Вы находитесь на странице: 1из 20

Capítulo 1 como errante

1:1 Cantar de los cantares, el cual es Junto a los rebaños de tus


de Salomón. compañeros?
1:2 ¡Oh, si él me besara con besos de 1:8 Si tú no lo sabes, oh hermosa
su boca! entre las mujeres,
Porque mejores son tus amores que Ve, sigue las huellas del rebaño,
el vino. Y apacienta tus cabritas junto a las
1:3 A más del olor de tus suaves cabañas de los pastores.
ungüentos, 1:9 A yegua de los carros de Faraón
Tu nombre es como ungüento Te he comparado, amiga mía.
derramado; 1:10 Hermosas son tus mejillas entre
Por eso las doncellas te aman. los pendientes,
1:4 Atráeme; en pos de ti Tu cuello entre los collares.
correremos. 1:11 Zarcillos de oro te haremos,
El rey me ha metido en sus cámaras; Tachonados de plata.
Nos gozaremos y alegraremos en ti; 1:12 Mientras el rey estaba en su
Nos acordaremos de tus amores más reclinatorio,
que del vino; Mi nardo dio su olor.
Con razón te aman. 1:13 Mi amado es para mí un
1:5 Morena soy, oh hijas de manojito de mirra,
Jerusalén, pero codiciable Que reposa entre mis pechos.
Como las tiendas de Cedar, 1:14 Racimo de flores de alheña en
Como las cortinas de Salomón. las viñas de En-gadi
1:6 No reparéis en que soy morena, Es para mí mi amado.
Porque el sol me miró. 1:15 He aquí que tú eres hermosa,
Los hijos de mi madre se airaron amiga mía;
contra mí; He aquí eres bella; tus ojos son como
Me pusieron a guardar las viñas; palomas.
Y mi viña, que era mía, no guardé. 1:16 He aquí que tú eres hermoso,
1:7 Hazme saber, oh tú a quien ama amado mío, y dulce;
mi alma, Nuestro lecho es de flores.
Dónde apacientas, dónde sesteas al 1:17 Las vigas de nuestra casa son
mediodía; de cedro,
Pues ¿por qué había de estar yo Y de ciprés los artesonados.

V. 1 Cantar de los cantares es un canto por excelencia, es atribuido a Salomón


quien fue un rey de Israel y un hombre lleno de sabiduría, Dios le dio a Salomón
una sabiduría incomparable. Cantar de los cantares refleja el amor y la dulzura, ya
que es un libro inspirado donde se muestra el amor entre una pareja, pero que
también nos da un significado muy especial entre Cristo y su iglesia. Salomón fue
hijo del rey David, Dios le dijo a Salomón Pídeme lo que quieras que yo te de, (2
Crónicas 7-10) y Salomón pidió sabiduría y ciencia, desde allí se nota como este
rey estaba interesado en hacer las cosas bien en su reinado, y ahora se le
atribuye a el cantar de los cantares, pues este hombre era un poeta inspirado,
pero que al hacerlo deja a la iglesia de Cristo una enseñanza muy edificante para
nuestras vidas.

V. 2-7 La joven habla de un rey de quien ella esta enamorada, y expresa que el
amor de el es apasionante, que sus besos, su olor y todo en el es bueno, que lo
ama y que por el esta ilusionada, que muchas mujeres lo aman y lo alagan porque
el atrae con su forma de ser, alaga el nombre de el, dice que es como un
ungüento derramado, esparce aroma, es bien escuchado por todas, su nombre no
ofende, sino que es muy admirado, ella da a conocer que estar con su amado es
un gran deleite y que ella disfrutaría mucho con el.
Podríamos decir que este poema también muestra de cómo la iglesia debe estar
enamorada de Cristo y que no hay nombre admirable como el de el. Que Cristo da
seguridad, da confianza y que todo aquel que se enamora de el, desea siempre
estar con el, pues en el esta la vida y toda seguridad.
Las almas en gracia se complacen hasta lo sumo a amar a Cristo y ser amadas
por el. Que aunque el mundo ofrezca cosas que llaman la atención humana, el
amor de Cristo es mas valioso y deseable.
El ha redimido su iglesia y los que lo aman lo siguen a donde quiera que el vaya.
"A más del olor de tus suaves ungüentos". El Señor es el Ungido, Él ha recibido
toda clase de fragancia exquisita, por lo tanto, cuando estamos verdaderamente
en su presencia, como la doncella amada, percibimos el dulce aroma de su
persona. Nos embriagamos no solamente con sus caricias, sino que además, con
la dulce fragancia de su santidad que envuelve todo nuestro ser.
Era de piel morena la joven, pero era delicada y amada por el rey, era bella, a el le
atraía ella aunque tuviera la piel morena, ella era espacial para el. y aunque
descuido la joven su alma, el rey estaba interesado en ella.
Es de pensar entonces que aunque el ser humano se descuido de su vida y de su
alma, Jesucristo al morir en la cruz por los pecados de la humanidad muestra que
no importa cuan negros sean los pecados, el es capaz de limpiarlos y curar sus
heridas con su sangre preciosa, de tal manera que podemos llamarnos la novia de
Cristo, la amada de el, a quien el con tanto amor ha entregado su vida, pues su
cuerpo sacrificó por cada uno de nuestros pecados, y el ha llevabado nuestras
cargas.
Aunque el ser humano sufra, y sea maltratado por el pecado, cuan grande y
misericordioso es el amor de Dios que se manifiesta en nuestras vidas y nos
ayuda y nos ama con amor eterno.

V. 8—11 "A yegua de los carros de Faraón te he comparado, amiga mía".


Salomón era un gran admirador de los caballos, él fortaleció su ejército con una
poderosa caballería.
El caballo llegó a ser algo muy preciado, su rapidez y movimientos estilizados,
además de su belleza natural y gran fuerza, le hicieron objeto de admiración en
ese tiempo.
Los caballos egipcios eran los que gozaban de mayor prestigio, e indudablemente
el caballo del Faraón sería el mejor y más hermoso de todos, cuyo precio estaría
absolutamente fuera del alcance de los súbditos de su reino.
A eso, lo mejor que se conocía en aquel tiempo, aquello que no tenía precio, es lo
que él compara a su amada, lo que ninguna riqueza terrenal podría adquirir,
porque sobrepasa en valor a todos los tesoros de este mundo.
Para Cristo su iglesia es de gran valor, es una joya preciosa, es un real
sacerdocio, nación Santa, pueblo adquirido por Dios, el valor de la iglesia de Cristo
es incomparable, cuesta la vida del cordero de Dios. Nada se compara al valor de
la iglesia. Jesús ama a su iglesia y le estima en gran manera, dando a conocer
como el le ayuda cada día y la envuelve con su amor. Amor que muestra
diariamente a cada segundo, minuto y en todo momento. Que amor el de Cristo no
hay nadie como el.
El rey también elogia la belleza de su amada novia. Así también es Cristo con su
iglesia, el la complace y la hace sentir valiosa y hermosa.
V.12-17 Da a conocer una platica entre ambos el esposo y la esposa, un
encuentro lleno de amor y dulzura donde ambos muestran que se aman, el la
elogia a ella, y ella a el, ella le dice a el que es un manojo de mirra, es un olor
especial, es un perfume de rosas blancas. Que amor el de esta doncella para su
amado. También lo compara con las viñas de Engadi, pues este era un oasis
hermoso de aguas frescas cerca de las orillas estériles del mar muerto. La
doncella en el encontraba frescura y sentía que podía salir adelante con su afecto
y amor. Pues con su amor podría decir que ella se sentía viva.
Las doncella esta dando a conocer que se deleita en el aroma de el. y el rey le
dice que sus ojos son como palomas, tan inocentes, tan llenos de paz y tranquilos,
el le dice hermosa, pues para el ella era lo mejor que le había pasado en su vida.
Se muestra como ambos estaban enamorados.
Todo esto nos indica que el deseo de la doncella era tener un encuentro privado,
íntimo y personal con su amado. Este es el verdadero anhelo del cristiano por su
Amado, busca esos momentos a solas con él.
Pues que lindo es escuchar la vos de Dios y disfrutar en su presencia, cuando se
comienza una platica con el, el responde de una manera dulce que da paz a
nuestra vida y nos llena de felicidad. Es de mucha importancia anhelar vivir para el
y amarlo con todo el corazón.
Ella dice nuestro lecho es de flores, realmente la intimidad era un deleite donde
era agradable estar. De igual manera la iglesia debe deleitarse en Cristo y no
descuidar la intimidad con el, es de desear diariamente estar a solas con el.

Capítulo 2 Y su bandera sobre mí fue amor.


2:1 Yo soy la rosa de Sarón, 2:5 Sustentadme con pasas,
Y el lirio de los valles. confortadme con manzanas;
2:2 Como el lirio entre los espinos, Porque estoy enferma de amor.
Así es mi amiga entre las doncellas. 2:6 Su izquierda esté debajo de mi
2:3 Como el manzano entre los cabeza,
árboles silvestres, Y su derecha me abrace.
Así es mi amado entre los jóvenes; 2:7 Yo os conjuro, oh doncellas de
Bajo la sombra del deseado me Jerusalén,
senté, Por los corzos y por las ciervas del
Y su fruto fue dulce a mi paladar. campo,
2:4 Me llevó a la casa del banquete, Que no despertéis ni hagáis velar al
amor, higos,
Hasta que quiera. Y las vides en cierne dieron olor;
2:8 ¡La voz de mi amado! He aquí él Levántate, oh amiga mía, hermosa
viene mía, y ven.
Saltando sobre los montes, 2:14 Paloma mía, que estás en los
Brincando sobre los collados. agujeros de la peña, en lo escondido
2:9 Mi amado es semejante al corzo, de escarpados parajes,
O al cervatillo. Muéstrame tu rostro, hazme oír tu
Helo aquí, está tras nuestra pared, voz;
Mirando por las ventanas, Porque dulce es la voz tuya, y
Atisbando por las celosías. hermoso tu aspecto.
2:10 Mi amado habló, y me dijo: 2:15 Cazadnos las zorras, las zorras
Levántate, oh amiga mía, hermosa pequeñas, que echan a perder las
mía, y ven. viñas;
2:11 Porque he aquí ha pasado el Porque nuestras viñas están en
invierno, cierne.
Se ha mudado, la lluvia se fue; 2:16 Mi amado es mío, y yo suya;
2:12 Se han mostrado las flores en la El apacienta entre lirios.
tierra, 2:17 Hasta que apunte el día, y huyan
El tiempo de la canción ha venido, las sombras,
Y en nuestro país se ha oído la voz Vuélvete, amado mío; sé semejante
de la tórtola. al corzo, o como el cervatillo
2:13 La higuera ha echado sus Sobre los montes de Beter.

V. 1-7 Ella dice: "Yo soy la rosa de Sarón, y el lirio de los valles", se muestra que
aunque fuese una rosa, y un lirio ella era especial, aunque hubiesen mas rosas y
aunque hubiesen muchos lirios, ella era hermosa, aunque sencilla a la vez, pero
resplandeciente, así como los lirios resplandecen bajo los rayos del sol.
Pues el rey le da respuesta a ella diciéndole "Como el lirio entre los espinos, así es
mi amiga entre las doncellas" el le dice a ella, que es única, que aunque el lirio
este rodeado de espinos, el resplandece y es admirado, que el tiene ojos solo para
ella. Y que su hermosura es incomparable.
Así mismo podríamos decir de nosotros como iglesia, que éramos gentiles y a
veces común ante la sociedad, pero que Cristo nos vio con amor eterno y no
importando cuantos pecados nos rodearan y amenazaran nuestra vida para
lastimarnos, el nos había visto con ojos de amor y de misericordia, un ejemplo en
Las Sagradas Escrituras se da en el capitulo 10 de Hechos, cuando Pedro visita a
Cornelio, Dios le dijo a Pedro que no llamara común a lo que el ya había limpiado.
Se nota entonces como Dios en medio de un mundo pecador nos ama tanto que
es perdonador con su iglesia.
El también dijo en el evangelio de Juan 1:11-12, a lo suyo vino; y los suyos no le
recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les
dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
Que felicidad, somos especial tesoro para nuestro amado Salvador.
"Como el manzano entre los árboles silvestres, así es mi amado entre los
jóvenes; bajo la sombra del deseado me senté, y su fruto fue dulce a mi
paladar".
Ella responde con una comparación muy hermosa, impulsada por su amor
profundo hacia su amado. Para ella él es único, el mejor entre todos, que la atrae
no solo por su apostura, sino que también por el placer de su compañía.
El manzano es un árbol de gran follaje, su flor muy aromática y su fruto dulce y
agradable. Comparado con los árboles silvestres, destaca no solo por su sombra
que provee, cosa muy preciada en las cálidas tierras de Palestina, sino que
además con la bendición de su agradable fruto.
Así es para ella su amado entre todos los jóvenes, alguien muy preciado; no
guarda comparación con nada "silvestre".
Así es Cristo para cada uno de nosotros, el provee cosas buenas a nuestra vida y
en medio de tanto pecado el nos ayuda a ser fuertes, y nos acoge con el calor y la
frescura de su Espíritu Santo. El es único, no hay nadie como el, pues es
omnisciente, omnipresente, omnipotente, eterno, inmutable, Dios es todo en
nuestras vidas, como iglesia y amada de el, lo miramos con ojos de amor y
sabemos que aunque hayan ofertas del mundo, no hay nada ni nadie como el. el
es sustento a nuestras vidas y llena cada uno de nuestros vacios.
"Me llevó a la casa del banquete, y su bandera sobre mí fue amor". Cuando
hemos logrado disfrutar del éxtasis de su presencia, en un gozo muy íntimo y
personal, el Señor nos trasladará a placeres nuevos: "a la casa del banquete", allí
él nos ofrece un festín de abundancia espiritual. Muestra una noche romántica
donde se refleja el verdadero amor, donde hay lazos matrimoniales fuertes unidos
con un amor que no tiene fin. Así tiene que ser la relación del creyente con Cristo,
una relación no fingida sino una relación donde haya compromiso de santificación
e intimidad con el, donde se disfrute de la compañía de el, y aun mas se pida de
su abundante gozo.
"Susténtame con pasas, confortadme con manzanas, porque estoy enferma
de amor". Aliméntame con algo dulce y fragante, con algo refrescante y delicioso,
que desfallezco de amor, estoy exhausta de felicidad. Esta ha sido la experiencia
de los cristianos que han llegado a percibir profundamente la presencia del Señor
que los rodea, no se conforman con un poco de Dios, aun quieren y piden mas
diariamente, porque su presencia lo es todo, y las caricias de su Espíritu fortalecen
el alma.
En la biografía de Moody leemos una alusión a esta presencia del Señor que le
sobrecogió de tal manera, que sintió que no podía contener el gozo que fluía a
través de él, que tuvo que rogar al Señor que se detuviera, porque su humanidad
no podía resistir su gloriosa divinidad.
Los goces de su presencia pueden sobrepasar todo nuestro entendimiento e ir
más allá de nuestras fuerzas. Lo mortal no puede rozar lo divino; solamente
demos liberar nuestro espíritu para que se remonte a las alturas, para disfrutar del
placer de su cercanía
"Su izquierda esté debajo de mi cabeza, y su derecha me abrace". Nos habla
no solamente de su cercanía e intimidad que disfrutamos, sino de su gracia
sustentadora para que seamos capaces de soportar el amor con que él abraza.
"Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén". La doncella se dirige a las damas
de la corte, para que entiendan que el amor no puede ser despertado desde fuera,
tiene que nacer desde su interior. Pues cuando nazca del interior entonces será
bien atendido, no tiene que ser fingido sino brotar de lo mas profundo de todo
nuestro ser. Así mismo la iglesia debe amar a Cristo no fingidamente, sino con un
amor donde se sea capaz de dar el todo por el todo por amor de a Cristo.

V. 8-17 se nota como la doncella observa a su amado cada día, y se expresa de el


de una manera que da a conocer que el es todo para ella. Y que ha estado
momentos tan lindos con el, que su vos es escuchada y anhelada por ella.
Pero noto que hay una separación, pues ella habla de lo que el ha hecho, y como
el le da ánimos para continuar, pero que el invierno ha hecho que ella se encierre
y este viviendo momentos de soledad. Así sucedió con la sulamita, ya no la
encontramos disfrutando de la abundancia a la mesa de su señor, ni de los
delicados pastos ni de las refrescantes aguas junto a su amado.
Ahora dice el versículo 9 "Nuestra pared". Ella se ha recluido en su propio hogar
y es él quién la insta a regresar al gozo de su primer amor.
Aunque ella lo elogia, muestra también que esta necesitando de su compañía.
Es lo mismo con el cristiano cuando dejamos que ese primer amor se enfríe, es
que comenzamos a alejarnos de él. Nuestro enfriamiento espiritual se inicia el
mismo día en que descuidamos el gozo de su comunión a través de la oración y la
lectura de su Palabra.
Esto no es un acto intencional, sino que se produce debido a que casi sin darnos
cuenta, él ya no ocupa el primer lugar en nuestras preferencias ni es quien lo llena
todo en nuestro corazón. Muy por el contrario, vamos dejando el tiempo que nos
sobra para el Señor, otras cosas van ocupando nuestro corazón.
"Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven".
Significa ven, sal de tu encierro y soledad, ven a disfrutar nuevamente de mi amor.
Hasta aquí has gozado de mi presencia solamente en un lugar determinado y en
horas definidas. Ella da a notar que su amado esta interesado en ella, el quiere
que sea feliz y que no viva solo del pasado, sino que disfrute su cercanía en todo
tiempo, en el invierno y en el verano, en todo momento.
Salid de tu encierro espiritual, el invierno ha pasado, permite que llegue
nuevamente la primavera a tu vida. Las flores con toda su hermosura y fragancia
crecen donde Yo estoy. Ven, deja esa depresión o indiferencia que te congela.
El invierno trae frialdad y oscuridad, pero eso ya ha pasado, se ha mudado, la
lluvia se fue. La primavera con toda su hermosura y fragancia está donde Yo
estoy, ven, levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.
Paloma mía, que estas en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados
parajes, muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz, porque dulce es la voz tuya, y
hermoso tu aspecto".
Es la vos de su amado, Dios es fiel, y el esta interesado en que cada uno de
nosotros este cerca de el en todo momento.
Esto muestra el interés de Dios hacia su amada iglesia, y le hace ver que en
medio de las pruebas tiene que perseverar y ser fuerte ante todo y no alejarse de
el, pues es difícil la situación cuando se deja a el `por ultimo, hay momentos de
soledad donde no se le haya sentido a nada, donde no hay gozo, donde la paz se
esta yendo de nuestras vidas, donde todo parece oscuro, pero Dios no quiere eso
de nosotros el quiere que vivamos en victoria cada día, pero eso se logra no
dejando de comunicarnos con el, y teniendo intimidad con el siempre.
"Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña". La paloma atemorizada se
refugia en las grietas de la peña, y mientras más temor le inunda, más se interna
en ella.
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro; porque Cristo nos recuerda
que él pasó por la muerte, pero ahora ha resucitado, ha triunfado y nos invita a
que nos acerquemos confiadamente hasta su trono.
No te quedes llorando tu angustia y soledad, ven, tú puedes levantarte desde tus
tribulaciones, es más, Cristo sufrió esas y muchas más; pero mira donde esta
ahora, no coronado de espinas sino de gloria. Esto es lo que te aguarda, levanta la
vista, no mires las olas ni el viento, mira sólo a Cristo y podrás caminar sobre el
mar.
Aunque las cosas sean difíciles, a través de estos versículos de cantares se
aprende como Cristo anhela su iglesia y como su iglesia sabe que fuera de el no
es nada.
Habla de zorras que destruyen vides, se dice que hay que cazar esas zorras,
quitarlas del camino porque destruyen una vida llena de amor y puede causar
destrucción. Igual es la vida del Cristiano, el tiene que ver por su vida espiritual y
alejar todo aquello que puede dañar su vida intima con Dios. "Mi amado es mío, y
yo suya; él apacienta entre lirios". Ella reconoce el compromiso indisoluble que la
une con su Señor. Sin embargo encontramos que en el versículo 8 se inicia un
enfriamiento por parte de ella.
Es el comienzo de un alejamiento, porque la hermosa intimidad descrita en el
capítulo uno, ha desaparecido, allí la vimos disfrutar plenamente de la abundancia
de la mesa de su amado.
Luego, en la primera parte del capítulo dos, deleitarse bajo la sombra del deseado.
Pero ahora la encontramos recluida en su soledad y una pared se ha interpuesto
entre ella y su amado, como lo reconoce en el versículo 9.
Él la ha llamado insistentemente a retomar su compañía. Vr. 13 "Levántate, oh
amiga mía, hermosa mía, ven".
Ella aún persiste en ser el centro de atracción de su Señor: "Yo soy su lirio y él me
ama en forma muy especial, y estoy plenamente satisfecha".
Está confiando en lo que ella es para él, pero ella ha fracasado en responder a su
llamado, porque él ha dejado de ser el centro de su vida. Quizás, sin darse cuenta,
permitió que otras cosas ocuparan su corazón.
Pero también se muestra la posesión mutua del matrimonio, el es mío y yo soy
tuya, que bonito como es el matrimonio, en verdad es amor, hay una atracción
donde ambos se sienten interesados en sus vidas en unión. Sin embargo puede
ocurrir el descuido.
A través de este capitulo se muestra que cuando hay descuido, Dios esta
interesado en que nos volvamos a el y disfrutemos de su presencia, pues el esta
esperando que nosotros le adoremos y le demos lo mejor de nuestro tiempo.

Capítulo 3 Hallé luego al que ama mi alma;


3:1 Por las noches busqué en mi Lo así, y no lo dejé,
lecho al que ama mi alma; Hasta que lo metí en casa de mi
Lo busqué, y no lo hallé. madre,
3:2 Y dije: Me levantaré ahora, y Y en la cámara de la que me dio a
rodearé por la ciudad; luz.
Por las calles y por las plazas 3:5 Yo os conjuro, oh doncellas de
Buscaré al que ama mi alma; Jerusalén,
Lo busqué, y no lo hallé. Por los corzos y por las ciervas del
3:3 Me hallaron los guardas que campo,
rondan la ciudad, Que no despertéis ni hagáis velar al
Y les dije: ¿Habéis visto al que ama amor,
mi alma? Hasta que quiera.
3:4 Apenas hube pasado de ellos un 3:6 ¿Quién es ésta que sube del
poco, desierto como columna de humo,
Sahumada de mirra y de incienso De madera del Líbano.
Y de todo polvo aromático? 3:10 Hizo sus columnas de plata,
3:7 He aquí es la litera de Salomón; Su respaldo de oro,
Sesenta valientes la rodean, Su asiento de grana,
De los fuertes de Israel. Su interior recamado de amor
3:8 Todos ellos tienen espadas, Por las doncellas de Jerusalén.
diestros en la guerra; 3:11 Salid, oh doncellas de Sion, y
Cada uno su espada sobre su muslo, ved al rey Salomón
Por los temores de la noche. Con la corona con que le coronó su
3:9 El rey Salomón se hizo una madre en el día de su desposorio,
carroza Y el día del gozo de su corazón.

V.1-5 Se observa como una joven desesperada por su amado sale en medio de la
oscuridad a buscarlo, aun sabiendo que la noche es peligrosa, el amor y la
desesperación por el hizo que esta joven se levantara y preguntara
desesperadamente por quien ella sufría. Se nota como ella buscaba de el y sentía
soledad al no estar el cerca de ella, pues dice: en las noches busque en mi
lecho y no lo halle. Ella se sentía sola sentía que le hacían falta las caricias de su
amado. La intimidad con el era una desesperación para ella, pues ella estaba tan
acostumbrada a el, que le era difícil no tenerlo cerca. Finalmente lo encuentra, y
se lo llevo a un dormitorio, en lo intimo de su habitación donde pudieran compartir
el uno al otro, ella no lo dejo al encontrarlo pues el era todo para su vida, el le
daba alegría y la hacia sentir amada.
"Lo busqué, y no lo hallé". Evidente, porque está buscando en el lugar equivocado,
pero reacciona: "Y dije: Me levantaré ahora, y rodearé por la ciudad, por las calles
y por las plazas, buscaré al que ama mi alma". Seguramente tubo que haber algún
descuido para que el se alejara, tubo que haber sucedido algo, pero ella reconoce
que no puede estar sin el.
Esta sulamita entiende que para recuperar el gozo de la presencia de su amado,
debe dejar sus lamentos insensatos, dejar su lecho de reposo y levantarse.
Muchas veces puede suceder esto a la iglesia de Cristo, se alejan del Señor y no
hayan sentido a nada, pero es tiempo de levantarse dejar el lecho y empezar a
buscar la dirección para hallar al Cristo amado. Debemos aprender a mantenernos
firmes en la fe y en el amor de nuestro Salvador, aún en esos momentos de
aparente soledad, cuando las aflicciones nos impiden ver el rostro del Señor.
Concluye este trozo de Cantares, cuando ella se coge con fuerza de su amado,
pero aún en un estado de inmadurez. Ella no discierne todavía lo que es del
espíritu y lo que es una emoción del alma, pero el Señor, amorosamente la abraza
y la sostiene. Cristo quiere lo mejor para su iglesia, por tal razón la iglesia debe
amarle siempre.

V. 6-11 El alaba a su amada. La ve hermosa y declara que el olor de ella es una


fragancia muy deliciosa que le hace sentir bien, ella tiene protección por parte de
su amado. Se describe la lujosa carroza de Salomón y declara que salgan al
encuentro del rey y lo alaben, que vean su corona por parte de su madre, este el
el cortejo de bodas. Toda una alegría y una vida comprometida.
Esto denota como la iglesia debe cada día honrar a Dios y darle la gloria a el por
su incomparable poder.
Cada día la iglesia puede ser atendida por el y puede adquirir compromiso ante
toda la sociedad de marcar la diferencia y reflejar a Cristo en sus vidas.

Capítulo 4 Mil escudos están colgados en ella,


4:1 He aquí que tú eres hermosa, Todos escudos de valientes.
amiga mía; he aquí que tú eres 4:5 Tus dos pechos, como gemelos
hermosa; de gacela,
Tus ojos entre tus guedejas como de Que se apacientan entre lirios.
paloma; 4:6 Hasta que apunte el día y huyan
Tus cabellos como manada de las sombras,
cabras Me iré al monte de la mirra,
Que se recuestan en las laderas de Y al collado del incienso.
Galaad. 4:7 Toda tú eres hermosa, amiga
4:2 Tus dientes como manadas de mía,
ovejas trasquiladas, Y en ti no hay mancha.
Que suben del lavadero, 4:8 Ven conmigo desde el Líbano, oh
Todas con crías gemelas, esposa mía;
Y ninguna entre ellas estéril. Ven conmigo desde el Líbano.
4:3 Tus labios como hilo de grana, Mira desde la cumbre de Amana,
Y tu habla hermosa; Desde la cumbre de Senir y de
Tus mejillas, como cachos de Hermón,
granada detrás de tu velo. Desde las guaridas de los leones,
4:4 Tu cuello, como la torre de David, Desde los montes de los leopardos.
edificada para armería; 4:9 Prendiste mi corazón, hermana,
esposa mía; 4:13 Tus renuevos son paraíso de
Has apresado mi corazón con uno de granados, con frutos suaves,
tus ojos, De flores de alheña y nardos;
Con una gargantilla de tu cuello. 4:14 Nardo y azafrán, caña aromática
4:10 ¡Cuán hermosos son tus y canela,
amores, hermana, esposa mía! Con todos los árboles de incienso;
¡Cuánto mejores que el vino tus Mirra y áloes, con todas las
amores, principales especias aromáticas.
Y el olor de tus ungüentos que todas 4:15 Fuente de huertos,
las especias aromáticas! Pozo de aguas vivas,
4:11 Como panal de miel destilan tus Que corren del Líbano.
labios, oh esposa; 4:16 Levántate, Aquilón, y ven,
Miel y leche hay debajo de tu lengua; Austro;
Y el olor de tus vestidos como el olor Soplad en mi huerto, despréndanse
del Líbano. sus aromas.
4:12 Huerto cerrado eres, hermana Venga mi amado a su huerto,
mía, esposa mía; Y coma de su dulce fruta.
Fuente cerrada, fuente sellada.

Este capitulo muestra como es el amor que el esposo siente por la esposa, pues la
elogia mucho, la enamora, declara su amor por ella, da a conocer como el la ve y
como es de encantadora su belleza, da a notar que ella le atrae mucho a el y que
ella tiene todo perfecto para el, justamente lo que el necesita para sentirse bien.
"Tus ojos entre tus guedejas como de paloma". La paloma tiene una visión que
le permite ver una sola cosa, y en ese sentido es figura del Espíritu Santo. La
joven tenia ojos solo para su amado y `para nadie mas, por eso a el le encantaba
ella, además el la llama hermosa, sin duda el estaba expresando la belleza de su
amada.
Los “ojos entre las guedejas” es una alusión a la mirada de la Sulamita tras el
velo con que cubre su rostro. Las “guedejas” son las melenas del león y, por
extensión Analógica, puede ser también la cabellera larga y rizada de la mujer. El
velo lo usaban principalmente las doncellas para no ser vistas por nadie que no
fuera un familiar muy cercano.
Así como ella tenia ojos solo para el, así también la iglesia debe estar solo para
Jesús que su mirada este fijamente en el, pues el no decepciona, el es perfecto
justo lo que cada persona necesita.
Poder ver es una inmensa bendición, pero cómo miramos será el resultado de
nuestra realidad interior. Podemos mirar pero estar ciegos, creernos ser libres
pero estar presos de una oscuridad que puede sumir en tinieblas a todo nuestro
ser.
es importante que nuestra mirada este dedicada a Jesús para poder cuidarnos y
guardarnos para el.
El mundo no puede ver lo que ella ve, ni cómo ve, porque esos hermosos ojos
están reservados solamente para el deleite de su amado. También la alusión a su
cabello, nos habla de su obediencia y sumisión a la voluntad divina, como nos
indica 1 Cor.11 : 15.
Este hombre enamorado describe a su esposa como lo mejor que le ha pasado. Al
igual nosotros somos muy especiales para Cristo.
"Tus dientes como manadas de ovejas trasquiladas, que suben del
lavadero". El cumplido hace referencia a la perfección y blancura de ellos. El veía
que en ella había perfección, había una delicadeza que la hacia muy importante
para el y hermosa a la vez.
Volvemos a toparnos en este versículo con otra serie de halagos para los que no
hay lugar en nuestra cultura. Comparar la dentadura de una joven a una manada
de ovejas trasquiladas nos costaría hoy un serio disgusto. Sin embargo, Salomón
compara los dientes de la doncella amada con las ovejas blancas, recién lavadas
antes de proceder a su esquile.
La belleza del rebaño trasquilado no es de naturaleza estética, sino antes bien una
referencia a la hermosura de la fertilidad del ganado, sin que haya una sola oveja
estéril.
Los dientes finos, blancos y ordenados de la Sulamita realzan su hermosura por
cuanto en el pensamiento bíblico de la época que estudiamos esta expresión sería
equivalente a afirmar que la sonrisa de la doncella era blanca, generosa y
hermosísima.
“Tus mejillas". Por rosadas, las compara a dos mitades de grada; una expresión
muy común en la poesía oriental. Las mejillas despliegan la belleza del rostro, y
son las que primeramente revelan las emociones.
Con cuanta propiedad se ha dicho que el rostro es el espejo del alma, un alma
reseca carente de amor y sensibilidad, es fácilmente detectada en el rostro de esa
persona. Pero al resaltar la hermosura de su rostro, lo hace porque Dios conoce
nuestra alma, lo profundo de nuestro ser.
"Tu cuello, como la torre de David". Un cuello alto y erguido, nos habla de
alguien distinguido. Su esposa no es encorvada, destaca su dignidad real, sugiere
la rectitud en su mirada, la hidalguía que confiere saberse hija de Dios y templo
del Espíritu Santo.
Al mencionar: "como la torre de David, edificada para armería, mil escudos están
colgados de ella, todos escudos de valientes". Resalta que aunque se ha visto
presionada en muchas batallas contra el mundo, ella sigue enhiesta, porque es
"más que vencedora".
Pero al mismo tiempo le recuerda por los escudos de los valientes, que su triunfo y
victoria no se debe a ella, sino a aquel por cuya victoria quedó vencido nuestro
enemigo.
"Tus dos pechos". El pecho es el asiento de nuestras emociones, allí descansa
nuestra fe y amor, que constituyen el único medio por el cual somos unidos al
Señor. Dios considera que para que haya belleza, la fe y amor han de ser
gemelos, es decir, deben crecer juntos a igual proporción.
En Gál.5: 6 nos resalta "la fe que obra por el amor". Y en 1 Tm. 1: 5 dice: "el amor
nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida". En el vr. 14
agrega: "La gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es
en Cristo Jesús".
Se describe la belleza de la sulamita, y como ella puede reflejar dulzura en su
postura y su forma de ser, es perfecta para el rey.
De tal manera lo mismo exige Cristo de su iglesia que sea perfecta en
conocimiento que le ame a el de verdad y que siempre muestre amor hacia el.
No hay duda que el esposo quiere posesionarse de su esposa y hacerla
solamente de el. pues esta es una declaración de amor.
Así cada uno de nosotros es hechura y semejanza de Dios, y sobre todo hijos de
Dios, el creo todo perfecto, y su admiración estaba en el hombre, sin embargo ha
sido el ser humano el que se ha alejado de el.
Luego de el expresar sus sentimientos a su amada y darle a conocer el cuanto la
ama y ve su belleza ella atiende a su vos y le invita a comer de su jardín.
La Iglesia ora por la influencia del Espíritu bendito, para que haga fértil este jardín.
Las gracias del alma son como especias de estos jardines, que en ellos esté lo
que es valioso y útil. El Espíritu bendito, en su obra sobre el alma, es como el
viento. Hay viento norte de convicción, y el viento sur de consuelo. Él incita los
buenos afectos y obra en nosotros tanto el querer como el hacer lo bueno. La
Iglesia invita a Cristo. Que Él tenga la honra de todos los productos del jardín y
nosotros, el consuelo de su aceptación. Podemos invitarlo a nada, salvo a lo que
ya es suyo. El creyente no puede gozar de los frutos a menos que de una u otra
forma redunden para la gloria de Cristo. Entonces, procuremos mantenernos
apartados del mundo, como jardín cerrado, y evitemos la conformidad con el
mundo.
Tenemos que honrar solamente a Jesús y vivir para el como la esposa de el. Así
como el nos ama y ve en nosotros algo especial, así también nosotros debemos
invitarlo y dejar que el este en nuestro corazón por siempre.

Capítulo 05 5:3 Me he desnudado de mi ropa;


5:1 Yo vine a mi huerto, oh hermana, ¿cómo me he de vestir?
esposa mía; He lavado mis pies; ¿cómo los he de
He recogido mi mirra y mis aromas; ensuciar?
He comido mi panal y mi miel, 5:4 Mi amado metió su mano por la
Mi vino y mi leche he bebido. ventanilla,
Comed, amigos; bebed en Y mi corazón se conmovió dentro de
abundancia, oh amados. mí.
5:2 Yo dormía, pero mi corazón 5:5 Yo me levanté para abrir a mi
velaba. amado,
Es la voz de mi amado que llama: Y mis manos gotearon mirra,
Ábreme, hermana mía, amiga mía, Y mis dedos mirra, que corría
paloma mía, perfecta mía, Sobre la manecilla del cerrojo.
Porque mi cabeza está llena de 5:6 Abrí yo a mi amado;
rocío, Pero mi amado se había ido, había ya
Mis cabellos de las gotas de la pasado;
noche. Y tras su hablar salió mi alma.
Lo busqué, y no lo hallé; 5:12 Sus ojos, como palomas junto a
Lo llamé, y no me respondió. los arroyos de las aguas,
5:7 Me hallaron los guardas que Que se lavan con leche, y a la
rondan la ciudad; perfección colocados.
Me golpearon, me hirieron; 5:13 Sus mejillas, como una era de
Me quitaron mi manto de encima los especias aromáticas, como fragantes
guardas de los muros. flores;
5:8 Yo os conjuro, oh doncellas de Sus labios, como lirios que destilan
Jerusalén, si halláis a mi amado, mirra fragante.
Que le hagáis saber que estoy 5:14 Sus manos, como anillos de oro
enferma de amor. engastados de jacintos;
5:9 ¿Qué es tu amado más que otro Su cuerpo, como claro marfil cubierto
amado, de zafiros.
Oh la más hermosa de todas las 5:15 Sus piernas, como columnas de
mujeres? mármol fundadas sobre basas de oro
¿Qué es tu amado más que otro fino;
amado, Su aspecto como el Líbano, escogido
Que así nos conjuras? como los cedros.
5:10 Mi amado es blanco y rubio, 5:16 Su paladar, dulcísimo, y todo él
Señalado entre diez mil. codiciable.
5:11 Su cabeza como oro finísimo; Tal es mi amado, tal es mi amigo,
Sus cabellos crespos, negros como el Oh doncellas de Jerusalén.
cuervo.

Capítulo 06

6:1 ¿A dónde se ha ido tu amado, oh la más hermosa de todas las mujeres?


¿A dónde se apartó tu amado,
Y lo buscaremos contigo?
6:2 Mi amado descendió a su huerto, a las eras de las especias,
Para apacentar en los huertos, y para recoger los lirios.
6:3 Yo soy de mi amado, y mi amado es mío;
El apacienta entre los lirios.
6:4 Hermosa eres tú, oh amiga mía, como Tirsa;
De desear, como Jerusalén;
Imponente como ejércitos en orden.
6:5 Aparta tus ojos de delante de mí,
Porque ellos me vencieron.
Tu cabello es como manada de cabras
Que se recuestan en las laderas de Galaad.
6:6 Tus dientes, como manadas de ovejas que suben del lavadero,
Todas con crías gemelas,
Y estéril no hay entre ellas.
6:7 Como cachos de granada son tus mejillas
Detrás de tu velo.
6:8 Sesenta son las reinas, y ochenta las concubinas,
Y las doncellas sin número;
6:9 Mas una es la paloma mía, la perfecta mía;
Es la única de su madre,
La escogida de la que la dio a luz.
La vieron las doncellas, y la llamaron bienaventurada;
Las reinas y las concubinas, y la alabaron.
6:10 ¿Quién es ésta que se muestra como el alba,
Hermosa como la luna,
Esclarecida como el sol,
Imponente como ejércitos en orden?
6:11 Al huerto de los nogales descendí
A ver los frutos del valle,
Y para ver si brotaban las vides,
Si florecían los granados.
6:12 Antes que lo supiera, mi alma me puso
Entre los carros de Aminadab.
6:13 Vuélvete, vuélvete, oh sulamita;
Vuélvete, vuélvete, y te miraremos.
¿Qué veréis en la sulamita?
Algo como la reunión de dos campamentos.

Capítulo 07

7:1 ¡Cuán hermosos son tus pies en las sandalias,


Oh hija de príncipe!
Los contornos de tus muslos son como joyas,
Obra de mano de excelente maestro.
7:2 Tu ombligo como una taza redonda
Que no le falta bebida.
Tu vientre como montón de trigo
Cercado de lirios.
7:3 Tus dos pechos, como gemelos de gacela.
7:4 Tu cuello, como torre de marfil;
Tus ojos, como los estanques de Hesbón junto a la puerta de Bat-rabim;
Tu nariz, como la torre del Líbano,
Que mira hacia Damasco.
7:5 Tu cabeza encima de ti, como el Carmelo;
Y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey
Suspendida en los corredores.
7:6 ¡Qué hermosa eres, y cuán suave,
Oh amor deleitoso!
7:7 Tu estatura es semejante a la palmera,
Y tus pechos a los racimos.
7:8 Yo dije: Subiré a la palmera,
Asiré sus ramas.
Deja que tus pechos sean como racimos de vid,
Y el olor de tu boca como de manzanas,
7:9 Y tu paladar como el buen vino,
Que se entra a mi amado suavemente,
Y hace hablar los labios de los viejos.
7:10 Yo soy de mi amado,
Y conmigo tiene su contentamiento.
7:11 Ven, oh amado mío, salgamos al campo,
Moremos en las aldeas.
7:12 Levantémonos de mañana a las viñas;
Veamos si brotan las vides, si están en cierne,
Si han florecido los granados;
Allí te daré mis amores.
7:13 Las mandrágoras han dado olor,
Y a nuestras puertas hay toda suerte de dulces frutas,
Nuevas y añejas, que para ti, oh amado mío, he guardado.

Capítulo 08

8:1 ¡Oh, si tú fueras como un hermano mío


Que mamó los pechos de mi madre!
Entonces, hallándote fuera, te besaría,
Y no me menospreciarían.
8:2 Yo te llevaría, te metería en casa de mi madre;
Tú me enseñarías,
Y yo te haría beber vino
Adobado del mosto de mis granadas.
8:3 Su izquierda esté debajo de mi cabeza,
Y su derecha me abrace.
8:4 Os conjuro, oh doncellas de Jerusalén,
Que no despertéis ni hagáis velar al amor,
Hasta que quiera.
8:5 ¿Quién es ésta que sube del desierto,
Recostada sobre su amado?
Debajo de un manzano te desperté;
Allí tuvo tu madre dolores,
Allí tuvo dolores la que te dio a luz.
8:6 Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo;
Porque fuerte es como la muerte el amor;
Duros como el Seol los celos;
Sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama.
8:7 Las muchas aguas no podrán apagar el amor,
Ni lo ahogarán los ríos.
Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor,
De cierto lo menospreciarían.
8:8 Tenemos una pequeña hermana,
Que no tiene pechos;
¿Qué haremos a nuestra hermana
Cuando de ella se hablare?
8:9 Si ella es muro,
Edificaremos sobre él un palacio de plata;
Si fuere puerta,
La guarneceremos con tablas de cedro.
8:10 Yo soy muro, y mis pechos como torres,
Desde que fui en sus ojos como la que halla paz.
8:11 Salomón tuvo una viña en Baal-hamón,
La cual entregó a guardas,
Cada uno de los cuales debía traer mil monedas de plata por su fruto.
8:12 Mi viña, que es mía, está delante de mí;
Las mil serán tuyas, oh Salomón,
Y doscientas para los que guardan su fruto.
8:13 Oh, tú que habitas en los huertos,
Los compañeros escuchan tu voz;
Házmela oír.
8:14 Apresúrate, amado mío,
Y sé semejante al corzo, o al cervatillo,
Sobre las montañas de los aromas.

Вам также может понравиться