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11 Gilles Deleuze, Spinoza filosofía práctica, trad. Antonio Escohotado, Tusquets, Buenos
Aires, 2004. P.29
2 Baruj Spinoza, Correspondencia, trad. Atilano Domínguez, Alianza, Madrid, 1988, P.169
La idea que expresa la esencia infinita de Dios se encuentra en el pensamiento
humano. Con ello comprendemos que es posible un conocimiento en el hombre de la esencia
de Dios que alude al tercer género de conocimiento. Pero también nos dice que la
autoconciencia de dios se da en el hombre al ser el único lugar del sistema modal del
pensamiento donde ocurre la reflexión de la realidad.3
Pero como ya mencioné, las ideas no son siempre claras y distintas al punto de llegar
a la esencia de Dios. La mayoría de las ideas que se producen, son por un contacto de nuestro
cuerpo con otros cuerpos, produciéndonos una idea de ese encuentro en nuestra alma. Esta
forma de conocimiento, es posible por un concepto que introduce Spinoza en su ética, y será
llamado Paralelismo.
El paralelismo es la idea que concibe la composición humana a partir de un alma y
un cuerpo sin división. Niega una relación de causalidad real entre espíritu y cuerpo, y
prohíbe la primacía de uno sobre el otro. Lo que es acción en el alma lo es en el cuerpo y lo
que es pasión en el cuerpo lo es en el alma. La ética de Spinoza no tendrá solamente un
desarrollo epistemológico, sino “se busca la adquisición de los poderes del cuerpo para
descubrir paralelamente los poderes del espíritu que se escapan a la conciencia, y así
comparar estos poderes.”4 así el lector de la ética podrá saber cómo aumentar su potencia de
actuar.
El paralelismo conlleva un vuelco del principio tradicional moral como empresa de
dominio de las pasiones por medio de la conciencia. En este principio tradicional, si el cuerpo
actuaba el alma padecía y el alma no actuaba sin que el cuerpo padeciese, mientras que en el
paralelismo, como ya mencioné, lo que es acción en el alma lo es en el cuerpo y lo que es
pasión en el cuerpo lo es en el alma. “El alma humana no percibe ningún cuerpo exterior
como existente en acto sino por las ideas de las afecciones de su cuerpo”5 y la idea de una
afección del cuerpo no implica el conocimiento adecuado del cuerpo exterior. Siendo el
La ilusión de la conciencia.
El orden de las causas se basa en un orden de composiciones y descomposiciones que afectan
a la naturaleza entera, ya que los cuerpos y las ideas en su relación con otros cuerpos e ideas
11 Prop. IV,39. Baruj Spinoza, Ética demostrada según el orden geométrico, trad. Atilano
Domínguez, Trotta, Madrid, 2000. P. 211
12 Gilles Deleuze, op.cit. P.35
13Ibid. P.36
14 Apéndice [g] de la primera parte. . Baruj Spinoza, Ética demostrada según el orden
15 Baruj Spinoza, Tratado teológico político, trad. Atilano dominguez, Altaya, Barcelona,
1997. P.64
16 Apéndice [i] de la primera parte. . Baruj Spinoza, Ética demostrada según el orden
18 Baruj Spinoza, Tratado teológico político, trad. Atilano dominguez, Altaya, Barcelona,
1997. P.71
19 Friedrich Nietzsche, La genealogía de la moral, trad. Andrés Sanchez Pascual, Alianza,