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Pero ahora, así ha dicho el SEÑOR, el que te creó, oh Jacob; el que te formó, oh
Israel: “No temas, porque yo te he redimido. Te he llamado por tu nombre; tú
eres mío”. Isa 43:1 (RVA2015)
La expresión “te puse nombre, mío eres tú” (RVR60) de Isaías 43: 1 ha tenido
gran relevancia en mi vida desde la juventud, y en días pasados leyendo los
siguientes versos de este pasaje, los cuales ya conocía, Dios trajo a mi vida
una conexión que nunca había visto con los pasajes de Juan 10 y Romanos 8.
Estos 3 pasajes me gustan mucho, pero la conexión nunca la había visto.
Veamos juntos lo que Dios me mostró.
SEGURIDAD EN SU REDENCIÓN
Isaías 43:1-13 es un pasaje de mucho consuelo para Israel, pues a pesar de
todo el mal que el Pueblo ha hecho y que se ha olvidado de Dios. Dios los
redime, les da salvación y promete estar con ellos en cualquier situación que
enfrenten por más difíciles que estas sean.
Con el verso 43:1 inician una serie de promesas de redención de parte de Dios.
Les anuncia una gran verdad: Él ha redimido a su pueblo. Y se los hace notar
con 3 expresiones que denotan gran seguridad... “yo te he redimido”, “te he
llamado por tu nombre” “tú eres mío”. Ciertamente el pueblo era indigno y
no merecía la misericordia de Dios, pero aún así, Israel es de gran estima a los
ojos de Jehová, y les recuerda que, son posesión suya: “mío eres tú”.
En Juan 10 podemos ver al Siervo Sufriente del que nos habla Isaías en su
papel de Pastor, del Buen Pastor… ese pastor que ha venido a darnos vida en
abundancia:
El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Yo he venido para que
tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Juan 10:10 (RVA2015)
Ese pastor que conoce y llama a sus ovejas por su nombre Juan 10:3, “… y a sus
ovejas llama por su nombre…” y en el verso 27 dice, “Mis ovejas oyen mi voz…” ese
pastor que pone su vida de manera voluntaria por salvar a sus ovejas y traerlas
de nuevo al redil Juan 10:13, 15-18.
En estos pasajes encontramos el paralelismo de que Dios nos conoce por
nombre, pues Él nos lo ha puesto. Somos sus ovejas, somos de su redil, somos
sus hijos y le pertenecemos, él nos ha redimido, nos ha comprado con Su
sangre y nos ha dado vida eterna.
SEGURIDAD EN SU PRESENCIA
En el verso 43:2,3a
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y cuando pases por los ríos, no te
inundarán. Cuando andes por el fuego, no te quemarás ni la llama te
abrasará. Porque yo soy el SEÑOR tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador.
Podemos ver una hermosa promesa del cuidado de Dios en medio de las
dificultades, este versículo no es una promesa de Dios en cuanto a que el
pueblo no tendrá adversidades, es más parece “como si les echara la sal o
mala suerte” porque les asegura que van a enfrentar situaciones difíciles y
adversas, el pasaje dice: cuando pases… cuando andes, no dice, si pasas o si
andas… parece estar diciendo: es un hecho que vas a enfrentar un cúmulo de
situaciones difíciles y tal vez de mucho peligro. Bueno, cuando estés en esas
situaciones, recuerda YO voy a estar contigo, Yo te voy a sacar adelante en
dichas pruebas… ¿por qué?
Porque yo soy el SEÑOR, tu Dios. El verso 43:4 dice: “No temas porque yo
estoy contigo” para mí un colofón de seguridad, confianza y certeza de la
presencia de Dios.
Nada ni nadie nos puede arrebatar de las manos de Jesús-Dios, en sus manos
estamos seguros. En este pasaje se reafirma la promesa de Dios a Israel en el
verso 13 del Cap. 43 de Isaías No hay quien pueda arrebatar a nadie de
mi mano.
No hay lugar más seguro para el que ama a Dios y le reconoce como Señor y
Salvador que estar en las manos de Dios por medio de Jesucristo.
Conclusión:
En Juan 10 podemos ver a Jesús, el hijo de Dios, como el buen pastor que nos
da vida eterna, nos conoce por nuestro nombre y nos mantienen seguros en
sus manos.
Querido pastor o líder, Sólo en Jesucristo podemos estar seguros, él nos ha
amando desde la eternidad y hasta la eternidad, su amor es infalible e
inagotable, el nunca nos deja. El no nos falla, somos su especial tesoro como
dice Malaquías 3:17.
El nunca le prometió a alguno de sus hijos una vida sin dificultades o sin
peligros, es más él nos dice que vamos a tener dificultades y peligros Isaías
43:2, pero lo que si les prometió y nos promete a nosotros es que en sus manos
estaremos seguros y que esas dificultades y peligros las pasará estando a
nuestro lado. Recuerdas a los amigos de David, Dios no los salvo del horno, los
salvo en medio del horno Daniel 3:24-26; y que me dices de Daniel, el cayó en
la fosa de los leones, pero ahí estuvo el Señor con él Daniel 6:16-24. Dios es
fiel y de eso puedes estar seguro… pero el también espera tu fidelidad y tu
amor. No espera perfección espera convicción y rendición en humildad a Su
señorío.
En Sus manos estarás seguro.