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AREA DE ENERGÍA
APUNTES DE CLASES
𝜙0
𝜙0
Figura 1
100
90
EMISION INICIAL %
60 FUNDICION
50
0 2 3 6 MESES DE SERVICIO
1 4 5
Figura 2
El uso adecuado de los reflectores especulares, con la forma correspondiente al reparto del
flujo luminoso que se precise es el que, basándose en el efecto de la reflexión, permite
organizar el flujo luminoso según los siguientes sistemas.
1) Sistema directo
2) Sistema semidirecto
3) Sistema general difuso o mixto
4) Sistema semiindirecto
5) Sistema indirecto
2.3.1. SISTEMA DIRECTO
En este caso (figura 4) del 90 al 100 % del flujo luminoso se dirige hacia el suelo o al plano
de trabajo, en ángulos por debajo de la horizontal; de esta forma toda la iluminación está
dirigida sobre la superficie de utilización. Desde el punto de vista referido, este es el sistema
más eficaz a los efectos de producir luz desde un enfoque cuantitativo, ya que al dirigirse el
flujo luminoso hacia abajo no existe absorción en el techo y es muy escasa en paredes.
Al concentrar las luces sobre el plano útil se reducen al mínimo el número de puntos de luz;
pero, al mismo tiempo aumenta el riesgo de molestias, a causa de los reflejos brillantes.
Evidentemente, las luces de este tipo exigen una superficie reflectora colocada superiormente
de tipo especular, que refleja la luz hacia abajo en un gran porcentaje. De esta forma los
techos quedan en la oscuridad o con una muy pequeña iluminación, por lo que este tipo de
iluminación es muy adecuado en fábricas y locales de techos altos, como por ejemplo, los
recintos deportivos. Se pueden completar adecuadamente con iluminación cenital (se
encuentra perpendicular respecto del suelo), mediante claraboyas y techos lo más
transparentes posibles, para crear zonas de alto nivel de iluminación en determinados lugares.
Si bien ocasionalmente puede ser necesario unir al reflector un elemento denominado difusor
(puede ser de vidrio, plástico o rejilla metálica), el uso de estos elementos difusores es
innecesario en aquellos locales donde se instalen las luminarias a una altura suficientemente
alta (aproximadamente más de 5 m), con los reflectores abiertos parcialmente en la parte
superior para que una fracción de la luz que emitan fluya hacia arriba y se reduzca de esta
manera el contraste entre el techo y la luminarias. De esta forma, además se reduce
notablemente el ensuciamiento de lámparas y luminarias. En cualquier caso la abertura debe
ser muy reducida, para que la fracción del flujo sobre la horizontal no supere el 5 % del total.
Este tipo de iluminación es muy recomendable para oficinas, escuelas, aulas de universidad,
etc., porque la mayor parte del flujo luminoso recae sobre la superficie de trabajo, y quedan
las paredes y techos iluminados moderada y agradablemente, con ausencia de brillos y
sombras, además de obtenerse una buena uniformidad, todo lo cual hace que el efecto
lumínico espacial sea acogedor y confortable. Evidentemente, las superficies de los locales
de este tipo suelen se con frecuencia grandes, por lo cual el emplazamiento de las luminarias
se debe realizar acorde con el módulo de las ventanas y paralelamente a ellas.
Es también imprescindible que los acabados de las paredes laterales, y particularmente del
techo sean claros.
Una solución muy adecuada consiste en la integración de este tipo de iluminación artificial
con la natural, lograda mediante dientes de sierra o cúpulas luminosas, con lo que se evitan
los contrastes del techo, y desaparecen prácticamente, las sombras. En general, este sistema
de alumbrado se puede completar de forma adecuada con algún alumbrado adicional directo
en puntos específicos (ejemplo la pizarra de las aulas, zonas de ensamblaje de piezas
pequeñas en la industria, etc.), con lo cual el resultado final es muy favorable.
2.3.3. SISTEMA GENERAL DIFUSO O MIXTO
Prácticamente se dirige la misma cantidad de flujo luminoso hacia la parte superior, que hacia
la inferior, según se aprecia en la figura 6. Quizá un tubo fluorescente libre, sin reflector
incorporado, es el que indique de una forma más intuitiva la curva de distribución luminosa
de este tipo de alumbrado.
Se consigue así un alumbrado suave y agradable, con sombras escasas y una buena
uniformidad, por lo cual es un tipo de iluminación frecuentemente usada en laboratorios y
locales, limpios en general. Generalmente, el apantallamiento de luz hacia abajo se realiza
mediante elementos dispersores, tipo pantallas, plásticos, vidrios, etc., de tipo opalino, que
permiten un control de luz muy preciso. Así, cada vez son más empleados, en lugar de
difusores elementos refractores, los cuales facilitan un control de flujo prácticamente exacto
hacia las paredes y techos; por ello son muy usados en este tipo de iluminación, como en el
sistema indirecto.
Representación y distribución
Sistemas
del flujo luminoso
Directa
El flujo luminoso está dirigido hacia abajo.
Este tipo de aparatos permite obtener
rendimientos elevados.
Semidirecta
El flujo luminoso está dirigido en gran
parte hacia abajo y en parte hacia arriba.
Mixta
El flujo luminoso está distribuido casi por
igual, tanto hacia abajo como hacia arriba.
Semiindirecta
El flujo luminoso se dirige principalmente
hacia arriba.
Indirecta
El rendimiento es bajo y la visión poco
nítida por la falta total de efectos de
sombra.
Fig. 9 Resumen de los sistemas de iluminación
Fig. 10 Sistemas de Iluminación
Como resumen de todo lo anterior se puede decir que, los rendimientos aproximados medios
se pueden establecer como sigue: sistemas directos: 45-50 %; sistemas semidirectos: 40 %;
sistemas difusos: 35 %; sistemas directo-indirectos: 30 %; sistemas semiindirectos: 25 %; y
sistemas indirectos: 20 %.
2.4. CLASIFICACIÓN DE LAS LUMINARIAS RESPECTO AL TIPO DE
LÁMPARAS
Es difícil establecer una clasificación de las luminarias con respecto al tipo de lámpara que
llevan, excepto en las luminarias para lámparas fluorescentes; por lo general una misma
luminaria puede servir para distintos tipos de lámparas. Desde este punto de vista se pueden
agrupar en:
1) Luminarias para lámparas incandescentes.
2) Luminarias para lámparas de vapor de sodio y halogenuros metálicos.
3) Luminarias para lámparas de vapor de mercurio.
4) Luminarias para lámparas fluorescentes.
2.4.1. CLASIFICACIÓN DE LAS LUMINARIAS POR LA FORMA DE
DISTRIBUIR EL FLUJO
Las luminarias modifican la distribución del flujo luminoso emitido por las fuentes de luz,
con el objetivo de dirigirlo en determinadas direcciones atenuando el deslumbramiento u
ocultando parcial o totalmente la visión de la lámpara.
Las luminarias se clasifican en: difusores, reflectores y refractores.
2.4.1.1. DIFUSORES
Están formados por envolventes opalinas de vidrio o material plástico, en cuyo interior se
coloca la lámpara y son adecuados para la ejecución de sistemas de iluminación
semiindirecta, difusa o semidifusa, ya que el flujo luminoso se distribuye de un modo casi
uniforme en todas direcciones. Disminuyen la luminancia de la lámpara y, por lo tanto,
atenúan el deslumbramiento.
Parte del flujo luminoso emitido por la lámpara es absorbido por el material empleado en la
fabricación de la luminaria (vidrio esmerilado u opalino del 10 al 20 %); en los difusores del
tipo lechoso la absorción es elevada (del 30 al 40 %). No son adecuados para grandes
potencias; generalmente están previstos para albergar lámparas de incandescencia entre 40 y
200 W o lámparas fluorescentes tubulares normales (lineales, circulares o en U) , en la figura
18 se aprecia este detalle.
Figura 14
2.4.1.2. REFLECTORES
Están formados por superficies especulares (aluminio pulido, vidrio plateado, plancha de
hierro esmaltada de blanco, etc.) que reflejan en determinadas direcciones la luz emitida por
la lámpara (en un haz ancho o estrecho, según los tipos). Si su construcción es racional se
puede conseguir un elevado rendimiento en la figura 19 se presenta un ejemplo.
Figura 15
Los proyectores entran en la categoría de los reflectores. Sirven para concentrar la luz en una
dirección bien definida, generalmente sobre superficies delimitadas, en la figura 20 se
presenta un ejemplo.
Figura 16
2.4.1.3. REFRACTORES
Están constituidos por recipientes de material transparente dotados de una profunda cavidad,
cuyo perfil y orientación han sido predeterminados a fin de modificar notablemente la
distribución del flujo luminoso, disminuyen sensiblemente el deslumbramiento.
Algunas luminarias pueden ser, a la vez, proyectores y refractores, por ejemplo el faro de un
automóvil está constituido por un proyector (concentración de la luz) y un refractor (pantalla
frontal de vidrio prensado, dotado de acanaladuras prismáticas).
2.4.1.4. CLASIFICACIÓN DE LAS LUMINARIAS CON RESPECTO A SU
PROTECCIÓN
De acuerdo con la forma en que las luminarias protegen a las lámparas de daños de origen
mecánico o ambiental e impiden el acceso a las partes sometidas a tensión, evitando contactos
directos, las luminarias para interiores se clasifican como se muestra en la tabla2.
Tabla 2 Clases de protección para luminarias
Según Norma
Grado de
DIN VDE Protección contra
protección
40050 0710
Entrada de cuerpos
Contacto de los
IP20 extraños de tamaño
dedos
medio
Entrada de cuerpos
Contacto de los Agua de
IP21 extraños de tamaño
dedos goteo
medio
Entrada de cuerpos
Contacto de los Agua de
IP22 extraños de tamaño
dedos lluvia
medio
Entrada de cuerpos
Contacto de
IP30 extraños de pequeño ___
herramientas
tamaño
Entrada de cuerpos
Contacto de Agua
IP33 extraños de pequeño
herramientas salpica
tamaño
Contacto de Acumulaciones de polvo Chorro de
IP43
herramientas en su interior agua
Chorro de
Contacto de Acumulaciones de polvo
IP44 agua sin
herramientas en su interior
presión
Contacto de Chorro de
IP54 Entrada de polvo
herramientas agua
Chorro de
Contacto de
IP55 Entrada total de polvo agua a
herramientas
presión
Existen otros grados de protección para armaduras antideflagrantes.
Nota: En rigor, las normas consideran también otros tipos de protección, pero hemos preferido limitarnos
a las previstas para interiores, por cuanto esta investigación se ocupa exclusivamente de la iluminación
interna. Tal como se señala, los diversos tipos de protección están contraseñados con dos cifras: la primera
indica el grado de protección contra la penetración de cuerpos sólidos extraños y polvos; la segunda indica
el grado de protección contra la penetración de líquidos.
Para obtener los niveles de iluminación en puntos de trabajo o áreas de trabajo, se pueden
colocar las luminarias según el método de alumbrado seleccionado. A continuación se
describen brevemente.
ALUMBRADO INDIVIDUAL
Se utiliza cuando se precisa un alto nivel de iluminación en la zona de trabajo individual, a causa de
la precisión de la tarea. El ejemplo más característico de este método de alumbrado lo constituyen las
lámparas de sobremesa utilizadas en mesas de despacho, de dibujo, etc. En la figura 20 se aprecia
este tipo de alumbrado.
Color Coeficiente
Blanco 0,75 a 0,85
Beige 0,62 a 0,70
Amarillo claro 0,60 a 0,70
Amarillo oscuro 0,50 a 0,60
Rojo claro 0,40 a 0,50
Rojo oscuro 0,15 a 0,30
Bermellón 0,15
Verde claro 0,45 a 0,65
Verde oscuro 0,05 a 0,30
Azul claro 0,40 a 0,60
Azul oscuro 0,05 a 0,20
Azul cobalto 0,15
Pardo 0,12 a 0,25
Gris claro 0,40 a 0,60
Gris oscuro 0,15 a 0,25
Negro 0,01
Marrón claro 0,30 a 0,40
Marrón oscuro 0,10 a 0,20
Rosado 0,45 a 0,55
2) En todo centro de trabajo la iluminación estará dispuesta de modo tal que no cause
cansancio ni deslumbramiento y cumplirá los siguientes requisitos:
Llegar en cantidad adecuada a toda el área considerada
Llegar en cantidad adecuada al plano de trabajo
Recibirse en la dirección más útil
3) Para la iluminación diurna de los centros de trabajo se dará preferencia a la luz natural,
aprovechando al máximo las ventajas de la situación geográfica, teniendo en cuenta
lo que para la iluminación natural en edificaciones se establezca.
4) Los monitores y ventanas se ubicarán de modo que la iluminación natural sea
uniforme en la zona de trabajo, asegurando su eficiencia mediante un procedimiento
regular de limpieza. Las dimensiones de los monitores y ventanas garantizarán los
niveles de iluminación requeridos y si fuera necesario estarán provistos de
dispositivos para impedir el deslumbramiento.
5) Se dispondrá siempre de una iluminación artificial que garantice los niveles
establecidos, en caso de hacerse insuficiente la iluminación natural durante el día y en
turnos de trabajo nocturno.
6) Para el máximo aprovechamiento de la iluminación artificial se garantizará que:
Se logre una distribución uniforme del flujo luminoso
Las fuentes luminosas se mantengan limpias evitando la acumulación de
polvo y suciedades
7) Para la iluminación general de los centros de trabajo se utilizará el método directo. En
el caso de actividades donde es necesario la discriminación de colores se utilizarán
lámparas de espectro corregido.
8) En los casos de locales calurosos, por la naturaleza del trabajo que realiza, se
emplearán preferentemente lámparas no incandescentes.
9) La iluminación general y suplementaria de los planos de trabajo será especialmente
diseñada e instalada para la labor particular que se ejecuta y dispuesta de modo o
provista de pantallas o aparatos difusores que eviten el deslumbramiento, la fatiga
visual y el efecto estroboscópico, a cuyos efectos cumplirán lo establecido en la tabla
4.
10) Cuando en un local de trabajo es necesario utilizar simultáneamente iluminación
general y suplementaria, la primera no será inferior en intensidad al 10 % de la
iluminación suplementaria.
11) Con el objetivo de mejorar la iluminación, las paredes de los locales estarán pintadas
de colores con un coeficiente de reflexión entre 0,50 y 0,65, los techos se pintarán de
blanco y los pisos tendrán un coeficiente de reflexión entre 0,20 y 0,30. Se exceptúan
los techos de aquellos locales que por sus características particulares puedan estar
barnizados o pintados con colores específicos.
𝑬𝝆𝜶
𝑩= 𝝅
Ecuación 2
Donde:
B1;B2; … Bn: Luminancia de las diferentes secciones del plano de trabajo (cd/m2)
𝑩𝒐 −𝑩𝒇
𝑲= 𝑩𝒇
Ecuación 6
Donde:
1) Los centros de trabajo que laboren en turnos nocturnos, con varios talleres o que
tengan más de un piso, tendrán una iluminación de emergencia en las escaleras más
importantes, en las salidas de los lugares de trabajo y en los pasillos que conducen a
estas.
La relación entre la iluminación máxima bajo las luminarias y la mínima en lugares situados entre
dos de ellas, no debe ser nunca mayor de 1.5; y para obtener los mejores resultados se debe acercar
todo lo posible a la unidad.
2.7.4. DESLUMBRAMIENTO
El deslumbramiento es un fenómeno de la visión que produce molestia o disminución en la capacidad
para distinguir objetos, a causa de una inadecuada distribución de las luminarias o a contrastes
excesivos en el espacio. Los efectos que origina el deslumbramiento son de tipo psicológico o de tipo
fisiológico.
En cuanto a la forma de producirse puede ser:
Directo: Provocado al observar directamente desde la fuente de luz. Es el más molesto porque
produce fatiga y reduce la percepción.
Reflejado: Provocado por la incidencia de los mayores luminosos sobre el objeto observado;
los cuales dan lugar a rayos reflejados cuyos ángulos de reflexión son iguales y simétricos a
los rayos incidentes. Si el fenómeno es acentuado por la alta reflexión del objeto se produce
la pérdida de contraste y fatiga visual, en la figura 25se presenta un ejemplo.
Las fuentes de luz se deben apantallar para evitar el deslumbramiento provocado por estas.
En la figura 27 se muestra un ejemplo de luminaria provista de pantalla.
Por ejemplo, un brillo alto del objeto de trabajo comparado con un brillo bajo de los alrededores, no
es conveniente, ya que obliga a reajustar continuamente los ojos de un nivel de brillo a otro. Los
brillos más altos en el campo periférico tienden a distraer el ojo de la tarea visual, por lo que deben
evitarse.
Las máximas relaciones de luminancia admisibles en el campo visual del observador, con el objeto
de evitar el deslumbramiento se dan en la tabla 9.
Tabla 9 Máximas relaciones de iluminación admisibles.
Entre la tarea visual y la superficie de trabajo 3:1
Entre la tarea visual y el espacio circundante 10:1
Entre la fuente de luz y el fondo 20:1
Máxima relación de luminancia en el campo visual 4:1
2.7.5. CONTRASTE
Como se mencionó en los epígrafes anteriores, el ojo solo aprecia diferencias de brillo o luminancias.
La diferencia de brillo entre el objeto que se observa y el espacio circundante es lo que se conoce por
contraste.
Los trabajos que requieren gran esfuerzo visual, precisan de un mayor contraste. Combinando bien
los grados de reflexión de las superficies de un local, se obtiene una buena distribución de la
luminancia, obteniéndose un contraste fácil de distinguir, tal como se muestra en la figura 28.
La mayor visión se obtiene cuando el contraste del brillo entre el objeto y la superficie circundante
no sobrepasa la relación de 3:1 y no sea inferior de 1:3.
2.7.6. COLOR
El color de la luz no influye grandemente en la eficiencia de la visión. Sin embargo, otras
consideraciones, independientes de la capacidad de ver con facilidad, influyen en la elección del color
de la fuente de luz más apropiada para un propósito determinado. Los efectos psicofisiológicos que
produce el color constituyen el ambiente cromático, de gran influencia en las personas.
Se sabe por experiencia, que el color del ambiente que nos rodea, influye en nuestros estados
anímicos. Por eso el uso adecuado de los colores debe ser objeto de preocupación para arquitectos,
luminotécnicos, decoradores, etc.
No hay reglas fijas para seleccionar un color, pero se puede afirmar que determinados colores
producen sensaciones en las personas, de calor o frío, por eso se habla de colores cálidos o colores
fríos.
Los colores cálidos son los que en el espectro visible van desde el rojo al amarillo-verdoso, y los
colores fríos los que van en el espectro desde el color verde al color azul.
Los colores serán más cálidos o más fríos según sea su tendencia hacia el rojo o el azul,
respectivamente.
Los colores cálidos son dinámicos y producen una sensación de proximidad y de calor. Son colores
que acercan. Los fríos tienden a la calma, placidez y producen la sensación de frialdad y crean la
ilusión de espacio y distancia.
También se sabe que los colores blancos dan la sensación de ligereza, alegría y los colores oscuros
deprimen y producen sensación de pesadez.
El color es como hemos dicho, una sensación. Se podría definir como la percepción por el ojo humano
de la fracción de flujo luminoso incidente sobre un objeto cualquiera, no absorbida por dicho objeto
y reenviada hacia el observador. Existe, pues, una relación directa entre la luz y el color, así como los
factores de reflexión de la luz, de los objetos que nos rodean.
Por ejemplo, si juntamos dos superficies con colores diferentes, pero cuyo coeficiente de reflexión
sea equivalente (por ejemplo, el amarillo claro = 0,55 y gris perla = 0,50), el ojo no experimentará
fatiga alguna, ya que el efecto de contraste a realizar es prácticamente nulo; sin embargo, la impresión
producida en el ojo por el amarillo claro sería superior a la del gris, produciendo una sensación de
color “caliente” en comparación con este último. Este ejemplo puede servir de muestra para indicar
la complejidad de los factores involucrados en la que se incluye primordialmente la reacción personal
del observador, por lo cual es importante concretar los aspectos más definitorios.
Así, se tiene que las cualidades del color de una lámpara cualquiera se caracterizan por dos aspectos
fundamentales:
1) La cromaticidad de la propia lámpara, que exige un concepto nuevo; el de la temperatura
de color de la misma: lo que determina su “apariencia de color”.
2) El color de los objetos por ella iluminados.
Es importante por ello, poseer claras estas nociones, especialmente porque la luz artificial no
debe proyectarse solo para sustituir la luz natural del día, sino esencialmente para
complementarla y, como esta, debería ser blanca y con un alto rendimiento de color para
posibilitar una buena reproducción de los colores; una buena integración de ambas fuentes
solamente se logra con la concordancia total de ambos factores.
Tabla 10 Temperaturas de color de la radiación solar dependiendo de que esta sea directa o del cielo,
es decir reflejada
Radiación solar directa (K)
Sol naciente 2000
1 h después 3500
2 h después 4500
Mediodía 5500
3 h 30 pm 5000
4 h 30 pm 4700
Sol poniente 3800
Existe una correspondencia entre la temperatura de color y la apariencia de color de las lámparas; se
usa también como fuente de referencia el cuerpo negro, cuyo espectro es muy equilibrado a los 5000
K. Una temperatura de color superior a este valor se denomina de apariencia fría, entre los 3300 y
5000 K es de apariencia neutra; mientras que la apariencia cálida se consigue con una temperatura de
color correlacionada de, aproximadamente, los 3000 K.
Así, las lámparas de incandescencia son de apariencia cálida, por su temperatura de color baja; este
hecho aumenta por poseer un gran contenido de rojo en su espectro, mientras que la apariencia de
color del vapor de mercurio es más fría por ser un azul pálido, y su temperatura de color
correlacionada superior a la anterior. A título indicativo se dan algunos valores de temperatura de
color de las fuentes naturales (tabla 10).
En ella hay que señalar que cuanto, mayor es la temperatura de color de una fuente luminosa, es
preciso que el nivel de iluminación sea más elevado. De la misma manera, para un nivel de
iluminación bajo es deseable utilizar lámparas de colores cálidos, y para niveles altos, lámparas de
colores fríos. Ello se corresponde con la variación de color de la luz diurna, cálida en el ocaso con
niveles de 500 a 1000 lx y temperaturas de color de 3500 K aproximadamente, y más frías al mediodía
con niveles de 50000 lx y temperaturas de color 5500 – 6000 K.
Existe además una correlación, paralela a lo establecido por Kruithoff, en la cual se aprecia, si bien
esto es subjetivo y por tanto variable, según los sujetos, que con bajos niveles de iluminación y una
apariencia cálida del color produce una impresión agradable y acogedora en la tabla 13 se presenta lo
mencionado.
Para conseguir una impresión parecida con altos niveles, 3000 lx por ejemplo, la apariencia de la luz
debe ser, por el contrario, fría, de unos 5000 K aproximadamente. En los casos de integración con la
luz diurna, este aspecto se debe tener siempre presente. Esto se muestra en la tabla 13.
De la observación de estas tablas es posible sacar algunas conclusiones útiles para el diseñador, para
lograr efectos realmente agradables de confort visual, tanto en los espacios exteriores como en los
interiores.
Las superficies y objetos de colores cálidos son más confortables a la vista con una luz de color cálido
que con una luz de color frío, y a la inversa, a causa de que la ausencia de radiaciones de longitud de
onda corta en las fuentes de luz cálidas tiende a eliminar los colores fríos de los objetos. De hecho en
el ciclo natural que se produce a lo largo del día; al amanecer, y, especialmente al atardecer, los
colores anaranjados, amarillentos y rojos dan una sensación de mayor intensidad (más cálidos),
mientras que a medida que el día transcurre, si este es soleado, dichos colores pierden poco a poco
ese carácter acogedor, en tanto que el azul y violeta del cielo y el color verde de la vegetación van
adquiriendo un valor superior, debido al mayor contenido de radiaciones de esta longitud de onda en
la radiación solar, para repetirse el ciclo a la inversa a medida que transcurre la tarde.
El color aparente de una superficie está determinado por dos factores: las características de la
reflectancia espectral de la superficie (factor de reflexión para cada longitud de onda del espectro
visible) y la composición espectral de la luz por la que es iluminada.
Para asegurar la armonía y eficacia de una decoración, es necesario que los colores de paredes, telas,
muebles, y accesorios que hagan teniendo en cuenta, tanto el tipo de luz artificial con que serán
iluminados, como la luz natural del día. Como la intensidad de la iluminación, al igual que la calidad
espectral, influyen en la apariencia de los colores, el nivel luminoso de deberá aproximar a las
condiciones de trabajo.
En aquellos casos en que el alumbrado general es el único empleado, debemos tener en cuenta el
factor de uniformidad, o sea, la relación:
𝑖𝑙𝑢𝑚𝑖𝑛𝑎𝑐𝑖ó𝑛 𝑚í𝑛𝑖𝑚𝑎
𝑖𝑙𝑢𝑚𝑖𝑛𝑎𝑐𝑖ó𝑛 𝑚𝑒𝑑𝑖𝑎
𝑬𝒎𝒊𝒏 𝟏
> Ecuación 7
𝑬𝒎𝒆𝒅 𝟏,𝟓
Para el correcto diseño de una iluminación de interior es necesaria la consulta de los catálogos
de los fabricantes de aparatos de alumbrado, para determinar qué tipo de aparato es el más
apropiado, de acuerdo con sus características constructivas y con su curva de distribución
luminosa. No se debe obviar que la interacción con la tipología del local es, además, muy
grande.
La iluminación directa es apropiada para la obtención económica de altos niveles de
iluminación sobre el plano de las mesas y de los puestos de trabajo. Por lo tanto, es la
iluminación utilitaria por excelencia y encuentra muchas aplicaciones en el alumbrado de
talleres y en ciertas oficinas. Es interesante hacer observar que por su misma naturaleza deja
en la sombra las partes superiores del local y, por lo tanto, reduce las pérdidas de luz, lo que
puede resultar decisivo para su elección en el caso de locales provistos de dichos elementos
constructivos (fábricas, talleres, grandes naves industriales, etc.). Cuando se utiliza la
iluminación directa, hay que aumentar considerablemente los aparatos de alumbrado, con el
propósito de conseguir que cada objeto iluminado, reciba luz desde varias direcciones a la
vez, con lo que se consigue la disminución de sombras molestas. La iluminación directa se
realiza, en general, por medio de reflectores de chapa esmaltada o de aluminio pulido
anodizado y abrillantado. Con el objeto de dar a la luz obtenida cierto grado de difusión y, a
la vez, concentrar el flujo luminoso hacia las zonas útiles del local, estos reflectores deben
ser anchos y profundos.
Con la iluminación semidirecta se hace intervenir la reflexión sobre el techo de una buena
parte de la luz emitida por los aparatos de alumbrado. De lo cual se deduce, que para la
utilización económica se debe limitar su empleo a los casos en que los techos no son muy
altos; y no se debe utilizar este sistema de iluminación en los locales provistos de claraboyas
en el techo. También es un sistema utilitario de iluminación, que se emplea bastante en los
locales de trabajo. Permite la realización relativamente económica de elevados niveles de
iluminación con las ventajas de iluminación directa de que las sombras son bastante más
suaves porque, como ya sabemos, los objetos reciben, a la vez, la luz directa de los aparatos
de alumbrado y la reflejada en el techo y en las paredes.
Con la iluminación difusa se da una importancia creciente a la reflexión de la luz sobre el
techo y las paredes. Por lo tanto desaparecen casi por completo las sombras de los objetos,
pero se aconseja que el techo y las paredes estén pintados de colores claros, con el objeto de
disminuir en lo posible las pérdidas por absorción que, de otro modo, resultarían muy
elevadas.
Con la iluminación semidirecta y más aún con la indirecta, las fuentes secundarias, a que equivalen
las paredes y el techo del local, tiene un efecto preponderante sobre las fuentes de luz primarias que,
en estos casos, son las lámparas eléctricas. Las sombras desaparecen totalmente el alto grado de
difusión del flujo luminoso crea una impresión sedante sobre el ánimo del observador. Así mismo,
desparece también el riesgo del deslumbramiento directo, ya que las lámparas están ocultadas los ojos
del observador.
La supresión absoluta de sombras puede resultar favorable para ciertos trabajos de oficina; pero otras
veces, la falta de plasticidad de los objetos obtenidos en estos sistemas de iluminación, puede resultar
poco apropiada para los fines requeridos, en este último caso, se debe completar el alumbrado del
local por medio de aparatos de alumbrados auxiliares, como “apliques”, etc., introduciendo así cierta
proporción de iluminación semidirecta o mixta y restableciendo, por tanto, la sensación de
plasticidad.
La iluminación semidirecta y todavía más, la indirecta, precisan, necesariamente, que el techo y las
paredes estén pintadas con materiales de muy alto factor de reflexión, y aunque esta condición se
cumpla, el consumo de energía es mayor que para los otros sistemas de iluminación.
Con frecuencia, se realiza el alumbrado de locales con el sistema de iluminación indirecta, por medio
de lámparas fluorescentes disimuladas en las cornisas, con reflectores o sin ellos, que iluminan el
techo. Este procedimiento de alumbrado es conveniente para salas de espera, salas de recepción, etc.
Muchas veces se agrega aparatos de alumbrado suplementario como lámparas portátiles, apliques,
etc., de carácter decorativo que, a la vez, crean zonas de alumbrado localizado.
A continuación se da el valor aproximado de los rendimientos luminosos correspondientes a los
diferentes sistemas de iluminación:
Directo 0,45
Semidirecto 0,40
Difuso 0,35
Semiindirecto 0,25
Indirecto 0,20
En este punto del diseño de iluminación de interiores debemos seleccionar el método de alumbrado
a proyectar, teniendo en cuenta la dificultad de la tarea visual, necesidad de alumbrado localizado u
otras restricciones o necesidades.
Flujo total útil ofrecido por la luminaria (ya expuesto en el apartado correspondiente)
Fotometría de la luminaria (es necesaria una fotometría específica de la luminaria con el
sistema de LEDs propuesto)
Factor de mantenimiento a aplicar
2.8.4. ELECCIÓN DE LA ALTURA DE SUSPENSIÓN DE LOS APARATOS DE
ALUMBRADO
La altura de suspensión de los aparatos de alumbrado es una característica fundamental de todo
proyecto de iluminación de interior, llamaremos:
d: Distancia vertical de los aparatos de alumbrado al plano útil de trabajo, situado, como sabemos,
a 0,80 m del suelo.
d': Distancia vertical de los aparatos de alumbrado al techo.
h: Altura desde el techo a dicho plano útil de trabajo.
En los locales de altura media como oficinas, salas de clases, habitaciones, etc., la tendencia actual
es situar los aparatos de alumbrado tan altos como sea posible. Procediendo de esta manera se
disminuye considerablemente el riesgo de deslumbramiento, se pueden separar los focos luminosos,
lo que permite disminuir también la cantidad de ellos.
Para iluminación directa, semidirecta y difusa la relación entre d y h será, como mínimo:
𝟐
𝒅 = 𝟑𝒉 Ecuación 8
𝟑
𝒅 = 𝟒𝒉 Ecuación 9
Para iluminación indirecta, la distancia entre los aparatos de alumbrado y el techo, no debe descender
por debajo de cierto límite, con el objeto de aprovechar la uniformidad de alumbrado de este último.
Generalmente, se toma:
𝒉
𝒅′ = 𝟒 Ecuación 10
A veces, sobre todo en interiores industriales, los locales son de gran altura. Por ejemplo, en las naves
en que deban instalarse grúas puente o monorraíles (cadenas de fabricación); también, cuando las
dimensiones verticales de los aparatos fabricados o de las máquinas herramientas sean muy grandes
(construcción de grandes máquinas, fabricación de aviones, hangares, etc.)
Puede suceder, por lo tanto, que los aparatos de alumbrado sean situados a muy grandes alturas por
encima del plano útil (7 m y más). En estos casos se puede adoptar la altura mínima compatible con
las condiciones locales, sin tener en cuenta la altura de los techos y claraboyas existentes.
Figura 31 Distribución de los aparatos de alumbrado para instalaciones de iluminación semidirecta y mixta
𝑒
≤ 1,5
𝑑
Para luminarias industriales o abiertas y para luminarias con rejillas o con difusores, el valor
de la relación será:
𝑒
≤ 1,3
𝑑
Para los casos de iluminación semiindirecta e indirecta (figura 32), se le llama d’ a la distancia
vertical de los aparatos de alumbrado al techo.
Figura 32 Distribución de los aparatos de alumbrado para instalaciones de iluminación semiindirecta e
indirecta
En estos casos, resulta preponderante la influencia del techo; por lo tanto, hay que asegurar
una iluminación lo más uniforme posible del mismo.
Los aparatos de alumbrado empleados en este sistema de iluminación son muy extensivos y
la relación anterior toma la forma:
𝑒
≤6
𝑑
Si se admite que:
ℎ
𝑑′ ≈
4
Lo que es razonable para habitaciones y locales de altura normal, la relación anterior se
convierte en:
𝑒
≤ 1,5
ℎ
En todos los sistemas de iluminación (directa, indirecta, etc.), para determinar la distancia
desde los aparatos de alumbrado a los muros o paredes, llamaremos:
e': Distancia horizontal desde los aparatos extremos de una fila al muro perpendicular a esta
fila.
En general se adopta este valor:
𝑒
𝑒′ =
2
Y en los casos particulares que los puestos de trabajo como pupitres, mesas, máquinas, etc.,
se deben situar a lo largo de este muro, se adoptará el valor:
𝑒
𝑒′ =
3
Para el caso de luminarias tipo reflectores, mercurio, sodio, etc., el espaciamiento es el que
se muestra en la tabla 15.
𝟐𝒃+𝟖𝒂
𝑲= Ecuación 11
𝟏𝟎𝒉
𝟐𝒃+𝟖𝒂
𝑲= Ecuación 12
𝟏𝟎𝒅
2 2
Una parte del flujo luminoso (1) de la figura 34 llega directamente a la superficie de trabajo; otra
parte de este flujo (2), se dirige hacia las paredes donde una fracción se absorbe y otra fracción llega
también a la superficie de trabajo, después de una o varias reflexiones. Finalmente, otra parte del flujo
luminoso (3), se emite hacia el techo donde, como antes, una porción se absorbe y otra llega a la
superficie de trabajo después de varias reflexiones.
Para llegar al concepto de factor de utilización llamaremos:
ϕo: Flujo luminoso total emitido por las lámparas.
ϕA: Flujo luminoso emitido por los aparatos de alumbrado.
ϕn: Flujo luminoso útil, que llega a la superficie de trabajo.
Como hemos visto, en los aparatos de alumbrado hay pérdida de flujo luminoso, por la absorción de
los materiales que constituyen dichos aparatos. Se da el nombre de rendimiento de los aparatos de
alumbrado a la relación:
𝝋𝑨
𝜼𝑨 = Ecuación 13
𝝋𝟎
𝝋𝒏
𝒖= Ecuación 14
𝝋𝟎
Es decir, que el factor de utilización es la relación entre el flujo luminoso útil y el flujo emitido por
las lámparas. Siempre será menor que la unidad, pues se trata de la expresión de un rendimiento.
Hay que tener presente que la parte de flujo luminoso que no es absorbida por las paredes ni el techo
y que tampoco no llega a la superficie; pero cumple una función visual muy importante, ya que
ilumina y hace visible la parte de espacio comprendida dentro del local.
El valor del factor de utilización depende, de todas las pérdidas de flujo que pueden producirse entre
la emisión de la luz por las lámparas, hasta la llegada del flujo a la superficie de trabajo. A su vez,
estas pérdidas de flujo dependen de los siguientes factores:
1) Rendimiento de los aparatos de alumbrado.
2) Forma en que el flujo se divide en tres partes que se dirigen: al techo, a las paredes, y al
plano útil de trabajo respectivamente.
3) Factores de reflexión de las paredes y del techo.
4) Dimensiones del local.
Resulta evidente que, en igualdad de condiciones el factor de utilización será tanto mejor; es decir,
tanto más próximo a la unidad cuanto más elevado sea el rendimiento de los aparatos de alumbrado.
En lo que se refiere a la distribución del flujo, dirigido hacia las paredes, techo y superficie de trabajo,
respectivamente, esta condición está determinada por la distribución del aparato del alumbrado y por
las dimensiones del local. Para un local determinado, la influencia de las paredes y del techo sobre el
valor del factor de utilización aumenta si se reemplaza sucesivamente; la iluminación directa por la
semidirecta, la mixta, la semiindirecta y la indirecta; lo que quiere decir que, por esta cusa el factor
de utilización irás disminuyendo.
También es fácil comprender que si se tienen dos locales de las mismas dimensiones, y se utilizan las
mismas lámparas y los mismo aparatos de alumbrado, tendrá mejor factor de utilización el local cuyas
paredes y techo tengan más elevado factor de reflexión.
Finalmente, el factor de utilización depende también de las dimensiones del local.
Para comprender mejor estos conceptos, supongamos (figura 35) un local que se va a iluminar con
un sistema de iluminación determinado, por ejemplo, iluminación semidirecta; si se tiene otro local
(figura 36) cuyas dimensiones tomadas en relación con la superficie útil de trabajo, son
proporcionales al local anterior y además, en este último local se instala el mismo número de
lámparas, distanciadas entre sí, y respecto a muros y plano de trabajo de forma también proporcional
a las lámparas del local anterior, se puede decir que ambas instalaciones son semejantes y que para
cada aparto, los ángulos sólidos que determinan la parte de flujo luminoso correspondiente al techo y
a las paredes respectivamente son iguales en ambos locales.
PLANO UTIL DE TRABAJO
Por lo tanto, en iguales circunstancias, el factor de utilización es también el mismo para los dos
locales.
Por el contrario, en un local de gran longitud y poca altura (figura 37) la distribución del flujo
luminoso es muy diferente a la de un local de gran altura y poca longitud (figura 38)
Figura 37 En un local de pequeña altura y grandes dimensiones horizontales se obtiene un deficiente factor
de utilización
PLANO UTIL DE TRABAJO
Figura 38 En un local de gran altura y pequeñas dimensiones horizontales se obtiene un deficiente factor
de utilización
Además, se puede observar en las dos figuras anteriores que la cantidad de flujo enviado al plano útil
de trabajo es proporcional a las dimensiones horizontales del local (largo y ancho) e inversamente
proporcional a la altura del local.
Por lo tanto para un mismo aparato de alumbrado, y suponiendo iguales las demás condiciones
(reflexión de muros, y paredes, nivel de iluminación, etc.), se obtiene mejor factor de utilización en
aquellos locales cuyas dimensiones horizontales son grandes respecto a su altura y, recíprocamente,
un factor de utilización pequeño, en los locales de gran altura y reducidas dimensiones horizontales.
Por otra parte, no hay que olvidar que esta influencia de las dimensiones el local sobre el valor del
factor de utilización se hace más notoria cuanto mayor sea la proporción de flujo luminoso enviada
hacia el techo y las paredes (iluminación indirecta, por ejemplo), y también cuanto menores sean los
factores de reflexión del techo y de las paredes.
Los proyectos de iluminación se refieren, generalmente, a locales paralelepípedos rectangulares.
Desde el punto de vista del factor de utilización los estudios teóricos y experimentales han demostrado
que la forma de estos locales puede caracterizarse por un coeficiente, denominado índice del local,
que combina las relaciones de la longitud y la anchura del local con su altura. Es decir, que el índice
del local, resume las relaciones de las tres dimensiones del local.
La determinación de los factores de utilización se realiza por medio de tablas, cuyos valores son el
resultado de trabajos teóricos y experimentales.
En dichas tablas se expresan los factores de utilización para diferentes tipos de aparatos de alumbrado,
distintos valores del índice del local, factores de reflexión de techo y paredes.
2.8.9. DETERMINACIÓN DEL FACTOR DE MANTENIMIENTO O DE
DEPRECIACIÓN
Este factor tiene en cuenta la depreciación de las características fotométricas de las luminarias. El
envejecimiento de las lámparas varía según las condiciones ambientales y la forma como se efectúa
el mantenimiento.
Se sabe que las lámparas sufren un proceso de envejecimiento, durante el cual el flujo luminoso va
disminuyendo; además, los aparatos de alumbrado y las pinturas del local también envejecen, y
disminuyen; por tanto, el factor de reflexión de unos y otros, y en muchas ocasiones, la acumulación
de polvo en las paredes, techo y aparatos de alumbrado también contribuye a aumentar la depreciación
de la instalación. Todos los efectos citados se han de tener en cuenta en los cálculos de iluminación;
generalmente se expresan por medio de un factor correctivo, 𝜹 denominado factor de depreciación,
siempre mayor que la unidad, y que expresa el aumento del flujo luminoso que se debe tener en cuenta
por este concepto.
Las tablas que indican los factores de utilización para los diversos tipos de lámparas emitidas por los
fabricantes dan, a su vez, los valores de los factores de mantenimiento o depreciación relacionados
con estas.
2.8.10. CÁLCULO DEL FLUJO LUMINOSO TOTAL
Una vez conocido el factor de utilización, se puede calcular el flujo luminoso necesario para
producir una iluminación E, sobre la superficie útil de trabajo S, expresada en metros
cuadrados. Evidentemente, el flujo luminoso útil para iluminar esta superficie, se calcula con
la siguiente expresión:
𝝋𝒏 = 𝑬. 𝑺 Ecuación 15
𝝋
𝒖 = 𝝋𝒏 Ecuación 16
𝒐
Se tiene que:
𝑬.𝑺
𝒖= Ecuación 17
𝝋𝒐
Expresión que permite calcular el flujo luminoso total que se necesita para conseguir una iluminación
media E sobre la superficie útil de trabajo.
Pero como se deben tener en cuenta los factores de mantenimiento o depreciación, la expresión de
cálculo definitiva que expresa el flujo luminoso necesario para iluminar un local, será la siguiente:
𝑬.𝑺.𝜹
𝝋𝒕𝒐𝒕𝒂𝒍 = Ecuación 18
𝒖
𝝋𝑻
𝒄𝒂𝒏𝒕𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒅𝒆 𝒍á𝒎𝒑𝒂𝒓𝒂𝒔 = 𝝋 Ecuación 19
𝒍á𝒎𝒑𝒂𝒓𝒂
Donde:
ϕT: flujo luminoso total.
ϕlámpara: flujo luminoso unitario de cada lámpara.
1,2 0,32 0,26 0,21 0,31 0,25 0,21 0,30 0,25 0,21
1,5 0,38 0,32 0,27 0,37 0,32 0,27 0,36 0,31 0,27
0 2 0,46 0,40 0,36 0,45 0,40 0,36 0,44 0,39 0,36 Suciedad baja
↑ 2,5
3
0,51
0,55
0,46
0,50
0,42
0,46
0,50
0,54
0,46
0,50
0,42
0,46
0,49
0,53
0,45
0,49
0,42
0,46
x x X
80 4 0,61 0,56 0,53 0,60 0,56 0,53 0,59 0,55 0,53 Suciedad normal
↑ 5
6
0,64
0,67
0,60
0,63
0,57
0,61
0,63
0,66
0,60
0,63
0,57
0,60
0,62
0,65
0,60
0,62
0,57
0,60
1,35 1,55 x
80 8 0,70 0,67 0,65 0,69 0,67 0,65 0,68 0,66 0,65 Suciedad alta
10 0,72 0,70 0,68 0,71 0,69 0,67 0,71 0,69 0,67 1,65 2,15 x
1 aparato de alumbrado en el centro del local
1 0,29 0,23 0,19 0,28 0,23 0,19 0,28 0,23 0,19
1,2 0,35 0,29 0,25 0,34 0,29 0,25 0,33 0,28 0,25
1,5 0,42 0,37 0,33 0,41 0,36 0,33 0,41 0,36 0,33
1,2 0,32 0,26 0,21 0,30 0,24 0,20 0,27 0,23 0,19
1,5 0,38 0,32 0,27 0,35 0,30 0,26 0,33 0,28 0,24
2 0,46 0,40 0,35 0,43 0,37 0,33 0,39 0,35 0,32 Suciedad baja
2,5 0,51 0,45 0,41 0,47 0,43 0,39 0,44 0,40 0,36 1,25 1,40 X
20
3 0,55 0,50 0,45 0,51 0,47 0,43 0,47 0,44 0,40
↑ 4 0,60 0,56 0,52 0,56 0,52 0,49 0,52 0,49 0,46 Suciedad normal
5 0,64 0,60 0,56 0,60 0,56 0,53 0,56 0,53 0,50 1,45 1,80 x
88
6 0,66 0,63 0,59 0,62 0,59 0,56 0,58 0,56 0,53
↑ 8 0,70 0,67 0,64 0,66 0,63 0,61 0,61 0,59 0,57 Suciedad alta
10 0,72 0,69 0,67 0,68 0,65 0,63 0,64 0,62 0,60 1,65 2,15 x
68
1 aparato de alumbrado en el centro del local
1 0,29 0,23 0,19 0,27 0,22 0,18 0,25 0,20 0,17
1,2 0,35 0,28 0,24 0,32 0,27 0,23 0,30 0,25 0,22
1,5 0,41 0,36 0,31 0,39 0,34 0,30 0,36 0,32 0,28
2 0,51 0,46 0,42 0,48 0,43 0,40 0,45 0,41 0,38
Tabla 18 Iluminación difusa
Factores 𝜹
Aparato de alumbrado Factores de utilización
Índic depreciación
e del 𝝆𝑻 = 𝟎, 𝟕 𝝆𝑻 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝑻 = 𝟎, 𝟑 Limpieza cada
Ren local 2 3
tipo 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝒑 = 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝒑 = 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝒑 = 1
dηA K año año
𝟎, 𝟑 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟏 𝟎, 𝟑 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟏 𝟎, 𝟑 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟏 año
s s
0,2 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,0
1
0 5 2 8 3 0 5 1 9
0,2 0,1 0,1 0,2 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1
1,2
4 8 5 1 6 3 7 4 1
0,2 0,2 0,1 0,2 0,2 0,1 0,2 0,1 0,1
1,5
8 3 9 4 0 6 1 7 4
0,3 0,2 0,2 0,3 0,2 0,2 0,2 0,2 0,1
2 Suciedad baja
4 9 5 0 5 1 5 1 8
0,3 0,3 0,2 0,3 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2 1,2
2,5 1,40 X
9 3 9 3 9 5 8 5 2 5
0,4 0,3 0,3 0,3 0,3 0,2 0,3 0,2 0,2
3
2 7 2 6 2 8 1 7 4
0,4 0,4 0,3 0,4 0,3 0,3 0,3 0,3 0,2
4 Suciedad normal
35 6 2 8 0 6 3 4 1 9
↑ 0,5 0,4 0,4 0,4 0,4 0,3 0,3 0,3 0,3 1,4
5 1,80 x
79 0 5 2 3 0 7 7 4 2 5
↑ 0,5 0,4 0,4 0,4 0,4 0,3 0,3 0,3 0,3
6
80 2 8 5 5 2 9 9 6 4
0,5 0,5 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,3 0,3
8 Suciedad alta
5 2 9 8 5 3 2 9 7
0,5 0,5 0,5 0,5 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4
10 x x x
7 4 1 0 8 6 3 1 0
1 aparato de alumbrado en el centro del local
0,2 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,0
1
1 6 2 8 4 1 5 2 9
0,2 0,1 0,1 0,2 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1
1,2
5 9 6 1 7 4 8 4 2
0,3 0,2 0,2 0,2 0,2 0,1 0,2 0,1 0,1
1,5
0 4 0 6 1 8 2 8 5
0,3 0,3 0,2 0,3 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2
2
6 1 7 2 7 4 7 4 1
Tabla 19 Iluminación semiindirecta
Factores 𝜹
Aparato de alumbrado Índice Factores de utilización
depreciación
del
𝝆𝑻 = 𝟎, 𝟕 𝝆𝑻 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝑻 = 𝟎, 𝟑 Limpieza cada
Rend local
tipo 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟑 𝝆𝒑 = 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟑 𝝆𝒑 = 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟑 𝝆𝒑 = 1 2 3
ηA K
𝟎, 𝟏 𝟎, 𝟏 𝟎, 𝟏 año años años
1 0,24 0,19 0,15 0,18 0,15 0,12 0,13 0,11 0,09
1,2 0,28 0,22 0,19 0,21 0,18 0,15 0,16 0,13 0,11
1,5 0,33 0,28 0,24 0,25 0,22 0,19 0,19 0,16 0,14
2 0,39 0,34 0,31 0,31 0,27 0,25 0,22 0,20 0,18 Suciedad baja
2,5 0,44 0,39 0,36 0,34 0,31 0,28 0,25 0,23 0,21 1,35 1,55 X
69
3 0,47 0,43 0,39 0,37 0,34 0,31 0,27 0,25 0,23
↑ 4 0,51 0,48 0,45 0,40 0,38 0,36 0,30 0,28 0,27 Suciedad normal
5 0,54 0,51 0,49 0,43 0,41 0,39 0,32 0,30 0,29 1,65 2,15 x
89
6 0,56 0,54 0,51 0,45 0,43 0,41 0,33 0,32 0,30
↑ 8 0,59 0,57 0,55 0,47 0,45 0,44 0,35 0,34 0,33 Suciedad alta
1,2 0,28 0,23 0,20 0,22 0,19 0,12 0,17 0,14 0,12
1,5 0,34 0,29 0,25 0,27 0,23 0,20 0,20 0,18 0,16
↑ 4
0,6
0
0,5
5
0,5
0
0,5
4
0,5
0
0,4
6
0,4
8
0,4
4
0,4
1
Suciedad normal
60 0,6 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,4 0,4 1,4
5 1,80 2,05
3 9 5 7 3 0 1 8 5 5
0,6 0,6 0,5 0,6 0,5 0,5 0,5 0,5 0,4
6
6 2 9 0 6 3 3 1 8
0,7 0,6 0,6 0,6 0,6 0,5 0,5 0,5 0,5
8 Suciedad alta
0 6 3 3 0 8 7 4 2
0,7 0,6 0,6 0,6 0,6 0,6 0,5 0,5 0,5
10 x x x
2 9 6 5 3 1 9 7 5
1 aparato de alumbrado en el centro del local
0,2 0,2 0,1 0,2 0,2 0,1 0,2 0,1 0,1
1
8 2 7 5 0 6 2 8 4
0,3 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2 0,1
1,2
3 7 2 9 4 0 6 2 8
0,4 0,3 0,2 0,3 0,3 0,2 0,3 0,2 0,2
1,5
0 4 9 6 0 7 2 8 4
0,4 0,4 0,3 0,4 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3
2
9 3 8 4 9 5 9 6 2
Armadura de artesa ↑ 1,5 0,41 0,36 0,31 0,41 0,35 0,31 0,40 0,35 0,31
con lámparas 2 0,50 0,45 0,41 0,49 0,44 0,41 0,48 0,44 0,41 Suciedad baja
82
fluorescentes 2,5 0,55 0,50 0,47 0,54 0,50 0,46 0,53 0,50 0,46 x x x
4 0,65 0,61 0,58 0,64 0,60 0,58 0,63 0,60 0,57 Suciedad normal
82 5 0,68 0,65 0,62 0,67 0,64 0,62 0,66 0,64 0,62 1,40 1,70 1,90
8 0,73 0,71 0,69 0,72 0,71 0,69 0,72 0,70 0,69 Suciedad alta
10 0,75 0,73 0,71 0,74 0,73 0,71 0,74 0,72 0,71 1,85 2,55 3,10
1 aparato de alumbrado en el centro del local
1 0,32 0,26 0,22 0,31 0,26 0,22 0,30 0,26 0,22
1,2 0,28 0,33 0,29 0,37 0,32 0,29 0,37 0,32 0,29
1,5 0,46 0,41 0,38 0,46 0,41 0,38 0,45 0,41 0,38
Factores 𝜹
Aparato de alumbrado Índic Factores de utilización
depreciación
e del
𝝆𝑻 = 𝟎, 𝟕 𝝆𝑻 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝑻 = 𝟎, 𝟑 Limpieza cada
Ren local
tipo 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟑 𝝆𝒑 = 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟑 𝝆𝒑 = 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟑 𝝆𝒑 = 1 2 3
dηA K
𝟎, 𝟏 𝟎, 𝟏 𝟎, 𝟏 año años años
0,2
0 1 0,21 0,18 0,24 0,20 0,18 0,24 0,20 0,18
4
60 0,3
1,5 0,30 0,27 0,33 0,30 0,27 0,33 0,29 0,27
4
↑
0,4
2 0,37 0,34 0,39 0,36 0,34 0,39 0,36 0,34 Suciedad baja
0
0,4
60 2,5 0,40 0,38 0,43 0,40 0,38 0,42 0,40 0,38 1,30 1,45 1,65
3
0,4
3 0,43 0,41 0,45 0,43 0,41 0,45 0,43 0,41
6
0,4
4 0,47 0,45 0,49 0,47 0,45 0,48 0,46 0,45 Suciedad normal
9
0,5
5 0,49 0,48 0,51 0,49 0,47 0,50 0,49 0,47 1,55 1,90 2,15
1
0,5
6 0,51 0,49 0,52 0,51 0,49 0,52 0,50 0,49
3
0,5
8 0,53 0,52 0,54 0,53 0,52 0,54 0,53 0,52 Suciedad alta
4
0,5
10 0,54 0,53 0,55 0,54 0,53 0,55 0,54 0,53 X X x
6
1 aparato de alumbrado en el centro del local
0,2
1 0,23 0,21 0,26 0,23 0,21 0,26 0,23 0,21
7
0,3
1,2 0,29 0,26 0,32 0,28 0,26 0,31 0,28 0,26
2
0,3
1,5 0,36 0,33 0,38 0,35 0,33 0,38 0,35 0,33
9
0,4
2 0,44 0,42 0,46 0,44 0,42 0,45 0,44 0,42
6
Tabla 23 Iluminación directa con armadura de pantalla difusora
Factores 𝜹
Aparato de alumbrado Índice Factores de utilización
depreciación
del
𝝆𝑻 = 𝟎, 𝟕 𝝆𝑻 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝑻 = 𝟎, 𝟑 Limpieza cada
Rend local
tipo 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟑 𝝆𝒑 = 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟑 𝝆𝒑 = 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟑 𝝆𝒑 = 1 2 3
ηA K
𝟎, 𝟏 𝟎, 𝟏 𝟎, 𝟏 año años años
1 0,24 0,19 0,18 0,23 0,19 0,16 0,23 0,19 0,16
1,2 0,28 0,23 0,20 0,27 0,23 0,20 0,27 0,23 0,20
1,5 0,33 0,29 0,25 0,32 0,29 0,25 0,32 0,28 0,25
2 0,40 0,36 0,33 0,39 0,35 0,32 0,38 0,35 0,32 Suciedad baja
2,5 0,44 0,40 0,37 0,43 0,40 0,37 0,42 0,39 0,37 1,30 1,45 1,65
0,5
Directo con pantalla
3 0,47 0,43 0,40 0,46 0,43 0,40 0,45 0,42 0,40
de metacrilato ↑ 4 0,51 0,48 0,45 0,50 0,47 0,45 0,49 0,47 0,45 Suciedad normal
5 0,53 0,51 0,48 0,53 0,50 0,48 0,52 0,50 0,48 1,55 1,90 2,15
65
6 0,55 0,53 0,51 0,54 0,52 0,50 0,54 0,52 0,50
↑ 8 0,57 0,55 0,54 0,57 0,55 0,54 0,56 0,55 0,53 Suciedad alta
1,2 0,31 0,27 0,24 0,30 0,26 0,24 0,30 0,26 0,24
1,5 0,37 0,34 0,31 0,37 0,33 0,31 0,36 0,33 0,33
1,2 0,33 0,27 0,23 0,30 0,25 0,21 0,27 0,23 0,20
1,5 0,39 0,33 0,29 0,36 0,31 0,27 0,33 0,28 0,25
2 0,47 0,42 0,37 0,43 0,39 0,35 0,40 0,36 0,33 Suciedad baja
SEMIDIRECTO 2,5 0,53 0,47 0,43 0,48 0,44 0,41 0,44 0,41 0,38 X X X
25
Armadura de 3 0,56 0,51 0,48 0,52 0,48 0,45 0,48 0,44 0,42
artesa con ↑ 4 0,61 0,57 0,54 0,57 0,53 0,51 0,52 0,50 0,47 Suciedad normal
hendidura 5 0,65 0,61 0,58 0,60 0,57 0,55 0,55 0,53 0,51 1,40 1,70 1,90
88
6 0,67 0,64 0,61 0,62 0,60 0,57 0,58 0,55 0,54
↑ 8 0,70 0,68 0,65 0,65 0,63 0,61 0,60 0,59 0,57 Suciedad alta
10 0,72 0,70 0,68 0,67 0,65 0,64 0,62 0,61 0,60 1,85 2,55 3,10
63
1 aparato de alumbrado en el centro del local
1 0,29 0,24 0,19 0,27 0,22 0,19 0,25 0,21 0,18
1,2 0,35 0,29 0,24 0,32 0,27 0,24 0,30 0,26 0,23
1,5 0,43 0,37 0,31 0,39 0,35 0,31 0,36 0,33 0,30
1,2 0,23 0,18 0,15 0,21 0,17 0,14 0,20 0,16 0,13
1,5 0,28 0,23 0,19 0,26 0,21 0,18 0,24 0,20 0,17
2 0,34 0,29 0,25 0,31 0,27 0,24 0,29 0,25 0,23 Suciedad baja
2,5 0,37 0,33 0,39 0,35 0,31 0,28 0,32 0,29 0,26 1,30 1,45 1,65
SEMIDIRECTO 14
3 0,40 0,36 0,33 0,38 0,34 0,31 0,35 0,32 0,29
Con pantalla de
metacrilato
↑ 4 0,44 0,41 0,38 0,42 0,38 0,36 0,39 0,36 0,34 Suciedad normal
5 0,47 0,44 0,41 0,44 0,41 0,39 0,41 0,39 0,37 1,55 1,90 2,15
66
6 0,49 0,46 0,43 0,46 0,44 0,41 0,43 0,41 0,39
↑ 8 0,52 0,49 0,47 0,49 0,47 0,45 0,46 0,44 0,42 Suciedad alta
1,2 0,25 0,20 0,17 0,23 0,19 0,16 0,21 0,18 0,15
1,5 0,30 0,25 0,22 0,28 0,24 0,21 0,26 0,23 0,20
Factores 𝜹
Aparato de alumbrado Factores de utilización
Índic depreciación
e del 𝝆𝑻 = 𝟎, 𝟕 𝝆𝑻 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝑻 = 𝟎, 𝟑 Limpieza cada
Ren local 2 3
tipo 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟑 𝝆𝒑 = 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟑 𝝆𝒑 = 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟑 𝝆𝒑 = 1
dηA K año año
𝟎, 𝟏 𝟎, 𝟏 𝟎, 𝟏 año
s s
0,2 0,2 0,1 0,2 0,1 0,1 0,2 0,1 0,1
1
5 0 7 3 9 6 1 7 5
0,3 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2 0,1
1,2
0 5 1 7 3 0 5 1 9
0,3 0,3 0,2 0,3 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2
1,5
5 0 7 2 8 5 9 6 3
0,4 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3
2 Suciedad baja
2 8 4 9 5 2 5 2 0
0,4 0,4 0,3 0,4 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 1,3
2,5 1,50 1,70
6 2 9 3 9 6 9 6 4 0
0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,3 0,3
1
9 6 3 5 2 0 2 9 7
24
0,5 0,5 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4
↑
4 Suciedad normal
SEMIIDIRECTO con 4 0 8 9 7 4 5 3 1
celosía 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,4 0,4 0,4 0,4 1,6
5 2,00 2,30
76 6 3 1 2 0 8 8 6 4 0
↑
0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,4 0,4 0,4
6
8 6 3 4 2 0 9 8 6
0,6 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,4
52 8 Suciedad alta
1 9 7 6 4 3 1 0 9
0,6 0,6 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
10 x x x
2 0 9 7 6 5 3 2 1
1 aparato de alumbrado en el centro del local
0,2 0,2 0,1 0,2 0,2 0,1 0,2 0,1 0,1
1
7 2 9 5 1 8 3 9 7
0,3 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2
1,2
2 7 4 9 6 3 7 4 1
0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,2 0,3 0,3 0,2
1,5
9 4 1 6 2 9 3 0 8
0,4 0,4 0,4 0,4 0,3 0,4 0,4 0,3 0,3
2
7 3 0 3 8 0 0 8 6
Tabla 27 Iluminación semiindirecta con armadura de pantalla difusora
Factores 𝜹
Aparato de alumbrado Factores de utilización
Índice depreciación
del 𝝆𝑻 = 𝟎, 𝟕 𝝆𝑻 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝑻 = 𝟎, 𝟑 Limpieza cada
Rend
Tipo local K 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟑 𝝆𝒑 = 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟑 𝝆𝒑 = 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟓 𝝆𝒑 = 𝟎, 𝟑 𝝆𝒑 = 1 2 3
ηA
𝟎, 𝟏 𝟎, 𝟏 𝟎, 𝟏 año años años
1 0,24 0,19 0,15 0,20 0,16 0,13 0,16 0,13 0,11
1,2 0,28 0,23 0,19 0,23 0,19 0,16 0,19 0,16 0,13
1,5 0,33 0,28 0,24 0,28 0,23 0,20 0,22 0,19 0,17
2 0,40 0,35 0,31 0,33 0,29 0,26 0,27 0,24 0,22 Suciedad baja
SEMIIDIRECTO 2,5 0,44 0,39 0,35 0,37 0,33 0,30 0,30 0,27 0,25 1,40 1,65 1,85
51
con celosía 3 0,47 0,43 0,39 0,40 0,36 0,33 0,32 0,30 0,28
↑ 4 0,52 0,48 0,45 0,44 0,41 0,38 0,36 0,33 0,31 Suciedad normal
5 0,55 0,51 0,48 0,46 0,44 0,41 0,38 0,36 0,34 1,70 2,25 2,65
85
6 0,57 0,54 0,51 0,48 0,46 0,44 0,39 0,38 0,36
↑ 8 0,60 0,57 0,55 0,51 0,49 0,47 0,41 0,40 0,39 Suciedad alta
1,2 0,29 0,24 0,20 0,25 0,21 0,18 0,20 0,17 0,15
1,5 0,35 0,30 0,26 0,29 0,25 0,23 0,24 0,21 0,19
Figura 39 Proyecto de iluminación general de una sala de dibujo. Dimensiones del local
La solución para este proyecto de iluminación de interiores se realiza según la metodología propuesta
y explicada anteriormente, se seguirán los siguientes pasos:
3 3
𝑑 = ℎ = (4) = 3 𝑚
4 4
O sea a:
4 − 3 = 1 𝑚 𝑑𝑒𝑙 𝑡𝑒𝑐ℎ𝑜
𝑆 = 8 × 16 = 128 𝑚2
(2 × 16) + (8 × 8)
𝐾 = 3,2
10 × 3
Para K = 3 → u = 0,40
Para K = 4 → u = 0,44
s= 292 = 14
Así como:
1,25 < 2,00 (eje x)
Y 2,00 ≤ 2,00 (eje y)
BIBLIOGRAFIA
[1] Alexandra Magaly Cabascango Quilumba/Edith Evelyn Lima Costa, Escuela
Politécnica del Ejército, Sangolqui, Ecuador, Enero 2005.
[2] PHILLIPS, “Manual de alumbrado”, tercera edición, Editorial Paraninfo S.A., Madrid
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[3] WESTINGHOUSE ELECTRIC CORPORATION, “Manual del alumbrado”, tercera
edición, Editorial Dossat S.A., Madrid – España 1981, Págs.55 – 74, 167 – 173 y 245 – 247.
[4] OROZCO Luis, LEÓN Fabricio, “Estudio de factibilidad para la optimización del
sistema de iluminación de la planta de pinturas CONDOR”, Tesis ESPE 1998, Págs. 7 –
12.
[5] RAMIREZ José, “Luminotecnia” – Enciclopedia CEAC de Electricidad, cuarta
edición, Ediciones CEAC S.A., Barcelona – España 1979, Págs. 186 – 189, 417 – 431.
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Editorial Marcombo S.A., Barcelona – España 1988, Págs. 31 – 46.
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[8] http://osram.com, Catálogo de lámparas y luminarias
[9] http://leviton.com, Catálogo de sensores de presencia
[10] http://www.schneider-electric.com, Catálogo de PLC Zelio
[11] http://dial.de, Programa DIAlux
[12] http://energuia.com, Ahorro de energía
[13] http://www.megatron.co.uk/, Sensores de iluminación
[14] http://exp- grafica.uma.es/, Eficiencia en el alumbrado interior
[15] http://mtas.es, Iluminación de centros de trabajo y alumbrados de emergencia
[16] http://edison.upc.es, Luminotecnia
[17] http://editorial.cda.ulpgc.es, Tipos y proyectos de alumbrado
[18] http://bce.fin.ec, Valores de la tasa activa del mercado financiero en el Ecuador
[19] Fermín Teja, Iluminación e Instalaciones Eléctricas 1993.
3. PROTECCIÓN DE MOTORES ELÉCTRICOS
DIMENSIONAMIENTO Y SELECCIÓN DE EQUIPOS
3.1. PROTECCIÓN E INSTALACIÓN DE MOTORES ELÉCTRICOS
El funcionamiento anormal de un motor eléctrico puede ser causa de un calentamiento
excesivo de sus devanados y del consiguiente deterioro de su aislamiento. Son variados los
factores que pueden provocar tales fenómenos, sin embargo, es posible garantizar un alto
grado de confiabilidad en la operación mediante la adecuada selección de las protecciones,
así como a través de una correcta instalación.
Desde el punto de vista económico es de suma importancia evitar las fallas que se derivan de
una incorrecta protección e instalación de los motores eléctricos puesto que, de producirse,
ocasionarían serios problemas en el funcionamiento de un equipo determinado u
obstaculizarían el proceso de producción de las instalaciones industriales correspondientes,
con las consiguientes pérdidas de tiempo, materiales, etc.
En los siguientes epígrafes se presentan las normas convencionales que deben seguirse
para realizar una adecuada protección y correcta instalación de los motores eléctricos más
utilizados en la práctica.
3.2. EFECTO DE LAS SOBRECARGAS SOBRE UN MOTOR ELÉCTRICO
Cuando los devanados de un motor eléctrico experimentan un incremento de temperatura por encima
de la máxima para la cual ha sido diseñada la máquina, se dice que el motor se encuentra sometido a
una sobrecarga.
Las causas fundamentales de sobrecargas en un motor eléctrico son:
1) Carga mecánica anormal aplicada al eje del motor. Un efecto similar puede producirse cuando
el voltaje en sus terminales se reduce a consecuencia de una falla en el sistema de
alimentación, con carga mecánica aplicada a su eje.
2) Ciclos de trabajo intermitentes repetidos con excesiva rapidez, tales como arranques y
paradas frecuentes. Estos ocasionan que el valor efectivo de la corriente sobrepase al máximo
permisible para el motor.
3) Carga mecánica de excesiva magnitud aplicada al eje en el arranque, la cual impide que el
motor gane velocidad, tomando de la línea una elevada corriente durante un intervalo de
tiempo considerable.
4) Operación monofásica de motores trifásicos. La corriente demandada por el motor en este
caso también será excesiva.
5) Conductos de ventilación obstruidos por cualquier causa.
6) Temperatura ambiente elevada (por encima de los 40°C), lo cual ocasiona al motor eléctrico
el mismo efecto que el que le produciría una sobrecarga mantenida. Dicho efecto se hace más
crítico en los motores de carcasa cerrada, los cuales poseen peores condiciones de ventilación.
Con la finalidad de evitar o reducir los efectos perjudiciales de los factores anteriormente
mencionados sobre los motores eléctricos, se fabrican las protecciones térmicas, las cuales se
clasifican en inherentes y no inherentes.
La mayoría de estas protecciones están integradas por elementos bimetálicos que operan con cierto
retardo de tiempo, el cual está en función de la magnitud de la sobrecarga particular. Las protecciones
térmicas deben accionar en circunstancias en que las magnitudes de las corrientes sean superiores al
valor de la corriente nominal de la máquina protegida, como sucede en los casos de sobrecargas
críticas, atascamiento del rotor por cargas mecánicas excesivas o fallas en la arrancada, que no lleguen
a constituir cortocircuitos. Dichas protecciones no operan instantáneamente sino que permiten tales
estados de sobrecarga durante intervalos de tiempo en los cuales el aislamiento de los devanados de
la máquina protegida no resulte dañado en manera alguna.
Este dispositivo no se coloca en las ranuras del rotor como el anterior, sino sobre la carcasa y en
contacto directo con ella, economizándose así el valioso espacio destinado a los conductores.
Generalmente, se utiliza en la protección de motores trifásicos de jaula de ardilla hasta de
aproximadamente 6 KW, tanto a 220 como a 440 volt, así como en motores monofásicos.
Figura. 2 Relevador térmico para protección de motores eléctricos trifásicos: a) aspecto exterior; b) vista interior
mostrando sus partes componentes
En caso de producirse el disparo por sobrecarga del dispositivo, cesa la circulación de corriente hacia
el motor, por lo cual los elementos calefactores comienzan inmediatamente a enfriarse, produciéndose
un retorno de las láminas bimetálicas a la posición original. El contacto eléctrico puede retornar a su
posición inicial ya sea manual o automáticamente. En operación manual la reposición del mecanismo
se logra mediante el accionamiento del pulsador “reset”. Actuando sobre el tornillo el operador puede
seleccionar a voluntad la reposición automática o manual de dispositivo.
Posee a demás un disco de ajuste con el cual se varía la tensión de muelle que acciona sobre el
mecanismo de acción rápida. Al hacer girar el disco y producirse la correspondiente variación de la
tensión del resorte se ejerce un cambio en la fuerza resistente a la deflexión de las láminas bimetálicas
a través de la pieza. De este es posible variar el ajuste de la protección térmica al valor deseado del
disparo dentro de los límites prefijados por el fabricante (16 a 25 ampere).
En la figura 3 se muestra una curva típica de disparo correspondiente a relevadores térmicos
bimetálicos utilizados en la protección de motores eléctricos convencionales.
Figura. 3 Características de disparo de un relevador térmico bimetálico utilizado para la protección de motores
eléctricos de propósito general
La elección del relé depende básicamente de la corriente nominal (In) del motor y de la clase (Class
10, 20, 30). Por último, se debe decidir si se necesita un relé de protección diferencial o no (protección
ante fallas de fase). Sino, se debe decidir si se requieren 2 ó 3 bimetales (heater), que realizan la
desconexión al calentarse por la sobrecarga (el tener más heater`s es más seguro).
Para parar (abrir el circuito) presione el botón (paso 2). Para simular una emergencia tírelo.
Si se ha producido un trip (corte del circuito por alguna falla), el indicador salta.
3.8. FUSIBLES
Los fusibles son los más antiguos dispositivos de protección contra sobrecorrientes. Son construidos
con alambre o láminas de un material de bajo punto de fusión generalmente aleaciones de cobre y
zinc o plomo y en la mayoría de los casos se fijan sobre una base aislante como se muestra en la figura
4.
Los fusibles construidos con láminas poseen una zona estrecha o garganta, lugar donde se produce
la apertura del circuito en caso de avería. La fusión de la lámina va acompañada de desprendimiento
de llamas y gases calientes que pueden producir quemaduras y otros daños al personal de servicio,
además de incendios. Como consecuencia, los elementos fusibles generalmente se introducen en
cartuchos protectores construidos con fibra especial o porcelana. Frecuentemente los cartuchos, en
los cuales se introduce el elemento fusible son capaces de desprender gases que contribuyen a la
ruptura del arco, o se rellenan con arena de cuarzo de modo que, al producirse la fusión del elemento,
la arena dividida al arco eléctrico en arcos más pequeños, los enfríe y apague rápidamente.
La Corriente cortada, depende del tipo de categoría de servicio y se obtiene a partir de la corriente
de servicio, amperios (A).
Los pasos a seguir para la selección de un contactor son los siguintes:
1. Obtener la corriente de servicio (In) que consume el receptor.
2. Apartir del tipo de receptor, obtener la categoría de servicio (AC1, AC2,…..)
3. A partir de la categoría de servicio elegida, obtener la corriente cortada (Ic) con la que se
obtendrá el calibre del conductor.
Figura 12 diagrama eléctrico para arranque de un motor trifásico de jaula de ardilla mediante resistencias
conectadas en serie con los devanados del estator
Para lograr el arranque se cierran exclusivamente los contactos de fuerza A, aplicándose voltaje
reducido a los terminales del motor como consecuencia de las caídas experimentadas en las
resistencias r1, r2 y r3.
Una vez que el motor ha ganado velocidad se procede a cerrar los contactos M, mientras que los
primeros continúan cerrados. De este modo, quedan cortocircuitadas las resistencias de arranque y se
aplica voltaje pleno a los devanados estatóricos del motor.
La operación de cierre y apertura de los contactos A y M puede realizarse manual y automáticamente.
Las resistencias utilizadas con estos fines pueden ser construidas de hierro colado, de aleaciones de
hierro y, en algunos casos constan simplemente de un electrodo metálico que puede sumergirse a
voluntad en una solución de sosa, en cuyo caso se denominan resistencias líquidas.
3.14.1.4. ARRANQUE ESTRELLA-DELTA
En la figura 12 se muestra el diagrama de conexiones de los devanados de un motor asincrónico de
jaula de ardilla para el caso de arranque estrella – delta.
El objetivo que se persigue con este método es el mismo que el de los métodos anteriormente
explicados, o sea lograr una reducción del voltaje aplicado a los terminales de los devanados del
estator durante el proceso de arranque.
Para producir el arranque del motor, el interruptor S se acciona hacia la posición de “arranque”,
quedando conectados los devanados del estator de la máquina en configuración estrella y, tan pronto
como el motor desarrolle la máxima velocidad de giro para dicha conexión, el interruptor S se acciona
hacia la posición de “marcha”, en cuyo caso el motor podrá desarrollar su máxima velocidad. Observe
que en la posición de “arranque”, a cada fase del motor conectado en estrella se le aplica el voltaje de
línea dividido por raíz de tres; mientras que en la posición “marcha”, a cada fase del estator conectado
en delta, se aplica pleno voltaje de línea. La operación manual explicada parea realizar mediante el
interruptor S, puede ser complementada automáticamente con ayuda de contactores y relevadores.
Figura 13 Diagrama de conexiones correspondientes a un arranque de un motor asincrónico trifásico de jaula de ardilla
mediante el método estrella-delta
3.14.1.5. ARRANQUE DE MÁQUINAS ASINCRÓNICAS MEDIANTE
ADICIÓN DE REISTENCIAS EN EL ROTOR
Este método de arranque se utiliza en máquinas asincrónicas de motor bobinado. Un circuito como el
mostrado en la figura 13 permitirá al operador intercalar resistencias en serie con el circuito de rotor,
de modo que se pueda obtener par máximo en el arranque, con una corriente relativamente baja. A
medida que el motor gana velocidad deben eliminarse los pasos de resistencia en cuestión mediante
el cierre ordenado de los contactos A3, A2 y A1 mostrados en la propia figura.
Figura 13 Esquema eléctrico para el arranque de un motor trifásico de rotor bobinado mediante la conexión de
resistencias en serie con el circuito del rotor
Un brazo deslizante B, accionado manualmente, debe desplazarse punto a punto sobre los bornes
comunes de las resistencias. En el primer punto se inserta toda la resistencia propia del dispositivo en
serie con la armadura de la máquina produciéndose, como consecuencia, una gran caída de voltaje en
los terminales del motor.
De este se reduce la corriente de arranque a valores permisibles –corriente máxima para máquinas de
corriente directa de 2 a 2,5 veces el valor de la corriente nominal-. A medida que el motor acelera
aparece la fcem, proporcional a la velocidad, procediéndose a eliminar gradualmente las resistencias
hasta que, en el último punto del arrancador, el motor queda operando a pleno voltaje de línea posición
de extrema derecha del brazo B en la figura 15. En dicha posición (Rext=0), el brazo queda detenido
por el electroimán A, a través de cuya bobina circula la corriente de excitación del motor. Así se
garantiza que, en caso de quedar abierto el circuito excitador por algún accidente, el brazo B retorne
a su posición de reposo por la acción del muelle M, en cuyo caso la armadura resultará desconectada
de la red, como puede apreciarse en la propia figura. Esta medida de protección tomada contra la
posibilidad de apertura del campo excitador tiene gran importancia en el caso de un motor “shunt”,
puesto que, de continuar conectada la armadura a la fuente de alimentación en tales circunstancias, la
velocidad del motor crecería sin límites hasta producirse la destrucción del mismo por efecto de la
fuerza centrífuga. Este fenómeno puede ser analizado mediante la ecuación 2, en la cual se observa
que una apertura del circuito excitador provocará una reducción del flujo magnético hasta un valor
prácticamente nulo y, en consecuencia, un incremento de límites de la velocidad del motor.
𝑽𝒕 −𝑰𝒂 𝑹𝒂𝒓𝒎
𝒏= 22)
𝒌𝝓
Fusible Disyuntor
Tipos de motores Método de arranque valor valor
máximo máximo
Motores de corriente directa y Arrancador
Rotor bobinado Resistencias en rotor 1,5 Inom 1,5 Inom
Motores con letra de código A Arranque directo
Motores monofásicos y trifásicos
de jaula de ardilla y sincrónicos
Motores monofásicos y trifásicos Arranque directo
de jaula de ardilla y sincrónicos. Resistencias en serie con el 3,0 Inom 2,5 Inom
Letras de código de la F a la V, estator
inclusive.
Motores de jaula de ardilla y
sincrónicos, cuya Inom ≤ 30 A
Autotransformador
Motores de jaula de ardilla
Arranque directo
monofásicos y trifásicos y
Resistencias
sincrónicos. Letras de código B a la
E, inclusive. 2,5 Inom 2,0 Inom
Motores monofásicos y trifásicos
de jaula de ardilla y sincrónicos.
Autotransformador
Letras de código F a la V,
inclusive.
Motores de jaula de ardilla y
sincrónicos, cuya Inom ≥ 30 A, sin 2,0 Inom 2,0 Inom
letra de código.
Autotransformador
Motores de jaula de ardilla y
sincrónicos. Letras de código B a E
inclusive.
3.14.1.8. FACTOR DE SERVICIO (S.F.)
El factor de servicio (S.F.) indica la sobrecarga mantenida que puede ser soportada por un motor sin
que sea excedida la temperatura máxima del enrollado recomendad por el fabricante. Por ejemplo, a
un motor de 3 HP (1 HP = 0,746 KW), de S.F. =1 no debe aplicársele carga que demande una potencia
por encima de los 3 HP que señala su chapa, a menos que dicha sobrecarga sea momentánea y
moderada, considerando que la temperatura ambiente a que opera no exceda los 40°C.
Por otro lado, un motor de 3 HP, pero con S.F. =1,15 puede ser operado a un 115% de su carga
nominal, esto es, puede entregar permanentemente alrededor de 3,45 HP sin que el aislamiento del
motor sufra deterioro alguno, siempre que la temperatura ambiente no exceda a los 40°C.
Los datos a los cuales se han hecho referencia en las secciones 3.14.17 y 3.14.18 no los poseen la
inmensa mayoría de los motores eléctricos. Se consideran como “motores sin letra de código”
aquellos que no poseen este dato de chapa, y los que carecen del dato S.F. pueden suponerse con S.F.
= 1. De este modo resultará más homogéneo el procedimiento de cálculo para los diferentes motores
eléctricos existentes.
100
50
0
6 pm 7 pm 8 pm 9 pm 10 pm horas
Figura 15 gráfico de potencia contra tiempo de un grupo de motores dado, mostrando el intervalo de tiempo
en que el consumo de potencia es crítico, y en el cual se observa que el valor de la demanda máxima es de 100
KW
Sección Sección
transversal del transversal
metal macizo metálica
constituida por
diversos
alambres
(a) (b)
En las tablas 6 y 7 aparecen las capacidades permisibles de corriente para conductores de cobre y
aluminio respectivamente, sobre la base de sus correspondientes secciones transversales.
Tabla 32 Capacidades de corriente permisibles a través de conductores de cobre recubiertos con los tipos de
aislamiento más utilizados, en amperes
Sección transversal del
Tipos de aislamientos:
conductor
Goma tipo R; tipo RW; tipo RU; tipo RUW; tipo RH-RW;
N° AWG o mil
mm2 termoplástico tipo T; tipo TW
circ
2,1 14 15
3,3 12 20
5,2 10 30
8,4 8 40
13,3 6 55
21,2 4 70
26,6 3 80
33,6 2 95
42,4 1 110
53,1 0 125
67,7 00 145
85,2 000 165
107,5 0000 195
126,7 250000 (mil circ) 215
152,0 300000 (mil circ) 240
177,3 350000 (mil circ) 260
202,7 400000 (mil circ) 280
253,4 500000 (mil circ) 320
304,0 600000 (mil circ) 355
354,7 700000 (mil circ) 385
380,0 750000 (mil circ) 400
405,4 800000 (mil circ) 410
456,0 900000 (mil circ) 435
1000000 (mil
506,7 455
circ)
1250000 (mil
633,4 495
circ)
1500000 (mil
760,1 520
circ)
1750000 (mil
886,7 545
circ)
2000000 (mil
1013,4 560
circ)
Factores de corrección para temperaturas superiores a los 30 °C
(aplicable a conductores de cobre o de aluminio)
Temperatura (°C) Factor de corrección de temperatura F.T
0 a 30 1,00
31 a 40 0,82
41 a 45 0,71
46 a 50 0,58
51 a 55 0,41
Tabla 33 Capacidades de corriente permisibles a través de conductores de aluminio recubiertos con los
tipos de aislamientos más utilizados, en ampere
Sección transversal del
Tipos de aislamientos:
conductor
Goma tipo R; tipo RW; tipo RU; tipo RUW; tipo RH-RW;
N° AWG o mil
mm2 termoplástico tipo T; tipo TW
circ
3,3 12 15
5,2 10 25
8,4 8 30
13,3 6 40
21,2 4 55
26,6 3 65
33,6 2 75
42,4 1 85
53,1 0 100
67,7 00 115
85,2 000 130
107,5 0000 155
126,7 250000 (mil circ) 170
152,0 300000 (mil circ) 190
177,3 350000 (mil circ) 210
202,7 400000 (mil circ) 225
253,4 500000 (mil circ) 260
304,0 600000 (mil circ) 285
354,7 700000 (mil circ) 310
380,0 750000 (mil circ) 320
405,4 800000 (mil circ) 330
456,0 900000 (mil circ) 355
1000000 (mil
506,7 375
circ)
1250000 (mil
633,4 405
circ)
1500000 (mil
760,1 435
circ)
1750000 (mil
886,7 455
circ)
2000000 (mil
1013,4 470
circ)
El empleo del mencionado factor F.C. se justifica teniendo en cuenta que cuando un conductor
eléctrico se introduce en una tubería, sus condiciones de disipación térmica disminuyen, si se las
compara con las que posee al aire libre. Esta situación empeora aún más cuando se introduce más de
un conductor eléctrico a través del mismo conducto. En este caso, el calor producido por las pérdidas
𝑖 2 𝑅 en cada uno de ellos influye sobre los circundantes, originándose en los mismos un efecto mutuo
que tiende a disminuir su capacidad de conducción de corriente. No obstante, los valores de capacidad
de corriente de los distintos conductores relacionados en las tablas 6 y 7 tienen en cuenta este
fenómeno, pero solamente hasta el número de 3 de cables dentro de un mismo conducto. Para
cantidades mayores, es necesario afectar los valores de corriente tabulados, por los factores de la tabla
8, de forma tal que la consideración de los mismos conduzca a una reducción de la capacidad de
corriente del conductor en comparación con el valor dado para condiciones normales de operación.
Sobre todas estas consideraciones, es conveniente brindar al conductor un factor de seguridad
adicional, a fin de que el mismo opere con un margen de confiabilidad razonable. Debe considerarse,
para complementar este aspecto, que por el conductor en cuestión circula constantemente un 25 % en
exceso de la corriente que en realidad va a circular a través del mismo. Dicha consideración
contribuirá a reducir en algo las caídas de voltaje en los alimentadores seleccionados mediante este
criterio y, además, permitirá al conductor soportar, sin que sufra perjuicios serios, las corrientes de
sobrecargas o cortocircuitos que puedan circular en casos de fallas, durante los cortos intervalos de
tiempo requeridos para la operación de las correspondientes protecciones.
De las consideraciones previamente realizadas, la determinación de la corriente Ic, que puede
suponerse circulando por el conductor en caso de que existan condiciones críticas de operación, a los
efectos de una adecuada selección del mismo, está dada por la expresión siguiente:
𝟏,𝟐𝟓 𝑰𝒄𝒂𝒓𝒈𝒂
𝑰𝒄 = 𝑭.𝑻.𝑭.𝑪
23)
Donde:
𝐼𝑐𝑎𝑟𝑔𝑎 , corriente que circula a través del conductor hacia la carga, ampere.
F.T., factor de temperatura, dado al pie de la tabla 6.
F.C., factor de número de cables por un conducto, tabla 8.
1,25, factor que brinda un 25% como margen de seguridad a favor del conductor.
M1
Disyuntor del
alimentador Circuito ramal
M2 de M2
Alimentador
M3
M4
El método utilizado para calcular la sección transversal adecuada del conductor que sirve de
alimentador a varias cargas, se basa en la ecuación 3. La capacidad de corriente 𝐼𝑎 , que debe poseer
el alimentador es la siguiente:
𝟏,𝟐𝟓 𝑰𝒎𝒎 +(∑ 𝑰𝒏𝒐𝒎 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒎á𝒔 𝒎𝒐𝒕𝒐𝒓𝒆𝒔)𝑭.𝑫.
𝑰𝒂 = 𝑭.𝑻.𝑭.𝑪.
24)
Donde:
𝐼𝑚𝑚 , corriente nominal del motor que mayor corriente tome, de los conectados al referido
alimentador, ampere.
𝐼𝑛𝑜𝑚 , corriente nominal de cada motor alimentado, ampere.
F.D., factor de demanda del circuito alimentador.
F.T., factor de temperatura, pie de la tabla 6.
F.C., factor de número de cables, tabla 8.
1,25, factor que brinda un 25 % de margen de seguridad a favor del alimentador.
Además de los mismos factores considerados en el cálculo del calibre de un conductor, epígrafe 4.23,
en este caso se ha tenido en cuenta que:
a) El motor que mayor corriente toma del conjunto, se encuentra operando constantemente
bajo condición de plena carga, lo cual constituye ya, de por sí, una condición crítica de
trabajo para el alimentador.
b) El factor de demanda tiene en cuenta la posibilidad de que no todos los motores restantes
del conjunto operen en régimen de plena carga, e incluso, la de que no todos funcionen
simultáneamente.
Las dos consideraciones previamente mencionadas son fundamentales en el proceso del cálculo que
se considera, puesto que el criterio que debe regir en la mente del diseñador, es el de seleccionar el
conductor para la operación más crítica del sistema, pero tratando a la vez de atender al aspecto
económico de optar por el conductor de menor sección transversal posible. Esta selección debe
hacerse, pues, con criterio de optimización desde ambos puntos de vista: el práctico y el económico.
Es obvio, sobre la base de las consideraciones realizadas previamente, que el diseñador debe poseer
un criterio bien definido del régimen de operación que habrá de regir en el grupo de cargas eléctricas
a alimentar, con la finalidad de realizar un pronóstico acertado del factor de demanda.
El resto del procedimiento a seguir es similar al indicado en la sección (4.23).
PA2
PB
E Cargas
PA3 eléctricas
Alimentador
distintas
PA4
Figura 17 Circuito eléctrico monolineal de un alimentador para un grupo de cargas dado, mostrando los
disyuntores de protección tanto del alimentador como de los ramales individuales
Para realizar la selección del disyuntor que ha de servir de protección contra cortocircuitos del
alimentador debe calcularse su corriente de trabajo, 𝐼𝑑𝑎 , mediante la siguiente expresión:
Donde:
𝐼𝑑𝑚 , corriente del disyuntor correspondiente al mayor motor del grupo servido por el alimentador,
calculada mediante la tabla 3, ampere.
𝐼𝑛𝑜𝑚 , corriente nominal de cada uno de los demás motores del grupo, ampere.
F.D., factor de demanda del grupo de cargas servidas por el alimentador.
Una vez calculada la corriente 𝐼𝑑𝑎 mediante la ecuación (5), se procede a comparar el valor obtenido
con los correspondientes a los disyuntores fabricados convencionalmente, cuyos datos aparecen en la
tabla 3, debiendo escogerse un disyuntor cuyo valor nominal de corriente sea igual, o inmediatamente
superior, al calculado.
Luego de haber sido realizados todos los cálculos anteriormente mencionados, finalmente debe
procederse a confeccionar el listado de materiales necesarios para la adecuada instalación y
protección de cada motor eléctrico, especificando claramente los parámetros necesarios de los
distintos dispositivos a utilizar, teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
a) Al seleccionar el interruptor de cuchillas deben especificarse corriente y voltaje
nominales, número de vías y capacidad de corriente de los fusibles a utilizar en el mismo.
La corriente nominal de referido dispositivo debe coincidir aproximadamente con el valor
de corriente Ic que poseen los conductores seleccionados para la instalación, con la
finalidad de que estos puedan introducirse sin dificultad en sus bornes de entrada y salida.
El voltaje nominal es un parámetro importante también, puesto que un interruptor de
cuchillas como cualquier otro dispositivo eléctrico que sea utilizado en un circuito que
posea valores de voltaje de línea a línea mayores que los de diseño del dispositivo, está
en peligro de ponerse en cortocircuito por ruptura de su aislamiento.
b) Al seleccionar un compensador de arranque, deben detallarse los siguientes parámetros:
capacidad del mismo en KW o HP, voltaje de operación, valores de voltajes obtenidos en
los diferentes taps del equipo en por ciento del voltaje nominal, valor de corriente que
debe poseer su protección térmica de sobrecarga y frecuencia del voltaje de operación.
c) Las especificaciones necesarias para la selección de un contactor magnético deben ser:
potencia nominal en KW o HP, o en su lugar, corriente nominal, voltaje nominal. Además,
número de vías, frecuencia del voltaje de operación y valor máximo de corriente de ajuste
de la protección térmica de sobrecarga. En forma similar el procedimiento seguido en la
selección del interruptor de cuchillas, la corriente nominal del contactor magnético debe
ser aproximadamente la misma que el valor Ic correspondiente al conductor escogido para
la instalación.
Debe señalarse que el cálculo correspondiente a los disyuntores de protección contra
cortocircuitos de los alimentadores se realizó atendiendo exclusivamente a las magnitudes de
corriente de trabajo de los mismos, sin entrar a analizar los niveles de cortocircuito
correspondientes.
3.15. PROCEDIMIENTO PARA SELECCIONAR LOS COMPONENTES Y
MATERIALES ADECUADOS PARA INSTALAR Y PROTEGER UN
MOTOR ELÉCTRICO.
Con Los procedimientos descritos en los acápites anteriores, se presenta las siguientes prácticas para
la selección de los componentes y materiales adecuados para instalar y proteger un motor eléctrico,
se aplicarán los procedimientos de cálculos propuestos en esta investigación, al mismo tiempo se
enseñará el manejo de las tablas presentadas en este trabajo. A continuación se presentan las
orientaciones de las prácticas realizadas.
a) En caso de que posea factor de servicio unitario (o no posea factor de servicio, en cuyo caso
también se considera S.F.= 1).
De acuerdo con lo establecido, el motor de 22,4 KW, 220 debe ser protegido contra sobrecargas
mediante su relevador térmico ajustado preferentemente al valor de su corriente nominal, o sea, a 78
A. Sin embargo, de acuerdo con la tabla (2), en caso de no disponer del relevador térmico apropiado,
no debe sobrepasarse el valor de ajuste siguiente para S.F.= 1,0:
𝐼𝑝𝑠 = 1,15 × 78 = 90 𝐴
b) En caso de que posea factor de servicio 1,15 (S.F.= 1,15).
En caso de que el motor a proteger posea en su chapa el dato S.F.=1,15, el valor de ajuste del
relevador térmico debe ser igual a 1,15 (𝐼𝑛𝑜𝑚 ), de acuerdo con lo establecido. El valor máximo, es
decir, el de ajuste que no debe ser sobrepasado para este tipo de motor es, de acuerdo con la tabla (2),
el siguiente:
𝐼𝑝𝑠 = 1,25 × 𝐼𝑛𝑜𝑚 = 1,25 × 78 = 97,5 𝐴
𝐼𝑛𝑜𝑚 = 45 𝐴
Además, al no tener la letra de código ni al factor de servicio del motor, éste puede ser considerado
“sin letra de código”, y con un S.F.= 1.
Atendiendo a sus condiciones de arranque, corriente nominal y al hecho de que no posee letra de
código, el motor en cuestión puede ser ubicado en la casilla (8) de la tabla (1.1). Por lo tanto:
a) Fusible:
𝐼𝑓𝑢𝑠 = 2 × 𝐼𝑛𝑜𝑚 = 2 × 45 = 90 𝐴
Confrontando el valor obtenido en el cálculo realizado con las normas para fusibles dadas por la tabla
(3), se concluye que es posible colocar un fusible de 90 A, como elemento protector contra
cortocircuitos.
b) Disyuntor:
𝐼𝑑𝑖𝑠𝑦 = 2 × 𝐼𝑛𝑜𝑚 = 2 × 45 = 90 𝐴
Comparando el valor obtenido, con las normas que aparecen en la mencionada tabla (3), se llega a la
conclusión que es necesario seleccionar un disyuntor de 100 A, valor inmediatamente superior al
calculado, puesto que no se fabrican disyuntores de 90 A, de acuerdo con los datos de que se dispone.
Nota: En la presente práctica de selección han sido calculadas dos protecciones contra cortocircuitos,
con el fin de ilustrar el procedimiento a seguir en cada caso. No obstante, es necesario reiterar que
debe seleccionar solamente uno u otro dispositivo, con la finalidad de evitar duplicidades
innecesarias.
3.15.1.3. ORIENTACIÓN DE LA PRÁCTICA 3
Seleccionar el conductor adecuado para alimentar una carga eléctrica trifásica que demanda 25 A a
220 V, y la cual se encuentra ubicada en un local húmedo, cuya temperatura ambiente es de 40°C.
Procedimiento a seguir:
Como primer paso a seguir, se procede a seleccionar el tipo de aislamiento que requiere el conductor
para operar en las condiciones ambientales planteadas. De acuerdo con la tabla (4), puede escogerse
el aislamiento termoplástico resistente a la humedad TW, el cual soporta hasta 60°C como temperatura
máxima. También pudieron haber sido seleccionados otros tipos de aislamientos que cumplen con
tales requisitos.
Como segundo paso, puede aplicarse la ecuación (3), a fin de calcular el calibre adecuado del
conductor a utilizar, o sea:
1,25 × 25
𝐼𝑐 = = 38,4 𝐴
0,82 × 1,0
Observe como el factor F.C. es considerado igual a 1, debido a que se sobreentiende que el número
de conductores por una misma tubería es 3, puesto que la carga a alimentar es trifásica.
Como tercer paso, con el valor previamente calculado se llega a la tabla (6), para conductores de
cobre, determinándose que el valor inmediato superior a 38,4 A registrado en la misma es de 40 A,
capacidad de corriente que corresponde a un conductor de 8,4 mm2 de sección transversal o su
equivalente en la norma AWG, N° 8.
Queda determinado, que el conductor adecuado para alimentar la carga eléctrica trifásica mencionada,
es el siguiente:
Conductor de aislamiento TW, de 8,4 mm2 de sección transversal, o, de acuerdo con la norma AWG,
número 8. La selección ha sido realizada sobre la base de que el referido conductor es de cobre.
Puede realizarse el cálculo para conductores de aluminio, utilizando la tabla (7), en cuyo caso se
obtiene para las mismas condiciones del procedimiento que se analiza un conductor de 13, 3 mm2, o
AWG N°6.
En lo sucesivo, a menos que otra cosa se especifique, nos referiremos exclusivamente a conductores
de cobre, por ser éste el metal de mayor aplicación práctica en instalaciones industriales.
3.15.1.4. ORIENTACIÓN DE LA PRÁCTICA 4
Realizar la selección de los dispositivos necesarios para la protección e instalación de un motor de
jaula de ardilla, letra de código B, de 18,6 KW, 440 V, 60 Hz, trifásico, S.F.= 1,15, el cual deberá ser
arrancado mediante un compensador. El local donde debe ser instalado posee las siguientes
condiciones ambientales: aire seco, temperatura promedio de 25°C.
Procedimiento a seguir:
a) Determinación de la corriente nominal del motor:
Mediante la curva correspondiente de la figura 16, un motor de 18,6 KW, 440 V, 60 Hz, trifásico de
jaula de ardilla, toma una corriente nominal de:
𝐼𝑛𝑜𝑚 = 32 𝐴
b) Protección contra sobrecargas:
De acuerdo con lo establecido en la tabla 2, los motores con factor de servicio 1,15 deben poseer su
protección contra sobrecargas ajustadas a un valor máximo igual a un veinticinco por ciento del
correspondiente a su corriente nominal, o sea:
𝐼𝑝𝑠 = 1,25 × 𝐼𝑛𝑜𝑚 = 1,25 × 32 = 40 𝐴
c) Protección contra cortocircuitos:
Para un motor asincrónico de jaula de ardilla, trifásico, 60 Hz, letra de código B, arranque por
compensador o auto transformador, en la tabla 1.1, casilla 9, se establece que la corriente del fusible
𝐼𝑓𝑢𝑠 , y del disyuntor 𝐼𝑑𝑖𝑠𝑦 , deben ser respectivamente:
𝐼𝑓𝑢𝑠 = 2 × 𝐼𝑛𝑜𝑚 = 2 × 32 = 64 𝐴
𝐼𝑑𝑖𝑠𝑦 = 2 × 𝐼𝑛𝑜𝑚 = 2 × 32 = 64 𝐴
Seguidamente se hace necesario confrontar los valores obtenidos con los fabricados
convencionalmente, mostrados en la tabla 3. Por lo tanto:
𝐼𝑓𝑢𝑠 = 70 𝐴
𝐼𝑑𝑖𝑠𝑦 = 70 𝐴
Estos valores corresponden a los inmediatos superiores en ambos casos, en las respectivas columnas
de la mencionada tabla 3, como fue explicado previamente. No obstante de haberse realizado los
cálculos de ambas protecciones contra cortocircuitos, no deben utilizarse simultáneamente, sino una
o la otra. Escogeremos por ejemplo, por ser más económica, la constituida por tres fusibles de 70 A
cada uno.
d) Aislamiento del conductor:
Analizando la tabla 4 se llego a la conclusión de que es posible escoger, entre otros, el asilamiento
tipo TW, puesto que se adecúa a las condiciones ambientales planteadas.
e) Selección del calibre de conductor:
El valor de la corriente 𝐼𝑐 que determina la selección adecuada del conductor a utilizar, puede
calcularse mediante la ecuación 3, por tanto:
1,25 × 32
𝐼𝑐 = = 40 𝐴
1,0 × 1,0
La tabla 6 establece que el conductor de cobre, apropiado para la instalación es el que posee 8,4 mm2
de sección transversal, equivalente al AWG N°8.
Observe que para las condiciones de tres conductores a través de una misma tubería y temperatura
ambiente inferior a los 30°C, F.T.= F.C.= 1.
f) Diámetro de la tubería:
Entrando en la tabla 9 por la fila de la izquierda con el dato calculado de calibre del conductor, puede
determinarse que la tubería necesaria para la introducción de tres conductores de 8,4 mm2, debe poseer
un diámetro de 19 mm o ¾ pulgadas.
Listado de materiales seleccionados:
1 interruptor de cuchillas de tres vías (trifásico), de 440 V, 40 A, provisto de
tres fusibles de 70 A con sus correspondientes cartuchos.
1 compensador de arranque de 18,6 KW, 440 V, 60 Hz, con protección
térmica de 40 A como valor máximo, con tomas o “taps” al 80 y al 60 % del
voltaje nominal.
Cable de 8,4 mm2 equivalente al AWG N°8, con aislamiento tipo TW, metros.
Tubería de 19 mm (3/4 pulgadas) de diámetro, metros. Esta tubería puede ser
plástica o metálica.
Demás accesorios necesarios para la instalación.
BIBLIOGRAFIA
[1] MANUAL DE MOTORES ELECTRICOS, Andrés Videla Flores Ingeniero Civil
Eléctrico Página 1 de 70.
[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Motor_el%C3%A9ctrico
[3] http://www.monografias.com/trabajos10/motore/motore.shtml
[4] http://www.monografias.com/trabajos74/motores-corriente-directa/motores-corriente-
directa2.shtml
[5] http://www.MOTORES%20MANTTO%202.htm
[6] José Roldan Victoria. Motores Eléctricos Automatismos de Control, Tercera Edición.
Editor Paraninfo S.A. Magallanes Madrid 1994.
[7] Motores y Generadores Eléctricos. Editorial Sudamericana Alsina 500 Buenos Aires
[8] Máquinas eléctricas y transformadores Irving L. Kosow 2ed Electricidad 7 Harry Milea.
[10] Esteban Amador Martinez, Electrotecnia Básica
ANEXO 1 CARACTERISTICAS TÉCNICAS DE LAS LAMPARAS FLUORECENTES
Flujo Potencia con Rendimiento Brillo
Intensidad Peso Longitud
Watt Denominación Tono de luz luminoso accesorio Sin Con (cd
(A) (g) (m)
(lm) (W) accesorio accesorio cm^2)
FL 15 W/10 Luz día 600 40 31 0,45
FL 15 W/20 Blanco frio normal 640 42 32 0,48
15 FL 15 W/22 Blanco frio de lujo 510 0,37 20 34 25 0,38 127 438
FL 15 W/30 Blanco cálido normal 700 46 35 0,53
FL 15 W/32 Blanco cálido de lujo 490 33 24 0,37
FL 15 W/35 Bellalux 500 33 25 0,38
FL 20 W/10 Luz día 900 45 36 0,48
FL 20 W/20 Blanco frio normal 1050 52 42 0,56
20 FL 20 W/22 Blanco frio de lujo 800 0,3 25 40 32 0,42 170 590
FL 20 W/30 Blanco cálido normal 1100 55 44 0,38
FL 20 W/32 Blanco cálido de lujo 800 40 32 0,42
FL 20 W/35 Bellalux 850 42 31 0,42
FL 40 W/10 Luz día 2150 51 43 0,52
FL 40 W/20 Blanco frio normal 2500 62 50 0,6
40 FL 40 W/22 Blanco frio de lujo 1900 0,44 50 47 38 0,44 300 1200
FL 40 W/30 Blanco cálido normal 2600 65 52 0,63
FL 40 W/32 Blanco cálido de lujo 1900 47 38 0,44
FL 40 W/35 Bellalux 1950 49 39 0,47
FL 65 W/10 Luz día 3450 53 44 0,69
FL 65 W/20 Blanco frio normal 4500 69 54 0,9
65 FL 65 W/22 Blanco frio de lujo 3000 0,7 78 46 39 0,6 380 1500
FL 65 W/30 Blanco cálido normal 4600 71 59 0,92
FL 65 W/32 Blanco cálido de lujo 3000 46 39 0,6
FL 65 W/35 Bellalux 3150 48 40 0,63
Contenido
............................................................ 1
2. LUMINOTECNIA DEFINICIONES Y APLICACIONES .................. 2
2.1. LUMINARIAS ............................................. 2
2.2. RENDIMIENTO O EFICIENCIA DE UNA LUMINARIA ................ 2
2.3. CLASIFICACIÓN DE LAS LUMINARIAS SEGÚN LA DISTRIBUCIÓN DEL
FLUJO LUMINOSO RESPECTO A UN PLANO HORIZONTAL ............... 3
2.3.1. SISTEMA DIRECTO ....................................... 4
2.3.2. SISTEMA SEMIDIRECTO ................................... 5
2.3.3. SISTEMA GENERAL DIFUSO O MIXTO ........................ 6
2.3.4. SISTEMA SEMIINDIRECTO ................................. 7
2.3.5. SISTEMA INDIRECTO ..................................... 7
2.4. CLASIFICACIÓN DE LAS LUMINARIAS RESPECTO AL TIPO DE
LÁMPARAS .................................................. 12
2.4.1. CLASIFICACIÓN DE LAS LUMINARIAS POR LA FORMA DE DISTRIBUIR
EL FLUJO ................................................... 13
2.4.1.1. DIFUSORES .......................................... 13
2.4.1.2. REFLECTORES ........................................ 13
2.4.1.3. REFRACTORES ....................................... 14
2.4.1.4. CLASIFICACIÓN DE LAS LUMINARIAS CON RESPECTO A SU
PROTECCIÓN ................................................ 14
2.5. REQUERIMIENTOS PARA UNA BUENA ILUMINACIÓN ............. 15
2.5.1. NIVELES DE ILUMINACIÓN ............................... 16
2.6. MÉTODOS DE ALUMBRADO ................................ 17
2.6.1. ALUMBRADO GENERAL .................................. 18
2.6.2. ALUMBRADO LOCALIZADO ............................... 19
2.6.3. ALUMBRADO INDIVIDUAL................................ 20
2.6.4. ALUMBRADO COMBINADO O LOCAL MÁS ALUMBRADO GENERAL. 21
2.6.5. ALUMBRADO SUPLEMENTARIO............................ 21
2.7. TÉRMINOS Y DEFINICIONES UTILIZADAS EN LOS CÁLCULOS
LUMINOTÉCNICOS ............................................ 22
2.7.1. ILUMINACIÓN EN LOCALES DE TRABAJO .................... 23
2.7.2. LUMINANCIA Y CONTRASTE .............................. 26
2.7.3. ILUMINACIÓN DE EMERGENCIA ........................... 28
2.7.4. DESLUMBRAMIENTO .................................... 29
2.7.5. CONTRASTE ........................................... 32
2.7.6. COLOR ............................................... 33
2.7.7. TEMPERATURA DE COLOR ................................ 34
2.7.8. DIFUSIÓN DE LA LUZ .................................... 39
2.8. METODOLOGÍA PARA REALIZAR CÁLCULOS LUMINOTÉCNICOS DE
ALUMBRADO DE INSTALCIONES INTERIORES ....................... 40
2.8.1. DETERMINACIÓN DEL NIVEL MEDIO DE ILUMINACIÓN REQUERIDO42
2.8.2. ELECCIÓN DEL SISTEMA DE ILUMINACIÓN DE LOS APARATOS Y
MÉTODOS DE ALUMBRADO ..................................... 43
2.8.3. SELECCIÓN DEL TIPO DE LÁMPARA, POTENCIA Y RENDIMIENTO
CROMÁTICO DE LA MISMA ..................................... 45
2.8.4. ELECCIÓN DE LA ALTURA DE SUSPENSIÓN DE LOS APARATOS DE
ALUMBRADO ................................................ 47
2.8.5. DISTRIBUCIÓN O ESPACIAMIENTO DE LOS APARATOS DE
ALUMBRADO ................................................ 48
2.8.6. DETERMINACIÓN DE LA SUPERFICIE DEL LOCAL .............. 51
2.8.7. DETERMINACIÓN DEL ÍNDICE DEL LOCAL (K) ................. 51
2.8.8. DETERMINACIÓN DEL FACTOR DE UTILIZACIÓN (U) ............ 52
2.8.9. DETERMINACIÓN DEL FACTOR DE MANTENIMIENTO O DE
DEPRECIACIÓN .............................................. 57
2.8.10. CÁLCULO DEL FLUJO LUMINOSO TOTAL ................... 57
2.8.11. CÁLCULO DEL NÚMERO DE LÁMPARAS Y LUMINARIAS ....... 58
2.8.12. DISTRIBUCIÓN DE LAS LUMINARIAS ...................... 58
2.8.13. TABLAS PARA EL CÁLCULO DE PROYECTO DE ALUMBRADO
INTERIOR ................................................... 59
2.8.13.1. SISTEMA DE ILUMINACIÓN .............................. 59
2.8.14. RENDIMIENTO DE APARATO DE ALUMBRADO ............... 72
2.8.15. FACTORES DE REFLEXIÓN DE TECHO Y PAREDES ............ 72
2.8.16. ÍNDICE DEL LOCAL .................................... 72
2.8.17. DISTRIBUCIÓN DE LOS APARATOS DE ALUMBRADO .......... 72
2.8.18. FACTORES DE DEPRECIACIÓN ........................... 73
2.9. ORIENTACIÓN DE LAS PRÁCTICAS ........................... 74
2.9.1.1. PROYECTO DE ILUMINACIÓN GENERAL DE UNA SALA DE DIBUJO.
74
2.10. ORIENTACIÓN DE LA PRÁCTICA ........................... 79
2.10.1. PROYECTO DE ILUMINACIÓN GENERAL PARA UNA NAVE
INDUSTRIAL. ................................................ 79
BIBLIOGRAFIA ............................................... 82
3.1. PROTECCIÓN E INSTALACIÓN DE MOTORES ELÉCTRICOS ......... 84
3.2. EFECTO DE LAS SOBRECARGAS SOBRE UN MOTOR ELÉCTRICO .... 84
3.3. PROTECCIONES INHERENTES ............................... 85
3.4. DETECTOR DE TEMPERATURA POR RESISTENCIA (RTD) .......... 85
3.5. KLIXON ................................................ 86
3.6. PROTECCIONES NO INHERENTES, RELEVADORES BIMETÁLICOS .... 87
3.6.1. COMO ELEGIR UN MODELO DE RELÉ TERMICO ................ 89
3.6.2. MODO DE EMPLEO Y AJUSTE .............................. 90
3.7. PROTECCIONES CONTRA CORTOCIRCUITOS. FUSIBLES Y
DISTRIBUCIONES O “BREAKERS” ................................. 91
3.8. FUSIBLES .............................................. 91
3.9. DISTYUNTORES O “BREAKERS” ............................. 92
3.10. ACCESORIOS NECESARIOS PARA LA INSTALACIÓN DE LOS MOTORES
ELÉCTRICOS ................................................. 93
3.11. INTERRUPTORES DE CUCHILLAS ........................... 93
3.12. CONTACTORES MAGNÉTICOS ............................. 93
3.12.1. PARAMETROS PARA LA SELECCIÓN DE UN CONTACTOR ....... 95
3.13. PULSADORES DE ARRANQUE (BOTONERAS) .................. 96
3.14. MÉTODOS DE ARRANQUE DE MOTORES ELÉCTRICOS ........... 97
3.14.1. ARRANQUE DE MOTORES DE INDUCCIÓN Y SINCRÓNICOS ..... 97
3.14.1.1. ARRANQUE DIRECTAMENTE DE LA LÍNEA (ARRANQUE A PLENO
VOLTAJE) ................................................... 97
3.14.1.2. ARRANQUE MEDIANTE COMPENSADOR DE ARRANQUE
AUTOTRANFORMADOR ........................................ 98
3.14.1.3. ARRANQUE POR RESISTENCIAS EN SERIE CON LOS DEVANADOS
DEL ESTATOR............................................... 100
3.14.1.4. ARRANQUE ESTRELLA-DELTA .......................... 101
3.14.1.5. ARRANQUE DE MÁQUINAS ASINCRÓNICAS MEDIANTE ADICIÓN DE
REISTENCIAS EN EL ROTOR .................................... 102
3.14.1.6. ARRANQUE DE MOTORES DE CORRIENTE DIRECTA .......... 102
3.14.1.7. LETRA DE CÓDIGO ................................... 104
3.14.1.8. FACTOR DE SERVICIO (S.F.)............................. 105
3.14.1.9. DEMANDA MÁXIMA .................................. 105
3.14.1.10. FACTOR DE DEMANDA (F.D.) .......................... 106
3.14.1.11. DETERMINACIÓN DE LA CORRIENTE NOMINAL DE LAS
DIFERENTES MÁQUINAS ELÉCTRICAS GIRATORIAS ................. 106
3.14.1.12. CÁLCULO DE LA PROTECCIÓN TÉRMICA DE SOBRECARGA .. 109
3.14.1.13. CÁLCULO DE LA PROTECCIÓN CONTRA CORTOCIRCUITOS .. 109
3.14.1.14. SELECCIÓN DEL AISLAMIENTO DEL CONDUCTOR ......... 111
3.14.1.15. SELECCIÓN DEL CALIBRE DE UN CONDUCTOR ELÉCTRICO,
ATENDIENDO SOLAMENTE A LA CONDICIÓN DE CALENTAMIENTO ..... 111
3.14.1.16. SELECCIÓN DEL ALIMENTADOR PARA VARIOS CIRCUITOS
RAMALES 117
3.14.1.17. CÁLCULO DEL DISYUNTOR O “BREAKER” DE PROTECCIÓN DEL
ALIMENTADOR ............................................. 119
3.14.1.18. SELECCIÓN DE LA TUBERÍA .......................... 120
3.15. PROCEDIMIENTO PARA SELECCIONAR LOS COMPONENTES Y
MATERIALES ADECUADOS PARA INSTALAR Y PROTEGER UN MOTOR
ELÉCTRICO. ................................................ 123
3.15.1. ORIENTACIÓN DE LAS PRÁCTICAS ....................... 123
3.15.1.1. ORIENTACIÓN DE LA PRÁCTICA 1 ....................... 123
3.15.1.2. ORIENTACIÓN DE LA PRÁCTICA 2 ....................... 124
3.15.1.3. ORIENTACIÓN DE LA PRÁCTICA 3 ....................... 125
3.15.1.4. ORIENTACIÓN DE LA PRÁCTICA 4 ....................... 125
3.15.1.5. ORIENTACIÓN DE LA PRÁCTICA 5 ....................... 127
BIBLIOGRAFIA .............................................. 128