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Fuego en el dragón
Géza Róheim
Fuego
en el dragón
Y OTROS ENSAYOS
PSICOANALÏTICOS SOBRE FOLCLOR
'I'rua'ua ión de
Hernando Valencia Gael/{el
lSBN 958-04-2806-9
c1221018317
CONTENIDO
II
Agradecimientos
I5
Introducción
45
CAPÍTULO I
El psicoanálisis y el cuento popular
57
CAPÍTULO u
El signi cado de pasar por encima
69
CAPÍTULO III
Magia y roboen elfolclor europeo
83
c A P í 'r U L 0 l v
M¡to y cuento popular
107
CAPÍTULO v
Santa Ágata y la Mujer Martes
131
CAPÍTULO v1
La historia de la luz que desapareeía
175
HAPÍTULO vn
El hilo de la vida
I99
CAPÍTULO v1
El 050 en el molino encantado
2x9
(:APíTULo ¡x
Héroe cultural y tramposo
en la mitología norteamericana
233
CAPÍTULO x
Tom, Tit, Tot
24s
CAPÍTULO xx
Fuego en el dragón
259
CAPÍTULO xu
Mitología de Arnhem Land
269
CAPÍTULO x111
Cuento de hadas y sueño
289
CAPÍTULO x1v
El lobo y los siete (abrira:
297
CAPÍTULO xv
Hansel y Grc'te/
305
CAPÍTULO XVI
El lenguaje de las aves
323
CAPÍTULO xvu
Dame Halle: Sueño y cuento popular
(Grimm N°24)
343
íchu
AGRADECIMIENTOS
II
FUEGO EN EL DRAGÓN
¡2
Agradecimientos
¡i
INTRODUCCIÓN
15
i- Uiaoo EN lil. DRAGÓN
Ió
Introducción
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FUEGO EN EL DRAGÓN
18
Introducción
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FUEGO EN EL DRAGÓN
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Introducción
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FUEGO EN EL DRAGÓN
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Introducción
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FUEGO EN EL DRAGÓN
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Introducción
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FUEGO EN EL DRAGÓN
26
Introducción
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FUEGO EN EL DRAGÓN
28
Introducción
29
FUEGO EN EL DRAGÓN
30
Introducción
31
FUEGO EN EL DRAGÓN
32
Introducción
33
FUEGO EN EL DRAGÓN
34
Introducción
35
FUEGO EN EL DRAGÓN
36
Introducción
Alan Dundes
Berkeley, California
37
REFERENCIAS
38
Introducción
39
FUEGO EN EL DRAGÓN
4o
Introducción
41
FUEGO EN EL DRAGÓN
CAPÍTULO I
=K=
Un texto interesante del señor F. C. Bartlett en uno
de los números recientes de Folk-Lore se ocupa de las
pretensiones de la psicología en general sobre la clave
que abrirá el difícil y discutídísimo problema del cuen
to popular oMárchen . Nos dice que las teorías psico-
lógicas relativas al cuento popular han recibido nuevo
ímpetu con el estudio de los sueños de Freud.2 Sin
embargo, quiere criticar todos los intentos para inter-
pretar el cuento popular como expresión individual y
consagra principalmente su atención a quienes aplican
los conceptos de Freud sobre los sueños a los mecanis-
mos que determinan la creación del cuento popular, en
particular Rank (El mito del nacimiento del héroe) y
Riklin (Satisfacción del deseo y simbolismo en los cuen-
tos de hadas).
Comienza su crítica al decirnos que la satisfacción
del deseo no es una explicación aceptable desde el pun-
to de vista de la psicología cientí ca. Pues si un deseo
quiere decir sólo una tendencia dirigida , la explica-
ción es demasiado general, ya que se re ere a un ele-
mento presente en todos los modos de conducta
humana. Sin embargo, si por satisfacción del deseo debe
entenderse algo más de nido, por ejemplo la imagen-
memoria dejada por previas satisfacciones de ciertas
apetencias corporales, entonces éstas son el resultado
de experiencia adquirida en el curso de la vida mental y
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FUEGÜ EN EL DRAGÓN
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El pszmanálaszs y el cuento popular
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FUEGO EN EL DRAGÓN
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Ei pncoana lut; y el ( 22.80 popular
Si
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El psicoanálisis y el cuento popular
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FUEGO EN EL DRAGÓN
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El psicoanálisis y el cuento popular
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FUEGO EN EL DRAGÓN
20. Reconocemos así las críticas del señor Bartlett como legíti-
mas hasta cierto punto, aunque también debemos señalar sus erro-
res. El numeral 3 de su crítica (pág. 281), donde requiere un
análisis individual de los que emplearon el motivo simbólico, es
un postulado verdaderamente psicoanalítíco: sólo que, como lo
sabe todo el mundo, es difícil de poner en práctica.
56
CAPÍTULO n
57
Éste es otro ejemplo de Róheim estimulado por un
ensayo de otro autor. En este caso era el de Eugenia
Sokolnicka, Análisis de una neurosis obsesiva en un
niño . El ensayo de Róheim apareció primero en ale
mán como Die Bedeutung des Uberschreitens , Inter-
nationale Zeítschrift für Psychoanalyse 6(192o), págs.
242-46, pero dos años después los ensayos de Sokolnicka
y de Róheim aparecieron en traducción inglesa en el In-
tematíonal journal ofPsycho-Analysis 3 (1922), págs. 306-
19 y 320-26 respectivamente. Róheim consagra a una
costumbre su conocimiento enciclopédico de la supers-
tición y de las creencias populares. Durante su carrera
de folclorísta Róheim estuvo igualmente fascinado por
la superstición y por la narrativa popular. Este ensayo
demuestra cómo trató de aplicar la teoría psicoanalítica
a las costumbres y creencias tradicionales.
it
El análisis del caso presentado por la doctora
Sokolnicka tiene en mi opinión un especial interés, ya
que el punto de partida de la neurosis, el trauma, con-
siste en una creencia popular . En primer término, este
caso viene a demostrar la identidad esencial de las for-
mas individual y colectiva de represión de los impulsos
primarios, y en segundo, suscita la esperanza de que el
análisis individual y la antropología social puedan en
este caso emplearse para su mutua elucidación.
El comienzo de la fobia fue ocasionado por la a r-
mación de la niñera: Un niño no debe ser levantado
por encima de una ventana porque dejará de crecer .
En Mecklenburg hay un dicho: No se debe pasar a un
niño por una ventana porque dejará de crecer , y tam-
bién: uUna persona que está creciendo no debe pasar a
través de una ventana, a menos que regrese del mismo
modo .
Si alguien le pasa un niño a otra persona por una
abertura tan baja que un adulto no cabe de pie bajo ella,
como una ventana o una escotilla, el niño debe ser pasa-
do otra vez por la misma abertura o no llegará a crecer
completamente. En Holstein, Mecklenburg, Silesia,
Prusia oriental y Turingia los niños de pecho no deben
pasar por una ventana, y si lo hacen deben pasar de
nuevo por la misma ventana o no crecerán (Prusia
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El significado de pasar por encima
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El significado de pasar por encima
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El significado de pasar por encima
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El significado de pasar por encima
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CAPÍTULO m
3k
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Un rasgo sobresaliente del folclor europeo en gene-
ral es la estrecha relación entre magia, brujería y robo.
Según los rutenos, la príncipalnacusauón contra las
brujas es la de que el día de san Iorge roban la leche de
las vacas. Contrarrestan este peligro al ordeñar a la vaca
a través de una herradura calentada al rojo vivo.X Los
huzules, emparentados con ellos, tienen la misma cos
tumbre, pero además de la herradura tienen un anillo
de bodas. Con el mismo n puede emplearse un árbol
nupcial ceremonial con un agujero} En 1717 una de las
supersticiones de la gente en Angeburg era Ut iam
taceam superstitionem mulierculam, quae simular
vaccas las cum cruore reddere observant por foramen
lapídis fulminaris eas mulgere solent vel cunis infan
tum ne fulmine tangentur .* En la región de Hunyad
(Transilvania) si se encuentra sangre en la orina de la
vaca hacen orinar a la vaca a través de un agujero en
una rama y al hacerlo le qurtan toda su fuerza ala bruja
responsable de la sangre en la orina. El trozo de madera
con un hueco es llamado uvagina de la bruja .S
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FUEGO EN EL DRAGÓN
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Magia y robo en el folclor europeo
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FUEGO EN EL DRAGÓN
17. Kuhn, Ad., Mir/(¡Mhz Sagan und Má'rrhen, i843, pág. g79.
18. Sebillot. P., Le Folk Lore de France, 1906, lll, pág. 241.
19. Sebillot, op. nt, lll, pág. 487
20. Deschler, P., Sitte, Brauc/z ¿md Volksglaube in St'ltlc'sien.
1906, Il, pág. 83.
21. Bartsch. K., Sagan Marc/ten um! thrauche aux Mee/{len-
burg, 1880, ll, pág. 166.
22. Si hay que sacar luz dela casa el día de Año Nuevo hay que
arrojar una turba correspondiente en un balde de agua dentro de la
casa. La sustancia que da suerte es un "contenido corporal": Toda
la família es rociada con orina . Macl-eod Banks, British Calendar
Customs, Scotland, vol. Il, ¡939, pág. 93.
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Magia y robo en elfolclor europeo
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Magia y robo en ¿[folclor europeo
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37. Trevelyan, M., Folk Lore and Folk Storiex of Wales, ¡909,
pág. 267.
58. Gonczi, F., Gücrej, 1914, pág. 142.
39. Haltrich, F., Zur Volkskundc der síebenbürgc'r Sac/um, ¡885,
pág. 313.
40. Wuttke, A., Der deutxc/ie Val/(xaberglaube, 1900, pág. 446.
Robando algo a una bruja, se aniquila su poder.
41. Koheler, A. E., Val/(:brauch, Abcrglauben etc. in V0ightlan-
de, 1867, pág. 424.
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Magia y robo en el folclor europeo
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FUEGO EN EL DRAGÓN
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Magia y robo en elfolclor europeo
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mas EN 5L DRAGÓN
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CAPÍTULO IV
84
Mito y cuento popular
=X=
Una axphcamón pmcoióglca del 1mm y delmemo
popular debe comenzar ton una dï nición y ¡a di cul»
tad que surge: ahura es la de que la temía: m2 debe: ¿Mar
implícita en la de maión. Pur lo tanto, Ïo más srgum
saría diferenmar io que generalmente: se mima: cumo
min; de 10 qua ganeralmente se 0 0 como cuento
popular,
En un mira los avmres mn ¿ Mi ammer (Máxima, hu»
mïï ü ¿ fi omaiünea En un cuanta} pupniax ias dramaszs
Wïtïüfm son cas: siempm humanas y eapatic menm sai
héme es can Emmmcía humana, cam mares; ¿{Jbrmmmw
rales mmm {ipü ítüï á suyas. En un mín) [mamas una
lmaliciad definida: Gif} un cuanta ympular ¡m ¿mama na
{iman hambre, la afirma ¿:3 en maiqmmr purm Un mite
es, parte de un cmda; (:1 narradm ¡u cres. El mmm ¡"mw
pulsar es, pum cción, sin ánimo de ser 0m cuan Según
un mémdo de ínterpretamc m que hoy está (afbmmadan
mame) extinto, un mito 3 : ocupa aicmpm de fénómcnoé
natumles, mientras que wgún otra opmíón que: hem?
abogados «2mm: los antmpólogos dc: 3:3 pasada generw
ción y también muchos, rcprcsc ntantcs m uycsntm hay,
un mite má conectado smmprc mn un ritual. En catas
opiniones {enamora los eltmemm de: una temía, y van
más aliá dc: lo que Hamaríamüa una; dáï nimón. Wundt y
von der Lcyen pensaban que el mitin y si Miirchm ,
tan semejantes m ciertos aspectos y sm embargo 12m
distintos, deben dé tener un miga: común un {1pm de
narrativa a partir dci cual St: han (ieaarmllado n sí
curso de {a avninmón (Mythmmm¿Eirchmx).I
i. W. Wundt, (¡bl/(cmsycáologzs, Mi. ch Kama; 1908, pág. 369.
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Mito y cuenta popular
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Mito y cuento popular
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Mito y cuento popular
fruto, etc. 8 Está claro que el sapo y las otras cosas ocul-
tas simbolizan el embrión en la matriz y que la escena es
una combinación de fantasías sobre la destrucción del
cuerpo y retaliación (sacar al niño de la matriz y comer-
lo-ser comido) y ansiedad por la castración (pelo arran-
cado, comido como en el caso del niño-lobo).
Después de superar todas las ansiedades relaciona-
das con el proceso de crecer la narración termina con el
matrimonio del héroe. ulack y su madre se volvieron
muy ricos y él se casó con una gran princesa y vivieron
felices para siempre . 9 Luego Ia princesa se casó con él
y todo anduvo sumamente bien .zu Una con rmación
sorprendente de la teoría de que el héroe es un niño
viene de un ángulo inesperado. El héroe y la heroína
son rubios. El pelo rubio se presenta entre aborígenes de
pura sangre pero como me dice el profesor Ashley
Montagu es sólo un rasgo juvenil que desaparece con la
edad. Mi memoria con rma esta observación.
Ahora algo sobre el mito, una vez más desde la pers
pectiva de Australia central. Los héroes míticos tienen
nombres de nidos y sus andanzas tienen lugar en loca-
lidades de nidas. Más aún: el mito se ocupa principal-
mente de esas localidades; trata ciertamente de vincular
fantasía y realidad. El mapa está marcado por ceremo-
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Mito y cuento popular
[OI
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Mito y cuento popular
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FUEGO EN EL DRACÓN
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Mito y cuento popular
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CAPÍTULO v
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Santa Ágam y ¿a Mujer Marte;
199
En un trabajo muy interesante sobre el culto de
Santa Ágata, Violet Alford (1941) examina la transfor-
mación de Santa Ágata, que alguna vez quizá fue
Ceres en Santo Gato. En la región de Toulouse este
Santo Gato muestra un espíritu particularmente reivin-
dicador con las mujeres que desobedecen sus bien cono-
cidas reglas. La siguiente es una historia típica de los
Pirineos. En la víspera de Santa Ágata una mujerse
quedó tarde a hilar. A las nueve alguien llamó a la puer-
ta. Entró una mujer extraña. Anunció que yo también
voy a hilar , se le dio lana y se puso a trabajar. Hilaba a
una velocidad furiosa, cuatro veces más de prisa que su
an triona, la cual se asustó y corrió a contarle a su veci-
na. La mujer le aconsejó que volviera y gritara al entrar,
El cementerio está incendiado . La extraña hilandera
corrió inmediatamente, gritando: A mi casita . Pero
volvió después para decir que la mujer de la casa se aca-
baba de salvar de la muerte, pues era su propia mortaja
la que estaba hilando. (Citado por V. Alford de I.
Vezian). En otra versión una mujeranunciaba que iba a
lavar ropa pero su vecina le recordó que era el día de
Santa Ágata y estaba prohibido trabajar. Impaciente, la
mujer gritó: Santo Gato gatara e la ruscada sefara ( La
gata santa tendrá gaticos y yo haré mi lavado ). Pero ín-
mediatamente apareció un gato en la chimenea. Esta
criatura gritaba: Vacéalo, vacéalo , cada vez que el
caldero tenía que ser vaciado. La mujer corrió aterrada
adonde su juiciosa vecina. Le dijeron que fuera a la ven-
tana mientras había tiempo de vaciar el último caldero
y de gritar que el cementerio se estaba quemando. El
IIO
Santa Ágata y la Mujer Marte:
III
FUEGO EN EL DRAGÓN
112
Santa Ágata y la Mujer Martes
dio vuelta a todas las ollas y así impidió que noche del
martes" volviera a entrar a la casa (ibz'd).
Una mujer que estaba tejiendo ese día llamó a su
vecina para que le ayudara. En la ventana apareció una
gran mujer blanca. La otra gritó: ¡Dios mío! El bosque
está ardiendo, van a perecer mis hijos . Noche del
martes salió corriendo (íbídn pág. 235). En la isla de
Barra (Hébridas occidentales) una mujer tenía prisa por
hilar y tejer su lanay una noche deseó secretamente la
ayuda de una mujer. Así que ala mañana siguiente apa-
recieron en su casa seis o siete hadas con largos vestidos
de seda, todos iguales, cantando Una carda de lana y
un huso de tejer . Se pusieron todas a trabajar y a
mediodía se estaba tejiendo la lana en el huso de mano.
Pidieron más y más trabajo. Entonces una vecina le dio
el consejo de gritar en la puerta: Dun Borve está
ardiendo". Las mujeres desaparecieron dando gritos de
¿Qué pasará con nuestro yunque y nuestros marti-
llos? pues había una herrería en la residencia de las
hadas (Wentz, 1911).
En esta versión no aparecen el trabajo tabú y el
tiempo especí co (el día de Santa Ágata, martes por la
tarde). Tenemos en cambio que la tejedora quiere tener
obreras. En una versión de Tubinga las damas blancas o
Erdweibleín aparecen en el cuarto de tejer pero de pron-
to escuchan una voz en la puerta: O Welt, 0 Well, der
Heuc helberg bremzt . Y una de ellas dice: ¡Oh, mis po-
bres niños! y desaparece como el viento (Laistner
citando a Meir, ¡852).
En Brahlsdorf, en Mecklenburg, una campesina se
queja de que no puede terminar su hilado. Para su gran
asombro van llegando más y más mujeres a ayudarla. El
trabajo no tarda en quedar concluido y después quieren
un gran caldero para hervir y lavar la estopa. Las otras
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Sarita Ágata y la Mujer Marte;
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IZI
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Vamos y acostémonos
Que no vengan pesadillas macho y hembra
a amenazarte a tí con la bolsa y a mí con el garrote
(Polites, 1904).
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REFERENCIAS
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442, 1893-
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CAPÍTULO v1
132
La historia de la luz que desaparecía
=I=
33
Me propongo examinar un cuento folclórico de Eu-
ropa oriental, cuyo meollo es la captura del Sol, la Luna
y las estrellas por tres dragones y la restauración por el
héroe de la luz perdida.l Si bien en los cuentos popu-
lares ( Márchen ) rara vez se encuentran elementos
míticos tenemos aquí lo que parece ser una excepción a
la regla.
En un país muy, muy lejano, vivían un rey y una
reina. Sin embargo, la reina era estéril y entonces el zar
envió un mensaje a todas las gentes de su dominio:
¿Quién puede hacer concebir a la reina? El hijo de un
campesino emprende la difícil tarea pero no tiene idea
de cómo lograr su cometido. Encuentra a una mujer
vieja; ésta le dice que en el mar, bajo el castillo, hay una
perca de oro. Tienen que conseguir la perca y si la
reina come de su carne quedará embarazada. Una vaca
lame una gota del caldo y una doncella un trozo del
pescado y el mismo día la reina, la doncella y la vaca dan
a la luz tres niños. Iván, el hijo del zar; Iván, el hijo de la
doncella e Iván, el héroe de la tempestad, hijo de la
vaca. Los tres son exactamente iguales. El hijo de la
vaca es el héroe superior, aunque sus hermanos vacilan
en reconocer eso. Caminan por el país habitado por el
dragón de las seis, nueve y doce cabezas. Llegan a un
puente sobre el mar Negro y delante del puente hay una
cabaña. La cabaña está asentada sobre la pierna de una
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La historia de 1a luz que desaparecía
W...
gallina, sobre la cabeza de un gallo que le da la espalda a
los héroes y en frente al bosque. El héroe obliga a la
cabaña a darse vuelta hacia ellos, luego entran y en-
cuentran comida, bebida y camas. Comen, beben y se
acuestan y uno de ellos tiene que permanecer despierto
para luchar con el dragón de seis cabezas. Tiran suertes
y le toca al hijo de la doncella. Una olla habrá de venir
bailando sobre el mar, pero debe escupirla y romperla
en pedazos sin mirarla. Pero el héroe sabe que nopuede
con ar en sus hermanos y por eso se queda despierto y
camina de arriba a abajo por el puente, buscando la olla;
cuando rompe la olla el mar se enardece, la tierra tiem-
bla y el dragón de seis cabezas sube por el puente. Su
caballo tropieza en el puente; es el anuncio de la presen-
cia a'el temido héroe Iván, hijo de la vaca. El dragón
pregunta: ¿Quieres casarte con mi hermana o con mi
hija? El héroe mata al dragón, ata el caballo del mons-
truo y pone su espada a los pies de Iván, el hijo de la
doncella, y se va a dormir como si nada hubiera pasado.
Cuando su hermano despierta presume de haber
matado al dragón y de haber mirado a la olla, aunque el
héroe se lo ha prohibido. Lo mismo pasa con el otro her-
mano y el dragón de nueve cabezas. La tercera noche el
héroe tiene que combatir con su gran antagonista, el
dragón de las doce cabezas. Está muy necesitado de
ayuda y lanza un objeto tras otro hacia la cabaña, hasta
que ésta nalmente se derrumba. Pero sus hermanos
duermen, nadie viene en su ayuda. Por último dos
corceles corren por el puente y desmontan al dragón de
su silla. El héroe mata al dragón y se va a dormir debajo
del puente. Al día siguiente le dice a la cabaña, Vuelve
a estar como antes" y aparece ahí otra vez con comida y
bebida, dispuesta para que se reposen.
Cabalgan, pero el héroe regresa con el pretexto de
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La historia de la luz que demparecía
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La historia de la luz que desaparect a
Pomerania del Hijo (le Oso publicada porJahn y citada atrás. Cf.
L. Kalmany, Hagyomanyok H, pág. 7.
32. Campbell, Popular Tales of the West Highlands, ¡892, l,
pág. ¡6.
33. Cf. Kalmany, Hagyomanyok [Tradiciones], Il, pág. 7.
34. Afanásiev Meyer, Rmsische Volkmmrrhen, 1906, I, pág. 143.
35. Lowis of Menar, Rusa'isrhe Vol/(smarc hen, 1914, pág. 113. L.
Merenyl, Sajovolyi credeti nepmc sek [Cuentos folclóricos del valle
del Sajo], i862, pág. 7 Campbell, 10 . al, l, pág. 12.
53
FUEGO EN EL DRAGÓN
rico, las que suelen ser centenares, es tarea que lleva al-
gún tiempo. Este trabajo ha sido hecho por folcloristas
competentes en el caso del Hijo de Oso, pero queda por
hacer en la Familia del Dragón. Cuanto sabemos es que
el ciclo está limitado a la parte oriental de Europa; tene-
mos variantes húngaras, rumanas, croatas, eslovacas,
checas, ucranianas, rusas, tshuwash y vogulesÁ" Soly-
mossy trata de demostrar que la historia es original-
mente ural-altaica y que ha migrado de las tribus
ural altaicas a las eslavas. Una sola mirada a las histo-
rias tshuwash o vogul en las colecciones (le Meszaros o
Munkacsi deberia bastar para convencer a cualquiera
de que los Márchen como forma (le literatura son
ajenos a esos pueblos y no pueden haber derivado sino
de sus vecinos rusos. Un rasgo característico de la his-
toria de la Familia del Dragón es que el combate entre
el héroe y su antagonista sobrenatural se decide por una
lucha cuerpo a cuerpo. El héroe lanza al suelo al dragón
de tal manera que se hunde hasta los tobillos. Luego el
dragón aferra al héroe y lo hunde hasta las caderas. Y
así alternativamente. Pues bien: ésta es la típica descrip-
ción de un combate nosólo en los cuentos folclóricos
rusos sino también en la épica heroica. x La fórmula
36. Cf. Los ió paralelos que reuní en Meszaros, Cruz/a; nepkol
tíri gyuijtemeny, 1912, ll, pág. 521 y en Solymossy: A vasorru
baba' es mitikus robonai" [La Bruja de la Nariz de Hierro y sus
parientes míticos], Ethnographía, 1927, pág. 233.
37. Nunca hallamos héroes oheroínas con nombres tshuwash o
vogulcs en los cuentos populares rusos, pero lo opuesto es muy fre-
cuente. (If. Meszaros, op. cít., págs. 520, 521. Munkacsi, Vagul
Nepkoltcrí Gyujtemeny [Colección (lc folclor vogulj, 1896, IV, págs.
344 350
38. A. Leskien y K. Brugman, Litauirche Volkslieder und Mur-
chen, i882, pág. 557.
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La historia de la luz que desaparecía
so. Para los aspectos de un ave con pico de hierro en los cuentos
folclóricos rusos, Cf. Leskien Krugman, Litauirc/ie Volkslíeder und
Marc/1571,1882, pág. 566.
si. St. Zichy, A magyarsag ostortenete e: muveltsege [Historia y
civilización antiguas de los húngaros], 1923, pág. 19.
52. W. Radloff, Proben del Volksliteratur der Turkischm Stamme
Sud-Sibiríem, l, ¡866, I, pág. 45. Solymossy, loc. c it., pág. 225.
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FUEGO EN EL DRAGÓN
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La hirtoría de la luz que desaparecía
167
FUEGO EN EL DRAGÓN
¡68
La historia de la luz que desaparecía
169
FUEGO EN EL DRAGÓN
¡7o
La historia de la luz que desaparecio:
171
FUEGO EN EL DRAGÓN
172
La historia de la luz que demparecía
¡73
CAPÍTULO VII
EL HILO DE LA VIDA
Géza Róheim tenía la ventaja de una educación
clásica europea, gracias a la cual aprendió griego y latín.
Su contacto inicial con la mitología griega estimuló in-
dudablemente su interés inicial por el folclor en gene-
ral. En este ensayo considera datos mitológicos clásicos
del Cercano Oriente así como folclor paralelo de todo el
mundo. Recurre incluso a sus propios datos de campo
recopilados en Australia central. Su tesis de que el hilo
de la vida es una extensión metafórica del cordón
umbilical es al mismo tiempo osada y brillante.
II
176
La antigüedad creía que el sino del hombre estaba
determinado al nacimiento por una o varias diosas.
Estas diosas, las parcas de los romanos, las moirai de los
griegos, las hatores de los egipcios tienen algo que ver
con hilar o tejer un hilo.
Las diosas egipcias que corresponden alas moiras de
los griegos son las hatores. Las hatores aparecen como
siete o más hermosas muchachas que predicen el futuro
del recién nacido. Se representan atendiendo como par-
teras al niño. Siempre que nace un niño las siete hatores
aparecen y proclaman el sino que el dios le ha adjudi-
cado al niño. La muerte es llamada la que ha sido
destinada (das Verhzïngte) en un documentoo cial.2
Algunas de ellas ayudan a la joven madre para prote-
gerla con sus conjuros; otras reciben al recién nacido y
lo pasan de una a otra. El dios sol Ra envía a las diosas
Isis, Neftis, Maskonuit e Híqit para actuar de comadro-
nas de Rounditdit, una madre preñada de trillizos. Las
dos primeras diosas son bien conocidas; las dos siguien-
tes pueden requerir una presentación.
Maspero dice que Maskonuit es la diosa Maskonu,
c est á dire du barceau et en cette qualité elle assiste á
'77
FUEGO EN EL DRAGÓN
178
El hilo de la vida
79
FUEGO EN EL DRAGÓN
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El hilo de la vida
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FUEGO EN El. DRAGÓN
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El hilo de la vida
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E1 hilo de la vida
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El hilo de la vida
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El hilo de la vida
191
FUEGO EN EL DRACÓN
la segunda lo cierra,
la tercera vuelve a ponerlo en su sitio.
192
El hilo dela vida
93
FUEGO EN EL DRAGÓN
Hola, queridos,
vamos cabalgando,
tenemos en la mano un hilo de oro.
Lo hicieron dos mujeres
toda la noche lo tejieron
del pequeño cordón del ombligo
han hecho este hilo de oro.
La tercera lo cortará,
por eso debemos cabalgar y cabalgar.
Pues de los gruesos pies de la tercera
hay que sacar sapos y culebras,
treinta a cada paso.
Por eso debemos cabalgar y cabalgar
para que sapos y serpientes
no vengan a atrapar a los niños.
194
El hilo de la vida
195
FUEGO EN EL DRAGÓN
196 i
El hilo de la vida
97
196
CAPÍTULO VIII
200
El oso en el molino encantado
201
Érase una vez una princesa orgullosa. Rehusaba
todos los pretendientes que noconocieran la respuesta a
su adivinanza (motivo es nge 0 Turandot). Por último,
llegó un pequeño sastre y acertó con el color de su pelo.
Era oro y plata (evidentemente debía de tener cubierta
la cabeza, pero la historia no lo dice). Entonces tuvo que
aceptar al sastre pero puso otra condición, que pasara
una noche en el establo con un oso. Imperturbable, el
sastre está listo para la ordalía. El sastre empieza a
tocar el violín. El oso baila y tras haber bailado un rato
dice que quiere que le enseñen a tocar el violín. Es fácil,
dice el sastre, sólo que sus uñas están muy largas y es
menester cortarlas. Al oso no le parece un precio dema-
siado alto por convertirse en un gran artista y pone sus
uñas en un cepo que el sastre ha suministrado para la
ocasión. El sastre atornilla rmemente las uñas del oso
en el cepo y mientras este gruñe de dolor, observa:
Ahora puede esperar mientras vengo con mis grandes
tijeras. Re bene gesta, el sastre va a dormir mientras el
oso gime.
La princesa bajó al establo al otro día. Oyó gruñir al
oso y pensó que gruñía de placer después de una buena
comida. Pero al ver que el sastre había ganado la batalla
no le quedó más remedio que casarse con él. La princesa
y el sastre se dirigían a la iglesia en el coche real. Pero
otros dos sastres que estaban envidiosos de nuestro hé-
roe soltaron al oso y éste se lanzó a perseguirlos. Pero el
sastre sabía exactamente qué hacer. Se paró en la cabeza
202
E1050 en el molino encantado
203
FUEGO EN EL DRAGÓN
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E1050 en el molino encantado
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E1050 en el molino encantado
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El 050 en cl molino encantado
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FUEGO EN EL DRAGÓN
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E1050 en el molino encantado
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FUEGO EN EL DRAGÓN
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E1050 en el molino encantado
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FUEGO EN EL DRAGÓN
214
E1050 en el molino encantado
Un molino en el Kukuelloe-W
Hace un gran estrépito
Hace un gran estrépito
Porque el molinero es un gran pillo
El Kuekelloc está todo helado
El molinero cruzó el hielo
Vuelve, mi amor,
Porque el molino muele el amor.
215.
FUEGO EN EL DRAGÓN
216
E1010 en el molino encantado
217
CAPÍTULO 1x
220
Héroe cultural y tramposo
=)(=
221
Una combinación o antagonismo entre héroe cultu-
ral y tramposo es característica de la mitología norte-
americana. Uno (le los más conocidos de estos héroes
tramposos es Coyote.
En 1931 transcribí un largo mito yuma de Kokomat
y Coyote. Kokomat, el dios creador, está embrujado por
su hija y a punto de morir (motivo incesto). La crema-
ción va a efectuarse el día siguiente. Envían a su hijo
Coyote a decirle al pueblo que la cremación será maña
na. Estaba pensando en las cosas que su padre le había
contado cuando vivía. Cuando muera toma mi cora-
zón (¡u/am me thauka) y sé feliz". Toma mi corazón
quería decir sigue mi ejemplo pero la gente sabía
que Coyote iba a tomarlo literalmente.
Dejando aparte otros detalles importantes de este
mito vamos a recalcar ahora sólo el mensaje mal enten-
dido.
Lo que Coyote tendría que haber hecho era adquirir
un super ego como su padre. En cambio toma las cosas
literalmente ¿0 deberíamos (lecir que a nivel arcaico o
de fantasía?
Los esquizofrénicos nos cuentan con frecuencia que
han comido a alguien o que alguien está en su interior,
pero no son capaces de seguir la huella de sus padres.
Freud ha descrito el mecanismo de formación del super
ego como introyección, es decir, tragar, comer, tener
dentro (Freud 1922, págs. 382-83).
En esta situación parte de la agresión debe volverse
hacia dentro y parte es sublimada como identi cación o
imitación, Es esto precisamente lo que Coyote y héroes
222
Héroe cultural y tramposo
22;
FUEGO EN EL DRAGÓN
224
Héroe cultural y tramposo
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FUEGO EN EL DRAGÓN
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Héroe cultural y tramposo
227
FUEGO EN EL DRAGÓN
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Héroe cultural y trampoxo
229
BIBLIOGRAFÍA
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230
Héroe cultural y trampoxo
234
Tom, Tít, T0!
=X<
235
Una mujer descubre que su hija se ha comido cinco
pasteles de una vez. Se pone a cantar:
Nimi nimi no
Mi nombre es Tom Tit Tot.
236
Tom, Tit, Tot
23 7
FUI-.GO EN EL DRAGÓN
238
Tom, Tit, Tot
23 9
FUEGO EN EL DRAGÓN
24o
Tom, Tit, Tot
241
FUEGO EN EL DRAGÓN
242
Tom, Tít, Tot
243
CAPÍTULO x1
FUEGO EN EL DRAGÓN
Pese al título de este trabajo, tiene que ver relativa-
mente poco con dragones. Más bien con héroes que son
devorados por monstruos. Para Róheim, tragar mons-
truos en folclor representa a los padres. devoradores
p0r ejemplos, madres que amenazan con hacerle los
niños lo que los niños quieren hacerle al pecho, es decir,
morderlo o comerlo en un acto de rebelión o agresión.
Róheim es asombrosamente amable cuando habla
de las primeras interpretaciones solares mitológicas de
monstruos devoradores. Para los mitólogos solares, el
precioso Sol estaba siendo tragado por las nubes o por el
crepúsculo. Véase Richard M. Dorson, The Eclipse of
Solar Mythology ,]0urnal ofAmerícan Folklore 68 (1955)
págs.393 416, reimpreso en Alan Dundes, comp., The
Study of Folklore (Englewood Cliffs: Prentice-Hall,
1965), págs. 57-83. Tal vez la caridad de Róheim se vio
in uida porel hecho de que él también estaba intere-
sado en mitología solar y lunar antes de descubrir el psi-
coanálisis. De todas maneras, puede alegarse que la
preocupación del mitólogo solar con la salida y caída del
Sol puede ser una sublimación simbólica de un tenaz
interés en tumefacción y su contrario.
En este ensayo Róheim se basa más en materiales de
la mitología polinesia que en materiales de Europa o
Australia. Es testimonio de su notable conocimiento de
la mitología en todo el mundo.
á?
246
El héroe, tras haber sido devorado por un pez o por
otro monstruo frecuentemente asociado con el agua,
corta el corazón del animal o lo come desde dentro. En
una publicación previa he considerado esto como una
fantasía de la destrucción del cuerpo" (M. Klein), el
héroe interpretado como el niño y el dragón como la
madre.
No cabe duda de que es correcta, pero la interpreta-
ción no es completa.
En un mito winnebago se nos dice que Liehre reco-
gió algunas puntas de echa hechas de pedernal y des-
pués subió al tope (le la colina y cantó:
¡Puedes lamcrlas
Tú de quien se dice
Lámcme. lámemc, lámclas!
247
FUEGO EN EL DRAGÓN
3. Notas de campo.
4. L. Frobenius, Zeitalter de; Sonnengottes..., Berlín, Reimer,
1904, pág. 57. Der Sonnengott im Fischbauch.
5. F. Boas, Tsimshian Mythology", Bureau of American
Ethnology, XXXI, informe, 1916, pág. 61 I.
6. Ídem., ibíd., pág. 659.
248
Fuego en el dragón
249
FUEGO EN EL DRAGÓN
25o
Fuego en el dragón
251
FUEGO EN EL DRAGÓN
Oh ábrete roca
Yo soy Talanga
Vengo a trabajar
En mi tierra
Dada por Mafuie .
252
Fuego en el dragón
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FUEGO EN EL DRAGÓN
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Fuego en el dragón
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FUEGO EN EL DRAGÓN
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Fuego en el dragón
Al abismo de Te Ra tu nuku
Al Sol que navega por encima de la tierra.
25 7
FUEGO EN EL DRAGÓN
258
CAPÍTULO x11
260
Recientemente se ha publicado un libro muy intere-
sante del profesor A. P. Elkin y Catherine y Ronald
Berndt. Pese al hecho de que en el próximo futuro pue-
dan esperarse otras publicaciones de estos autores, los
datos contenidos en el volumen son tales que resulta
imposible resistir la tentación de interpretarlos.
Hay tres ciclos mitológicos importantes en Arnhem
Land. El primero es el mito Djanggewul. Relata los
viajes de dos hombres y dos mujeres que en el Tiempo
del soñar (es decir, el pasado mitológico) viajaron de la
Isla de los Muertos al noroeste de Arnhem Land. El
nombre del jefe era Djanggewul. Había dos hermanas,
la mayor y la menor, y un compañero subordinado. Lle-
vaban en su canoa una estera cónica llamada ngainmara
y palos que daban la vida, objetos rangga que represen-
taban la cola de la iguana.2 La estera simbolizaba el úte
ro y los palos eran el pene y estaban escondidos dentro
de la estera cuando no se los utilizaba para el ritual. Sin
embargo, algunos de las rangga no eran consideradas
colas de iguana sino árboles. Las ranggas de cola de
iguana se usaban para incrementar las especies natura-
les, mientras que las otras se colocaban sobre el suelo y
se convertían en árboles.
Djanggewul tenía una rangga especialmente sagrada
que a intervalos enterraba en la tierra. Al retirarla sur-
gía el agua de charcos o de pozos y así fue como se crea-
261
FUEGO EN EL DRAGÓN
262
Mitología de Ara/16m Land
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FUEGO EN EL DRAGÓN
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Mitología de Arnhem Land
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Mitología de Arnhem Land
267
FUEGO EN EL DRAGÓN
268
CAPÍTULO x111
27o
Cuento de hada; y sueño
271
Los dos cuentos de hadas siguientes son analizados
en términos de una nueva concepción de la mitología y
del cuento popular. La línea principal del argumento
está examinada extensamente en mi libro The Gate; of
the Dream (1953) y en muchos de mis otros trabajos
(Róheím, 1948; 1952-1952 e). Para plantear brevemente
esta teoría: parece que los sueños y los mitos no son
meramente similares sino que una buena parte de la
mitología deriva efectivamente de sueños. En otras pa-
labras, no sólo podemos aplicar la técnica habitual de
interpretación de sueños al analizar un cuento de hadas
sino que, efectivamente, podemos pensar en cuentos y
mitos como provenientes de un sueño, soñado por una
persona que se lo contó a otras, las que a su vez volvie-
ron a contarlo, quizás con modi caciones provenientes
de sus propios sueños.
CAPERUCITA ROJA
272
Cuento de hada: y sueño
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Cuento de hada; y sueño
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Cuento de hadas y sueño
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FUEGO EN EL DRAGÓN
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Cuento de hada: y sueño
279
FUEGO EN EL DRAGÓN
3. El subrayado es mío.
28o
Cuento de hada; y sueño
mir, liebe Frau. Ia, nun weiss ich, was gruseln ist
(Grimm, N° 4).
En otra de las versiones Grimm (Hessen) el mucha-
cho es un aprendiz desastre y la persona que le vierte
agua encima es la mujer de su patrón. En Tirol el fan
tasma de un barbero le corta la barba. En otra versión
(Paderborn) el espanto es dirigido por su padre. Al nal
un espíritu sale por una ratonera. Primero es un perro
pequeño, luego crece hasta convertirse en un gigante
que lleva la cabeza debajo del brazo. Al nal convence
al gigante de poner el dedo en el cerrojo y lo golpea im-
placablemente (Bolte y Polivka, 1913).
En lugar de agua tenemos un ave que vuela hacia el
héroe. En una versión húngara es una gallina (Nagy,
1940, pág. 114). En la historia francesa vuelan hacia él
gorriones, procedentes de un pastel (Cosquín, 1887). En
una historia rusa el he roe va a pescar y se queda dormi-
do. Un pececito le salta ala cara, se asusta, cae al agua y
se ahoga.
Lo primero que notamos es que el nal de la historia
no casa. El joven no está temeroso o ansioso, está sólo
aterrado.
Sin embargo, vemos que esta ansiedad o temor o te-
rror está regularmente relacionada con su matrimonio
y la persona que nalmente lo aterra es su joven esp0
sa. Un ave que vuela de pronto, o el agua que se derra-
ma de súbito son formas que toma el terror . En la
historia vend traen dos platos cubiertos; se siente curio-
so, los levanta hasta que están cerca de su nariz, vuelan
unos gorriones, él se asusta ydeja caer los platos 405
platos cubiertos todavía se usan en las bodas (Schulenburg,
1882).
Era evidente a partir del texto mani esto que la
historia tenía algo que ver con la noche de bodas. Pero
281
FUEGO EN EL DRAGÓN
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Cuento de hadas y sueño
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Cuento de hada; y sueño
BIBLIOGRAFÍA
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Cuento de hada; y sueño
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CAPÍTULO xxv
290
El lobo y lo; siete cabrítos
291
Érase una vez una cabra vieja que tenía siete cabritos
a los que quería como una madre quiere a sus hijos. Un
día que los dejó para ir al bosque en busca de comida les
advirtió que noabrieran la puerta a nadie, no fuera que
el lobo entrara en la casa y se los comiera. El malévolo,
les dijo, tiene maneras de disfrazarse. Después de que
primero los niños lc negaran acceso, el lobo va ala tien-
da y compra tiza que come para que su voz sea amable y
suave; luego va a la panadería y cubre sus uñas con
masa, luego al molino donde cubre la masa con harina
para que sus garras queden suaves y blancas. Así disfra
zado los pequeños lo dejan entrar y se los come a todos,
salvo al más pequeño que se había escondido dentro del
reloj. Después de su comilona el lobo queda dormido
debajo de un árbol. La madre llega y encuentra que to-
dos los cabritos han desaparecido hasta que encuentra al
más pequeño en el reloj. Descubre al lobo roncando
bajo un árbol y la madre le abre el estómago. Una tras
otra van saliendo las cabezas de los cabrítos y los seis son
rescatados ilesos. El estómago del lobo es llenado enton-
ces con piedras y cosido. Cuando el lobo se despierta va
a beber en un pozo, por el cual cae debido al peso de las
piedras en su estómago, las que lo hacen llegar al fondo
y a su extinción.
292
El lobo y lo: J'ÍC ZC cabrítos
293
FUEGO EN EL DRAGÓN
294
El lobo y los siete cabríto;
295
FUEGO EN EL DRAGÓN
296
CAPÍTULO xv
HANSEL Y GRETEL
Hansel y Gretel, Aarne-Thompson tipo de cuento
327A, es un subtipo del tipo (le cuento 327, Los niños y
el ogro'. El nombre del cuento, Hansel y (Erctel, es un
tanto engañoso pues enrealidad se trata de la historia
de Gretel, no la (le Hansel. Por lo general en los cuentos
de hadas se encuentran antagonistas del mismo sexo.
Un héroe masculino ha de vencer a un ogro masculino,
una heroína femenina ha de vencer una madrastra
pér da o una bruja. Hay obvias razones edípícas para
esas agrupaciones. De todos modos, el cuento (le
Hansel y Gretel incluye a una niña que le gana en astu-
cia ala gura (le la mala madre .
Róheim aplica su ya familiar teoría sobre el origen
en el sueño a este popular cuento (le hadas, junto con la
hipótesis de Melanie Klein sobre la destrucción (lel
cuerpo. Para otras consideraciones psicoanalíticas (le
este cuento, véase Emil Lorenz, Hansel and Gretel ,
[mago 17 (1931), págs. ¡ig-25; Elliot P. Schuman, A
Psychoanalytic Study of Hansel and Gretel",]0urnal of
Contemporary Psychotherapy 4 (¡972), págs. 12145;
Bruno Bettelheim, The Use; of Enc hczntment (New
York: Vintage, 1976), págs. 159 66; Carl-Heinz Mallet,
Fairy Tales and Children (New York: Schocken Books,
1984), págs, 51-99. Para una parodia erudita de un enfo-
que arqueológico sobre el cuento, véase Hans Traxler,
Die Wahr/zeit über Hdan und Gretel (Reinbek bei
Hamburg: Rowohlt Taschenbuch, [983).
=K=
298
Este trabajo es parte de una serie basada en la hipó-
tesis de que algunos mitos y cuentos populares derivan
directamente de sueños, soñados por alguien en alguna
parte, y contados y vueltos a contar hasta que sólo que
dan rudimentos de su origen en el sueño.
Un pobre leñador vivía cerca de un gran bosque con
su mujer y sus dos hijos, Hansel y Gretel.XHabía ham-
bre en la región, y su mujer dijo que debían prescindir
de los niños. Mándalos al bosque con sólo un poco de
pan; las bestias los devorarán pronto , dijo.
Los dos niños tenían tanta hambre que estaban
despiertos en su cama. Fue así como oyeron lo que ha-
blaban sus padres. El niño salió y recogió piedrecitas
blancas. A la mañana siguiente Ia madre los despertó y
los mandó al bosque con una tajada de pan. Hansel vol-
vió a mirar y cuando su padre le preguntó qué buscaba,
dijo: Es mi gato blanco que quiere decirme buenos
días . Su padre dijo: Niño tonto, es el Sol que se
levanta en la mañana . Cuando los niños se fueron, el
muchacho arrojaba las piedras blancas de su bolsillo.
Ellas les ayudaban a regresar. Caminaron toda la noche
y a la mañana siguiente estaban de regreso en su casa.
Los padres hicieron un segundo intento y esta vez
los niños trataron de hallar el camino con trocitos de
pan. Pero las aves se habían comido las migajas. Hansel
y Gretel anduvieron errantes y al n vieron una casa.
Estaba hecha de pan y cubierta de torta las ventanas
299
FUEGO EN EL DRAGÓN
OTRAS VERSIONES
300
Hansel y Gretel
301
FUEGO EN EL DRAGÓN
302
Hamc l y Gretel
303
CAPÍTULO xv1
goó
El lenguaje de la; ave;
307
El hijo de un pobre pastor pasó la noche bajo un
árbol y encendió un fuego para calentarse. Una peque-
ña serpiente cayó al fuego y él larescató. La serpiente lo
llevó asu casa ante su padre, el Rey de las Serpientes.
Con su aliento el rey le da poder para entender el len
guaje que hablan los animales. Morirá si no guarda el
secreto. Se casa con la hija de su señor. Primero se ente
ra de un tesoro y después de la preñez de la yegua.
Siempre que oye algo que los demás no oyen ríe, y esto
revela el hecho de que sabe algo que ignoran los demás.
Su mujer no hace sino pedirle que revele el secreto. Le
dice que si lo hace tiene que morir. Pero ella insistió y él
hace que le Fabriquen el ataúd y lo pongan sobre el
suelo. Pasó un gallo y empezó a cantar. El gallo dijo:
¡Qué tonto es este hombre! ¡Mira cuántas mujeres
tengo y todas me obedecen! Él no tiene sino una y no
sabe manejarla .
Se levantó y empezó a azotar a su mujer. ¿Todavía
quieres que mueraP, le preguntó.
Después de eso nunca lo molestó con sus preguntas.
En Lesbos el héroe es un joven bastante despistado.
Ve y dale limosnas al mar , le decía la gente. Todos los
días compra pan y le arroja mendrugos al pez para que
coma. Un día, caminando por la playa, ve al pez y le
dice: ¡Pobre pez! No tengo dinero, por eso no pude
comprarte pan".
Soy tu deudor , le dice el pez, y voy a darte algo.
308
El lenguaje de las ave:
309
FUEGO EN EL DRAoóN
310
E1 lenguaje de las ave:
311
FUEGO EN EL DRAGÓN
9. Aarne, op. cit., pág. 64. (Conozco este trabajo sólo en un re-
sumen de Aarne).
IO. Para referencias cf. Rosa/ter: Lexikmz, Malampus.
312
El lenguaje de la; aves
313
FUEGO EN EL DRAGÓN
314
El lenguaje de las aves
315
FUEGO EN EL DRAGÓN
316
El lenguaje de las aves
317
FUEGO EN EL DRAGÓN
318
El lenguaje de la; que;
319
FUEGO EN EL DRAGÓN
320
El lenguaje de las aves
35. Ling Roth, H., The Native; ofSarau/ak and Britixh North
Barato, Londres, 1896, I, pág. 224.
321
CAPÍTULO xvu
(GRIMM N° 24)
Por la época en que Ge za Róheim escribía el último
ensayo de este volumen, el folclorista Warren Roberts
estaba terminando la primera disertación doctoral en
folclor, en la universidad de Indiana, bajo la dirección
del profesor Stith Thompson. El tema de la tesis de
Roberts era el tipo de cuento 480 en Aarne-Thompson,
La Hilandera en la fuente , Las niñas buenas y malas .
Su estudio se basaba en casi mil versiones del tipo de
cuento y sigue siendo uno de los modelos del llamado
método histórico geográ co o nlandés. La disertación
de Thompson no se publicó hasta 1958, así que Róheim
no pudo haberla conocido. Sólo cabe pensar en lo que
Róheim hubiera dicho sobre las diferentes versiones de
este cuento sumamente popular.
Un hecho que emerge del estudio comparativo de
Roberts es que el motivo de la heroína buena, recom-
pensada con una lluvia de oro y de la niña mala casti-
gada con una lluvia de alquitrán resulta ser un
desarrollo especial alemán , no hallado en versiones no
germanas de este cuento, que hansido registradas desde
la India hasta Irlanda. Véase Warren E. Roberts, The
Tale of the Kind and Unkind Girls: Aa-Th 48o and
Related Tales (Berlín: Walter de Gruyter, 1958), pág.
125. Para una interpretación de este motivo alemán
en posible conexión con el erotismo anal alemán, véase
Alan Dundes, Life is Like a Chicken Coop Ladder: A
Study of German National Character Through Folklore
(Detroit: Wayne State University Press, 1989), pág. 82.
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Dame Holle: sueño y cuento popular
it
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Una viuda tenía dos hijas, una bella e industriosa, la
otra fea y perezosa. Odiaba a la primera y amaba a la
segunda. La hija bella tenía que hilar día tras día al bor-
de de un pozo, hasta que le salía sangre de los dedos. Su
rueca estaba ensangrentada y cuando estaba tratando de
lavarla la rueca cayó al pozo. Su madrastra le ordenó
que saltara al pozo y la buscara. Saltó y quedó incons-
ciente. Cuando despertó estaba en un hermoso prado
con sol y muchas ores. Vio un horno lleno de pan y el
pan gritó: Sácame o me quemo . Sacó todas las hoga-
zas. Un árbol dijo: Sacúdeme, mis manzanas están
maduras . Hizo lo que le dijeron. Finalmente llegó a
una casa pequeña. Una viejecita pequeña con grandes
dientes miraba desde dentro. La niña estaba asustada,
pero la vieja dama le dijo que todo estaría bien si traba-
jaba y era obediente, y especialmente si le tendía bien la
cama todas las mañanas y la sacudía bien porque esto
hace que vuelen las plumas y caiga la nieve sobre la
tierra . Porque yo soy Dame Holle , dijo.
Después de haber servido a Dame Holle durante un
tiempo la muchacha se puso triste y quiso volver a casa.
Holle lo aprobó y la condujo de regreso al mundo de
arriba. Llegaron a una gran puerta. Mientras la mucha-
cha estaba bajo la puerta cayó sobre ella una lluvia de
oro. Es tu recompensa por haber sido tan industriosa ,
dijo Holle, y le devolvió la rueca. Las puertas se cerra-
ron y ella llegó muy cerca de la casa de su madre. Cuando
volvía el gallo cantó: Kikiriki,nuestra niña de oro está
de vuelta .
En la segunda mitad de la historia la hija favorita es
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Lávame y péiname"
y acuéstame con suavidad
y ponme a secar en la orilla
para que me vea bonita
cuando pasen por ahí .
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23. Kühnau, R., Schlerirche Sagem, 1913, vol. lII, pág. 53.
24. Schell, 0., Woher Kommen die Kinder , Urquell, vol. IV,
pág.225.
25. Von Zingerle, I., Sitten, eta, der Tiroler Vol/(es, 1857.
26. Wutrke, op. al, pág. 28.
27. Cf. Waschnitius, I., Percht, Holda und verwandte Gestal-
ten", Sitzungsberichte de; ¡(airerlichen Akademie der Wiessenchaften
in Wien, Phil.-hist. Klasse 174, 1913; Plischke. H., Die Sage von
wildcn [á'gcr im deutschen Vol/(c, 1914; Ljungman, W.,
Traditionswanderungen Euphrat-Rhein", F. F. Communications,
N° ug, Helsinki, 1938, vol. ll, pág. 656.
28. Cf. Waschnitius y Ljungman, op. cit.
29. Róheim, G., Saint Agatha and the Tuesday Woman", Int.
l. P:ycho-Ana1., vol. 27, ¡946, pág. r 19.
3o. Von Zingerle, Sagcn au: Tirol, Innsbruck, i891, pág. 16.
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58. Solymossy, 5., Mae/165715 aki gyó'ngyó't sie ¿s rózsa't net/et [La
heroína que llora perlas y ríe rosas], Ethnographía, vol. 28.
59. Cf Freud. 5., Marchenstoffe im Traumen", Gexammelte
Schrz'ften, 1924, vol. III. pág. 259; también Int. Z. Psychoanal., vol. I,
1913; Lorand, S., Fairy Tales, Liliputian Dreams and Neurosis ,
]. ofOrthopsychiat., vol. 7, ¡937, págs. 456-464.
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63. Róheim, G., The Basic Dream , The Gate: of the Dream,
1953'
Según la interpretación del doctor Lewin, el padre que se-
para al soñador del útero-sueño.
64. Winterstein, A., Die Pubertátstriten der Mádchen und
ihre Spuren im Márchen", Image, vol. r4, ¡928, págs. 199-274.
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Dame Halle: sueño y cuento popular
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ÍNDICE
343
FUI-SGO EN EL DRAGÓN
344
Índice
345
COLECCIÓN VITRAL
Un grito oscuro
El enigma de lo; niño: autista;
Dcnys Ribas
Hermenéutica y racionalidad
Gianni Vattimo (compilador)
347