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SIETE VERDADES SOBRE LO QUE ES REALMENTE EL AYUNO

EL AYUNO EN LOS TIEMPOS DE MI IGNORANCIA

«Ayuna 40 días para tener una unción sobrenatural –enseñó cierto Maestro de la Teología de la
Prosperidad ante una congregación y sin Biblia en la mano–. No dejes de ser partícipe del Ayuno
del SEÑOR para que traiga sobre ti poder de lo Alto. Tendrás tal poder que hasta los mismos
demonios tiemblan y obedecen. Porque el Ayuno es un arma de guerra establecido por Dios para
traer libertad a los oprimidos, para romper yugos de impiedad en personas y naciones. El Ayuno es
para personas ungidas que quieren prosperidad financiera y éxito en la vida, ¡Declaran victoria
para Dios al hacerle cambiar Sus planes!...».

Mis recuerdos sobre el estudio del Ayuno se remontan desde hace varios años atrás durante una
campaña evangelística de sanidad y milagros con el diálogo anterior. Estas ideas se dan mucho en
los círculos carismáticos donde la Biblia ha sido destronada por la palabra del hombre. Sobra decir
que en mis inicios de fe estaba muy descaminado en cuanto a qué dice Dios sobre el Ayuno en Su
Palabra. Sumado a mi propia ignorancia, el dejarme guiar por lo que otros dicen sin corroborar las
Escrituras, fue una catástrofe total para mi vida de fe al poner en prácticas cosas que han sido mal
interpretadas en su contexto o que Dios no había ordenado que hiciéramos. Hasta que llegó el
tiempo de cuestionarse: ¿Realmente es así? ¿De verdad el Ayuno es así de sobrenatural o ha sido
sobrevalorado? ¿Qué dice Dios al respecto?

EL AYUNO SEGÚN LO QUE DIOS DICE

Con los años, el SEÑOR en Su misericordia me fue dando un entendimiento más claro sobre
algunos asuntos sobre la vida cristiana. Es por eso que la diligencia en estudiar debidamente la
Escrituras, pedir sabiduría y discernimiento con la guía del Espíritu Santo que mora en nosotros, es
lo que impedirá que hagamos o creamos en cosas que no están prescritas en Su Palabra (Léase Juan
14:17, 16:13; 2 Timoteo 2:7, 3:16-17; Santiago 1:5; 1 Juan 2:20, 27). Es por ello que te comparto
una breve serie de verdades básicas sobre el Ayuno y, de paso, te invito a que lo corrobores todo lo
escrito con Tu Biblia:

(1) Lo que en realidad es el Ayuno. En términos simples, Ayunar se trata de abstenerse de


consumir alimentos por cierto tiempo y esta práctica es considerada parte de las disciplinas
espirituales para la vida cristiana. Además, el Ayuno era considerado como una forma voluntaria de
servir y entregarse piadosamente a Dios (Léase Lucas 2:37) (*).

(2) Sí hay varios tipos de Ayuno. Se consideran dos tipos de Ayuno: El Ayuno total, en el que se
abstiene de comer y beber por varios días (Léase Ester 4:16); y el Ayuno parcial que incluye
ciertos alimentos y agua, como en el caso de Daniel que no quiso participar del Banquete del Rey
de Babilonia (Léase Daniel 1:3-16). Pueden ser Ayunos públicos como privados (Léase Esdras 8:21,
23; Jonás 3:5-10; Mateo 6:17-18).

(3) Las razones por las qué se realiza el Ayuno. La Biblia sí nos muestra las razones correctas por
las que se practica el Ayuno: En ocasiones tenía que ver con la negación y humillación de uno
mismo como expresión de arrepentimiento y confesión de pecado (Léase Nehemías 9:1-2; Jonás
3:5; Daniel 9:3-4); también se relacionaba con la dependencia de Dios en cuanto a buscar Su

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voluntad, propósito, ayuda y guía (Léase Éxodo 24:12; 2 Crónicas 20:1-3; Ester 4:16; Esdras 8:21-
23; Mateo 4:1-2; Hechos 13:1-3, 14:23); además el Ayuno se hacía como una expresión de duelo,
aflicción y luto (Léase 1 Samuel 31:13; 2 Samuel 1:12; Nehemías 1:4).

(4) La forma en que se hace el Ayuno privado. El Ayuno privado debe ser voluntario, según el
tiempo que consideres para con Dios o conforme Él te dirija, con una motivación correcta de
agradarle a Él y con actitud agradecida, acompañado de oración constante y lectura de la Palabra de
Dios; y de preferencia en tiempos y lugares que puedas consagrarte al SEÑOR sin distracciones o
compromisos fuertes (Léase Zacarías 7:1-6; Mateo 4:4, 6:6, 16-18, 17:21, 26:41; 1 Tesalonicenses
5:18). Ya hemos descrito con qué propóstos correctos se puede realizar el Ayuno. Como notamos en
la descripción anterior, todas las consideraciones del Ayuno tienen su centro en la dependencia y
comunión con el SEÑOR. Estas consideraciones de igual modo se pueden aplicar a nivel público, es
decir, cuando la congregación está en un mismo sentir respecto a ciertos asuntos entregados a Dios
(Léase Hechos 13:1-3; 1 Corintios 1:10).

(5) Las actitudes o prácticas que no se consideran parte del Ayuno. El Ayuno no tiene el
propósito de torcer la voluntad de Dios o manipularla para que cumpla nuestros deseos o para fines
malvados; ni se trata de causar impresión en los demás de ser más espirituales que otros, ni se debe
confundir como un tipo de "dieta cristiana", ni es para demostrar su propia justicia en un sentido
legalista de ganarse la salvación, ni es para cumplir formalidades religiosas o de realizarlo sin
intenciones santas (Léase Mateo 6:16; Lucas 19:8-14; Hechos 23:21; Efesios 2:8-9; Colosenses
2:20-23; Isaías 58:3-7).

(6) El Ayuno no es una práctica obligada pero sí necesaria. El Ayuno sólo era obligatorio como
Ley en el AT para el pueblo de Israel y lo hacían en el Día de la Expiación, pues debían ayunar para
la purificación de sus pecados (Léase Levítico 16:29-31; 23:26-32). Pero esta práctica no es
obligatoria para los creyentes ya que Cristo cumplió las sombras y cosas del AT (Léase Colosenses
2:16-17; Hebreos 10:1). En los tiempos de Jesús, el Ayuno se convirtió en una práctica religiosa
para demostrar una espiritualidad externa y ostentosa, era tan regular que lo realizaban dos veces
por semana (Léase Mateo 6:16; Lucas 18:12). Sin embargo, el SEÑOR Jesús en Su Sermón del
Monte sí incluyó el Ayuno junto con la oración y limosnas como parte de las prácticas piadosas de
los creyentes y con motivos correctos. Él daba por hecho que Sus discípulos ayunaban y Él mismo
lo hacía (Léase Mateo 6:16; Lucas 4:12). La Iglesia Primitiva también practicaba el Ayuno (Léase
Hechos 13:1-3, 14:23; 2 Corintios 6:5; 11:27). Él profetizó en forma figurada que la Iglesia
realizaría Ayunos después de que Él ascendiera a los Cielos hasta Su Segunda Venida (Léase Mateo
9:15). Por lo tanto, el Ayuno no debe ser dejado de lado para los que creemos en Cristo.

(7) No siempre el Ayuno consiste en abstenerse de Alimentos. Cuando hablamos de Ayuno


normalmente asociamos la idea de dejar de consumir ciertas comidas; sin embargo también el
Ayuno implica otras cosas a abstenerse, por ejemplo: El Ayuno que a Dios le agrada, es decir, el
abstenerse de pecar contra Dios (Léase Isaías 58:3-7); o el abstenerse temporalmente de tener
relaciones sexuales dentro del matrimonio para dedicarse a la oración y búsqueda del SEÑOR
(Léase 1 Corintios 7:5). Estas son cosas legítimas a la hora de hacer el Ayuno.

EN CONCLUSIÓN

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Como vemos, el Ayuno no tiene nada de "místico" o "sobrenatural". Es una práctica piadosa con el
propósito de ayudarnos a crecer más en la comunión y dependencia en Dios. Una práctica que en
situaciones especiales doblega nuestra carne para buscar con perseverancia el Rostro del SEÑOR
(Léase Salmo 27:8; Marcos 14:38). Que nuestro Dios, conforme a Su Palabra, nos guíe
correctamente a prácticar la disciplina piadosa del Ayuno para con Él.

¡Sólo a Dios la Gloria!

(*) Nota: Por "disciplinas espirituales" nos referimos a prácticas personales y medios de gracia
(como la lectura bíblica y la oración) para crecer en nuestra vida cristiana dependiendo enteramente
de Dios.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

(1) "Estudio Bíblico: La Pregunta sobre el Ayuno, Marcos 2:18-22" | Hno. Luis de Miguel.
Ministerio Escuela Bíblica (Vía Internet).

(2) "Diccionario Bíblico Caribe" | Pág. 83. Versión Digital.

(3) "El Ayuno" | Estudio realizado por José Alberto Acevedo Mtz. Usado con permiso.

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