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De las Heras y Rodríguez (2015, cit. por Aguilar; 2017) consideran a la dislalia como una
alteración del habla que se da a nivel de la pronunciación de algunos fonemas, ya sea de
forma aislada o dentro de las palabras.
Causas
Pascual (1988, véase Aguilar; 2017) señala que las causas de la dislalia está en función de
la tipología de la misma, las cuales son:
6. Factores hereditarios: si se da, puede verse reforzado por la limitación de los errores
que cometen al hablar los familiares, si es que aún las deformaciones articulatorias
persisten en ellos.
También es definido como desórdenes fonológicos, debido a que la persona pudo organizar
su sistema fonológico de manera distinta a lo general. Esto puede deberse a distintas
explicaciones, fundamentada en distintos modelos por Labrada en el 2011:
• Modelo fonológico: se puede haber memorizado dos fonemas como uno sólo y no se los
distingue en la escucha ni en la emisión.
Asimismo, existe otros factores como causales de las dislalias funcionales, tales como
factores psicológicos, factores ambientales, factores hereditarios, factores intelectuales.
Estudio de caso
Caso:
Dylan tiene 5 años de edad se encuentra en el preescolar del colegio Huellitas de Villa María.
Ha sido diagnosticado con dislalia evolutiva o fisiológica. Principalmente, comete fallos
como omisiones en el fonema /R/ aunque también produce errores de sustitución en los
fonemas /c/, /f, /l/ y /ll/. Se define como un problema evolutivo debido a que este fallo va
variando de unos sonidos a otros. Las posiciones de articulación en las que se localizan las
omisiones son en la sílaba mixta, final y sinfones. A continuación se detallan los fonemas
intercambiados en la sustitución: /l/ por ‘n’, /f/ por ‘z’, /ll/ por ‘ñ’, /c/ por ‘p’, /c/ por ‘t’.
Ejemplos: /diafa/ por jirafa, /juga/ por juega, /tia/ por tirar, /tabien/ por también, /trator/ por
tractor.
Modo de Intervención
Condiciones que debe tener el tratamiento: La intervención logopédica variará en cada caso,
pero los principios generales serán válidos para cada uno de ellos, pues en todos han de darse
unas mismas condiciones básicas, estas son:
Los padres son una parte muy importante en la terapia y ayudan a determinar el éxito del
programa. Los niños cuyos padres han estado involucrados en el programa lo completan con
más éxito y con los mejores resultados a largo plazo.
Existen padres que viven con ansiedad el problema del hijo, tienen exigencias excesivas
sobre el mismo, o no saben tratarle, provocando al niño tensión e inseguridad. En estos casos
es necesario conseguir que los padres vean con objetividad la situación, quitando la ansiedad
que bloquea más al niño y estimulándole para crear en él una mayor seguridad. Hay que
conseguir la modificación de la actitud de los padres con respecto al hijo.
La superación de este trastorno del habla puede tomar algún tiempo. Por ello, es importante
que todos los miembros de la familia sean pacientes y entiendan la situación del niño.
Es importante que los padres, en su casa, ayuden a su hijo a realizar las actividades de
estimulación que sugiera el terapeuta, para asegurar el progreso continuo y la práctica de los
nuevos hábitos aprendidos.
Los padres son los que mejor pueden estimular la expresión oral del niño/a, facilitando su
expresión y aumentando su vocabulario y comunicación. Es por esto que se recomienda a
los padres, una serie de actividades no difíciles de ejecutar, las mismas que serán de gran
ayuda para que el niño/a logre superar su dificultad para articular las palabras y, que además
les permitirán tanto a los padres como a los hijos/as tener una relación más estrecha.
- Proporcionar mensajes claros y breves, siempre colocándose a la altura de los ojos del niño.
- Presentar objetos e indicar sus características, así mismo se hará cuando salgan de paseo,
haciéndole observar lo que tiene a su alrededor.
- A través de libros, fotografías, etc., respaldar una conversación con los dibujos que
aparezcan.
- Contarle cuentos cortos en los que ellos puedan participar haciendo ruidos de animales,
bailando, etc.
- Reforzarle positivamente, manifestar nuestro entusiasmo y alegría cada vez que realice una
actividad.
- Darle autonomía para que se relacione con los demás y participe en distintas actividades.
Convertir la comunicación en un placer.
En el caso de Dylan se deberá incidir en la ejercitación del fonema /R/ que produce
inalterablemente en posición trabada. Al proporcionar un depresor higiénico al alumno, la
pronunciación se veía mejorada. Cuando no disponía de él, en el lenguaje espontáneo seguía
reproduciendo el mismo error por lo que se considera que el fonema está en proceso de
adquisición por ello se desarrollara un plan de intervención en base a un tratamiento indirecto
e indirecto.
Con el tratamiento directo permitirá activar las bases funcionales implicadas en el proceso
de articulación, estas agrupan principalmente en tres categorías: motricidad bucofacial,
procesos respiratorios y discriminación auditiva. En el caso de Dylan se utilizara las dos
primeras por el tipo de dislalia que tiene.
Normalmente, se da una relación directa entre la existencia de dislalia (ya sea evolutiva o
funcional) y una limitación o retraso de las funciones psicomotrices. Por ello, se hace
necesario ejercitar especialmente las funciones motrices relacionadas con el proceso de habla
a saber: boca y rostro. Este proceso es considerado como una educación de dichas funciones
para favorecer su sincronía cuando el alumno practique la expresión oral. En definitiva, el
objetivo es estimular la agilidad y coordinación motora de estos movimientos. Si bien es
cierto se hace mayor hincapié en el tratamiento de lengua y labios porque son los órganos
activos implicados en esta tarea. En último lugar, es necesario el trabajo de las cuerdas
vocales y apertura y cierre de la glotis pues son la fuente de producción de los sonidos.
-Ejercitar los diferentes grados de apertura mandibulares así como su desplazamiento lateral.
Procesos respiratorios.- En este apartado se abarca tanto la respiración como el soplo por
considerarlos procesos dependientes.
En el desarrollo de las siguientes sesiones del Tratamiento directo se trabajara con los
fonemas con los que Dylan presenta dificultades. Primero se desarrollara una sesión con el
problema de Rotacismo y después con aquellos a los que sustituye.
Para la primera parte de la clase, se lleva a cabo una oca de praxias para realizar un
calentamiento de los músculos bucofaciales como primero doblar la punta de la lengua hacia
arriba y hacia atrás, con ayuda de los incisivos superiores. Doblar la punta de la lengua hacia
abajo y hacia atrás, con ayuda de los incisivos inferiores. Doblar la lengua en sentido sagital,
hasta unir los bordes con ayuda de los labios. Llevar la punta de la lengua hacia arriba,
estando el resto de ella en sentido horizontal. Golpear la cara anterior y posterior de los
incisivos superiores, rápidamente con la punta de la lengua. Colocar la punta de la lengua
entre los labios y hacer vibrar éstos con rápidez. Con la punta de la lengua golpear
ligeramente los alvéolos superiores. Con la punta de la lengua, rozar rápidamente los alvéolos
superiores: en dirección hacia dentro de la boca con la cara superior de la lengua; en dirección
afuera con la cara inferior. Progresivamente, el trabajo se centra en el aprendizaje de la
pronunciación del fonema /R/ y las praxias se centran en la adquisición de fuerza y
coordinación de la lengua colocándola en las distintas posiciones velares y palatales y
provocando ‘pedorretas’ de forma intercalada.
Para realizar una perfecta articulación del lenguaje se precisa una serie de condiciones, como
son: una madurez psicomotriz que haga posible la agilidad bucofacial, una correcta
discriminación auditiva que permita la identificación de los sonidos, una buena percepción,
un buen control de la función respiratoria y un fondo tónico habitual sin tensiones ni rigidez
que facilite los movimientos articulatorios.
a) EJERCICIOS RESPIRATORIOS
• Ejercicios respiratorios sin material
Se debe tener en cuenta en estos ejercicios: la posición del niño, la forma de respirar, la
duración de cada ejercicio y la repetición, de esto dependerá conseguir o no una adecuada
respiración.
Estos ejercicios se pueden realizar utilizando diversos materiales, entre estos tenemos por
ejemplo:
b) EJERCICIOS DE RELAJACIÓN
- Esquema corporal
- Coordinación dinámica
- Equilibrio
f) EJERCICIOS DE RITMO
- Discriminación fonética
h) EJERCICIOS BUCOFACIALES
- Ejercicios de lengua
- Ejercicios de labios
- Ejercicios de mandíbula
a. Tratamiento de fonemas
El terapeuta le demostrará físicamente al niño cómo emitir ciertos sonidos como el sonido de
la “r” y cómo mover la lengua para producir ciertos sonidos.
Por tanto, se está actuando ya directamente sobre su lenguaje, una vez conseguidas
previamente las bases necesarias para ello.
b. Tratamiento de sinfones
Para el tratamiento de los sinfones del primer apartado, el reeducador se sentará junto al niño
frente al espejo y se le hará articular, para el grupo bl, la /l/. Sin mover la lengua de la posición
de este fonema, se le hará llevar los labios a la posición de la /b/, tratando de que pronuncie
los fonemas casi al mismo tiempo y de forma continuada: l-b-l-bl-bl. De igual manera se hará
con los otros sinfones que pertenecen a este apartado. Para el tratamiento de los sinfones del
segundo grupo, además de utilizar el procedimiento anterior, se introducirá una vocal auxiliar
que irá desapareciendo poco a poco, por ejemplo, para conseguir el grupo tra, se iniciará
haciendo repetir rápidamente tara…tara…tara, poniendo la fuerza articulatoria en la segunda
sílaba, así se acaba convirtiendo en tra. De la misma manera se hará con los demás sinfones.
A continuación se presentan algunos consejos útiles a tener en cuenta durante el tratamiento
de la dislalia.
• A más de la observación directa por parte del niño, el reeducador se puede ayudar del
depresor, con el cual puede facilitar las posiciones deseadas.
• Trabajar por medio del juego, utilizar sonidos auxiliares (onomatopeyas), para que luego el
niño/a llegue a articular correctamente la consonante.
• Es conveniente enseñar todas las consonantes análogas por el modo de articulación posibles
en cada caso, ya que al tener la misma ejecución facilita su aprendizaje. Si está ausente una
sorda y una sonora se enseñará primero la articulación sorda, pues, al no vibrar facilita su
realización se torna más sencilla.
• Se evitará trabajar en una misma sesión aquellos fonemas que tengan el mismo punto de
articulación porque confundirá al niño/a.
• Con los mecanismos propios para cada articulación se conseguirá el sonido consonante
deseado, que inmediatamente se pasará a emitir seguido de las vocales en una expresión
silábica: primero con sílabas directas, segundo con sílabas inversas y tercero hay que
integrarlas en cualquier punto de la palabra (inicial, media o final).
• Es de interés grabar el habla del niño al iniciar el proceso de intervención así como a lo
largo del mismo y constatar el avance del niño/a.
ca-ca-ca, etc.
• Se utilizará el fonema en sílaba directa e inversa dentro de la misma estructura: sa-sa, as-
as, etc.
• Se podrá trabajar a la vez los sonidos que confunde para que aprenda a discriminarlos: tra-
tra, tar-tar, tra-tra, etc.
• Se puede combinar el fonema trabajado con otro que ya domine para flexibilizar el
movimiento, re-re, te, re-re, te, etc.
d. Ejercicios de repetición
Estos ejercicios comenzarán con palabras que contengan el sonido a tratar en las distintas
posiciones: inicial intermedia y final. El reeducador pronunciará despacio la palabra que
luego será repetida por el niño.
Los ejercicios de expresión dirigida van encaminados a la integración del fonema que ya se
articula correctamente de forma aislada, al lenguaje espontáneo del niño/a.
Para el niño/a una vez dominada la articulación es fácil emitir correctamente el fonema
alterado al repetir una sola palabra que el reeducador le pronuncia lentamente, pero al
expresarse libremente volverá a su forma defectuosa.
• Preguntas y conversaciones que obliguen al niño/a a decir palabras que contengan el fonema
a tratar.
• Juegos en los que el niño/a tenga que decir palabras que contengan un fonema concreto.
Con estos ejercicios se irá motivando al niño/a para que vaya integrando la correcta
pronunciación a su lenguaje espontáneo.
En estos ejercicios se pueden utilizar libros, o cualquier dato ocasional del niño/a y de su
entorno que le facilite entablar un diálogo o iniciar una narración con el reeducador.
Por otro lado se cuenta con Tests de intervención que podrían ayudar en el desarrollo de la
intervención
Fichas de recuperación de Dislalia (Vallés, 1995). Este test consta de una serie de
actividades o ejercicios preventivos tendentes a eliminar el riesgo de que se consoliden malos
hábitos de pronunciación, ofreciendo ejercicios específicos de reeducación. Algunas de sus
actividades específicas son: ejercicios de respiración, soplo, ritmo, ejercicios linguolabiales,
de discriminación auditivo-fonética y de corrección específica de los fonemas.
Imágenes para el entrenamiento fonético (Bustos, 1995). Los objetivos de esta prueba son
realizar ejercicios de entrenamiento de labios y lengua para fortalecer la correcta articulación
de los fonemas y realizar ejercicios respiratorios de emisión. Ello se lleva a cabo a través del
uso de láminas de molde articulatorio de los diferentes fonemas.
El tren de las palabras (Monfort y Juárez, 1995). Se pretende recuperar al máximo el retraso
en situaciones reales de comunicación o corregir los defectos partiendo de situaciones
operativas de interacción comunicativa al mismo tiempo que entrenar la reeducación del
habla y lenguaje. El niño va progresivamente construyendo enunciados (formando el citado
tren) y adquiriendo consciencia sintáctica.
-Hablar con claridad y articulando bien. Evitar repetir las palabras mal articuladas por el niño
aunque sean graciosas.
-Darle ocasión para contar lo que ha hecho y lo que piensa, evitando hacerle excesivas
preguntas y animándole a hablar en situaciones de no tensión.
-No adelantarse y no concluir ni las palabras ni las oraciones que a él le cuesta decir.
-Darle confianza, que sienta que lo que dice es importante y que va a ser escuchado.
-Evitar cualquier comentario o expresión facial que muestre desaprobación del habla del
niño, por el contrario, se debe tratar de adoptar una expresión neutra (como si hablara bien).
Referencias