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El tratamiento de la depresión en niños estará basado en los siguientes pilares:

 Aumento de las actividades agradables:

Si la anhedonia es muy marcada el niño presenta problemas para decidir qué actividades le gustaría hacer. Se
debe ayudar proporcionándoles listas de actividades o haciéndoles recordar qué cosas le gustaba hacer antes de
encontrarse deprimidos. Se debe alabar y premiar el que se decida a hacer una actividad agradable.

 Reconocimiento del estado emocional:

Capacidad de reconocimiento de las emociones, observación de antecedentes y consecuentes, identificación de


lo que se piensa durante la activación emocional y cambio de ideas por otras más adaptadas.

 Mejora de las habilidades sociales:

Manejo de la comunicación no verbal como el contacto ocular, la posición corporal, el saludo, realizar
invitaciones, llamadas telefónicas, elegir temas posibles de conversación, hacer elogios, recibir elogios con
naturalidad, pedir favores, hacer invitaciones… Lo ideal sería que estas habilidades se enseñasen en grupo
mediante la explicación de la conducta, la presentación de un modelo y la reproducción de dicha conducta por
parte del niño y el correspondiente feed-back del terapeuta para corregir errores y alabar los progresos.

 Relajación:

En principio no tendría por qué actuar sobre la depresión, pero su eficacia se puede deber a la alta
comorbilidad entre depresión y ansiedad.

Desde los 2 a los 6 años: aplicar la imitación postural; desde los 7 años: actividades relajantes como reír, contar
chistes, correr, andar; a partir de los tres años utilizar la imaginación y a partir de los 10, es recomendable
utilizar la relajación muscular progresiva de Jacobson.

 Para el tratamiento de los sentimientos de culpabilidad, se intentará cambiar el sistema atribucional


del niño. Los niños deprimidos se sienten responsables de todo lo malo que pasa a su alrededor. El
tratamiento estaría basado en la presentación al niño de situaciones hipotéticas, que tengan relación
con su caso y pedirle que explique el porqué del acontecimiento. Si sus respuestas son estables e
internas, se le deben dar alternativas de respuesta. Pedirle al niño que identifique al iniciador del
problema y el motivo por el que se inician las discusiones. Con esto se consigue un distanciamiento, que
es una estrategia muy útil para alejar la contaminación emocional del juicio.

 La mejora de la autoestima estará basada, por debajo de los 6 años, en la intervención de los adultos de
referencia, incrementando los juicios positivos sobre el niño con elogios que siempre tienen que ser
verosímiles. Se deben identificar los aspectos positivos del niño, cambiar las distorsiones cognitivas,
identificar las deficiencias y generar habilidades compensatorias.

 Para el fomento de la asertividad se pretende que el niño pueda expresar sus emociones, sobre todo en
el entorno familiar. Debe saber decir cómo se siente, saber disculparse, pedir explicaciones ante algo
que no entienda, preguntar sobre los problemas que percibe en los otros, etc. Este trabajo es
importante porque un niño deprimido supone que está equivocado o no tiene suficiente energía para
defender sus ideas, gustos o preferencias.
¿Qué hacer?

¿Qué hacer?

No compadezcas a tu hijo, porque el puede empezar a auto-compadecerse y a sentirse


víctima.
Esto disminuye su autoestima, le genera una sensación de estar indefenso y aumenta su
depresión.

Exprésale constantemente tu amor.


Pero de manera sana, no sobreprotectora.

Procura que se distraiga con actividades que no le permitan estar pensando constantemente
en el divorcio y en los cambios o problemas, que éste le ha provocado.

Busca nuevas actividades que puedan despertar su interés o mantenerlo ocupado, pero sin
exagerar.

A los niños les es difícil detectar algunas de sus emociones o ponerles nombre.
Ayuda a tu hijo, pero sin forzarlo, criticarlo o querer convencerlo de que no tiene que sentirse
así.

En un principio, es importante que pueda decir lo que le pasa.


Más adelante puedes ayudarlo a manejar dichas emociones.

Reconócele y refuérzale sus logros, aunque no sean muy importantes, para fortalecer su
autoestima.

Tómalo en cuenta para ciertas decisiones, para que sienta que tiene control sobre lo que está
sucediendo.

Coméntalo con sus profesores, para que lo ayuden y si tiene problemas de conducta,
conozcan la causa.

Si necesitas ayuda de algún adulto, que le proporcione atención, cariño o compañía, búscala
en alguien que conozcan y confíes.

Si se muestra agresivo, desobediente, muy irritable o enojado, mantén:

1. Una disciplina firme, pero sin dañar su autoestima.


2. Una mayor estructura en el hogar, con rutinas claras y predecibles.

Recuérdale que lo quieres mucho y que el divorcio no es culpa de él.


No lo hagas sentir culpable de tu mal humor o de tus sentimientos.

Busca sentirte lo mejor posible, para que puedas ayudarlo.

Disminuye o elimina tu estrés, coraje y/o culpa y revisa las sugerencias para ayudar a tus
hijos a superar estos momentos.

Los artículos sobre los sentimientos del niño, ante el divorcio de sus padres y lasemociones a
las que se enfrenta en estos momentos.No compadezcas a tu hijo, porque el puede empezar
a auto-compadecerse y a sentirse víctima.
Esto disminuye su autoestima, le genera una sensación de estar indefenso y aumenta su
depresión.

Exprésale constantemente tu amor.


Pero de manera sana, no sobreprotectora.

Procura que se distraiga con actividades que no le permitan estar pensando constantemente
en el divorcio y en los cambios o problemas, que éste le ha provocado.

Busca nuevas actividades que puedan despertar su interés o mantenerlo ocupado, pero sin
exagerar.

A los niños les es difícil detectar algunas de sus emociones o ponerles nombre.
Ayuda a tu hijo, pero sin forzarlo, criticarlo o querer convencerlo de que no tiene que sentirse
así.

En un principio, es importante que pueda decir lo que le pasa.


Más adelante puedes ayudarlo a manejar dichas emociones.

Reconócele y refuérzale sus logros, aunque no sean muy importantes, para fortalecer su
autoestima.

Tómalo en cuenta para ciertas decisiones, para que sienta que tiene control sobre lo que está
sucediendo.

Coméntalo con sus profesores, para que lo ayuden y si tiene problemas de conducta,
conozcan la causa.

Si necesitas ayuda de algún adulto, que le proporcione atención, cariño o compañía, búscala
en alguien que conozcan y confíes.

Si se muestra agresivo, desobediente, muy irritable o enojado, mantén:

1. Una disciplina firme, pero sin dañar su autoestima.


2. Una mayor estructura en el hogar, con rutinas claras y predecibles.

Recuérdale que lo quieres mucho y que el divorcio no es culpa de él.


No lo hagas sentir culpable de tu mal humor o de tus sentimientos.

Busca sentirte lo mejor posible, para que puedas ayudarlo.

Disminuye o elimina tu estrés, coraje y/o culpa y revisa las sugerencias para ayudar a tus
hijos a superar estos momentos.

Los artículos sobre los sentimientos del niño, ante el divorcio de sus padres y lasemociones a
las que se enfrenta en estos momentos.

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