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Maristella Svampa
Maristella Svampa: es socióloga y escritora. Sus libros más recientes son Chacra 51. Regreso a la
Patagonia en los tiempos del fracking (Sudamericana, Buenos Aires, 2018) y Las fronteras del neoextrac-
tivismo en América Latina. Conflictos socioambientales, giro ecoterritorial y nuevas dependencia (calas /
Universidad de Guadalajara, Zapopan, 2018).
Palabras claves: Antropoceno, calentamiento global, colapso, crisis ecológica.
1. La mejor introducción y síntesis de debates sobre el tema puede encontrarse en Jean-Baptiste
Fressoz y Christophe Bonneuil: L’événement Anthropocène. La Terre, l´histoire et nous, Seuil, París, 2013.
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colapso constituyen un relato del fin sociedades del pasado están la defo-
del mundo, pero a diferencia del pa- restación, la erosión del suelo, la mala
sado, no se nutren de creencias re- gestión del agua, la sobrepesca, la caza
ligiosas sino de datos duros y finas excesiva, la introducción de especies
argumentaciones que proveen las di- alógenas, el aumento de la población
ferentes ciencias de la tierra (geofísica, y el impacto humano sobre su en-
paleontología, climatología, hidro- torno. Todos estos factores de riesgo
grafía, oceanografía, meteorología, están presentes en nuestra civiliza-
geomorfología, biología, entre otras), ción y a ellos se suman otros agra-
a las que hay que sumar las ciencias vantes, como el cambio climático y la
ambientales (ecología política, eco- quema de combustibles fósiles. Pero a
nomía ecológica, historia ambien- esto hay que añadir la mayor ampli-
tal, entre otras). Son nuestras nuevas tud de los impactos, esto es, la gran
y modernas teorías sobre el fin del escala, el nivel planetario que tendría
mundo, ahora con sustrato científico. un desastre en nuestros días.
Para ilustrar esta visión quisiera to- El segundo texto sobre el colapso es
mar tres textos diferentes. El pri- del notable ecologista español, inge-
mero es el conocido libro de Jared niero de profesión, Ramón Fernán-
Diamond, geógrafo y ambientalista de dez Durán, fallecido hace unos años,
renombre internacional, quien en 2004 quien dejó una obra inconclusa en dos
publicó Colapso. Por qué unas sociedades tomos en la que analiza el declive y
perduran y otras desaparecen4 . ¿Qué es lo hundimiento del capitalismo global.
que hace que una determinada cultu- En un texto más breve, publicado en
ra, otrora una sociedad pujante, llegue 20116, Fernández Durán sostiene que
a desaparecer? ¿Cuáles son los factores el colapso no sería repentino, sino
que hacen especialmente vulnerable a «un lento proceso con altibajos, pero
una sociedad?, se pregunta Diamond. con importantes rupturas», un largo
Por colapso, este autor no entiende la declive de la civilización industrial
desaparición de un día para el otro de que podría durar 200 o 300 años. Sus
una cultura o una determinada civi-
lización, a la manera de las películas
4. J. Diamond: Colapso. Por qué unas sociedades
apocalípticas del cine hollywoodense. perduran y otras desaparecen, Debate, Barcelona,
El colapso presupone un «drástico 2006, recientemente reeditado.
5. Ibíd., pp. 12-13.
descenso del tamaño de la población 6. R. Fernandez Durán: «La quiebra del ca-
humana y/o la complejidad política, pitalismo global: 2000-2030. Crisis multidi-
mensional, caos sistémico, ruina ecológica y
económica y social a lo largo de un te- guerras por los recursos. Preparándonos para
rritorio considerable y durante un pe- el comienzo del colapso de la Civilización In-
dustrial», Ecologistas en Acción, disponible en
riodo de tiempo prolongado»5. Entre <www.ecologistasenaccion.org/img/pdf/el_
los factores que llevaron al colapso a inicio_del_fin_de_la_energia_fosil.pdf>.
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causas: los límites ecológicos del pla- Los tres relatos aquí evocados están
neta y el agotamiento de recursos, recorridos por consensos básicos: el
muy especialmente debido a la (in)ca- primero es que el derrumbe es leído
pacidad de aprovisionamiento de como una reducción importante de
combustibles fósiles. El gran problema la complejidad en diferentes planos
del capitalismo global es que no cuen- (económico, social, político, cultural).
ta con un plan b energético para sus- Cuanto más compleja es una socie-
tentar la actual civilización industrial. dad, más expuesta y vulnerable devie-
Ninguna fuente energética podrá sus- ne; es decir, es más dependiente de esa
tituir el «tremendo vacío que dejarían complejidad y de los recursos (ener-
las energías fósiles en su declive, debi- géticos) que la mantienen en funcio-
do a su intensidad energética». Nadie namiento. Segundo tópico en común:
quedaría al margen de este declive, pese a que Diamond habla de «la so-
ni siquiera las elites, lo cual no quita ciedad mundial» y Durán del «capita-
que habría –inevitablemente– gana- lismo global», ambos coinciden en que
dores y perdedores. Durán tampoco el derrumbe civilizatorio implicaría
descartaba que la ambición por con- también la desaparición de valores po-
servar a cualquier costo la glamorosa líticos democráticos que creíamos fun-
sociedad hipertecnologizada actual damentales. Se habla así de «nuevos
pudiera llevarnos a un colapso más capitalismos regionales», fuertemente
brusco, a una crisis sistémica sin autoritarios y conflictivos entre sí, lo
transición posible. cual conllevaría una «refeudalización
de las relaciones sociales». Oreskes
El tercer texto nos sumerge en una y Conway llegan a una conclusión si-
ciencia ficción de carácter posapoca- milar, agregando que la posibilidad
líptico, cargada de datos duros. Escri- de sobrevivir a un gran desastre au-
to por dos historiadores de la ciencia, mentaría si contáramos con un régi-
Naomi Oreskes y Erik Conway, se tra- men centralizado y un fuerte aparato
ta de un libro publicado en 2015 bajo estatal (al estilo de China), aun si esto
el título The Collapse of Western Civili- implicara una pérdida inevitable de
zation [El colapso de la civilización oc- valores democráticos. Por encima de la
cidental]7. La historia nos sitúa en un diferencia ideológica de los autores ci-
tiempo lejano, en 2393, bajo la Segun- tados, hay otros puntos en común. Por
da República Popular China, época un lado, a diferencia de las anteriores
en la cual un historiador de esa na- culturas que colapsaron y termina-
cionalidad se pregunta acerca de las ron desapareciendo, no hay dudas de
razones del hundimiento de la civili-
zación occidental, conocida como la
7. N. Oreskes y E. Conway: The Collapse of
«Edad de la Penumbra», ocurrido a Western Civilization: A View from the Future,
mediados del siglo xxi. Columbia up, Nueva York, 2017.
155 Ensayo
Imágenes del fin. Narrativas de la crisis socioecológica en el Antropoceno
tópicos son variados, pero sin duda, y cultural, sino también desde un en-
al calor de la crisis socioecológica y el foque más global, si se entiende esta
surgimiento de resistencias locales y como una crisis socioecológica de al-
nuevos movimientos ecoterritoriales, cance civilizatorio. Al mismo tiempo,
estas se han ido multiplicando para ambos conceptos conectan la crítica
adquirir un mayor espesor discursivo al paradigma productivista y el per-
y simbólico en nuestras sociedades. fil metabólico de nuestras sociedades
Desde el Sur, las consecuencias de la (basado en la demanda cada vez ma-
crisis socioecológica se conectan di- yor de materias primas y energías)
rectamente con la crítica al neoextrac- con la crítica al capitalismo. Ambos
tivismo y la visión hegemónica del ponen el acento en los límites ecológi-
desarrollo, ya que es en la periferia cos del planeta y enfatizan el carácter
globalizada donde se expresa a caba- insustentable de los modelos de con-
lidad la mercantilización de todos los sumo y alimentarios, difundidos a
factores de producción, a través de la escala global, tanto en el Norte como
imposición a gran escala de modelos en el Sur. Por último, se constituyen en
de desarrollo insustentables: desde el el punto de partida para pensar ho-
agronegocio y sus modelos alimen- rizontes de cambio y alternativas
tarios, la megaminería y la expan- civilizatorias, basadas en otra racio-
sión de las energías extremas hasta nalidad ambiental, diferente de la pu-
las megarrepresas, la sobrepesca y el ramente economicista, que impulsa
acaparamiento de tierras17. Asimismo, el proceso de mercantilización de la
plantean el desafío de pensar alterna- vida en sus diferentes aspectos.
tivas al desarrollo, como ya planteara
Arturo Escobar, al introducir la cate- Para revertir la lógica del crecimien-
goría de «posdesarrollo»18. to infinito, es necesario explorar y
En coincidencia con los planteamien- 17. Ver M. Svampa: La expansión de las fronteras
tos de Alberto Acosta y Ulrich Brand, del neoextractivismo en América Latina, cit.
18. A. Escobar: «El postdesarrollo como concep-
la transición puede ser pensada me- to y práctica social» en Daniel Mato (coord.): Po-
diante dos conceptos cada vez más líticas de economía, ambiente y sociedad en tiempos
de globalización, Facultad de Ciencias Económi-
arraigados en el campo contestatario
cas y Sociales, Universidad Central de Vene-
a escala global: posextractivismo y zuela, Caracas, 2005.
decrecimiento19. Desde mi perspec- 19. El texto al que hacemos referencia es A.
Acosta y U. Brand: Salidas del laberinto capitalista.
tiva, se trata de dos conceptos-hori- Decrecimiento y postextractivismo, Icaria, Madrid,
zonte de carácter multidimensional, 2017. Pero quien colocó el desafío de pensar la
transición y salida del neoextractivismo en tér-
que comparten diferentes rasgos: por minos de posextractivismo fue el ambientalista
ejemplo, aportan un diagnóstico crí- uruguayo Eduardo Gudynas. V. «Sentidos, op-
ciones y ámbitos de las transiciones al posex-
tico sobre el capitalismo actual, no tractivismo» en aavv: Más allá del desarrollo, Fun-
solo en términos de crisis económica dación Rosa Luxemburgo, Quito, 2012.
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transition towns, un movimiento prag- así suceda, aunque habrá que adjudi-
mático en favor de la agroecología, la car tal decisión a las elites de los paí-
permacultura, el consumo de bienes ses del Norte, no tanto a los países del
de producción local y/o colectiva, el Sur, y mucho menos a los movimien-
decrecimiento y la recuperación de tos sociales antisistémicos, hoy decidi-
las habilidades para la vida y la armo- damente opuestos a lo que consideran
nía con la naturaleza. Nacido en Irlan- como una «falsa solución»23. Es proba-
da en 2006, este movimiento apunta ble incluso que, ante el agravamiento
a crear sociedades más austeras, sos- del calentamiento global y sus conse-
tenidas en energías limpias y reno- cuencias, negacionistas como Trump
vables, y con un fuerte aumento de la terminen por apoyar la geoingeniería.
eficiencia energética21. Sin embargo, para los proyectos alter-
civilizatorios, no se trata de buscar
Resulta claro que el Antropoceno engañosos atajos a través de la solu-
como diagnóstico hipercrítico conlleva ción tecnocrática, como plantean los
el desafío de pensar alternativas a los defensores del capitalismo verde, que
modelos de desarrollo dominantes, conciben al ser humano como un de-
de elaborar estrategias de transición miurgo capaz de manipular y reha-
que impliquen una descolonización cer la naturaleza. Tampoco se trata de
del imaginario social y marquen el caer rendido a los pies de las narrati-
camino hacia una sociedad posca- vas «colapsistas», pues el riesgo más
pitalista, en una época en la cual no evidente es quedar atrapado en una
existen modelos macrosociales ni lógica paralizante que anule la capaci-
tampoco socialismos realmente exis- dad de acción colectiva, tan necesaria
tentes. En los diferentes foros globales a esta altura de la crisis civilizatoria.
que reúnen a la militancia anticapita- Sin embargo, un detalle no menor que
lista, suele resaltarse la capacidad de nos advierte esa visión es la certeza de
irradiación de las experiencias loca- que ya hemos cruzado un umbral de
les y se subraya su carácter ejemplar riesgo y como tal, la transición, cual-
en términos de otra racionalidad so- quiera sea, ya ha comenzado. El giro
cial y ambiental.
21. Las comunidades en transición buscan
■■ Desafíos del Antropoceno generar resiliencia social contra el progresivo
y enfoques relacionales colapso colectivo provocado por el cambio
climático, el agotamiento de los combustibles
fósiles y la degradación de los regímenes
Las tres narrativas reseñadas coexis- políticos.
22. Mark Fisher: Realismo capitalista. ¿No hay
ten en la actualidad. Algunos podrán alternativa?, Caja Negra, Buenos Aires, 2016.
decir que el «realismo capitalista»22 23. V. el «Manifiesto contra la geoingeniería»,
de octubre de 2018, disponible en <www.opsur.
hará que la humanidad opte por la hi- org.ar/blog/2018/10/04/manifiesto-contra-la-
pótesis tecnocrática. Es probable que geoingenieria/>.
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