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TEMA
TUTORA:
ESTUDIANTE:
CURSO:
CPA 8
GUAYAQUIL – ECUADOR
2018 – 2019
NIA 240: RESPONSABILIDAD DEL AUDITOR DE CONSIDERAR EL FRAUDE
COLUSIÓN ES.
32. COMPLETE
33. COMPLETE
34. COMPLETE:
DE DONDE PUEDEN SURGIR LAS REPRESENTACIONES ERRONEAS de fraude o error.
CASO PRÁCTICO
¿QUÉ CONSECUENCIAS EL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN ABC S.A CELEBRA UNA JUNTA PARA
ANALIZAR LOS RESULTADOS DEL AÑO PASADO, ANTES DE PUBLICAR SUS ESTADOS FINANCIEROS.
EL ANÁLISIS INCLUYE EL SIGUIENTE DIALOGO.
4. SE GENERARÍAN A FUTURO?
CASO PRÁCTICO
Fue en 1997 cuando Parmalat saltó al mundo financiero, obteniendo varias adquisiciones
internacionales, especialmente en el hemisferio Este, pero con deudas. Pero en el 2001, muchas de las
nuevas divisiones corporativas y gubernamentales de la empresa empezaron a perder dinero.
En febrero del año 2003 el Contador Oficial Ejecutivo, Fausto Tonna de improvisto anunció una nueva
edición de bonos de 500 millones de euros. Esto fue un
a sorpresa tanto para el gerente, Tanzi, y para toda la compañía. Tanzi despidió a Tonna y lo reemplazó
con Alberto Ferraris.
El 11 de noviembre del 2003, Parmalat se desplomó en bolsa más de un ocho por ciento, hasta 2,37
euros, después de que su auditor, Deloitte & Touche, se negara a aprobar las cuentas del primer
semestre. Deloitte expresó serias dudas sobre la transparencia y la corrección de las cuentas de su
cliente.
Parmalat ha utilizado durante años la colocación de acciones y bonos convertibles en paraísos fiscales
para financiar docenas de adquisiciones en todo el mundo. Entre 1993 y 2002 sus ventas se
incrementaron un 410% y sus beneficios alcanzaron una cifra récord. El escándalo estalló cuando a
finales de noviembre, la empresa reconoció que no podía garantizar la liquidez de una inversión de
496,5 millones de euros en un fondo de inversión de las Islas Caimán. Este hecho provocó la dimisión
del director financiero de la compañía, Fausto Tonna.
El fraude se cometió con medios muy sencillos: control de la correspondencia de los auditores, recibos
bancarios falsificados con un scanner y una fotocopiadora y cambios de domicilio social, para no tener
que cambiar de auditor, como exige la ley italiana, con lo cual era más sencillo engañar al auditor
tradicional, que continuaba haciendo su trabajo con la despreocupación nacida de la confianza ganada
con una documentación uniforme e históricamente falsa. Las cifras de la falsificación del balance fueron
de 14.000 millones de euros de activos inexistentes, compensados con la misma cantidad de créditos
bancarios, obligación y fondos propios perdidos por todos los que han confiado en la empresa. La
empresa falsificaba sus balances desde hacía 15 años al parecer con la complicidad de un grupo de
bancos nacionales e internacionales (según los fiscales que investigan el caso), que contribuían a
disimular las pérdidas y disfrazar las inversiones con complejos esquemas y de una estructura estable de
ejecutivos leales a Tanzi, quien reinaba con estilo patriarcal.
Parmalat, estaba inmerso en un escándalo tras reconocer un "agujero" contable en su filial Bonlat, con
sede en Islas Caimán, de 4.000 millones de euros pero que, según otras fuentes, alcanza en realidad
entre 7.000 y 9.000 millones. La mecha la encendió la entidad financiera estadounidense Bank of
América, al negar la autenticidad de un documento que garantizaba la existencia de 3.950 millones de
euros en una cuenta de una compañía “off-shore”, Bonlat.
Durante sus años como director financiero de Parmalat, Fausto Tonna fue el principal creador de la
trama ilegal por orden de Calisto Tanzi, que ahora intenta dejarle con un muerto en las manos negando
haber dado orden de destruir la contabilidad B y los computadores utilizados para falsificar las cartas de
Bank of América que certificaban depósitos de 3.950 millones de euros a favor de Bonlat en las Islas
Caimán. Al parecer, un contador del grupo interrogado por los fiscales milaneses, confesó que habían
utilizado un escáner para copiar el logotipo de Bank of América y falsificar el documento en el que se
acreditaban los 3.950 millones de euros. El Bank of América presentó en los tribunales de Milán una
demanda contra la firma italiana por falsificación en escrito privado.
Mientras, los títulos de la compañía suspendieron su cotización en la Bolsa de Milán a la vez que se
hizo efectiva su exclusión del MIB 30, principal índice de la bolsa italiana, las acciones de Parmalat
perdieron en la Bolsa de Milán un 63,33%, situándose en los 0,11 euros. El 11 de noviembre del 2003,
fecha del desencadenamiento de la crisis, el valor de las acciones de Parmalat al cierre era de 2,37
euros.
El principal participe de estas acciones fraudulentas fue el dueño y fundador de la misma Calisto Tanzi,
gracias al afán de expansión, siendo este la persona que daba las órdenes, pero al igual que este, otras
personas involucradas en el caso, quienes hacían cumplir esas órdenes y ayudar a esconder los grandes
agujeros que existían en los libros contables de las numerosas compañías de Parmalat. Entre ellos están
los siguientes:
Fauto Tonna, el ex financiero quien está considerado como el cerebro de las operaciones, y jugo un
papel importante en el encubrimiento de las perdidas. - Giovanni Bonici, antiguo presidente de la filial
en Venezuela, quien contribuyo a la falsificación de las cuentas. - Luciano del Soldado, antiguo jefe de
auditoria y ex director financiero, quien ayudo a montar el sistema para desviar fondos a paraísos
fiscales. - Gianfrancco Bocchi y Claudio Pessina, quienes eran los dos auditores internos, falsificando
cuentas y supuestos documentos enviados por el Bank Of América. - Lorenzo Penca, presidente de Gran
Thornton, auditaba la unidades que son el centro de investigación por fraude, con grandes influencias en
la creación de la red de fraude. - Mauricio Bianchi, asesor para ocultar sus pérdidas, y por último,
Gianpaolo Zini, el abogado y confidente de Tanzi.
SE PIDE:
Acciones
Bonos convertibles en paraíso fiscal
Recibos bancarios
Activos inexistentes
Encubrimiento de perdidas
Falsificación de cuentas
Impago de obligaciones
Fraude contable sistemático
Conclusión
La pérdida de confianza pública, generada por los manejos fraudulentos de directivos y administradores
ubicados en la cúpula de las organizaciones de clase mundial y, por ello, la importancia que tiene el
tema del buen Gobierno Corporativo, basado en códigos de conducta, como la responsabilidad de la
junta directiva de las organizaciones reflejado en su comportamiento transparente en todas sus
actuaciones y decisiones. Se hace necesario implementar el tema de la ética empresarial desde una
perspectiva global, sobretodo incorporando el término a la realidad actual, en una sociedad en progreso
y muy diferente a la conocida en décadas pasadas.