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Un biorreactor puede ser también un dispositivo o sistema empleado para hacer crecer células
o tejidos en operaciones de cultivo. Estos dispositivos se encuentran en desarrollo para su
uso en ingeniería de tejidos. En términos generales, un biorreactor busca mantener ciertas
condiciones ambientales propicias (pH, temperatura, concentración de oxígeno, etcétera) al
organismo o sustancia química que se cultiva. El diseño de los biorreactores es una tarea de
ingeniería relativamente compleja y difícil. Los microorganismos o células son capaces de
realizar su función deseada con gran eficiencia bajo condiciones óptimas. Las condiciones
ambientales de un biorreactor tales como flujo de gases (por ejemplo, oxigeno, nitrógeno,
dióxido de carbono, etc.), temperatura, pH, oxígeno disuelto y velocidad de agitación o
circulación, deben ser cuidadosamente monitoreadas y controladas [2].
En un proceso de aeróbico, la transferencia optima de oxigeno es tal vez la tarea más difícil
de lograr. El oxígeno se disuelve poco en agua (y aún menos encalados fermentados) y es
relativamente escaso en el aire (20,8 %). La transferencia de oxigeno usualmente se facilita
por la agitación que se requiere también para mezclar los nutrientes y mantener la
fermentación homogénea. Sin embargo, existen límites para la velocidad de agitación,
debidos tanto al alto consumo de energía (que es proporcional al cubo de la velocidad del
motor) como al daño ocasionado a los organismos debido a un esfuerzo de corte excesivo
[4].
Los biorreactores industriales usualmente emplean bacterias u otros organismos simples que
pueden resistir la fuerza de agitación. También son fáciles de mantener ya que requieren solo
soluciones simples de nutrientes y pueden crecer a grandes velocidades [5].
Lo primero que hay que entender en el diseño de reactores biológicos es que contrario a los
químicos, su cinética no está́ determinada exclusivamente por la velocidad de reacción las
variables que la determinan. Aunque se puede describir de manera similar a la química, la
cinética biológica también depende de características intrínsecas del organismo o cultivo
tales como crecimiento y tasa de división celular, así́ como del tipo de operación que se lleve
a cabo. Por eso, lo primero que se define en el diseño de un biorreactor es el propósito de
utilización; es decir, qué tipo de cultivo se va a utilizar, el modo de operar y/o el proceso de
cultivo. El conjunto biorreactor- sistema de cultivo debe cumplir con los siguientes objetivos:
Clasificación
Clasificación operativa
Esta es una clasificación operativa y se aplica a cualquier reactor, sea químico o biológico
(biorreactor). En los reactores biológicos el modo de operación define el sistema de cultivo
que es el mismo y delimita la clasificación procesal-productiva del bioproceso (cultivo). Al
operar un biorreactor en una determinada categoría (discontinuo, semicontinuo, continuo),
automáticamente queda determinado el modo de cultivo del sistema y se definen los
parámetros y las características operativas y de diseño que intervienen en el proceso
productivo del sistema [7].
Clasificación biológica
Los sistemas biológicos deben interaccionar con el ambiente externo para poder crecer y
desarrollarse; es por eso por lo que los biorreactores se clasifican biológicamente de acuerdo
con el metabolismo procesal del sistema de cultivo: anaeróbico, facultativo, aeróbico. Los
bioprocesos de cultivo y las fermentaciones están basados en el metabolismo celular del
cultivo. El metabolismo define los parámetros y características operativas-biológicas de
diseño y de operación del biorreactor [8].
Estas características son las que intervienen en la parte biológica del sistema y tienen que ver
con el crecimiento, productividad y rendimiento del cultivo; por lo que, definen la
clasificación biológica- procesal del sistema de cultivo [4].
Discontinuo (Batch): por lotes o tandas, sin alimentación (F); se coloca dentro del
biorreactor la carga total de cada proceso (tanda o lote) de cultivo o fermentación y
se dejar que se lleve a cabo el proceso productivo o la fermentación por el tiempo que
sea necesario; el cual se denomina tiempo de retención [6].
Semicontinuo (fed-batch): por lotes alimentados, con alimentación de entrada (F1);
se alimenta una línea de entrada o alimentación (F1) para que el sistema de cultivo
tenga un producto (biomasa) con máximo de crecimiento (exponencial) y aumente la
productividad [5].
Continuo (continuos): por quimioestato, se alimenta una línea de entrada F1 o
alimentación y se drena una línea de salida F2 o lavado; de manera que los flujos o
caudales de ambas líneas sean iguales y la producción sea continua [6].
Clases, y características
Estos modelos se basan en el análisis del sistema de flujo en el cual ocurren las reacciones.
A continuación, se describen las clases de reactores empleados en el tratamiento de aguas
residuales, se definen sus características hidráulicas y las aplicaciones más comunes [4].
Clases de reactores
Una vez que se ha tratado un lote, se vacía el reactor, y se puede entonces tratar un segundo
lote, ya que no hay flujos entrante= 0 y saliente = 0. Así́, en un reactor Bach, el cambio de
la concentración a lo largo del tiempo es simplemente el resultado de una reacción química.
Por ejemplo, para una reacción de decaimiento de primer orden, r = -kC.
Las ventajas del reactor mienten con su flexibilidad. Un solo recipiente puede realizar una
secuencia de diversas operaciones sin la necesidad de romper la contención. Esto es
particularmente útil cuando se procesan tóxicos o componentes altamente potentes. A pesar
de que estos reactores son muy usados en procesos industriales y aplicaciones de control de
contaminación, para el tratamiento de aguas residuales son poco prácticos pues se necesita
tener entrada y salida de agua para que se puedan tratar volúmenes de agua residual
considerables [2].
Para entender un poco más estos reactores, se plantea la ecuación de balance de masa de la
siguiente manera:
En un reactor Bach no hay flujo de entrada ni de salida, por tanto, los 2 primeros términos de
la ecuación son cero.
Donde V habla del volumen del reactor, k está asociada a la constante de remoción de materia
orgánica, C refiere a la concentración de materia orgánica del agua residual y n de la cinética
de la ecuación.
Suponiendo una cinética de primer orden (n=1), se elimina el termino de volumen de un lado
y otro, quedando la siguiente ecuación:
I. Planteamiento general:
El reactor tubular (PFR) se usa para modelar transformaciones químicas de compuestos que
se transportan en sistemas que parecen tuberías. Las tuberías de un PFR pueden representar
un río, la región entre dos montañas entre las cuales pasa el aire o una variedad de otros
conductos naturales o de ingeniería a través de los cuales pasan flujos de líquido o de gas.
Por supuesto, en este modelo la tubería puede representar incluso una tubería [5].
A medida que el líquido fluye por el PFR, se mezcla en dirección radial, pero la mezcla no
ocurre en la dirección del eje. Es decir, cada recarga de fluido hecha por el pistón se considera
una entidad separada que va bajando por la tubería. Sin embargo, el tiempo transcurre a
medida que el fluido (líquido o gas) se mueve corriente abajo. Así́, hay una dependencia
implícita del tiempo, incluso en estado estacionario, en los problemas que implican un PFR.
No obstante, debido a que la velocidad del fluido (v) en el PFR es constante, el tiempo y la
distancia recorrida hacia abajo (x) son intercambiables y t = x/v. Esto es, el fluido de un
movimiento de pistón siempre toma un tiempo igual a x/v para viajar la distancia x en el
reactor [5].
Para desarrollar la ecuación que representa la concentración como una función de la distancia
dentro del PFR, se analizará la evolución de la concentración en el tiempo de un único fluido
en el pistón. Se supone que el pistón está bien mezclado en dirección radial pero que no se
mezcla en lo absoluto con el fluido que está antes ni después. A medida que el flujo recorre
corriente abajo, ocurre decaimiento químico y la concentración disminuye. [7]
La ecuación derivada del balance de masa para un reactor ideal de flujo de pistón, donde la
concentración C del constituyente de interés se encuentra distribuida uniformemente en toda
la sección transversal del volumen de control y en el cual no existe dispersión longitudinal,
se puede establecer a partir del análisis sobre un elemento diferencial de volumen. Para el
elemento diferencial de volumen ∆𝑉, el balance de materiales del constituyente C que
reacciona se puede escribir como:
Se describen los dos reactores en la figura 4.6. Este ejemplo supone que se conocen la concentración
que entra (Centrarte), la velocidad de flujo (Q) y la constante de velocidad de reacción de primer
orden (k) y son las mismas en ambos reactores. Considere dos problemas comunes:
Los resultados que se muestran en la tabla 4.2 indican que, para reactores con el mismo volumen,
el PFR es más eficiente que el CMFR, y que para concentraciones de salida iguales se requiere un
PFR de menor tamaño. ¿Por qué?́ La respuesta está́ relacionada con la diferencia fundamental entre
los dos reactores (los paquetes de fluidos que entran en el PFR viajan con la corriente sin mezclarse),
en tanto que los paquetes que entran en el CMFR se mezclan de inmediato con los fluidos de baja
concentración dentro del reactor [5].
4. Biolixiviación de minerales
5. Los biorreactores generalmente son utilizados para el cultivo de las células
6. Los biorreactores ayudan a acelerar los cultivos celulares
7. Los biorreactores son útiles en ingenierías de tejidos