PREFACIO
Aunque este libro es una desviacién —yo preferiria llamarlo
una extensién— del pensamiento de Freud, me gustaria ex-
presar mi deuda hacia él por haber contribuido tan extraor-
dinariamente a mi inspiracién. Por mucho que nos desvie-
mos de sus teorias, sus conceptos dan impulso y sirven de
trampolin para la exploracién de nuevas dreas. Desarrollan-
do sus teorias y usando los instrumentos que nos ha legado,
seguimos sencillamente el ejemplo que tan admirablemente
nos dio con sus brillantes esfuerzos por comprender la psi-
que humana.
Mi busqueda de una teoria consistente de lo que llama-
mos «enfermedad emocional» y mi creciente reconocimiento
del papel que la violencia tiene en su origen, adquirieron
una repentina nitidez hace unos quince ajios, cuando el doc-
tor Hyman Spotnitz llamo mi atencién sobre el hecho de que
Freud, en su teoria del complejo de Edipo, habia omitido el
intento de los padres de matar a Edipo. Estoy en deuda con
el doctor Spotnitz por la gran conmocion intelectual que es-
to me produjo y por su continuo interés y aliento. Su propia
desviacion de las teorias de Freud acerca del tratamiento in-
siste en la importancia primordial de sacar a relucir los sen-
timientos agresivos de los pacientes, lo cual ha hecho posi-
ble el tratamiento de pacientes esquizofrénicos con un feliz
resultado y me ha sido de un valor incalculable para tratar a
mis pacientes. También estoy en deuda con él por su ayuda a
la hora de formular las diferencias entre la fantasia yla
identidad homosexual en el capitulo 3, por haber leido este
manuscrito, y por su insistencia, que llevé a la redaccion del
capitulo 13 y a la elaboracion de la dinamica de diversas fan-
tasias. Sin embargo, la responsabilidad de los conceptos que
han desembocado finalmente en este libro es enteramente
mia.