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ARTÍCULO 139

1. La unidad y exclusividad de la función jurisdiccional.


No existe ni puede establecerse jurisdicción alguna independiente, con excepción
de la militar y la arbitral.
No hay proceso judicial por comisión o delegación.
COMENTARIO:
El vocablo jurisdiccional deriva de jurisdicción, que tiene como raíz etimológica la
locución latina iurisdidio que, a su vez, deriva de ius, derecho, y dicere, decir,
declarar.[1]
Y estas necesidad de administrar justicia proviene de la antigüedad, cuando en las
aldeas las personas escogían a las más cultas, o con mayor experiencia para
poder impartir justicia, actualmente se habla de una unidad y exclusividad de la
jurisdicción que debería entenderse, entonces, como la estructura orgánica y
jerarquizada del Poder Judicial, en cuyo vértice se ubica la Corte Suprema de
Justicia con competencia sobre todo el territorio de la República, las Cortes
Superiores de Justicia en el ámbito territorial de los respectivos Distritos
Judiciales, los Juzgados de Primera Instancia, cualquiera que sea su competencia
por razón de la materia, en las capitales de las provincias, y los Juzgados de Paz
Letrados con competencia en los distritos municipales. Esta estructura no
comprende a los Juzgados de Paz no Letrados, que tienen la competencia que les
atribuye la ley pero que no forman parte del Poder Judicial
La jurisdicción militar tiene antecedentes que se remontan a épocas anteriores al
advenimiento de la República, Se trata de una función jurisdiccional que también
ejerce el Estado pero con competencia exclusiva sobre los miembros de las
Fuerzas Armadas para juzgar y reprimir las infracciones a las normas que
establecen sus deberes y en las que puedan incurrir durante el desempeño de los
servicios que les son inherentes, siendo también un derecho para los mismos
miembros de las Fuerzas Armadas, pero solo en lo que vienen a ser los delitos de
función, mientras que la función jurisdicción arbitral tiene también antecedentes
de antigua data y acusa un reconocimiento en la Constitución de 1839, explicitado
por la de 1979 y receptado por la vigente.1993.

2. La independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional.


Ninguna autoridad puede avocarse a causas pendientes ante el órgano
jurisdiccional ni interferir en el ejercicio de sus funciones. Tampoco puede dejar
sin efecto resoluciones que han pasado en autoridad de cosa juzgada, ni cortar
procedimientos en trámite, ni modificar sentencias ni retardar su ejecución. Estas
disposiciones no afectan el derecho de gracia ni la facultad de investigación del
congreso, cuyo ejercicio no debe, sin embargo, interferir en el procedimiento
jurisdiccional ni surte efecto jurisdiccional alguno.
COMENTARIO:
Según la división tripartita, los poderes del estado son el Poder Legislativo,
Ejecutivo y Judicial; así como estos poderes, las demás instituciones que
consagra la constitución, gozan de plena autonomía e independencia en el
ejercicio de sus funciones, el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo, el
Consejo de la Magistratura y cuantas instituciones señale la constitución gozan de
autonomía. Por lo tanto, el Poder Judicial no puede ser la excepción a esta regla y
más aún si tiene encomendada una de las tareas más difíciles, cual es,
administrar justicia, Este hace referencia cuando se utiliza el concepto
independencia judicial, debe advertirse que esta categoría tiene por lo menos dos
manifestaciones, la independencia de la institución, que bien puede denominarse
autonomía, aun cuando el uso de esta última puede en algunos contextos ser
entendida como exagerada y, por otra, la independencia del juez, es decir, la
funcional. la independencia es inherente a la calidad de juez, un juez resuelve un
caso con un pronunciamiento sobre el fondo, su intensa y legítima autoridad
impide que tal decisión sea discutida en algún otro fuero, sea el que fuese[2].

3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional.


Ninguna persona puede ser desviada de la jurisdicción predeterminada por la ley,
ni sometida a procedimiento distinto de los previamente establecidos, ni juzgada
por órganos jurisdiccionales de excepción ni por comisiones especiales creadas al
efecto, cualquiera sea su denominación.
COMENTARIO:
Cuando se hace referencia al derecho de un debido proceso, se afirma la
existencia de un derecho continente al interior del cual existen cierto número de
derechos fundamentales que aseguran el reconocimiento y plen1tud de un sujeto
de derecho dentro de un procedimiento o proceso. Así, serán expresiones del
derecho continente (debido proceso) el de ser juzgado por un juez competente, de
ser emplazado válidamente, de poder contradecir en un plazo razonable, de ser
procesado en base a un procedimiento previamente establecido legalmente, de
poder probar sus afirmaciones o de impugnar las decisiones que no lo conformen,
entre otras[3].
El debido proceso, se encuentra regulado por la legislación nacional y por la
internacional y ha llegado al rango de ser un Derecho Humano inherente a la
persona, así, el artículo I del título Preliminar del Código Procesal Civil, señala:
Toda persona tiene derecho a la tutela jurisdiccional efectiva para el ejercicio o
defensa de sus derechos o intereses, con sujeción aún “debido proceso”. Así
mismo, el artículo 10º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
señala: Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída
públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la
determinación de sus obligaciones o para exámenes de cualquier acusación
contra ella en materia penal. Podemos definir el debido proceso, como la garantía
procesal que determina que la obligación que tiene el juez y las partes de
observar los principios y lo establecido por las normas adjetivas correspondientes.
4. La publicidad en los procesos, salvo disposición contraria de la ley.
Los procesos judiciales por responsabilidad de funcionarios públicos, y por los
delitos cometidos por medio de la prensa y los que se refieren a derechos
fundamentales garantizados por la Constitución, son siempre públicos.
COMENTARIO:
La publicidad como una de la garantía muy importante dentro del sistema jurídico,
toda vez, que con ello el pueblo pueda hacer el análisis y comentario sobre el
ejercicio de las funciones ejercida por los magistrados, "La actividad jurisdiccional
del Poder judicial tiene por función constitucional el viabilizar la intervención del
Estado mediante órganos de fallo adscritos a una terceridad imparcial y
compositiva, tendentes a dirimir los conflictos interindividuales de naturaleza
jurídica con el objeto de restablecer la convivencia pacífica mediante la resolución
de dichas controversias por la vía de la recta aplicación o integración de la ley en
sentido lato”[4], por lo general, los procesos son públicos cuando son de acción
pública, sin embargo, hay procesos de acción pública que se ventilan en sesiones
privadas, como el caso de los delitos de violación sexual.
Para el caso de los funcionarios públicos, éstos siempre tienen que ser públicos,
porque ellos (los funcionarios) están supeditados al interés nacional, por ser
personajes que ejercen la carrera pública, así mismo, la constitución señala que
para los delitos que contravengan los derechos fundamentales garantizados por
ella deben ser siempre públicos por la peligrosidad que presentan los agente.

5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las


instancias,
Excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y
de los fundamentos de hecho en que se sustentan.
COMENTARIO:
"se encuentran huellas de la motivación en las jurisdicciones estatutarias, en la
eclesiástica de la Santa Inquisición y aún antes en la de los magistrados romanos,
el principio de la obligación de reddere rationem de las decisiones judiciales, y
específicamente de las sentencias, es rigurosamente moderna"[5].
Actualmente se dice que la motivación es la expresión del por qué el juez emite
una resolución, es decir, el juez al emitir una resolución en los considerándoos
explica las razones del por qué, de la sentencia dada, Es interesante poner en
relieve que en la Constitución vigente (al igual que en todas las anteriores) el
Poder Judicial, frente a sus "pares" Legislativo y Ejecutivo, es el único órgano al
que se le exige motivar sus actos, casi como poniendo en evidencia que los
jueces serán todo lo independientes que deben ser, pero estando sometidos a la
Constitución y a la ley (art. 146.1 Const.), así debe reflejarse en sus resoluciones.
Es así que se ha dicho que la motivación es el "banco donde el juez paga el precio
de la independencia y libertad de decisión”.[6]
La motivación escrita (que es lo que exige la Constitución) de las resoluciones
judiciales puede cumplir, dependiendo del ángulo en que se mire, hasta tres
funciones:
1) Desde el punto de vista del juez: una función preventiva de los errores, en
cuanto debiendo aquél dar cuenta por escrito de las razones por las que ha
llegado a su fallo, al momento de "redactar" su resolución podría bien darse
cuenta de aquellos errores que podría haber cometido en su "operación
intelectiva" previa y "autoenmendarse".
2) Desde el punto de vista de las partes: una función endoprocesal o de garantía
de defensa en cuanto les permite conocer la ratio decidendi de la resolución y,
como tal, detectar esos errores que se mantendrían ocultos si no se explicitaran
por escrito, a los efectos de poder utilizar las impugnaciones enderezadas a
reparar tales errores.
3) Desde el punto de vista de la colectividad: una función extra procesal o
democrática de garantía de publicidad (y como tal de exclusión o de detección de
la arbitrariedad) en el ejercicio del poder por parte del juez.

6. La pluralidad de la instancia.
COMENTARIO:
Cuando la Ley Orgánica del Poder Judicial, señala en su artículo 1 que la potestad
de administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por el Poder Judicial a través
de sus "órganos jerárquicos" la ley está señalando de manera implícita que los
órganos jerárquicos vienen a constituir las diferentes instancia además Así la
LOPJ de 1992 en su arto 11 señala que "Las resoluciones judiciales son
susceptibles de revisión, con arreglo a ley, en una instancia superior", agregando
que "lo resuelto en segunda instancia constituye cosa juzgada" y que "su
impugnación solo procede en los casos previstos en la ley.
7. La indemnización, en la forma que determine la ley, por los errores
judiciales en los procesos penales y por las detenciones arbitrarias, sin
perjuicio de la responsabilidad a que hubiere lugar.
COMENTARIO:
Desde 1933 se consagró con rango constitucional el derecho que tiene todo
procesado a ser indemnizado por los errores judiciales cometidos en los procesos
penales, garantía que se hizo extensiva en la Constitución de 1979 a la
indemnización por las detenciones arbitrarias. La indemnización, es el pago que
tiene como fin resarcirle a una persona, los daños o perjuicios que se le haya
podido ocasionar, por lo general, se habla de indemnización en la vía civil -la
constitución no parece hacer distinción- en lo penal se habla de reparación civil,
que también es lo mismo, pero que se pide en esta vía. Un sistema penal
garantista implica la obligación de los jueces que imparten justicia de tener
especial cuidado en la tramitación de los procesos, respetando los derechos de
los imputados, efectuando además un adecuado control de la legalidad,
razonabilidad y proporcionalidad de la detención. La evolución de los derechos
humanos ha determinado que en las Constituciones se inserte un programa penal,
que otorga diversas garantías procesales y derechos a los justiciables. “La
indemnización por los errores judiciales y por las detenciones arbitrarias es una de
esas garantías”.[7]
8. El principio de no dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia de la
ley.
En tal caso, deben aplicarse los principios generales del derecho y el derecho
consuetudinario.
COMENTARIO:
Con este artículo, la Constitución garantiza el derecho a la tutela, con lo cual,
ningún juez puede dejar de administrar justicia, por las razones que señala la
Constitución, y por consiguiente, debe aplicar lo antes señalado. Los Principios
Generales del Derecho, son postulados o máximas, que orientan al derecho en su
conjunto, son el fundamento mismo de este, La integración opera, pues, frente a
vacíos y deficiencias legales. Al respecto, cabe hacer la precisión de que, pese a
la terminología empleada ("vacíos"), la norma se refiere en realidad a las
denominadas "lagunas del Derecho", existiendo una diferencia pocas veces
advertida entre ambas expresiones, Marcial Rubio explica que la laguna del
Derecho se da cuando existe un suceso para el cual no existe norma jurídica
aplicable, pero se considera que tal suceso debería estar regulado por el sistema
jurídico. El vacío del Derecho, por su parte, consiste en un suceso para el que
tampoco existe normativa aplicable, pero se considera que aquel no debe estar
regulado por el Derecho.
Por otro lado, los principios generales del Derecho suelen ser confundidos con los
apotegmas o con las reglas o máximas jurídicas heredadas del Derecho Romano,
que en suma comprenden afirmaciones resumidas del pensamiento de antiguos
autores o que han sido extraídas de la experiencia jurídica, y que son expresadas
en forma de refranes o fórmulas concisas y de fácil retención.
9. El principio de inaplicabilidad por analogía de la ley penal y de las normas
que restrinjan derechos.
COMENTARIO:
Desde el punto de vista lingüístico o genérico el término analogía encuentra su
significado genuino o auténtico en la semejanza o proporción, Dentro del campo
del Derecho, la doctrina suele distinguir dos conceptos diferentes de analogía.-
tales como: la analogía de ley o analogía legis [Gesetzeanalogie] y la analogía de
Derecho o analogía iuris [Rechtsanalogie]. Desde el punto de vista del aspecto
objetivo la analogía legis se caracteriza por el hecho de que en ella se comienza
en una disposición concreta de la ley, para, sobre la base de su ratio esendi o idea
fundamental, aplicarla a casos idénticos en su esencia; por el contrario, en la
analogía iuris se arranca de una pluralidad de disposiciones singulares o
particulares y se extraen de ellas, vía inductiva, principios más generales, los
cuales se aplican a casos que no caen bajo ninguna de las disposiciones de la ley,
pero en este inciso se fundamenta en los Principio de Legalidad y el de
Prohibición de la Analogía, establecidos en los Artículo II y III del TITULO
PRELIMINAR del Código Penal, que señalan respectivamente: Nadie será
sancionado por un acto no previsto como delito o falta por la ley vigente al
momento de su comisión, ni sometido a pena o medida de seguridad que no se
encuentren establecidas en ella. Y: No es permitida la analogía para calificar el
hecho como delito o falta, definir un estado de peligrosidad o determinar la pena o
medida de seguridad que les corresponde.
10. El principio de no ser penado sin proceso judicial.
COMENTARIO:
Es necesario que este respete aquellos elementos o garantías del debido proceso
que son indispensables para que el proceso sea justo. En consecuencia, si el
proceso o procedimiento iniciado para juzgar y sancionar a una persona es una
farsa, o no es más que una mera sucesión de actos procesales sin ninguna
razonabilidad, donde la imparcialidad e independencia del juzgador es una
quimera, donde la justicia que se brinda no es efectiva y oportuna o cuando la
decisión tomada por el juzgador es absurda, arbitraria o materialmente injusta por
lo tanto la consecuencia jurídica del delito es la pena, esta establece la
responsabilidad penal del autor y precisa de la lesión o puesta en peligro de
bienes jurídicos, la cual es impuesta por un juez competente y en debido proceso
previo. Por consiguiente, sino hay juez competente, no hay proceso y si no hay
proceso, entonces, no hay pena.
11. La aplicación de la ley más favorable al procesado en caso de duda o de
conflicto entre leyes penales.
COMENTARIO:
El presente inciso está en estrecha relación con los Principios de Combinación y
Retroactividad Benigna de la Ley Penal, establecidos en los artículos 6 y 7 de
Libro I de la Parte General del Código Penal, que señalan respectivamente:
Artículo 6. La Ley Penal aplicable es la vigente en el momento de la comisión del
hecho punible. No obstante, se aplicará la más favorable al reo, en caso de
conflicto en el tiempo de leyes penales. Si durante la ejecución de la sanción se
dictare una ley más favorable al condenado, el Juez sustituirá la sanción impuesta
por la que corresponda, conforme a la nueva ley; y,
Artículo 7. Si, según la nueva ley, el hecho sancionado en una norma anterior
deja de ser punible, la pena impuesta y sus efectos se extinguen de pleno
derecho.
Los artículos antes mencionados son muy claros al señalar la aplicación inmediata
de la ley penal, no obstante, se aplicará la más favorable al reo, en caso de
conflicto en el tiempo de leyes penales.
12. El principio de no ser condenado en ausencia.
COMENTARIO:
Constituye también un principio que tanto legisladores como jueces deben tener
en consideración, los primeros al desarrollarlo, en tanto constituye un derecho de
configuración legal; y los jueces cuando resuelven los procesos penales, al
considerar su configuración como derecho fundamental de un procesado, y a la
vez, parámetro de interpretación. Toda vez, que esto va contra el principio de
inmediación y contradicción del ausente, ya que el juez, debe escuchar a ambas
parte y en razón a ello evaluar y meritar los medios de prueba.
13. La prohibición de revivir procesos fenecidos con resolución ejecutoriada.
La amnistía, el indulto, el sobreseimiento definitivo y la prescripción
producen los efectos de cosa juzgada.
COMENTARIO:
Amnistía
La amnistía es la facultad que tiene el congreso según el artículo 102 inciso 6 de
la Constitución, de perdonar a un procesado, la comisión de un delito político, la
cual implica, el olvido de la pena y de los hechos delictuosos, es decir, es un
perdón completo.
Indulto
El indulto es la facultad que tiene el Presidente de la República, según el artículo
118 inciso 21, de perdonarle la comisión de un delito a un procesado, pero que
sólo implica el olvido de la pena, más no el de los antecedentes, es decir, es un
perdón incompleto.
Sobreseimiento Definitivo
Es una de las formas como puede concluir un proceso y el cual puede ser
declarado por el juez o a petición del fiscal, cuando de los hechos se pruebe que
no hay responsabilidad en el inculpado o que no existen indicios razonables de la
misma. El sobreseimiento puede ser definitivo o provisional, es provisional,
cuando falta algún requisito procedimental por ejemplo y definitivo cuando se da lo
antes señalado.
Prescripción
Es otra de las manera como concluye un proceso. La prescripción es el transcurso
del tiempo que extingue la acción o persecución de un delito.
Decir que una resolución ha adquirido la calidad de cosa juzgada equivale a que
no puede ser modificada ni que el proceso sea reabierto. Una resolución adquiere
tal calidad cuando el justiciable ha hecho valer todos los recursos impugnativos
que la ley le otorga en defensa de sus pretensiones; o pudiendo hacerlo ante una
resolución emitida por una instancia intermedia deja transcurrir el tiempo y no
acciona ejercitando un derecho fundamental que la propia Constitución establece:
la pluralidad de instancia.

14. El principio de no ser privado del derecho de defensa en ningún estado


del proceso.
Toda persona será informada inmediatamente y por escrito de la causa o las
razones de su detención. Tiene derecho a comunicarse personalmente con un
defensor de su elección y a ser asesorada por éste desde que es citada o
detenida por cualquier autoridad.
COMENTARIO:
En ese sentido, tanto la Constitución de 1979 como la 1993 establecen las
siguientes garantías del derecho defensa, aunque con un orden distinto: a) nadie
puede ser privado del derecho de defensa en ningún estado del proceso, b) toda
persona será informada inmediatamente y por escrito de la causa o las razones de
su detención y c) toda persona tiene derecho a comunicarse personalmente con
un defensor de su elección y a ser asesorada por este desde que es citada o
detenida por cualquier autoridad. el derecho de defensa, al ser una manifestación
de un derecho fundamental como el debido proceso, debería estar previsto en el
catálogo de derechos fundamentales y desligado de la función jurisdiccional, a fin
de facilitar su aplicación y observancia en el ámbito administrativo y entre
particulares.
Finalmente se dice que la Constitución, comete un exabrupto, al señalar en la
parte final: "desde que es citada o detenida por "cualquier autoridad" Hay que
señalar, que el único funcionario investido con la facultad de otorgar detenciones
es el juez y que este último, lo hace por intermedio de la policía, nadie más puede
detener, ni ordenar detenciones, si un autoridad, que no sean las antes señaladas
realizan una detención, entonces, estarán inmersos el delito de abuso de
autoridad. Decir, cualquier autoridad, de una u otra manera, la constitución,
permite que otros funcionarios realicen esta acción.

15. El principio de que toda persona debe ser informada, inmediatamente y


por escrito, de las causas o razones de su detención.
COMENTARIO:
La necesidad de conocer los motivos que justifiquen una detención no es de
reciente aparición, pues, uno de los precedentes en el Derecho comparado fue la
Declaración de Derechos del Buen Pueblo de Virginia, del 12 de junio de 1776, la
cual, posteriormente, formó parte de la Constitución de los Estados Unidos de
América. Así también, en nuestro país, la Constitución de 1823 reconoció la
necesidad de informar sobre las razones de la detención, aunque
lamentablemente, no señaló los supuestos en los cuales se permitía la misma.[8]
16. El principio de la gratuidad de la administración de justicia y de la
defensa gratuita para las personas de escasos recursos; y, para todos, en
los casos que la ley señala.
COMENTARIO:
Constitución vigente ha ido mucho más allá de la Carta de 1979, pues ha
terminado consagrando un derecho de alcance general (o sea válido para
cualquier proceso, no solo penal) a favor (en principio) de todas las personas de
"escasos recursos" que comprende dos aspectos: a) poder litigar sin tener que
adelantar lo que técnicamente se llaman "costas"; y b) contar con un abogado
patrocinante gratuito. Por ello la constitución señala que la administración de
justicia es gratuita, ello no implica la exoneración de las tazas judiciales, las costas
y los costos, salvo los casos previstos en la ley.
17. La participación popular en el nombramiento y en la revocación de
magistrados, conforme a ley.
COMENTARIO:
La facultad que tiene el pueblo de nombrar y revocar a los magistrados (jueces)
sin embargo, en la práctica esto constituye una realidad, e incluso creo que esta
participación coadyuvaría a que la previsión constitucional de que ''la potestad de
administrar justicia emana del pueblo" (artículo 138 de la Constitución) no sea una
afirmación falsa y alegórica, sino que tenga contenido real, haciendo del Poder
Judicial un verdadero poder estatal (pues en el Estado constitucional todo poder
político ha de ser conferido democráticamente, en el marco de las normas
constitucionales).
18. La obligación del Poder Ejecutivo de prestar la colaboración que en los
procesos le sea requerida.
COMENTARIO:
la colaboración del Ejecutivo en los procesos a un solo ámbito: al auxilio de la
fuerza pública para la ejecución de lo ordenado finalmente en el proceso judicial
que implique la suma de esfuerzos no sólo de los poderes constituidos, como el
ejecutivo, sino la de todos los peruanos que deseamos vivir en paz y armonía,
conforme a un estado democrático de gobierno.[9]

19. La prohibición de ejercer función judicial por quien no ha sido nombrado


en la forma prevista por la Constitución o la ley. Los órganos
jurisdiccionales no pueden darle posesión del cargo, bajo responsabilidad.
COMENTARIO:
Dicho derecho fundamental es un verdadero atributo subjetivo consistente en ser
juzgado o procesado por el juez preestablecido de acuerdo a ciertas reglas de
competencia estipuladas en la ley. El derecho al juez natural está comprendido
dentro del derecho al debido proceso y la tutela jurisdiccional, donde nadie puede
avocarse al ejercicio de la función jurisdiccional, sino de la forma y la manera
establecida por la ley, hacerlo constituye delito y el permitirlo implica concurrir en
responsabilidad.
20. El principio del derecho de toda persona de formular análisis y críticas de
las resoluciones y sentencias judiciales, con las limitaciones de ley.
COMENTARIO:
Nos encontraríamos ante una manifestación de la libertad de creación intelectual,
a través de la cual se reconoce la facultad de toda persona para escrutar, estudiar
y aplicar sus conocimientos, obteniendo un producto determinado[10].
En tal sentido, es innegable que a través del análisis de las resoluciones y
sentencias las personas imprimen sus conocimientos y ciencia para elaborar
obras, como son -por ejemplo- los comentarios de jurisprudencia, los libros, las
tesis y los artículos en los cuales se citen o critiquen jurisprudencia, puesto que
los jueces por el simple hecho de ser personas, no son perfectas y por lo tanto,
pueden cometer errores, sin embargo, esto no es una excusa y, por lo tanto, sus
resoluciones pueden ser objeto de análisis o críticas que estén acordes con los
límites que establece la ley.
21. El derecho de los reclusos y sentenciados de ocupar establecimientos
adecuados.
COMENTARIO:
Los incisos 21 y 22 de nuestro artículo 139 parecen ser distintos pero
complementarios, si se tiene en cuenta de que el primero de los nombrados hace
referencia al ambiente físico en la que estarán confinados los reclusos y, el
segundo, a los principios sobre los cuales se desenvolverá el tratamiento
penitenciario. Tal separación es más aparente que real puesto que las condiciones
físicas o ambientales de reclusión influyen sobre el tratamiento del
Interno y, de hecho, las etapas del tratamiento y su "progresividad" están
acompañadas de diversos ambientes físicos. De cualquier manera un ambiente
físico bien puede estimular o desincentivar la readaptación del recluso y puede
importar su progreso o "regresividad" en el tratamiento.
22. El principio de que el régimen penitenciario tiene por objeto la
reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad.
COMENTARIO:
El constituyente de 1993 ha prescrito determinadas finalidades al régimen
penitenciario, esto es, a la ejecución de una pena privativa de la libertad: reeducar,
rehabilitar y reincorporar socialmente al penado.
En primer lugar, la "re educación" alude al proceso de adquisición de actitudes al
que es sometido un recluso para ser capaz de reaccionar durante la vida en
libertad, la expresión "reincorporación social" nos remite al resultado fáctico de
recuperación social de un condenado, originalmente considerado antisocial, la
recuperación que implica la introducción en la sociedad de un condenado en las
mismas condiciones que el resto de ciudadanos[11].

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