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Ciudades rurales sustentables: control poblacional para la dominación territorial

Depredación: ciudades rurales, comunidades intervenidas y espacios en conflicto


Ciudades rurales sustentables: control poblacional para la dominación territorial

Ciudades Rurales Sustentables:


control poblacional para la dominación territorial
Carlos Hernández Babún

Viejas ambiciones en un proyecto renovado


El objetivo oficial de las Ciudades Rurales Sustentables (CRS) es “Adecuar la distribución
territorial de la población a las potencialidades del desarrollo regional de Chiapas, en un
marco de mayor prosperidad social y económica y de sustentabilidad en el uso de los
recursos.” 1 ¿La razón? Tras realizar un diagnóstico de la situación las autoridades del
Estado concluyeron que “Históricamente, el crecimiento poblacional de Chiapas se ha
dado de manera anárquica y desordenada”, y por lo tanto al “universo poblacional
profundamente disperso, se suma una accidentada orografía que dificulta el otorgamiento
y la dotación de servicios e infraestructura para el desarrollo, en detrimento de la calidad
de vida de la población.” 2 En su argumentación, el número de asentamientos creció
exponencialmente a partir de los años 70´s, pero no ofrece explicación al respecto. En esa
década el estado vivió un intenso cambio debido a la explotación petrolera, a la
construcción de represas, a la expansión de la industria ganadera comercial, a obras de
infraestructura, al crecimiento de centros urbanos y al desarrollo de zonas turísticas. El
gran acaparamiento de territorio por parte de las elites estatales que todo esto representó
repercutió en la dinámica demográfica, ocasionando la migración de miles de campesinos
hacia los sitios entonces frontera del desarrollo del capital. 3

1
Instituto de Población y Ciudades Rurales, “Marco referencial. Objetivos”,
<http://www.ciudadesrurales.chiapas.gob.mx/objetivos>.
2
Ídem, “Marco Referencial. Diagnóstico”, <http://www.ciudadesrurales.chiapas.gob.mx/diagnostico>.
Rebón, Julián. Conflicto armado y desplazamiento de población. Chiapas 1994-1998. Miguel Ángel Porrúa / FLACSO.
3

México, 2001.
Depredación: ciudades rurales, comunidades intervenidas y espacios en conflicto

El proyecto presenta las “potencialidades de desarrollo” como si fueran propias de los


territorios físicos e independientes de los territorios socioculturales, simbólicos y prácticos
ligados a las poblaciones. Considerando que las “potencialidades” de una situación no son
dadas naturalmente, sino que son elaboraciones subjetivas basadas en prácticas concretas
con una proyección de futuro, y que en este caso no son las poblaciones quienes las están
definiendo, planteemos las siguientes dudas: ¿quién define las potencialidades?, ¿en base a
qué criterios lo hace?, y ¿con qué intención?

Sobre quién define las “potencialidades de desarrollo”


Durante el periodo de Juan Sabines Guerrero, 4 el Gobierno del Estado creó el Instituto
de Población y Ciudades Rurales (IPCR) para proponer al Ejecutivo estatal programas y
acciones para la implementación del proyecto de CRS. Asimismo, la Ley Orgánica de la
Administración Pública del Estado establece que al titular de este Instituto le corresponde
“concertar y promover acciones conjuntas con los sectores social y privado, a favor de
grupos prioritarios de la población”. 5 De acuerdo a esto, con la intención de “fomentar e
impulsar la participación ciudadana” conformaron un Consejo Consultivo Ciudadano
(CCC) que tiene por objetivo “acompañar, asesorar, evaluar y apoyar con recursos
financieros el proceso y los resultados”. 6
Presidido por integrantes de entidades empresariales, derivadas y afines, 7 y como
representante de “los sectores social y privado”, el CCC tiene una participación global en
el proyecto que le permite definir las necesidades de la población y proponer la manera de

4
Gobernador del Estado por el PRD en el periodo 2006-2012 comprometido ante notario público con La Declaración
de Comitán, proyecto económico presentado por Roberto Albores Guillén, ex gobernador priísta señalado por su
cercanía a grupos paramilitares y activo impulsor del plan contrainsurgente en la entidad. Mariscal, Ángeles, “Firman
alianza Roberto Albores y Juan Sabines”, La Jornada, 20 de junio, 2006.
5
Instituto de Población y Ciudades Rurales, “Formas de Participación Ciudadana”. 31 de diciembre, 2009.
6
Idem, “Consejo Consultivo Ciudadano”, <http://www.ciudadesrurales.chiapas.gob.mx/consejo-consultivo>.
7
Fundaciones Azteca, Telmex, BBVA-Bancomer, Adobe, Kalúz, Natura Mexicana, Unidos por Ellos; Academia
Mexicana de Arquitectura, Instituto Carso de Salud, Instituto Politécnico Nacional, Universidad Autónoma de Chiapas,
Organización de Empresarios por la Educación Básica, PRODEI, Sistema Educativo Brain Pop, Farmacias del Ahorro,
Sistema CRIT (Fundación Teletón), Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, Colegio de Ingenieros Civiles
de Chiapas, Colegio de Arquitectos Chiapanecos, Asociación de Padres de Familia, CANACO y COPARMEX.
Ciudades rurales sustentables: control poblacional para la dominación territorial

atenderlas, con la ventaja de no estar limitado ni al territorio chiapaneco ni a la


temporalidad de su gobierno. 8 El proyecto de CRS parece provenir de estos sectores, de
acuerdo a lo declarado por Sabines Guerrero: “El Gobierno (…) se sumó a esa iniciativa
de la sociedad civil, y desde entonces nos permitió hacer una ciudad, un programa, una
estrategia que esté sustentada en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM´s)”. 9
En un segundo plano el IPCR contempla la creación de las llamadas Asambleas de
Barrio y/o Comunitarias con habitantes de las CRS, en su papel de “grupos prioritarios
de la población”. Estas Asambleas sólo tienen injerencia a lo interno, en las cuestiones
concretas de cada localidad que el plan preconcebido les permite.
Manteniendo las prácticas paternalistas tradicionales en política social, el proyecto de
CRS da un giro al desplazar abiertamente el rol de tutor del Estado hacia la sociedad civil,
definida por el propio gobernador y en distintas ocasiones como representantes de la
iniciativa privada. 10

Sobre los criterios para definir las “potencialidades de desarrollo”


Las Ciudades y Villas Rurales se diseñan y edifican en función de los siguientes 5
componentes: “Desarrollo urbano y vivienda”; “Desarrollo social”; “Económico,
productivo y de servicios”; “Ambiental” y; “Legalidad y Gobierno”. 11
El componente “Económico, productivo y de servicios” considera: 1) Establecer y operar
proyectos agroindustriales, industriales, comerciales y de servicios que signifiquen efectivas
respuestas a la pobreza y que generen cambios verdaderos en la vida de las personas; 2) Impulsar
proyectos de reconversión productiva en las parcelas de origen de los beneficiarios. A su vez, el
componente “Ambiental” incluye: 1) Establecer en el entorno de las Ciudades y Villas Rurales

8
Hernández Moreno, Erisel, “Tercera Ciudad Rural del mundo”. Diario de Chiapas, 31 de marzo, 2011
9
Discurso de Sabines Guerrero al presentar los avances de la primer CRS Nuevo Juan de Grijalva ante miembros del
CCC. Gobierno del Estado de Chiapas, “Encabezan Sabines y Moctezuma evaluación de Ciudades Rurales”. Boletín
0579, 23 de febrero, 2010
10
Para distinguir esta definición particular a lo largo del texto utilizaré cursivas.
11
Instituto de Población y Ciudades Rurales, “marco Referencial. Componentes”,
<http://www.ciudadesrurales.chiapas.gob.mx/componentes>.
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Sustentables un programa de ordenamiento ecológico y territorial con propuestas de


conservación, restauración, manejo y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales; 2)
Realizar un diagnóstico de zonas degradadas, así como también un inventario de especies
vegetales nativas de la región, para realizar programas de reforestación.
Complementarios entre sí, estos puntos van de la mano con la “Ley para la Adaptación
y Mitigación ante el Cambio Climático en el Estado de Chiapas” 12 (LAMCC), derivada
del Plan de Desarrollo Chiapas Solidario 2007-2012. Esta ley faculta a las autoridades del
Estado y a una recién formada Comisión de Coordinación Intersecretarial (CCI) para la
toma y ejecución de decisiones, dándoles poder sobre cualquier otra instancia local,
incluida por supuesto la población. Una de las atribuciones de la CCI es “la promoción,
difusión y la aprobación de proyectos de reducción de emisiones y captura de gases de
efecto invernadero, de conformidad con el protocolo de Kyoto y de otros instrumentos
firmados y ratificados por el Gobierno Federal”. Esto explica el esfuerzo de las autoridades
estatales por entrar al mercado de los bonos de carbono y a los programas REDD y
REDD+. 13
Así, el combate a la pobreza y la reconversión productiva con consciencia ambiental se
presentan como criterios oficiales para definir las “potencialidades de desarrollo” del
estado, modelando el proyecto CRS, lo cual contrasta con la tendencia de desarrollo de la
entidad: 15% de su territorio concesionado a empresas mineras transnacionales; 14 90
proyectos hidroeléctricos y 100 mil Ha ya inundadas para su realización; 15 privatización

12
Gobierno del Estado de Chiapas, Ley para la adaptación y mitigación ante el cambio climático en el estado de Chiapas.
Diciembre, 2010.
13
Un excelente análisis crítico de los llamados “negocios verdes” puede leerse en: Díaz, Lucio (2011) “Crisis ambiental:
calendarios y geografías”. Revista Rebeldía, año 9, número 75.
14
Según datos de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), entre los años 2000 y 2009 se otorgaron 97
concesiones a empresas mineras principalmente canadienses en el Estado de Chiapas, equivalentes a 1.1 millones de
hectáreas.
15
Información de la Comisión Federal de Electricidad citada en Castro, Gustavo, “Chiapas y los nuevos proyectos
hidroeléctricos: amenaza a los pueblos y al cambio climático”. 25 de marzo, 2010.
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de mantos acuíferos a empresas como Coca-Cola; 16 una proyección de producción −con


la ayuda de capital privado− de 500 mil barriles diarios de petróleo para el año 2021; 17
anuncios públicos de crear un “nuevo Cancún” para el turismo; 18 más de 6 mil especies
vegetales y animales entregadas a la Universidad de Georgia, EU, como parte del llamado
ICBG-Maya, y con una importante participación en el proyecto International Barcode of
Life; 19 acuerdos firmados para la inversión privada extranjera en el manejo de bosques; 20 y
entidad líder en producción de biocombustibles 21 que proyecta reconvertir 1,570,000 Ha
para cultivos de jatropha o piñón, higuerilla, palma africana y caña de azúcar. 22
Centros y organismos defensores de los derechos humanos han criticado los programas
REDD y REDD+ por haberse instrumentado “como parte de la estrategia de despojo
territorial y despojo social en la selva Lacandona” y por generar por “la mercantilización y
privatización de un bien común” como el aire. 23 Esta alerta se agudiza al leer la LAMCC,
a lo largo de la cual está presente el llamado ordenamiento territorial, que incluye los

16
Según la información publicada por Sipaz, el Estado de Chiapas cuenta con el 30% del agua superficial del país y
el 25.9% de la población no dispone de agua potable, lo cual provoca que el 31% de las muertes se deban a enfermedades
intestinales.
17
Bellinghausen, Hermann y Ángeles Mariscal, “Oficial: Pemex explorará y extraerá crudo en la selva Lacandona,
afirma Kessel”. La Jornada, 24 de noviembre, 2008.
18
Mariscal, Ángeles, “Apoya Sabines proyecto económico de Albores”. La Jornada, 29 de junio, 2006.
19
El proyecto ICGB-Maya fue financiado por instituciones estadounidenses de salud, invirtiendo casi 2 millones y
medio de dólares, y fue cancelado en noviembre de 2001 a demanda de organizaciones como Ecosur, la cual coordina
ahora a nivel nacional el proyecto International Barcode of Life, el cual “busca colectar especies vegetales, animales,
microbianas, aislar su ADN y la secuencia de un gen específico para catalogar la especie y enviar su información a una
base de datos internacional, con datos geo-referenciados del sitio de colecta”. México es uno de los 5 mayores
contribuyentes de datos a nivel global. Ribeiro, Silvia, “REDD, satélites y biopiratería”. La Jornada, 7 de mayo, 2011.
20
En marzo de 2005 los gobiernos de Wisconsin y Chiapas firmaron un acuerdo que abre las 6 millones de ha de
bosques a la inversión privada. Algunas de las organizaciones involucradas han apoyado el desalojo de comunidades de
la selva Lacandona. Ribeiro, Silvia, “El retorno de los brujos”. La Jornada, 12 de marzo, 2005.
21
Los biocombustibles se consideran un remplazo “verde” a los combustibles fósiles, pero la argumentación en que se
apoya su promoción omite los severos daños causados por el remplazo de especies vegetales nativas, así como por el uso
químicos y semillas modificadas. Actualmente los derivados tienen usos industriales, de aditivos y generación de energía
para motores, entre ellos el biodiesel y su combinación con turbosina para aeronaves.
22
Datos de la Comisión Estatal de Biocombustibles, citados en García A., Miguel, “Territorios indígenas y
agrocombustibles en Chiapas, México: a las puertas el ecocidio y el despojo social”. Junio, 2007.
23
Foro Regional por la Defensa de los Derechos Humanos, “Pronunciamiento”. Diciembre, 2011.
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aspectos ecológico y humano a la vez que no reconoce a la población para el diseño, la


planeación ni para la implementación de este.

Sobre los intereses al definir las “potencialidades de desarrollo”


Del componente “Legalidad y Gobierno” tomemos dos puntos: 1) Generar condiciones
favorables para la construcción de sociedad, querencia y gobernanza, como principios
fundamentales para la sana convivencia en una nueva vecindad; 2) Establecer infraestructuras
que brinden los servicios de policía y buen gobierno en cada Ciudad y Villa Rural Sustentable.
De nuevo estos objetivos contrastan con la realidad: la Liga Mexicana por la Defensa
de los Derechos documentó que en la CRS Nuevo Juan de Grijalva se ha generado
“desintegración y conflictos internos en las comunidades afectadas” 24 debido al irregular
manejo de los recursos y al incumplimiento de los compromisos por parte de las instancias
gubernamentales. La organización afirma que ante la inconformidad de los “beneficiaros”
(según el lenguaje utilizado en el proyecto de CRS) “la respuesta del gobierno chiapaneco
ha sido silenciarlos por medio de prácticas represivas como el encarcelamiento”, “abusos

perpetuados por personal policiaco que ha[n] llegado a producir la muerte de dos personas
y un herido de gravedad”, además de “acciones de presión contra quienes no aceptan el
traslado, al grado de restringir los servicios de salud y educación a comunidades para
provocar que estos se muden a las ciudades rurales.” Aunque aquello de la “sociedad,
querencia y gobernanza” no ha funcionado, los “servicios de policía” sí han dado
resultados.
Lo mismo ha sucedido en anteriores planes de reubicación de poblaciones, como el
caso del Nuevo Centro de Población Ejidal Nuevo Montes Azules, construido en el 2005
por las autoridades estatales para los pobladores de El Censo, Santa Elena, Zapotal, Villa
las Rosas, Paraíso, Las Ruinas, Tumbalá y Petalcingo. Los pobladores reubicados sostienen
que no obtuvieron ninguna de las promesas del gobierno, al grado de que este ni siquiera

Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos, “Informe sobre afectados por Tapón del Rio Grijalva”. 9 de marzo,
24

2011.
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había comprado el terreno en que los asentaron, por lo que el antiguo poblador quiso
ocuparlo de nuevo. Ante esto, las autoridades amenazaron con cárcel a quienes intentaran
volver a sus terrenos de origen y quienes no aceptaron la reubicación fueron desalojados
por la fuerza. 25
Un año antes ocurrió algo parecido con 25 familias del poblado San Francisco El
Caracol, en la Zona de Montes Azules, a quienes llevaron al Nuevo Poblado Santa Martha.
Aun cuando la llamada “aldea modelo” se encontraba inhabitable al momento del traslado,
las autoridades declararon como “un hecho histórico la primera reubicación integral de
un poblado irregular enclavado en esta zona de la selva.” 26 Un caso más que sirve de
antecedente es el poblado Nueva Magdalena, “aldea modelo” a la que se reubicaron 21
familias procedentes de San Isidro. 27 Ambos proyectos, diseñados por la misma
administración, son ahora considerados poblados fantasmas.
A partir de la creación de Santa Martha, Nueva Magdalena y Nuevo Montes Azules la
relación entre el discurso pro conservación ambiental y las reubicaciones poblacionales se
ha reforzado con el componente autoritario. Por ejemplo, en abril de 2007 autoridades de
la SEMARNAT y de la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) declararon ilegales a seis
poblados en la reserva ecológica de Montes Azules, algunos asentados ahí desde 1935, por
violar la Ley General de Equilibrio Ecológico. 28 En agosto de 2008 la Red por la Paz
denunció la llegada a Ranchería Corozal de representantes de la Comisión Nacional de
Áreas Naturales Protegidas, de la SRA y de la Secretaría de Gobierno del Estado,
acompañados por cerca de 50 policías y militares quienes realizaron un conteo de viviendas

25
Representantes de la comunidad Nuevo Montes Azules “Comunicado de acción pública”. 19 de marzo, 2011.
26
Cuando los pobladores fueron trasladados en helicóptero para el acto de inauguración con funcionarios federales,
el lugar tenía sólo 5 casas construidas y los servicios de agua, bodega y patios de secado de café aún se encontraban
inservibles. Mariscal, Ángeles, “Desalojan con sigilo a 25 familias de Montes Azules”. La Jornada, 5 de julio, 2004.
27
Este poblado fue formado por comunidades desplazadas por violencia paramilitar y policial de Chavajeval,
municipio El Bosque. Mariscal, Ángeles “Familias de San Isidro entregan terrenos de Montes Azules”. La Jornada, 7 de
noviembre, 2004.
28
Mariscal, Ángeles, “Declaran ilegales seis poblados de la reserva de Montes Azules”. La Jornada, 4 de abril, 2007.
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y una medición de los terrenos. Las autoridades acabaron planteando a los pobladores que
sólo podrían optar por la indemnización o por la reubicación. 29
Todos estos casos tienen en común, además de haber fracasado, que a las familias se les
reubicó por supuestos motivos “ambientales”, que ante las denuncias y reclamos la
respuesta ha sido represiva y que sobre las tierras desalojadas acabaron especulándose
intereses económicos, comerciales, ecoturísticos y de bioprospección, 30 evidenciando con
esto que no ha sido el bienestar de las poblaciones ni el motor ni el interés de dichos
proyectos. Sin embargo, a diferencia de las llamadas CRS estos proyectos se
implementaron para evacuar los asentamientos humanos sólo en la reserva de Montes
Azules, por lo que resulta necesaria una mirada a la historia reciente de esta selva y a su
pretendido reordenamiento poblacional para comprender las intenciones reales de los
proyectos de reubicación en Chiapas.

La selva: dos mapas en conflicto


La llamada selva Lacandona ha sido habitada por diferentes pueblos mayas, aun después
de la muerte de los indígenas lacandones originarios. En 1971, 66 familias de indígenas
caribes procedentes de Campeche presentaron una solicitud agraria por un total de 10,000
Ha. En 1972 el entonces presidente Luis Echeverría respondió con el Decreto y Titulación
de Bienes Comunales de la Zona Lacandona, haciendo pasar a los caribes por lacandones
y dotándoles de 614,321 Ha (casi 10,000 Ha a cada núcleo familiar), despojando
“legalmente” con esto a 3 mil familias choles y tzeltales con resoluciones presidenciales o
trámites de regularización anteriores a la solicitud caribe. A partir de este hecho la nueva
“comunidad lacandona” ha sido la aliada estratégica tanto para el gobierno estatal y federal

29
Red Por la Paz, “Pronunciamiento público contra el acoso y hostigamiento militar a las y los habitantes de la
Ranchería Corozal, Montes Azules”. 22 de agosto, 2002.
30
Bellinghausen, Hermann, “Disfrazan en Chiapas intereses turísticos con acciones a favor del amiente” La Jornada,
14 de septiembre, 2004.
Ciudades rurales sustentables: control poblacional para la dominación territorial

como para empresas madereras, petroleras, turísticas y de bioprospección


posteriormente. 31
En 1978 se decretaron simultáneamente la Zona de Protección Forestal (ZPF) y la
Reserva Integral de la Biósfera Montes Azules (RIBMA), con 2,600,000 y 331,200 Ha de
superficie respectivamente. Estas zonas de reserva coincidieron con el interés del presidente
en turno, José López Portillo, por la extracción de petróleo y con los yacimientos
encontrados tras los proyectos de prospección que realizaron en la entidad. Un mapa de
1993 (durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari) muestra que las grandes áreas
deforestadas en la selva coincidían en mayor o en menor medida con las regiones donde
las empresas transnacionales reconocían la presencia de petróleo, así como con los puntos
donde PEMEX había realizado pozos exploratorios. 32
Por lo tanto el decreto oficial de la “comunidad lacandona” representa el inicio de dos
procesos históricos: 1) el constante esfuerzo por desalojar a los pobladores de la selva,
siempre a la par de las posibilidades de inversión y acumulación de capital que el territorio
ha ido representando a las empresas e instancias de gobierno; 2) el comienzo de procesos
organizativos, heterogéneos en formas, reivindicaciones y demandas, pero que comparten
la exigencia de tierras. Cada uno de estos procesos ha implicado el trazo de mapas
contrapuestos entre sí. 33 En el conflicto de intereses generados por esto, el uso de la fuerza
y la violencia han sido recurrentes por parte de los gobiernos estatal y federal, y muchas
veces avalada o impulsada por instancias privadas; a la par, los planes de inversión y
explotación de recursos han desbordado por mucho los límites de las zonas de reserva
establecidas en el estado, llegando a regiones sin argumentos preexistentes que justifiquen

31
Para ilustrar esta estrecha relación, en 1974 el gobierno federal creó la Compañía Forestal de la Lacandona, S.A.,
nombrando a los comuneros “lacandones” accionistas sin su conocimiento. Ocho meses después los caribes firmaron
un contrato con esta empresa maderera por 35 mil m3 anuales de caoba y cedro por diez años, además de recibir del
gobierno 5 mil pesos cada uno semestralmente por el llamado “derecho de monte”. Maderas del Pueblo del Sureste,
A.C., “Breve historia de la llamada ‛comunidad lacandona’”. Diciembre, 2002.
32
Barreda, Andrés y Rolando Espinosa, “Chiapas en mapas” Sembrando Viento, núm. 3, 2000.
33
Tomo el concepto de Porto Gonçalves, quien define geografía como un verbo que expresa la “re-presentación de la
acción de los sujetos sociales”. Porto Gonçalves, Carlos Walter. Geo-grafías. Movimientos sociales, nuevas territorialidades
y sustentabilidad. 2001
Depredación: ciudades rurales, comunidades intervenidas y espacios en conflicto

los desplazamientos poblacionales. La lógica de reordenamiento territorial, tan presente


en los intentos de desalojo en la selva Lacandona y en la argumentación del proyecto CRS
hace indispensable un análisis de las relaciones entre la violencia, las reubicaciones y las
políticas públicas.

Guerra, políticas públicas y reordenamiento territorial

La guerra para el control de poblaciones y recursos


Las acciones represivas por parte del ejército, policías y las llamadas “guardias blancas” han
ido a la par del intento de despojo de poblaciones y de la concentración del territorio
selvático en manos de allegados al gobierno y empresas privadas, 34 lo cual muestra que la
violencia del Estado es anterior al levantamiento armado del Ejército Zapatista de
Liberación Nacional (EZLN). La creciente organización autónoma de las comunidades
zapatistas sobre sus territorios ha sido uno de los principales obstáculos para el
reordenamiento territorial buscado por los capitales privados interesados en invertir en el
estado. A pesar de las iniciativas cívico-políticas emprendidas por los zapatistas para una
salida pacífica del conflicto, los distintos niveles de gobierno han respondido con
violencia. 35 Lo particular a partir de enero de 1994 es que las formas en que la violencia
estatal se ha manifestado tienen su origen en estrategias diseñadas y operadas por órganos
militares profesionales que incluyen en sus planes a las distintas instancias políticas,
económicas y sociales del Estado, y por lo tanto no se limitan al combate contra un cuerpo
armado enemigo (como los principios legales de la guerra exigen), sino que se han

34
Para una breve cronología de acciones represivas por parte de fuerzas oficiales y “guardias blancas” correspondiente
al periodo 1974-1993, Morquecho, Gaspar, “Deshonra militar, militarismo y contrainsurgencia”. Revista Contralínea,
diciembre, 2010.
Muñoz Ramírez, Gloria. 20 y 10, el fuego y la palabra. Ediciones Rebeldía / La Jornada Ediciones. México, D.F.
35

2003
Ciudades rurales sustentables: control poblacional para la dominación territorial

extendido contra cualquier grupo -organizado políticamente o no- cuya presencia


interfiera con los intereses económicos privados sobre el territorio.
En el 2005 el Centro de Análisis Político e Investigaciones Sociales y Económicas
(CAPISE) contabilizó en Chiapas 91 instalaciones militares y 41 terrenos adquiridos y
expropiados por la Secretaria de Defensa Nacional (SEDENA), los cuales suman un total
de 4,976.782 Ha. 36 El número de posiciones militares en el estado, considerando retenes
y puntos de vigilancia, ha llegado hasta 250. Se estima que el número de efectivos militares
en la entidad ha sido mayor a 70 mil, 37 lo cual sería equivalente a una tercera parte del
total de militares en el país según lo reconocido por la propia SEDENA. 38 Por su parte,
un estudio realizado por Global Exchange, el Centro Nacional de Comunicación Social
(CENCOS) y el Centro de Investigaciones Económicas y Políticas de Acción Comunitaria
(CIEPAC), expuso que la disposición espacial de los emplazamientos militares está
relacionada, además de al intento de control del EZLN, a “la estructura natural del espacio
(…), con la distribución histórica de su población y con sus continuos movimientos
migratorios, o con la presencia de infraestructuras y riquezas estratégicas”, haciendo énfasis
en la existencia de posiciones castrenses enclavadas en las regiones con recursos petroleros,
hidroeléctricos, mineros y con alta biodiversidad, para lo cual juegan un papel importante
el control de los caminos existentes y la construcción de nuevas rutas. 39 Por lo tanto la
militarización no tiene como intención la seguridad nacional, sino combatir a los procesos
organizativos que resisten y se oponen al control del territorio, de la tierra como mercancía
y de los recursos geoestratégicos por parte de intereses privados amparados por el Estado,
en un fenómeno denominado por Carlos Fazio como la territorialidad de la dominación. 40

36
Centro de Análisis Política e Investigaciones Sociales y Económicas, S.A. (2005). Derechos colectivos de pueblos
indígenas, parte primera: la ocupación.
37
La SEDENA ha reservado la información al respecto. Ramos Martínez, Baltasar y Maróia Patricia Pérez Moreno,
Militarización y trabajo sexual en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. S.C, (Chiapas Sna Itzamná-Tezcatlipoca, 2009).
38
El total de efectivos hasta el 13 de julio de 2011 era de 206,013 en todo el país. Secretaría de Defensa Nacional
(2011) “Oficio número 0003240 de la Unidad de Enlace”.
39
Siempre cerca, siempre lejos: las Fuerzas Armadas en México. 2000
40
La territorialidad de la dominación. Militarismo, recursos geoestratégicos y resistencias. Conferencia presentada en la
“Cátedra Karl Marx: la crisis del capitalismo contemporáneo”, noviembre de 2010
Depredación: ciudades rurales, comunidades intervenidas y espacios en conflicto

El posicionamiento militar en zonas de interés para las empresas privadas y el desalojo


de poblaciones se promueve con el ropaje retórico de “protección al medio ambiente”. El
24 de diciembre de 2001 Ignacio Campillo, entonces titular de la Procuraduría Federal
de Protección al Medio Ambiente (PROFEPA), anunció: “pronto el ejército entrará a la
Áreas Naturales Protegidas de alta ingobernabilidad para eliminar al crimen organizado
que ahí se refugia y poner orden a estas zonas de amplia riqueza natural, permaneciendo en
ellas a fin de evitar que sean retomadas y con ello garantizar la seguridad a la iniciativa privada
que desea invertir.” 41 En su informe anual del 2002, la PROFEPA declaró que realizaron
acciones de “inspección y vigilancia” en “zonas críticas forestales”, las cuales caracterizaron
por su “agudo deterioro ambiental” y por presentar “problemas considerados como de
ingobernabilidad”, debido a lo cual “su recuperación ha requerido un esfuerzo sostenido
y coordinado con diversas secretarías de estado y la fuerza pública de los tres niveles de
gobierno”. 42
Los intereses económicos y militares extranjeros por los recursos naturales del estado se
convierten en políticas ambientales y sociales. En octubre del 2001 una delegación
estadounidense conformada por el agregado militar, el encargado de asuntos económicos
y comerciales y el encargado de asuntos políticos de la embajada de Estados Unidos en
México visitaron la región de Montes Azules y la zona de los Altos y se entrevistaron con
médicos tradicionales del Consejo de Organizaciones de Médicos y Parteras Indígenas
Tradicionales de Chiapas, quienes escucharon decir al agregado comercial de Washington:
“Queremos hacer bioprospección en la selva Lacandona, pero también nos interesa hacerlo
en todo Chiapas y en todo el mundo. Nuestro interés es, básicamente, comercial y
estratégico”. 43 Un mes después la misma delegación mantuvo reuniones con autoridades
estatales y federales y en diciembre, coincidiendo con el director de la PROFEPA antes

41
Citado en Delgado-Ramos, Gian Carlo. Biodiversidad, desarrollo sustentable y militarización. Esquemas de saqueo en
Mesoamérica. Plaza y Valdés / CEIICH / UNAM. México, 2004. (Cursivas del original).
42
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente “Informe anual 2002”, 2002
43
Bellinghausen, Hermann “EU, organismos mundiales y transnacionales quieren limpiar de indígenas Montes
Azules”. La Jornada, 25 de marzo, 2002.
Ciudades rurales sustentables: control poblacional para la dominación territorial

citado, el entonces titular de Seguridad Nacional Adolfo Aguilar Zinser declaró que en 9
regiones del país existían actividades de terrorismo ambiental, y por “tratarse de una
operación de guerra”, el Estado desplegaría en ellas "toda su fuerza a escala militar." 44
Otro componente de la violencia militar por parte del Estado son los grupos
paramilitares. A diferencia de las “guardias blancas” que sirven de policías particulares
(principalmente de ganaderos y hacendados, siendo tolerados por las autoridades), los
paramilitares son grupos civiles, armados, entrenados y financiados por el Ejército
Nacional Mexicano y el gobierno, cuyas funciones forman parte de una estrategia militar
ilegal y no reconocida públicamente. Aunque las autoridades federales y estatales han
negado su existencia en reiteradas ocasiones, 45 varios organismos de derechos humanos,
nacionales e internacionales, han logrado ubicar más de 15 grupos paramilitares −sólo en
Chiapas− desde 1994. 46 Como confirmación, una ficha informativa del Departamento de
Defensa de Estados Unidos fechada en 1999 explica que “los servicios de Inteligencia
Militar debían organizar secretamente a ciertos sectores de la población civil, entre otros a
ganaderos, pequeños propietarios e individuos caracterizados con un alto sentido
patriótico” a fin de apoyar las operaciones castrenses. 47 El llamado Plan de Campaña
Chiapas 1994 (PCCh), diseñado por la SEDENA, explica que la intervención castrense
“está relacionada a intereses particulares, al fomentar que “la población amiga defienda lo
que es suyo”, lo cual “es válido en especial para los ganaderos y pequeños propietarios.”
Para esto estipula los siguientes puntos: 1) “Las operaciones militares incluyen el

44
Op. cit.
45
Entre otros, los funcionarios que han negado a los paramilitares son: Jorge Madrazo siendo titular de la PGR y
Francisco Labastida Ochoa como Secretario de Gobernación, en 1997; Antonio Gamboa López, Subsecretario de
Gobierno en materia de derechos humanos de Chiapas y Alejandra Sota, portavoz de seguridad del gobierno de Felipe
Calderón Hinojosa.
46
Algunos de estos son: Paz y justicia (ahora conocida como Unión Regional Campesina Indígena, UCRI), los
Chinchulines, Movimiento Indígena Revolucionario Antizapatista (MIRA), Máscara Roja, los Quintos, los Puñales, y
actualmente la Organización para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos OPDDIC. Centro de Derechos
Humanos Fray Bartolomé de Las Casas.
47
Titulada como Participación militar en los grupos paramilitares de Chiapas, esta ficha fue fechada el 5 de mayo de
1999 y desclasificada en agosto de 2009. Peña, Guido, “Confirma EU: el Ejército entrenó a paramilitares”. Diario
Milenio, 20 de agosto, 2009.
Depredación: ciudades rurales, comunidades intervenidas y espacios en conflicto

adiestramiento de fuerzas locales de autodefensa, para que participen en los programas de


seguridad y desarrollo;” 2) el “asesoramiento y apoyo de las fuerzas de autodefensa u otras
organizaciones paramilitares” es responsabilidad de los instructores del Ejército y; 3) en
“caso de no existir fuerzas de autodefensa, es necesario crearlas.” 48 Lo característico de estas
formas de “apoyo” es que sirven para generar conflictos que públicamente son declarados
de orden civil, como confrontaciones entre particulares, teniendo por ello la doble
finalidad de desmantelar el tejido social y comunitario, a la vez de justificar la intervención
de las fuerzas oficiales del Estado. 49
Una de las acciones más importantes del EZLN en 1994 fue la “recuperación de tierras”
hasta esa fecha acaparadas por grandes terratenientes, y a partir de ese momento trabajadas
colectivamente por las bases de apoyo zapatistas. Por tal motivo, una de las principales
funciones de los grupos paramilitares ha sido el despojo de esos terrenos. Es el caso de la
Organización para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (OPDDIC), 50 que
se desenvuelve en dos “frentes”: 1) como grupo civil armado para desalojar familias y
comunidades de sus territorios, y; 2) como agencia de gestoría, tanto para obtener apoyos
de los proyectos de asistencia social y estímulos productivos para el “combate a la pobreza”,
como para tramitar la solicitud y regularización de tierras, a través del Programa de
Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares (PROCEDE) y del Programa
de Certificación de Derechos Comunales (PROCECOM) 51 ante la Procuraduría Agraria

48
Marín, Carlos “Plan del Ejército en Chiapas, desde 1994: crear bandas paramilitares, desplazar a la población,
destruir las bases de apoyo del EZLN”. Proceso, núm 1105, 4 de enero, 1998.
49
Un ejemplo es el comunicado que la Junta de Buen Gobierno del Caracol de La Garrucha emitió el 7 de julio de
2011, en el cual denunció: “Los malos gobiernos Felipe Calderón Juan Sabines Guerrero y el presidente municipal de Ocosingo
Arturo Súñiga, han intensificado la campaña de contra insurgencia, manipulando a los dirigente de las Organización Regional
de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO) pero a la ves los dirigentes manipulan a las vaces para emfrentarnos entre campesinos,
entregando tierras recuperados se ve claro que los malos gobiernos quiere que entre campesinos nos emfrentamos y nos matemos.”
Junta de Bueno Gobierno El Camino del Futuro, “Denuncia a la opinión pública”. 7 de julio, 2011.
50
Bellinghausen, Hermann “La Opddic, entre la actividad paramilitar y el reparto de tierras de comunidades
autónomas”. La Jornada, 20 de febrero, 2007.
51
Creados a partir de la reforma al artículo 27 constitucional, el objetivo oficial del PROCEDE y del PROCECOM
es dar a campesinos e indígenas seguridad jurídica sobre su propiedad. En los hechos la regularización ha fragmentado
a comunidades y ejidos, dando pie a que los ahora propietarios individuales puedan rentar o vender sus tierras a empresas
y a terratenientes, muchas veces bajo engaños, amenazas y/o presiones. García A., Miguel Ángel (2007) “Territorios
indígenas y agrocombustibles en Chiapas, México: a las puertas el ecocidio y el despojo social”. Junio.
Ciudades rurales sustentables: control poblacional para la dominación territorial

del Estado. Como muestran las constantes denuncias de las autoridades autónomas
zapatistas, 52 la estrecha relación entre las dependencias de gobierno y los grupos
paramilitares evidencia que son parte del mismo proceso para el despojo y dominio
territorial. De acuerdo a esto, distintas instancias gubernamentales juegan un papel
decisivo como articuladoras de marcos legales y discursivos que justifican la intervención,
lo cual es una muestra de lo que López y Rivas ha denominado “la paramilitarización como
política de Estado”. 53 A su vez, el uso por parte del gobierno de frentes oficiales y
criminales simultáneamente, articulados desde un órgano militar profesional, descarta las
buenas intenciones de los programas y proyectos que propone.

Lógica militar, “ingeniería social” y políticas sociales


Aun cuando el origen de los estados modernos se debe a la guerra, 54 las formas de violencia
que detentan, incluyendo la militar, deben regularse con otros dispositivos como son las
instituciones político-jurídicas, nacionales e internacionales. Sin embargo, las formas de
intervención militar a las que nos hemos referido rebasan los límites legítimos de poder
que los Estados pueden conferir a las instituciones castrenses oficiales. A pesar de ser
diseñadas por instancias militares profesionales legales y a diferencia de las formas
convencionales de guerra, éstas no se limitan a la dirección de fuerzas armadas regulares
para el combate contra semejantes opuestas, sino que además se inmiscuyen en el ámbito
civil, abarcando sus aspectos económicos, políticos, jurídicos, sociales, psicológicos y
culturales.
Aun cuando en teoría militar existen varios vocablos para dichos tipos de guerra, el más
común es “guerra de baja intensidad”, el cual hace suponer que a falta de enfrentamientos

52
Estas denuncias se pueden consultar en la sección de denuncias del sitio enlacezapatista.ezln.org.mx
53
López y Rivas, Gilberto, “Paramilitarismo como política de Estado en Chiapas”. La Jornada, 5 de agosto, 2011.
54
Como resultado de la Guerra de los Treinta Años, la Paz de Westfalia fue el acuerdo sobre el que se construyó la
estructura interestatal europea, dando lugar a “una suerte de orden político internacional” que puso fin a “la guerra
generalizada y al desorden internacional que se registraba desde el siglo XV. Patiño Ávila, Carlos Alberto. El origen del
poder de Occidente. Estado, guerra y orden internacional. Siglo del Hombre Editores, Bogotá. 2005. p. 40.
Depredación: ciudades rurales, comunidades intervenidas y espacios en conflicto

directos entre fuerzas armadas los conflictos son menos violentos, lo cual difiere de lo
expresado por el oficial estadounidense Waghelstein, quien criticó la locución por
describir el nivel de violencia estrictamente desde un punto de vista militar, asegurando
que ese tipo de conflictos involucran una “guerra política, económica y psicológica, con
los militares ubicados en un distante cuarto lugar en muchos casos.” 55 Este tipo de guerra,
que podríamos considerar de amplio espectro, proviene de las luchas llamadas de
“contrainsurgencia”, la cuales se definen en función de un enemigo interno nacional aun
cuando las redes de intereses que buscan la represión de los grupos disidentes trascienden
a los Estados-nación debido a que el común de estos conflictos tiene raíces coloniales y
neocoloniales. 56 Un antecedente importante en el uso de estas tácticas contra fuerzas
disidentes nacionales fue realizado por el coronel de la Fuerza Aérea estadounidense
Edward Lansdale, al asesorar al gobierno de Filipinas para reprimir al movimiento Huk
en 1947. Lansdale diseñó operaciones cívico-militares, utilizando al ejército en campañas
de asistencia social y de atención sanitaria, en la construcción de caminos, clínicas y
escuelas, buscando con ello ganarse el apoyo de la población para aislar al grupo
insurgente. 57
Las reubicaciones poblacionales son también medulares en la lógica militar
contrainsurgente. Esta táctica de desplazamiento de habitantes como ofensiva fue ensayada
por primera vez en Malasia, por el ejército británico, en la guerra anticomunista
emprendida entre 1948 y 1960. Las llamadas “aldeas estratégicas” eran núcleos
poblacionales fortificados tanto para impedir a la insurgencia tener contacto con los civiles,

55
John D. Waghelstein fue comandante de la Séptima Fuerza Especial, asentada en Fort Bragg (Carolina del Norte),
sede del colegio en el cual el ejército de EU entrenó a militares de varios países latinoamericanos. Algunas de sus
actuaciones fueron las Operaciones Furia Urgente (Granada, 1983) y Causa Justa (Panamá, 1989). Actualmente la SFE
participa en la ocupación de Iraq y Afganistán. Waghelstein, John, “Post-Vietnam Counter Insurgency Doctrine”,
Military Review. Enero de 1985. Citado en Selser, Ídem 41, p.105
56
El colonialismo es una dominación política, económica y social a través de la administración directa de una nación
sobre otra. El neocolonialismo se considera comenzó en la década de los 60´s del siglo XX, cuando las naciones oprimidas
lograron el reconocimiento de su independencia política sin romper con el dominio de las metrópolis, ahora
principalmente por medio de presiones económicas. Panov, “El neocolonialismo: sus métodos económicos”. En V.
Panov y K. Ivanov, El neocolonialismo. Países “pobres” y países ricos. Ed. Cártago, Buenos Aires, 1974.
57
Sohr, Raúl. Para entender la guerra. CONACULTA / Alianza Editorial Mexicana, México, 1990. p. 38
Ciudades rurales sustentables: control poblacional para la dominación territorial

como para la vigilancia y control de éstos a lo interno. A partir de ahí han sido utilizadas
en países como Kenia, Indochina, Argelia, Vietnam, Afganistán, Guatemala y Nicaragua. 58
El antes referido PCCh muestra la influencia de esta táctica al afirmar, refiriéndose al
conflicto en el estado de Chiapas, que la “concentración de esas bases de apoyo a otras
áreas dejaría a los zapatistas sin esos elementos esenciales y bajaría la moral de los
subversivos al alejarlos de su familia.” 59 Este es un punto clave que debe estar presente en
nuestro cuestionamiento sobre los intentos de desalojo en la RIMBA y sobre el proyecto
de CRS.
Sin embargo, aun cuando las “aldeas estratégicas” se muestran como un antecedente
militar directo de los proyectos de reubicación poblacional en Chiapas, existe otro –
también de origen bélico– menos claro y más complejo, que resulta indispensable
alumbrar para comprender el paso de la forma militar a la forma político-social con que se
llevan a cabo el control poblacional y la dominación territorial para la acumulación de
capital. Una pieza clave en este cambio fue Robert S. McNamara, 60 uno de los principales
artífices de la agresión militar contra Vietnam. Como Secretario de Defensa de EU (1961-
1968) reorganizó al Pentágono, intensificó la guerra en el sudeste asiático 61 y se dio cuenta
que a pesar de su superioridad bélica y de sus amplios conocimientos sobre las guerrillas, 62

58
Sohr, Ídem, p. 37.
59
“El objetivo de las operaciones psicológicas es”, según el PCCh, “destruir la voluntad de combatir del EZLN; ganar
para el gobierno el apoyo de la población civil.” A la policía le corresponde “Proporcionar un ambiente de seguridad
física y psicológica entre la población ajena al conflicto”. Marín, Carlos (1998) Ídem.
60
Graduado en Harvard, sirvió a la fuerza aérea estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial diseñando los
bombardeos a poblaciones desde aviones como el B-29 en base a análisis estadísticos. Ingresó a la compañía Ford, de la
cual fue Presidente – Director General sólo 5 semanas debido a que John F. Kennedy, al asumir la presidencia de
EE.UU., lo invitó personalmente a dirigir el Pentágono. Al respecto puede verse el documental autobiográfico The fog
of war: eleven lessons from the life of Robert S. McNamara (2003), dirigido por Errol Morris.
61
En 1964 presentó “pruebas” del ataque de embarcaciones vietnamitas a buques estadounidenses, argumento clave
de la denominada “Resolución del Golfo de Tonkin” que concedió plenos poderes al presidente Johnson sobre su
intervención en el conflicto. Durante su administración logró aumentar el número de tropas estadounidenses en
Vietnam, llegando a un total de más de 500 000 soldados, debido lo cual la guerra en dicho país asiático ha sido también
denominada “la guerra de McNamara”. Toussaint, Éric y Damien Millet, La doble culpa de Robert McNamara, en:
<www.voltaire.org>.
62
De acuerdo a Zibechi “miles de oficiales del Pentágono estudiaron las obras de Mao Tse Tung y Ernesto Guevara
para familiarizarse con la guerra de guerrillas y siguieron los cursos anti-insurrección que Kennedy había ordenado se
impartieran a los funcionarios destinados a embajadas y misiones en el Tercer Mundo”. Zibechi, Raúl. América Latina:
contrainsurgencia y pobreza. Ediciones Desde Abajo. Bogotá, 2010, p. 38.
Depredación: ciudades rurales, comunidades intervenidas y espacios en conflicto

su país estaba siendo vencido en Vietnam, lo cual le llevó a considerar que las llamadas
“guerras de liberación nacional” no podían ganarse por medios exclusivamente militares
debido a que sus motivos eran políticos y sus raíces se encontraban en las desigualdades
sociales. En base a esto, el aparato militar estadounidense recurrió a ayudas económicas y
a prácticas de asistencia social con la finalidad de socavar la infraestructura y base social
del Viet Cong, iniciándose por parte del Pentágono la investigación y estudio de “sistemas
de ingeniería social”. En ese periodo se acuñó el concepto de “contrainsurgencia”,
teniendo ésta por fin “influir en el comportamiento y actuación del pueblo”. 63
En 1968 McNamara abandonó el cargo de Secretario de Defensa para ser nombrado
Presidente del Banco Mundial (BM), puesto que desempeñó hasta 1981 64 y en el cuál
puso en práctica lo aprendido durante su dirección de la maquinaria de guerra
estadounidense. 65 Así, bajo el criterio de que la injusticia social y la pobreza ponían en
peligro la estabilidad de sus aliados, durante su gestión el BM centró su producción teórica
en una estrecha relación entre desarrollo y seguridad, siendo las políticas de “combate a la
pobreza” el eje de su administración.
Aun cuando distintas instancias estatales y sociales concebían la pobreza de manera más
integral, a mediados de los 70´s el BM logró imponer su propia definición, considerándola
como un fenómeno estrictamente económico relacionado con la capacidad de consumo
de bienes. 66 De acuerdo a sus criterios se determina de manera arbitraria como “no pobres”
a los grupos de población con un ingreso per cápita mayor al dólar diario, sin considerar
las condiciones reales del país y región en que habitan. 67 Para soportar teóricamente tales
ideas, el BM financió la investigación local y formó técnicos capacitados en la elaboración

63
Klare, Michel T. La guerra sin fin (1974). Citado por Zibechi, Ídem, p. 38.
64
Toussaint, Éric y Damien Millet, Ídem, p.
65
Siguiendo a Zibechi, “no es la primera vez que las fuerzas armadas se revelan como fuente de inspiración teórica y
material del capitalismo; aunque lo particular, en esta ocasión, es lo aprendido en relación a las técnicas de organización
social”. Zibechi, Ídem, p. 39.
66
Cardarelli, Graciela y Mónica Rosenfeld, Las participaciones de la pobreza. Programas y proyectos sociales. Paidós.
Buenos Aires, 1998.
67
Chossudovsky, Michel. Globalización de la pobreza y Nuevo Orden Mundial. Siglo XXI Editores. México, 2003. p.
38.
Ciudades rurales sustentables: control poblacional para la dominación territorial

y diseño de proyectos y programas que construyeron un campo de estudios dedicado a la


pobreza, legitimando al mismo tiempo un nuevo vocabulario centrado en términos como
eficiencia, mercado, renta, activos, vulnerabilidad, ayuda a los pobres, manejo de la pobreza,
focalización, necesidades básicas, etc. Así el BM y los nuevos “especialistas” lograron instalar
a la pobreza como el principal problema, invisibilizando las estructuras sociales de poder
y explotación, la acumulación de capital, el despojo y la concentración territorial como
causantes de la miseria y la desigualdad y, a decir de Raúl Zibechi, recuperando las
prácticas coloniales “ya que nunca son los pobres (quienes) definen la pobreza sino las
instituciones ‛especializadas’ globales o gubernamentales.” 68 En función a tal discurso, los
también llamados programas de “alivio” o “reducción” de la pobreza conciben que ésta se
puede combatir suministrando algunos bienes y servicios como educación, salud y agua
potable (es decir, paliando las verdaderas causas), así como aumentando la “productividad
de los pobres” brindándoles líneas de crédito e insertándoles en el mercado, 69 teniendo
por finalidad, al igual que las estrategias de contrainsurgencia, el desmantelamiento de las
disidencias políticas desde la base social. 70 De esta manera los programas de “combate a la
pobreza” han sido el conducto por el cual la lógica militar de control de poblaciones se
trasladó al terreno de las políticas sociales, implementando a través de ellas los
conocimientos sobre “ingeniería social” adquiridas por el Pentágono.
Bajo la lógica de la “reducción sustentable” de la pobreza se instauraron mecanismos
flexibles para su manejo, considerando a los pobres como “grupo beneficiario”. Estas
“poblaciones objetivo” obtuvieron una “compensación social” a través de “redes de
apoyo”, con la intención de amortiguar los efectos de los ajustes económicos promovidos
por el mismo BM como negociación por las deudas externas de los países, los cuales

68
De acuerdo al autor, esa posición aísla “el fenómeno de la pobreza de las relaciones sociales hegemónicas”. Zibechi,
Ídem, p. 44.
69
Esta lógica se puede resumir, con palabras de Mendes, en “repartir un pedazo del crecimiento de la riqueza y no la
riqueza”. Citado por Mendes Pereira, Joao Mauricio, O Banco Mundial como autor político, intelectual e financiero
(2009). Citado por Zibechi, Ídem, p. 43.
70
Cardarelli y Rosenfeld afirman que el sesgo economicista adoptado por el BM “fue el reflejo de una preocupación
por la amenaza ‛revolucionaria’ de los pobres.” Cardarelli, Graciela y Mónica Rosenfeld, Ídem, p. 43.
Depredación: ciudades rurales, comunidades intervenidas y espacios en conflicto

implicaron entre otros cambios el recorte de los sectores sociales de los Estados. En varios
países considerados “en vías de desarrollo” se establecieron los llamados “fondos de
emergencia social”, financiados con recursos predominantemente externos y operados en
gran medida por estructuras extraestatales como las organizaciones no gubernamentales
(ONG´s), logrando la privatización de servicios y la adopción por parte de la sociedad civil
de muchas de las funciones de los gobiernos a nivel local. 71 En México se creó en 1988,
durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari, 72 el Programa Nacional de Solidaridad
(Pronasol). 73 Tal ha sido la “solidez” teórica sobre la pobreza desarrollada por el BM
durante la gestión de McNamara que ésta continua siendo el eje de la cooperación
internacional al desarrollo, incluyendo al sistema de Naciones Unidas y a sus denominados
ODM´s. 74
Por la definición de los problemas, los mecanismos propuestos para resolverlos, así
como los actores involucrados en su concepción y desarrollo, resulta evidente la influencia
de la lógica militar de control poblacional bajo su forma político-social en el proyecto de
CRS.

Destrucción y reconstrucción para el reordenamiento territorial


El proceso de reorganización global del sistema capitalista conlleva una reconfiguración
territorial, la cual implica el desplazamiento de los sitios de extracción y producción,
cambios y aperturas de rutas comerciales y de transporte, la modificación y establecimiento
de zonas de seguridad, así como el cambio de los centros financieros y de acumulación; al

71
Chossudovsky, Ídem, p. 72.
72
Presidente en el periodo 1998-1994, el gobierno de Salinas de Gortari representó la “toma del Estado” por parte de
los economistas formados bajo la ideología neoliberal, llamados también tecnócratas, los cuales ascendieron los escalones
de puestos directivos y gubernamentales a la par que el neoliberalismo y sus instituciones promotoras (como el Fondo
Monetario Internacional y el mismo BM) se iban posicionando a escala mundial. Babb, Sarah. “Del nacionalismo al
neoliberalismo: el ascenso de los nuevos money doctors en México”. En Estrada Álvarez, Jairo. Intelectuales, tecnócratas y
reformas neoliberales en América Latina. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, 2005.
73
Barajas, Gabriela. “Comités de Solidaridad en México. Surgimiento y evolución de la estructura organizativa a
partir del Pronasol.” En Revista Estudios Sociológicos, v. 15, no. 45 (sept.-dic. 1997), p. 741-771
74
Dávalos, Pablo. La democracia disciplinaria. El proyecto posneoliberal para América Latina. Codeu. Quito, 2010. P.
112
Ciudades rurales sustentables: control poblacional para la dominación territorial

mismo tiempo que replantea el papel que los territorios juegan para el capital: han pasado
de ser un objeto pasivo de la acumulación a un sujeto activo de transacción y
especulación. 75 Las posibilidades de inversión se han multiplicado y diversificado:
explotación de recursos, producción, construcción, transporte, especulación financiera,
turismo y los llamados “servicios ambientales”. 76 Todo esto ha requerido un cambio
estructural profundo en la entidad que actualmente regula la relación entre el capital
(nacional e internacional) y los territorios: el Estado-nación. 77 Las modificaciones han sido
de orden político y jurídico, teniendo como guía los lineamientos de instituciones –la
mayoría de orden económico– como el BM, el FMI, el BID y la ONU. A esto corresponde
el cambio de tutor en las políticas públicas que hemos expuesto, por lo que resulta
importante analizar las implicaciones que estos cambios globales tienen a nivel local.
En su crítica a la geografía tradicional, Ingrid Bolívar afirma que en los “hábitos de
pensamiento” predominantes el ejercicio político estatal dentro del espacio nacional “debe
extenderse por todo el territorio reconocido para la entidad administrativa en cuestión” y
ponerse por encima de cualquier entidad basada “en el linaje, la procedencia regional, la
lengua, la etnia, la religión, etc.” 78 En esa línea pero introduciendo un nuevo actor
estratégico, la Ley de Ciudades Rurales para el Estado de Chiapas aclara que la
“conformación de una sociedad participativa e incluyente” (entiéndase ésta como sociedad
civil) “ha constituido un cimiento básico para la consolidación y fortalecimiento de las
actividades del Gobierno del Estado de Chiapas” −podríamos afirmar incluso que es la
sociedad civil quien define y toma decisiones a través del aparato gubernamental−; de
acuerdo a esto propone “fijar las normas básicas para fomentar, planear y regular el
ordenamiento territorial, así como el establecimiento, conservación, mejoramiento y

75
Dávalos. Ídem, p. 205.
76
Bonos de carbono, REDD, REDD+, etc.
77
Dávalos. Ídem, p. 205.
78
Bolívar, Ingrid J. “Espacio, violencia y política: la auto-comprensión de la sociedad burguesa”. En Herrera Gómez,
Diego y Carlo Emiio Piazzini, (Des)territorialidades y (no)lugares. Procesos de configuración y transformación social del
espacio. La Carreta Editores, Medellín. 2006.
Depredación: ciudades rurales, comunidades intervenidas y espacios en conflicto

desarrollo de las Ciudades Rurales Sustentables” 79. Lo que oculta todo este discurso es la
existencia de un “orden” actual: el estado de Chiapas está constituido por distintos
actores/sujetos sociales, conformados por relaciones establecidas de acuerdo a identidades
(históricas, políticas, religiosas, étnicas, de clase, etc.), cada uno de los cuales ha instituido
a la vez sus propias territorialidades. 80 Es decir, cada comunidad por desplazar está
conformada por relaciones sociales que se han establecido con el espacio en que habitan.
Por lo tanto no se puede hablar de un “ordenamiento”, sino de un reordenamiento
territorial que implica, en primera instancia, la destrucción de las actuales formas de
relaciones y de vida de las personas por reubicar.
Naomi Klein ha demostrado que para quienes implementan las políticas económicas
las relaciones sociales representan resistencias, por lo cual han recurrido a lo que denomina
“terapias de shock” con la finalidad de asegurar su previa eliminación. Estas “terapias de
shock”, originalmente implementadas en América Latina para introducir las políticas
económicas del neoliberalismo, se ejecutan a través de entidades de investigación
académica, gubernamentales y militares e implican la destrucción de las estructuras
psicológicas y sociales de las poblaciones. 81 Por su parte el EZLN ha sostenido que el
neoliberalismo es el sustento de lo que denominan la “Cuarta Guerra Mundial”, 82 en la
cual se conquistan y administran territorios para la acumulación capitalista, de modo que
“todo lo humano que se oponga a la lógica del mercado es un enemigo” y por ello se
destruyen territorios, se “desertifican”, lo cual “no quiere decir acabar con la gente, sino

79
Gobierno del Estado de Chiapas (2010) Ley para la adaptación y mitigación ante el cambio climático en el estado de
Chiapas. Diciembre. (Cursivas mías).
80
Porto Gonçalves considera que “las territorialidades son instituidas por sujetos sociales en situaciones históricamente
determinadas que condicionan los caminos posibles (bifurcaciones) del devenir histórico”. Porto Gonçalves, Carlos
Walter. Geo-grafías. Movimientos sociales, nuevas territorialidades y sustentabilidad. Siglo XXI Editores. México, 2001. P.
82.
81
Klein, Naomi. La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre. Paidós. Barcelona, 2007. p. 212.
82
Para ellos la Tercera Guerra Mundial fue la llamada guerra fría, y abarcó el periodo comprendido entre 1946 y
1985-1990. De la mano de capitalismo neoliberal, la Cuarta Guerra Mundial no se limita a acciones militares y no se
presenta sólo en un frente, sino que puede estar en cualquier lado. Y al igual que las guerras mundiales anteriores, la
actual también tiene un enemigo, el cual ha pasado a ser la humanidad.
Ciudades rurales sustentables: control poblacional para la dominación territorial

con las formas de ser de la gente.” 83 De este modo, la destrucción del territorio implica
“destruir su tejido social”, es decir, “la aniquilación de todo lo que da cohesión a una
sociedad”. 84 Siguiendo esta argumentación podemos afirmar que el proyecto de CRS tiene
dos objetivos: 1) la destrucción del tejido social de las poblaciones reubicadas, por medio
del cambio de su entorno físico y a la imposición de nuevas formas y prácticas de
relaciones, de producción y de autoridad, y; 2) la reconstrucción o reordenamiento del
territorio.
Una muestra del primer objetivo es lo sucedido en la CRS Nuevo Juan de Grijalva: sus
habitantes denunciaron que al manifestarse por la falta de pago por sus anteriores tierras 85
obtuvieron como respuesta la represión y encarcelamiento de varios de ellos, por lo cual
varias familias huyeron y las que se quedaron enfrentan “la desintegración, la falta de
recursos para el sustento de las mismas, el miedo constante, sobre todo el hecho de saber
que difícilmente se puede hacer algo para detener y acabar con esta situación”. 86 El
segundo objetivo se muestra más claro en Santiago El Pinar, segunda CRS construida y
que resulta un caso paradigmático por encontrarse enclavada en una zona con fuerte
presencia zapatista y muy cerca del Caracol de Oventic, por lo que se advierte que además
de los cambios a lo interno esta tiene por intención destruir los lazos sociales a su alrededor,
bajo la lógica antes expuesta de contrainsurgencia. Por último, varias organizaciones de
derechos humanos y ambientalistas han alertado que en la región donde se construye la
CRS Ixhuatán han habido prospecciones mineras, mientras que en el municipio de
Copainalá, donde se estudia la creación de otra CRS, se ha anunciado la construcción de
la quinta represa sobre el Río Grijalva. 87

83
Subcomandante Insurgente Marcos. Chiapas: la guerra. Carta a la Comisión Civil Internacional de Observación de
los Derechos Humanos en La Realidad, Chiapas, el 20 de noviembre de 1999.
84
Subcomandante Insurgente Marcos, Apuntes sobre las guerras. (Carta primera a Don Luis Villoro Terranzos). En
Revista Rebeldía núm. 76.
85
A las familias reubicadas a esta CRS el gobierno del estado les ofreció como garantía el pago por sus anteriores
terrenos, condicionando para ello su conversión de régimen ejidal a propiedad privada. Este cambio fue realizado pero
las tierras no han sido pagadas.
86
Grupo de Familias afectadas del Ejido Juan del Grijalva (2011) “Denuncia pública”. 27 de mayo.
87
Foro Regional por la Defensa de los Derechos Humanos (2011) “Pronunciamiento”. Diciembre.
Depredación: ciudades rurales, comunidades intervenidas y espacios en conflicto

Conclusiones: el lugar donde el círculo se cierra


La región que va desde el Istmo de Tehuantepec hasta el Canal de Panamá, con
extensiones a Puebla y Colombia, resulta de vital importancia debido a la concentración
de recursos básicos como el agua, alimentos, minerales y maderas; de recursos energéticos
como petróleo, viento, geotermia, ríos caudalosos y uranio; así como recursos biológicos
como la gran cantidad de animales y vegetales que conserva. Además, es el sitio más
conveniente para la construcción de infraestructura que permitiría la comunicación de los
océanos Atlántico y Pacífico, siendo clave en la conexión de las áreas y corredores
económicos, turísticos, industriales, de bioprospección y bioinvestigación que se han
trazado para la integración de los hemisferios norte y sur del continente americano. Por
todo esto la región se ha vuelto de gran interés para empresas de estos ramos.
Históricamente se han presentado proyectos de reordenamiento territorial en la región
bajo distintos nombres y con rasgos particulares. Algunos de estos antecedentes son el
Megaproyecto, el proyecto Transístmico y el Plan Puebla-Panamá el cual, tras algunos
replanteamientos dio pie al Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica, o
Proyecto Mesoamérica. 88 Los principales cambios jurídicos, productivos, de
infraestructura y de índole “ambiental” en el estado de Chiapas, durante el gobierno de
Sabines, se han realizado en el marco de este proyecto. De acuerdo a este contexto
específico y en función a los antecedentes históricos locales es que se formuló el proyecto
de CRS, el cual resulta una pieza medular para la implementación de los planes de
reordenamiento territorial. Sin embargo, debido a su impacto mediático y a la “solidez”
discursiva que lo sustenta, este modelo de reubicaciones ha despertado el interés en otros
estados mexicanos e incluso en otros países.

Para
88
una mayor información sobre este proyecto puede visitarse su sitio oficial:
<http://www.proyectomesoamerica.org/>.
Ciudades rurales sustentables: control poblacional para la dominación territorial

Existen varias formas de desalojo de poblaciones, ya sea por medio de reubicaciones


“voluntarias”, como resultado de presiones políticas y económicas, o a través del desalojo
violento. Todas estas formas tienen en común el que su intención es el reordenamiento y
dominación territorial. Pero lo particular del proyecto de CRS es que se ofrece a las
poblaciones como una oportunidad para “mejorar sus condiciones de vida” y, cual caballo
de Troya, pretende diluir la posible imagen de un enemigo e introducirse en las personas
y en las comunidades para, una vez dentro, controlarlas.
Depredación: ciudades rurales, comunidades intervenidas y espacios en conflicto

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