Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
(a.2) la sufijación parasitaria como la derivación por sufijación donde no hay un cambio de
categorías o subcategorías gramaticales, a pesar de que la derivación
generada por sufijación se caracteriza por su función transcategorizadora.
En el habla juvenil el investigador considera los siguientes ejemplos:
camarata (camarero), sociata (socialista), porreta (porrero), etc. Los sufijos
–ata, -eta, -ota, -aca poseen una función connotativa que resalta cuando
reemplazan a otras palabras en el plano denotativo. En el plano funcional
poseen la misma expresividad pero lo que diferencia a estos nuevos
elementos léxicos de los estándares es su sonido cacofónico.
(d.2) Las formas de tratamiento también son estudiadas por Santos (1997)
quien señala que el nombre propio constituye la forma específica para el
tratamiento, la apelación y la referencia a una tercera persona. Las formas
de tratamiento se dividen en tres tipos: d.2.1) vocativos a primeras
personas, d.2.2) designativos a terceras personas y d.2.3c) apelativos o
referenciales. Los vocativos a primeras personas son usados en la mayoría
de los casos de manera afectiva aunque también se pueden encontrar de
manera despectiva, algunos ejemplos: marico, güevón, mamagüevo, entre
otros. Los designativos a terceras personas pueden emplearse al igual que
los vocativos, de manera afectiva o designativa según sea el contexto, por
ejemplo: güevón, tipo, pana, chamo. En cuanto a los apelativos o
referenciales, se observa el uso particular del artículo seguido del nombre
propio, el Santi, puede ser empleado despectivamente, sin embargo se ha
visto el uso de forma amistosa.
(d.3) Dentro de los recursos léxicos del habla juvenil, Santos (1997) señala
los llamados verba ómnibus o verbos comodín, los cuales responden a la
ley de economía del lenguaje. Vigara Tauste (1992:289) describe que los
comodines son palabras o expresiones ―de significado no específico (pero
sí generalmente ‘distintivo‘) para expresar términos o conceptos cuyo
nombre, en determinadas circunstancias, no acude puntualmente a la boca
del hablante‖. En el léxico de los jóvenes es común escuchar verbos,
sustantivos y adverbios como palabras comodines los cuales sustituyen
una palabra ya existente por otra que el hablante utiliza con mayor
frecuencia. Los elementos léxicos que se repiten constantemente en un
breve segmento de habla son conocidos como muletillas. Usualmente los
grupos juveniles emplean el verba ómnibus como un elemento
idiosincrático de su habla, que representa la selectividad del grupo;
aunque, puede darse el caso en el que el joven desconozca la palabra
adecuada con el significado específico para lo que quiere decir y la
sustituya por el comodín: cosa, tema, trasto, bicho, dar (para
componer expresiones coloquiales: dar la tabarra, dar la lata, dar una
vuelta, dar un toque), hacer (hacer un viaje en vez de viajar, hacer una
bufanda en vez de tejer)..
(d.4) La fraseología del habla juvenil o los llamados sintagmas
lexicalizados, por ejemplo frases de intensificación y comparativos
estereotipados constituyen una mezcla entre el modismo y las expresiones
de habla común, que generan frases creativas y ricas en significados, por
ejemplo: Estaba más perdida que una virgen en un barrio chino