de propiedad privada, que ubicada en una estructura propia, y
diferenciada, tiene una cobertura limitada a la población de usuarios registrados,
amparados en pólizas de servicio, que se estima alcanza sólo al 15% del total de
habitantes del municipio, aproximadamente 52.000 personas; lo que coincide con la
frecuencia de servicios para traslados registrados según la organización utilizada (Tabla
3).

Tabla 2
Organización y estructura de los sistemas de atención prehospitalaria
del municipio Cabimas

Propiedad
Organización y estructura APH
Pública Privada
Sede SI SI
Área administrativa SI SI
Sala de despacho y comunicaciones NO SI
Personal de APH SI SI
Unidad de rescate SI NO
Ambulancias SI SI
Sistema de registro SI SI
Historia clínica NO SI
Hospital líder SI SI
Fuente: Zuleta, A. (2017).

Tabla 3
Traslados según el servicio de atención prehostipalario utilizado
Número y Porcentaje
Municipio Cabimas

Servicios APH N° de Traslados %

APH Público (Bomberos) 1.020 85


APH Privado (AMECOL) 180 15

Total 1.200 100

Fuente: Zuleta, A. (2017).


95

Diferentes resultados a los reportados en el sistema médico de emergencia en


México (Fraga y cols., 2010), donde los servicios de APH a pesar de tener un origen
diverso, el 31% son Organizaciones No Gubernamentales, financiadas por donativos o
voluntarios, 33% son organizaciones privadas, 9% son una combinación de ONG e
institución privada y sólo 27% es de propiedad pública, se distribuyen la carga financiera
que representa la asistencia no discriminatoria o excluyente, atendiendo a la disposición
de “que todos los miembros de la comunidad deben tener igualdad de oportunidades en
el acceso a servicios de urgencias de calidad”, amplitud que no sólo es deseable, sino
obligante como norma para todas las organizaciones que prestan servicios para la salud,
axioma que no se cumple en la subregión.

La única institución que está reconocida como líder de la estructura existente, es el


Hospital General “Dr. Adolfo D’Empaire” de Cabimas, institución clasificada como
Hospital tipo III, y ni siquiera su capacidad resolutiva se encuentra desarrollada al nivel
que hospitales de este tipo deben tener, especialmente en las unidades de diagnóstico
por imágenes, entre otras, ni dispone de facilidades tecnológicas de comunicación, que
le permitan apoyarse en Hospitales tipo IV y Especiales; sin embargo, por las políticas
del estado de gratuidad absoluta, dentro de lo que se ha dado por llamar Sistema Público
Nacional de Salud, y la situación financiera del sistema de salud venezolano, se excluyen
instituciones de propiedad privada, que tienen su sede en el municipio, capacitadas para
la solución de problemas de alta complejidad, restringido a la población que no posee la
capacidad económica ni el respaldo de un aseguramiento, sea por capitación u otro, al
acceso universal de la atención prehospitalaria.

Circunstancia descrita por Rubiano (2009) en su trabajo de atención prehospitalaria


y trasporte de pacientes de emergencia, donde señala que cada día hay menos
presupuesto en los hospitales públicos, y el sistema gubernamental, trata de lograr una
mayor cobertura, que con todas estas crecientes limitaciones no podrá lograrlo.

Circunstancias similares en algunos países se han tratado de superar con políticas


de salud asertivas y bien coordinadas, como en Colombia, México y Canadá, entre otros,
que han resultado un beneficio, debido a que las empresas privadas de emergencias
96

médicas, se encargan, muchas veces, de financiar de la mejor manera los servicios


médicos públicos de urgencia, invirtiendo una cierta cantidad de capital en la mejora
continua del servicio, implementando técnicas modernas, supervisando la capacidad de
su cuerpo médico y equipando sus ambulancias con los mejores equipos, en pos de
un sistema dedicado totalmente a salvar vidas; lo que en nuestro país sólo se lograría si
se elimina el enfoque de exclusión del sector privado en programas de salud y se
garantiza seguridad jurídica a la inversión.

De igual manera, Corsiglia (2007), menciona la situación socio-económica del país


con un alarmante crecimiento de los niveles de pobreza e indigencia que contribuyen a
generar un marco de inequidad y exclusión manifiesta. La desocupación y la pérdida de
cobertura social en gran parte de la población han llevado a un incremento de la
asistencia médica en los hospitales estatales, con sobrecarga de los mismos y la mayoría
de estos hospitales no están preparados, ni se han acondicionado estructuralmente, para
el incremento de la demanda, lo que de hecho obliga a la revisión de la política de salud
vigente.

Al definir el perfil profesional del personal que presta los servicios de emergencia
prehospitalaria en el municipio Cabimas, se observa una evidente falla, cualitativa y
cuantitativa, de recursos humanos. En efecto, al analizar la Tabla 4, se observa la falta
de personal, en general, del Cuerpo de Bomberos, para prestar el servicio de APH,
principalmente de personal médico, pues sólo cuenta con un (1) profesional coordinador
en la unidad, lo que se traduce, entre otras debilidades, en la carencia de ambulancias
medicalizadas.

Además, se determinó que todo el personal técnico es Bombero, y sólo la mitad


tiene formación como Técnico Medio en Emergencias Médicas (TEM), el resto son
bomberos de profesión, que cumplen funciones como conductores de las unidades, sin
formación en atención prehospitalaria, bajo nivel de competencias y especialización,
personas sobre las que recae casi la totalidad de la atención en emergencia, a nivel
prehostipalario en la subregión, lo que pone en duda la calidad asistencial y garantía de
seguridad al paciente. Contrario a las tendencias a nivel internacional y, corroborado por
97

Mercado (2014), en su modelo de sistema de emergencia médica en salud y desastres,


donde plantea que el entrenamiento, la capacitación y el nivel de exigencia del personal
dedicado a la atención prehospitalaria se hace cada vez más exigente en el mundo
entero.

Tabla 4
Tipo de capital humano por organización para la atención prehospitalaria
Número y Porcentaje
Municipio Cabimas

Sistemas de atención prehospitalaria


Tipo de organización
Tipo de capital humano
Pública % Privada %
Médicos 1 6 21 38
TEM o TEP 8 47 18 33
Conductor 8 47 16 29
Total 17 100 55 100
Fuente: Zuleta, A. (2017).

En contraposición, en el servicio privado se observa que alrededor del 40% del


capital humano son médicos y, por lo tanto, todas sus unidades son medicalizadas, tanto
las de soporte básico como avanzado. El personal restante, tanto los conductores de la
unidad como los que cumplen funciones de atención al paciente como apoyo al médico,
son Técnico Medio de Emergencias (TEM) o Técnico Superior en Emergencias
Prehospitalarias (TSEP).

En relación al nivel de formación, la Tabla 5 es elocuente, al mostrar un bajo nivel


de formación profesional específico, lo que induce a cuestionar, una vez más, la calidad
del servicio que se presta a nivel público y, muy especialmente, la seguridad del paciente,
que teóricamente, por lo menos, sí se relaciona calidad y seguridad del paciente con nivel
de formación, y están garantizadas en la institución de propiedad privada.
98

Tabla 5
Nivel de formación del capital humano en atención prehospitalaria
Número y Porcentaje
Municipio Cabimas

Sistemas de atención prehospitalaria


Tipo de red
Nivel de formación
Pública % Privada %
TEM 8 100 32 94
TEP 0 0 2 6
Total 8 100 34 100
Fuente: Zuleta, A. (2017).

En cuanto a determinar la utilización de protocolos de actuación profesional en las


unidades que prestan servicios de emergencia prehospitalaria en el municipio Cabimas,
se evidenció que ninguno de los existentes, cuenta con algún protocolo de actuación, de
aplicación reglamentaria, en el manejo de pacientes no lesionados o lesionados y sólo
aplican parcialmente las pautas establecidas para el manejo del politraumatizado;
abriendo una brecha de ineficiencia que se traduce en la baja calidad de la APH e
inseguridad de los pacientes atendidos por ellas. Similar situación a la encontrada por
Pinet (2005), que destaca las oportunidades en el sistema de salud, donde todos los
Técnicos de Urgencias Médicas (TUM), practican medicina de urgencias bajo la licencia
del director médico del servicio, de acuerdo con los protocolos médicos establecidos por
él, más no reconocidos nacional o internacionalmente.

Igualmente, Rojas (2010) analizó el manejo prehostipalario del paciente


politraumatizado por la junta provincial de la Cruz Roja, determinando que solamente el
25% de los pacientes politraumatizados atendidos, recibieron una atención acorde a los
protocolos, lo cual demostró el déficit de respuesta del organismo. Falconi (2015), en
Quito, valoró la calidad de atención de los pacientes en el área prehospitalaria por parte
de la Cruz Roja Ecuatoriana y el Cuerpo de Bomberos, basándose en el uso del protocolo
de soporte vital prehostipalario en trauma y su relación con la mortalidad por traumatismo
cráneo encefálico, concluyendo que ninguno de los dos prestadores aplicó el protocolo
de forma adecuada en ninguna de las fases de la atención, situación de incumplimiento
que no es patrimonio de la subregión, por lo que es indispensable que a nivel global se
99

implementen programas de información y formación dirigidos al uso de protocolos


sustentados en evidencias y mejores prácticas, debidamente certificadas por
organizaciones científicas acreditadas.

Conocer la dotación de equipos, recursos materiales e insumos de los servicios de


emergencia prehospitalaria del municipio Cabimas, revela serias deficiencias, iniciando
con el número y calidad de ambulancias (Tabla 6) que evidencia un franco predominio en
la organización privada sobre la pública, expresado en un 75%, cuantitativa y
cualitativamente superior, de la flota de vehículos.

Tabla 6
Tipo de ambulancias por organización para atención prehospitalaria
Número y Porcentaje
Municipio Cabimas

Tipo de ambulancias
Tipo de institución
ASB % ASA % Total %
Pública 2 33 0 0 2 25
Privada 4 67 2 100 6 75
Total 6 100 2 100 8 100

Fuente: Zuleta, A. (2017).


Leyenda: ASB= Ambulancia soporte básico; ASA= Ambulancia soporte avanzado.

Se estima que la demanda de servicios en asistencia prehospitalaria, puede ser


satisfecha con una (1) unidad por cada 25.000 habitantes, lo que arroja una necesidad
calculada de 14 unidades para la subregión, existiendo en la misma ocho (8), lo que
muestra el déficit que alcanza el 43%. Si se obvian las existentes en el sector privado,
dedicadas a la asistencia de usuarios-clientes con póliza de servicio, aproximadamente
de 52.000 personas, la necesidad por la existencia de solamente dos (2) en el Cuerpo de
Bomberos para atender la prestación al 85% de la población sin aseguramiento, sería de
doce (12), que sumadas a las del sector privado, actuando individualmente sin
coordinación, ni criterios gerenciales modernos de optimización de recursos, arrojaría una
cifra que supera la necesidad, por lo que como sistema y con pensamiento administrativo
enfocado a eliminar la duplicación, génesis del desperdicio y alto costo, impone que el
100

diseño que surja, conjugue los recursos necesarios para toda la población,
independientemente de su propiedad, que toda la población tenga acceso a cualquiera
de las dos organizaciones, competitividad que desembocaría en mejora continua de la
calidad asistencial, hoy inexistente.

La situación de importante déficit y accesibilidad universal, impedida por fallas en el


sistema de financiamiento público y políticas de exclusión dirigidas al sector privado, que
ha sido el norte en nuestros gobiernos, debe ser erradicada en beneficio de la eficiencia,
equidad en el acceso y uso de los recursos y, especialmente, reducción de los costos de
la no calidad.

En la Tabla 7, puede observarse que sólo un 24,43% de las personas que presentan
una situación de emergencia en el municipio Cabimas, son trasladadas por algún servicio
de Atención Prehospitalaria (APH); mientras que el 75,57% de los traslados, no se realiza
en ambulancias, sino en otros tipos de vehículos no adecuados para este fin, lo cual le
resta al usuario-paciente, la oportunidad de recibir un manejo y tratamiento apropiado,
incluyendo la respuesta garantizada de mitigación de eventos inesperados durante el
traslado.

Estos resultados demuestran la vulnerabilidad de los pacientes, lo que incrementa


el riesgo de un desenlace no deseado, por incompetencia de las instituciones de APH
para cubrir las necesidades de la población; dejando al descubierto el importante atraso
en las políticas de salud referidas a la atención prehospitalaria.

Es necesario destacar, la inexistencia de unidades de rescate en la institución de


propiedad privada, debido a que sus políticas están canalizadas exclusivamente a la
atención médica, desatendiendo su deber de contribuir en la atención en casos de
desastres que, a su juicio, es responsabilidad exclusiva del Cuerpo de Bomberos
municipal.
101

Tabla 7
Traslados de pacientes según el tipo de vehículo
Número y Porcentaje
Municipio Cabimas

Tipo de vehículo N° de Traslados %


Ambulancias 1.200 24,43
Otros 3.712 75,57
Total 4.912 100
Fuente: Zuleta, A. (2017).

Así mismo, la ausencia de una sala de despacho y comunicaciones en el servicio


APH del Cuerpo de Bomberos, recibiendo sólo por vía telefónica las solicitudes de
atención directa de la comunidad o a través del 171 regional, actualmente llamado 911
(ya que no existe 911 municipal). Esto representa una falla grave, si se considera que es
la única institución oficial y, por ende, se supondría, sea el centro local de control de
comunicación y coordinación entre los organismos y los diferentes niveles de atención,
manejo y traslado de los pacientes en la localidad.

Como lo destacan Morales y cols. (2008), al señalar que un sistema de atención


prehospitalaria funciona adecuadamente cuando dispone del respaldo de una red
efectiva de comunicaciones, la que debe contar con una serie de elementos vinculados
entre sí, e incluir un sistema de comunicación entre la red de ambulancias,
establecimientos de salud de los diferentes niveles de atención y el personal capacitado
por cada institución de emergencias involucrada.

El servicio de APH de los Bomberos, pese a que cuenta con un sistema de registro
para el traslado del paciente, no tiene una historia clínica que permita hacer seguimiento
a las condiciones del paciente y los procedimientos realizados durante la atención. Lo
que ocasiona serias deficiencias de información para la elaboración de indicadores de
procesos, que sirvan como evidencia de las insuficiencias que presenta la atención
prehospitalaria de la subregión. Situación similar a la observada en muchos países de
América Latina y el Caribe, sobre la cual se deben realizar esfuerzos para superarla, con
el fin de mejorar la calidad y efectividad.
102

Al evaluar el servicio de APH privado, se revela la existencia de una situación


diferente, la misma tiene estructura de acuerdo a las normas para atención
prehospitalaria establecidas en Venezuela. Esta institución dispone de una sede dotada
de un área administrativa, una sala de despacho que cuenta con Médico en línea las 24
horas del día; y un sistema de comunicaciones con las unidades y el capital humano
asignado para cada unidad; normas para registro de actividades e historia clínica
prehospitalaria para los pacientes trasladados. La dotación para comunicación incluye:
equipos de radio y telefonía celular, que funciona como un sistema cerrado, sin
comunicación interinstitucional. En lo respecta al sitio de traslado de pacientes, se realiza
al hospital líder del municipio, con las limitantes ya mencionadas y, en menor proporción,
a instituciones privadas cuando se trata de un paciente amparado por una empresa
aseguradora de riesgos.

En relación a la dotación de insumos, los resultados revelan, en la organización de


propiedad pública, niveles críticos en la existencia de los mismos, mientras que en el
privado, se disponen de los recursos necesarios para el adecuado funcionamiento y
lograr un manejo óptimo de los pacientes que requieren el servicio, dotada totalmente de
equipos necesarios en las unidades de soporte básico y avanzado para la atención de
sus asegurados (Tabla 8). Hallazgo coincidente con lo mencionado por Tique (2011), en
su revisión de calidad en servicios de atención prehospitalaria o emergencia médica,
donde destaca lo indispensable de los equipos, sus condiciones y mantenimiento
adecuado, para prestar los servicios de salud ofrecidos.

Tabla 8
Dotación de equipos e insumos según institución
Municipio Cabimas

Nivel de dotación
Institución
Total Parcial Ninguna
Pública (Bomberos)
Amb. soporte básico X
Privada (AMECOL)
Amb. soporte básico X
Amb. soporte avanzado X
Fuente: Zuleta, A. (2017).
103

5. CONCLUSIONES

Una vez analizada toda la información recopilada y tabulada, necesaria para cumplir
con el objetivo general de la investigación, se evidencia, a pesar de no ser un estudio
comparativo, que entre las organizaciones que prestan atención prehospitalaria en el
municipio Cabimas, que el sector privado supera en todos los indicadores cuantitativos y
cualitativos que soportan la variable de la investigación, al sector público.

Se revelan fallas de organización y estructurales graves en el servicio que presta el


Cuerpo de Bomberos, tales como: una multiplicidad de órganos “superiores” que
dificultan señalar la responsabilidad en la génesis de sus deficiencias, o para su
saneamiento; la ausencia de una sede propia, la ausencia de una sala de despacho y
comunicaciones, ausencia de historia clínica y ausencia de unidades dotadas con
personal con las competencias específicas pertinentes; así como, el equipamiento
insuficiente para cubrir las demandas de atención.

Mientras que la empresa privada, cuenta con una estructura y dotación suficiente,
proporcional a las normas para atención prehospitalaria establecidas en Venezuela,
aunque sólo está al alcance de una pequeña parte de la población, estimada en 15% de
los habitantes del municipio; cobertura sobre la que cumple sus funciones el sector
privado, por su exclusión del llamado Sistema Público Nacional de Salud y la inexistencia
de una política de salud con enfoque al paciente, claramente demostrado con el hallazgo
de que, sólo un 24,43% de las personas que presentan una situación de emergencia en
el municipio Cabimas, son trasladadas por algún servicio de Atención Prehospitalaria
(APH), en contraste con el 75,57%, que no tiene acceso a ella y que ingresa al hospital
utilizando medios no adecuados, con riesgo elevado al no tener oportunidad de recibir
tratamiento durante el traslado. De tan pequeño porcentaje (15%), el 85% es realizado
por los bomberos, muestra de una inexcusable discriminación que puede ser explicable
por la ausencia de una política de salud incluyente y reglas claras, o seguridad jurídica,
que garantice la participación más amplia del sector privado.
104

Es decir, la organización de propiedad pública es la que, con múltiples carencias e


incremento de riesgos, asume la mayor carga en cuanto al suministro de la asistencia
prehospitalaria, lo que contradice en la práctica lo que el marco legal preconiza en favor
de cualquier venezolano, independientemente de su condición social, económica, entre
otras.

Al evaluar la plantilla de unidades con que cuenta cada sistema de APH, se constató
que el establecimiento privado, posee las dos (2) únicas Ambulancias de Soporte
Avanzado (ASA) y el 80% de las unidades de Soporte Básico (ASB), todas ellas con
personal médico y técnico de emergencias prehospitalaria (TEP) en la tripulación; pero
que sólo están disponibles para el paciente asegurado, estimado en 52.000 personas
que representa el 15% de la población censada en el municipio. Contradictoriamente, el
sector público, posee sólo un 25% del total de unidades, las que además de no ser
medicalizadas, cuentan con un grupo muy reducido de TEM dentro de su tripulación, pero
son las responsables de dar cobertura a toda la región, con evidente incapacidad para
satisfacer la demanda de atención, dejando un elevado porcentaje de la población
desasistida.

El nivel de formación del capital humano en atención prehospitalaria, que en el


subsector público no cuenta con ningún Técnico Superior en Emergencias
Prehospitalarias (TSEP o TEP); en la entidad privada, en su mayoría son Técnicos
Medios en Emergencia, lo cual no cumple con la normativa legal y señala una debilidad
en la calidad y capacidad de respuesta; situación que merece otra investigación, pero
que por observación de la investigadora, es presumible atribuírsela a diversos factores,
tales como: remuneración insuficiente, inadecuadas condiciones laborales y dificultades
para el acceso a instituciones calificadas para su formación.

Ambas organizaciones cuentan con el mismo Hospital líder en el municipio,


institución calificada como Hospital tipo III que, desde el punto de vista estructural, es
aceptable, pero no dispone del capital humano capacitado, ni de comunicación o
dotación de equipos e insumos para la recepción de pacientes que son trasladados por
los servicios de APH para su tratamiento, así como la ausencia de medios de
105

comunicación modernos, que permitan en tiempo real, recibir apoyo de unidades con
mayor capacidad resolutiva, sea por videoconferencia, intercambio digital de datos o
traslados aéreos, perdiéndose en la mayoría de los casos los esfuerzos por preservar la
vida o evitar secuelas, que son, entre otras, las razones que justifican la existencia de la
atención prehospitalaria, colocando a esta región, como la mayoría del país, en condición
de abandono, respecto a la capacidad de respuesta institucional y, en especial, de la
atención de emergencia prehospitalaria.

En relación a la dotación, existen deficiencias importantes en cuanto a equipos e


insumos en las unidades prehospitalarias de los bomberos, situación alarmante si se
considera que, sin éstos, es imposible que el capital humano realice con probabilidad de
éxito la atención de los pacientes durante “la hora dorada”. Diferente realidad para los
pacientes amparados por la empresa privada, donde sólo existen limitaciones puntuales
en su dotación, ocasionadas por dificultades en el país para la adquisición de materiales
e insumos nacionales y, particularmente, de los importados.

En consecuencia, considerando la inequidad existente y existiendo una población


numerosa no cubierta por razones económicas y ante la ineficacia mostrada por el
subsector de propiedad pública, el diseño de un sistema de emergencia prehospitalaria
para el municipio Cabimas, deberá contemplar la eliminación de esta desviación,
inexcusable en materia de salud, es decir, garantizar el acceso universal, sin que la carga
financiera recaiga totalmente en ninguno de los subsectores potencialmente financistas:
público, privado o mixto.
106

6. RECOMENDACIONES

Es imperativo promover la inclusión de un enfoque en atención prehospitalaria


dentro de la política nacional de salud, señalando normativas rectoras para el diseño de
redes asistenciales con soporte en la atención de emergencias prehospitalarias, que
cumplan con todos los requerimientos de estructura, tecnología de la comunicación e
información, capital humano provisto de las competencias pertinentes a la función que
debe cumplir y dotación de recursos móviles establecidos por las normas nacionales e
internacionales para la atención prehospitalaria; autónoma en su operación, pero sin
anarquía.

Por lo tanto, respondiendo a lineamientos técnicos (misión, visión y valores)


definidos por el órgano rector de la salud en el país, con participación tanto del sector
público como del privado o mixto, con disposición de que los servicios que presta sean
accesibles a toda la población, sin discriminación de ningún tipo, oportunos y seguros
para los trabajadores, el paciente-usuario y la comunidad en general. Financiamiento
mixto, gobiernos municipal, nacional y privado, sustentado en un análisis de costo por
actividad y grupos de población por niveles estimados de ingresos, correspondiendo al
gobierno municipal, el porcentaje que, como necesidad, genere la población de los
estratos D y E que representan el 83% de ella y, al subsector privado, los estratos A, B y
C, que constituyen el 17%. La población para disfrutar de este beneficio debe afiliarse
formalmente al sistema.

Consolidada la organización y mejorada la situación económico y financiera de las


familias, podrá plantearse el paso a una etapa, donde el financiamiento proveniente del
estado se reduzca hasta un monto que garantice subsidio por servicio prestado a la
población de estrato E y, el subsector privado, a través de un modelo de aseguramiento
por capitación, a los estratos A, B, C y D (González, 2017).

Dotar al hospital líder de recursos tecnológicos de comunicación e información, que


le permitan obtener apoyo de instituciones con mayor capacidad resolutiva para el
diagnóstico y tratamiento de pacientes, y lograr acuerdos con el sector privado
107

hospitalario del municipio, para convertirse en hospitales de referencia, donde exista una
unidad docente de la Universidad del Zulia para formar médicos especialistas en Medicina
de Emergencia y Desastre, recomendación que debe evaluarse en cuanto a su costo-
beneficio comparado con la solución tradicional que sería, elevar la capacidad de
respuesta de la institución líder y, por lo tanto, su grado de complejidad asistencial con la
dotación de equipos y capital humano requeridos.

Utilizar la propuesta resultante de esta investigación, como soporte para el


desarrollo del sistema, como proyecto piloto en el municipio Cabimas del estado Zulia,
que una vez implementado, evaluado y ajustado, de ser necesario, pueda ser replicado
en otros municipios del país.
108

ÍNDICE DE REFERENCIAS

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prehospitalaria competencias vs. efectividad. Medellín, Colombia: Universidad CES.

Anduquia, P.; Arbeláez, P.; Aristizábal, L.; Bermúdez, J.; Botache, W.; Bustos, Y. y otros.
(2012). Guías básicas de atención médica prehospitalaria. (2ª ed.). Medellín,
Colombia: Universidad CES: Corporación Canal Universitario de Antioquia.

Arnold, J. (1999). La medicina de emergencia internacional y el reciente desarrollo de la


medicina de emergencia en todo el mundo. Ann. Emerg. Med., 33: 97-103 pp.

Borrego, C. (2000). Traslado de enfermos críticos protocolos de transporte


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Contreras Altuve, C. (2013). Sinestralidad en PDVSA sobrepasa estándar mundial:


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114

ÍNDICE DE ILUSTRACIONES

Página

Cuadro 1. Operacionalización de las variables 91

Tabla 1. Servicios de atención de emergencia prehospitalaria del


94
municipio Cabimas. Años 2012-2016
Tabla 2. Organización y estructura de los sistemas de atención
96
prehospitalaria del municipio Cabimas
Tabla 3. Traslados según el servicio de atención prehostipalario
96
utilizado. Número y Porcentaje. Municipio Cabimas
Tabla 4. Tipo de capital humano por organización para la atención
99
prehospitalaria. Número y Porcentaje. Municipio Cabimas
Tabla 5. Nivel de formación del capital humano en atención
100
prehospitalaria. Número y Porcentaje. Municipio Cabimas
Tabla 6. Tipo de ambulancias por organización para atención
101
prehospitalaria. Número y Porcentaje. Municipio Cabimas
Tabla 7. Traslados de pacientes según el tipo de vehículo. Número y
103
Porcentaje. Municipio Cabimas
Tabla 8. Dotación de equipos e insumos según institución. Municipio
104
Cabimas

Figura 1. Sistema de emergencia prehospitalaria de Cabimas 133


Figura 2. Flujograma del centro regulador 140
115

ANEXO
116

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


UNIVERSIDAD DEL ZULIA
FACULTAD DE ODONTOLOGÍA
DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS
PROGRAMA DE POSTGRADO DE ADMINISTRACIÓN DEL SECTOR SALUD

PROPUESTA
DISEÑO DE UN SISTEMA DE EMERGENCIA PREHOSPITALARIA
PARA EL MUNICIPIO CABIMAS. ESTADO ZULIA

TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR AL TÍTULO DE MAGÍSTER


SCIENTIARUM EN ADMINISTRACIÓN DEL SECTOR SALUD
MENCIÓN: ADMINISTRACIÓN DE HOSPITALES

AUTORA: MC. ANA C. ZULETA

TUTOR: DR. RICAURTE SALOM GIL

ASESOR METODOLÓGICO: DRA. NORMA MELÉNDEZ


117

MARACAIBO, JULIO DE 2017


INTRODUCCIÓN

Las unidades que prestan servicios médicos de emergencia prehospitalaria


constituyen un componente de la atención sanitaria en la interfaz entre asistencia extra
hospitalaria y la hospitalaria. Constituyen una puerta de entrada al sistema sanitario y su
prestación es considerada imprescindible para garantizar el estado saludable de la
población en momentos de la materialización de riesgos, la optimación de los costos
asistenciales y, con el resto de otros modos de asistencia prehospitalaria, disminuir el
congestionamiento hospitalario, mejorar la utilización de sus recursos y reducir la
incapacidad física y la mortalidad provocada por los procesos críticos más frecuentes.

Razones de peso que han generado en las comunidades internacionales,


incluyendo gran parte de los países de América Latina, exceptuando nuestro país,
grandes esfuerzos en el desarrollo de redes de atención prehospitalarias eficientes,
efectivas en su capacidad de respuesta y modernas en su organización, estructura y
dotación, para satisfacer las necesidades asistenciales generadas por: elevados índices
de hechos violentos y siniestros naturales o desencadenados por el hombre, que en
forma inusitada y sistemática se observan, en nuestro caso la atención prehospitalaria
ha alcanzado su máxima expresión de abandono con la actual crisis que atraviesa la
nación; sin embargo, y, a pesar de ello, se deben plantear estrategias que permitan
alcanzar, en el futuro, un nivel de atención prehospitalaria excelente y vanguardista.

El fruto de esta reflexión y de la investigación realizada, es el diseño de un sistema


de atención prehospitalaria moderno, con autonomía financiera, calificado y capaz de
cubrir las demandas de la población; cumpliendo funciones como centro de enlace y
coordinación operativa de todas las unidades, independientemente de su propiedad, que
presten servicios de atención prehospitalaria y, entre ellas y el nivel hospitalario,
cualquiera sea la ubicación del hospital adecuado seleccionado, clasificación o
dependencia técnico-administrativa, que finalmente se traduciría en calidad de atención
y, con ella, seguridad de los usuarios internos y externos, así como utilización óptima de
los recursos sanitarios disponibles.
118

DISEÑO DE UN SISTEMA DE EMERGENCIA PREHOSPITALARIA


PARA EL MUNICIPIO CABIMAS

Justificación

La propuesta está sustentada en la recomendación específica resultante de la


investigación: diseñar un sistema de emergencia prehospitalaria para el municipio
Cabimas, sintetizada en la existencia de dos organizaciones que individualmente o
conjuntas han mostrado incapacidad técnica, operativa, comportamiento financiero
diferente, con énfasis deficitario en la organización de propiedad pública, y calificación
cuestionada del capital humano para satisfacer la demanda asistencial, inexistencia de
infraestructura adecuada, equipos y dotación de insumos; discriminación al acceso y
beneficios de la atención y su dotación, por razones económicas en la unidad de
propiedad privada, vulnerando ambos lo que en materia de salud la comunidad
venezolana tiene señaladas constitucionalmente como un derecho.

Misión

Ser una estructura físico-funcional donde se integran operativamente todas las


unidades que prestan los servicios de emergencias prehospitalarios y hospitalarios, sean
de propiedad pública, privada o mixta, ubicados en el municipio Cabimas del estado Zulia,
con financiamiento garantizado proveniente de fuentes diversas, autónomo
administrativamente, sin anarquía, celoso en el cumplimiento de los lineamientos legales
que soportan su creación, y alineado con las políticas de salud generadas por el órgano
rector de la salud señaladas en la Constitución del país; cuyo papel fundamental consiste
en canalizar adecuadamente, a través de un conjunto de recursos humanos y técnicos,
respuesta oportuna a cualquier demanda de atención médica urgente, de emergencia o
desastre, en el sitio del acontecimiento, mitigando mediante la estabilización de el o los
pacientes afectados, hasta la llegada al área de recepción de urgencias del hospital o
unidad asistencial especializada, que requiera la necesidad del paciente, o resolviendo
completamente la misma antes del arribo a ellas.
119

Visión

Constituirse, en un período de seis años, en un modelo para la atención


prehospitalaria de urgencias, emergencias y desastres, que evaluado y acreditado, en
lapsos bianuales, pueda ser replicado en todos los municipios del país, para finalmente
lograr la constitución de un sistema de atención médica prehospitalaria de cobertura
nacional.

Principios del sistema

El Sistema de Emergencia Prehospitalaria (SEP) de Cabimas, para cumplir sus


objetivos, se basará en los siguientes principios inspirados en la Declaración de Lisboa
(1987) y algunas consideraciones de la investigadora:
1. Respeto absoluto a la autonomía, dignidad y privacidad de los seres humanos.
2. Ofrecer el máximo beneficio para la salud de los habitantes del municipio.
3. Producir el menor perjuicio posible a la población y sus bienes.
4. Distribuir los cuidados a la comunidad de forma justa y equitativa.
5. Garantizar accesibilidad desde cualquier lugar y en cualquier momento,
respondiendo a criterios de disponibilidad.
6. Promover la eficacia, reduciendo al máximo posible los tiempos de reacción y
atención, o tiempo de respuesta.
7. Universalidad: disponible a toda la población, en situación de urgencias,
emergencias o desastres, independientemente de cualquier condición de
género, étnica, física, social o económica.
8. Solidaridad: en la práctica del mutuo apoyo entre los integrantes del sistema y
la comunidad usuaria para garantizar el acceso a los servidos de urgencias y
sostenibilidad en el tiempo.
9. Igualdad: garantizando calidad asistencial y seguridad del paciente en igualdad
de condiciones técnicas y profesionales, usuarios de los servicios, sean
residentes o no en el municipio.
10. Transparencia en las condiciones de prestación de los servicios, haciendo
públicas, claras y visibles la relación entre los distintos actores del Sistema:
120

pacientes-receptores, prestadores de los mismos y comunidad en general.


11. Intersectorialdad: promover la participación, en forma conjunta y coordinada de
los diferentes sectores y organizaciones que de manera directa o indirecta, en
forma integrada, continua u ocasional, se involucren en la atención de
urgencias, emergencias y desastres.
12. Interinstitucionalidad: mantener involucradas en la operación y desarrollo del
sistema a todas las instituciones, integrantes del sector salud, sean de
propiedad pública, privada o mixta.
13. Autonomía financiera, mediante la obtención de recursos provenientes de
fuentes diversas que garanticen la continuidad de las actividades al margen de
consideraciones distintas a las técnicas y científicas que soporten su
funcionamiento y crecimiento, a través de la educación y desarrollo del capital
humano que la compone.
14. Contribuir al desarrollo de una cultura ante las urgencias, emergencias,
amenazas, vulnerabilidad, riesgos y desastres, tanto en las personas,
consideradas individualmente como en la población en general, participando
activamente en la programación educativa y ejecución de programas para
capacitación en la mitigación de eventos críticos extrahospitalarios, tales como:
soporte vital básico, accidentes en el hogar iniciando en la escuela para
adolescentes a partir de los 12 años de edad.
15. Evaluación de riesgos mediante un programa de vigilancia epidemiológica
clásica y ambiental para la identificación de riesgos físicos, químicos, biológicos
y ambientales, a través de la identificación, cuantificación y cualificación de las
amenazas y vulnerabilidades en el municipio.

Límites geográficos del Sistema de Emergencia Prehospitalaria (SEP) de Cabimas

El SEP de Cabimas, brindará asistencia a todo el municipio Cabimas, ubicado al


este del estado Zulia, en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, en una superficie de
604 Km2. Limita por el Norte con los municipios Santa Rita y Miranda, por el Sur con el
municipio Simón Bolívar, por el Este con el estado Falcón y por el Oeste con el Lago de
Maracaibo. Está dividido en nueve (9) parroquias: Ambrosio, Carmen Herrera, Germán
121

Ríos Linares, La Rosa, Jorge Hernández, Rómulo Betancourt, San Benito, Arístides
Calvani y Punta Gorda. Su capital es la ciudad de Cabimas.

La población cabimense es predominante urbana, cuya actividad principal está


ligada a la explotación petrolera, seguida de la industrial y el comercio, relacionadas con
dicha actividad y, en menor proporción, agrícola y pecuaria.

Población, geografía e infraestructura

El municipio de Cabimas para el año 2014, contaba con una población estimada
según el último censo (2011) de 308.569 habitantes; su clima es seco y la temperatura
mayor a 30 °C durante todo el año, a la cual contribuye el calentamiento del petróleo que
circula a presión por una red de tuberías subterráneas distribuidas por toda la ciudad y la
combustión permanente de gas natural proveniente de los pozos petroleros, acción que
produce grandes cantidades de dióxido de carbono (CO 2), lo que ocasiona un efecto
invernadero. Su relieve es principalmente llano, con algunas notables depresiones que
eran sitio de antiguas lagunas o ciénagas, que hoy son fuente de múltiples inundaciones
en las temporadas de lluvias y reservorio de agua estancada en verano, donde se genera
la cría de insectos. Además de la cuenca del Lago de Maracaibo, existen otras cuencas
en el municipio como son la del río Mene y la del río Ulé.

Amenazas

Posee dos ejes viales fundamentales: la carretera Intercomunal que desde el puente
sobre el Lago de Maracaibo, une estructuralmente los municipios limítrofes: Ciudad Ojeda
(único municipio con un hospital calificado), Lagunillas y Mene Grande; y la autopista
Lara-Zulia, así como otras vías secundarias, como: la Cabimas-Punta Gorda, Cabimas-
Monte Pío, Cabimas-Tía Juana en el municipio Simón Bolívar, vías que por la alta
frecuencia de tránsito vehicular liviano y pesado contribuyen a calificar el área geográfica
como zona de riesgo para accidentes; municipios donde, eventualmente, una nueva
investigación debe evaluar la pertinencia de extrapolar la propuesta que se presenta.
122

Es necesario mencionar como amenazas existentes, las depresiones en el terreno


causadas por la extracción petrolera y, entre ellas, la subsidencia producto de la invasión
al lecho del Lago de Maracaibo que obligó a la construcción de un muro de contención,
donde el nivel lacustre está por encima de tierra firme, con existencia del asentamiento
de un número importante de pobladores, que en forma permanente han cuestionado su
mantenimiento y exigido una reubicación, que en más de 25 años no se ha concretado a
pesar de las ofertas reiteradas de los gobiernos de turno. El municipio está dotado de
ciertas áreas portuarias, dedicadas fundamentalmente a la actividad petrolera.

La suma de estas amenazas, más la vulnerabilidad por la inexistencia de planes, de


evacuación y programas educativos, carencia de cultura de la población en prevención
de riesgos, vulnerabilidad incrementada por la inexistencia de un sistema eficaz y efectivo
de atención prehospitalaria, y un Hospital líder cuestionado en su capacidad resolutiva,
induce a cualquier observador experimentado a concluir que la capacidad de respuesta
es inexistente, configurándose así la ecuación cuyo resultado es el desastre:

Amenaza + Vulnerabilidad - Capacidad de respuesta = Desastre

Objetivo general

Crear un Sistema de Emergencia Prehospitalaria (SEP) que atienda a personas en


situación de urgencia, emergencia o desastre en el municipio Cabimas.

Objetivos Específicos

• Definir la organización, estructura y funcionamiento del Sistema de Emergencia


Prehospitalaria de Cabimas.
• Señalar dentro de la organización las áreas que la componen.
• Definir en la estructura los sectores o núcleos operativos de cada una de las áreas
señaladas.
• Describir el proceso operativo de cada sector o núcleo operativo y secciones.
• Establecer los planes de acción del Sistema de Emergencia Prehospitalaria (SEP)
123

de Cabimas, en situaciones de emergencia, urgencia y desastres o Incidentes con


Múltiples Víctimas (IMV).

El SEP del municipio Cabimas estará, arquitectónica y operativamente, organizado


y estructurado por una estructura coordinadora de la red, conformada por todas las
instituciones que prestan servicios asistenciales de emergencias, urgencias y desastres
o apoyo a éstas, ubicadas en el municipio, independientemente de su propiedad; una
estructura arquitectónica del ente coordinador, sismoresistente, ubicado en zona libre de
amenazas geológicas, físicas, químicas o ambientales; que seguirá la siguiente
estructura organizacional:

1. Organización general: Centros o Núcleos:


• Regulador y Despacho.
• Operaciones.
• Mantenimiento.
• Administrativo.
• Sistema de Calidad y Auditoría de Gestión.

2. Organización específica, con las siguientes secciones y anexos:

• Centro de Regulación y Despacho, con cinco (5) secciones dispuestas como puestos
trabajo: Sala de Regulación, Oficina del Médico Regulador, Oficina del Médico
Epidemiólogo y Sala de Archivos Registros; con los ambientes anexos diferenciados
por sexo para descanso simultáneo de dos personas, vestuario y aseo del capital
humano en servicio, separadas por divisiones son amortiguadas, ubicados de tal
forma que los ocupantes de puestos de trabajo puedan verse entre sí, y la
coordinación del centro a ellos.
• Centro de Operaciones, con dos (2) secciones: Área de permanencia del personal de
repuesta asistencial y el área de estacionamiento de ambulancias y unidades móviles
de emergencia.
124

• Centro de Mantenimiento, con dos (2) secciones: Mantenimiento Mecánico y


mantenimiento del Sistema Computadorizado (hardware y software) y de
telecomunicaciones, dotado con los requerimientos tecnológicos indispensables para
que pueda cumplir sus funciones.

• Centro Administrativo, con seis (6) secciones: Coordinación General del CR y


Secretaría, Administración Económico-Financiera, de Capital Humano,
Administración Jurídica, Biblioteca, Administración Educación, y Mercadeo y, como
anexo, un Salón de Conferencias, situado en proximidad de la oficina del Médico
Coordinador General del centro, si es posible, en conexión visual con su oficina a
través de tabiques transparentes, y estar provista de líneas telefónicas con tomas
para recarga de equipos telefónicos portátiles, puntos para oxígeno, succión y tomas
eléctricas 220V, locales sanitarios, depósitos y futuras extensiones, ya que debe
preverse su utilización en situaciones de contingencia como áreas de expansión, y
eventualmente para actividades de capacitación.

• Centro de Auditoría y Gestión de la Calidad, con dos (2) secciones: Gestión de la


Calidad y Auditoría de Servicios.

Organización funcional. Está considerada como una Organización No Gubernamental


(ONG), con soporte legal de tipo fundacional, o Asociación Civil sin fines de lucro,
integrado por los siguientes niveles:

• Nivel Asesor:
Constituido por un representante, residente o con trabajo asignado en la subregión y
perteneciente al sector salud, de cada una de las organizaciones siguientes: Ministerio
de Salud, gobierno municipal de Cabimas, industria petrolera (PDVSA), Instituto
Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), Universidad del Zulia (LUZ), Asociación de
Hospitales y Clínicas Privadas, Academia de Medicina del Zulia, Instituto de Asistencia y
Protección Social del Magisterio (IPASME), Sociedad Venezolana de Medicina de
Emergencia y Desastres; que en número de un representante por cada organización
participante constituirán un Consejo Superior, máxima autoridad del Sistema, cuya norma
125

de funcionamiento, a solicitud de la representación del órgano rector de la salud, será


elaborada por sus integrantes una vez formalizada la organización.

• Nivel estratégico:
Donde participan como miembros: representantes del Cuerpo de Bomberos del
municipio, empresas del sector civil o privado que prestan servicios de atención
prehospitalaria, industria y comercio; directores o presidentes de Juntas Directivas de
clínicas y hospitales privados; directores de hospitales y ambulatorios con unidades de
emergencia y urgencia en su estructura, de propiedad pública (Instituto de Previsión del
Profesorado de LUZ - IPPLUZ-COL) y comunidad usuaria organizada, amparada o no
por pólizas de servicio prehostipalario, empresas de seguros, programa de postgrado de
Medicina de Emergencia y Desastres de la Universidad del Zulia. Todos, residentes o con
trabajo asignado en el municipio, quienes constituirán la Asamblea de Miembros del
Sistema, de cuyo seno, se designará una Junta Directiva constituida por un número
impar, no mayor de siete (7) representantes, con autoridad y responsabilidad delegadas
por el Consejo Superior, órgano para la discusión de planes, programas, estrategias,
toma de decisiones no delegadas y evaluación de gestión. La misma tendrá una
Presidencia, Vicepresidencia, Secretaría, Tesorería y tres vocales, cuyas funciones
específicas serán señalas en la primera reunión formal, por quienes constituyan
legalmente la organización, cuidando en todo momento el respeto y garantía de
representación de la minoría, si la hubiere, y la designación en forma individual, pública,
directa y secreta de sus miembros, con el derecho de un voto por entidad,
independientemente del número de representantes que posea en la asamblea de
miembros.

• Nivel operacional:
A. Área Directiva: responsable de velar por el cumplimiento cabal del capital humano,
dotación, mantenimiento de equipos y tecnología de la información y
comunicación, así como de la prestación eficaz de los servicios y seguimiento de
la eficiencia y calidad de los mismos. Estructurada de la siguiente forma: un equipo
integrado por los líderes de cada una de los centros o núcleos, éstos
seleccionados por los integrantes de las secciones que cada una de ellos lidera,
quienes, a su vez, de su seno, decidirán quién desempeñará las funciones de
126

Director de Operaciones, profesional que respondiendo al cumplimiento de


requisitos señalados en normativas del sistema, entre las cuales destaca su
formación de pregrado en alguna profesión básica del área de la salud y postgrado
en salud pública o administración sanitaria; será postulado al nivel estratégico,
para su consideración y designación formal.

B. Área de Regulación de Llamadas y Despacho de Móviles: responsable de


recepción y regulación de llamadas de alertas, y despacho de móviles desde las
Bases para móviles, atendiendo instrucciones del profesional de la medicina en
línea: ambulancias de diferente tipo y grado de complejidad y vehículos de apoyo.
Estructurada de la siguiente forma: un Centro para Regulación y Despacho,
integrado por las siguientes secciones: Comunicaciones, Coordinación Médica y
Epidemiología.

El Centro de Regulación y Despacho (CR), será la instancia que recibirá, analizará


y orientará la resolución de las llamadas de solicitud de atención médica debidas
a una urgencia, emergencia o desastre, a través del despacho de móviles, o del
consejo médico telefónico. De acuerdo a la complejidad de la condición clínica de
los pacientes, dará el soporte técnico a los equipos de intervención en el campo
de acción y durante el traslado, hasta que el paciente es admitido en el servicio
asistencial, disponible y apropiado al tipo de patología que presente. Además,
coordinará el conjunto de interventores no sanitarios en caso de que ello sea
necesario, y realizará periódicamente revisión y evaluación de sus funciones.

Es necesario que se encuentre ubicado en un lugar seguro y de acceso restringido


para el público en general y capital humano no relacionado con sus funciones,
cuyo ingreso debe ser autorizado por la coordinación del Centro, y en su ausencia
por el(la) médico(a) en línea de guardia, quien fungirá como máxima autoridad
operativa del Sistema. El diseño ergonómico de esta sala estará en función de su
equipamiento (en particular el informático). El (la) Médico (a) coordinador estará
en comunicación directa por teléfono o intercomunicadores con todos los sectores
del Centro (llamado directo individual y llamado general disponible). Se
recomienda que además de sus paredes insonorizadas para mitigar el alto impacto
127

producido por el flujo de radio-comunicaciones, debe contar con sistemas para


control de temperatura ambiental y luminosidad de esta sala para hacerla
particularmente confortable.

El sitio determinado para este fin debe disponer de electricidad alterna propia,
contar para comunicación de datos, voz e imagen, impresoras y sistemas de
computación con la plataforma comunicacional que se considere necesaria para
el cumplimiento de sus funciones, desarrollada por Ingenieros de Sistemas.
Disponer de un sistema de grabaciones digital, para que todas las
comunicaciones, entrantes y salientes, puedan ser registradas en tiempo real, lo
que permite la retroalimentación de los procedimientos de despacho y las
respuestas legales que sean pertinentes.

Funciones del Centro de Regulación y Despacho:


• Mantener su actividad ininterrumpida (24 horas del día, los 365 días del año).
• Iniciar una investigación formal con capital humano competente, y establecer un
nivel de alerta interna al conocer necesidad de una respuesta emergencia Pre
hospitalaria conocida a través de informes y noticias reportadas a través de
medios radiales, telefónicas y otros, antes de proceder al despacho de móviles
para dar una respuesta oportuna y adecuada al ser confirmada la necesidad o
solicitada formalmente.
• Recibir, procesar, analizar y dar respuesta adecuada a los requerimientos de
atención de urgencia que se efectúen telefónicamente por la línea 911 antiguo
171, Coordinando, asignando los recursos que sean necesarios y enviando el
tipo de Unidad de Emergencia que corresponda, de acuerdo a su disponibilidad
y ubicación del sitio donde ocurrió el incidente.
• En caso de requerir la salida de algún vehículo móvil, el regulador se comunica
con la base indicándole el lugar al que se debe dirigir, toda la información
recopilada y el tipo de procedimiento según claves protocolizadas, actividad que
simultáneamente trasmite al médico(a) en línea, quien, por radio, internet u otra
vía electrónica, enlazada con la base, autoriza la salida del mismo.
• Decidir el destino final del lesionado o accidente, de acuerdo al nivel de atención
que corresponda ser atendido por la gravedad o patología que presente.
128

• Mantenerse en permanente comunicación con la móvil y su personal de


intervención, registrando horario de salida de la base y llegada al sitio del evento
y datos relacionados con el estado del paciente, cambio de ruta acordada,
problemas mecánicos de la unidad de tránsito, o cualquier otro tipo.
• Gestionar el traslado intrahospitalario de pacientes críticos o de pacientes que
ameriten atención especializada no existente en la institución referente.
• Facilitar colaboración e intervención de organismos no sanitarios implicados en
la emergencia; en caso de ser necesario, como protección civil, policías, fuerzas
armadas, cuerpo de investigaciones y medicina forense, y coordinar e integrar
las actuaciones entre instituciones de propiedad pública, privada y mixta.
• Disponer de protocolos actualizados para el quehacer de las diferentes
situaciones o casos de emergencia; que deben ser utilizados por el capital
humano que integra el centro regulador (operadora radial, profesional regulador
y médico en línea), y evaluar su composición, inconvenientes o no durante su
aplicación y resultados.
• Coordinar y velar los por el cumplimiento del proceso de referencia y contra
referencia entre las diferentes instituciones.
• Llevar un registro de las intervenciones diarias por turno.
• Coordinar los procedimientos para transporte de órganos en un programa
subregional de trasplante.
• Participar con el capital humano, con las competencias pertinentes, como
integrante del equipo consultor para la construcción de instituciones
asistenciales o la remodelación de las existentes, velando que el enfoque
arquitectónico esté dirigido a obtener como resultado “un hospital seguro”, valor
que debe extenderse a todas las instituciones cuya actividad sea: prestar
servicios sanitarios, asistenciales de tipo preventivos y/o curativos de
enfermedades, rehabilitación del ser humano y/o de investigación en el sector
salud.

El Centro de regulación, debe contar con un sistema de radiocomunicaciones


que permita comunicaciones de óptima calidad entre todos los actores, sin
interferencia entre ellos, cuando sea necesario.
129

La aplicación informática del centro regulador debe soportar:


• Un mapa digitalizado con visualización de recursos de GPS (sistema de
geoposicionamiento vía satélite).
• Un módulo de gestión telefónica (llamadas de emergencia, llamadas de
equipos, llamadas informativas).
• Un módulo de radiocomunicaciones, cuyo sistema utiliza el espectro
radioeléctrico SHF para transmitir los mensajes entre terminales y, por lo tanto,
no disponen de líneas físicas que puedan sufrir interrupciones; su autonomía
depende del mantenimiento de fuentes de energía alternas (baterías, UPS,
cargadores, placas solares, etc.).
• Un módulo de tele-diagnóstico, con los grandes avances en informática, hoy
día, vía internet se reciben y trasmiten señales de video, consultas, EKG,
imágenes radiológicas, etc. Tanto por dispositivos fijos como móviles (tablas y
teléfonos inteligentes).

Es importante anotar que los equipos de bases, además de los localizados en la


sede del Centro de Regulación y Despacho, deben ser instalados en todas las
instituciones salud de la red pública, privada y mixta que presten servicios de
urgencia y emergencia, y asignados a equipos móviles al capital humano
coordinador(a), Jefatura de Guardia, independientemente de su clasificación y
grado de complejidad; así como, a todo el parque automotor de móviles.

C. Área Bases para Móviles. Área de permanencia y reguardo físico o


estacionamiento de ambulancias y móviles de emergencia dependientes, cuya
operación estará sujeta a las instrucciones que reciba del (la): médico(a) en línea
y ubicación estratégica de acuerdo a lo señalado en un mapa de riesgos y
amenazas detectadas, sean permanentes o circunstanciales.

D. Área Archivo de Registros, ambiente que permita la guarda y custodia de archivos


digitales e impresos que se generen en cualquier área del sistema. Está destinado
al archivo de los documentos operativos del Sistema de Emergencia
130

Prehospitalaria, en forma tal que permita la búsqueda rápida y su utilización con


fines de investigación médica, técnica o legal. Esta sección estará prevista para la
conservación a mediano plazo de documentación escrita, cintas magnéticas de
registro de llamados telefónicos y comunicaciones radiales, además de backups
informáticos, protegido contra incendios y no debe permitirse el acceso a personas
no autorizadas, incluyendo capital humano del sistema no relacionado con las
actividades que ella se cumplen.

Anexo a este ambiente, para evitar la manipulación intencional de la información


registrada y archivada, es necesario disponer de una Sala de Documentación
Operativa, cuya organización debe permitir la exhibición de mapas y
documentación de procedimientos de actuación técnica y profesional, informes
actualizados de recursos, etc. y búsqueda de documentación médica y técnica
que pueda ser divulgada, y un parlante conectado permanentemente a la red de
comunicación radial para transmisión de alertas, equipo que es indispensable
forme parte de las necesidades en cada espacio físico de la estructura
arquitectónica sede del sistema.

E. Área de Investigación Epidemiológica, Evaluación y Gestión de Riesgos.


Responsable de mantener actualizado el registro de Amenazas, vulnerabilidades
de cualquier tipo, y la investigación para mantener actualizado el conocimiento de
las existentes o detección de las que surjan, con el fin de prestar el apoyo científico
y técnico a las autoridades que deben tomar las decisiones relacionadas con la
satisfacción de las mismas.

F. Área Administrativa, que incluye aspectos legales, gestión del recurso humano,
manejo de recursos financieros, evaluación de proyectos, apoyo logístico,
acreditación, capacitación del capital humano en servicio y formación del de relevo
o para cubrir necesidades en otros sistemas que se programen.

G. Área para el sistema de Gestión de la Calidad y Auditoría de servicios.


131

Figura 1
Sistema de emergencia prehospitalaria de Cabimas

Fuente: Zuleta, A. (2017).

Capital humano del Sistema

El Centro de Recepción de solicitudes, regulación, médico en línea y despacho del


Sistema de Emergencia Prehospitalaria, estará conformado por el siguiente tipo de
personal:
• Operadores Telefónicos. Se estima la necesidad de ocho (8) para disponer de
dos (2) por guardia, si la contratación es de cuarenta hora semanales. Su
calificación es la de Técnico Auxiliar en Comunicaciones. Funciones:
a. Recibir todas las llamadas telefónicas que entren, brindando una atención
respetuosa a los usuarios, solicitara número telefónico de quien hace la
llamada, y compara la información con el registro en el sistema, cortésmente
pide que cierre la comunicación y de inmediato le devuelve la llamada para
constatar su procedencia y nombre del solicitante. Transferirá la llamada al
Técnico Regulador, quien completará el interrogatorio: nombre del paciente,
fecha de nacimiento y edad, dirección y referencia física de ella, estado del
paciente: temperatura, sangramiento visible, dolor (especificar sitio). Si los
datos que le sugieren es de un traslado, participa al médico en línea y
132

procede a constatar la disponibilidad de móvil para el traslado, pero si


sospecha que se trata de una emergencia, urgencia o un incidente severo,
de inmediato transfiere la llamada a la sección de Despacho, que ordenará a
la base acudir al sitio con la móvil adecuada según su análisis y
simultáneamente informar al Médico en línea, quien después de analizar la
situación puede tomar la decisión de calificar la solicitud como una urgencia
o emergencia, en el primer caso procede a dar consejos médicos, y en el
segundo toma la decisión de avalar la orden emitida por el despachador y
autoriza la salida de una móvil especificando el tipo y recursos que debe
llevar.
b. Cumplir con los instructivos y procedimientos internos establecidos para cada
actividad: Solicitando: nombre de quien llama, datos de identificación del
paciente y parentesco con quien hace la solicitud, número telefónico y
localidad desde donde llama, motivo de la llamada. Cortésmente, le solicita
por favor que cuelgue el teléfono y espere una llamada de retorno que hará
de inmediato; que una vez corroborada la misma procederá a cerciorarse que
fue registrada en la base de datos del Centro Regulador y transferirá al
Técnico Regulador
c. Colaborar y apoyar al Médico en línea, en las siguientes actividades: Realizar
o transferir llamadas que involucren otros organismos gubernamentales y
especialistas afines a alguna especialidad troncal (medicina, cirugía, gineco-
obstetricia o pediatría y adolescencia) cuando la situación lo amerite.

• Técnico de Regulación en Emergencias Prehospitalaria (TREPH) o


Reguladores. Se estima que deberán existir dos (2) Técnicos por guardia,
número que será necesario ajustar de acuerdo a la demanda, considerando que
este es un recurso humano que juega un papel de importancia vital en el
Sistema de Emergencia Prehospitalaria por su tarea de recibir solicitudes
transferidas por los Operadores y deben tomar decisiones cruciales como apoyo
al Médico en línea, por ello, requerirán para su desempeño, recibir
entrenamiento como: Técnico en Emergencias Prehospitalaria, Técnico de
Comunicaciones y como Despachadores de emergencias médicas y rescate.
133

• Técnico despachador de móviles y recursos en emergencias prehospitalarias


(TDEPH) o despachador. Se estima que deberán existir dos (2) técnicos por
guardia, número que será necesario ajustar de acuerdo a la demanda,
considerando que, como el anterior, juega un papel muy importante en el
Sistema de Emergencia Prehospitalaria por su tarea de recibir solicitudes
transferidas por el Técnico de Regulación de solicitudes, y tomar decisiones
cruciales para el despacho oportuno de móviles y recursos, además de apoyo
al Médico en línea, por ello, requerirán para su desempeño, recibir
entrenamiento como: Técnico en Emergencias Prehospitalaria y Técnico de
Comunicaciones. Podemos decir que por sus funciones constituye, con el
Técnico de Regulación y el (la) Médico(a) en línea, la columna vertebral del
Sistema de Emergencias Prehospitalarias. Funciones de los Despachadores
(TDEPH):
a. Recibir los antecedentes que le entregue el Técnico Regulador o el
Operador Telefónico, para el despacho a los procedimientos para los cuales
está autorizado ordenar.
b. Determinar la naturaleza y severidad del tipo de incidente reportado, para
decidir siguiendo los protocolos de actuación, que tipo de respuestas es
pertinente dar incluyendo que instrucciones ha de dar a la persona que
llama, para mantener estable y seguro al paciente mientras el capital
humano asignado a la unidad adecuada despachada, arriba. al sitio del
acontecimiento, y una vez estabilizado en el mismo hacer un seguimiento
mediante monitoreo radial mantenido durante el traslado, debiendo tener la
precaución de hacer las consultas pertinentes al Médico en línea mientras
cumple sus delicadas funciones.
c. Despachar por vía radial, las instrucciones de salida a móviles, brindando
la mejor orientación geográfica para el procedimiento.
d. Apoyar en los aspectos de localización, seguridad, medios de apoyo de
otras instituciones de emergencia.
e. Recibir y registrar los informes radiales de los equipos de intervención.
f. Transmitir las instrucciones del Médico en línea, a los equipos de
intervención, cuando éste lo determine.
134

g. Informar al Médico en línea de cualquier incidente en el procedimiento o


agravamiento del paciente.
h. Mantener comunicación efectiva con todas las bases y móviles, las 24 horas
del día.
i. Actualizar la situación operativa de los móviles y su localización geográfica
de tal manera de conocer en cada momento que móviles están disponibles
para dar respuesta a una nueva demanda.
j. Coordina con otras agencias de seguridad y emergencias médicas cuando
la situación así lo requiera. Dentro de esto se señalan a las instituciones
privadas de seguridad, rescate, de manejo material peligroso, de
ambulancias aéreas o acuáticas, entre otros.

• Técnico en Radiocomunicaciones: estimándose uno (1) por guardia. Es


imprescindible para el buen funcionamiento del sistema y en espacial del Centro
Regulador, disponer de un Técnico en Telecomunicaciones las 24 horas del día
y 365 días al año, para solventar los imprevistos que impidan el buen
funcionamiento de ellos. Funciones: Responder oportunamente a las solicitudes
de cualquier usuario de equipos propiedad del sistema, o sin serlo, por estar
ubicado en una sede diferente, una unidad de urgencia-emergencia de una
institución privada, pública o mixta, su conexión y presencia activa en la red es
imprescindible. Los costos de este servicio de mantenimiento, deberán ser
pagados por la entidad propietaria del equipo a la administración del Sistema.

• Médico(as) en Línea. Se estima la necesidad de dos (2) médicos(as) por guardia


en el Centro Regulador, uno en la sede y, otro, disponible para ser asignado a
una móvil medicalizada; sin embargo, será la demanda y las condiciones de
contratación las que definirán el número necesario para satisfacerlas, partiendo
del principio que siempre deberán estar cubiertas las guardias en el centro y en
unidades móviles. Este(a) profesional con formación de postgrado en Medicina
de Emergencia y Desastres, o en su defecto con competencias certificadas por
experiencia, y acreditadas por la Sociedad Venezolana de Medicina de
Emergencia y Desastres, al del servicio del Sistema de Emergencia
Prehospitalaria. Funciones:
135

a. Se encargará(n) de girar las instrucciones y autorizar o avalar órdenes del


Técnico despachador, en los casos que señale el protocolo de actuación.
b. Formar parte de la tripulación de móviles, si es asignado a la unidad, sea
de traslado, soporte básico o avanzado, en este caso mantener contacto
con el paciente, durante su rescate, estabilización, atención, apoyando al
Técnico de emergencias tripulante, si es necesario, durante el traslado al
hospital receptor, donde se encuentra un(a) profesional de la medicina
receptor(a), perteneciente al hospital, previamente alertado e informado.
c. Cumplirá funciones de supervisor de guardia, durante la ausencia del (la)
profesional médico(a) que coordina todas las actividades que cumplen las
diferentes dependencias que integran el sistema, por lo tanto posee la
autoridad y responsabilidad delegadas, para garantizar el buen
funcionamiento del mismo.
1. Atender las consultas de urgencias y emergencias que se soliciten en el
Centro Regulador, de urgencias no resueltas por el Técnico Regulador o el
Despachador, o como apoyo para dar consejos médicos en los casos que
sea pertinente hacer.
2. Asesorar a los Técnicos Regulador y Despachador, en las consultas de
urgencias y emergencias que se soliciten, para la referencia oportuna y
adecuada de los pacientes.
d. Elaborar la historia clínica de los pacientes que requieran consejo médico y
revisar aquellas elaboradas por los técnicos a bordo de las unidades
móviles u otro médico en línea destacado en unidades medicalizadas.
Registrar la Asesoría prestada y actuaciones realizadas.
e. Decidir que recurso debe ser movilizado frente a cada caso, intentando
dentro de sus posibilidades, dar la respuesta más adecuada a cada
situación. Sus prioridades deben a su vez, extenderse a la decisión sobre
el destino de los pacientes a la institución adecuada, preferiblemente
cercana al sitio del acontecimiento.
f. Mantener un registro actualizado de la disponibilidad de camas en unidades
para hospitalización, incluida unidades de cuidado intensivo, cantidad de
sangre y sus derivados, proveedurías farmacéuticas existentes, entre otras,
en el municipio.
136

g. Avalar y hacer seguimiento a los procedimientos realizados por el recurso


de Técnicos a durante los traslados y velar por que se realicen de manera
ordenada, profesional y resguardando la dignidad, respetando sus
creencias y garantizando la calidad asistencial y la seguridad del paciente
h. Esta actividad supone una responsabilidad, profesional, ética y legal dado
que deberá postergar ciertas intervenciones favoreciendo otras, así como
avalar la ejecución de procedimientos médicos realizados por técnicos,
Dada estas implicancias, toda comunicación radial, telefónica o de otro tipo,
que involucre al Centro y particularmente a la intervención médica, debe ser
registrada en forma digital y respaldada (backup) como soporte frente a
cuestionamientos que pudieran surgir y requiera respaldo jurídico.
i. Verificar que el paciente sea recibido en la emergencia de la institución
receptora, asegurándose que se le presta la atención requerida y
entregando con un resumen de la historia clínica en forma clara, siguiendo
el protocolo establecido. No se retirará hasta no estar seguro del destino
que la institución dará al paciente.
j. Asesorar a los médicos que solicitan, vía radial o telefónica traslados de
pacientes, registrando e informando a su superior jerárquico sobre
irregularidades y aciertos en el proceso de referencia y contra referencia.
por parte de los establecimientos de salud los referentes y receptores.
k. Realizar el registro de procedimientos y al término de su jornada laboral,
elaborar reportes sobre las novedades ocurridas tales como: pacientes
pendientes, delicados, quejas y reclamos de los usuarios, entre otros, para
conocimiento y toma de decisiones de su superior inmediato.
l. Garantizar los derechos de los usuarios que soliciten atención de urgencia
o que requieran remisiones a otro nivel de complejidad.
m. Apoyar en la conformación de grupos interdisciplinarios responsables de la
atención de urgencia, emergencia y desastres.

• Técnico en Informática y Registros de Salud, profesional responsable de la


guarda y custodia de toda la información que se genere, sea impresa o digital,
velando, además por la existencia y actualización de mapas digitales
catastrales, que claramente especifiquen la ubicación y capacidad resolutiva de
137

las instituciones que integran la red para asistencia de emergencia


prehospitalaria, hospitalaria y las de apoyo a las mismas.

• Profesional Epidemiólogo(a), cuya presencia no necesariamente debe ser


permanente e ininterrumpida. Responsable del registro de datos, análisis de los
mismos, referentes a la causalidad probable o cierta, caracterización de la
misma y ubicación de la comunidad donde se generan las solicitudes de
asistencia prehospitalaria

• Coordinador(a) del Centro de Regulación y Despacho de Emergencias


Prehospitalarias. Profesional, necesariamente perteneciente al área de la salud,
con formación de postgrado en Medicina de Emergencia y Desastres, Gestión
de Riesgos, o en su defecto con competencias certificada por experiencia en la
atención de urgencias y/o atención de emergencias o desastres, acreditado por
la Sociedad Venezolana de Medicina de Emergencia y Desastres, que velará
por el funcionamiento del Centro Regulador (CR), la dotación y mantenimiento
de infraestructura, equipos e insumos, cumplimiento de las funciones generales
y especificas del capital humano del Centro. Funciones:
a. Planificar las actividades del CR.
b. Gestionar la consecución de recursos para el CR.
c. Mantener información epidemiológica actualizada y rendir informes de
control sobre las actividades del CR al MPPS.
d. Planificar y coordinar la capacitación que institucionalmente. Se haya
establecido para crecimiento y actualización de saberes del capital humano.
e. Supervisar, controlar y evaluar las actividades que se cumplen en el centro
regulador de urgencias y emergencias prehospitalarias.
f. Programar y dirigir reuniones mensuales con los funcionarios de las
diferentes áreas de trabajo, para evaluar el cumplimiento de objetivos,
metas e indicadores y toma de decisiones en equipo.
g. Entregar los informes a los entes territoriales sobre irregularidades y
aciertos en el proceso de referencia y contra referencia.
138

Figura 2
Flujograma del centro regulador

Fuente: Zuleta, A. (2017).

Descripción de actividades señaladas en el Flujograma:

Las actividades secuenciales que en cuatro (4) fases se realizarán en el Centro


regulador, desde el momento que se recibe la (s) llamada (s) interrelación entre sus
componentes y seguimiento, hasta que concluye la atención médica:

1.- Recepción de la llamada:


El centro regulador del SEP de Cabimas, recibirá todas las llamadas a través del
número de emergencia 911, éstas serán atendidas por el(la) Técnico en Comunicaciones
u Operadores Telefónicos o Radioperadores, capacitados(as) en emergencias
prehospitalarias, quienes usando un lenguaje claro, conciso e identificándose en este
momento como operador del centro de emergencias y su nombre, determinaran cuál es
el motivo de la llamada, obtendrán del usuario la información señala en sus funciones,
139

confirmarán la misma, que será retransmitida a los (las) técnicos(as) reguladores o a los
(las) técnicos(as) despachadores, según sea la clasificación que dé a la solicitud.

2.- Regulación de la solicitud:


La regulación, con el despacho y médicos(as) en línea, constituyen trabajando en
equipo, las fases centrales del Centro Regulador, en su conjunto son orientadores,
determinan la complejidad, tipo de ayuda y oportunidad de la misma, suministrando la
ayuda pertinente y disponible ante una llamada de emergencia, que puede ir desde el
simple consejo médico, dar el alerta al nivel hospitalario con enfoque al hospital
adecuado, hasta la activación de toda la red de emergencia; la coordinación intersectorial
o la activación del plan de desastres del sector, seguimiento a las mismas y a las
actividades que se ejecutan antes, durante y después de un traslado, asociando los
factores sociales asociados a la emergencia y la disponibilidad de los recursos, y
seleccionar la prioridad para la asistencia de la urgencia mas no de la emergencia o
desastre cuya prioridad es inobjetable.

3.- Despacho:
Es quien ejecuta la indicación de salida ordenada por la regulación, Médicos(as) en
línea o por decisión propia, asumiendo la autoridad delegada contenida en el protocolo
de actuación. El despacho debe estar dotado de los recursos apropiados, para poder
efectuar una gestión de flota en forma eficaz, con el menor retardo posible, manteniendo
asegurada la conectividad con la regulación, médicos(as) en línea y tripulación de
móviles.

4.- Seguimiento:
Es imprescindible mantener seguimiento a cualquier tipo de intervención durante la
misma o que se haya realizado como respuesta a un llamado de emergencia; actividad
que es realizada por el Médico en línea, tanto en intervenciones médicas que se realizan
en el domicilio para pacientes que no son trasladados, como en aquellas donde sí se
genere un traslado hacia un centro asistencial, lo que hace presumir, que el tiempo de
permanencia interconectado del Médico en línea, puede ser prolongado, de modo que
140

este factor debe ser tomado en cuenta cuando se definan los criterios para crear los
indicadores de efectividad o eficacia del trabajo profesional.

Plan del centro regulador (CR) ante desastres o incidentes con múltiples víctimas (IMV)

El Centro Regulador del Sistema de Emergencias Prehospitalarias, como primer


contacto con los afectados por situaciones inesperadas (urgencias, emergencias,
desastres), con el sistema de salud, debe tener una capacidad de respuesta que satisfaga
la demanda, ello implica la necesidad de disponer de un plan de contingencia capaz de
regular los elementos desorganizativos propios en cualquier situación de crisis; el control
del escenario, la implantación de un puesto de mando sanitario; el triage y la asistencia
in situ; así como, el control de las ambulancias, la clasificación y distribución de los
pacientes adecuados a los hospitales adecuados, en unidades adecuadas; impulsos
siempre presentes, que es necesario organizar.

Será, en el sistema, el único ente encargado de los procesos de planeación,


coordinación de la educación, prevención, mitigación y acción ante cualquier situación de
desastre o incidente con saldo masivo de víctimas (IMV). Su intervención y
organizaciones de apoyo, deberá responder a protocolos de actuación específicos, que
canalizarán los mecanismos de respuesta en tres fases.

El CR antes del desastre o IMV

Conociendo que la fase previa al desastre involucra actividades que corresponden


a las etapas de: prevención, preparación y alerta, y teniendo como información primordial
los aspectos generales y/o particulares que se presentan en la comunidad, el CR en esta
fase debe garantizar:
a. La capacitación permanente de la comunidad en el manejo de urgencias,
emergencias y desastres de cualquier magnitud, teniendo como estrategias: la
práctica de simulacros y generación de simulaciones con todos, y en cada uno
de los organismos de socorro: instituciones que prestan servicios de salud,
141

Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja, Defensa Civil, Policía, Fuerzas Armadas, entre
otras, que conformarán la “cadena de llamado”.
b. Que estructuralmente, sus instalaciones reúnan condiciones mínimas de sismo
resistencia, existencia de planes de contingencia para emergencias y
evacuación; así como, disponer de una ubicación alterna con aseguramiento de
provisión, almacenamiento de agua y existencia de plantas alternas de energía.
En el área de comunicaciones, garantizar la operatividad y mantenimiento de los
equipos de radiocomunicación contando con teléfono satelital, radios, celulares y
antenas portátiles que sean de fácil traslado para los casos de colapso estructural
de las instalaciones del Centro de Regulación y Despacho.
c. Confirmar diariamente número de ambulancias disponibles básicas,
medicalizadas, de soporte avanzado, tanto terrestres, aéreas o acuáticas que
cuenten con los equipos e insumos indispensables: entre ellos de oxígeno y
combustible, personal tripulante capacitado, estado de los sistemas de
comunicación, tanto del Centro como de las instituciones receptoras de pacientes
y comunidad.
d. Ubicar y demarcar zonas seguras, en las instituciones sanitarias, industrias,
comercios y en calles o avenidas de la ciudad que garanticen seguridad y faciliten
la ubicación de las personas y pacientes durante su evacuación que por su
estado de salud deban ser trasladados por la vía de transporte disponible y
adecuada o para reubicación temporal en asentamientos humanos organizadas
en zonas de menor riesgo.
e. Conocer a nivel hospitalario, diariamente, la capacidad de las unidades que
prestan servicios de urgencias, cantidad y competencias del capital humano en
servicio y ausente: por descanso de post guardia, permisos, vacaciones, su
ubicación y vías para contactarlo; capacidad actual (de camas), arquitectónica y
de áreas de expansión, señalando su capacidad óptima y máxima y ubicación
física de la misma; salas de cirugía, diagnóstico por imágenes e insumos medico
quirúrgicos.
f. Determinar la existencia y ubicación de Bancos de Sangre o depósitos de Sangre
a nivel del municipio, y la disponibilidad de unidades existente.
g. Capacitar la comunidad escolar, liceísta, universitaria y unidades de apoyo
organizadas y registradas.
142

h. Realizar simulaciones de amenazas, atención de urgencias, emergencias y


desastres, así como simulacros de respuestas, mitigación, evacuación en la sede
del sistema, instituciones del sector salud, comerciales, industriales, en la
búsqueda de debilidades para la corrección oportuna de los procesos y
actualización de protocolos, como estrategia para prevenir la ocurrencia de daños
mayores, y mediante la actividad educativa concurrente contribuir con la creación
de una cultura en la población ante las urgencias, emergencias y desastres.

El CR durante del desastre o incidente con saldo masivo de víctimas (IMV)

En esta fase como líder del proceso, ejecutará y coordinará todas las actividades
operativas de respuesta disponibles en el municipio, activando la cadena de llamado a
todos los organismos que forman parte de ella, quienes durante el período de emergencia
o inmediatamente después de ocurrido el evento prestarán el apoyo solicitado. Estas
actividades incluyen:
a. Confirmación detallada del evento por el Técnico Operador de Comunicaciones,
quien verifica en forma simultánea el número de teléfono, proporcionado por el
usuario, con el que aparece en la pantalla del centro y regresar la llamada para
la solicitud de asistencia y transfiere la misma al Técnico de Regulación.
b. Confirmación, a través del Técnico de Regulación o Regulador de Solicitudes,
apoyado por el Técnico Despachador, por tratarse de un momento crítico, por
vías que otorguen veracidad de la información, sobre la situación de desastre o
IMV: la clasificación, magnitud del siniestro y su sitio de ocurrencia,
complementado con el siguiente interrogatorio:
 ¿Qué es exactamente lo que sucede o sucedió?
 ¿Hace cuanto ocurrió el incidente?
 ¿Cuántos pacientes o lesionados se estima existen?
 ¿Hay alguien en la escena capacitado en reanimación cardiopulmonar?. En
caso de ser afirmativo, pedir que pase al teléfono, o medio de comunicación
que se utiliza, a quien se le solicitara la siguiente información: número exacto
de víctimas, necesidades en la escena, peligros en la escena para el paciente
y/o curiosos, edad y sexo de la víctima o víctimas, problemas médicos
143

principales y tratamientos, en caso de haber sido administrados,


antecedentes personales, si se conocen.
c. Si la demanda contiene elementos de compromiso vital, solicita la participación
del médico en línea, informándole de los antecedentes básicos del llamado.
d. Alertar a los hospitales e instituciones de todos los niveles que presten servicio
de urgencia y emergencias, informándoles de la magnitud del incidente y
solicitándoles como información especial a los hospitales clasificados según su
capacidad resolutiva para la asistencia en casos de desastres, información sobre
los niveles porcentuales de ocupación de camas, y capacidad de atención a
víctimas críticas y no críticas.
e. Todos datos obtenidos deben ser registrados, y con solamente confirmar la
ocurrencia del siniestro se activa de inmediato el despacho de unidades de
soporte básico y de traslado de pacientes en primera instancia, utilizando como
justificación el axioma siguiente “si acudimos a un llamado después de ocurrir un
siniestro, estamos llegando tarde”. El interrogatorio complementario se realizará
simultáneamente al despacho de las primeras unidades ubicadas cerca del sitio
del acontecimiento, dando una alerta general a otras unidades móviles,
instituciones hospitalarias y de apoyo integrantes de la cadena de llamado.
f. Activación del plan de emergencias sanitarias para un desastre o IMV y
movilización de los recursos necesarios según el nivel de emergencia.
g. Solicitud formal de presencia, sea en la escena o espacios contiguos a la misma,
a los integrantes de la cadena de llamado de acuerdo a la necesidad y
competencias.
h. Reorganización de las tareas en el centro regulador con el llamado del capital
humano ausente: por reposo postguardia, vacaciones, días libres y habilitación
de sus estructuras para la recepción de víctimas o afectados, de ser necesario, y
en el sitio donde se produjo el acontecimiento mediante las siguientes acciones:
 Realiza intervención profesional médica técnica en el sitio donde ocurre el
evento, o zona caliente, con capital humano para ejecutar el triage primario
donde se inicia la clasificación rápida de pacientes según las necesidades
de asistencia, trasladando los mismos a un espacio, donde el riesgo, tanto
para pacientes como para profesionales y técnicos es menor, para realizar
triage secundario donde se identifica al paciente, especifican sus condiciones
144

y se clasifica, etiquetándolo claramente atendiendo la norma internacional


por colores, ya conocida (Rojo, Verde, Amarillo y Negro) procediéndose a
tomar las decisiones de traslado del paciente adecuado, en transporte
adecuado, al hospital adecuado, o autorizar su egreso por sus propios
medios o con ayuda. El equipo de intervención estará comandado por un
líder, enlace de la atención de emergencia pre hospitalaria con la hospitalaria,
quien, conocida la clasificación del paciente, ordena su ubicación para
traslado en unidades: sea de traslado, soporte básico o de soporte avanzado,
etapa que denominaremos transporte primario en contraposición con el que
identificaremos como transporte secundario que es se realiza entre
hospitales, actividad que puede ocurrir cuando se ha trasportado en forma
primaria a un Hospital sin la capacidad resolutiva cónsona con las
necesidades del paciente o la localidad donde ocurrió el suceso, no cuenta
con la estructura de servicios para la salud necesarios en cantidad y calidad
para dar respuesta a la demanda, y/o cuando las prioridades y necesidades
de atención del paciente sobrepasan los recursos del hospital donde se
prestó la atención inicial.
 Es obvio que, ante estas debilidades, que han debido conocerse y corregirse
con antelación al suceso, el éxito de las actividades medida por número de
víctimas sobrevivientes será sombrío.

El tipo de unidad móvil responsabilizada para el traslado de pacientes será


determinado tomando en cuenta la prioridad de atención de acuerdo a la clasificación,
distancia entre el sitio del acontecimiento y el instituto receptor, y características del
terreno. Basado en ello, el Sistema de Emergencia Prehospitalaria de Cabimas, deberá
contar una flota de ambulancias terrestres, que serán clasificadas de acuerdo a la
complejidad de su dotación, que responda a las condiciones requeridas para el
trasladado de los pacientes y del cuidado durante el mismo y en número que hemos
estimado, atendiendo indicadores de la Organización Mundial de la Salud: una (1)
ambulancia de Soporte Básico por cada 25.000 habitantes y una (1) ambulancia de
Soporte Avanzado por cada 100.000 habitantes:
145

• Ambulancia para traslado, sin ninguna dotación de equipos e insumos: son unidades
convencionales para traslados de pacientes estables y su utilización responde a una
programación previa para descartar riesgos, son unidades cuya base de
permanencia es la institución que preste servicios de urgencias y emergencias. Se
estima que una sola por Institución, independientemente de su grado de complejidad,
satisface la demanda, siempre que exista un sistema de atención de emergencia pre
hospitalaria en cuya red este incluida. Su tripulación estará constituida por un
conductor y un ayudante, ambos con formación en primeros auxilios y Reanimación
Cardiovascular (RCP) básico.

• Ambulancia de soporte básico: móvil destinada al transporte de pacientes que no


tienen compromiso vital, con escasa o nula potencialidad de agravación. El
equipamiento, no necesita ser complejo y el requerimiento está dado por lo necesario
para asegurar la posición del paciente, oxígeno, tensiómetro y algún elemento de
ayuda básica, tales como, dispositivos para inmovilización y extricación y de manejo
no invasivo de la vía aérea (Ambu). Su tripulación considera: un conductor y un
Técnico de Emergencias Prehospitalarias (TEPH); ambos debidamente capacitados
y certificados en emergencia prehospitalaria.

• Ambulancia de soporte avanzado: destinada al transporte de pacientes con


importante compromiso vital, que pueden o no estar inestables. El equipamiento de
esta móvil incluye, además de los especificados en la ambulancia básica, elementos
necesarios para apoyar un procedimiento de reanimación cardiopulmonar avanzada,
como un desfribilador externo automático (DEA), instrumentación para manejo
avanzado de la vía aérea, acceso vascular, soporte farmacológico, monitorización de
signos vitales. En cuanto a la tripulación de estas unidades, recientemente se ha
adoptado un modelo mixto entre el modelo franco-alemán y el americano que incluye
al médico dentro de la móvil, y capital humano no médico (Técnico de Emergencias
Prehospitalarias (TEPH), profesional de enfermería, nivel Licenciado o Técnico
Superior, éstas son denominadas ambulancias medicalizadas, equipo que puede
conformarse con las siguientes combinaciones:
 Un (1) conductor, un (1) TEPH o Técnico de Enfermería y un (1) profesional
146

reanimador.
 Un (1) conductor y dos (2) TEPH.
 Un (1) conductor, un (1) TEPH o Técnico de Enfermería y un (1) Médico.

En cuanto a las ambulancias acuáticas y aéreas del Sistema de Emergencia


Prehospitalaria (SEP) de Cabimas, para el traslado de pacientes desde lugares donde el
acceso terrestre sea imposible, será la frecuencia de su demanda la que determine si es
indispensable su adquisición; sin embargo, participando PDVSA como integrante del
Consejo Superior del sistema, su colaboración podría ser solicitada con especial
justificación por la accidentalidad, por accidentes, más frecuente en ella que en la
población en general, a la cual está expuesto su capital humano en las plataformas de
perforación y mantenimiento de taladros.

El hospital receptor debe tener la capacidad de evaluar, clasificar nuevamente al


paciente, mantener la estabilización, hasta decidir sobre el tratamiento definitivo. Para
formar parte de la red del sistema, debe ser clasificado para conocer el grado de
complejidad, capacidad de respuesta acorde con ella, contar con equipos de
comunicación asociado a la plataforma comunicacional del sistema de emergencia
prehospitalaria, y estar incluido en un mapa catastral, donde se especifique esta
condición que, conocida por el referente, aseguraría correspondencia entre la
clasificación del paciente, según sus necesidades de atención y la del hospital según su
capacidad resolutiva.

Sólo esta coincidencia, contribuiría a evitar lo que puede denominarse “peloteo” que
también se menciona como “recorrido o carrera de la muerte” y, por lo tanto, se reducirá
la espera para una intervención médica oportuna, con el resultado esperado de aumentar
la probabilidad de recuperación del paciente.

En el caso del Sistema de Emergencia Prehospitalaria del municipio, es


imprescindible formalizar una clasificación de hospitales para casos de desastres,
desatendiendo para este fin, la clasificación vigente sustentada en parámetros de
147

población cubierta y en ningún en su capacidad resolutiva, paso que ha dado el Instituto


Mexicano de los Seguros Sociales (IMSS, 2017), pudiendo verse los resultados positivos
que la misma ha arrojado.

Por lo tanto, para conquistar este objetivo se requiere la adecuación estructural de


los hospitales a esta concepción, disponer de capital humano en las unidades de
emergencia, con las competencias pertinentes en medicina de emergencia y desastres,
paso que ha dado Colombia (Ministerio de Salud y Protección Social, 2017), entre otros;
estableciendo como requisito el cumplimiento del mismo, para otorgar la habilitación o
autorización de funcionamiento a hospitales:
a. Evacuación de la comunidad afectada, orientar la asistencia, búsqueda y rescate
por parte de organismos de apoyo con las competencias para ello incluidas en la
cadena de llamado.
b. Inicio de las acciones con los organismos responsables de los servicios básicos:
agua, energía eléctrica, comunicación con el fin de restaurar los que se hayan
suspendidos, reparar infraestructura vital o completar su demolición, si representa
riesgos, para la comunidad afectada.
c. Coordinar los Sistemas de Emergencia Prehospitalaria, públicos y privados, estos
últimos deberán colaborar obligatoriamente en una situación de desastre, para
obtener una atención oportuna y el proceso de referencia y contrarreferencia.
d. Coordinar las comunicaciones del sector salud y mantener comunicación
permanente con las autoridades sanitarias.
e. Evaluar la infraestructura de salud y trabajara siempre articulado con cada unidad
que compone la cadena de llamado para optimar los recursos y reducir los costos
de la no calidad ante un desastre.

El CR después del desastre o IMV.

En esta fase llevará a cabo todas aquellas actividades que se realizan con
posterioridad al desastre. Orientando el proceso de recuperación a mediano y largo plazo:
148

a. Realizará en Coordinación con la red que suministra los servicios básicos: agua,
energía eléctrica, teléfonos, para el restablecimiento de los mismos,
indispensables para el bienestar de la población, prevención de epidemias y
hechos vandálicos.
b. Elaborará el listado de víctimas y apoyará mediante asesoría, los procesos de
rehabilitación y acondicionamiento de albergues para la población siniestrada.
c. Actualizará los manuales para atención de desastres o IMV para uso en todas las
instituciones prestadoras de servicios para la salud pública y privada del municipio,
basado en las experiencias obtenidas durante el suceso.
d. Elaborará un calendario de fechas críticas límites, para la solución de problemas
relacionadas con la salud de la población tales como disposición de excretas y
desechos sólidos, e identificará las áreas con mayor riesgo para tomar medidas
preventivas y adoptar planes de contingencia complementarios
e. Revisará los mapas de riesgo del municipio, con el objetivo de identificar las
principales amenazas que se ciernen sobre la comunidad afectada y que deben
ser contenidas para evitar repetición del mismo u otro escenario mayor.
f. Asumirá con la participación de las diferentes instituciones de emergencia del
municipio, el direccionamiento de programas para capacitación permanente del
capital humano, con el fin de unificar y fortalecer los recursos y procedimientos en
el manejo de las emergencias y desastres.

Soporte legal

El SEP de Cabimas cumplirá sus funciones basado en el amplio marco jurídico que
posee la República Bolivariana de Venezuela contenidas en la bibliografía que soportó la
investigación.

Calidad y Auditoría de los servicios que se prestarán en el Sistema de Emergencia


Prehospitalaria de Cabimas. Indicadores con cifras referenciales que servirán para
comparar la eficacia, efectividad y eficiencia y punto de partida para la creación de sus
propios indicadores.
149

Indicadores de calidad del sistema:


1. Llamadas abandonadas: Porcentaje de llamadas que no logran ingresar al sistema
< 1%
2. Respuesta a urgencias: Tiempo transcurrido entre el ingreso de la llamada y el
despacho de un móvil al lugar <15 minutos críticas: respuesta a Emergencias < 3
minutos.
3. Consejo médico: Porcentaje de solicitud de ambulancia que se resuelven mediante
consejo médico 25%
4. Tiempo ambulancias en hospitales: Tiempo transcurrido entre la llegada de una
móvil a un centro asistencial y el momento en que queda disponible para una
próxima salida < 30 minutos.
5. Resolución domiciliaria: Porcentaje de pacientes atendidos en domicilio que se
resuelve en domicilio > 30%
6. Traslados hospitalizados: Porcentaje de pacientes que habiendo sido trasladado
para hospitalización quedan efectivamente admitidos > 60%
7. Supervisión paciente críticos: traslados críticos supervisados por la regulación
100%
8. Grado de satisfacción del usuario > 80%

Para garantizar la sustentabilidad y calidad del Sistema será necesario implementar


procesos de autoevaluación de desempeño, así como auditorias de gestión periódicas y
sistemáticas, técnicas y administrativas, realizadas por organizaciones externas
certificadas para ello, que garanticen un alto nivel satisfacción de usuarios internos y
externos, de calidad asistencial, transparencia administrativa, honestidad y ética como
pilares fundamentales del sistema.
150

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