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Anatomofisiología
Autor
Julio Ruíz Palomino
Revisión técnica
Saturnino Mezcua Navarro
ÍNDICE
TEMA 2. HEMATOLOGÍA 13
2.1. Introducción 13
2.2. Composición de la sangre 14
2.3. Elementos formes de la sangre 14
2.4. Hemostasia 16
ÍNDICE
7.3. Mecánica respiratoria 52
7.4. Control de la respiración 53
7.5. Exploración funcional respiratoria 53
7.6. Valores de las presiones de los gases de intercambio 54
- BIBLIOGRAFÍA 76
Anatomofisiología
Aspectos esenciales
1 El núcleo celular se encarga de la transcripción de ADN a ARN en el nucléolo, y de la tra-
ducción de ARNm a proteínas ya en el citoplasma.
2 Las células somáticas se dividen por mitosis, mientras que las germinales lo hacen por
meiosis disminuyendo el número de cromosomas a 23. Estudia las fases.
3 La sangre es un tipo de tejido conjuntivo que se encarga del transporte de sustancias y en
AF
la que circulan proteínas como albúminas, globulinas y fibrinógeno, así como elementos
formes: hematíes, leucocitos y plaquetas. Recordad la desviación izquierda y la coagula-
ción.
4 El tejido óseo se organiza en sustancia esponjosa y en sustancia compacta, con las células
propias osteocitos, osteoblastos y osteoclastos, originando la estructura interna en forma
de osteonas con los conductos de Havers. Repasad sus funciones y los huesos más impor-
tantes.
5 El tejido muscular se diferencia en esquelético o voluntario estriado, liso involuntario no
estriado y cardíaco involuntario estriado, siendo la acetilcolina el neurotransmisor que se
libera en la placa motora.
6 El sistema nervioso central está compuesto por los lóbulos cerebrales y la médula espinal,
mientras que el sistema periférico lo forman los pares craneales, los nervios espinales y el
sistema nervioso autónomo. Son importantes las vías motoras y sensitivas.
7 El corazón se encuentra vascularizado por las arterias coronarias izquierda y derecha e
inervado por el sistema de conducción que comienza en el nodo sinusal. Repasad las
cavidades, las válvulas y los ruidos.
8 La fisiología cardíaca es importante, recordad el gasto cardíaco como la frecuencia cardíaca
por el volumen sistólico. Depende de la precarga, de la contractibilidad y de la postcarga.
9 Los linfocitos se diferencian en B para la respuesta humoral con la producción de anticuer-
pos y en T para la respuesta celular. Repasad la inmunidad activa y pasiva.
10 Respecto al aparato respiratorio, se deben estudiar los músculos que intervienen, la espiro-
metría conociendo los volúmenes y las capacidades y el hioides como hueso libre a nivel
laríngeo cervical superior.
11 El aparato digestivo se compone de mucosa, submucosa, muscular y serosa, pero esta
composición varía según cada órgano. Repasad las funciones del hígado, la vía biliar, el
páncreas y la vascularización por medio de las arterias mesentéricas.
12 Estudiad la anatomía urinaria con sus funciones, sin olvidar la nefrona y las hormonas que
influyen en la reabsorción de agua y sodio.
13 Realizad un esquema de las hormonas que produce la hipófisis y sus funciones corporales.
TrH hipotalámica-TSH hipofisiaria-T3 y T4 tiroides.
14 Repasad la anatomía reproductora masculina y femenina, en especial las zonas de las
trompas y las células de los testículos.
15 Son importantes la organización del órgano del oído y la anatomía ocular, incidiendo en
la zona de máxima visión o mácula, con la fóvea, y el punto ciego donde llega el nervio
óptico que es la papila.
TEMA 1
1.1. INTRODUCCIÓN
La fisiología se define como el estudio de las funciones del cuerpo humano normal.
05
Anatomofisiología
La histología (del griego histos: tejido de telar / logos: palabra o aprendizaje) es el estudio de la
estructura y de la interrelación de los diferentes tipos celulares que se agrupan para realizar una
función determinada.
La citología (del griego kytos: espacio hueco o celda) se encarga de analizar la forma y la estructura
de los diferentes tipos celulares.
La célula es la unidad funcional mínima que forma los tejidos, capaz de realizar todas las funciones
vitales individualmente.
En una célula eucariota, donde el material genético se encuentra aislado del resto de componentes
intracelulares, se pueden distinguir tres partes bien diferenciadas: la membrana plasmática o citoplas-
mática, el citoplasma y el núcleo celular (lugar de la célula en el que se encuentra el material genético).
En el líquido extracelular la concentración de Na+ es mucho mayor que en el interior de la célula, siendo
el Na+ el ion que se encargará de mantener la osmolaridad del espacio extracelular. Al contrario de lo
que ocurre con el Na+, el K+ se encuentra en concentraciones mucho mayores a nivel intracelular que en
el espacio extracelular. El movimiento de iones y agua se regula basándose en los siguientes principios:
• La membrana capilar que separa el plasma del líquido intersticial es permeable al agua y a los
electrolitos, pero restringe el flujo de las proteínas.
• El agua difunde libremente a través de las membranas celulares por osmosis, mientras que el
movimiento de iones y sustancias neutras se encuentra restringido.
• Los volúmenes de los compartimentos del líquido extracelular e intracelular dependen de la can-
tidad de sustancias osmóticamente activas en cada uno de los espacios.
• En el líquido extracelular la distribución del agua depende de la concentración de proteínas. Esto
es debido a la presión osmótica de las proteínas que tienden a retener el agua. Al ser la albúmina
la proteína más abundante del plasma es la que más contribuye en la distribución del líquido
extracelular.
1.2.2. Citoplasma
Organelas citoplasmáticas
AF
se observan unos pequeños gránulos, los ribosomas, que le dan al RER su aspecto rugoso. El
RER participa en la síntesis, el transporte y la secreción de proteínas.
• Ribosomas: elementos formados por dos subunidades, una pesada y otra ligera. Cada una de
ellas se compone de un filamento de ARNr (ácido ribonucléico ribosómico) asociado a pro-
teínas. Los ribosomas que están unidos a la membrana del RER se encargan de la síntesis de
proteínas. Para que la síntesis de proteínas se realice es necesario que las dos subunidades
del ribosoma estén en contacto y que los ribosomas se dispongan en grupos, formando los
polirribosomas.
• Retículo endoplasmático liso o agranular (REL): red irregular de túbulos y vesículas desprovis-
tos de ribosomas. A este nivel se realiza la biosíntesis y el transporte intracelular de lípidos y la
eliminación de algunas toxinas.
• Aparato de Golgi (AG): sistema de cisternas apiladas que se localizan entre el REL y el núcleo ce-
lular. Las proteínas sintetizadas en los ribosomas unidos al RER son transportadas a través del REL
hacia el aparato de Golgi, donde quedan almacenadas en forma de vesículas que posteriormente
serán secretadas, denominándose gránulos secretores.
• Lisosomas: organelas vesiculares rodeadas por una membrana, que en su interior contienen en-
zimas hidrolíticas capaces de degradar casi la totalidad de macromoléculas biológicas (proteínas,
lípidos, glúcidos, ácidos nucleicos). Son liberados por el aparato de Golgi. Su principal función es
la digestión celular.
• Centrosoma y centríolos: en la parte central de la célula se localiza una zona de citoplasma es-
pecializado, el centrosoma o centro celular, que contiene un par de gránulos, los centríolos. Éstos
desempeñan un papel importante en la división celular y en la formación de cilios.
El citoesqueleto es la estructura constituida por túbulos y filamentos que dan estabilidad a la estruc-
tura celular. Su organización viene regulada por el centrosoma. Se organiza en tres componentes
principales:
• Microfilamentos: moléculas alargadas de actina, asociadas habitualmente a un ATP. En la célula
muscular, las moléculas de actina se entrecruzan con moléculas de miosina, permitiendo la con-
tracción de la fibra muscular.
• Microtúbulos: constituidos por moléculas de tubulina, de mayor diámetro que los microfila-
mentos.
• Filamentos intermedios: forman parte de la matriz del citoesqueleto.
07
Anatomofisiología
El ADN únicamente se encuentra en el interior del núcleo celular y en pequeñas cantidades a nivel
de las mitocondrias (ADN mitocondrial).
La mayoría de células poseen un único núcleo. Sin embargo, es posible encontrar células multinu-
cleadas, como las siguientes:
• Hepatocitos: dos núcleos.
• Osteoclastos: múltiples núcleos.
• Fibra muscular estriada: múltiples núcleos.
Organelas nucleares
En función de la fase celular en que se observa a la célula, se pueden ver las distintas formas de pre-
sentación de la cromatina:
• Interfase (célula en estado basal): la cromatina aparece en forma de gránulos dispersos por el
núcleo celular.
• Metafase (célula en estado de división celular): la cromatina creará unas estructuras más com-
pactas y organizadas, los cromosomas (Figura 3).
Cada especie tiene un número fijo de cromosomas en cada una de sus células. En las células somá-
ticas humanas, el número de cromosomas es de 46. Dado que éstos se disponen en pares, la célula
somática humana presentará 23 pares de cromosomas. A esta dotación se la denomina diploide.
Recuerda Las células germinales, productoras de gametos (espermatozoides en el hombre, óvulos en la mujer),
∙ La transcripción se produce en el nú- únicamente poseen 23 cromosomas en cada núcleo celular, llamándose esta dotación haploide.
cleo por medio del nucléolo y es el Cuando los gametos se unen para formar el cigoto, se obtendrán nuevamente células con una dota-
paso de ADN a ARN. ción diploide de 23 pares de cromosomas.
∙ La traducción se realiza en el citoplas-
ma, en los ribosomas, y se refiere al Los cromosomas contienen el ADN y, por tanto, la información genética. Un gen es una cadena de
paso de ARN a proteínas.
ADN que lleva codificada la información de una molécula específica y la mayoria de los genes en los
cromosomas de cada par son idénticos.
El ADN se localiza en el núcleo celular, mientras que el ARN se sintetiza en el núcleo para ser trans-
portado al citoplasma, donde se unirá a la superficie del retículo endoplasmático rugoso (RER) para
poder llevar a cabo la síntesis de proteínas.
El ADN es un polinucleótido que está formado por una doble cadena helicoidal de ácidos nucleicos.
Cada una de las cadenas de ácido nucleico se compone de una cadena de nucleótidos. Éstos están
compuestos por la unión de:
Ácido fosfórico + pentosa (desoxirribosa) + base nitrogenada (adenina, timina, citosina, guanina).
AF
El ARN está constituido por una cadena de ácido nucleico donde los nucleótidos están formados
por:
Ácido fosfórico + pentosa (ribosa) + base nitrogenada (adenina, uracilo, citosina, guanina).
Recuerda
La unión de la doble hélice en el ADN se realiza mediante las bases nitrogenadas. La interacción El ADN contiene la doble cadena de nu-
siempre se lleva a cabo entre adenina-timina (A-T) y citosina-guanina (C-G). Cuando tiene lugar la cleótidos A-T y C-G, mientras que el ARN
transcripción (formación del ARN a partir del ADN), las bases que interaccionan son adenina-uracilo es una sola cadena de nucleótidos A-U y
(A-U) y citosina-guanina (C-G). C-G en la que no existe la timina.
Para que a partir de una célula pueda llegar a generarse un tejido celular es necesario que exista un
mecanismo de división celular. Hay dos mecanismos de división celular: mitosis y meiosis.
La mitosis o cariocinesis es el mecanismo de división celular que poseen todas las células del orga-
nismo, a excepción de las células germinales (encargadas de producir los gametos), mediante el cual
la célula se divide en dos nuevas células.
A partir de una célula con 23 pares de cromosomas, se obtienen dos células idénticas a la madre con
23 pares de cromosomas cada una; es decir, con idéntica dotación genética.
Desde el punto de vista cronológico, la mitosis se divide en cuatro fases (Figura 4):
• Profase: los centríolos, que se han replicado de forma similar a los cromosomas durante la inter-
fase, se dirigen a los polos opuestos de la célula gracias a la formación de microtúbulos; mientras
en el núcleo se empiezan a condensar los cromosomas, la envoltura nuclear se fragmenta. Al mis-
mo tiempo, un nuevo conjunto de microtúbulos se desarrolla desde el centrómero por donde las
dos cromátidas están unidas.
• Metafase: los cromosomas se sitúan en el centro celular o placa ecuatorial del uso mitótico.
• Anafase: las dos cromátidas de cada cromosoma son arrastradas por el centrómero hacia los cen-
tríolos.
• Telofase: los nuevos cromosomas hijos se han separado y comienza una nueva envoltura nuclear
alrededor de cada conjunto de cromosomas, así como la división del citoplasma y la repartición
de las organelas, finalizando con dos células idénticas con la misma dotación genética, cada una
con 46 cromosomas.
1.4.2. Meiosis
También denominada gametogénesis. Es el mecanismo de división celular que utilizan las células
germinales (diploides) para poder obtener células (gametos) con la mitad de la dotación genética
(haploides). Tras la unión de los gametos masculino y femenino, la célula resultante (cigoto) tendrá
de nuevo una dotación diploide.
A partir de una célula madre (diploide) se obtienen cuatro células hijas (haploides). Para ello, es ne-
cesario que se produzcan dos divisiones celulares donde únicamente en la primera división celular
tendrá lugar la duplicación del material genético.
09
Anatomofisiología
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M a n u a l C TO d e E n fe r m e r í a
La meiosis es un tipo de división reduccional. Para ello es necesario que se produzcan dos secuencias
de división. Los cromosomas se empaquetan por parejas, denominándose cromosomas homólogos,
como los cromosomas sexuales XX para la mujer y XY para el hombre, y al final de esta primera divi-
sión cada célula hija tendrá un solo cromosoma homólogo, es decir únicamente 23 cromosomas y no
46. Además, en esta primera división meiótica, se produce la recombinación genética o entrecruza-
miento de cromosomas, asegurando una diversidad genética para las generaciones posteriores. La
segunda división meiótica es similar a la mitosis, en la cual cada cromátida de un cromosoma se des-
plaza a polos opuestos de la célula en división.
AF
Ciclo celular
Existen distintos tipos de crecimiento o proliferación celular que pueden desarrollar los distintos
tejidos del organismo:
• Hiperplasia: se produce un aumento del número de células de un tejido. Aunque se trata de
una respuesta normal a las necesidades fisiológicas, si excede ciertos límites, puede volverse
patológica.
• Metaplasia: es el proceso por el que una célula se transforma en otra como resultado de un estí-
mulo externo que modifica las células madre. Generalmente, la desaparición del estímulo produ-
ce la remisión de la metaplasia, aunque puede evolucionar hasta convertirse en displasia.
• Displasia: crecimiento anómalo que origina células de forma, tamaño y disposición diferente
a otras del mismo tejido. Es un crecimiento benigno aunque puede desembocar en anaplasia.
• Anaplasia: es la formación de células indiferenciadas que presentan un crecimiento y/o disposi-
ción anormal. Son malignas por definición.
• Neoplasia: crecimiento anormal de un tejido, no controlado que sigue desarrollándose incluso
en ausencia de estímulo y cuyo crecimiento suele ser rápido.
El tejido celular es la agrupación de células con la misma función específica. Un grupo de células
formarán un tejido celular. Dos o más tejidos celulares constituirán una unidad funcional u órgano
11
Anatomofisiología
(hígado, bazo, etc.). Varios órganos con funciones relacionadas formarán un sistema de órganos o
aparato específico (respiratorio, digestivo, etc.).
1.5.2. Histogénesis
La fusión del ovocito y del espermatozoide da lugar al cigoto, que comienza a dividirse en lo que se
denomina segmentación. Por tanto, la segmentación es una serie de divisiones mitóticas que provoca
un aumento del número de células, denominadas blastómeras, que se tornan mas pequeñas con cada di-
visión. El tercer día, después de entre tres y cuatro divisiones, el cigoto se parece a una mora, denomi-
nándose mórula (de 12 a 16 células). Posteriormente, hacia el sexto día, aparece una cavidad central
con células en la periferia, conocida como blastocisto o blástula, cuyas células del polo superior se
dividen en internas o embrioblasto y externas o trofoblasto, comenzando su anidación en la mucosa
uterina al final de la primera semana. La fase que sigue a la blástula en la tercera semana posfecun-
dación se denomina gástrula y la gastrulación es el proceso formativo mediante el cual el embrión
adquiere tres capas germinales. Las células del embrioblasto formarán el embrión, dividiéndose en
las tres capas germinativas.
En la etapa embrionaria se distinguen tres capas germinativas con tres tipos celulares diferentes. Es-
tas células sufrirán una diferenciación y migración para poder formar parte de los distintos órganos
del futuro feto:
• Ectodermo: capa más externa. Del mismo derivan la epidermis, incluyendo el pelo y las uñas,
el sistema nervioso, el epitelio sensorial de oído, nariz y ojo y las glándulas hipófisis, mamarias,
sudoríparas y el esmalte de los dientes; así como el tejido nervioso.
• Mesodermo: capa intermedia, de la que se generan los tejidos conjuntivo, muscular, vascular, el
bazo, la corteza suprarrenal, la dermis y el sistema urogenital.
• Endodermo: capa más profunda. De ella derivan el sistema digestivo, el hígado, el páncreas, el
aparato respiratorio, la vejiga urinaria, la paratiroides y la tiroides.
En la segunda semana del desarrollo embrionario, el trofoblasto se divide en dos capas, el citotrofo-
blasto y sincitiotrofoblasto que formarán la placenta, y a su vez se generan dos cavidades, la amnió-
tica y el saco vitelino
Figura 6. Desarrollo embrionario Existen cuatro tipos fundamentales de tejidos, que son los siguientes:
• Epitelial.
• Conectivo (se incluyen cartílago, tejido óseo y sangre).
• Muscular (se verá en el capítulo Aparato locomotor).
• Nervioso: compuesto de neuronas y células de la neuroglía.
Cabe señalar que las células no son los únicos componentes estructurales del organismo, ya que
el tejido conectivo está compuesto también por sustancias extracelulares, denominadas sustancias
intercelulares. Éstas son las que en definitiva darán forma y dureza al organismo.
El epitelio es la capa o capas de células íntimamente unidas entre sí que tapizan o recubren las superficies
del cuerpo, tanto las externas como las internas. El epitelio no contiene vasos, por lo que se nutre del tejido
conectivo subyacente. Su función es la de actuar como barrera selectiva, capaz de facilitar o de dificultar
el paso de sustancias a través de las superficies que cubren. También protegen a los tejidos subyacen-
tes de la deshidratación o de los deterioros químicos y mecánicos; pueden elaborar y secretar mate-
riales en los espacios que limitan. Finalmente, es posible que funcionen como superficies sensoriales.
Todas las células se encuentran unidas mediante una sustancia uniforme denominada membrana
basal. Existen varios tipos de epitelios, simples y compuestos:
• Epitelio simple escamoso: como los alveolos pulmonares o el endotelio de los vasos.
• Epitelio simple cilíndrico: en el aparato digestivo y la mayoría de las glándulas.
• Epitelio simple ciliado: recubriendo los conductos aéreos, trompas y conductos uterinos.
• Epitelio estratificado en la piel: al ser un epitelio compuesto que consta de varias capas celulares.
• Epitelio de transición: en la mayor parte del sistema urinario, también epitelio compuesto.
Un tipo especial de tejido epitelial son las mucosas pues están compuestas de un determinado epitelio
(bien estratificado no queratinizado en el aparato digestivo, o de transición en el urinario) y revisten las
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cavidades que tienen contacto con el exterior, que se debe diferenciar de las serosas, que son capas de
tejido conjuntivo junto con una pequeña capa de tejido epitelial que tapizan las cavidades corporales
y los órganos que se localicen en ellas, como el peritoneo, pericardio o pleura.
La mayor parte de glándulas del cuerpo son de origen epitelial, ya que se generan a partir de divertí-
culos de las superficies corporales, por lo que las glándulas son un tipo especial de epitelio, en el que
las células componentes elaboran una secreción. Existen dos tipos diferentes:
• Exocrinas: liberan su contenido a través de unos conductos que se abren a una superficie exter-
AF
na o interna. En función del mecanismo de secreción, se clasifican en:
- Merocrinas o epicrinas: el producto de secreción se libera solo, sin pérdida de sustancia celular.
La exocitosis pertenece a este tipo de secreción. Se puede observar en el páncreas exocrino.
- Apocrinas: se pierde una parte del citoplasma apical, junto con el producto de secreción.
Este mecanismo sólo se encuentra en las glándulas sudoríparas apocrinas, glándula mamaria
y próstata.
- Holocrinas: se pierden las células enteras junto con el producto de secreción. Sólo se observa
en las glándulas sebáceas de la piel.
Tejido conectivo
TEMA 2
HEMATOLOGÍA
2.1. INTRODUCCIÓN
La sangre puede considerarse como un tejido conectivo fluido, ya que está compuesta por células
y una sustancia intercelular líquida, el plasma sanguíneo; circula a través de los vasos sanguíneos. El
volumen de sangre de un individuo adulto es de aproximadamente 5 l. La principal función de la san-
gre es la de transporte de sustancias a todo el organismo (gases, nutrientes, productos metabólicos
de desecho, células y hormonas).
13
Anatomofisiología
Las células sanguíneas se originan en la médula ósea gracias a un proceso denominado hemato-
poyesis a partir de un mismo precursor denominado célula madre hematopoyética pluripotencial
o stem cell, dividiéndose en dos líneas, la serie mieloide que originará la mielopoyesis e incluye la
eritropoyesis, granulopoyesis, monopoyesis y trombopoyesis, y la estirpe linfoide que originará a los
linfocitos. Los eritrocitos y las plaquetas ejercerán su acción en el interior de los vasos sanguíneos,
mientras que los leucocitos actúan principalmente fuera de los vasos, en los tejidos.
La eritropoyesis se define como el proceso de formación de los eritrocitos, que se produce de forma inin-
terrumpida a un ritmo de unos 2,5 millones de glóbulos rojos por segundo, originados en la medula ósea
por la estimulación de una hormona denominada eritropoyetina sintetizada casi en el 90% a nivel renal
y en un 10% en el hígado, aunque no están claros los procesos de activación enzimática de la misma.
Por tanto, el eritrocito tiene su origen en células precursoras de la médula ósea. Durante el proceso
de diferenciación, se sintetizan grandes cantidades del pigmento respiratorio hemoglobina (Hb), que
contiene hierro (el color rojo de la sangre es debido a la presencia de hemoglobina en los eritrocitos).
Antes de salir a la circulación general, el eritrocito pierde el núcleo, puesto que mediante un proceso
de maduración degenerarán todas las organelas citoplasmáticas.
Cuando sale a la circulación general procedente de la médula ósea, el eritrocito aún es una forma
inmadura, que recibe el nombre de reticulocito, que tardará un día en transformarse en una célula
madura. La concentración de reticulocitos entre todos los eritrocitos de la sangre suele ser menor del
1%. En la circulación, los eritrocitos maduros tienen aspecto de disco bicóncavo. Cualquier suceso
que implique un aumento de la síntesis de eritrocitos por la médula ósea provocará un incremento
de la concentración de reticulocitos en sangre.
La vida media de un eritrocito es de 120 días, tras los cuales es eliminado por los fagocitos del bazo,
del hígado y de la médula ósea.
El transporte de gases en el eritrocito está mediado por una enzima, la anhidrasa carbónica, median-
te la reacción: H2O + CO2 = HCO3- + H+.
El oxígeno se transporta unido a la hemoglobina como oxígeno molecular (dos átomos de oxígeno).
Los niveles séricos de hemoglobina en el hombre adulto son de 14-16 g/dl y de 12-14 g/dl en la mujer.
El hematocrito informa acerca del volumen ocupado por la masa eritrocitaria en relación con el volu-
14
M a n u a l C TO d e E n fe r m e r í a
men total de sangre. Los valores normales en el hombre y en la mujer adultos oscilan entre 42-52%
y 37-47%, respectivamente.
2.3.2. Leucocitos
Sus valores normales se sitúan entre 4.500 y 10.000 leucocitos/mm3. Existen cinco tipos diferentes
AF
de leucocitos que, en función de sus características morfológicas, se pueden dividir en dos clases
principales: granulocitos y agranulocitos.
Granulocitos
Los granulocitos, que también se denominan leucocitos polimorfonucleares, provienen de los mie-
locitos que a su vez derivan de los mieloblastos en el tejido mieloide de la médula ósea roja de los
huesos largos, el esternón, la pelvis, las costillas, las vértebras y de partes del cráneo.
Tienen una vida media corta, que varías desde unas 12 horas a tres días.
Muestran una presencia de gránulos citoplasmáticos y un único núcleo multilobulado. Existen tres
tipos diferentes:
• Neutrófilos: leucocitos más frecuentes en la sangre (40-70%). Tienen un núcleo multilobulado.
Se encargan de proteger al organismo frente a infecciones piógenas.
• Eosinófilos: en su citoplasma poseen gránulos que se tiñen de color naranja. Representan el
1-5% de los leucocitos en sangre. Actúan en ciertas fases de las reacciones de hipersensibilidad
y en la defensa antiparasitaria.
• Basófilos: células redondas con granulaciones basófilas en su citoplasma. Oscilan entre el 0-1%.
Es el equivalente sanguíneo del mastocito o célula cebada de los tejidos.
Agranulocitos
Los leucocitos se forman y maduran en la médula ósea a partir de las células mieloides (granuloci-
tos, monocitos y algunos linfocitos) y en los órganos linfáticos fuera de la médula ósea (linfocitos
B, T, NK y células plasmáticas).
2.3.3. Plaquetas
Las plaquetas o trombocitos son pequeñas células anucleadas que se forman en la médula ósea por
desprendimiento del citoplasma de células mayores, denominadas megacariocitos. La función de las
15
Anatomofisiología
Tienen una vida media de ocho a doce días. Se eliminan principalmente por los macrófagos
del bazo. Los valores normales de plaquetas se sitúan en 150.000 - 400.000/mm3. Por debajo de
100.000/mm3 aproximadamente se denomina trombopenia o plaquetopenia (con riesgo de san-
grado).
Recuerda
La hemostasia es la reparación de las le-
siones hemorrágicas cuyo objetivo final
2.4. HEMOSTASIA
es la producción de un coágulo a través
de dos vías de activación de la trombi-
na, donde actúan diversos factores de la Cuando se produce la rotura de un vaso sanguíneo se inicia la hemostasia primaria, de manera que el
coagulación para producir fibrina que citado vaso se contrae inmediatamente para intentar detener la hemorragia y comienza la adhesión
formará la malla del coágulo y una vez plaquetaria. Cuando las plaquetas contactan con las fibras de colágeno de la pared vascular dañada,
reparada la lesión se iniciará la lisis del se unen a ellas y activan otras plaquetas cercanas al daño tisular. Este proceso lleva a la formación de
coágulo mediante la plasmina. una placa, la placa trombótica o tapón plaquetario, que intentará tapar el defecto o la solución de
continuidad de la pared del vaso.
Si de esta forma no es suficiente para detener la hemorragia, se activa otro paso en la hemostasia, la
formación de un coágulo o hemostasia secundaria. Tanto de la pared dañada como de las plaquetas
se liberan sustancias activantes, como la tromboplastina, que en presencia de Ca2+ llevan a la transfor-
mación de la proteína plasmática protrombina en trombina, también se liberan factores dependien-
tes de la vitamina K en el hígado. Todos éstos son los factores de la coagulación que son proteínas
plasmáticas que se activarán para formar el coágulo y se denominan con números romanos: I, II, III
hasta el XII (Figura 9).
La trombina es una enzima que activa la transformación del fibrinógeno plasmático en fibrina.
Actúa formando una red de largos filamentos de fibrina orientados en todas direcciones. Esta red,
junto con las plaquetas, generará el coágulo. Una vez formado, el coágulo se empieza a retraer, lo
que obliga al vaso a contraerse. Al cabo de entre 20 y 60 minutos exuda la mayor parte del líquido
del coágulo, el suero, que no es más que el plasma sin fibrinógeno y sin la mayor parte de los fac-
tores de la coagulación, por lo que no coagula.
Una vez reparado el defecto de pared, el plasminógeno se activará para que el producto resultante,
la plasmina o fibrinolisina, enzima proteolítica, inicie la disolución de la fibrina. La activación del plas-
minógeno tiene lugar un día después y una vez que se ha detenido la hemorragia.
2+
Ca
16
M a n u a l C TO d e E n fe r m e r í a
TEMA 3
APARATO LOCOMOTOR
Dentro de este tema se van a estudiar dos tipos de tejidos, el tejido esquelético y el tejido muscular.
AF
La interrelación entre ambos permite a un organismo desenvolverse en su medio.
• El cartílago constituye un soporte semirrígido, situado en algunas zonas como el árbol respira-
torio y el pabellón auricular.
• Las articulaciones son estructuras compuestas que unen a los huesos del esqueleto. Dependien-
do de su estructura, permitirán diferentes grados de movimiento.
• Los ligamentos son bandas flexibles que estabilizan las articulaciones.
• Los tendones proporcionan conexiones potentes y flexibles entre los músculos y su zona de
unión con el hueso.
Por tanto, las funciones del tejido esquelético son las siguientes:
• Protección y sostén para los tejidos blandos, dando forma al cuerpo humano.
• Protección a órganos internos vitales.
• Almacén de calcio y de otros iones inorgánicos como el fósforo.
• Anclaje a la mayoría de los músculos.
• Contiene la médula ósea y, por consiguiente, se encarga de la producción de células sanguíneas
y del almacenamiento de triglicéridos en la médula ósea amarilla.
3.1.1. Cartílago
El cartílago es una forma semirrígida de tejido conectivo originada por unas células, los condrocitos,
que se encuentran aisladas en pequeños espacios de la matriz extracelular, mucho más abundante. El
cartílago no contiene vasos sanguíneos, nutriéndose sus células por un mecanismo de difusión a
través de la sustancia fundamental.
El hueso es la forma especializada de tejido conectivo donde los componentes extracelulares están mine- ∙ Cartílago.
ralizados, lo que le confiere rigidez y cierta elasticidad. Además de las funciones de soporte y de protec- ∙ Articulaciones.
ción, el hueso constituye un almacén de calcio y de otros iones orgánicos. Cada hueso está modelado ∙ Ligamentos.
para poder soportar niveles máximos de tensión mecánica con la menor masa de hueso posible, de ∙ Tendones.
17
Anatomofisiología
manera que los huesos presentan una fase dinámica de crecimiento y de resorción durante toda la
vida. Los tipos de huesos son los siguientes: largos (fémur), planos (escápula) y cortos (escafoides).
Figura 10. Organización microscópica del hueso Todos los huesos están recubiertos por una capa vascularizada de
tejido conectivo, íntimamente adherida al hueso, donde se inser-
tan músculos, tendones y ligamentos, denominada periostio.
3.1.3. Articulaciones
La diartrosis se mantiene estable gracias a la presencia de una cápsula fibrosa y de los ligamentos.
La superficie interna de la cápsula fibrosa está tapizada por la membrana sinovial, menos en las
superficies articulares, que están recubiertas de cartílago hialino, el cartílago articular, de manera
que las superficies articulares no están en contacto. Toda la cavidad articular está rellena de un
líquido que produce la membrana sinovial, el líquido sinovial, encargado de nutrir a las estruc-
turas intraarticulares. La cápsula fibrosa es una capa que rodea las articulaciones por fuera de la
membrana sinovial. Los ligamentos articulares se encargan de reforzar la articulación. La rodilla
y la articulación temporomandibular presentan unas almohadillas cartilaginosas, los meniscos,
encargados de disminuir al máximo la fricción durante el movimiento (Figura 12).
18
M a n u a l C TO d e E n fe r m e r í a
AF
se, por ejemplo radiohumeral, radiocarpal, temporo-mandi-
bular (que en realidad es bicondilea con un menisco en el
interior).
• Gínglimos o trócleas: una de las superficies es una polea pro-
duciendo movimientos de flexo-extensión, por ejemplo cubi-
tohumeral, interfalángicas.
• Trocoide o trochus: las superficies articulares son segmentos
cilíndricos, uno cóncavo y otro convexo, por ejemplo radiocu-
bital proximal que produce movimiento de prono-supinación
del antebrazo.
• Articulación en silla de montar (de encaje recíproco), por ejem-
plo, trapeciometacarpiana del primer dedo, esternoclavicular.
cuando se acerca a la raíz de implantación del miembro o distal cuando se aleja de la misma. Todos
los huesos del cuerpo, a excepción de los sesamoideos, gozan de nombre propio (que se deben co-
nocer, así como sus relaciones y características propias).
Los huesos presentan diversos relieves que en algunos casos los hacen únicos. Los nombres genéricos
de los relieves óseos están referidos a su morfología y serán de utilidad para recordar gráficamente su lo-
calización. Los más frecuentes son los siguientes: ángulo, apófisis (zona elevada), cabeza (epífisis al extre-
mo de un cuello), cuello (parte estrecha en la base de una cabeza), cresta, espina (de mayor relieve que
la cresta), cóndilo (protuberancia redondeada destinada a articularse, por ejemplo con el cotilo, consti-
tuido por los huesos ilíacos), epicóndilo (protuberancia superior a un cóndilo), escotadura (depresión en
“V”), foramen (agujero), meato (obertura de un canal), seno (cavidad aérea dentro de un hueso), trocán-
ter (gran prominencia de inserción muscular o tendinosa) y tuberosidad (prominencia más pequeña).
Cara
Columna vertebral
Cuello
AF
Tórax
Extremidad superior
Extremidad inferior
21
Anatomofisiología
El sarcómero es una estructura que se acorta con la contracción muscular y vuelve al estado basal
con la relajación muscular. Este fenómeno dependerá de los diferentes estados de interacción entre
los miofilamentos de actina y de miosina (Figura 19).
AF
Los tipos de tejido muscular son los que se citan a continuación:
• Músculo esquelético: es el responsable del movimiento del
esqueleto y de los órganos (como, por ejemplo, el ojo o la len-
gua). El músculo esquelético también se denomina músculo
voluntario, ya que se puede controlar voluntariamente. Está
inervado por el sistema nervioso somático. La disposición de
las proteínas contráctiles, actina y miosina, da lugar a la apari-
ción de estriaciones transversales cuando se miran las prepa-
raciones histológicas, de aquí el nombre de músculo estriado.
Los diferentes músculos esqueléticos poseen una gran varie-
dad de morfologías y formas de acción; sin embargo, todos
tienen la misma estructura básica compuesta por células mul-
tinucleadas muy largas, las fibras musculares. La contracción
del músculo esquelético se encuentra controlada por los gran-
des nervios motores (motoneuronas), cuyas fibras nerviosas
se ramifican en el interior del músculo para inervar un grupo
de fibras musculares, denominándose colectivamente unidad
motora. La excitación de un nervio motor produce la contrac-
ción simultánea de todas las fibras musculares de la unidad
motora correspondiente.
• Músculo liso o visceral: es el componente muscular de las pa-
redes de diversas estructuras viscerales tales como los vasos
sanguíneos, el aparato digestivo, el útero y la vejiga urinaria.
Está controlado por el sistema nervioso vegetativo y hormo-
nal, recibiendo el nombre de musculatura involuntaria. Este
músculo no presenta estriaciones por lo que también se de-
nomina músculo liso.
• Músculo cardíaco: es un tipo especial de tejido muscular que
tiene características funcionales y estructurales de los dos ti-
pos de tejido muscular descritos. De aspecto estriado, es el
encargado de realizar la contracción cardíaca.
Recuerda
El músculo se diferencia en esquelético voluntario y estriado, liso que es
Figura 19. Histología del músculo esquelético
involuntario y no estriado y el músculo cardíaco, involuntario y estriado.
Para el trabajo muscular en equipo, los músculos se clasifican en agonistas o responsables del movimien-
to, antagonistas que se oponen al movimiento y sinergistas, que colaboran al mismo.
Existen varios tipos de fibras dependiendo de la composición y de la función de las mismas, que son
los siguientes:
• Las fibras de resistencia se denominan fibras rojas o de tipo I: poseen abundante irrigación en el
endomisio, gran contenido de la proteína mioglobina en su interior y poca acumulación de glicó-
geno. Se denominan rojas ya que la mioglobina es una proteína intracelular que capta oxígeno y
proporciona una coloración rojiza. El oxígeno es fundamental en este tipo de fibras puesto que
realizan un metabolismo de tipo aeróbico mediante el ciclo de Krebs y de la fosforilación oxida-
tiva. Son fibras de contracción lenta pero que no se fatigan.
• Las fibras de potencia se denominan fibras blancas o de tipo II: tienen menor irrigación que las
rojas, menos mioglobina, mayor acumulación de glicógeno, se fatigan rápidamente, son de con-
tracción rápida y ocupan una vía metabólica anaerobia (glicólisis) por lo que se acumula ácido
láctico. Existen dos variedades, las del subtipo II A, que se requieren en ejercicios o actividades
motrices de duración breve o rápida, mientras que las II B son demandadas en actividades o ejer-
cicios muy intensos y rápidos con muy poco acúmulo de glicógeno y de lípidos.
Las articulaciones van a permitir la interacción de los huesos del esqueleto con los músculos correspon-
dientes para poder realizar todo tipo de movimientos. Conociendo los movimientos que se realizan
en una articulación determinada y sabiendo localizar anatómicamente el lugar donde se produce el
movimiento, es posible deducir en la mayoría de ocasiones el nombre de un músculo determinado.
Hay unas zonas bien delimitadas en la anatomía que se deben resaltar por las relaciones y patologías que
sobre ellas se asientan, conocidas como espacios anatómicos, que son las que se enumeran a continuación:
• Triángulo de los escalenos: por debajo del músculo esternocleidomastoideo, donde asienta el
plexo braquial y la arteria subclavia.
• Triángulos del cuello: uno anterior, delimitado por el músculo esternocleidomastoideo en su
parte posterior (Figura 22), anteriormente por una línea central imaginaria, y en su parte superior
por la mandíbula. Este triángulo, a su vez, se divide en otros tres:
24
M a n u a l C TO d e E n fe r m e r í a
AF
de los músculos flexores de la zona
ventral del cuello.
Cabeza
Cuello
25
Anatomofisiología
Tórax
Abdomen
Extremidad superior
• Hombro:
- Abducción: m. supraespinoso y m. deltoides.
- Aducción: m. pectoral mayor y m. dorsal ancho.
- Anteversión o antepulsión: m. pectoral mayor y m. deltoides.
- Retropulsión: m. redondo mayor, m. dorsal ancho, m. deltoides y m. de la escápula.
- Rotación interna y externa por la mayor parte de los anteriores y el manguito de los rotado-
res formado por los músculos supraespinoso, infraespinoso, subescapular y redondo menor.
• Codo:
- Flexión: m. bíceps, m. braquial anterior y m. flexores del antebrazo.
- Extensión: m. tríceps y m. ancóneo.
- Pronación: m. pronador redondo, m. pronador cuadrado y m. palmar mayor.
- Supinación: m. bíceps, m. supinadores y m. extensor del pulgar.
• Muñeca:
- Flexión: m. palmar mayor y m. cubital anterior.
- Extensión: músculos que cruzan la parte dorsal de la muñeca.
- Aducción: flexores y extensores radiales.
Extremidad inferior
• Cadera:
- Flexión (cara anterior): m. psoasilíaco, m. recto anterior y sartorio. Como al sentarse en una
silla o el movimiento final al pegar una patada a un balón.
- Extensión (cara posterior): m. glúteo mayor, el cual se inserta en la cara posterior del fémur y
otros en menor medida como el m. glúteo medio, m. piramidal y m. bíceps femoral.
- Abducción: m. glúteo mediano y m. glúteo menor.
- Aducción: músculos aductores de la parte interna del muslo.
- Rotación interna: m. tensor de la fascia lata y m. glúteos menor y medio.
- Rotación externa: m. glúteo mayor, m. psoas y m. sartorio.
- M. sartorio: este músculo merece una mención especial y es necesario conocerlo con mayor
profundidad. Se origina en la espina ilíaca anterosuperior, adoptando una trayectoria curvi-
línea por encima del m. cuádriceps, insertándose en la cara interna de la tibia junto con el
m. recto interno y el m. semitendinoso, formando la pata de ganso superficial. Es el músculo
más largo del organismo y sus funciones son la flexión, la abducción y la rotación externa de
la cadera y la flexión de la rodilla.
• Rodilla:
- Flexión (cara posterior): m. bíceps femoral, m. semimembranoso, m. semitendinoso, m. ge-
melos, sartorio y poplíteo.
- Extensión (cara anterior): m. cuádriceps femoral.
26
M a n u a l C TO d e E n fe r m e r í a
M. temporal M. frontal
M. orbicular ojo
M. cigomático menor
AF
M. orbicular boca
M. trapecio
M. masetero
M. deltoides
M. pectoral mayor
M. gastrocnemio o gemelos
M. tibial anterior
M. bíceps femoral
M. esplenio M. digástrico M. aductor mayor
M. semitendinoso
M. elevador escápula
M. omohioideo
M. escaleno anterior
M. esternohioideo M. tracto iliotibial
M. escaleno medio
M. gracilis
M. escaleno posterior
M. semimembranoso M. plantar
M. esternocleidomastoideo
M. omohioideo inferior
M. trapecio
M. deltoides
M. gemelos
M. esplenio
M. trapecio
M. infraespinoso
M. deltoides
M. redondo menor
M. dorsal ancho
M. redondo mayor
M. gastrocnemio M. gastrocnemio
M. tríceps braquial
M. oblícuo esterno del abdomen M. peroneo largo
27
Anatomofisiología
• Tobillo:
- Flexión dorsal: m. tibial anterior, m. extensores de los dedos de la cara anterior de la pier-
na.
- Flexión plantar: m. gastrocnemios, m. soleo y flexores de los dedos de la cara posterior de la
pierna.
TEMA 4
SISTEMA NERVIOSO
4.1. INTRODUCCIÓN
Para que un organismo vivo pueda reaccionar ante un estímulo es necesario que exista un sis-
tema que regule y coordine una respuesta frente a dicho estímulo. En el cuerpo humano se en-
cargan el sistema endocrino y el sistema nervioso. El sistema endocrino interviene en reacciones
relativamente lentas, difusas y duraderas, mientras que el sistema nervioso actúa de manera más
rápida y precisa.
Así pues, el sistema nervioso recibe un estímulo externo o interno, lo analiza y emite órdenes para
poder ejecutar una respuesta específica. Para ello, se compone de una compleja red intercomunican-
te formada por células especializadas, las neuronas, las cuales poseen una propiedad específica que
las hace especiales: la excitabilidad o capacidad de transmitir un impulso nervioso.
Desde el punto de vista anatómico, el sistema nervioso se divide en Sistema Nervioso Central (SNC) y
en Sistema Nervioso Periférico (SNP):
• El SNC está formado por el encéfalo, contenido en el cráneo, y la médula espinal, que discurre a
través del canal raquídeo. En el SNC, los cuerpos neuronales se encuentran agrupados formando
núcleos, láminas o columnas. Las prolongaciones citoplasmáticas (axones) se denominan fibras
nerviosas. Un conjunto de fibras nerviosas que transcurren unidas de una parte a otra del sistema
nervioso se llaman fascículos o haces de fibras.
• El SNP está constituido por todo el tejido nervioso fuera del encéfalo y de la médula espinal. Sus
principales componentes son los ganglios (grupos de células nerviosas), los plexos nerviosos
(entrecruzamiento de fibras nerviosas) y los nervios o raíces nerviosas (grupos de fibras nerviosas
que corren en paralelo).
Los nervios parten a pares del SNC, uno para cada lado del cuerpo. Los que salen del encéfalo se
denominan pares craneales (PC) (son un total de 12 pares craneales). Los que lo hacen de la médula
espinal se llaman nervios espinales.
Las fibras nerviosas que llevan la información que integra el SNC se denominan eferentes o motoras.
Las formadas por las prolongaciones de las neuronas de los ganglios del SNP se conocen como afe-
rentes o sensitivas, ya que son portadoras de la información desde la periferia hacia el SNC. Ambos
grupos de fibras discurren entremezcladas en los nervios.
A medida que un nervio se dirige hacia la periferia, se va ramificando, hasta acabar libremente
en forma de terminaciones nerviosas o finalizar relacionándose con órganos terminales especia-
lizados.
28
M a n u a l C TO d e E n fe r m e r í a
• Tejido conectivo:
AF
- Meninges.
- Membranas cerebrales que rodean el SNC.
- Vasos sanguíneos.
Si el sistema nervioso se analiza desde el punto de vista funcional, se organiza en sistema nervioso
voluntario, que participará en las funciones voluntarias, y Sistema Nervioso Vegetativo (SNV), que será
el responsable del control de las acciones involuntarias.
4.3. NEUROHISTOLOGÍA
4.3.1. Neurona
4.3.2. Sinapsis
La transmisión del impulso nervioso sólo se produce de una neurona a otra o efector como la
unión neuromuscular) en una única dirección. El lugar donde se transmite la información entre
neuronas se denomina sinapsis, y está compuesta por una membrana presináptica, un espacio
o hendidura sináptica y una membrana postsináptica. Los neurotransmisores (NT) son las bio-
moléculas que se liberan en el espacio sináptico. Fue don Santiago Ramón y Cajal quien planteo
que el sistema nervioso estaba constituido por neuronas individuales que se comunicaban por
contactos funcionales llamados sinapsis en contra de los científicos que concebían el sistema
nervioso conectado en la amplia red de forma continua.
Recuerda • Ha de liberarse por un potencial de acción calcio dependiente mediante exocitosis para una ac-
tividad específica de esa neurona.
Las vainas de mielina envuelven los ner- • Activará a un receptor en la terminación postsináptica produciendo siempre el mismo efecto,
vios y son producidas por las células de
aunque algunos receptores están localizados a nivel presináptico.
Schwann en el sistema nervioso periférico,
mientras que en el SNC son los oligodendro- • La inactivación del neurotransmisor se produce bien por reabsorción o bien por degradación
citos los responsables. química mediante enzimas.
4.3.3. Neuroglia
La neuroglia está formada por un grupo de células de sostén que no es capaz de generar poten-
ciales de acción ni de transmitir el impulso nervioso. Sus principales funciones son las de producir
la vaina de mielina que envuelve a los axones mielínicos, aislar grupos neuronales y dar sostén
a la estructura nerviosa. Como ya se dijo, la forman las células de la neuroglia del SNC, las células
ependimarias, las células de Schwann en los nervios periféricos y las células satélite de los ganglios
nerviosos periféricos.
Células de Schwann
Meninges
Ventrículos cerebrales
AF
los hemisferios cerebrales, el tercer ventrículo
en el diencéfalo y el cuarto ventrículo en la pro-
tuberancia y el bulbo. Todos ellos están ocupa-
dos por el líquido cefalorraquídeo.
Respecto al dolor como estímulo, es preciso recordar que el dolor se produce por la activación de los
diferentes receptores en distintas zonas del cuerpo. Los tipos de dolor son los siguientes:
31
Anatomofisiología
• El dolor visceral: es el que se produce en las vísceras de origen en los plexos habitualmente del
intestino (Meissner y Auerbach) y que intenta ser localizado, pero puede ser difuso también; se
acompaña de reacción autonómica y aunque se localiza en la zona donde suele estar la víscera,
puede ser reflejo en otra localización. Por ejemplo, un dolor visceral de vesícula biliar duele en
hipocondrio derecho pero también en el hombro derecho posterior por usar la misma área cutá-
nea en cuanto a la inervación.
• El dolor somático: es el que tiene lugar en el resto del cuerpo salvo nervios o SNC; habitualmente
se refiere como profundo si se produce en los músculos y en las articulaciones, y superficial, si
lo hace en la piel. Es localizado en un área específica; en el caso del superficial se acompaña de
quemazón y en el profundo de reacción autónoma.
• El dolor neuropático: es el resultante de lesiones en vías nerviosas, como por ejemplo la neural-
gia del trigémino o las alteraciones sensitivas de miembro fantasma. Normalmente es más difuso
y sin estímulo evidente. Aunque a veces puede haber detonantes gatillo que lo reproduzcan,
como puede ser un estornudo o un estímulo táctil en una zona determinada (zona gatillo).
• El dolor psicógeno: que si bien el daño existe o existió en un momento, aparece amplificado y
distorsionado acompañado de problemas psicológicos como ansiedad o depresión.
El Sistema Nervioso Vegetativo (SNV) inerva al músculo liso, al corazón y a las células glandulares,
representando un mecanismo nervioso de regulación del estado de actividad de los órganos.
Está formado por dos tipos de fibras nerviosas: simpáticas y parasimpáticas. La mayor parte de órganos
están inervados por ambos tipos, siendo el efecto que producen antagónico. Cuando el organismo
se prepara para una agresión o está en peligro, se activa el sistema simpático; así, es posible obser-
var cómo reaccionarán los diferentes órganos: dilatación pupilar, aumento de la frecuencia cardíaca,
broncodilatación, vasoconstricción periférica, disminución de la secreción salivar. Todo ello está en-
caminado a permitir al organismo la huida o la lucha frente a la agresión. Si se manifiesta el sistema
parasimpático, se producirán los efectos contrarios a los descritos, como la miosis, la bronconstricción,
bradicardia, el aumento de la motilidad intestinal, la vasodilatación y el aumento de secrecciones.
El nervio que lleva la información parasimpática de la mayoría de vísceras huecas es el X par craneal
o nervio vago o neumogástrico.
El sistema nervioso está dividido, como ya se ha explicado antes, en dos partes: sistema nervioso
central (SNC), formado por el encéfalo y la médula espinal, y el sistema nervioso periférico (SNP).
Al hacer cortes del SNC, se observa que en el encéfalo la sustancia gris se encuentra en la capa más
externa (córtex o corteza cerebral donde residen los cuerpos neuronales) y en algunos núcleos basa-
les en zonas profundas de la sustancia blanca como el cuerpo estriado importante para el control de
los movimientos voluntarios, mientras que en la médula espinal, la sustancia gris se puede apreciar
en el interior del parénquima nervioso, rodeando al epéndimo. En cortes axiales medulares, la sus-
tancia gris adopta una forma de mariposa.
Encéfalo
El encéfalo es la parte del SNC que se encuentra en el interior del cráneo. Tiene tres partes principales:
• Encéfalo anterior:
- Telencéfalo: formado por los dos hemisferios cerebrales o cerebro.
32
M a n u a l C TO d e E n fe r m e r í a
AF
• Encéfalo medio: constituido por el mesen-
céfalo, donde se encuentran los cuerpos
cuadrigéminos.
• Encéfalo posterior:
- Cerebelo: encargado de la coordina-
ción del movimiento y del equilibrio.
- Protuberancia: contiene los núcleos de
algunos pares craneales. Sus funciones
son las de regulación y control del orga-
nismo.
- Bulbo raquídeo: es la parte terminal
del encéfalo que acaba dando origen a
la médula espinal, a nivel del foramen
magno occipital. Como funciones de-
sarrolla las de regulación y control del
organismo.
parte, de las arterias carótidas internas y, por otra, de la arteria basilar, constituida por la unión de
las dos arterias vertebrales (Figura 30).
Médula espinal
La médula espinal es la parte del SNC que se encuentra en el interior del canal raquídeo. En su sec-
ción transversal se observa un surco anterior y otro posterior, el epéndimo, en el medio del corte
y la sustancia gris envolviendo al epéndimo, adoptando la forma de mariposa. La médula espinal
desciende por el canal medular hasta la altura de la segunda vértebra lumbar a partir de la cual dis-
minuye mucho el tamaño formando un cordón fibroso llamado filum terminal.
Al igual que el cerebro, está rodeada por capas de tejido conectivo que se encargan de nutrirla y
de protegerla. Pegada a ella en su parte más interna está la piamadre, lateralmente se encuentra la
aracnoides (también conocida junto con la piamadre como leptomenige) y en la capa más externa,
la duramadre o paquimeninge. El espacio subaracnoideo quedaría interno a la aracnoides. El espacio
por debajo de la duramadre o subdural es más externo y el espacio epidural se sitúa por fuera de la
duramadre con plexos vasculares y tejido adiposo.
De la médula espinal parten, a pares, los nervios espinales. A lo largo de la médula discurren una
serie de cordones nerviosos que llevarán los diferentes tipos de información (estímulo-respuesta)
para que el organismo pueda desenvolverse en su entorno. Las vías descendentes o motoras son las
siguientes (Figura 31):
• Fascículo geniculado: las órdenes motoras por él vehiculizadas dirigen la motilidad de la
cabeza.
• Vía piramidal o vía corticoespinal: las órdenes motoras por él vehiculizadas dirigen la motilidad
voluntaria de las extremidades superiores e inferiores contralaterales (Figura 31).
• Vía extrapiramidal: es un sistema que nace
de la formación reticular en el tronco del
encéfalo y se dirigen a neuronas de la mé-
dula para el control involuntario del tono
postural, modulación de los movimientos
voluntarios de la vía piramidal, reflejos,
equilibrio, movimientos complejos y loco-
moción. Compuesto por las vías rubroespi-
nal, tectoespinal, vestibuloespinal y reticu-
loespinal.
Pares craneales
AF
reúne toda la información visual que capta
la retina.
• III PC. Nervio Motor Ocular Común
(MOC): nervio motor que inerva todos los
músculos extrínsecos del ojo, menos el
recto externo y el oblicuo mayor.
• IV PC. Nervio patético o troclear: nervio
motor que inerva el músculo oblicuo ma-
yor del ojo.
• V PC. Nervio trigémino: nervio motor
y sensitivo, está formado por tres raíces
nerviosas (Va, Vb, Vc) que transmiten la
información sensitiva de la cara, el cue-
ro cabelludo, la boca, los dientes y la
nariz. Es el responsable de la inervación
motora de los músculos de la mastica-
ción.
• VI PC. Nervio Motor Ocular Externo
(MOE): nervio motor que inerva el múscu- Figura 32. Base del cráneo con los orificios de salida de los pares craneales
lo recto externo del ojo.
• VII PC. Nervio facial: nervio motor y sen-
sitivo que inerva la musculatura facial y
transporta la sensibilidad gustativa de los
2/3 anteriores de la lengua.
• VIII PC. Nervio auditivo o estatoacústico:
nervio exclusivamente sensitivo. Trans-
mite la información auditiva que se ge-
nera en el órgano de la audición (órgano
de Corti) y la información del órgano del
equilibrio.
• IX PC. Nervio glosofaríngeo: nervio mo-
tor y sensitivo que inerva al músculo
estilofaríngeo, transmite la sensibilidad
gustativa del tercio posterior de la lengua
y transporta la información sensitiva de la
faringe y de las amígdalas.
• X PC. Nervio vago o neumogástrico: ner-
vio motor y sensitivo (sensibilidad vegeta-
tiva). Inerva la mayoría de los músculos de
la laringe y la musculatura lisa (sistema ve-
getativo) de la mayoría de vísceras huecas,
vasos, bronquios y corazón.
• XI PC. Nervio espinal: nervio motor que
inerva al músculo trapecio y parte del es-
ternocleidomastoideo.
• XII PC. Nervio hipogloso: nervio motor.
Inerva la musculatura de la lengua.
Figura 33. Corte transversal de la médula espinal
Nervios espinales
En los espacios intervertebrales posteriores, a nivel del agujero de conjunción que se observa entre
dos vértebras contiguas, es donde se localiza la salida de los nervios espinales. Estos nervios están
formados por raíces anteriores o motoras que llevan la información eferente y por raíces posteriores
sensitivas de fibras aferentes, con su ganglio sensitivo dorsal situadas en el espacio subaracnoideo
del canal medular (Figura 33).
Los nervios salen en todas las vértebras, formando plexos a nivel cervical, braquial, lumbar y
sacro, y los últimos pares espinales forman la denominada cola de caballo que discurre hasta
el cóccix sin ya presencia de médula. Existen un total de 31 pares de nervios espinales que se
distribuyen de la siguiente forma: ocho cervicales, doce torácicos, cinco lumbares, cinco sacros
y un coccígeo.
35
Anatomofisiología
TEMA 5
APARATO CARDIOCIRCULATORIO
El corazón es la bomba muscular que impulsa sangre mediante contracciones rítmicas a través del
aparato circulatorio. Se localiza a nivel torácico, en una cavidad comprendida entre los pulmones,
la columna vertebral y el esternón, denominada mediastino. El corazón está envuelto por un saco
fibroseroso, el pericardio.
El mediastino es el espacio extrapleural situado en el nivel medio en la caja torácica delimitado por
el diafragma en su cara inferior, los pulmones a los lados, la columna vertebral en su cara dorsal
posterior, el esternón en su cara anterior y por la primera costilla y el istmo cervical en su límite
superior.
En él se incluyen estructuras como el corazón y los grandes vasos, el timo, los ganglios linfáticos,
la traquea y los bronquios principales, el esófago y algunos nervios, como el vago. A su vez está
dividido en cuatro regiones topográficas que son: el mediastino superior, anterior, medio y pos-
terior.
36
M a n u a l C TO d e E n fe r m e r í a
AF
La sangre venosa procedente de las venas cavas superior e infe-
rior entra al corazón por la aurícula derecha, donde pasará al ven-
trículo derecho a través de la válvula auriculoventricular derecha
o válvula tricúspide, formada por tres valvas. Sale del ventrículo
derecho hacia la arteria pulmonar a través de la válvula semilu-
nar derecha o válvula pulmonar, formada por tres valvas. De aquí,
la sangre se dirige hacia los pulmones para ser oxigenada a nivel
alveolar. A través de las venas pulmonares, dos derechas y dos
izquierdas, regresa de nuevo al corazón, entrando en la aurícula
izquierda y completando el ciclo de la circulación menor. Atra-
viesa la válvula auriculoventricular izquierda o válvula mitral,
constituida por dos valvas, para llegar al ventrículo izquierdo.
Finalmente abandonará el ventrículo izquierdo, pasando por la
válvula semilunar izquierda o válvula aórtica, de tres valvas, en-
trando a la circulación general a través de la arteria aorta, que
llevará la sangre oxigenada por todo el organismo hasta volver
a la aurícula derecha de nuevo (Figura 35). A este recorrido se le
denomina circulación mayor.
Figura 35. Cavidades cardíacas
En el interior de los ventrículos existen unos músculos, los mús-
culos papilares, que se unen a los bordes de las válvulas mitral y
tricúspide a través de las cuerdas tendinosas, de forma que evitan que las válvulas auriculoventricu-
lares se vayan hacia las aurículas durante la contracción ventricular tirando de los extremos de las
hojuelas hacia el ventrículo.
La pared del corazón, al igual que el resto de componentes del sistema circulatorio, está formada
por tres capas:
• Endocardio: recubre la superficie interna de las cavidades cardíacas.
• Miocardio: capa media de músculo estriado involuntario. Es la capa más gruesa.
• Epicardio: corresponde a la capa visceral del pericardio y recubre la superficie externa del cora-
zón, formando una delgada membrana serosa. La capa parietal del pericardio es también una
membrana serosa. Dado que se trata de superficies lisas y húmedas, el epicardio y el pericardio
parietal se deslizan entre sí casi sin fricción durante los movimientos cardíacos.
La oxigenación y la nutrición de los tejidos cardíacos se realiza a expensas de las arterias coronarias
Recuerda
derecha e izquierda, que nacen de la aorta ascendente a la altura de los senos aórticos derecho e Las arterias coronarias salen de los senos
izquierdo (senos de Valsalva), localizados a nivel de las valvas de la válvula aórtica. En su trayecto por de Valsalva de la válvula aórtica. La coro-
la superficie del corazón, discurren a nivel subepicárdico, es decir, por debajo del pericardio visceral. naria derecha da la rama interventricular
La arteria coronaria izquierda, que irriga predominantemente el ventrículo izquierdo, consta de un posterior en la mayoría de los casos deno-
minándose dominancia derecha; la coro-
tronco, que se divide en dos grandes ramas, la descendente anterior (se dirige hacia el ápex a lo largo
naria izquierda se divide en dos ramas, la
del surco interventricular anterior) y la circunfleja (que en el 45% de los casos origina la arteria del descendente anterior y la circunfleja que
nodo sinusal). De la arteria coronaria derecha, que irriga el ventrículo derecho, nace la arteria corona- en un 15-20% de los casos dará la rama
ria descendente posterior o interventricular posterior en el 80% de los casos (dominancia derecha); posterior y se denominará dominancia
de ella nace la arteria para el nodo A-V. La irrigación por las arterias coronarias es relativamente izquierda.
constante durante la diástole ventricular.
El drenaje venoso puede hacerse a través del seno coronario (las venas coronarias que en él desem-
bocan se disponen junto a las arterias coronarias), que lo hace en la aurícula derecha, o por drenaje
venoso directo a las cámaras cardíacas.
El corazón contiene fibras musculares especializadas que regulan la contracción de las aurículas y de
los ventrículos en una secuencia adecuada, cuyo resultado es la eyección de una cantidad constante
de sangre.
37
Anatomofisiología
AF
las de miosina.
Para la interacción de actina y miosina es imprescindible la participación del calcio y del ATP. El calcio
se une a la troponina C, cambiando la configuración de la tropomiosina y permitiendo la interacción
actina-miosina. El ATP es necesario no sólo para dicha interacción, sino también para la disociación
de actina y miosina (relajación muscular).
Para comprender la contracción cardíaca es importante tener claros los siguientes conceptos:
Recuerda
• Volumen telediastólico (VTD): es el volumen ventricular al final de la diástole, justo antes de la En la fase 0 entra Na+ rápido y se despo-
contracción ventricular (aproximadamente 110-120 ml). Depende de la precarga, del tiempo de lariza; en la fase 1 y 2 de meseta entra
diástole (si se acorta la diástole, disminuye el VTD) y de la compliance ventricular. Ca2+; en la 3 sale K+ de la célula repolari-
• Volumen de eyección, sistólico o volumen latido (VS): es el volumen que bombea el ventrículo zándose y al final vuelve a la normalidad
entrando de nuevo el K+.
en cada latido (aproximadamente 70 ml).
• Volumen telesistólico (VTS): se define como el volumen que queda en cada ventrículo al final de
la sístole, tras la eyección ventricular (VTS = VTD – VS) (aproximadamente entre 40-50 ml).
negativos (antagonistas del calcio, β-bloqueantes, etc.) y en situaciones como la hipoxia, la aci-
Recuerda dosis, la hipercapnia...
La precarga se relaciona con el VTD y la • La postcarga cardíaca: equivale a la tensión de la pared del ventrículo izquierdo durante la
tensión de la fibra muscular a través de eyección. Según la ley de Laplace, la tensión de la pared es directamente proporcional a la
la ley de Frank-Starling, mientras que la presión intraventricular y al radio de la cavidad, e inversamente proporcional al grosor de la
postcarga equivale a la presión sistólica y pared. La presión intraventricular está directamente relacionada con la presión aórtica y las re-
se rige por la ley de Laplace. sistencias arteriales periféricas (el ventrículo izquierdo debe vencer la presión aórtica durante
la eyección).
5.2.5. Hemodinámica
El gasto cardíaco se calcula multiplicando el volumen sistólico por la frecuencia cardíaca. El índice
cardíaco es el gasto cardíaco por cada metro de superficie corporal, oscilando sus valores entre 2,5
y 3,5 l/min/m2 aproximadamente. Este parámetro permite determinar de forma fiable si el gasto es
adecuado para las necesidades corporales (por ejemplo, en los niños).
Para que la sangre pueda distribuirse correctamente por la circulación sistémica y pulmonar, es nece-
sario que exista una sincronización en la contracción-relajación de las diferentes cámaras cardíacas.
Se denomina sístole a la contracción del músculo cardíaco, y diástole, a la relajación de éste, mo-
mento en el cual el corazón se llena de sangre.
La sístole ventricular es el periodo del ciclo cardíaco que va desde el cierre de las válvulas auriculo-
ventriculares, hasta el de las válvulas sigmoideas, incluyéndose dentro de este periodo la eyección
ventricular. Tras el cierre de las válvulas AV, y antes de la apertura de las válvulas sigmoideas, se pro-
duce un aumento de presión intraventricular sin modificación del volumen de sangre intraventricu-
lar (periodo de contracción isovolumétrica o isométrica). Cuando la presión intraventricular supera
la presión de la aorta y de la arteria pulmonar, se produce la apertura de las válvulas sigmoideas y
comienza el periodo de eyección ventricular, inicialmente rápido (el 70% del vaciamiento tiene lugar
en el primer tercio del periodo de expulsión) y después lento (el 30% restante). La válvula aórtica se
abre después y se cierra antes que la válvula pulmonar.
40
M a n u a l C TO d e E n fe r m e r í a
Tras la eyección ventricular, cuando la presión de la aorta y de la arteria pulmonar supera la ven-
tricular, tiene lugar el cierre de las válvulas sigmoideas, poniendo fin al periodo de sístole y dando
comienzo al de diástole. Desde que se cierran las válvulas sigmoideas hasta que se abren las válvulas
AV, el volumen de sangre en el ventrículo no varía (periodo de relajación isovolumétrica). Cuando la
presión en los ventrículos se hace inferior a la de las aurículas, se produce la apertura de las válvulas
tricúspide y mitral, comenzando la fase de llenado ventricular, que consta de una fase de llenado rápi-
do, seguida de una de llenado lento, y terminando con la fase de llenado por contracción auricular. En
el momento en el que la presión intraventricular supera la auricular, se cierran las válvulas AV y da
AF
comienzo un nuevo ciclo (Figura 41).
Es importante señalar que, con el aumento de la frecuencia cardíaca, existe una mayor disminución
del tiempo de diástole que del de sístole.
Al auscultar el corazón, se pueden oír dos ruidos que se producen durante el ciclo cardíaco. El primer
ruido es sistólico y el segundo es diastólico.
• Primer ruido (S1): aparece durante la sístole. Corresponde al cierre violento de las válvulas auri-
culoventriculares.
• Segundo ruido (S2): se escucha durante la diástole. Corresponde al cierre de las válvulas semilu-
nares.
Aparte de los ruidos cardíacos normales, pueden auscultarse otros en situaciones patológicas. Tam-
bién es posible auscultar soplos sistólicos o diastólicos producidos por la vibración secundaria a un
flujo sanguíneo turbulento. Éstos pueden ser fisiológicos (juventud, etc.) o patológicos.
El circuito por el que la sangre pasa del corazón a los pulmones, a través de las arterias pulmonares,
para ser oxigenada, y de los pulmones al corazón, por medio de las venas pulmonares, se denomina
circulación menor o circulación pulmonar. Se trata de un circuito de baja presión. El circuito por el
que la sangre oxigenada sale del corazón, a través de la arteria aorta, para distribuirse a los diferentes
tejidos, y la sangre pobre en oxígeno que retorna al corazón, desde los tejidos periféricos (a través de
las venas cavas), se conoce como circulación mayor. Se trata de un circuito de alta presión.
La arteria aorta se divide en tres porciones: ascendente, transversa y descendente. Como se ha ex-
plicado, de la porción ascendente de la aorta nacen las arterias coronarias. Del cayado de la aorta
surgen el tronco braquiocefálico (que posteriormente se divide en arteria carótida común derecha
y arteria subclavia derecha), arteria carótida común izquierda y arteria subclavia izquierda. Así, estas
41
Anatomofisiología
AF
desembocando en la vena cava superior. Las venas torá-
cicas también desembocan en la vena cava superior. De
entre las torácicas destacan la vena hemiácigos y la ácigos.
La primera se inicia a la izquierda y suele acabar desem-
bocando en la vena ácigos; la segunda nace en el lado de-
recho del tórax y termina desembocando en la vena cava
superior.
- Las venas que recogen la sangre de las extremidades infe-
riores, del abdomen y de la pelvis acaban drenando en la
vena cava inferior. A la misma llegan las venas ilíacas pri-
mitivas, la femoral, la safena mayor o interna y la menor o
externa que recoge el retorno venoso de las extremidades
inferiores), las venas renales, las suprarrenales, las hepáti-
cas, etc.
43
Anatomofisiología
Las primeras aspiraciones de aire del recién nacido al momento de nacer cambian la circulación fetal.
Se envía una mayor cantidad de sangre a los pulmones para recoger oxígeno.
• Al dejar de utilizarse, el ductus arteriosus (la conexión normal entre la aorta y la válvula pulmonar)
comienza a secarse y a cerrarse.
• La circulación en los pulmones aumenta y una mayor cantidad de sangre fluye dentro de la au-
rícula izquierda del corazón, aumentando la presión. Esta mayor presión produce el cierre del
foramen oval y se inicia la normal circulación de la sangre.
Todo el sistema circulatorio tiene una estructura básica común: las capas que componen las paredes
de los vasos. Así, se distinguen tres capas (Figura 47):
• Endotelio o túnica íntima: capa más interna, en contacto con los fluidos.
• Capa muscular media o túnica media: formada por capas concéntricas de músculo liso de gro-
sor variable. Inexistente a nivel capilar. La capa media de mayor grosor se encuentra en el mio-
cardio. El flujo sanguíneo estará altamente influenciado por las variaciones de actividad de esta
capa.
• Capa externa o túnica adventicia: revestimiento de tejido conectivo que envuelve a la túnica
44
M a n u a l C TO d e E n fe r m e r í a
media. A este nivel se localiza la microcirculación que nutre a la pared de los vasos, denominada
vasa vasorum.
AF
Las arterias son estructuras que tienen que soportar mucha pre-
sión en sus paredes, por ello poseen una capa muscular gruesa
y, sobre todo, una capa elástica. A medida que va disminuyen-
do el calibre de las arterias, llega un momento en que la capa
media arterial es capaz de regular el flujo sanguíneo mediante
mecanismos de contracción-relajación, lo que sucede a nivel de
las arteriolas. En los capilares, la capa llega a ser unicelular, de-
jando algunos espacios por donde se produce el intercambio
de diferentes sustancias; a este nivel, el flujo sanguíneo es ex-
tremadamente lento y es aquí, en los capilares distales, donde
se observa la capacidad del sistema cardiovascular para rellenar
la sangre que se ha extraído, valorando la perfusión del lecho
capilar, lo que se denomina tiempo de llenado capilar y que
es normal cuando se encuentra entre dos segundos o menos,
siendo patológico si al presionar sobre el lecho ungeal de un
dedo y vaciar la sangre de los capilares, al soltar se tarda más de
dos segundos en rellenarse. Ejemplos de patologías a las que
se asocia el retraso en el llenado capilar serían la disminución
del gasto cardíaco por hipovolemia que conlleva disminución
de la presión capilar, la hipoxia, los aumentos de las resistencias
vasculares periféricas y cualquier alteración en el flujo arterial Figura 47. Capas histológicas de un vaso
de la extremidad.
La sangre retorna por las vénulas, que carecen de capa muscular. Las venas más grandes poseen
alguna célula muscular en su capa media, pero esto no les permite realizar una contracción de
la pared vascular. Algunas venas de mayor diámetro, sobre todo las que circulan en sentido
antigravitatorio, poseen en su luz una serie de valvas para evitar el flujo retrógrado de la sangre.
El diámetro de los vasos venosos es mayor que el de las arterias, si se los compara a un mismo
nivel de flujo.
Existen ciertas regiones del organismo donde la estructura microvascular normal, la red capilar que
comunica las arteriolas con las vénulas, está modificada como resultado de la adaptación a las ne-
cesidades funcionales especiales de la zona en cuestión. Los sistemas de vasos porta se caracterizan
por ser un conjunto de vasos incluido entre los dominios capilares. Un sistema porta puede estar
formado por venas y arterias.
Recuerda
Un ejemplo de sistema porta venoso lo constituye la vena porta. Esta vena está formada por la unión Un sistema de vasos porta se caracteriza
de la vena mesentérica superior y la vena esplénica de manera constante. Esta unión de vasos está por ser un conjunto de vasos incluido en-
sometida a numerosas variables, sobre todo en lo que a la desembocadura de la vena mesentérica tre los dominios capilares.
inferior se refiere: en algunos casos puede drenar en la vena mesentérica superior, en la vena es-
plénica (formando el tronco esplenomesentérico o esplenomesalaico), en la zona de unión de la
mesentérica superior y de la esplénica o directamente en la vena porta. Así, y a modo de síntesis, es
posible afirmar que la vena porta está constituida por la unión de dos venas constantes, la mesenté-
rica superior y la esplénica, y de dos venas variables en su terminación, la vena mesentérica inferior
y la vena gástrica izquierda (o coronaria estomáquica). La vena porta lleva la sangre proveniente del
tubo digestivo hasta el hígado, donde se ramifica en un sistema de sinusoides (lagunas venosas),
que forman otra red capilar. Desde los sinusoides hepáticos, la sangre es llevada mediante sistemas
venosos hacia la vena cava y de ahí al corazón. Como consecuencia de ello, los nutrientes absorbidos
en el tubo digestivo entran en contacto directo con las células hepáticas antes de ser distribuidos
por el organismo mediante la circulación general. En la glándula hipófisis se encuentra otro sistema
45
Anatomofisiología
porta venoso.
Recuerda
Ejemplos de sistema porta:
Un ejemplo de sistema porta arterial se localiza en los riñones, donde los corpúsculos renales contie-
∙ Arterial: en los riñones. nen un ovillo de capilares enrollados y anastomosados, denominado glomérulo.
∙ Venoso: vena porta.
Además de existir la red capilar normal, se encuentran uniones arteriovenosas de mayor calibre, que
permiten el paso directo de la sangre de arteria a vena, que poseen una gran capa de músculo liso.
La estimulación por el sistema simpático produce una fuerte contracción de la arteriola, llegando a
cerrar la luz completamente; entonces la sangre pasará por los capilares. Si se requiere más sangre
en otras partes del organismo, la arteriola se relajará, permitiendo el paso directo de sangre hacia
el sistema venoso. Estos sistemas arteriovenosos son de gran utilidad para la regulación del flujo
sanguíneo.
El glomus carotídeo es una pequeña estructura ubicada en la división de la arteria carótida primitiva;
se trata de un quimiorreceptor que se estimula ante la falta de oxígeno. Una disminución en la con-
centración de O2 desencadena, por reflejo, una hiperventilación. El glomus también reacciona ante
aumentos de la concentración de CO2 y disminución del pH sanguíneo. El estímulo del glomus es
transmitido al SNC mediante el IX par craneal.
Para que la sangre se distribuya homogéneamente por todas las partes del organismo es necesario
que exista un gradiente de presiones. El sistema arterial es un circuito de altas presiones. El sistema
venoso trabaja a bajas presiones.
El control de la presión arterial en los vasos sanguíneos está localizado a nivel de las arteriolas (vaso
de mediano calibre), lo que es debido a la gran capacidad de contracción-relajación que tiene su
pared muscular. Teniendo en cuenta que las arteriolas pueden modificar el volumen de sangre que
pasa por ellas, contrayéndose o dilatándose, no es difícil comprender que pequeños cambios de
presión a nivel de un grupo concreto de arteriolas provocarán modificaciones significativas de la
presión arterial.
La presión arterial se mide en mmHg. El término presión sanguínea significa la fuerza ejercida por la
sangre contra cualquier unidad de área de la pared del vaso. El valor de presión arterial media en el
adulto joven y sano oscila entre los 90 y 100 mmHg.
La presión de pulso o diferencial (diferencia entre presión sistólica y diastólica) refleja el vo-
lumen sistólico, la velocidad de expulsión y la resistencia vascular sistémica. Es un indicador
útil para determinar de forma no invasiva la capacidad del organismo para mantener el gasto
cardíaco.
46
M a n u a l C TO d e E n fe r m e r í a
TEMA 6
AF
6.1. TEJIDO LINFÁTICO. ÓRGANOS LINFOIDES
Las células del sistema inmunitario, especialmente los linfocitos, se encuentran en la sangre y en
la linfa (además del tejido conectivo y los epitelios) en forma aislada, aunque pueden aparecer
como masas densas en el tejido conectivo, formando el tejido linfoide o linfático. Algunos órganos,
los órganos linfoides, están formados básicamente por tejido linfático. Los principales órganos
linfoides son:
• Timo: órgano situado a nivel retroesternal. Es el primer órgano linfoide que aparece, aumen-
tando a lo largo de la vida fetal hasta la pubertad, momento a partir del cual empieza a involu-
cionar. En su interior maduran los linfocitos T (timodependientes) que participan en el control
de la inmunidad celular. Participan directamente en los mecanismos de rechazo de órganos
trasplantados.
• Ganglios linfáticos: dispuestos a lo largo de los grandes vasos regionales del sistema linfático
con aspecto similar a pequeños riñones de 0,5 a 1 cm, que histológicamente presentan una cor-
teza, médula y unos folículos donde se encuentran los linfocitos. Se encargan del almacenamien-
to y de la producción de linfocitos B, T y de anticuerpos.
• Bazo: órgano linfoide localizado a nivel abdominal alto, bajo el diafragma izquierdo. Al no dis-
poner de vasos linfáticos, los linfocitos que se encuentran en su pulpa, en la mayoría linfocitos B,
sólo pueden entrar por la circulación sanguínea mediante la arteria esplénica. Su función es la de
limpiar la sangre de células sanguíneas dañadas y de partículas extrañas.
Se pueden localizar acúmulos de tejido linfoide parcialmente encapsulados fuera de los órganos
linfoides, tales como las amígdalas, las placas de Peyer del intestino delgado, los cúmulos nodulares
del apéndice vermiforme y numerosos nódulos solitarios del tubo digestivo.
Ante la amenaza de una invasión por agentes patógenos, el organismo posee las siguientes tres
Recuerda
formas de defenderse: fenómenos de protección de superficies, la respuesta celular inespecífica y la res- Los órganos linfoides son:
puesta inmunitaria específica. ∙ Timo: maduración de linfocitos T.
∙ Ganglios linfáticos: almacenamiento y
producción de linfocitos B, T y anticuer-
pos.
6.2.1. Fenómenos de protección de superficies ∙ Bazo: retira células sanguíneas dañadas
y partículas extrañas.
Constituyen la primera línea de defensa. La piel es una barrera relativamente impermeable para la
mayoría de gérmenes, exceptuando aquellas situaciones en las que se produce una solución de con-
tinuidad. Las superficies serosas y mucosas del organismo, como la conjuntiva y la cavidad oral, están
protegidas por diversas sustancias antibacterianas, como la lisozima, enzima contenida en la saliva y
en las lágrimas. El árbol respiratorio está protegido por una capa de moco que se renueva constan-
temente. Como en la mayoría de superficies mucosas del organismo, el moco lo secretan las células
caliciformes. La existencia de un medio ambiente ácido en el estómago, en la vagina y, en menor
grado, en la piel, inhibe el crecimiento de las bacterias.
Cuando estos mecanismos no son capaces de evitar la entrada de los gérmenes a los tejidos, se acti-
van los otros dos mecanismos defensivos.
Las células encargadas de fagocitar a los patógenos que han traspasado una superficie epitelial son
los macrófagos y los neutrófilos. Las infecciones virales inducen, en diversas células del cuerpo, la se-
creción de una sustancia antivírica, el interferón, que bloquea la reproducción de los virus dentro de
las células. El contacto de los patógenos con los tejidos provoca una respuesta tisular denominada
inflamación aguda, de manera que producirá un aumento del flujo sanguíneo en la zona dañada y la
llegada de células fagocíticas desde la sangre.
47
Anatomofisiología
El sistema del complemento es un sistema funcional de unas 30 proteínas del suero, que se activan
frente a inmunocomplejos (reacciones antígeno-anticuerpo) interaccionando entre sí de modo re-
gulado, formando una cascada enzimática, de manera que permite una amplificación de la respuesta
humoral y consigue la lisis celular de los microorganismos o células patógenas, constituyendo un im-
portantísimo mecanismo efector del sistema inmune, puesto que facilita la eliminación del antígeno
y genera una respuesta inflamatoria.
Si esta respuesta celular no logra detener la invasión, se activarán una serie de mecanismos específi-
cos conocidos globalmente como la respuesta inmunitaria.
Recuerda La principal función del sistema inmunitario es la producción de respuestas específicas para
Los linfocitos B se forman a partir de los lin- cada tipo de patógeno. La activación del sistema inmunitario incluye el reconocimiento de ca-
foblastos en la médula ósea y maduran en racterísticas propias de los distintos patógenos, generalmente estas características peculiares
el hígado y en el bazo fetales y en la propia de cada patógeno son macromoléculas de superficie específicas, que se denominan antígenos
médula del adulto, almacenándose en los (Ag).
ganglios linfáticos y generan la respuesta
inmune humoral.
Los linfocitos son las unidades funcionales del sistema inmunitario y expresan su actividad específica
Los linfocitos T, formados también a tra- de dos formas. En primer lugar, al activarse los linfocitos B, se transforman en células plasmáticas que
vés de esa célula precursora linfoide en producen una serie de moléculas proteicas específicas, los anticuerpos (Ac) o inmunoglobulinas (Ig),
médula ósea, tienen la maduración en como respuesta al reconocimiento de un antígeno específico. Estos Ac se unirán a los Ag específicos
el timo y activarán la respuesta inmune para tratar de destruirlos mediante distintos mecanismos. El mecanismo defensivo debido a la ac-
celular. ción de los anticuerpos producidos por los linfocitos B se denomina respuesta inmunitaria humoral.
Existen cinco tipos de inmunoglobulinas: IgG, IgA, IgM, IgE e IgD (ordenadas cuantitativamente de
mayor a menor concentración).
En segundo lugar, los linfocitos T son activados por los antígenos para producir una respuesta en la
que no se forman Ac, sino que son los mismos linfocitos T, asociados con los macrófagos, los que
actuarán directamente sobre el patógeno en cuestión. Este mecanismo de defensa, mediado por los
linfocitos T y los macrófagos, se denomina respuesta inmunitaria celular. Existen linfocitos T regulado-
res, colaboradores o helper y citotóxicos.
Aunque las dos respuestas inmunitarias pueden producirse por separado, un mismo patógeno suele
activarlas ambas.
Recuerda
Regla nemotécnica de las cinco clases Para activar a los linfocitos T se necesita entregar el Ag mediante unas células presentadoras de Ag
básicas de Ig: GAMDE: IgG, IgA, IgM, IgD, que llevan unas moléculas en su superficie que los linfocitos reconocen. Estas glucoproteínas son las
IgE. moléculas del complejo principal de histocompatibilidad (CPH o HLA) y tienen mucha importancia
en la compatibilidad de transplantes.
En algunas ocasiones, la profilaxis más eficaz contra la enfermedad infecciosa será la combinación de
ambos tipos de inmunización.
48
M a n u a l C TO d e E n fe r m e r í a
La inmunidad también se puede clasificar en natural si los Ac son administrados de forma biológi- Recuerda
ca y natural, o si están creados por el propio ser humano tras padecer enfermedades, y en artificial
si se producen y administran por el ingenio humano. Como ejemplos es necesario recordar los Tipos de inmunidad:
siguientes: ∙ Natural:
• Inmunidad natural pasiva: los Ac recibidos por nuestra madre a través de la placenta o de la - Activa.
- Pasiva.
leche materna.
• Inmunidad natural activa: la inmunidad que nos confiere el padecer enfermedades. ∙ Artificial:
• Inmunidad artificial pasiva: la administración de gammaglobulinas ya creadas para una protec-
AF
- Activa.
ción rápida. - Pasiva.
• Inmunidad artificial activa: el tratamiento con vacunas para la creación de inmunidad frente a
posibles enfermedades.
6.4. INMUNOHEMATOLOGÍA
Las células y las proteínas de la sangre llevan determinantes antigénicos, producto de genes
polimórficos, lo que significa que algunos antígenos están presentes en unos individuos y no
en otros.
Una transfusión de sangre puede inmunizar al receptor frente a los antígenos del donante de
los que carece el paciente. Este fenómeno se conoce como aloinmunización. La misma situación
se da en el paso transplacentario de células sanguíneas fetales durante el embarazo, producién-
dose una aloinmunización de la madre contra antígenos fetales incompatibles heredados del
padre.
Los antígenos eritrocitarios se distribuyen en sistemas de grupo sanguíneo. Los más importantes son
los sistemas AB0 y Rh.
Sistema AB0
Formado por cuatro fenotipos distintos: A, B, 0 y AB. Ordenados de mayor a menor frecuencia,
están el fenotipo 0, el A, el B y el AB. La sangre del grupo 0 no tiene antígenos eritrocitarios,
pudiendo ser transfundida al resto de los grupos; en cambio, los sujetos del grupo 0 únicamen-
te pueden recibir sangre de su mismo grupo, ya que contiene anticuerpos (anti A y B) para los
antígenos A y B.
Las personas con el grupo AB (poseen antígenos A y B) sólo pueden dar sangre a individuos del
mismo grupo AB (Tabla 1).
RECEPTOR
0 A B AB
0 OK OK OK OK
A X OK X OK
DONANTE
B X X OK OK
AB X X X OK
OK (compatible) X (incompatible)
Sistema Rh
Este sistema es muy complejo. Los individuos se clasifican en Rh positivos o negativos dependiendo
Recuerda
de la presencia del antígeno D. Los antígenos Rh se encuentran en los eritrocitos. La incompatibilidad del grupo ABO puede
afectar a primogénitos. La isoinmunización
anti-D nunca se da en el primer embarazo.
Los anticuerpos Rh se deben a aloinmunización por transfusión previa o por inmunización en el
embarazo, como ocurre en la enfermedad hemolítica del recién nacido (EHRN) o en la eritroblastosis
fetal cuando una madre Rh negativa tiene un feto Rh positivo.
49
Anatomofisiología
TEMA 7
SISTEMA RESPIRATORIO
7.1. INTRODUCCIÓN
La función del sistema respiratorio es la de mantener un constante intercambio de gases del todo
necesario para la vida. En el mismo se produce el aporte de O2 a los tejidos y la eliminación del CO2
producido por el organismo.
Es posible diferenciar dos tipos de respiración: la respiración externa, que es el intercambio de aire
con el exterior, y la respiración interna, donde el intercambio de gases se realiza entre las células y
el espacio extracelular.
El aparato respiratorio se compone de una serie de conductos por los que el aire tendrá que pasar
desde el exterior hasta las pequeñas cavidades pulmonares, lugar en el que el gas será capaz de di-
fundir y entrar en el torrente sanguíneo. Estas cavidades son los alveolos pulmonares. En condiciones
normales, el aire se intercambia entre 12 y 15 veces por minuto (frecuencia respiratoria).
Fosas nasales
Las fosas nasales estén constituidas por una estructura osteocartilaginosa cuya función principal es
la de calentar, humedecer y filtrar el aire que respiramos para que llegue a los pulmones en óptimas
condiciones.
El vestíbulo nasal es la entrada a las fosas nasales (Figura 48). A este nivel se localiza el primer
mecanismo de filtro aéreo, las vibrisas o pelos. En las paredes
laterales de las fosas nasales existen unas eminencias óseas, los
cornetes (inferior, medio y superior), recubiertos de una gruesa
capa mucosa que calentará y humedecerá el aire inspirado. El
hueso que da forma a la estructura nasal es el etmoides. En sus
paredes laterales se encuentran los cornetes superior y medio,
que forman parte de dicho hueso. El cornete inferior es un hue-
so que se ancla a las paredes laterales. La zona más posterior
de las paredes laterales y parte del suelo de la cavidad nasal lo
constituye el hueso palatino. El tabique nasal o pared medial
está originada por la lámina perpendicular del etmoides, el hue-
so vómer y el cartílago septal en la parte más anterior. El suelo
de las fosas nasales está formado por el maxilar superior (apó-
fisis palatinas) y el palatino, que, a su vez, sirven de techo de la
boca o paladar duro.
AF
los cornetes. Existen ocho senos paranasales: dos frontales, dos
maxilares, dos etmoidales y dos esfenoidales. Entre las funciones
que se les atribuyen destacan la disminución del peso del cráneo,
hacer de caja de resonancia para el habla, y sobre todo, la secre-
ción de moco para lubricar las fosas nasales.
Recuerda
Los límites de las fosas nasales son: el techo, la lámina cribosa del etmoides;
el suelo, el paladar duro formado por el maxilar superior y el palatino; el
límite medial es el tabique nasal que lo forman la lámina perpendicular del
etmoides y el vómer, y la pared lateral las celdillas etmoidales con los corne-
tes, los meatos y las apófisis pterigoideas del esfenoides en la zona posterior.
Faringe
El hueso hioides situado en la parte superior al cartílago tiroides es impar, medio y simétrico y se encuen-
tra en el plano anterior del cuello como se ha estudiado en el capítulo de aparato locomotor (Figura 49).
Laringe
La laringe es el órgano fibrocartilaginoso suspendido en la línea media del cuello, por detrás de la
glándula tiroides y por delante del esófago. Está formada por una serie de cartílagos que se unen
mediante membranas (Figura 50). Hay cartílagos pares e impares:
• Impares:
- Epiglotis: cartílago que cierra la vía aérea, a nivel laríngeo,
cuando tragamos.
- Tiroides: tiene forma de libro semiabierto. A este nivel se
localizan las cuerdas vocales.
- Cricoides: por debajo del cartílago tiroides. A nivel de su
borde inferior (a la altura de C6) se origina la tráquea.
• Pares:
- Aritenoides: en situación superior a la placa del cartílago
cricoideo (parte posterior del cricoides). A cada uno de
ellos se le une una cuerda vocal verdadera en su parte pos-
terior, llamadas ligamentos tiroaritenoideos mediales. Las
cuerdas vocales se encuentran abiertas durante la respira-
ción y cerradas cuando se produce la voz
Tráquea
51
Anatomofisiología
Pulmones
7.3. MECÁNICA
RESPIRATORIA
Para que el aparato respiratorio realice bien su función (el intercambio de gases en el alveolo) es
necesaria la integridad de tres mecanismos:
• La ventilación de los espacios aéreos: según el volumen de aire que se moviliza en la
respiración normal, recordando que no todo el aire inspirado interviene en el intercambio,
pues habrá que descontar el espacio muerto anatómico (150 ml), ocupando la tráquea
y los bronquios que no se emplean en el intercambio de gases, que debido a su menor
concentración de O2 y ya que es el primero en entrar en los alveolos disminuye la cantidad
de aire fresco que alcanza los alveolos. Cualquier dispositivo conectado a las vías respira-
torias, como las tubuladuras de los ventiladores o mascarillas aumentará el espacio muerto
anatómico. El espacio muerto fisiológico es la combinación del espacio muerto anatómico
y de los alveolos que por mala perfusión o ventilación no intervienen en el intercambio
gaseoso.
• La difusión: a través de la membrana alveolocapilar se debe permitir el intercambio de los gases,
mediante la difusión de CO2 y O2. Esta membrana incluye la pared alveolar con los neumocitos, el
intersticio, el endotelio de los vasos y finalmente la membrana del hematíe.
• La perfusión: el sistema vascular pulmonar está formado por vasos diferentes a la circulación
sistémica, con paredes mucho más finas que ofrecen menor resistencia, por lo que las presio-
52
M a n u a l C TO d e E n fe r m e r í a
nes son sensiblemente más bajas. Las arterias bronquiales, ramas de la arteria aorta, irrigan las
estructuras de sostén y drenan en las venas pulmonares que llegan a la aurícula izquierda. La
perfusión sanguínea del pulmón no es igual en todas las partes, ya que las bases están mejor
perfundidas.
AF
por el O2).
7.5. EXPLORACIÓN
FUNCIONAL RESPIRATORIA
Todos los volúmenes y capacidades pulmonares son un 20-25% menores en mujeres que en hom-
bres. Por lo general, para el cálculo de los volúmenes estáticos se emplea la espirometría, pero para
hallar el VR y, por tanto, la CRF y la CPT, es necesario emplear la pletismografía corporal o la técnica
de dilución de helio.
En cuanto a los volúmenes dinámicos o forzados, se miden en una espirometría forzada. Tras una
inspiración forzada, se espira lo más rápido posible. Estos volúmenes son los siguientes:
• Capacidad vital forzada (CVF): volumen total expulsado en una espiración forzada, tras una ins-
piración forzada inicial en el menor tiempo posible.
• Ventilación espiratoria máxima por segundo (VEMS o FEV1): volumen espirado durante el pri-
mer segundo de una espiración forzada.
53
Anatomofisiología
Los valores de la Tabla 2 corresponden a las presiones parciales de PO2 y PCO2 y se expresan en
mmHg.
TEMA 8
SISTEMA DIGESTIVO
8.1. INTRODUCCIÓN
El sistema digestivo realiza la función de suministrar al organismo un aporte continuo de agua, elec-
trolitos y nutrientes. El sistema digestivo es un tubo muscular revestido por una membrana mucosa
que presenta diferencias estructurales regionales que reflejan las diferentes funciones que en él se
realizan. Está formado por el tracto digestivo y unas glándulas digestivas anexas:
• El tracto digestivo es una estructura tubular que se extiende
desde los labios hasta el ano. Está formado por la boca, la fa-
ringe, el esófago, el estómago, el intestino delgado y el grueso.
• Las glándulas digestivas anexas están ubicadas fuera de la
pared del tracto digestivo. Comprenden las glándulas saliva-
res de la boca (parótidas, submaxilares y sublinguales) y dos
glándulas grandes relacionadas con el intestino: el hígado y el
páncreas.
los epiplones (mayor y menor). Debido a la gran movilidad que tiene el intestino, existe una
estructura que lo contiene, evitando así posibles estrangulaciones del intestino, llamada el me-
senterio.
AF
El tracto digestivo es, esencialmente, un tubo
muscular revestido por una mucosa. La dispo-
sición del componente muscular permanece
relativamente constante a través de todo el
tubo, mientras que la mucosa presenta impor-
tantes variaciones en las diferentes regiones
del tracto.
Existen cuatro tipos básicos de mucosa del tubo digestivo, que se clasifican de acuerdo con su fun-
ción principal:
• Protectora: se encuentra en la cavidad bucal, faringe, esófago y canal anal.
• Secretora: secretan enzimas digestivas y moco para la lubricación del tubo digestivo.
• De absorción: forma típica de todo el intestino delgado. La mucosa forma unos repliegues, las
vellosidades, que permiten aumentar la superficie de absorción.
• De absorción/protección: es típica del intestino grueso. Está constituida por mucosa compuesta
por células que absorben agua y células caliciformes secretoras de moco.
8.5.1. Boca
La boca es el primer tramo del tracto digestivo. Se define como la cavidad donde se tritura el ali-
mento y se inicia la digestión, que se divide en digestión mecánica y química. El bolo es triturado y
amasado gracias a la masticación y a los movimientos de la lengua. Ésta desplazará el alimento hacia
la orofaringe.
55
Anatomofisiología
Los dientes se encargan de desmenuzar el bolo. La capa superficial de los mismos está cubierta por el
esmalte, que es el tejido más resistente del organismo. A lo largo de la vida se tienen dos tipos de denti-
ción: una primera dentición (de leche) o decidual, compuesta por 20 dientes y una segunda dentición
en la edad adulta, conocida como dentición definitiva o permanente, compuesta por 32 dientes cuya
distribución es: ocho incisivos, cuatro caninos, ocho premolares, ocho molares y cuatro muelas del juicio.
8.5.2. Faringe
La faringe se extiende desde la base del cráneo hasta el esófago. Se divide en rino, oro e hipofaringe.
En la rinofaringe y en la orofaringe se encuentran acúmulos de tejido linfático: las amígdalas farín-
geas (adenoides) y las amígdalas palatinas.
8.5.3. Esófago
8.5.4. Estómago
El alimento que llega al estómago sufre una acción mecánica y química que lo transforma en un
líquido espeso, el quimo. La mucosa gástrica es rugosa y contiene las glándulas gástricas que produ-
cen el jugo gástrico, secreción que contiene ácido clorhídrico y pepsina, enzima digestiva que hidroli-
za las proteínas. La mucosa del estómago está protegida por una gruesa capa de moco.
AF
• Células parietales: generan el ácido clorhídrico y el factor intrínseco necesario para la absorción
de la vitamina B12 a nivel del íleon.
• Células principales: secretan el pepsinógeno que, en presencia de ácido clorhídrico, se transfor-
ma en pepsina, enzima que hidroliza las proteínas.
- Células G: producen la hormona gastrina.
Las funciones del intestino grueso son la recuperación de agua a partir del residuo líquido del intes-
tino delgado y la propulsión de la heces hacia el recto, antes de la defecación. Para evitar la lesión
de la mucosa por el contacto con las heces y facilitar el deslizamiento, las células caliciformes de la
mucosa secretan moco.
De pared muscular gruesa, es capaz de producir ondas peristálticas potentes. Como en el resto del
tracto gastrointestinal, la muscular propia del intestino grueso está formada por una capa circular
interna y una capa longitudinal externa, que presenta una característica especial (con la excepción
del recto): la citada capa longitudinal no rodea completamente el tracto sino que forma tres bandas
separadas, denominadas tenias cólicas o cintas del colon.
El intestino grueso comprende la última porción del tubo digestivo; en él se pueden diferenciar unas
contracciones segmentarias de la musculatura circular que se denominan haustras. Estas contrac-
ciones favorecen los movimientos de mezcla y de propulsión o de masa. Desde el punto de vista
macroscópico se divide en tres partes: colon, recto y conducto anal.
57
Anatomofisiología
• Recto: porción terminal, corta (18-20 cm) y dilatada del intestino grueso, cuya función es la de
almacenar las heces semisólidas antes de la defecación.
• Conducto anal: son los últimos 2-3 cm del tubo digestivo. Está rodeado por una masa externa de
musculatura esquelética que forma el esfínter anal.
8.6. GLÁNDULAS
DIGESTIVAS ANEXAS:
HÍGADO Y PÁNCREAS
8.6.1. Hígado
La secreción biliar se recoge en dos colectores, los conductos hepáticos derecho e izquierdo, que
formarán el conducto hepático común. Éste se une con el conducto cístico proveniente de la vesí-
cula biliar (reservorio extrahepático de bilis) para formar el colédoco. Una vez llega al final de su
trayecto, a nivel de la segunda porción del duodeno, el colédoco se une al conducto pancreático
en la ampolla de Vater. El control de la secreción pancreática y biliar lo realiza, a este nivel, el es-
fínter de Oddi.
AF
8.6.2. Páncreas exocrino
El páncreas es una glándula retroperitoneal con secreción endocrina y exocrina. El páncreas exocrino Recuerda
representa la mayor parte del parénquima glandular. Su secreción, formada por enzimas digestivas y Por el conducto pancreático sólo circulan
bicarbonato sódico, llega al intestino delgado mediane el conducto pancreático, que desemboca en las enzimas del páncreas exocrino ya que
la ampolla de Vater a nivel de la segunda porción del duodeno. Las enzimas pancreáticas se encargan las hormonas pancreáticas son liberadas
de la digestión de proteínas, lípidos y glúcidos, y son las siguientes: directamente a la sangre.
• Tripsina y quimiotripsina: digestión de proteínas.
• Amilasas pancreáticas: digestión de glúcidos.
• Lipasa pancreática: digestión de lípidos.
8.7. NUTRICIÓN
Los diferentes alimentos necesarios para el cuerpo humano tienen que ser digeridos para convertir-
se en moléculas más pequeñas, fáciles de absorber y transportar.
• Las proteínas provienen de fuentes animales y vegetales, compuestas de aminoácidos, que se
convierten en peptonas en el estómago y son digeridas mediante las enzimas pancreáticas trip-
sina y quimiotripsina para absorberse a nivel yeyunal.
• Las grasas compuestas de oxígeno, hidrógeno y carbono se almacenan en forma de ácidos gra-
sos y glicerina, producen calor y energía, y son digeridas a nivel gástrico a través de la lipasa
gástrica, continuándose esta digestión en el duodeno por acción de las sales biliares que ayudan
a la lipasa pancreática, para ser absorbidas a nivel del intestino medio.
• Los hidratos de carbono (azúcares y almidones), cuyo origen es vegetal, excepto la lactosa, que
deriva de la leche, se ingieren como almidón, sacarosa y lactosa y se hidrolizan por medio de la
amilasa salival y pancreática, para absorberse a nivel medio, al igual que todos los otros nutrien-
tes, exceptuando las sales biliares y la vitamina B12 o cobalamina, que se absorben exclusivamen-
te a nivel del íleon terminal.
• La reabsorción de agua en el tracto digestivo es un papel fundamental del equilibrio hidro-
salino del cuerpo. Normalmente se ingiere al día una cantidad de agua de unos 1,5-2 l. Pero
al duodeno le llegan en 24 horas unos 9 l de agua que corresponden al resto de secreciones
de los jugos intestinales. El intestino delgado, en especial el íleon, absorbe la mayor parte de
este volumen, dejando solamente 1,5-2 l que pasan al intestino grueso. El colon es el que se
encarga de absorber el 90% de lo que queda, dejando tan sólo unos 200 ml que se excretan
con las heces.
8.8. VASCULARIZACIÓN
DEL TRACTO GASTROINTESTINAL
La vascularización arterial del tracto gastrointestinal la aportan los siguientes tres troncos arteriales:
Recuerda
• Tronco celíaco: irriga el estómago, el bazo, el hígado, la primera porción del duodeno y la parte La vena porta esta formada por la unión
abdominal del esófago (Figura 60). de la vena mesentérica superior y el tron-
• Mesentérica superior: riega el hemicolon derecho y la mayoría del intestino delgado, ex- co esplenomesalaico, y éste a su vez, de
cluyendo la primera porción de duodeno (incluyendo la mitad derecha del transverso) (Fi- la vena mesentérica inferior y la vena es-
plénica. Las venas más importantes de la
gura 61).
formación son la mesentérica superior y
• Mesentérica inferior: irriga al hemicolon izquierdo (incluyendo la mitad izquierda del transver- la esplénica.
so), además del sigmoide y del tercio superior del recto.
El sistema vascular venoso del aparato digestivo es recogido por la vena porta, que se forma
de la unión de la vena mesentérica superior con la vena esplénica de manera constante. En
ocasiones, la vena esplénica se puede unir a la vena mesentérica inferior para formar el tronco
esplenomesalaico. La vena porta drena en el hígado y aporta la mayor parte del flujo sanguíneo
hepático (70%) mientras que la arteria hepática, rama del tronco celíaco, se encarga del resto.
59
Anatomofisiología
Después de dividirse en el hígado, sus ramas recorren los espacios porta junto con ramas de la
arteria hepática y los conductillos biliares, para acabar drenando en las venas centrolobulillares,
que a su vez desembocan en las venas suprahepaticas para drenar en la vena cava inferior.
A nivel del recto inferior, la sangre se recoge por el sistema venoso sistémico, drenando en
las venas hipogástricas que se continúan con la cava inferior, saltándose el paso metabólico
hepático (Figura 62). Esto último se debe tener en cuenta al administrar medicamentos por vía
rectal.
60
M a n u a l C TO d e E n fe r m e r í a
TEMA 9
AF
9.1. INTRODUCCIÓN
El aparato urinario está formado por dos riñones, dos uréteres, la vejiga urinaria y la uretra.
9.2.1. Riñones
Los riñones son órganos retroperitoneales localizados a nivel lumbar. En la cara medial del riñón se
localiza el hilio renal, lugar por el que discurren los vasos renales (arteria y vena) y la pelvis renal, que
a modo de embudo acabará en el uréter.
En la descripción macroscópica de la estructura renal, se observa una zona externa, la corteza renal,
y una interna, la médula renal. La zona medular está compartimentada por tabiques que salen de
la zona cortical, formando las pirámides medulares que tienen una serie de conductos por los que
circula la orina, los cuales irán convergiendo en dirección hacia la pelvis renal. De aquí, la orina des-
cenderá por el uréter hasta llegar a la vejiga urinaria (Figura 63).
La nefrona es la unidad funcional del riñón, tiene una parte localizada en la cortical y otra en la
medular.
Las funciones renales son la filtración glomerular de las sustancias a través de la cápsula de Bowman,
la reabsorción de las mismas a nivel de los túbulos renales, la se-
crecion de hormonas y otras sustancias y la excreción de la orina,
con el consiguiente aclaramiento plasmático renal o limpieza de
una sustancia del plasma.
61
Anatomofisiología
9.2.2. Uréteres
Los uréteres son tubos musculares por donde la orina pasa del riñón a la vejiga urinaria. La capa mus-
cular de la pared produce movimientos peristálticos para facilitar el transporte de la misma. Los uré-
teres penetran en la región del trígono de la vejiga a través del músculo detrusor.
La vejiga urinaria es el lugar en el que se almacena la orina vehiculizada por los dos uréteres. La pa-
red vesical está compuesta por tres capas musculares que forman el músculo detrusor, el cual se
contrae durante la micción. Para evitar que la orina pase a la uretra, existe un esfínter a nivel de la
unión vesículo-uretral. Este esfínter se relaja gracias al reflejo de la micción regulado por el centro
reflejo a nivel del sacro. Dicho centro activa neuronas parasimpáticas que contraen el músculo
detrusor de la vejiga y provocan la relajación del esfínter uretral interno facilitando la micción. El
esfínter vesical externo está formado por músculo esquelético voluntario y es activado mediante
el nervio pudendo.
9.2.4. Uretra
9.3. NEFRONA
62
M a n u a l C TO d e E n fe r m e r í a
AF
pre pasará el agua a donde exista una mayor concentración
de solutos.
Una de las funciones principales del riñón es la de mantener el equilibrio de los electrólitos de los
líquidos en el cuerpo, controlando la pérdida de agua, el Na+ y el K+. Entre la célula y el espacio extra-
celular se produce un continuo intercambio de iones según los compartimentos del cuerpo.
Para mantener el equilibrio iónico, debe existir una coordinación entre las funciones del riñón (reab-
sorción/secreción de agua e iones), del pulmón (eliminando vapor de agua con la respiración), de la
piel (mediante evaporación del agua en forma de sudor) y del sistema digestivo (eliminando agua
en las heces).
El riñón también colabora en el equilibrio del pH sanguíneo, eliminando más o menos H+ según las
necesidades ya que constituye el órgano responsable de regenerar el HCO3–, utilizado en la amorti-
guación inmediata de los ácidos endógenos producidos. El riñón, por tanto, enfrenta la gran respon-
sabilidad en la regulación del equilibrio ácido-básico en:
• Recuperar la mayor proporción posible de bicarbonato filtrado.
• Excretar hidrogeniones.
La acidosis y la alcalosis se refieren a todas las situaciones que tienden a disminuir o aumentar el pH,
respectivamente. Estos cambios en el pH pueden ser inducidos en las concentraciones plasmáticas
de la pCO2 o del bicarbonato. Las alteraciones primarias de la pCO2 se denominan acidosis respirato-
ria (pCO2 alta) y alcalosis respiratoria (pCO2 baja). Cuando lo primario son los cambios en la concen-
tración de HCO3– se denominan acidosis metabólica (HCO3– bajo) y alcalosis metabólica (HCO3– alto).
63
Anatomofisiología
TEMA 10
GLÁNDULAS ENDOCRINAS
10.1. INTRODUCCIÓN
Las glándulas endocrinas son los órganos de síntesis y secreción de hormonas que se verterán
a la circulación sanguínea para poder actuar específicamente sobre sus órganos diana. Junto
con el sistema nervioso, las hormonas coordinan e integran las funciones de todos los sistemas
fisiológicos.
Las glándulas endocrinas son estructuras ricamente vascularizadas que, a diferencia de las glándulas
exocrinas, no poseen conductos excretores; por eso se denominan glándulas sin conductos. Las glán-
dulas endocrinas propiamente dichas incluyen la hipófisis, la glándula pineal, el tiroides, las glándu-
las paratiroides, el páncreas, las glándulas adrenales, los ovarios y los testículos.
10.2. HIPÓFISIS
También conocida como glándula pituitaria, se encuentra ubicada dentro del cráneo, en la silla turca
del esfenoides, manteniendo contacto con el hipotálamo a través de un pedículo. Funcionalmente,
se divide en adenohipófisis y neurohipófisis (Figura 66).
10.2.1. Adenohipófisis
estímulos nerviosos procedentes del SNC, también está controlada por los mecanismos de retroali-
mentación (feed-back) ejercidos por los niveles circulantes de hormonas producidas por las glándu-
las que dependen de la hipófisis.
Recuerda
Tejidos del organismo, Crecimiento
GH (somatotrofina) La sección de todas las hormonas hipo-
cartílago, huesos glucemia
fisarias está regulada por el hipotálamo.
LTH, PRL (prolactina) Mama Secreción leche
AF
Hormonas tiroides
TSH (tirotrofina) Tiroides
T3-T4 metabolismo
10.2.2. Neurohipófisis
La neurohipófisis es la hipófisis posterior. Se origina a partir de una evaginación del tejido nervioso
hipotalámico, permaneciendo unido a través del tallo hipofisario. Realiza la función de reservorio de
dos hormonas sintetizadas en el hipotálamo:
• Hormona antidiurética o vasopresina (ADH): actúa a nivel renal estimulando la reabsor-
ción de agua en la parte distal de la nefrona, lo que provoca la aparición de una orina con-
centrada .
Recuerda
• Oxitocina: es capaz de provocar contracciones en el útero grávido, especialmente en el mo- Aunque se almacenen en la neurohipófi-
mento del parto. También produce el reflejo de eyección de la leche cuando se estimula el sis, la oxitocina y la vasopresina se sinte-
tizan en el hipotálamo.
pezón.
La epífisis es una pequeña glándula localizada en el techo del tercer ventrículo del encéfalo. Sintetiza
y secreta la melatonina, cuyo efecto es la inhibición de la adenohipófisis (en concreto, de las gona-
dotropinas). La función de la glándula pineal es estimulada por la oscuridad e inhibida por la luz
mediante impulsos nerviosos emitidos desde la retina.
10.4. TIROIDES
La tiroides es una glándula bilobulada ubicada en la zona cervical, por delante del cartílago tiroides,
de la laringe y de la tráquea. Produce hormonas de dos tipos:
• Hormonas que contienen yodo: triyodotironina (T3) y la tiroxina o tetrayodotironina (T4). La T4
se convierte en T3 en la circulación general (a nivel periférico). La T3 es mucho más potente, se
encarga de regular la velocidad del metabolismo basal. La secreción de ambas hormonas está
regulada por la TSH.
• Calcitonina: sintetizada por las células parafoliculares o células C, regula los niveles plasmáticos
de calcio junto con la hormona paratiroidea (PTH). Disminuye los niveles de calcio en plasma,
inhibiendo la decalcificación ósea, producida por la resorción osteoclástica, estimulando la acti-
vación osteoblástica.
65
Anatomofisiología
Las glándulas paratiroides son cuatro pequeñas glándulas íntimamente asociadas al tiroides, loca-
lizadas en su cara posterior. Regulan los niveles séricos de calcio y de fosfato mediante la hormona
paratiroidea o parathormona (PTH).
Aumenta los niveles de calcio plasmático estimulando la resorción ósea, actuando también a nivel
renal, donde incrementa la reabsorción tubular de iones Ca2+, y estimulando la absorción de calcio
por el intestino delgado. En esta acción también participa la vitamina D.
10.6. GLÁNDULAS
ADRENALES
O SUPRARRENALES
AF
cipalmente cortisol, que realizan gran
número de funciones metabólicas. Se
encarga de aumentar los niveles plas-
máticos de glucosa y de la síntesis de
glucógeno. Activa la degradación de las
proteínas y la liberación de lípidos desde
los depósitos tisulares. El control de la
secreción de cortisol lo realiza el hipotá-
lamo por medio de la CRH que activa el
ACTH hipofisario.
• Capa reticular: capa más interna. Secreta
pequeñas cantidades de andrógenos, es-
trógenos y progesterona.
Tal como ya se ha visto, el páncreas es una glándula con secreción exocrina y endocrina. Los grupos
celulares endocrinos se denominan islotes de Langerhans, producen principalmente dos hormonas
polipeptídicas, la insulina y el glucagón, de gran importancia en el metabolismo de los hidratos de
carbono. La insulina, segregada por las células β, facilita la absorción de glucosa por la mayoría de
células, descendiendo así la concentración de glucosa en sangre.
El glucagón, segregado por las células α, ejerce, en general, efectos metabólicos opuestos a los de
la insulina, como el aumento de la glucemia al igual que las hormonas GH, cortisol y adrenalina.
La liberación de insulina y de glucagón dependerá de los niveles de glucosa en sangre.
La somatostatina es una hormona polipeptídica producida por las células δdel páncreas endo-
crino. Actúa en los islotes de Langerhans deprimiendo la secreción de insulina y glucagón, dis-
minuye la motilidad del estómago, del duodeno y de la vesícula biliar, retrayendo la absorción y
la secreción intestinal. Además, se encarga de inhibir a la hormona de crecimiento a nivel hipo-
talámico.
Distribuidas en la mucosa del tracto digestivo se encuentran diversas células endocrinas que se-
gregan aminas y hormonas como la gastrina, la secretina, la colecistoquinina (CCK), la serotonina,
etcétera.
Estas hormonas constituyen un equilibrado sistema de agonistas y antagonistas que, junto con el
sistema nervioso vegetativo, regulan y coordinan colectivamente la mayor parte de la actividad gas-
trointestinal.
67
Anatomofisiología
TEMA 11
APARATO REPRODUCTOR
El aparato reproductor masculino se divide en cuatro partes: testículos, sistema de conductos, glán-
dulas y pene.
11.1.1. Testículos
Durante la fase embrionaria, los testículos migran desde el abdomen hacia su localización extracorporal
a través del conducto inguinal. Al nacer, este trayecto queda sellado. Si no se cierra totalmente, puede
acumularse cierta cantidad de líquido, formando una bolsa quística que se denomina hidrocele. El inte-
rior del testículo se encuentra compartimentado en forma de lobulillos donde se localizan los túbulos
seminíferos, que albergan las células germinales productoras de espermatozoides, las espermatogonias.
Estos túbulos convergen en un entramado reticular, la rete testis, desde donde salen los conductillos
eferentes para desembocar a la primera porción del conducto deferente, denominada epidídimo.
En contacto con los túbulos seminíferos encontramos un tipo celular, las células de Sertoli, que se encar-
gan de proteger y de nutrir a las células que aparecen durante la espermatogénesis.
AF
pletos, con la formación de acrosoma y orde-
nación citoplasmática. La espermiogénesis
tiene lugar en el epidídimo.
El sistema de conductos es el camino por el cual pasarán los espermatozoides hasta llegar a la uretra.
También actúan como reservorio de los mismos. Estos conductos comprenden los conductillos efe-
rentes, el epidídimo, el conducto deferente y los conductos eyaculadores.
11.1.3. Glándulas
11.1.4. Pene
11.2.1. Ovarios
Órgano par, con forma ovoide, situado en la cavidad abdominal (en la pelvis menor). El peritoneo se
detiene a nivel del hilio ovárico, por lo que el ovario es un órgano intraperitoneal no recubierto de
69
Anatomofisiología
Trompa de Falopio
Su principal función es el transporte del óvulo hacia la cavidad uterina. En su trayecto se produce, en
condiciones normales, la fecundación.
Útero
El útero es un órgano hueco cuya principal misión es albergar el feto durante la gestación. Al igual
que la trompa, se puede dividir en:
• Cuerpo uterino: es la parte superior del útero, que representa la mayor parte de este órgano, se
mantiene en su posición gracias al ligamento suspensorio del útero o ligamento redondo.
• Istmo: porción intermedia entre el cuerpo y el cuello uterino.
• Cuello uterino: parte inferior del útero. A nivel del cuello uterino se produce la inserción de la
vagina. Las paredes de la vagina están separadas del cuello uterino por el fórnix o fondos de saco
vaginales.
• Peritoneo (capa serosa): tapiza la cara anterior y posterior del cuerpo del útero, pero es conside-
rado un órgano extraperitoneal.
Vagina
La vagina es un órgano impar situado en la pelvis, que, como se ha visto anteriormente, a nivel supe-
rior se relaciona con el cuello uterino y a nivel inferior lo hace con la vulva. Su longitud, aunque varia-
ble, suele estar entre 8 y 12 cm. Al igual que el útero, tiene tres capas: interna o mucosa (epitelio plano
poliestratificado), media o muscular y externa o fascia vaginal. El pH ácido que evita la aparición de
infecciones es mantenido por gérmenes saprófitos, los bacilos de Döderlein (producen ácido láctico).
Vulva
La vulva es el conjunto de órganos genitales externos femeninos, que incluye el monte de Venus, los
labios mayores y menores, el himen, el clítoris y las glándulas anexas (glándulas uretrales y periure-
trales y glándulas vestibulares o de Bartholino).
70
M a n u a l C TO d e E n fe r m e r í a
11.2.3. Mamas
AF
Comienzan a desarrollarse en la pubertad por
los estrógenos, que favorecen el depósito de
grasa y el crecimiento de conductos, fomen-
tado también por la acción de la prolactina,
de glucocorticoides suprarrenales, de la in-
sulina y de la hormona del crecimiento, que
aumentan el tamaño de las mamas durante
el embarazo. La progesterona se encarga del
desarrollo de los lobulillos. Es la prolactina
la responsable de producir la leche, una vez
desaparece el efecto inhibidor que tienen
los estrógenos y los progestágenos durante
el embarazo, con una secreción intermitente
en las fases de alimentación del niño e incluso
después. Por otra parte, es la oxitocina la que
se encarga de contraer las células mioepitelia-
les de los alveolos mamarios, favoreciendo la
eyección láctea como respuesta al estímulo de Figura 72. Mama
succión por parte del lactante.
TEMA 12
Los quimiorreceptores del gusto se hallan en las papilas gustativas, localizadas en la lengua (Figura
73). Las denominadas sensaciones primarias del gusto son: agrio, salado, dulce, amargo y umami. Los
quimiorreceptores sensibles al sabor dulce se hallan en la zona más anterior de la lengua, los sensi-
bles al sabor salado por detrás, los sensibles al sabor amargo en la parte más posterior, los sensibles
al sabor ácido en los márgenes laterales y al umami en la zona central de la lengua y en menor medi-
da en paladar y orofaringe. La información sensorial del gusto es vehiculizada al SNC mediante dos
pares craneales: el nervio facial (VII PC), que recoge la citada información de los dos tercios anteriores
de la lengua, y el nervio glosofaríngeo (IX PC) que lo hace del tercio posterior. Ambos nervios con-
ducen sus estímulos a los núcleos específicos del bulbo raquídeo, los cuales envían la información al
córtex, donde se realizará la interpretación del gusto.
Las células sensoriales o neuronas olfatorias se encuentran agrupadas en una estructura llamada
bulbo olfatorio, que se localiza por encima de las cavidades nasales. Estas células emiten unos
cilios olfatorios que atraviesan el hueso etmoides y penetran en la mucosa superior de la cavidad
nasal. Una vez captado el estímulo oloroso, estas neuronas informarán al SNC mediante el I par
craneal.
En el interior del hueso temporal se encuentran los órganos de la audición y del equilibrio. El oído se Figura 73. Distribución geográfica
divide en tres partes: oído externo, medio e interno. de las papilas gustativas
71
Anatomofisiología
La información recibida en las células sensoriales llegará al córtex auditivo cerebral a través del VIII
par craneal, pasando previamente por núcleos subcorticales.
Los ojos son una prolongación especializada hacia el exterior del sistema nervioso central. Su fun-
ción es captar las imágenes del mundo exterior, que serán procesadas en el córtex visual, donde se
producirá el fenómeno de la visión. Para facilitar el estudio de la anatomía y de la fisiología general
del sistema visual, se va a estructurar en tres partes: globo ocular, vías ópticas y anejos.
72
M a n u a l C TO d e E n fe r m e r í a
AF
blanco, y que en su porción anterior (1/6
restante) está constituida por la córnea,
que es transparente.
• Capa media o úvea (coroides, cuerpo
ciliar e iris): eminentemente vascular. La
coroides cubre y nutre la retina. El cuerpo
ciliar posee un músculo, el músculo ciliar,
encargado de la acomodación y unas pro-
longaciones (procesos ciliares) que segre-
gan el humor acuoso. El iris actúa como
un diafragma que da color al ojo. Tiene un
orificio denominado pupila cuyo diámetro
varía en función de la acción de unos mús-
culos lisos contenidos en el iris. Estos mús-
culos son: el músculo esfínter o constrictor
de la pupila, inervado por fibras de origen
parasimpático (que produce miosis) y el
músculo dilatador de la pupila, inervado
por fibras de origen simpático (que produ- Figura 76. Anatomía del globo ocular
ce midriasis).
• Capa interna (retina): túnica nerviosa
cuya función es transformar la luz en impulsos nerviosos. En el centro está la mácula lútea, que
contiene la zona de máxima visión (fóvea). Consta de diez capas. Entre otras, contiene las células
especializadas para la visión, los fotorreceptores, de las que hay dos tipos: los conos, responsa-
bles de la visión del color, y los bastones, encargados de la visión nocturna. Existe otra estructura
que es la zona donde se localiza el nervio óptico en la cual no existen fotorreceptores y se deno-
mina papila o mancha ciega.
• Cámaras y cavidad: representan el contenido del globo ocular. Se incluyen aquí tres medios
transparentes, el humor acuoso, el humor vítreo y el cristalino.
- Humor acuoso: líquido compuesto, en su mayoría por agua, que ocupa las cámaras anterior
y posterior del ojo. Es sintetizado en los procesos ciliares y se drena a nivel del ángulo irido-
corneal, donde se halla la malla trabecular.
- Humor vítreo: ocupa la cavidad vítrea, íntimamente relacionada con la retina y que tiene
consistencia gelatinosa.
- Cristalino: lente biconvexa o convergente carente de vasos, situada en la cámara posterior,
que a nivel de su ecuador está sujeta a los procesos ciliares mediante unas fibras denomina-
das zónula de Zinn. Esta lente puede variar su radio de curvatura, dado que es deformable,
por acción del músculo ciliar, fenómeno llamado acomodación. La acomodación permite en-
focar objetos (proyectarlos sobre la retina) a distintas distancias
Las vías ópticas llevan los estímulos recibidos por los fotorreceptores retinianos hacia el córtex occi-
pital (Figura 77). Están constituidas por:
• Nervio óptico: formado por los axones de las células ganglionares de la retina. Abandona la
cavidad orbitaria a través del foramen óptico para entrar en la cavidad craneal y terminar en el
quiasma.
• Quiasma: se relaciona lateralmente con la arteria carótida interna y por debajo con la glándula
hipofisaria. A este nivel se produce la decusación de las fibras procedentes de la retina nasal,
mientras que las fibras de la retina temporal siguen por el mismo lado a través de las cintillas
ópticas hasta llegar al cuerpo geniculado externo.
73
Anatomofisiología
12.4.3. Anejos
AF
pebral. A través de ellos se drenan las
lágrimas.
- Canalículos: son dos estructuras que
unen los puntos lagrimales con el ca-
nalículo común.
- Canalículo común: estructura resul-
tante de la unión de ambos canalícu-
los, que desemboca en el saco lagri-
mal.
- Saco lagrimal: se comunica caudal-
mente con el conducto lacrimonasal.
- Conducto lacrimonasal: desemboca
en el meato inferior de la cavidad na-
sal.
Sistema oculomotor
Está formado por seis pequeños músculos Figura 79. Anatomía del aparato lagrimal
estriados: recto superior, recto inferior, recto
interno, recto externo, oblicuo superior o ma-
yor y oblicuo inferior o menor. Estos músculos tienen su origen en el vértice orbitario y se insertan
en la esclerótica. Estos músculos son los responsables del movimiento de los globos oculares en las
distintas posiciones de la mirada. Casi todos ellos están inervados por el tercer par craneal, con la
excepción del recto lateral (que lo está por el sexto par) y el oblicuo superior (inervado por el cuarto
par o nervio patético o troclear).
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Bibliografía
Bibliografía
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• Guyton C., Hall E. Fisiología médica. Elsevier.11.ª ed. 2006.
• Harrison. Principios de medicina interna. McGraw-Hill. 17.ª ed. 2009.
• Sadler T.W. Embriología médica con orientación clínica. Langman. Panamericana. 8.ª ed. 2002.
• Sobotta. Atlas de anatomía humana. Panamericana. 22.ª ed. 2006.
• Stuart Ira Fox. Fisiología Humana. McGraw-Hill. 7.ª ed. 2003.
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