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ALTERNATIVAS DEL TRATAMIENTO FÁRMACO-EPIDEMIOLÓGICO EN

UN PACIENTE DIAGNOSTICADO COMO “BIPOLAR”

Introducción

Por medio de la investigación bibliográfica se pudo evidenciar que el trastorno

bipolar antes conocido como psicosis maniaco-depresiva el cual es un trastorno del

ánimo de curso complejo, los tratamientos que se puede dar en el trastorno bipolar, en

los cuales se hace mención del tratamiento farmacológico con anticonvulsivante,

antipsicóticos., con respecto al tratamiento psicológico se ve reflejada la terapia

conductual, la psicoeducación, la terapia interpersonal esta se utiliza como estrategia

para formar rutinas, además se verá un concepto del trastorno acompañado con los

criterios del DSM’IV y la OMS,

Desarrollo

Definición y Epidemiología

El trastorno bipolar, antes conocido como psicosis maníaco-depresiva, es un

trastorno del estado de ánimo de curso complejo, que hace difícil el diagnóstico, el

tratamiento y el pronóstico, se caracteriza por episodios que van desde la depresión a la

manía, incluidas las formas clínicas intermedias como la hipomanía; la prevalencia

mundial del trastorno bipolar es variable, según los métodos utilizados para su

medición, el DSM-IV presenta cifras de entre el 0,4% y el 1,6%, para el tipo bipolar I y

de 0,6% para el tipo bipolar II, según la organización mundial de la Salud (OMS), esta

patología se encuentra entre las primeras diez causas de años de vida perdidos ajustados

por discapacidad (AVAD) en adultos (Dulanto & Blasco, 2014).

Tratamiento Farmacológico del trastorno bipolar


Los anticonvulsivantes como valproato, carbamazepina, su acción se traduce en

una inhibición de la liberación de la dopamina presináptica que explicaría su efecto

antimaníaco y posiblemente su acción profiláctica sobre la manía; los antipsicóticos

convencionales como haloperidol, clorpromazina, estos son agentes antipsicóticos de

baja potencia son ahora utilizados muy raramente; se menciona los antipsicóticos

atípicos como risperidona, olanzapina, quetiapina, los cuales son agentes de baja

potencia; se agrega la benzodiazepinas como lorazepam, clonazepam, estos se usan

normalmente para el tratamiento de síntomas como agitación, ansiedad o insomnio, es

primordial el uso de los mismos para equilibrar los estados emocionales (Dulanto &

Blasco, 2014).

Tratamiento Psicológico del trastorno bipolar

Terapia Cognitivo Conductual

Ayuda a los pacientes de trastorno bipolar a aprender a modificar patrones de

ideas y comportamientos inapropiados o negativos, consiste pues en aumentar la calidad

de vida de quien lo padece, esta terapia aplicada al trastorno bipolar ayuda a disminuir

la frecuencia, intensidad y duración de las crisis aumentando paralelamente los períodos

intercrisis o silentes, el paciente con esta condición aprende a reconocer las señales que

le anticipan que una crisis afectiva se avecina, mejora la adherencia al tratamiento,

estabiliza los ritmos circadianos y rutinas, por lo que también beneficia como estrategia

el manejo del estrés (Sarmiento, Strejilevich, Gómez, Lamus, & Gil, 2013).

Resultan muy útil aunque definitivamente su efectividad es mayor en los episodios

depresivos que maníacos, ya que son habituales pensamientos de inutilidad,

desvalorización personal, sobreestimación del daño, una visión muy pesimista de uno

mismo y el entorno o incluso el futuro, lo cual pone al paciente en riesgo de un acto de


suicidio, si la intervención cognitiva es temprana, en la fase prodrómica de la crisis, su

potencial de efectividad aumenta muchísimo, es importante entrenar al paciente en la

detección, discusión y cambio de sus pensamientos automáticos cuando se encuentra

eutímico, es decir, en un periodo intercrisis, de forma tal que las herramientas le resulten

más accesibles en el momento crítico (Sarmiento, Strejilevich, Gómez, Lamus, & Gil,

2013).

Psicoeducación acerca del trastorno de forma general

Como estrategia de tratamiento en el trastorno bipolar, la psicoeducación habrá

de cubrir como mínimo una descripción general de la sintomatología, enfatizando el rol

de las oscilaciones en el estado de ánimo y los hábitos que previenen las crisis, en esta

línea, habremos de transmitir información al paciente acerca del fundamental rol

preventivo que cumple la medicación y su adecuada ingesta; en efecto, esta técnica se

revela como una estrategia valiosísima en lo que se conoce como adherencia al

tratamiento medicamentoso, ya que en algunos casos se resisten al tratamiento

farmacológico, por ello, aspira a informar a las personas bipolares y a su familia acerca

de la enfermedad y a cómo reconocer los signos de recaída a fin de recurrir a una

intervención temprana y posiblemente evitar un episodio grave de manía o depresión

(Vargas, Zabaleta, Peña, & Mayer, 2012).

Psicoeducación acerca de la detección de pródromos de la Bipolaridad

Los pródromos son señales de baja intensidad que anuncian la posible llegada de

un episodio afectivo, depresivo, maníaco o mixto, entre los relevantes se menciona los

signos característicos como las alteraciones en el patrón de sueño, cambios en los

niveles de actividad, oscilaciones en el grado de impulsividad sexual, en muchos casos

se trata de los mismos síntomas que aparecen en intensidad muy marcada durante los
episodios afectivos, pero como síntomas prodrómicos se presentan de modo mucho más

leve y sutil (Vargas, Zabaleta, Peña, & Mayer, 2012).

Cada paciente habrá de tener sintomatología prodrómica distintiva o

idiosincrásica; razón por la cual se trabaja en el entrenamiento para su detección, el

beneficio de la advertencia temprana de los pródromos permite una intevención precoz,

antes de que las crisis se encuentren instaladas; de este modo los episodios afectivos

pueden moderarse o incluso abortarse, como el Trastorno Bipolar se trata de un cuadro

de alto impacto social, suele involucrarse a algún miembro de la familia en la

confección del contrato (Vargas, Zabaleta, Peña, & Mayer, 2012).

Terapia interpersonal

La terapia interpersonal y del ritmo social. Una terapia que se utiliza en el

trastorno bipolar es la denominada terapia interpersonal y del ritmo social (IPSRT),

desarrollada por Frank et al. (1994). Esta terapia es de tipo individual, tanto para aplicar

individualmente, porque el paciente no quiere llevar a cabo una terapia marital o

familiar, o porque vive solo. Se centra en dos aspectos básicos: las relaciones e

interacciones interpersonales y establecer ciclos rítmicos (ritmos circadianos) o rutinas

cotidianas, basados en la hipótesis de la estabilidad del ritmo social (Ehlers, Frank y

Kupfer, 1988).

Este tipo de terapia no tiene una duración concreta por la necesidad de un

tratamiento a largo plazo, dada la condición crónica de la enfermedad. Da una gran

importancia a la regulación del sueño que, como se sabe, es de gran relevancia en este

trastorno. Si se regula el sueño esto incide positivamente en su estado emocional. Si

además identifica adecuadamente los eventos vitales que le llevan a la ruptura de sus

rutinas y las relaciones interpersonales problemáticas, todo ello conduce no sólo a una
mejora de su estado emocional, sino también de su vida social (Ehlers, Frank y Kupfer,

1988).

Los enfoques convencionales de tratamiento para el trastorno incluyen el litio y

otros estabilizadores del humor, que funcionan bien en el corto plazo, pero a menudo

han limitado éxito a largo plazo. Históricamente, la psicoterapia no se ha dado mucho

crédito como una opción de tratamiento para la enfermedad debido a la fuerte base

biológica del trastorno. Sólo recientemente se ha comenzado a investigar la eficacia de

la psicoterapia a las personas con trastorno bipolar, y estudios de este tipo han

demostrado que la psicoterapia puede tener prometiendo beneficios a largo plazo

(Ehlers, Frank y Kupfer, 1988).

Conclusión

El trastorno bipolar es un trastorno crónico que exige un tratamiento a largo

plazo. El litio es el primer abordaje para este tipo de pacientes, pudiéndose combinar

con otros fármacos. El tratamiento psicológico mejora la eficacia de la medicación en el

TB. De éstos, han mostrado ser tratamientos bien establecidos la psicoeducación y los

programas para mejorar la adherencia a la medicación, la terapia marital y familiar y la

terapia cognitiva-conductual. La terapia interpersonal y del ritmo social debemos

considerarla como una terapia en fase experimental, aunque los primeros resultados con

ella apuntan a que puede ser eficaz. Sobre otros tratamientos (ej., el desarrollado para

tratar a los pacientes con TB que también tienen un trastorno de abuso de sustancias) no

hay claras pruebas de su eficacia. La evidencia empírica sugiere que para todo paciente

con un TB el mejor tratamiento sería aquel que combinase medicación (litio,

habitualmente) con uno de los tratamientos psicológicos que han demostrado ser

eficaces para este trastorno.


Bibliografía
 Dulanto, R., & Blasco, J. (2014). Eficacia y seguridad del tratamiento
farmacológico del trastorno Bipolar. Revista de Psiquiatría Argentina, 22-24.
 Sarmiento, M., Strejilevich, S., Gómez, C., Lamus, L., & Gil, F. (2013). Uso de
medicinas complementarias y alternativas en pacientes con trastorno afectivo
bipolar en colombia. Revista Colombiana de Siquiatría, 15-18.
 Vargas, A., Zabaleta, P., Peña, F., & Mayer, P. (2012). Manifestaciones clínicas y
tratamiento del trastorno bipolar en Adultos. Instituto Nacional de Psiquiatría
Ramón de la Fuente Muñiz Distrito Federal, México, 17-20.

 American Psychiatric Association (1993). Practice guideline for major


depressive disorer in adults. American Journal of Psychiatry, 150, 1-26.

 American Psychiatric Association (1994a). Diagnostic and statistical manual of


mental disorders, DSM-IV. Washington, DC: American Psychiatric Association
(trad. cast., Barcelona: Masson, 1995).

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