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lunes, julio 09, 2012 Guerra con Chile, Guerra del Guano y el Salitre, La Campaña de la
Breña (1881 – 1883) No comments
Brillante campaña dirigida por el gran Andrés Avelino Cáceres, el “titán de la Breña”,
apodado por sus travesías en la sierra como “el Brujo de los Andes”. Fue una verdadera
guerra de guerrillas, una guerra irregular, una guerra de desgaste para los chilenos. Cáceres
con un ejército irregular compuesto por las indomables y valerosas guerrillas de
Montoneros indios le infligieron a los chilenos severas derrotas a lo largo de tres años de
infatigable resistencia que dejó en alto el honor nacional y que de no haber sido traicionado
por altos oficiales peruanos como Miguel Iglesias y Lizardo Montero, la lucha hubiera sido
coronado con el éxito final. Tributo para aquellos héroes anónimos que sin la adecuada
preparación militar y en inferioridad bélica supieron hacer frente a un enemigo en teoría
invencible. Tributo para aquellas hermosas mujeres que serena y estoicamente sufrieron al
lado de sus compañeros los rigores de esta infausta guerra, mujeres a las cuales, la infame
oligarquía traidora las endilgó el epíteto despectivo de “rabonas”.
Las principales correrías de Cáceres se produjeron en el Valle del Mantaro. Entre las
principales batallas libradas durante esta campaña podemos señalar a las siguientes:
En la sierra peruana algunas tropas regulares, además de indígenas que se les sumaron,
realizaron una fuerte resistencia a la ocupación. En este lugar se desarrollaron algunos
enfrentamientos armados, como el Combate de Sangra (26 y 27 de junio de 1881) y el
de La Concepción (9 y 10 de julio de 1882).
El primer paso del general Cáceres (Campaña de la Breña) fue la guerra de guerrillas, lapso
en que ganó tiempo para formar un buen ejército de unos tres mil hombres, ocho piezas de
artillería, un regimiento de caballería y el fuerte apoyo de campesinos que terminaron por
incorporarse como guerrilleros.
Cantinera de la Guerra del Pacífico. Su labor era la de asistir heridos y enfermos, además de
cocinar y lavar la ropa de los soldados.
El 1 de febrero de 1882 tomó el mando de las fuerzas chilenas el coronel Estanislao del
Canto, comandante del Regimiento Segundo de Línea, mientras las tropas peruanas se
reorganizaban para derrotar a la División del Centro, que ya se encontraba en las orillas del
río Mantaro, lugar elegido por el general Del Canto como sede del cuartel general.
La idea de Cáceres era encerrar a Del Canto en el valle de Mantaro, dividiendo sus tropas
en tres: al mando de los coroneles Juan Gastó y Máximo Tafur, y otra a su cargo.
El 5 de julio, Estanislao del Canto dispuso que la cuarta compañía del Chacabuco, al mando
del capitán Ignacio Carrera Pinto, relevara una fracción del mismo regimiento.
A partir de un enfoque multidisciplinario, esencialmente político y social, este trabajo trata
un tema muy específico: el peso, directo o indirecto, que tuvo la actividad del general Cáceres,
líder de la resistencia nacional contra la invasión extranjera, sobre el rumbo de los
acontecimientos militares y diplomáticos durante la llamada Campaña de la Breña, en la fase final
de la Guerra del Pacífico. En particular, el autor destaca el notable margen de influencia que la
voluntad de los actores individuales puede llegar a tener en un proceso histórico, sin dejar de
tener en cuenta la fuerza de los factores sociales y culturales. En cuanto a los temas tratados en
torno de esta idea central, cabe mencionar: el pensamiento político y militar de Cáceres, el papel
de los guerrilleros, el rol de la prensa en la formación de la opinión pública, y el balance
estratégico del conflicto. En un plano más detallado, se pueden destacar los comentarios del autor
sobre asuntos novedosos y poco tratados en trabajos previos, tales como el rol de la Iglesia, el
colaboracionismo, y el indigenismo surgido durante la guerra. (800)