Вы находитесь на странице: 1из 1

PATAGONIA REBELDE O TRAGICA

Todo comenzó a partir de una crisis económica. El precio de la lana después de la


Primera Guerra Mundial se había desbarrancado, los estancieros latifundistas ya no
estaban generando ganancia y acumulaban enormes cantidades de producción que no
podían colocar por falta de compradores. Naturalmente, los primeros que padecerían los
efectos de la crisis serían los asalariados. Gran cantidad de despidos sumados a las
humillantes condiciones de trabajo detonaron las protestas

La Sociedad Obrera de Río Gallegos y la Federación Obrera (FORA), Impulsaron


una intensa campaña de sindicalización de peones.

Aparecieron las huelgas y con ello comenzaron las detenciones, allanamientos policiales y
clausura de locales obreros en algunas ciudades de la Patagonia. Entró en la Liga
Patriótica que, perseguía a huelguistas y colaboraban con comerciantes y terratenientes
de la zona

Las negociaciones entre trabajadores y hacendados fracasaban porque los últimos se


negaban a aceptar el petitorio con exigencias módicas que presentaron los huelguistas
para reanudar su actividad. Se reclamaba un mejor sueldo, comida en buen estado,
dignas condiciones de higiene, velas para alumbrar en la noche y que las instrucciones de
los botiquines sanitarios estuvieran en español en lugar de inglés.

Enterado de la crisis y presionado por Gran Bretaña, que estaba preocupada por las
difíciles circunstancias de los compatriotas hacendados en Patagonia, el presidente
radical Hipólito Yrigoyen envió en enero de 1921 a Santa Cruz a tropas del ejército al
mando del teniente coronel Héctor Benigno Varela con la orden de normalizar la situación.

Inicialmente se impuso la vía del diálogo y, con la mediación del gobernador Izza, se llegó
a un acuerdo por el cual los terratenientes se comprometían a cumplir con las exigencias
de los peones.Varela y sus hombres volvieron a Buenos Aires, pero meses más tarde
este acuerdo se rompió por incumplimiento de los hacendados .El conflicto estallaró con
mayor violencia. Se decretó paro general y se ocuparon haciendas. La organización
obrera se fortaleció y se proveyó de armas para la autodefensa.

En vistas de este panorama de beligerancia, en octubre de 1921 volvieron las tropas


de Varela, esta vez con el objetivo preciso de acabar con las huelgas y revueltas como
sea. Tomando como excusa un episodio confuso de enfrentamiento con balas entre un
estanciero y vándalos comunes que nada tenían que ver con la protesta, Varela interpretó
que se trataba de un caso de insurrección armada y, amparándose en el Código Militar,
declaró la ley Marcial. Así se dispararía una escalada cruenta de violencia y represión que
liquidaría las huelgas al compás de fusilamientos masivos de anarquistas y peones
rurales
 

Вам также может понравиться