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EL PERIODISMO INFANTIL

Dentro de las muchas vertientes del periodismo especializado se encuentra una dirigida a un público que
no siempre recibe atención: los niños. El periodismo infantil es aquel destinado a entretener e informar a
los lectores menores de 14 años independientemente de si sus realizadores son adultos o los mismos niños.
Teófilo Huerta define a la prensa infantil como una “institución orientada a los niños, en donde éstos
encuentran la información sobre los sucesos de interés que aluden a su universo social”1.

Los primeros periódicos dedicados a los niños surgieron en Europa en la segunda mitad del siglo XVIII. En
Inglaterra durante 1751 nace The Liliputian Magazine: el primer producto impreso destinado al público
infantil. Le siguieron L’Ami des Enfants y Le Magazin des Enfants, en Francia; Kinderfreund, en Alemania, y
en España, Gaceta de los Niños.

Este tipo de publicaciones tuvieron un fin didáctico y no periodístico. Buscaban educar, siempre de acuerdo
a los usos y costumbres de la época; enseñar e introducir a los niños en el mundo de la literatura. En el siglo
XIX, por ejemplo, Hans Cristian Andersen escribió para Aunt Judy’s Magazine, y Julio Verne lo hizo para The
Boys Own Paper, ambas publicaciones originarias de Inglaterra.

En México los primeros periódicos infantiles tuvieron vidas cortas y estaban influenciados por los
periódicos para niños que se realizaban en Europa. Su fin fue educativo, literario y también moralizador,
pues muchos fueron editados por grupos religiosos. El primer periódico para niños en México fue El Diario
de los Niños, de 1839, dirigido y editado por Wenceslao Sánchez de la Barquera. Otras publicaciones
dedicadas a los pequeños fueron El Ángel de los Niños (1861), El Ángel de la Guarda (1870) y El Correo de
los Niños (1872).

Cabe mencionar la existencia de El Obrero del Porvenir (1870), un semanario “para la niñez desvalida”2,
publicación impresa por la Asociación Artística Industrial y distribuida gratuitamente en los barrios de la
Ciudad de México. Los autores de esta publicación pretendían enseñar, a través de sus páginas, a un sector
de la sociedad que no tenía acceso al tipo de educación que sí obtenían los lectores de los otros periódicos
infantiles.

Durante el siglo XIX se editaron muchos títulos dedicados a los pequeños. Es importante resaltar que, a
pesar de que el público objetivo fueron los niños menores de 14 años, el contenido de estas publicaciones
también estaba dirigido a los padres, principalmente a la madre, así como a los tutores y profesores.
Ejemplo de lo anterior lo encontramos con El Educador Práctico Ilustrado, de 1886, un periódico quincenal
dedicado a los niños, a las madres de familia y a los profesores3.

En el siglo XX, al igual que en Europa, aparecen en México los primeros suplementos infantiles: Mi Mundo,
de El Universal, El Heraldo Infantil, de El Heraldo de México, El Sol y los Niños, de El Sol de México, Mi
Periodiquito, de Novedades, y años después, Amigos de Ovaciones, de la publicación del mismo nombre. El
objetivo de estos suplementos fue dar a los niños lecturas sencillas y fáciles de asimilar que estuvieran

1 HUERTA, Teófilo. La prensa infantil en la formación del escolar. Editorial Oasis, 1985, pág. 69
2 CLARK de Lara, Belem, SPECKMAN, Elisa (eds.) La república de las letras: Publicaciones periódicas y otros impresos. UNAM,
2005, pág. 179
3 Ibid., pág. 174
relacionadas con los contenidos que veían en sus escuelas. Estas publicaciones, contrario a como ocurrió
con las de los dos siglos pasados, no se limitaron a lo educativo, sino que por primera vez en sus páginas se
encontró información deportiva, cultural y de otros temas que resultaban atractivos para ellos.

Actualmente algunas de las publicaciones dedicadas a los niños en México son el suplemento Gente Chiquita,
del periódico Reforma; los periódicos infantiles La Lata y El Tentero (de distribución gratuita), o revistas
como Eres Niños, editada por Televisa.

Características del periodismo infantil

1. Busca educar y entretener simultáneamente.


2. Plantea modelos a seguir.
3. Expresa un sistema de valores.
4. El niño es el centro de la noticia.
5. Se expresan inquietudes de los propios niños.
6. Como todo el periodismo, su objetivo es informar.

La prensa infantil suele ser redactada por adultos. Sin embargo, es conveniente que los niños participen en
la elaboración de los contenidos. Ellos son, al fin de cuentas, a quienes están dirigidas este tipo de
publicaciones y quienes necesitan espacios para compartir sus gustos e inquietudes.

El periodismo infantil del siglo XXI debería: 1) informar sobre lo que es el mundo, 2) acercar a los niños a la
realidad, 3) estar dispuesto a resolver dudas y atender las demandas de su público, y 4) estar abierto a la
colaboración; todo esto sin dejar de ser divertido.

Dificultades

La mayor dificultad a la que se enfrenta el periodista que busca enfocar su trabajo a lo infantil, es la
redacción de los contenidos. Los niños asimilan mucha información, a veces de formas que no imaginamos.
Sin embargo, hay que considerar que no podemos dirigirnos a un niño de la misma manera como lo
hacemos con un adulto. Y de igual manera, por el hecho de ser pequeños, tampoco debemos tratar a los
niños como si fueran incapaces de comprender lo que ocurre a su alrededor.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

CHIVELET, Mercedes. La prensa infantil en la sociedad de información. Memoria del I Congreso “Prensa y periodismo
especializado, historia y realidad actual”, Guadalajara, España, Universidad Complutense de Madrid, páginas
475-485

CLARK de Lara, Belem, SPECKMAN, Elisa (eds.) La república de las letras: Publicaciones periódicas y otros impresos.
UNAM, 2005, 439 páginas

GALVÁN Lafarga, Luz Elena. Del ocio a la instrucción en La Niñez Ilustrada. Un periódico infantil del siglo XIX. Estudios
del hombre (20), Universidad de Guadalajara, 2005, 201-257

HUERTA, Teófilo. La prensa infantil en la formación del escolar. Editorial Oasis, México, Distrito Federal, 1985, 140
páginas

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