Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
47.
La Teología moral
en diálogo con la filosofía
DAMIÁN PICORNELL*
129
DAMIÁN PICORNELL
130
La Teología moral en diálogo con la filosofía
4 Prueba de que el debate sobre la autonomía moral sigue vivo es la aparición de nuevas
publicaciones, como el excelente estudio de E. GAZIAUX, L’autonomie en morale: Au
croissement de la philosophie et de la théologie, Leuven University Press, Leuven 1998.
Que el tema no deja indiferente, ni siquiera a los más críticos del concepto, lo muestran
trabajos como el de M. RHONHEIMER, Ley natural y razón práctica. Una visión tomista de
la autonomía moral, EUNSA, Pamplona 2000.
5 Un ejemplo de esta modificación es la opinión de quienes remontan el origen de la ética
consecuencialista o teleológica nada menos que a Kant. Cf. D. COMPOSTA, La nuova
morale e i suoi problemi. Critica sistematica alla luce del pensiero tomistico, Libreria
Editrice Vaticana, Città del Vaticano 1990, 62-64.
131
DAMIÁN PICORNELL
6 A. MACINTYRE, Tras la virtud, Crítica, Barcelona 1981. Conviene recordar que desde
entonces el filósofo escocés no ha dejado de revisar muchos aspectos de esta obra,
como se puede comprobar en su reciente libro Animales racionales y dependientes,
Paidós, Barcelona 2001.
7 Incluso se ha llegado a hablar –quizá un tanto exageradamente– de un antes y un
después de la obra de MacIntyre, tanto en filosofía como en teología. Cf. F. KERR, Moral
Theology After MacIntyre. Modern Ethics, Tragedy and Thomism: Studies in Christian
Ethics 8 (1995) 33-44; M. CROSTI, Oltre MacIntyre, a proposito di: Quale impostazione per
la filosofia morale?: Aquinas 39 (1996) 559-570.
8 Para una recapitulación del debate acerca de la ética de la virtud y su repercusión en la
teología, cf. G. ABBÀ, Felicidad, vida buena y virtud. Ensayo de filosofía moral, EUNSA,
Pamplona 1992.
132
La Teología moral en diálogo con la filosofía
Sin embargo, llegados a este punto, los problemas no han hecho sino
comenzar. Inmediatamente surgen incómodas preguntas como las siguientes:
¿qué motivos llevan a decidir la introducción de un nuevo concepto filosófico en
el discurso teológico-moral? ¿no perdería la Teología moral su identidad
teológica al participar en los debates filosóficos como una aportación más? ¿se
debe tener en cuenta el pensamiento de cualquier filósofo, aunque no sea
creyente ni esté interesado por la teología?
Tras realizar una incursión en el panorama bibliográfico de la Teología moral
más reciente, queda la impresión de que este tipo de problemas no está siendo
abordado de modo suficientemente explícito. Así se puede ver en las
numerosas publicaciones que vienen apareciendo desde hace unos años,
dedicadas a hacer balance del itinerario de la Teología moral postconciliar y a
formular nuevas propuestas. En algunas de ellas, las más escasas, se afronta
directamente el tema de la interacción entre la Teología moral y la filosofía 9. En
otras muchas, las alusiones son tangenciales 10; y en la mayor parte no aparece
ni una sola referencia11. En otra línea, llama igualmente la atención el escaso
número de publicaciones que abordan, desde el punto de vista de la Teología
moral, las cuestiones planteadas por la encíclica Fides et ratio12.
9 Destaca por su densidad filosófica la obra dirigida por A. HOLDEREGGER, Fundamente
der theologischen Ethik. Bilanz und Neuansätze, Herder, Wien 1996. Con menor
extensión aparece tratado el tema en L. S. CAHILL - J. F. CHILDRESS (eds.), Christian Ethics.
Problems and Prospects, The Pilgrim Press, Cleveland 1996.
10 Así sucede, por ejemplo, en las siguientes publicaciones: AA.VV., La morale oggi. A 20
anni dalla “Rivista di Teologia Morale” (1969- 1989): Rivista di Teologia Morale 84 (1989)
5-96; AA.VV., Teologia morale in Italia: una nuova fase di rinnovamento: Rivista di Teologia
Morale 115 (1997) 311-328; AA.VV., La teologia morale in Europa occidentale: le sfide del
futuro: Rivista di Teologia Morale 116 (1997) 463-494; AA.VV., Un dèmi-siècle avec la
Revue. Cinquantenaire de la Revue d’éthique et de théologie morale “Le Supplément”
(1947-1997): Revue d’Ethique et de Théologie Morale 203 (1997) 5-187; M. VIDAL - F.
FERRERO, 25 años de reflexión moral (1970-1995): Moralia 19 (1996) 141-174; M. VIDAL,
Rasgos de la Teología moral del año 2000: Moralia 20 (1997) 153-170.
11 Cf. J. F. KEENAN - T. R. KOPFENSTEINER, Moral Theology out of Western Europe:
Theological Studies 59 (1998) 107-135; B. CUESTA, Recrear la Moral: apuntes para una
Teología moral al final del milenio: Moralia 22 (1999) 11-38; A. MOSER, Moral renovada
aos cinqüenta anos: Revista Eclesiástica Brasileira 40 (2000) 557-577. Llama la atención
en este último artículo la ausencia de referencias filosóficas al analizar la introducción del
pensamiento personalista en la Teología moral. Según Moser, esta integración se debe
exclusivamente al influjo de las ciencias humanas (573).
12 J. M.ª DE LAHIDALGA, La encíclica “Fides et ratio”: reflexiones de un teólogo moralista:
Lumen 48 (1999) 119-144; V. FERRER MAYER, La Teología moral desde la “Fides et ratio”:
Revista Teológica Limense 33 (1999) 209-226; AA.VV., Fides et ratio. Etica, teologia e
133
DAMIÁN PICORNELL
134
La Teología moral en diálogo con la filosofía
15 Así se puede ver en M. VIDAL, Nueva moral fundamental. El hogar teológico de la ética,
Desclée, Bilbao 2000, 27-197, donde el autor hace una excelente presentación del estado
actual de la recuperación de la identidad teológica de la Teología moral.
135
DAMIÁN PICORNELL
16 Sobre el concepto de “ángulos de acercamiento” cf. V. GÓMEZ MIER, o. c. (nota 2), 97-
100. El autor adapta magistralmente este instrumento conceptual procedente de la
filosofía de la ciencia para captar los elementos relevantes de las obras de varios
representantes de la moral postconciliar. El uso que propongo aquí del concepto varía
ligeramente, ya que se aplica a un tema y no a una producción escrita. En todo caso, se
encuentra lejos de alcanzar el rigor de la obra de Gómez Mier.
17 Cf. TH. STEINBÜCHEL, Los fundamentos filosóficos de la moral católica, I, Gredos,
Madrid 1959, sección primera, especialmente el capítulo II (72-111); M. REDING,
Fundamentos filosóficos de la Teología moral católica, Rialp, Madrid 1964; J. RUIZ
PASCUAL, Ética natural y moral cristiana. Validez de la ley natural, Augustinus, Madrid
1973; J. M. AUBERT, Morale chrétienne et morale laïque: Le Supplément 164 (1988) 73-
82. Desde una perspectiva filosófica, cf. A. CORTINA, Moral creyente y ética laica:
implicaciones y desmarques: Sal Terrae 79 (1991) 531-540.
18 A esta conclusión se puede llegar desde la filosofía, como A. LÉONARD, El
fundamento de la moral. Ensayo de ética filosófica general, BAC, Madrid 1992, 325-
136
La Teología moral en diálogo con la filosofía
137
DAMIÁN PICORNELL
138
La Teología moral en diálogo con la filosofía
al ser reconocida y aprobada por la Iglesia 23. La variedad de filosofías era vista
como fragmentación de la única verdad poseída por la filosofía perenne. Se
recomendaba a teólogos y filósofos la máxima precaución al estudiar la filosofía
moderna.
Este panorama comenzó a cambiar a raíz del Concilio Vaticano II. La
cuestión de la filosofía en relación con la teología fue objeto de debate en el
aula conciliar a lo largo del proceso de elaboración del decreto Optatam totius.
La principal discusión se refería, precisamente, al término filosofía perenne y a
la alusión explícita a santo Tomás, y se produjo en el aula conciliar en el mes
de noviembre de 1964. Como en tantos otros debates conciliares, el problema
no quedó definitivamente zanjado y en el n. 15 del texto final aparece una
expresión de compromiso: se habla de “patrimonio filosófico perennemente
válido” y no de “filosofía perenne”. Sin embargo, en el propio debate se hizo
patente la insuficiencia de la imagen tradicional de la filosofía y la necesidad de
adoptar planteamientos más abiertos y respetuosos con el pluralismo
filosófico24.
Estos planteamientos se han abierto paso en la teología fundamental en los
años inmediatamente posteriores al Concilio y hoy son ampliamente
compartidos. A continuación destaco cuatro de ellos que pueden ayudar a
orientar adecuadamente la relación entre la Teología moral y la filosofía 25.
En primer lugar, la necesidad que tiene la teología de dialogar con la
filosofía no procede de una mera inquietud interdisciplinar, sino de la propia
identidad del saber teológico. En efecto, la teología no consiste en una simple
reconstrucción hermenéutica del dato revelado o de la historia de los dogmas.
139
DAMIÁN PICORNELL
26 K. RAHNER, Filosofía y teología, en: AA.VV., Sacramentum Mundi, III, Herder, Barcelona
1973, 207.
140
La Teología moral en diálogo con la filosofía
27 Karl Rahner fue el primero en aplicar esta imagen circular a la cuestión. Desde
entonces se ha convertido en un lugar común, recogido incluso en la encíclica Fides et
ratio, 73.
28 “Dondequiera se opina que no debe ‘filosofarse’ en el campo de la teología se cae
forzosamente en una filosofía dominante, que no es objeto de reflexión, o en una
palabrería puramente edificante, que no llena la tarea de la teología. Pero el uso de la
filosofía en la teología no implica que en la teología se presuponga un sistema filosófico
cerrado como invariablemente válido, el cual deba únicamente ‘aplicarse’” K. RAHNER, a.
c., 211.
141
DAMIÁN PICORNELL
142
La Teología moral en diálogo con la filosofía
143
DAMIÁN PICORNELL
144
La Teología moral en diálogo con la filosofía
Con todo, no hay que olvidar que la integración del pluralismo filosófico en la
Teología moral no está exenta de tensiones. De la aceptación de una u otra
filosofía puede depender que el teólogo llegue a una u otra conclusión. De este
modo, el pluralismo de filosofías dentro del discurso teológico-moral conduciría
a un pluralismo de teologías. Surge así una tensión entre unidad y
pluriformidad de la Teología moral, que algunos autores quieren resolver,
reservando la unidad al ámbito de la fe y la pluriformidad al ámbito de la razón 38.
Esta propuesta difícilmente puede explicar un hecho incontestable: visto desde
la filosofía, el mensaje moral cristiano conlleva unas implicaciones filosóficas
muy determinadas. Para salvaguardar su unidad será preciso atender no sólo a
la revelación, sino también a ese tipo de presupuestos filosóficos que habrán
de estar presentes en cada forma concreta de hacer Teología moral.
V. A MODO DE CONCLUSIÓN
145