Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
[Mateo 18:19-20]
19
»Además les digo que si dos de ustedes en la tierra se ponen de
acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre
que está en el cielo. 20 Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre,
allí estoy yo en medio de ellos.
Estos son de los versículos que conocemos, aprendemos, repetimos
(muchas veces parcialmente), compartimos, pero que pocas veces
rumiamos y estudiamos con mayor énfasis con el fin de hacerlos vivos en
nuestra vida y que continuamente se refleje en nuestra relación con las
demás personas, bien sea para compartirles con nuestra conducta o para
ponernos de acuerdo, reunirnos en el nombre del Señor Jesucristo y orar
pidiéndole a Dios por la necesidad de las otras personas o por nuestra
necesidad.
El Señor Jesús nos asegura que cuando dos o tres nos reunimos en su
nombre ÉL está en medio de nosotros dos o de nosotros tres, para
guiarnos y recordarnos que nos debemos poner de acuerdo entre
nosotros y con ÉL como participante activo de la reunión, y así nuestra
petición estará de acuerdo con la Palabra de Dios.
¿Con quién te reúnes a orar?
¿Con quién te reúnes a compartir?
¿Con tu esposa, con tu esposo, con tu hijo, con tu hija?
¿Con un hermano en la fe?
En el libro de Eclesiastés se halla el llamado a que no seamos solitarios, a
que no seamos “cusumbo solo” y nos indica las ventajas de “JUNTOS ES
MEJOR” en forma permanente.
[Eclesiastés 4:7-8]
7
Me fijé entonces en otro absurdo en esta vida: 8 vi a un hombre solitario,
sin hijos ni hermanos, y que nunca dejaba de afanarse; ¡jamás le
parecían demasiadas sus riquezas! «¿Para quién trabajo tanto, y me
abstengo de las cosas buenas?», se preguntó. ¡También esto es absurdo,
y una penosa tarea!
Que es un absurdo de esta vida que estemos solitarios, y por eso es que
en nuestra iglesia existen los ministerios congregacionales: para que no
estemos solitarios sino que seamos familia y nos apoyemos los unos a los
otros, nos amemos los unos a los otros, nos socorramos los unos a los
otros.
Pertenecemos a Años Dorados
y decidimos amar y aceptamos ser amados.
En los versículos que le siguen hallamos las ventajas de “Juntos es mejor”
SOMOS FRUCTIFEROS
[Eclesiastés 4:9]
9
Más valen dos que uno,
porque obtienen más fruto de su esfuerzo.
NOS APOYAMOS
[Eclesiastés 4:10]
10
Si caen, el uno levanta al otro.
¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante!
Este versículo no tiene mayor explicación, pues nos habla por sí solo y
seguramente hemos experimentado el caernos físicamente y que alguien
nos haya ayudado a levantarnos o nos hemos tenido que levantar solos.
NOS SOPORTAMOS
[Eclesiastés 4:11]
11
Si dos se acuestan juntos,
entrarán en calor;
uno solo ¿cómo va a calentarse?
No sobra recordar que nuestras peticiones deben estar de acuerdo con los
propósitos de Dios para nuestras vidas para que lo que pidamos se nos
conceda, y es allí donde estriba la importancia de “Juntos es mejor” pues
el uno le recuerda al otro este principio.
NOS NECESITAMOS
[1 Corintios 12:21]
21
El ojo no puede decirle a la mano: «No te necesito.» Ni puede la cabeza
decirles a los pies: «No los necesito.»
Como hijos de Dios somos miembros del cuerpo de Cristo, estamos
ligados entre nosotros y nos necesitamos los unos a los otros. Por lo que
debería ser obvio y fácil vivir, experimentar y participar del “JUNTOS ES
MEJOR”.
SI LA PALABRA PRACTICAMOS NUESTRA VIDA EN LA ROCA CIMENTAMOS
Y CONCIENTES SOMOS QUE UNOS A OTROS NOS NECESITAMOS