la Reserva de Ley concibe como función principal el delimitar las materias que
deberán ser producidas exclusivamente por la Ley; con la atenuante de que
no todos los elementos referentes a la materia tributaria deben ser regulados por la ley, sino únicamente los elementos esenciales, situándonos de esta manera ante una reserva de ley relativa.
EXISTEN MATERIAS QUE POR SU COMPLEJIDAD E
IMPORTANCIA DEBEN REGULARSE EN LEY Y NO EN REGLAMENTO. En efecto, la doctrina y el Poder Judicial han distinguido entre Reserva de Ley absoluta y relativa, si la Reserva de Ley es absoluta se deberán regular todos y cada uno de los aspectos de materia reservada a través de la Ley o, en su caso, normas con valor y rango de Ley; si la reserva de Ley es relativa, se exigirá la presencia de una Ley o disposición con rango legal solamente para determinar los elementos esenciales o fundamentales de la contribución establecida. Precisado lo anterior, este Alto Tribunal considera que en materia tributaria la reserva es de carácter relativa, toda vez que, por una parte, dicha materia no debe ser regulada en su totalidad por una ley formal, sino que es suficiente sólo un acto normativo primario que contenga la normativa esencial de la referida materia, puesto que de ese modo la presencia del acto normativo primario marca un límite de contenido para las normas secundarias posteriores, las cuales no podrán nunca contravenir lo dispuesto en la norma primaria; y, por otro lado, en casos excepcionales, y que lo justifiquen.
La facultad reglamentaria está limitada por los principios de reserva de ley y
de subordinación jerárquica. La reserva de ley Se presenta cuando una norma constitucional reserva expresamente a la ley la regulación de una determinada materia, por lo que excluye la posibilidad de que los aspectos de esa reserva sean regulados por disposiciones de naturaleza distinta a la ley, esto es, por un lado, el legislador ordinario ha de establecer por sí mismo la regulación de la materia determinada y, por el otro, la materia reservada no puede regularse por otras normas secundarias, en especial el reglamento. La reserva de ley es de carácter relativo y aplica únicamente tratándose de los elementos cuantitativos del tributo, como son la tasa o la base, porque en muchas ocasiones, para cifrar el hecho imponible es indispensable realizar operaciones o acudir a aspectos técnicos, lo que no sucede en relación con los elementos cualitativos de las contribuciones, como son los sujetos y el objeto, los cuales no pueden ser desarrollados en un reglamento, sino que deben preverse exclusivamente en una ley.