La música es un lenguaje y un arte universal, se originó en la prehistoria hace más de
50.000 A.C a 5.000 A.C para el hombre primitivo, habiendo señales que evidenciaban la vida de la muerte, danza y canto funden en la vida mientras que quietud y silencio son símbolos de la muerte.
La evolución de la música va desde la prehistoria, antigüedad, edad media, renacimiento,
barroco, clasicismo, romanticismo, nacionalismo, impresionismo y nuestra época contemporánea. Aristóteles dijo cierta vez: “la música es celestial de una naturaleza divina, de una belleza tal, capaz de encantar el alma y elevarla más allá de su condición, así como la arquitectura o la pintura la música también es un arte que puede ser descifrada con el corazón. La música despierta facultades creadoras además de favorecer el desarrollo de la mayoría de las cualidades personales, es considerada además como un factor muy importante en el desarrollo de la personalidad humana. Aporta ritmo, aumenta la creatividad, facilita la comunicación, estimula la alegría, la dulzura y el optimismo, alarga la vida, refuerza la salud y estimula el cerebro. Tiene la extraña y maravillosa propiedad de emocionarnos y de hacernos sentir infinitas sensaciones; hay música que nos alegra, nos anima y nos hace saltar, como también está la que nos relaja, que nos entristece, que nos inquieta e incluso hay música que nos da miedo. Tanto en la audición como en la práctica favorece las conexiones neuronales que incrementan la atención y concentración, facilita el aprendizaje de idiomas y a su vez acelera los procesos del pensamiento y la adquisición del lenguaje. La música es de gran utilidad para liberarnos de la tensión, la fatiga y debería tener un lugar muy importante en el círculo familiar ya que la musicalización comienza en el vientre materno. Escuchar música puede ser adictivo ya que el cerebro se inunda de dopamina y esto sucede por el reconocimiento de patrones ya que somos una especie altamente social y la música y la lengua están íntimamente vinculadas, a nuestra imperiosa necesidad de comunicación, mucho de lo que no se puede decir con palabras se puede expresar mediante la música. Por nuestra misma naturaleza social, la música juega un papel importante en la formación de comunidades; los himnos nacionales, los cantos de la iglesia son ejemplos de esto y en nuestra vida cotidiana nos identificamos con aquellos que disfrutan el mismo tipo de música que nosotros. Por esta razón la amo, es motor de vida, es algo hermoso para mí poder escucharla, cantarla, tocarla y hacerla llegar a todos aquellos, que la amen y la disfruten tanto como yo. La música constituye una revelación más alta que ninguna filosofía. Ludwig Van Beethoven.