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Estilos de desarrollo
Se refiere a la manera en que dentro de un determinado sistema social se organizan y asignan los
recursos humanos y materiales con el objeto de resolver qué, para quiénes y cómo producir los
bienes y servicios, en un determinado espacio y momento histórico. Este concepto, aplicado al
análisis de la problemática ambiental de América Latina a iniciativa de la CEPAL y el PNUMA, tuvo
gran influencia en la literatura especializada latino americana en la década de los ochenta.
Desarrollo ecológico
.- Este estilo de desarrollo representan el estado natural (físico) de los ecosistemas, los que no
deben ser degradados sino mantener sus características principales, las cuales son esenciales para
su supervivencia a largo plazo.
Desarrollo social
.- Este estilo de desarrollo señala que los beneficios y costos deben distribuirse equitativamente
entre los distintos grupos, etc.
Desarrollo económico
.- Este estilo de desarrollo señala que debe promoverse una economía productiva auxiliada por el
know-how de la infraestructura moderna, la que debe proporcionar los ingresos suficientes para
garantizar la continuidad en el manejo sostenible de los recursos.
Los tres estilos de desarrollo también llamados las tres dimensiones del desarrollo sustentable.
Muchas estrategias y políticas sobre crecimiento económico, y también algunas sobre desarrollo
social, tienen signo ambiental negativo. La importancia de las políticas ambientales implícitas en
las políticas de desarrollo tiene que ser sopesada en su real dimensión, cuestión que hasta el día
de hoy no sucede. A continuación se exponen las principales contradicciones ambientales
verificadas en estos planteamientos sobre crecimiento.
En América latina la importancia de los recursos naturales en la economía ha sido y es crucial. Una
de las formas más socorridas para acceder a mejores niveles de ingreso es sobre la base de la
explotación más intensiva de los recursos naturales que corrientemente conlleva sobreexplotación
de ellos. Por otra parte, mayores niveles de ingreso, asumiendo una modalidad de desarrollo en
donde el medio ambiente aún es para muchos una simple externalidad, significa mayores niveles
de contaminación. Ambos efectos del crecimiento asumen una expresión ambiental negativa.
Además, el problema del nivel de ingreso se hace más complejo cuando se analiza su distribución.
Lo deseable en una sociedad es que se incremente el consumo, pero ello no quiere decir que el
medio ambiente sea favorecido. Mayor consumo, en la estructura económica se traduce en mayor
generación de residuos y mayor presión sobre determinados recursos naturales, o sea, signo
ambiental negativo.
También claramente deseable en una economía es el desarrollo industrial, por el incremento del
valor agregado y la creación de empleos. Sin embargo, hasta hace muy poco, las estrategias de
desarrollo industrial consideraban al medio ambiente como una externalidad; los residuos no eran
tratados y se arrojaban al aire, suelo y agua. No obstante haber mejorado la situación, el signo
ambiental aún sigue siendo marcadamente negativo. La minimización del impacto ambiental y el
reciclaje de residuos son tareas pendientes de la gestión ambiental, y mientras no se aborden con
eficacia el alto costo ambiental seguirá presente.
Fuentes:
https://es.scribd.com/doc/23930448/ESTILOS-DE-DESARROLLO
http://cebem.org/revistaredesma/vol1/pdf/redesma0101_art01.pdf
2. Inventarios del ciclo de vida
El análisis del Inventario del Ciclo de Vida (ICV) cuantifica los consumos de materias primas y
energía junto con todos los residuos sólidos, emisiones a la atmósfera y vertidos al agua (las cargas
medioambientales) derivados de todos lo procesos que están dentro de los límites del sistema.
ASPECTOS GENERALES.
Una herramienta que ha sido de suma utilidad para llevar a cabo un manejo integral de los
residuos sólidos (MIRS) es el Inventario de Ciclo de Vida (ICV). El ICV comienza en el momento en
que un material se convierte en residuo (es decir, pierde su valor comercial), y termina cuando
deja de convertirse en residuo y se convierte en un producto útil, en energía aprovechable o en un
material inerte en el relleno sanitario. Las “entradas” son los residuos sólidos, la energía y otras
materias primas. Las “salidas” materiales útiles “revalorizados” (reutilizados, reciclados, derivados
a composta o incinerados con recuperación de energía), emisiones al aire o agua.La falta de datos
confiables es un problema que se presenta en el ICV.
La utilidad del ICV en el manejo de los residuos sólidos se centra en la evaluación de la eficiencia
ambiental.Un ICV no permite decidir automáticamente cual es la “mejor” estrategia de manejo de
residuos sólidos. El mejor sistema para cualquier región dependerá de las necesidades y
prioridades locales, tales como la necesidad de reducir los requerimientos de los residuos, o la
necesidad de reducir las emisiones al agua o aire.
El primer modelo de computadora completo de ICV para el MIRS estuvo disponible a partir de
1995. Este modelo predice las entradas y salidas ambientales globales de los sistemas de residuos
sólidos municipales e incluye un modelo económico paralelo. El modelo fue diseñado como una
herramienta de apoyo en la toma de decisiones para quienes manejan los residuos y que
necesitaban decidir entre varias opciones de manejo de residuos.
Los beneficios del uso del ICV, caso por caso, pueden apreciarse analizando los ejemplos en los
que ya ha sido utilizado. A la fecha, los modelos de ICV han sido utilizados como:
• Fuentes de datos: Para proporcionar información amplia y coherente sobre todos los aspectos
del manejo de residuos.
Fuente: http://radames-camacho.blogspot.com/2012/03/33-inventario-de-ciclo-de-vida-y.html
3. Análisis del ciclo de vida
El Análisis del Ciclo de Vida (ACV) es un marco metodológico para estimar y evaluar los impactos
medioambientales atribuibles a un producto o servicio durante todas las etapas de su vida.
El ACV, es una herramienta de gestión ambiental que brinda una base sólida para que la dirección
de una organización pueda tomar decisiones técnicas adecuadas con base en las cuestiones que
podrían plantearse sobre el lanzamiento de un nuevo producto o la modificación de productos
existentes, para hacerlos más eficientes en cuanto a su desempeño ambiental, y que sigan
realizando igualmente, la función para la que fueron programados.
Sabemos que todas las actividades o procesos provocan impactos medioambientales, consumen
recursos, emiten sustancias al medio ambiente y generan otras modificaciones ambientales
durante su vida. Nos interesa, por tanto, valorar los impactos en Medio Ambiente que influyen en
el cambio climático, la reducción de la capa de ozono, la generación de ozono, eutrofización,
acidificación y otras muchas.
La herramienta del Análisis del Ciclo de Vida fue desarrolla en los años sesenta y es utilizada para
la prevención de la polución desde los setenta. Podemos decir que no existen procedimientos
específicos o guías a seguir, pero si una serie de aproximaciones que pueden ser útiles en función
de las necesidades a resolver por medio de esta metodología.
El principio básico de la herramienta es la identificación y descripción de todas las etapas del ciclo
de vida de los productos, desde la extracción y retratamiento de las materias primas, la
producción, la distribución y uso del producto final hasta su posible reutilización, reciclaje o
deshecho del producto.
La vida de un producto empieza en el diseño y desarrollo del producto y finaliza con las actividades
de reutilización y reciclaje, pasando por las siguientes etapas:
Adquisición de materias primas. Todas las actividades necesarias para la extracción de las materias
primas y las aportaciones de energía del medio ambiente, incluyendo el transporte previo a la
producción.
Proceso y fabricación. Actividades necesarias para convertir las materias primas y energía en el
producto deseado.
Reciclaje. Comienza una vez que el producto ha servido para su función inicial y
consecuentemente se recicla a través del mismo sistema de producto (ciclo cerrado de reciclaje) o
entra en un nuevo sistema de producto (ciclo de reciclaje abierto).
Gestión de los residuos. Comienza una vez que el producto ha servido a su función y se devuelve al
medio ambiente como residuo.
Según lo que hemos visto hasta ahora, el ACV es un análisis que considera que los productos
nacen y mueren, es decir, tienen un solo uso. Popularmente, conocemos este planteamiento como
cradle to grave (de la cuna a la tumba). Es interesante conocer la metodología ACV, pero
indudablemente se nos queda corta.
La principal función del ACV es la de brindar soporte para tomar las decisiones que se relacionan
con productos o servicios; y más específicamente, la de conocer las posibles consecuencias
ambientales relacionadas con el uso de un producto o con la configuración y utilización de un
servicio.
Fuente: https://www.ecointeligencia.com/2013/02/analisis-ciclo-vida-acv/
https://www.gestiopolis.com/analisis-del-ciclo-vida-producto/
4. Situación de la educación ambiental en México
La educación ambiental tiene como objetivo formar conciencia entre la población en general,
sobre la importancia del medio ambiente global y su problemática. Asimismo este tipo de
educación pretende que las personas adquieran los conocimientos, actitudes, motivaciones y
competencias necesarias para contribuir de forma individual y colectiva a la resolución de los
problemas actuales y a la prevención de otros que pudieran surgir.
En nuestro país, la Educación Ambiental se enfrenta ante una compleja problemática, para la cual
apenas se han iniciado intentos de solución. Entre estos problemas destacan: La Educación
Ambiental aún es muy pobre en todos los niveles, en las escuelas sin importar no se está
incluyendo de manera formal en los programas de estudio. Y los libros de texto que debería llevar
éstos temas aún no existen. Los educadores y profesores del sistema educativo nacional no están
capacitados ni interesados para manejar el tema con los estudiantes. A nivel familiar y en los
medios de comunicación masiva, no hay ninguna orientación o información seria y permanente a
este aspecto.
Después de sus inicios, esta es estipulada en documentos oficiales que vienen a propiciar su
puesta en marcha, para su propagación dentro de una práctica educativa formal, también en una
práctica no formal, así como también de manera informal, como se cito anteriormente. Ejemplo
de ello es uno de los documentos rectores que conducen la política en el país como lo es el Plan
Nacional de desarrollo. En este documento se plasman las políticas a seguir en todos los sectores
económicos y políticos del país, entre ellos se plasma la cuestión ambiental dentro de sus
diferentes campos, uno de ellos es insertar la cuestión de educación ambiental en las políticas
educativas en todos sus niveles, así como también aunado a ello se insertan políticas sobre
educación ambiental de manera formal e informal.
La educación ambiental es muy pobre y muy costosa en todos los niveles de la educación formal,
en todos los grados educativos no está incluida de manera formal en la currícula, con excepción de
algunos diplomados y posgrados de carreras recientes tales como Ingeniería Ambiental, Psicología
Ambiental, Arquitectura Ambiental, etc.
Aunque la EA tuvo un inicio tardío en México, ha tenido un ritmo progresivo creciente, hoy en día
se pueden observar logros muy importantes dentro de este campo, entre ellos: La
profesionalización de la EA, la organización, la legislación, la educación formal en el nivel básico, la
educación ambiental no formal, la educación ambiental por grupos de edad, la EA en el nivel
superior, la investigación sobre la EA y las autoridades que se encargan de dirigirla plantean
dentro de sus acciones perspectivas y retos. De acuerdo a las acciones emprendidas sobre EA en
nuestro país se puede constatar hoy en día que los esfuerzos no han sido en vano y que si han
dado resultados, aunque es importante señalar que existen deficiencias, pero que estas pueden
corregirse siempre y cuando exista un control muy riguroso en el desarrollo de estas actividades y
la participación de cada uno de nosotros es fundamental en ellas.
Fuente:
https://www.monografias.com/trabajos72/educacion-ambiental-situacion-importancia-
mexico/educacion-ambiental-situacion-importancia-mexico2.shtml
5. Ecoturismo y desarrollo sustentable
En este contexto, el ecoturismo representa una opción de desarrollo integral y sostenible, una
actividad que unifica los pueblos mediante el conocimiento de sus riquezas naturales, la
preservación de la biodiversidad y la puesta en valor de todo lo que define su identidad cultural.
Se dice que el “ecoturismo” es una modalidad del desarrollo sustentable, afirmación que, tomada
a la ligera, produce confusión y desorienta aún más a quienes tanto en el ámbito académico como
en el público y en el nivel de gestión, se encuentran relacionados con esta actividad. Así, al
llamado “turismo de aventura” o “turismo de naturaleza” o “espeleoturismo”, o tantas otras
modalidades de la actividad turística, se les considera como “ecoturismo” partiendo de la idea de
que el realizar una actividad en contacto con la naturaleza, es suficiente justificación para añadirle
el prefijo eco.
Desarrollo sustentable: “es el desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente
sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias
necesidades.” podríamos afirmar que éste es una estrategia para alcanzar un nivel aceptable de
calidad de vida, lo cual es un concepto totalmente antropocéntrico. Ya que el desarrollo sólo se da
como consecuencia de la acción de los seres humanos, y la sustentabilidad es una estrategia
planteada por estos mismos para lograr un nivel de vida satisfactorio tanto para las generaciones
presentes como para las futuras propiciando un equilibrio social y ecológico en las relaciones de
producción.
Es indudable que el turismo tiene entre uno de sus objetivos primordiales el económico, además
del ejercicio del tiempo libre como una forma de prestación social del siglo XX, pero el no tener
claro que el desarrollo sustentable propone 1) una relación justa en la utilización de los recursos
naturales, 2) un beneficio económico equitativamente distribuido y 3) la conservación de estos
recursos como requisito para la misma conservación de la vida sobre el planeta Tierra, puede
convertir tanto a la propuesta del “turismo sustentable” como a la del “ecoturismo” en nuevas
formas de depredación y enriquecimiento de unos cuantos en perjuicio de los dueños originarios
del capital natural. Y, en el mediano plazo, en una calidad de vida precaria para la especie humana.
Ejemplo:
Bacalar: es conocida como la laguna de los siete colores, ya que está formada por siete cenotes. Su
inmensa diversidad de tonalidades azules te cautivará tanto como a los turistas nacionales e
internacionales. Es un paraíso tierra adentro y rodeado de selva que te recordará al Caribe. Le
llaman el Bora Bora mexicano porque al igual que la isla, en Bacalar tienes el agua turquesa bajo
tus pies. Entre las actividades a realizar está explorar la zona en kayak, velero o bicicleta, bucear
en el Cenote Azul, visitar el pueblo, ir a los sitios arqueológicos de Chacchoben y Dzibanché o
simplemente acostarte en una hamaca frente a la infinita laguna. Es un destino para desconectarte
de la cotidianidad. Tiene relajadas y privadas cabañas sobre 500 metros de la laguna en las que te
puedes hospedar.
No hay que olvidar, sin embargo, que no siempre se han logrado estos impactos positivos. Todos
tenemos en mente maravillosos enclaves naturales que han sido afectados negativamente por los
desarrollos turísticos, así como ejemplos de zonas donde se ha demostrado que la planificación de
forma responsable y sostenible da buenos resultados. Entre estos últimos, podemos citar los casos
de Costa Rica, Kenia o Madagascar, que se han consolidado en los últimos años como destinos
ecoturísticos.
Conseguir estos efectos positivos requiere de la implicación de todas las personas e instituciones
ligadas al turismo, desde los gobiernos de los estados, pasando por las autoridades locales, las
empresas y profesionales que desarrollan su trabajo en este sector y los propios visitantes.
Fuente:
http://www.unep.fr/shared/publications/cdrom/WEBx0139xPA/statmnts/pdfs/chmexe.pdf
https://www.ecoticias.com/sostenibilidad/79710/ecoturismo-desarrollo-sostenible
6. Enfoque tecnológico del desarrollo sustentable
La ciencia y tecnología están intrínsecamente entrelazadas con los cambios ambientales ya sea
como causas, como soluciones potenciales, como calibradores o como bases de valoración. Las
fuerzas esenciales que determinaran el rumbo de la evolución de la ciencia y la tecnología, y la
naturaleza de las empresas científicas y tecnológicas son las piezas fundamentales de todo el
rompecabezas ambiental. La ciencia y tecnología son, ambas, variables dependientes e
independientes en cada caso. Son producto de un sistema y, a su vez, son fuerzas del sistema.
Alrededor del mundo este sistema se financia con fondos privados y públicos.
Existen varios ejemplos que ilustran la preocupación por la sustentabilidad del desarrollo:
Evaluación de los impactos que provocan estilos de desarrollo en el bienestar de las generaciones
futuras Reconocimiento del rol decisivo que desempeña el capital o el patrimonio natural,
mientras provee beneficios a la sociedad. El concepto de sustentabilidad proviene de las ciencias
biológicas, la forma de evaluar la conservación o depredación de un recurso consiste en incorporar
criterios de trabajo a los patrones y características naturales de un recurso. Los fenómenos
exógenos son aquellos que operan al margen de los criterios de trabajo como los programas de
protección de los bosques, di cierre d áreas de pastoreo y protección de esos recursos.
El enfoque de sustentabilidad se hace más complejo, ya que se suman criterios de trabajo que
inciden en el manejo y uso de los recursos como participación ciudadana, políticas y de
instituciones. Ciertos proyectos de inversión tienden a desaparecer antes de que termine la vida
útil que se previó al diseñarlos. La sustentabilidad se analiza a nivel macro, ya que depende de
factores sectoriales y macroeconómicos, por eso que la carga de deuda externa contribuye a que
sea menor el apoyo a los programas ambientales de largo plazo, en razón de la escasez de
recursos fiscales. La sustentabilidad requiere un equilibrio dinámico entre todas las formas de
capital o acervos que participan en el esfuerzo del desarrollo económico y social de los países,
para que la tasa de uso del capital no exceda su propia tasa de reproducción.
Fuente:
http://cursos.aiu.edu/Contaminacion%20y%20gestion%20ambiental/Sesion%207/Sesion%207%20
Enfoque%20tecnologico.pdf
http://desarrolloisc5.blogspot.com/2012/11/enfoque-tecnologico-del-desarrollo.html
7. Desmaterialización
Parece entonces que no valen la pena los esfuerzos de la Gestión Ambiental y la Eco-eficiencia
para lograr producir con menor cantidad de materia prima y con menor impacto al medio
ambiente. Aunque estos esfuerzos medidos de manera parcial representan una reducción en los
costos y el aumento de la productividad sólo se encaminarían a una desmaterialización sostenible
si se desligan de una manera radical de la producción. Las estrategias de reducción de la
contaminación, producción más limpia y en general de Gestión Ambiental han sido apoyadas
siempre en el concepto de aumentar la productividad y la eficiencia empresarial generando
empresas más competitivas, pero, en términos de recursos planetarios y a largo plazo no cambian
la tendencia a consumir todos los recursos hasta su agotamiento, para abastecer nuestro sistema
productivo. La Gestión Ambiental entendida así hace esta tendencia simplemente más lenta. Esto
es lo que se conoce como PROBLEMAS DE LA DESMATERIALIZACION DE LA ECONOMIA La
Sostenibilidad Social es otro de los cuestionamientos a este tipo de estrategias, ya que la
reducción en los flujos de materia y energía supone de alguna forma la reducción de la producción
y esto significaría reducción en fuentes de empleo.
En el mundo de los negocios supone una alta capacidad de innovación y que estratégicamente hay
ciertos sectores que no se pueden desmaterializar con la misma intensidad de otros, para no
causar un problema social inmediato en aras de la sostenibilidad a largo plazo. Además, se
plantean problemas entre las naciones productoras de materias primas y energía donde una
estrategia de desmaterialización en naciones industrializadas busca reducir, por ejemplo,
dependencia de las políticas de los países productores de petróleo.
Si embargo este aparente progreso de la ciencia y del sistema productivo parece no tener efectos
a largo plazo en la sostenibilidad de la economía ya sea local o planetaria. Un caso dramático es el
consumo de papel, en una sociedad en que la tendencia es a un mundo “on-line” donde se tiende
al menor uso de papel, Estados Unidos con todos sus avances de redes e Internet hoy usa el doble
de papel que los usado en 1950, en promedio un kilo por persona día.
Para ejemplarizar esta idea del consumo intensivo y la necesidad de separar la tendencia que une
el uso de los recursos con la producción de bienes y servicios; se estima que hoy día, más de 100
millones de empresas producen alrededor de seis millones de productos diferentes en el mundo
entero, y quizás diez veces más en servicios cada día. Estos productos y servicios cambian de
manera continua sujetos a procesos permanentes de innovación y son consumidos por 6 mil
millones de personas, viviendo en más de 200 países con bagajes culturales diferentes y en las más
variadas condiciones geográficas. Bajo estas condiciones la generación de mayor número de
bienes y servicios no es sostenible, pero genera riqueza y desarrollo a corto plazo. Un factor crítico
para alcanzar el consumo sustentable sigue siendo el establecimiento de una alternativa aceptable
para el actual modelo de consumo que debería llevar una mejor calidad de vida a toda, o al menos
a la mayoría de la población. El nuevo modelo debería permitir, por ejemplo, más tiempo para la
vida en familia y en comunidad, más participación en eventos culturales y más tiempo para
prácticas religiosas y espirituales. Muchos autores han propuesto diferentes modelos o
paradigmas para cambiar los patrones actuales de consumo y producción y alcanzar un futuro más
sustentable. Todos ellos proponen una serie de actividades y responsabilidades coordinadas por el
gobierno, la industria y los consumidores. A continuación presentaremos solamente cuatro que
permiten tener una visión general de las alternativas que actualmente se están buscando y
estudiando. Los nuevos paradigmas incluyen una perspectiva integrada en cuanto a políticas e
iniciativas, un nuevo modelo industrial y un cambio de una economía de productos hacia una
economía de servicios.
Fuente:
http://cursos.aiu.edu/Contaminacion%20y%20gestion%20ambiental/Sesion%207/Sesion%207%20
Enfoque%20tecnologico.pdf
8. Tecnologías verdes y producción limpias
reutilización y reciclado;
disposición final
Las tecnologías limpias están orientadas tanto a reducir como a evitar la contaminación,
modificando el proceso y/o el producto. La incorporación de cambios en los procesos productivos
puede generar una serie de beneficios económicos a las empresas tales como la utilización más
eficiente de los recursos, reducción de los costos de recolección, transporte, tratamiento y
disposición final. Una tecnología de producción limpia (TPL) puede ser identificada de varias
maneras: o permite la reducción de emisiones y/o descargas de un contaminante, o la reducción
del consumo de energía eléctrica y/o agua, sin provocar incremento de otros contaminantes; o
logra un balance medioambiental más limpio, aún cuando la contaminación cambia de un
elemento a otro. Esto último supone evaluar la nueva tecnología sobre la base de las normas y
estándares fijados por la legislación medioambiental. En principio, la producción limpia podría
entenderse como aquella que no genera residuos ni emisiones, en la realidad esto no es así.
Primero, porque en el estadio actual de desarrollo son escasas las tecnologías económicamente
viables que logren cero emisión. Segundo, porque si bien toda emisión puede generar una
externalidad negativa (o pérdida de bienestar social sin compensación), el nivel óptimo de
contaminación no es igual a cero, sino aquel en que los beneficios sociales marginales de
minimizar residuos, sean equivalentes a los costos sociales marginales de lograr tales reducciones.
Fuente:
http://cursos.aiu.edu/Contaminacion%20y%20gestion%20ambiental/Sesion%207/Sesion%207%20
Enfoque%20tecnologico.pdf