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Definición

Para Artigas, Rigau, García-Nonell (2008) la dislalia es un error en la articulación


específica para determinados sonidos de consonantes, frecuentemente es pasajera.

Asimismo, Labrada (2011) afirma que la dislalia es una dificultad en la pronunciación de


la palabra, específicamente en la deformación del fonema, la cual no es ocasionada por una
lesión neurológica. Además, no es considerada un trastorno severo del lenguaje, por lo que
sus resultados de su corrección son eficaces. No obstante, si no se somete a un tratamiento
temprano adecuado, puede traer consecuencias negativas, debido a la influencia que mantiene
sobre la personalidad del niño, su adaptación social y en su rendimiento escolar.

De las Heras y Rodríguez (2015, cit. por Aguilar; 2017) consideran a la dislalia como una
alteración del habla que se da a nivel de la pronunciación de algunos fonemas, ya sea de
forma aislada o dentro de las palabras.

Actualmente, estas alteraciones se engloban dentro del denominado trastorno de los


sonidos del habla (TSH) o fonológico (American Psychiatric Association, 2013).

Causas

Pascual (1988, véase Aguilar; 2017) señala que las causas de la dislalia está en función de
la tipología de la misma, las cuales son:

a) Dislalia evolutiva o fisiológica: la principal causa es a nivel de la maduración cerebral


y del aparato fono-articulador.

Presentándose irregularidades articulatorias que se manifiestan en las primeras etapas del


desarrollo del habla y son aceptadas como normales, ya que el niño está en proceso de
adquisición del lenguaje y aún no puede emitir precisión la totalidad de los fonemas; la cual
debería ser lograda a los 6-7 años (Labrada, 2011). Además, Pascual en 1995 (cit. por
Moreno y Ramírez, 2012) menciona que la las causas de la dislalia funcional es muy variada
y que esto se debe a la interacción de distintos factores que intervienen en el menor, como
los siguientes:
1. Escasa habilidad motora: debido a que existe una relación directa entre el grado de
retraso motor y el grado de retraso del lenguaje en la pronunciación. Por lo tanto, los
defectos irán disminuyendo al mismo tiempo que se va desarrollando la motricidad fina,
ya que el menor irá adquiriendo la destreza y coordinación de movimientos que precisa
para hablar correctamente.

2. Dificultad en la percepción del espacio y el tiempo: el lenguaje comienza a darse en


el niño por imitación de movimientos y sonidos. Entonces, resulta difícil darse esto cuando
el niño no es capaz de percibirlos tal como se dan o cuando no interioriza la idea de espacio
y tiempo.

3. Falta de comprensión o discriminación auditiva: el menor no podrá imitar los sonidos


diferentes, porque no es capaz de discriminarlos como tales.

4. Factores psicológicos: tiene un papel muy importante como generadores de trastornos


de lenguaje; por lo que muchas veces está asociado a cualquiera de las otras causas
descritas.

5. Factores ambientales: el ambiente es un factor relevante en el desarrollo de la persona,


el cual permite el desarrollo y maduración de la persona, junto con sus capacidades
personales. Los ambientes pueden ser familiar, a nivel cultural, etc.

6. Factores hereditarios: si se da, puede verse reforzado por la limitación de los errores
que cometen al hablar los familiares, si es que aún las deformaciones articulatorias
persisten en ellos.

7. Deficiencia intelectual: en muchas ocasiones puede estar acompañado de alteraciones


del lenguaje.

b) Dislalia audiógena: está relacionado con una deficiencia auditiva. La gravedad de la


dislalia está relacionado con el grado de hipoacusia y las medidas a considerar para mejorar
ello como prótesis auditivas, intervención pedagógica, etc. (Labrada, 2011).
c) Dislalia orgánica: cuyo origen se da por las alteraciones en las estructuras centrales y
periféricas del sistema nervioso (disartrias), así también en los instrumentos de base
(disglosias).

d) Dislalia funcional: a causa de incorrecto funcionamiento de los sistemas de


reconocimiento gnósico y de producción práxico, por lo que sus características se relacionan
principalmente al aspecto de análisis cognitivo; y no a un trastorno trastorno físico u orgánico
(Labrada, 2011).

También es definido como desórdenes fonológicos, debido a que la persona pudo organizar
su sistema fonológico de manera distinta a lo general. Esto puede deberse a distintas
explicaciones, fundamentada en distintos modelos por Labrada en el 2011:

• Modelo perceptivo motor: dado que la pronunciación es un tipo de aprendizaje motor, el


niño aprende un esquema motor, a través de interiorizar una regla que le permite el empleo
de un movimiento en una variedad de situaciones, es decir, se tiene que pensar en él, para lo
cual es necesario prestar atención a la información cenestésica y propioceptiva del
movimiento y el feedback acústico de la fonación en sí.

• Modelo de discriminación: aquí la confusión de la pronunciación está relacionada con la


discriminación auditiva. Por lo tanto, la confusión se da por la incapacidad de discriminar los
sonidos en la cadena hablada o por que la percepción acústica que se tiene reservada es
incorrecta y con ella se compara lo que se oye.

• Modelo fonológico: se puede haber memorizado dos fonemas como uno sólo y no se los
distingue en la escucha ni en la emisión.

Asimismo, existe otros factores como causales de las dislalias funcionales, tales como
factores psicológicos, factores ambientales, factores hereditarios, factores intelectuales.
Estudio de caso

Caso:

Dylan tiene 5 años de edad se encuentra en el preescolar del colegio Huellitas de Villa María.
Ha sido diagnosticado con dislalia evolutiva o fisiológica. Principalmente, comete fallos
como omisiones en el fonema /R/ aunque también produce errores de sustitución en los
fonemas /c/, /f, /l/ y /ll/. Se define como un problema evolutivo debido a que este fallo va
variando de unos sonidos a otros. Las posiciones de articulación en las que se localizan las
omisiones son en la sílaba mixta, final y sinfones. A continuación se detallan los fonemas
intercambiados en la sustitución: /l/ por ‘n’, /f/ por ‘z’, /ll/ por ‘ñ’, /c/ por ‘p’, /c/ por ‘t’.
Ejemplos: /diafa/ por jirafa, /juga/ por juega, /tia/ por tirar, /tabien/ por también, /trator/ por
tractor.

Modo de Intervención

Condiciones que debe tener el tratamiento: La intervención logopédica variará en cada caso,
pero los principios generales serán válidos para cada uno de ellos, pues en todos han de darse
unas mismas condiciones básicas, estas son:

a. Relación personal entre el reeducador y el niño/a

Es preciso crear un ambiente de distensión y confianza entre el reeducador y el niño, en el


que se dé una aceptación total de la persona tal y como es, dejando de lado los prejuicios y
con una comprensión del niño/a, de su mundo y de su problema. Este clima debe generar
seguridad basándose en el respeto mutuo, así se logrará de manera más fácil la rehabilitación.
La atención del niño no se debe centrar en sus propias dificultades, ya que puede llegar a fijar
más éstas.
b. Colaboración familiar

Los padres son una parte muy importante en la terapia y ayudan a determinar el éxito del
programa. Los niños cuyos padres han estado involucrados en el programa lo completan con
más éxito y con los mejores resultados a largo plazo.

Existen padres que viven con ansiedad el problema del hijo, tienen exigencias excesivas
sobre el mismo, o no saben tratarle, provocando al niño tensión e inseguridad. En estos casos
es necesario conseguir que los padres vean con objetividad la situación, quitando la ansiedad
que bloquea más al niño y estimulándole para crear en él una mayor seguridad. Hay que
conseguir la modificación de la actitud de los padres con respecto al hijo.

La superación de este trastorno del habla puede tomar algún tiempo. Por ello, es importante
que todos los miembros de la familia sean pacientes y entiendan la situación del niño.

Es importante que los padres, en su casa, ayuden a su hijo a realizar las actividades de
estimulación que sugiera el terapeuta, para asegurar el progreso continuo y la práctica de los
nuevos hábitos aprendidos.

Los padres son los que mejor pueden estimular la expresión oral del niño/a, facilitando su
expresión y aumentando su vocabulario y comunicación. Es por esto que se recomienda a
los padres, una serie de actividades no difíciles de ejecutar, las mismas que serán de gran
ayuda para que el niño/a logre superar su dificultad para articular las palabras y, que además
les permitirán tanto a los padres como a los hijos/as tener una relación más estrecha.

Entre las actividades que se recomiendan tenemos:

- Proporcionar mensajes claros y breves, siempre colocándose a la altura de los ojos del niño.

- Presentar objetos e indicar sus características, así mismo se hará cuando salgan de paseo,
haciéndole observar lo que tiene a su alrededor.

- Enseñar las distintas partes del cuerpo.

- A través de libros, fotografías, etc., respaldar una conversación con los dibujos que
aparezcan.
- Contarle cuentos cortos en los que ellos puedan participar haciendo ruidos de animales,
bailando, etc.

- Utilizar espejos en las actividades. Realizar vocalizaciones marcadas de determinados


fonemas. Enseñarle mediante fonemas los distintos órganos que intervienen en la
articulación: lengua, labios, etc.

- Reforzarle positivamente, manifestar nuestro entusiasmo y alegría cada vez que realice una
actividad.

- Darle autonomía para que se relacione con los demás y participe en distintas actividades.
Convertir la comunicación en un placer.

Descripción del abordaje

En el caso de Dylan se deberá incidir en la ejercitación del fonema /R/ que produce
inalterablemente en posición trabada. Al proporcionar un depresor higiénico al alumno, la
pronunciación se veía mejorada. Cuando no disponía de él, en el lenguaje espontáneo seguía
reproduciendo el mismo error por lo que se considera que el fonema está en proceso de
adquisición por ello se desarrollara un plan de intervención en base a un tratamiento indirecto
e indirecto.

Con el tratamiento directo permitirá activar las bases funcionales implicadas en el proceso
de articulación, estas agrupan principalmente en tres categorías: motricidad bucofacial,
procesos respiratorios y discriminación auditiva. En el caso de Dylan se utilizara las dos
primeras por el tipo de dislalia que tiene.

Normalmente, se da una relación directa entre la existencia de dislalia (ya sea evolutiva o
funcional) y una limitación o retraso de las funciones psicomotrices. Por ello, se hace
necesario ejercitar especialmente las funciones motrices relacionadas con el proceso de habla
a saber: boca y rostro. Este proceso es considerado como una educación de dichas funciones
para favorecer su sincronía cuando el alumno practique la expresión oral. En definitiva, el
objetivo es estimular la agilidad y coordinación motora de estos movimientos. Si bien es
cierto se hace mayor hincapié en el tratamiento de lengua y labios porque son los órganos
activos implicados en esta tarea. En último lugar, es necesario el trabajo de las cuerdas
vocales y apertura y cierre de la glotis pues son la fuente de producción de los sonidos.

Las sesiones están divididas en dos partes fundamentales: la ejercitación de praxias y


ejercicios bucofaciales

Para su ejecución se proponen los siguientes objetivos didácticos:

-Consolidar el movimiento, tono, fuerza, control y elasticidad de la lengua.

-Fortalecer la musculatura, elasticidad y relajación de los labios.

-Ejercitar los diferentes grados de apertura mandibulares así como su desplazamiento lateral.

Este trabajo se llevará a cabo de forma progresiva, incrementando la dificultad de los


movimientos cuando se haya logrado y generalizado la realización de otros más sencillos.

Procesos respiratorios.- En este apartado se abarca tanto la respiración como el soplo por
considerarlos procesos dependientes.

Se establecen diferentes fases para profundizar en su intervención: concienciación de los


órganos implicados en la respiración, valoración de su propia respiración y práctica del tipo
idóneo de respiración con el objetivo de constituir una adecuada base para la articulación.
Fundamentalmente se ha de destacar la secuencia de inspiración para sentir como se va
llenando los pulmones de aire. En segundo lugar, se subrayarán los aspectos relativos al soplo
(espiración).

Es muy importante enseñar a diferenciar al niño los tipos posibles de respiración:


diafragmática o abdominal y torácica. En el primer caso para hacer consciente al niño de
cómo se mueve su cuerpo cuando practica este tipo de respiración, se debe colocar una mano
al nivel del abdomen y otra al nivel del pecho. La mano que se encuentra más abajo debe
notar el movimiento y la que se sitúa en el pecho debe permanecer relativamente inmóvil. Se
puede realizar este ejercicio colocando al niño en posición horizontal porque en esta posición,
es inevitable el uso de la respiración abdominal. Al llevar a cabo la respiración torácica
sucede el efecto contrario, el pecho se expande y el abdomen se contrae.
La más ventajosa sería la respiración diafragmática porque implica menor esfuerzo muscular
y mejora la circulación sanguínea.

Los objetivos didácticos que se persiguen en este caso son:

-Tomar conciencia sobre el proceso de inspiración y espiración nasal y del tronco.

-Experimentar el control, fuerza, intensidad y direccionalidad del soplo.

En el desarrollo de las siguientes sesiones del Tratamiento directo se trabajara con los
fonemas con los que Dylan presenta dificultades. Primero se desarrollara una sesión con el
problema de Rotacismo y después con aquellos a los que sustituye.

Desarrollo de las sesiones:

Para la primera parte de la clase, se lleva a cabo una oca de praxias para realizar un
calentamiento de los músculos bucofaciales como primero doblar la punta de la lengua hacia
arriba y hacia atrás, con ayuda de los incisivos superiores. Doblar la punta de la lengua hacia
abajo y hacia atrás, con ayuda de los incisivos inferiores. Doblar la lengua en sentido sagital,
hasta unir los bordes con ayuda de los labios. Llevar la punta de la lengua hacia arriba,
estando el resto de ella en sentido horizontal. Golpear la cara anterior y posterior de los
incisivos superiores, rápidamente con la punta de la lengua. Colocar la punta de la lengua
entre los labios y hacer vibrar éstos con rápidez. Con la punta de la lengua golpear
ligeramente los alvéolos superiores. Con la punta de la lengua, rozar rápidamente los alvéolos
superiores: en dirección hacia dentro de la boca con la cara superior de la lengua; en dirección
afuera con la cara inferior. Progresivamente, el trabajo se centra en el aprendizaje de la
pronunciación del fonema /R/ y las praxias se centran en la adquisición de fuerza y
coordinación de la lengua colocándola en las distintas posiciones velares y palatales y
provocando ‘pedorretas’ de forma intercalada.

En la segunda sesión se volverán a desarrollar los ejercicios linguales y labiales realizados


en la sesión anterior y después el niño debe articular rápidamente /la, la, la, la, la…/.
Fortalecer la musculatura lingual. El fonema /l/ tiene una disposición similar en cuanto a su
pronunciación en relación con el fonema /r/. Podríamos llamarle ‘fonema antecesor’.
Articular rápidamente el fonema /t, t, t, t, t/. Articular rápidamente el fonema /d, d, d, d/.
Combinar los dos ejercicios anteriores /t, d, t, d, t, d/. Articulación de las palabras en las
cuales la /r/ forma parte de la sílaba átona. Se prueba con palabras como: toro, mira, era y
cura). Se repite esta serie dos veces. Repetir el ejercicio anterior haciendo que pase de vocal
fuerte a tónica débil. Se prueba con palabras como: María, sería, herido, Teresa, anterior, etc.
Aprovechar la vecindad de las /l/ para provocar una /r/. Se prueba con palabras como: alelí,
alelé, alelú, aleló, alelá. Hacer articular /tl/ para sustituir por /tr/. Se prueba con palabras
como: tlabajo, tles, tluco. Se repite esta serie dos veces.

En la tercera sesión se desarrollara de manera lúdica y le pondremos por nombre el juego de


profesiones con la /R/. Se trata de una serie de tarjetas con dibujos que muestran cada uno
una profesión y el objetivo es ligarla con la correspondiente imagen en la que aparece el
trabajo que desempeñan estas personas. Todas ellas contienen el fonema /R/ tanto en posición
canónica como en trabada o sinfón.

Terapia oral y motora de la alimentación o tratamiento indirecto

Denominamos indirecta a esta fase de tratamiento porque, estimulamos y desarrollamos los


aspectos funcionales que han de intervenir en el habla, facilitando así la corrección directa
de la dislalia.

Para realizar una perfecta articulación del lenguaje se precisa una serie de condiciones, como
son: una madurez psicomotriz que haga posible la agilidad bucofacial, una correcta
discriminación auditiva que permita la identificación de los sonidos, una buena percepción,
un buen control de la función respiratoria y un fondo tónico habitual sin tensiones ni rigidez
que facilite los movimientos articulatorios.

El terapeuta utilizará una variedad de ejercicios, a modo de juegos , incluyendo el masaje


facial, y movimientos para ejercitar la lengua, labios y mandíbula que fortalecen los músculos
de la boca. El terapeuta también trabajará con diferentes texturas y temperaturas de alimentos
para incrementar la atención oral del niño mientras come.

Entre los ejercicios que pueden realizarse en el tratamiento indirecto tenemos:

a) EJERCICIOS RESPIRATORIOS
• Ejercicios respiratorios sin material

Se debe tener en cuenta en estos ejercicios: la posición del niño, la forma de respirar, la
duración de cada ejercicio y la repetición, de esto dependerá conseguir o no una adecuada
respiración.

- Ejercicios con espiración nasal

- Ejercicios con espiración bucal

- Ejercicios con espiración soplante

- Ejercicios con espiración silbante

- Ejercicios respiratorios acompañados de movimientos de brazos.

• Ejercicios respiratorios con material

Estos ejercicios se pueden realizar utilizando diversos materiales, entre estos tenemos por
ejemplo:

- Ejercicios de soplo con papeles

- Ejercicios con velas encendidas

- Ejercicios con tubos

b) EJERCICIOS DE RELAJACIÓN

Los ejercicios de relajación pueden ser segmentarios o globales.

• Ejercicios de relajación segmentaria

- Ejercicios con los miembros superiores

- Ejercicios con los miembros inferiores

- Ejercicios con el tronco

- Ejercicios con el cuello, nuca y cara


• Ejercicios de relajación global

- Ejercicios realizados con el cuerpo, percibiéndolo como un todo.

c) EJERCICIOS DE PSICOMOTRICIDAD, referidos a:

- Esquema corporal

- Coordinación dinámica

- Equilibrio

- Sensibilidad corporal profunda

d) EJERCICIOS DE PERCEPCIÓN Y ORIENTACIÓN ESPACIAL

- Organización del espacio inmediato al niño (nociones)

- Desplazamientos del niño en el espacio

- Organización del espacio con relación al mundo exterior

- Relación espacial de los objetos entre sí

- Representación gráfica del espacio

e) EJERCICIOS DE PERCEPCIÓN Y ORIENTACIÓN TEMPORAL

- Adquisición de los elementos temporales básicos (ejemplo: noción de velocidades)

- Toma de conciencia de las relaciones en el tiempo (ejemplo, momentos del tiempo:


presente, antes, después)

f) EJERCICIOS DE RITMO

- Ejercicios de movimientos rítmicos

- Ejercicios de ritmo unidos a la articulación

- Ejercicios de ritmo con palabras y frases

g) EJERCICIOS DE PERCEPCIÓN Y DISCRIMINACIÓN AUDITIVA


- Discriminación de sonidos

- Discriminación fonética

h) EJERCICIOS BUCOFACIALES

- Ejercicios de lengua

- Ejercicios de labios

- Ejercicios de mandíbula

Terapia de la articulación o tratamiento directo

a. Tratamiento de fonemas

El terapeuta le demostrará físicamente al niño cómo emitir ciertos sonidos como el sonido de
la “r” y cómo mover la lengua para producir ciertos sonidos.

Estos ejercicios de articulación o producción de los sonidos incluyen la pronunciación de


cada uno de los fonemas y la integración de los mismos en su expresión espontánea
generalmente durante actividades de juego.

Por tanto, se está actuando ya directamente sobre su lenguaje, una vez conseguidas
previamente las bases necesarias para ello.

b. Tratamiento de sinfones

Para el tratamiento de los sinfones del primer apartado, el reeducador se sentará junto al niño
frente al espejo y se le hará articular, para el grupo bl, la /l/. Sin mover la lengua de la posición
de este fonema, se le hará llevar los labios a la posición de la /b/, tratando de que pronuncie
los fonemas casi al mismo tiempo y de forma continuada: l-b-l-bl-bl. De igual manera se hará
con los otros sinfones que pertenecen a este apartado. Para el tratamiento de los sinfones del
segundo grupo, además de utilizar el procedimiento anterior, se introducirá una vocal auxiliar
que irá desapareciendo poco a poco, por ejemplo, para conseguir el grupo tra, se iniciará
haciendo repetir rápidamente tara…tara…tara, poniendo la fuerza articulatoria en la segunda
sílaba, así se acaba convirtiendo en tra. De la misma manera se hará con los demás sinfones.
A continuación se presentan algunos consejos útiles a tener en cuenta durante el tratamiento
de la dislalia.

• Los ejercicios de articulación se realizarán de manera individual y tanto el niño/a como el


reeducador deberán estar sentados frente al espejo, para mostrar las posiciones y
movimientos de los órganos de la articulación, que se deben dar para cada fonema que se
quiere corregir.

• A más de la observación directa por parte del niño, el reeducador se puede ayudar del
depresor, con el cual puede facilitar las posiciones deseadas.

• En la realización de los ejercicios, no se tratará de corregir el fonema alterado, sino de


enseñarle uno nuevo para que sustituya al defectuoso.

• Trabajar por medio del juego, utilizar sonidos auxiliares (onomatopeyas), para que luego el
niño/a llegue a articular correctamente la consonante.

• Es conveniente enseñar todas las consonantes análogas por el modo de articulación posibles
en cada caso, ya que al tener la misma ejecución facilita su aprendizaje. Si está ausente una
sorda y una sonora se enseñará primero la articulación sorda, pues, al no vibrar facilita su
realización se torna más sencilla.

• Se evitará trabajar en una misma sesión aquellos fonemas que tengan el mismo punto de
articulación porque confundirá al niño/a.

• La articulación se debe presentar de manera adecuada, es decir, con voz y movimientos


suaves. Los ejercicios bruscos y la exageración traerán consigo una articulación artificial y
tensión de la zona peribucal.

• Ejercicios de corta duración para evitar la fatiga del niño/a.

• Con los mecanismos propios para cada articulación se conseguirá el sonido consonante
deseado, que inmediatamente se pasará a emitir seguido de las vocales en una expresión
silábica: primero con sílabas directas, segundo con sílabas inversas y tercero hay que
integrarlas en cualquier punto de la palabra (inicial, media o final).
• Es de interés grabar el habla del niño al iniciar el proceso de intervención así como a lo
largo del mismo y constatar el avance del niño/a.

c. Utilización del ritmo como medio de automatización de la articulación correcta

Mediante el ritmo se puede integrar la articulación correcta en el lenguaje espontáneo del


niño/a, pues flexibiliza el movimiento y permite interiorizar los mecanismos que se precisan
para cada articulación correcta.

• Emplearemos los fonemas tratados unidos a sencillas estructuras rítmicas:

ca-ca-ca, etc.

• Se utilizará el fonema en sílaba directa e inversa dentro de la misma estructura: sa-sa, as-
as, etc.

• Se podrá trabajar a la vez los sonidos que confunde para que aprenda a discriminarlos: tra-
tra, tar-tar, tra-tra, etc.

• Se puede combinar el fonema trabajado con otro que ya domine para flexibilizar el
movimiento, re-re, te, re-re, te, etc.

d. Ejercicios de repetición

Estos ejercicios comenzarán con palabras que contengan el sonido a tratar en las distintas
posiciones: inicial intermedia y final. El reeducador pronunciará despacio la palabra que
luego será repetida por el niño.

e. Ejercicios de expresión dirigida

Los ejercicios de expresión dirigida van encaminados a la integración del fonema que ya se
articula correctamente de forma aislada, al lenguaje espontáneo del niño/a.

Para el niño/a una vez dominada la articulación es fácil emitir correctamente el fonema
alterado al repetir una sola palabra que el reeducador le pronuncia lentamente, pero al
expresarse libremente volverá a su forma defectuosa.

Se pueden realizar estos ejercicios a través de:


• Dibujos que contengan el fonema que se va a tratar.

• Preguntas y conversaciones que obliguen al niño/a a decir palabras que contengan el fonema
a tratar.

• Juegos en los que el niño/a tenga que decir palabras que contengan un fonema concreto.

f. Ejercicios de expresión espontánea

Con estos ejercicios se irá motivando al niño/a para que vaya integrando la correcta
pronunciación a su lenguaje espontáneo.

En estos ejercicios se pueden utilizar libros, o cualquier dato ocasional del niño/a y de su
entorno que le facilite entablar un diálogo o iniciar una narración con el reeducador.

Si esta forma de expresión está libre de articulaciones defectuosas o domina articulaciones


que estaban ausentes, se puede dar por superada la dislalia funcional.

Por otro lado se cuenta con Tests de intervención que podrían ayudar en el desarrollo de la
intervención

Fichas de recuperación de Dislalia (Vallés, 1995). Este test consta de una serie de
actividades o ejercicios preventivos tendentes a eliminar el riesgo de que se consoliden malos
hábitos de pronunciación, ofreciendo ejercicios específicos de reeducación. Algunas de sus
actividades específicas son: ejercicios de respiración, soplo, ritmo, ejercicios linguolabiales,
de discriminación auditivo-fonética y de corrección específica de los fonemas.

Integración de fonemas en el lenguaje espontáneo (Acero y Valero, 2002). Esta prueba


pretende estimular y desarrollar aptitudes psicolingüísticas inherentes a los procesos de
comunicación a nivel representativo, automático y global. Las actividades están dirigidas a
la pronunciación de fonemas concretos en el lenguaje espontáneo.

Imágenes para el entrenamiento fonético (Bustos, 1995). Los objetivos de esta prueba son
realizar ejercicios de entrenamiento de labios y lengua para fortalecer la correcta articulación
de los fonemas y realizar ejercicios respiratorios de emisión. Ello se lleva a cabo a través del
uso de láminas de molde articulatorio de los diferentes fonemas.
El tren de las palabras (Monfort y Juárez, 1995). Se pretende recuperar al máximo el retraso
en situaciones reales de comunicación o corregir los defectos partiendo de situaciones
operativas de interacción comunicativa al mismo tiempo que entrenar la reeducación del
habla y lenguaje. El niño va progresivamente construyendo enunciados (formando el citado
tren) y adquiriendo consciencia sintáctica.

Ejercicios de terapia miofuncional (Monge, 2005). A través de la creación de un entorno


lúdico, busca ejercitar la musculatura de la zona orofacial. Las actividades se basan en praxias
labiales y linguales, juegos con dado y lámina de soporte: repasar y pintar. 8. Prevención de
dislalias (Pita, 1988). La autora quiere que el niño tome conciencia de sus órganos
fonoarticulatorios, los agilice y domine. También se trata de procurar la discriminación de
percepciones de sonidos y ruidos en función de sus características fundamentales.

Así mismo se debe trabajar las siguientes actividades en casa

-Hablarle lentamente, con entonación normal y pronunciación clara.

-Hablar con claridad y articulando bien. Evitar repetir las palabras mal articuladas por el niño
aunque sean graciosas.

-Utilizar un vocabulario apropiado, enmarcado en frases sencillas y cortas.

-Tratar de responder a las preguntas del niño con precisión.

-Hablarle de cosas que le interesan y pueden llamar su atención.

-Introducirse en sus juegos, de forma que se favorezca el diálogo.

-Darle ocasión para contar lo que ha hecho y lo que piensa, evitando hacerle excesivas
preguntas y animándole a hablar en situaciones de no tensión.

-Comenzar tranquilamente usando “turnos”. Respetar los turnos conversacionales en la


familia.

-No adelantarse y no concluir ni las palabras ni las oraciones que a él le cuesta decir.
-Darle confianza, que sienta que lo que dice es importante y que va a ser escuchado.

-Evitar cualquier comentario o expresión facial que muestre desaprobación del habla del
niño, por el contrario, se debe tratar de adoptar una expresión neutra (como si hablara bien).

-Leer pequeño cuentos, para incrementar su vocabulario y aficionarle a la lectura.

Referencias

Aguilar, José. (2017). Trastornos de la comunicación desde el DSM-V. Recuperado de


file:///C:/Users/Usuario/Downloads/Dialnet-
TrastornosDeLaComunicacionDesdeElDSMVLaNecesidadDe-5994857.pdf

American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental


disorder. Washington, D.C.: American Psychiatric Publishing.
Artigas, J. Rigau, E., García-Nonell, K. (2008). Trastorno del lenguaje. Protocolos
Diagnóstico Terapeúticos de la AEP: Neurología Pediátrica. Recuperado de
https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/24-lenguaje.pdf

Labrada, I. (2011). Actividades para la preparación a la familia en el desarrollo de la


pronunciación de los sonidos del lenguaje en un niño de cuatro a cinco años atendido
por el programa educa a tu hijo. Cuadernos de Educación y Desarrollo 2011; 3(23).
Recuperado de http://www.eumed.net/rev/ced/23/ils.htm

Llorente, M. (2015) La Dislalia. Defecto del habla en el desarrollo infantil. Valladolid.


Universidad de Valladolid.

Moreno, R. y Ramírez, Á. (2012). Las habitaciones de la dislalia. ReiDoCrea. Revista


electrónica de investigación Docencia Creativa, 1(5), 38 -45. Recuperado de
http://digibug.ugr.es/bitstream/handle/10481/21941/ReiDoCrea-Vol.1-Art.5-Moreno-
Ramirez.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Saltos, M. (2016) Estrategias metodológicas para mejorar la Dislalia. Ecuador. Cuenca.


Universidad Politécnica Salesiana.

Peñafiel, K. (2015) Evaluación e intervención logopédica de dislalias funcionales en niños


y niñas de primero a tercer año de educación básica, Escuela Fiscal Mixta Panamá.
Cuenca. Ecuador. Universidad de Cuenca.

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