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Ad vocem Hindemith Una documentacién Preludio El 26 de marzo de 1964 se grabé en la Radio de Hesse una con- versacién encre Rudolf Stephan y el autor emitida el 16 de noviembre de ese mismo afio. La conversacién no fue tanto una disputa como un primer ensayo de exposicién de pensamientos criticos en los que am- bos participantes coincidiamos; el autor lo habia provocado y asume la responsabilidad. Esto se ha de destacar porque las consecuencias pric- ticas de la indignacién que enseguida se puso en marcha l tuvo que soportarlas menos que Stephan, por aquel entonces todavia profesor contratado en Gdttingen. Se hicieron perceptibles cuchicheos semi- subterréneos; habrian sido amenazadores si a uno se le pudiera volver ya a encerrar en un campo de concentracidn bajo la acusacién de in- telectualismo. Lo que irrité fue evidentemente la critica del musicus lau- reatus alemdn, no el contenido espectfico de lo dicho. A lo cual se afta- dia el hecho de que Hindemith era doctor heworis causa por la facultad a la que pertenece el autor. Este lo desconocia; cuando se otorgs esa distincién a Hindemith, el autor emigrado todavia vivia en los Esta- dos Unidos. En la Universidad de Francfort habria tenido que yotar no, como protesta contra la ideologia de Hindemith; para la conce- sién de un doctorado honoris causd se requiere unanimidad. En nin- gtin caso habrfa hablado mds cautamente en la radio. $i el concepro de catedratico ha de seguir ceniendo en general un sentido mejor que sélo el institucional, también al hablar en publico exige una indepen- Material protegido or derechos de autor 226 Escritos musicales IV dencia absoluta de juicio, que no tenga en cuenta la opinién de los gru- pos dominantes. Puesto que la conyersacién radiofénica Unicamente pudo rozar pun- tos crfticos, no fundamentar por completo la critica, al autor le parece opor- tuno ofrecer una documentacién cronolégica de sus opiniones sobre Hin- demich. En otros casos suele dar el resultado de lo que piensa al que ha podido Ilegat en cada momento, no el proceso que lo ha llevado a él. Asi le gustarfa seguir haciéndolo en general. No puede sin embargo ocultarse que no pocos de sus lectores se apropian de los resultados sin reconstruir el proceso en su mayor parte autocritico: la consecuencia es facilmente el dogmatismo, Lo cual él querria contrarrestar un poco haciendo visibles en los textos temporalmente muy alejados diversos niveles del movimiento conceptual al que un determinado objeto lo obliga. Lo que en su juicio sobre Hindemith ha cambiado repercute al mismo tiempo en su propia evolucidn; por supuesto, afecta también a la valoracién de sus trabajos an- teriores. Sélo la documentacién aclara el ffrrago con el que el autor ruvo que vérselas en su juventud; también la experiencia que motivé la con- versacién con Stephan. Atestigua asimismo que él siempre ha vinculado las inmanentemente musicales con ponderaciones estéticas y socioldgicas, aunque sélo al cabo de largos afios consiguié articular en cierta medida la relacidn entre estos momentos. E] primer articulo se remontaa la mds tem- prana juventud del autor, atin anterior a su época de estudio con Alban Berg; el segundo, de 1926, rastrea ya adénde se iba con Hindemith. Un contacto mds estrecho con Hindemith se establecié en 1920, cuan- do el cuarteto Rebner’, cuyo violista era él, interpreté en privado para el autor seis piezas bastante infantiles de éste para cuarteto de cuerdas. Lue- go vio a Hindemith més a menudo, en la tienda de miisica de Bernhard Firnberg en Francfort, que en aquella época tenia algo de café de musi- cos, y en el domicilio de Hindemith en la Leerbachstrae™, la mayoria de las veces en compaiifa de Reinhold Merten. Maestro concertador en la Opera de Francfort, éste ejercfa una gran influencia sobre Hindemith; también impresionaba mucho al autor en cuanto encarnacién de un ob- jetivismo radicalmente nuevo. En algunas ocasiones el autor mostrd sus ensayos compositivos a Hindemith, que le aconsejé inteligente y amis- ~ Entre 1915 y 1921, Paul Hindemith tocé primero el segundo violin y Inego la viola en el Cuarteto Rebner, que tomaba el nombre de Adelph Rebner (1876-1967), su pro- fesor de violin en el Conservatorio de Frinefort. **TTindemith dejé en 1923 su casa en la Leerbachstrae («Calle del arroye (Bach] vacion). Material protegido or derechos de autor 228 Escritos mausicales [1V Este hombre, que ahora tiene veintiséis afios, y que ha side disci- pulo de Bernhard Sekles’ y de Arnold Mendelssohn”, procedia de Brahms y de la masica de camara. E] mismo violinista destacado, tie- ne su hogar en la musica para cuerdas, y por eso se encuentra también més cerca de lo colorista de la orquesta que la mayor parte de los oyen- tes, que provienen del piano. Un Cuarteto para cuerdas en da mayor, pieza de factura académica realizada con limpieza, le reporté distin- ciones, A los diecinueve afios eta concertina de la Opera de Fréncfort. Una Sinfonietta, programaticamente todavia codeterminada por el hu- morismo patibulario de Christian Morgenstern”, ya tiene en las ru- gientes partes para vientos madera casgos del malintencionado, fatal humor que luego palpita en sus partituras. En las canciones toma por asalto la orquesta de Strauss. Participa en la guerra, la conmocién le hace caer en Ja cuenta de lo peculiar de su talento. En el Cuarteto para cuerdas op. 10 y en las Sonatas op. 11’, la transformacién se consuma, humanamente, en la factura. La musica contempordnea ejerce su efecto sobre él, Barték sobre todo, mas que Schénberg, cuya consciencia tra- gica el joven aparta a un lado con insolencia. Los no alemanes entran en su campo de visién; busca lo carente de presupuesto y cree encon- trarlo en el gesto barbaro, sin saber que los occidentales y los rusos ra- dicales llegan condenadamente tarde. El en general sabe muy poco, pero no llega tarde. Se encuentra con los herederos de Debussy, que con sus brutales ricmos devoran ¢l cultivado tesoro sonoro del francés. Se ena- * Bernhard Sekles (1872-1934): compositor alemin. Fue diseipule de Knorr y Hum perdinck en el conservarorio principal de Frinefort, donde luego ccupé él mismo los puestos de profesor y director (1923-1933). Su miisica, aunque conservadora en lineas generales, introduce elementas de jazz, misica eslava y oriental. ** Atnold Mendelssohn (1895-1933): compositor, organista y direeror de orquesta ale- min. Era hijo de un primo segundo de Félix Mendelssohn. Estudié en Berlin, Defen- sor de Bach y Schiits, contribuys a la renovacién del interés por la musica de la Iglesia luterana, Fue profesor en Bonn, Colonia, Darmstadt y Francfort. Sus composiciones ineluyen musica sacra polifénica, obras para la escena de corte popular y canciones. =** Christian Morgenstern (1871-1914): poeta alem4n, autor de poemas humoristicos y satiricos (reunidos en un compendio titulado Tados los poemas del ahorcado) junto a otros de inspiracién religiosa, ademas de numerosas eraducciones de obras de, entre otros, Ibsen y Stridnberg. ’ Aparecidos en B. Schott, Maguncia. Material protegido por derechos de autor

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