Apunte 1 El cuerpo y el espaciado
El cuerpo de la letra es la distancia en-
tre la línea superior e inferior, más el
espacio de la rebaba. Se mide en puntos
tipográficos.
Líneas estructurales
Los primeros alfabetos latinos (como el Romano del
siglo I dC), estaban conformados por letras mayús-
culas, por lo que dos líneas determinaban la altura
de todos los caracteres. Posteriormente, otro tipo
de escritura denominada Uncial (s. III dC), sobrepasó
esos límites, produciendo la primer modificación
para el posterior desarrollo de las minúsculas, se-
guido por la escritura semiuncial
Los alfabetos completos se sustentan por un sistema
tetralineal, es decir compuesto por cuatro líneas
TECNOLOGÍA EN COMUNICACIÓN VISUAL 1 B • 2013
paralelas, que determina la extensión de los rasgos
fundamentales de los caracteres tipográficos.
Estas líneas horizontales dividen el cuerpo en tres
espacios fijos: el espacio central conocido como
altura de equis donde se desarrollan la mayoría
de las minúsculas; un espacio superior, donde se
extienden las astas ascendentes de los caracteres
como d, t, k, l, llamado altura de ascendentes; y
un espacio inferior, que contiene las astas descen-
dentes de caracteres como p, q, j, y; llamado altura
de descendentes.
La distancia entre estas líneas (particular en las diferen-
tes familias tipográficas), determina la relación de las
diferentes alturas, y por lo tanto, las características
formales de cada familia. Por ejemplo, si la distancia
entre la línea media y superior, y la línea de base e
inferior, es muy pequeña en relación a la Altura de
x, los trazos ascendentes y descendentes serán muy
cortos (Fig. a la derecha).
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La letra en detalle
Los trazos fundamentales que definen todos los signos
del alfabeto, están constituidos por líneas rectas,
horizontales, verticales y oblicuas, y curvas.
La combinación de estas líneas define la estructura de
cada letra. La morfología de los trazos, la presencia
o ausencia de terminales (como el serif y el ápice),
y sus características (juntamente con las alinea-
ciones vistas anteriormente), definen las familias
tipográficas.
En el estudio de los signos tipográficos posee una
nomenclatura propia, es decir un sistema nominal
para referir a cada una de sus partes.
A continuación se presenta un glosario de estos tér-
minos.
Altura de las mayúsculas: Es la altura de las letras de
caja alta de una fuente, tomada desde la línea de
base hasta la parte superior del carácter.
Altura x: Es la altura de las letras de caja baja excluyen-
do los ascendentes y los descendentes.
Anillo: Asta de curva cerrada que encierra el blanco in-
terno en las letras tales como en la b, la p o la o.
Ascendente: Asta de la letra que sobresale por encima
de la altura de x, como en la b, d o la k.
Asta: Rasgo principal de la letra que define su forma
esencial; sin ella no podría existir la letra.
Astas montantes: Son las astas principales verticales u
oblicuas de una letra, como la L, B, V o A.
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Asta ondulada: Es el rasgo principal de la S o de la s.
Barra: Es el rasgo horizontal en letras como la A, la H
o la t. También llamado asta transversal.
Basa: Proyección que a veces se ve en la parte inferior
de la b o en la G.
Blanco interno: Espacio en blanco contenido dentro
de un anillo u ojal.
Brazo: Parte terminal que se proyecta horizontalmente
o hacia arriba y que no está incluida dentro del
carácter, como ocurre en la E, la K o la L.
Cartela: Trazo curvo (o poli-
gonal) de conjunción en-
tre el asta y el remate.
Cícero: Medida tipográfica
de la Europa continental
que equivale a 12 puntos Didot o 4,512 mm. Varía
ligeramente respecto a la medida angloamericana
llamada punto pica.
Cola: Asta oblicua colgante de algunas letras, como
la R o la K.
Cola curva: Asta curva que se apoya sobre la línea de
base en la R y la K, o debajo de ella, en la Q. En la
R y en la K se puede llamar sencillamente cola.
Cuello: Enlace de conexión entre el anillo y el ojal de
la letra g.
Descendente: Asta de la letra de caja baja que queda por
debajo de la línea de base, como en la p o en la g.
Inclinación: Es el ángulo del eje imaginario sugerido
por la modulación de los espesores de los rasgos
de una letra. El eje puede ser vertical o con diversos
grados de inclinación. Tiene una gran importancia
en la determinación del estilo de los caracteres.
Línea de base: La línea sobre la que se apoya la altura
de la x./ Línea imaginaria horizontal sobre la que
descansa la base de las letras; los rasgos descen-
dentes quedan debajo de la misma.
Ojal: Porción cerrada de la letra g que queda por debajo
de la línea de base. Si ese rasgo es abierto se llama
simplemente cola.
Oreja: Ápice o pequeño rasgo terminal que a veces se
añade al anillo de algunas letras, como la g o la o,
o al asta de otras como la r.
Pica: Unidad tipográfica angloamericana de medida equi-
valente a 12 puntos, 1/6 de pulgada o 4,223 mm.
Punto: Unidad básica de medida tipográfica. Equiva-
lente a 0,376 mm en el sistema europeo continental
(punto Didot), o a 1/72 de pulgada o 0,352 mm en
el sistema angloamericano.
Rebaba: Espacio que queda entre el carácter y el borde
del tipo móvil.
Serif, remate o gracia: Trazo terminal de un asta,
brazo o cola. Es un resalte ornamental que no es
indispensable para la definición del signo.
El cuerpo y el Tipo
Para entender el concepto de cuerpo tipográfico,
nos remitiremos al antecedente más importante
de la prensa impresa y la composición de textos
a partir de caracteres móviles, tipos fundidos en
aleación metálica.
Esquema de un tipo
móvil, pieza básica
para la composición
de textos, utilizado en
el antiguo sistema de
impresión tipográfico.

En estos bloques tipográficos, el cuerpo es la altura de
la cara superior del paralelepípedo sobre el cual se
emplaza el signo en relieve, y el ancho de la cara
varía según el signo.
Esa altura debe contener tanto a mayúsculas, como mi-
núsculas, números y signos; y debe ser fija para que
al juntar los bloques se alineen correctamente.
Con el advenimiento de la fotocomposición y poste-
riormente la composición digital, todos estos con-
ceptos se trasladaron a la tipografía digital; donde
el cuerpo es la medida que define el tamaño del
caracter, es la distancia entre la línea superior e
inferior, más el espacio de rebaba.
Como se vio anteriormente, el cuerpo se divide vertical-
mente en espacios llamados: altura de mayúsculas,
altura de la x, altura de las ascendentes y altura de
las descendentes. Si el tipo metálico contempla en
su cara superior todos estos espacios, al ver el tipo La medida del tipo
de una letra minúscula como la “n”, notaremos
un espacio blanco en la parte superior e inferior El milímetro resulta insuficiente a la hora de medir la
(hombros). Estos espacios son también parte del tipografía por la precisión que se requiere. La unidad
“cuerpo”, y son justamente los que permiten que
tipos con otros signos como “E”, “p” o “l”, se
alineen perfectamente con el anterior.
Por esta misma razón, no se puede medir el cuerpo
a partir de una letra mayúscula impresa.
Además de los espacios ya mencionados que con-
forman el cuerpo, existe un espacio por encima de
la altura de ascendentes y descendentes, entre el
caracter y el borde del tipo, que se conoce como
rebaba; que también constituye la altura de la cara
superior del tipo metálico, y por ende también del
cuerpo tipográfico.
La rebaba impide que en dos líneas sucesivas del
mismo cuerpo, sin espacio entre ellas, las astas
descendentes de la primera y las ascendentes de la de medida tipográfica es el “punto”, parte de un
segunda, se toquen. sistema duodecimal donde la unidad mínima es el
Por todo esto podemos decir que el cuerpo de una tipo- punto y la docena es la pica (en América).
grafía impresa es imposible de definir con exactitud. El sistema de medición Europeo se basa en el desarro-
Los avances tecnológicos tuvieron gran impacto llado por el fundidor de tipos parisino Firmin Didot
en la industria gráfica, fundamentalmente en la en el siglo XVIII, que se ajusta la pie francés que mide
composición de los textos. Por un lado, el sistema 30 cm de longitud y 798 puntos tipográficos, o 66
tipográfico quedó prácticamente en desuso, y con ½ cíceros. Este sistema que lleva el nombre de su
él los caracteres móviles; por otro lado, la aparición creador, se extendió por toda Europa y se conserva
de los ordenadores y pantallas, que dan origen a en el presente en España, Francia y Alemania.
la composición digital, y al diseño de tipografías El punto Didot mide 0,376mm y 12 puntos conforman
digitales y de pantalla. el cícero que mide 4,51mm.
En los softwares de diseño,
la manipulación del texto
está contenida en venta-
nas o persianas. El cuerpo
completo se evidencia en la
selección con el cursor.
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En la década del 80, otro sistema se utilizó para de- Figuras con intervalos en los
finir la grilla de los monitores de computadora, cuales se buscó modificar
que divide cada pulgada cuadrada en 72 partes las distancia entre ellas, por
(horizontales y verticales), y donde cada una de “áreas” de interrupción
esas partes, o celdas, corresponde a un punto o similares.
pixel. Esta medida, promovida por el PostScript de
Adobe, domina la industria gráfica en América y
Gran Bretaña; se conoce con el nombre de Pica, y Contraformas negativas de
esta conformada por 12 puntos. los pares de signos presenta-
El punto Angloamericano mide 0,351mm y 12 puntos dos en la página anterior.
conforman una Pica que mide 4,217mm.
Por tratarse de un sistema duodecimal, entiéndase, por
ejemplo que 66 ½ no son 66,5 cíceros; sino 66,6.

El ritmo y el espaciado Interrrupciones ópticas entre

algunos pares de letras críti-
El ritmo visual, en una composición tipográfica, está cos, que pueden determinar
dado tanto por la forma de los signos como por el espaciado de toda la pala-
las interrupciones ópticas que se presentan en el bra en la que se presenten.
encuentro de los mismos. Esos intervalos varían
dependiendo de las figuras que se encuentren.
Un texto está bien espaciado si el ojo reconoce una
armonía entre las figuras y el fondo. Y ya que las
formas tipográficas son tan arbitrarias, no existe
una regla a seguir. Debe considerarse que las áreas
blancas que separan los caracteres se presenten
ópticamente similares. En general, los signos cir-
cundados por un blanco importante, sobre todo
las figuras abiertas, necesitan menos espacio que
los de estructura más cuadrada con menos blanco
circundante o las formas más cerradas.
De la misma manera debe considerarse el tono de la
tipografía, el espesor de sus astas; la dirección o eje
de inclinación (itálicas), la proporción (condensadas Esre gráfico muestra los
y expandidas); y por supuesto, la familia tipográfica: ritmos de los espacios entre
de astas moduladas o uniformes, con serif o de las letras y sus contraformas;
palo seco. verificando las notorias dife-
En busca de dicha armonía, no sólo se considera el rencias entre las fuentes sin
blanco circundante, sino también el interno. serif, con serif e itálicas.

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La contraforma
En el campo gráfico, una composición se juzga no sólo
por la calidad de la forma de las imágenes elegidas,
sino también por su relación armoniosa y equilibra-
da con la superficie sobre la cual se disponen.
La figuras que se crean en los intersticios entre las
palabras o entre los renglones de un texto son
así igualmente familiares al ojo; durante la lectura
estas siluetas pasan inadvertidas pero, analizadas
atentamente, adquieren forma propia.
Correcciones ópticas
Los signos del alfabeto latino están conformados por
una combinación de trazos verticales, horizontales,
diagonales y curvos abiertos y cerrados. Pero las
construcciones geométricas deben someterse a
algunos ajustes debido a la manera en que el ojo
humano las percibe.
Un círculo junto a un cuadrado del mismo tamaño
(diámetro y altura iguales), dará la impresión de ser
más pequeño; por lo cual es necesario agrandar las
letras redondas como la O, C, Q, S; sobrepasando
las líneas de trazado. Lo mismo sucede con el trián-
gulo, por lo tanto los vértices de letras como A y V
deben sobrepasar las líneas que los limitan.
Un trazo horizontal del mismo espesor que un trazo
vertical parecerá más grueso, por lo que hay que
adelgazar las horizontales en letras como la E, F, H,
para que se perciban como uniformes.
La mitad superior de un cuadrado dividido geométri-
camente se percibirá más grande. En letras como
la E, H, B, se eleva ópticamente el centro para que
las mitades superior e inferior se vean iguales.
Realizado por DCV Vanesa Perri, para la cátedra de Tecnología C.V.
1 B - Fernández; en abril de 2013.
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