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significado,
1.nombre masculino
Idea o concepto que representan o evocan los elementos lingüísticos, como las
palabras, expresiones o textos.
"los diccionarios recogen el significado de las palabras"
Índice
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1Semántica
o 1.1Semántica lingüística
o 1.2Semántica formal
2Semiótica
3Pragmática
4Referencias
o 4.1Bibliografía
5Enlaces externos
Semántica[editar]
Artículo principal: Semántica
Semántica lingüística[editar]
La teoría del significado de Saussure atribuye a todo signo lingüístico dos componentes
básicos: el significante y el significado, y posteriormente se le añadió un tercer elemento,
el referente (véase triángulo semiótico). La semántica es la parte del significado de las
expresiones lingüísticas que son independientes del contexto lingüístico. El contenido
semántico de una oración por ejemplo tendría que ver con lo que es común a todas las
situaciones donde se emplea una cierta expresión lingüística. La parte del significado para
cuya interpretación es importante el contexto lingüístico es parte de la pragmática.
Semántica formal[editar]
En semántica formal el significado es definible dentro de diferentes modelos de la teoría
formal cuyas expresiones se están analizando. Así a cada constante o variable del lenguaje
usado para definir la teoría, le corresponde en el modelo un elemento concreto. Una
proposición sobre objetos de la teoría se verifica en el modelo si bajo la correspondencia
establecida en el modelo se da lo descrito por la proposición analizada.
En semántica formal una teoría o conjunto de proposiciones recibe una interpretación
semántica dentro de un modelo. De hecho una teoría es consistente si y sólo si admite al
menos un modelo. Usualmente una teoría consistente admite más de un modelo sólo las
teorías categóricas admiten un modelo único. Las teorías categóricas se dan en matemáticas
pero son raras fuera de teorías estrictamente matemáticas.
Semiótica[editar]
Artículo principal: Semiótica
Saussure analizó el significado en términos del signo lingüístico, que a su vez involucraban la
idea del significante/designador y el significado/designado. El significante era el sonido de la
expresión lingüística (al igual que Sócrates, Saussure no se preocupó demasiado por la
palabra escrita). Por otra parte, el objeto o concepto signficado es el contenido o imagen
mental asociado con ese sonido. El signo lingüístico es esencialmente la relación entre el
significante y lo significado.
Los signos lingüísticos en sí mismos sólo existen por oposición a otros signos, lo que significa
"murciélago" tiene significado sólo porque no es un "gato", una "pelota" o un "niño". Es decir,
el significado sólo puede existir cuando existe una pluralidad de cosas significadas
o polisemia. Además los signos son esencialmente arbitrarios, es decir, no existe normalmente
una razón por la cual una determinada expresión designe a cierto objeto. Es esa la razón por
la cual el significado no es algo asociado al objeto, ya que los significantes para un objeto
pueden tomarse de manera totalmente arbitraria.
Pragmática[editar]
Artículo principal: Pragmática
La pragmática estudia las maneras en que el contexto afecta al significado. Las dos formas
primarias de contexto relevantes para la pragmática son el contexto lingüístico y el contexto
situacional. Existe una fuerza evidencia de que el significado no puede ser completamente
reducido a la semántica lingüística, ya que por ejemplo una misma oración gramatical puede
representar enunciados distintos, con interpretaciones diferentes según el contexto en el que
se desenvuelve.
El término pragmática fue introducido por el positivista lógico, Rudolf Carnap. La intención de
Carnap fue reducir la subjetividad del significado a un estatus secundario y considerar el resto
como objetivo, siguiendo a Wittgenstein.
Referencias
definición
nombre femenino
1.
Acción de definir una palabra o un concepto.
"hoy nos detendremos en la definición del concepto de relatividad"
2.
Enunciado con que se define una palabra o un concepto.
"una palabra con tres definiciones"
Significado de Definición
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Qué es Definición:
Definición significa acción y efecto de definir. Definir es fijar con claridad,
exactitud y precisión, el significado de una palabra, la naturaleza de una persona o
una cosa, o decidir o determinar la solución de algún asunto o cuestión.
Etimológicamente, la palabra proviene del latín definitĭo, definitiōnis.
Así, una definición es la proposición o fórmula por medio de la cual se expone, de
manera clara y exacta, los aspectos genéricos y distintivos de alguna cosa, bien
sea material, bien inmaterial, para diferenciarla del resto.
ambición
nombre femenino
1. 1.
Deseo, interés, anhelo, intenso y vehemente de conseguir una cosa difícil de
lograr, especialmente riqueza, poder o fama.
"a los jugadores locales les faltó un poco de ambición; no tenía ambición alguna
de ser millonario"
2. 2.
Cosa que alguien ambiciona.
"al hablar de sus ambiciones, la tenista argentina es clara: “Mi objetivo es llegar a
ser la mejor jugadora del mundo”; al mismo tiempo, el realismo crítico presentaba
ambiciones ideológicas que rebasaban el campo estricto de la literatura"
DEFINICIÓN DE AMBICIÓN
El diccionario de la Real Academia Española (RAE) define a
la ambición como el deseo de obtener poder, riquezas o fama. El
término procede del latín ambitĭo y puede utilizarse de manera positiva o
con sentido negativo.
El resultado de sus acciones fue que llegó un momento donde contó con más
enemigos que aliados, propiciándose así una situación en la que su país fue
duramente atacado y en la que él se vio en la necesidad de tener que abdicar.
Pero aún hay más, al final acabó sus días desterrado en la isla de Santa
Elena, donde murió.
De la misma forma, tampoco podemos pasar por alto la figura del pastor
griego Eróstrato. Su ambición le llevaba a querer convertirse en una de las
personalidades claves del momento, en un hombre reconocido y afamado en
todo el mundo. La manera que tuvo de hacerlo fue llevando a cabo el
incendio, en el año 356 a.C, del conocido Templo de Artemisa, que estaba
catalogado como una de las Siete Maravillas del Mundo.
Ese afán de notoriedad y de hacer algo que supusiera que todo el planeta le
conociera, supuso que dicho pastor fuera torturado hasta que confesó su
acción. Fruto de ella existe hoy el término erostratismo, que se usa para
hacer referencia a aquellas personas que tienen la manía de cometer actos
vandálicos para conseguir fama.
Definición de Ambición
A
General
- Definista
Los seres humano desde la infancia comienzan a tener ambiciones, por ejemplo sacar
buenas notas en el colegio, ser aceptado en el equipo de béisbol, o ser la mejor bailarina en
la escuela de danzas, etc. y a medida que va creciendo, las ambiciones van cambiando;
cuando se es un joven adulto lo principal es graduarse de la universidad, conseguir un buen
empleo, casarse con la persona que deseas, comprar la casa de sus sueños, entre muchas
otras cosas, cada individuo presenta ambiciones diferentes.
Existen ambiciones que no son tan básicas, es decir, pueden ser un poco superficiales como
por ejemplo salir de viajes, a conocer, a disfrutar, ganarse el premio mayor de la lotería,
etc. Pueden considerarse superficiales pero igualmente no dejan de ser ambiciones. La
ambición en sí no es mala, simplemente depende de cómo la persona la maneje, lo podrá
hacer de manera positiva, si logra cada meta con esfuerzo, sin perjudicar a nadie, ahora bien
si para lograr las metas daña o hace infeliz a otra persona entonces la ambición se
considerara negativa y se vinculara con el termino codicia, que en la religión
cristiana representa uno de los siete pecados capitales. La persona con ambición negativa o
codicia, no le importara cometer hechos ilícitos si con ello puede lograr lo que se propone.
Existen las ambiciones colectivas, por ejemplo, una de las ambiciones de los grupos
ecologistas es lograr que el mundo tome conciencia de los daños que le están haciendo al
planeta por medio de la contaminación, por lo que ellos unen esfuerzos en pro de lograr esa
meta, otra meta sería la de descontaminar las aguas, los suelos, etc. Para lograr todo esto,
es necesario que trabajen, que luchen y nunca darse por vencido. Ahora bien, cuando una
persona no tiene ningún tipo de ambición sino que simplemente se conforma con lo que
tiene y no aspira a nada más, es a los que los ambiciosos llaman conformistas, sin
embargo, es importante decir que cada quien está en su derecho de tomar la actitud que más
le guste y por lo tanto no debería ser objeto de críticas.
DEFINICIÓN DE CODICIA
El origen etimológico de codicia se encuentra en cupidĭtas, un vocablo
latino. La codicia es la ambición desmedida y exaltada de dinero,
bienes u otro tipo de riqueza. Por ejemplo: “La codicia de los grandes
empresarios ha provocado la destrucción del medio ambiente”, “Francisco
siempre actúa por codicia”, “Debes cuidarte de las personas con tanta
codicia”.
La codicia es un vicio que lleva a alguien
a querer acaparar más de lo que necesita.
Ese afán de acumular riquezas se traduce en
diversas acciones que resultan contrarias a los
preceptos de la moral y del comportamiento
ético, ya que pueden tener consecuencias negativas para otras personas o
incluso para la sociedad en general.
Supongamos que un empresario instala una fábrica de productos químicos
junto a un río. El emprendimiento le permite acceder a ganancias
millonarias, pero diversos estudios demuestran que contamina el medio
ambiente. Sin importarle que su empresa esté destruyendo el planeta y la
calidad de vida de las personas, decide seguir adelante con la actividad y
entrega sobornos a las autoridades para que no clausuren la planta. Al
empresario en cuestión no le interesa que ya acumuló una gran cantidad de
dinero y que no necesita de este proyecto para subsistir: su codicia hace que
siga dañando a otros con tal de seguir enriqueciéndose.
Por codicia, un individuo puede cometer diversos delitos: desde estafas
hasta robos e incluso asesinatos, si es que el accionar le permite obtener
beneficios. Sin llegar a ese extremo, una persona puede descuidar a sus seres
queridos o actuar con egoísmo por codicia.
Pasión
nombre femenino
1. 1.
Sentimiento vehemente, capaz de dominar la voluntad y perturbar la razón, como
el amor, el odio, los celos o la ira intensos.
"no hay pérfidas pasiones (suponiendo que alguna pasión pueda ser pérfida); las
pasiones más incontroladas, los escándalos más sonados y la improvisación más
absoluta rubrican la historia de la Copa"
2. 2.
Sentimiento de amor vehemente, especialmente manifestado en el deseo sexual.
"la quería con reprimido deseo de loco santurrón en una de esas aberrantes
pasiones que a veces surgen entre seres desdichados como ellos"
3.
Pasión (emoción)
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Para otros usos de este término, véase Pasión.
Índice
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1Filosofía
2Véase también
3Referencias
4Enlaces externos
Filosofía[editar]
También se relaciona las pasiones con el apetito sensible concupiscible, que es la tendencia
hacia un bien sensible. Encontramos las pasiones en 6 ámbitos: "Amor", "Deseo", "Gozo",
"Odio", "Aversión" y "Tristeza".
Véase también
Significado de Pasión
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Qué es Pasión:
La pasión es generalmente asociado a un sentimiento tan profundo que
desborda la frontera del dolor físico o psicológico.
La palabra pasión deriva del latín passioque significa "sufrir", que a su vez es de la
familia ligada al verbo "padecer" y de raíz etimológica en común con "paciencia".
Vea también:
Domingo de ramos
Redención
La pasión en el amor hacia una persona es una emoción asociada al deseo
sexual. La pasión por un equipo, deporte, pasatiempo u objeto representa un
sentimiento de predilección ligado a un sufrimiento por su derrota o quiebra donde
se mantiene una ligación duradera en el tiempo.
Vea también:
Amor
Amor verdadero
La pasión se asocia al poder por la intensidad de ambas emociones. La pasión es
un tipo de amor que se caracteriza por nublar la razón y dominar la voluntad del
individuo y el poder se ha revelado de forma parecida.
Convencionalismo
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda:
desacuerdo
disconformidad
discrepancia
disensión
El convención es la creencia, opinión, procedimiento o actitud que considera como
verdaderos aquellos usos y costumbres, principios, valores o normas que rigen
el comportamiento social o personal, entendiendo que éstos están basados
en acuerdos implícitos o explícitos de un grupo social, más que en la realidad externa.1
El concepto se puede llegar a aplicar a muy distintos campos del conocimiento, desde las
reglas de la gramática, hasta la lógica, la ética, el derecho, la ciencia, la moral, la filosofía, etc.
Por su parte, el convencionalismo ético está relacionado con el relativismo moral y se opone
al universalismo.2
En la filosofía[editar]
En la lingüística, el convencionalismo es una corriente de la filosofía del lenguaje en relación
a la edad de las palabras. En términos lingüísticos, esta defiende la independencia
del significante del significado y su arbitrariedad. En el estructuralismo, la lingüística moderna
se considera convencionalista desde la perspectiva de Ferdinand de Saussure.
En propiedad, se habla de convencionalistas para hacer referencia a los gramáticos griegos
que defendían que las lenguas se pudieron haber originado como un acto de convención entre
los hombres. Esta perspectiva se contrapone al naturalismo, el cual sostiene que no existe
vínculo necesario entre la palabra, el pensamiento y el mundo.
Definición de convencionalismo
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Actualizado: 20/06/2010
1. m. Conjunto de prejuicios que, por comodidad o conveniencia social, no se
modifican.
Segundo diccionario:
convencionalismo
2.
de John Searle
1995
Fecha de
publicación
Páginas 241
Fecha de 1997
publicación
Índice
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La realidad social[editar]
Las piedras angulares de la realidad social[editar]
Searle afirma que hay diversos tipos de hechos, unos son hechos objetivos en el mundo, otros
que son hechos solo merced al acuerdo humano. En un sentido, hay cosas que existen solo
porque creemos que existen, cosas como el dinero, la propiedad, los gobiernos Y los
matrimonios, a los hechos que dependen del acuerdo humano los llama hechos
institucionales, y los distingue de los hechos brutos, que son aquellos que existen
independientemente de nosotros, como la distancia que existe del sol a la tierra, de tal forma
que podemos hablar de juicios objetivos y de hechos objetivos, por ejemplo, En
sentido ontológico, los dolores son entidades subjetivas, porque su modo de existencia
depende de que sean sentidos por los sujetos. Pero las montañas, por ejemplo, a diferencia
de los dolores, son ontológicamente objetivas porque su modo de existencia es independiente
de cualesquiera perceptores o de cualquier estado mental.1
Para sostener esto Searle afirma sobre los objetos que:
1. La mera existencia del objeto físico que está en frente, no depende de ninguna actitud
que podamos tener respecto de él.
2. Posee varios rasgos que son intrínsecos, en el sentido de que no dependen de
ninguna actitud de los observadores o usuarios. Por ejemplo, tiene una determinada
masa y una determinada composición química.
3. Posee otros rasgos que existen exclusivamente en relación con la intencionalidad de
los agentes. Por ejemplo, es un destornillador. Ese rasgo se llama: «relativos al
observador». Los rasgos relativos al observador son ontológicamente subjetivos.
4. Algunos de esos rasgos ontológicamente subjetivos son epistémicamente objetivos.
Por ejemplo, no es solo una opinión, ni es una evaluación, el que algo sea un
destornillador; es una cuestión de hecho, de un hecho objetivamente apreciable.
5. Aun cuando el rasgo de ser un destornillador sea relativo al observador, el rasgo de
pensar que algo es un destornillador es intrínseco a los que así piensan (tratan, usan,
etc.).Ser un destornillador es relativo al observador, pero los rasgos de los
observadores que les permiten crear tales rasgos del mundo relativos al observador
son rasgos intrínsecos a los observadores.1
Para representar esto se toma el ejemplo de hecho intrínseco como: “este objeto es una
piedra”, y uno relativo al observador como: “esto es un pisapapeles”, así, Searle afirma que las
funciones que damos a las cosas nunca son intrínsecas a la física de los fenómenos, sino
asignadas por los observadores, es decir son relativas al observador.
Funciones agentivas y no agentivas[editar]
Searle nos dice que todas las funciones son relativas al observador, es decir que son
asignadas o impuestas, algunas son agentivas que son aquellas que tienen que ver con el uso
que los agentes hacen de ellas, como los viajar en automóviles, ducharse en la bañera, etc. Y
las funciones no agentivas que son procesos naturales causales a los cuales los agentes han
asignado un propósito como el proceso que hace el corazón al bombear sangre.
Intencionalidad colectiva y hecho social[editar]
La realidad social es posible dado que existen intencionalidades colectivas para imponer
funciones, las relaciones sociales están basadas en esto, de hecho hasta en el conflicto se
necesita que las partes tengan la intención de combatir, deben cooperar para que se puedan
realizar tal acción y así uno batir al otro, sin embargo el problema radica en creer que se
reduce a la intencionalidad individual, así esta no es la suma de estas, dado que no es el
sentido de colectividad, el sentido fundamental afirma Searle es que la intencionalidad
colectiva es un : “ hacer juntos”, es decir, la intencionalidad individual que cada una de las
personas tiene deriva de la intencionalidad colectiva que todos comparten.
Estos hechos que entrañan una intencionalidad colectiva los llama el autor: “hechos sociales”,
una subclase de estos son los hechos institucionales que se menciono anteriormente, que
tienen que ver con las instituciones humanas, así da el ejemplo de un billete de veinte dólares
que se constituye como tal dado que hay una intencionalidad colectiva sobre su función.
Las reglas contitutivas y la distinción entre hechos brutos y hechos institucionales[editar]
Existen hechos brutos tales como que el sol está a 150 millones de km de la Tierra, y hechos
institucionales, como el hecho de que Clinton sea presidente. Los hechos brutos Existen con
independencia de cualquier institución humana; los hechos institucionales solo pueden existir
dentro de las instituciones humanas.,1 sin embargo aunque los hechos brutos necesitan del
lenguaje para ser enunciados, existen independientemente de este o de cualquier otra
institución, se requieren de acuerdo con esto medidas como los km, conceptos como : “tierra”
y “sol”, pero si no existiera un ser que pudiera nombrarlos seguiría estando tal realidad de
forma independiente; por otra parte los hechos institucionales requieren de instituciones
humanas especiales para que puedan existir, el lenguaje es la primera institución y conjunto
de todas esas instituciones.
La tesis de Searle es que los hechos institucionales solo existen dentro de un sistema de
reglas constitutivas, estas reglas crean la posibilidad de los hechos y ocasiones específicas de
su ser, el hecho de que se marque un gol en un partido de fútbol o que obama sea presidente,
se da porque existen una reglas que constituyen la institución, existe así una reglas del fútbol,
y un sistema de votación democrática, se diferencia de las convenciones por que las reglas
constitutivas crean el fundamento de la institución si modificamos una de ellas cambiamos en
la esencia el ser de la institución, por ejemplo es una regla del ajedrez que se gana la partida
haciendo jaque mate al rey. Es una convención quela figura del rey sea mayor que la del
peón. «Convención» implica arbitrariedad, pero las reglas constitutivas no son arbitrarias en
este sentido. El contexto «X cuenta cómo Y en C» es intencional-con-una-s. Es
referencialmente opaco en tanto que no permite la substituibilidad de las expresiones
coextensivas. Así, por ejemplo, los enunciados:
La intencionalidad colectiva es un : "hacer juntos", es decir, la intencionalidad individual que cada una de
las personas tiene se deriva en la intencionalidad colectiva que todos comparten.
1. Los billetes emitidos por el Bureau of Engraving and Printing (X) cuentan como dinero
(Y) en los Estados Unidos (C)
2. El dinero es la raíz de todos los males no implica,
3. Los billetes emitidos por el Bureau of Engraving and Printing cuentan como la raíz de
todos los males de Estados Unidos.1
La creación de hechos institucionales[editar]
Los conceptos que nombran hechos sociales parecen tener un peculiar tipo de
autorreferencialidad. Como formulación preliminar, podemos decir, por ejemplo, que, para que
el concepto de «dinero» pueda aplicarse al material que está en mi bolsillo, tiene que ser la
clase de cosa que la gente piensa que es dinero. Si todo el mundo deja de creer que es
dinero, deja de funcionar como dinero y, finalmente, deja de ser dinero. Lógicamente
hablando, el enunciado «Un cierto tipo de substancia, x, es dinero»1 implica en un contexto Y,
se reconoce con tal función bajo la intencionalidad colectiva.
Sin embargo conceptos tales como : “montaña” o “ molécula”, existen así nadie tenga
pensamiento sobre ello, en el caso de hechos sociales adoptamos una actitud frente a ellos, si
organizamos un matrimonio la gente que asiste espera encontrar situaciones que se esperan
de un matrimonio, de darse situaciones como que alguien juegue fútbol encima del pastel, no
quiere decir que no sea un matrimonio si no que algo raro ocurrió, para que sea en realidad un
partido de fútbol deben saber los asistentes que se trata de tal , tener la intención colectiva de
ello.
Uno de los rasgos más importantes de los hechos institucionales es que un gran número de
ellos -de ningún modo todos- pueden ser creados mediante expresiones performativas
explícitas. Las expresiones performativas son miembros de la clase de actos de habla que
Searle llama «declaraciones».tales como oraciones: “se aplaza la reunión” indica que el hecho
institucional se da en el momento en que se da el acto de habla, o : “ lo nombro comandante”,
tiene la fuerza de convertirse en acción de inmediato y modificar una realidad social, por
supuesto teniendo en cuenta el agente que realiza la expresión performativa.
Se debe decir por esto que los hecho brutos tienen primacía sobre los hechos institucionales
dado que los primeros son la base de los segundos, para entender algo como: “dinero” lo hago
sobre el hecho bruto de que hay cierto papel de colores que capta mi sistema
neuroperceptivo, adicional los hechos institucionales no pueden existir aislados, si no solo en
relaciones sistemáticas con otros hechos, así por ejemplo para que alguien pueda comprar o
vender en una sociedad, se necesita del sistema de intercambio, de una autoridad monetaria,
de unos contratos o promesas, de sistemas de precios, etc.
Searle sostiene que las representaciones lingüísticas crean la mayoría si no acaso todos los
hechos institucionales, pero el elemento lingüístico parece ser parcialmente constitutivo del
hecho. Con frecuencia leemos, por ejemplo, que ciertas colonias de hormigas tienen esclavas,
o que las colmenas de abejas tienen reinas Creo que esas maneras de hablar son metáforas
inofensivas, sobre todo en lo atinente a los llamados «insectos sociales», pero no hay que
perder de vista que para que una comunidad tenga literalmente esclavos o reinas, los
participantes deberían estar en posesión del aparato necesario para representar algo así
como una reina o una esclava. El mero comportarse de cierto modo, estando el
comportamiento construido en términos de meros movimientos corporales, no es suficiente
para que una comunidad tenga una reina o tenga esclavas. Debería darse, además el
matrimonio, es la imposición colectiva de función a entidades que -a diferencia de las
palancas, las banquetas y los automóviles- no pueden cumplir las funciones merced a su mera
estructura física. En algunos casos, el papel-moneda, por ejemplo, eso ocurre porque la
estructura solo está incidentalmente relacionada con la función; en otros, los conductores con
permiso, por ejemplo, porque no estamos dispuestos a permitir que la gente cumpla la función
de conducir a menos que hayan sido autorizados para ello.1
Para entender la construcción de hechos institucionales es fundamental comprender la noción
de status, este elemento actúa como imposición colectiva de función, donde a partir de un
hecho bruto como : “ hay un pedazo de metal en forma cilíndrica”, le asignamos una función
de estatus para que sea visto como un destornillador, así que bajo el acuerdo colectivo este es
un destornillador, así La forma de la asignación de la nueva función de status puede
representarse con la fórmula «X cuenta cómo Y en C». Esa fórmula nos proporciona una
herramienta poderosa para entender la forma de la creación del nuevo hecho institucional,
porque la fórmula de la intencionalidad colectiva es imponer ese status y su función,
determinada por el término Y, a algún fenómeno nombrado por el término X 1
Lenguaje y realidad social[editar]
Una de las tesis de Searle es que el lenguaje es constitutivo de la realidad social, esto se basa
en que es impensable tener instituciones tales como el dinero, el matrimonio, el gobierno y la
propiedad sin que exista el lenguaje, porque de hecho las palabras son constitutivas de los
hechos, sin embargo parece paradójico que los hechos sociales en general no necesitan del
lenguaje, los animales pueden tener conductas cooperativas y los niños son capaces de
interactuar sin que medie palabra alguna. Searle de esta manera sostiene que lo esencial del
rasgo del lenguaje como parte de la constitución de hechos institucionales es la existencia de
mecanismos simbólicos. Como las palabras que representan algo más que ellas mismas,
existen así hechos independientes del lenguaje, como que la cordillera de los andes tiene
hielo en la cúspide, que aunque es una oración en español existe independiente del lenguaje,
el hecho es tal dado que su existencia no está comprometida por la existencia de elementos
lingüísticos.
Aunque se borre todo lenguaje del universo la cordillera de los andes seguirá existiendo, para
clarificar esto Searle hace una distinción entre pensamientos dependientes del lenguaje y
pensamientos independientes del lenguaje. Algunos pensamientos dependen del lenguaje en
el sentido de que ningún animal podría albergarlos si no dispusiera de palabras o de otros
mecanismos lingüísticos para pensar ese mismo pensamiento; pero otros pensamientos Los
casos más obvios de pensamientos independientes del lenguaje los ofrecen las inclinaciones y
cogniciones no institucionales, primitivas, biológicas, que no necesitan de mecanismos
lingüísticos. Por ejemplo, un animal puede tener sensaciones conscientes de hambre y sed,
siendo ambas formas un deseo. El hambre es un deseo de comer y la sed un deseo de beber,
y los deseos son estados intencionales con contenidos plenamente intencionales; no son
palabras ni están compuestos de palabras. 1
Adicionalmente Searle explica que para que un hecho dependa del lenguaje que requiere que
cumpla dos requisitos: el primero, que los pensamientos sean constitutivos del hecho y el
segundo que la representación debe depender del lenguaje, la estructura de las reglas
constitutivas se relacionan con el primer requisito, si las personas creen que algo es dinero, es
verdad y real que es dinero, así los hechos institucionales son ontológicamente subjetivos y
epistémicamente objetivos, sobre el segundo requisito indica que el lenguaje está diseñado
para ser autoidentificatorio de hechos sociales el niño crece y es educado en una cultura en la
que aprende a tratar los sonidos que salen de su boca y de la de otros como algo que vale
por, o que significa o que representa, alguna cosa. A eso apunta Searle cuando dice que el
lenguaje no necesita del lenguaje porque ya es lenguaje.
El lenguaje por tal es indispensable para los hechos institucionales, ya que epistémicamente
se requiere que en la estructura de estos hechos se imponga un status, el cual no obedece
solamente a su constitución física sino adicionalmente a nuestro sistema de representaciones,
estos hechos además requieren ser comunicables, para que funcionen y se constituyan debe
de poder ser decibles, por ejemplo para que la institución matrimonio exista, debo poder ser
capaz de decirle a alguien que estoy casado, también es necesario el lenguaje porque en
realidad los hechos institucionales son muy complejos, como ir a un café mientras leo un libro
en una ciudad y luego me atienden una mesera, bajo este ejemplo necesito tener
representaciones del dinero (con el cual voy a pagar), de las relaciones sociales ( para
interactuar con la mesera), de las convenciones al comer, etc. Y esto lleva a pensamientos
sobre sistemas complejos como el estado, el sistema económico, la propiedad, etc. Así que de
tal modo estos sistemas complejos requieren para su representación sistemas de lenguajes
complejos que constituyen su existencia, también los hechos persisten en el tiempo
independientemente de la inclinaciones de los participantes en la institución, de sus estados
psicológico y mentales, para que los hechos institucionales puedan ser continuados en un
marco de representación se requiere del lenguaje.
La teoría general de los hechos institucionales[editar]
En un primer nivel, Searle distingue entre hechos mentales brutos, tales como que existe una
cordillera de los andes, y hechos mentales de todas clases como que los seres humanos
sentimos dolor o que tengo sed, los llama hechos físicos brutos no mentales y hechos
mentales, en un segundo nivel se encuentra dentro de los hechos mentales, Searle clasifica,
hechos intencionales y hechos no intencionales, como ir a comer y sentir hambre
respectivamente. En un tercer nivel , dentro de lo hecho intencionales están los hechos
intencionales singulares, como el deseo de comer y los hechos intencionales colectivos, como
el hecho de que los elefantes emigran en manada a otro lugar de la selva, este último es un
hecho social por tener la característica de ser colectivo e intencional, los hechos
institucionales son una subclase especial de los hechos sociales.
clasificación de los hechos
Luego se nos pregunta: ¿cuántos objetos hay en este universo?, entonces decimos que hay
tres, sin embargo según Lesniewski y otros lógicos polacos, hay siete objetos en este mundo,
contados como sigue:
1=A
2=B
3=C
4=A+B
5=A+C
6=B+C
7=A+B+C
Searle nos dice que no hay tales respuestas absolutas, que alguna es relativa a la elección
arbitraria de un esquema conceptual, este argumento contra el realismo sostiene que creer en
un realismo externo lleva a inconsistencias porque permite dar descripciones inconsistentes
de un mundo aparentemente independiente.
La filosofía del siglo veinte profundizo y se obsesionó con el tema del lenguaje, de aquí que
surgieron posturas que enfatizan en que no existe nada aparte del lenguaje, así cualquier
estado cognitivo acontece como parte de un conjunto de estados cognitivos y dentro de un
sistema cognitivo y es imposible salir de todos los estados y sistemas cognitivos para
contemplar las relaciones entre ellos y la realidad a cuyo conocimiento sirven. Searle contra
esto afirma que del hecho de que toda cognición acontezca dentro de un sistema cognitivo no
se sigue que ninguna cognición lo sea por modo directo de una realidad que existe
independientemente de toda cognición.
Para justificar el realismo externo Searle nos dice que la tesis de una realidad independiente a
nuestras representaciones no establece como son las cosas, sino que establece un sinnúmero
de posibilidades de cómo podría ser, presupone que el realismo extremo es un trasfondo para
la comprensión de muchas expresiones, así expresiones como : el monte Everest tiene nieve”
son posibles dado la comprensión entre un oyente y un hablante competente, así con el hecho
de comunicarnos damos por sentado una realidad externa independiente de nosotros,
públicamente accesible. La postura de Searle es crítica del antirrealismo de hecho dice que de
igual forma el antirrealista lleva su automóvil al mecánico para que se lo ajuste y se cepilla los
dientes a diario como si creyera que hay objetos en el mundo externo. Estas posturas
contrarias al realismo según el son un ataque a la objetividad epistémica, la racionalidad, la
verdad y la inteligencia en la vida intelectual
Verdad y correspondencia[editar]
El criterio de lo verdadero se da en una correspondencia entre el hecho y el enunciado, se
dice que algo es verdadero cuando es fiable de que representa las cosas que dice
representar, Searle enuncia el criterio de descomillación, que sigue a la correspondencia entre
la sentencia y su realidad objetiva, por ejemplo: “la montaña tiene nieve en la cúspide” tiene
correspondencia a : la montaña tiene nieve en la cúspide ( sin comillas), lo que quiere decir
que el enunciado en palabras representa lo que dice en un estado de cosas del mundo, desde
esta idea la verdad sucede cuando los rasgos de identidad corresponden en enunciado y
realidad, es falsa una idea cuando no hay correspondencia.
Hechos y enunciados verdaderos no son lo mismo. Hay varios modos de demostrar eso. He
aquí dos. Primero: tiene sentido hablar de hechos que funcionan causalmente, pero no tiene
sentido hablar de enunciados verdaderos que funcionan causalmente. Segundo: la relación de
un hecho con los enunciados es de uno-a-muchos, pues el mismo hecho puede ser enunciado
por distintos enunciados. Por ejemplo, «Cicerón fue un orador» y «Tulio fue un orador»
enuncia el mismo hecho. ,1 un ataque hacia esta idea de la correspondencia proviene de
strawson el cual dice que los hechos son clases de objetos o de acontecimientos complejos, y
la correspondencia consiste en una relación
De encajamiento o de figuración, sin embargo Searle nos dice que los hechos no son objetos
complejos sino condiciones, en la forma proceso-producto, requisito –cosa requerida, así
cualquier cosa que baste para hacer verdadero el enunciado es un hecho.
Conclusión[editar]
Searle comprende como errada la distinción tradicional entre biología y cultura, tanto así como
la oposición mente y cuerpo, por tanto existen estado mentales tampoco hay oposición entre
lo mental y los físico, enfatiza en una ontología de la biología que va a las formas culturales e
institucionales de una forma histórica, y su forma de conexión son la consciencia y la
intencionalidad, así lo especial de la cultura es la intencionalidad colectiva, la posibilidad de la
asignación de funciones a fenómenos, y luego construcción de realidades sociales, reconoce
los procesos bioquímicos como parte de los estado mentales generadores de la conciencia.
Existe de tal manera un hilo conductor en las estructuras institucionales que se manifiesta en
el simbolismo, así ciertos tipos de sonidos o marcas cuentan cómo palabras o sentencias
Ciertos tipos de sonidos o de marcas cuentan cómo palabras y sentencias, y ciertos tipos de
expresiones cuentan como actos de habla.
La función agentiva es la de representar, en uno u otro de los posibles modos de actos de
habla, objetos y estados de cosas en el mundo. Los agentes que pueden hacer eso
colectivamente reúnen la precondición esencial para cualesquiera otras estructuras
institucionales: dinero, propiedad, matrimonio, gobierno y universidades; todo eso existe por la
mediación de formas de acuerdo humano que entrañan de una manera esencial la capacidad
de simbolización.1
Véase[editar]
John Searle
Filosofía de la mente
Realidad
Ciencia cognitiva
Ciencia política
Referencias[editar]
1. ↑ Saltar a:a b c d e f g h i j k l m n Searle, John R. . (1997). La construcción de la realidad social. .
Ediciones Paidós Ibérica. ISBN 978-84-493-0421-7.
En la historia de la filosofía el problema de la verdad siempre ha sido objeto de reflexión. Diversas definiciones
e interpretaciones han tratado de aprehender un contenido que aparentemente resulta inaprehensible y
huidizo.
Sin embargo se destacan cinco conceptos por su recurrencia y empleo:
La verdad como correspondencia y relación.
Como revelación
Como conformidad a una regla.
Como coherencia.
Como utilidad.
Según Abbaganano, la primera ha sido la más difundida, seguida de la segunda, e incluso, es posible
encontrar"(..) más de una (…) en un mismo filósofo", pues son irreductibles , pero no se excluyen.
La verdad como correspondencia y relación del pensamiento con las cosas, implícitamente esta presente en
la filosofía presocrática y de modo determinado y explícito en Plantón. "Verdadero- señala el filósofo- es
el discurso que dice las cosas como son, falso el que las dice como no son". En esta
misma dirección comprensiva aparece en la Metafísica de Aristóteles:" Negar lo que es y afirmar lo que no
es,es lo falso, en tanto que afirmar lo que es y negar lo que no es, es lo verdadero". Al mismo tiempo el
estagirita revela dos teoremas ínsitos en su concepción de la verdad. El primero, que la verdad esta en el
pensamiento o en el lenguaje y no en la cosa o en el ser; el segundo que la medida de la verdad es el ser o la
cosa y no el pensamiento o el discurso.
Esta concepción de la verdad como correspondencia (o relación) se continúa en la filosofía casi de modo
predominante, incluyendo a los lógicos contemporáneos.
La segunda comprensión de la verdad como revelación, se expresa en dos direcciones: 1) como revelación
inmediata al hombre, en las sensaciones, la intuición, en fin como fenómeno dado (empirista); 2) como
revelación de conocimiento excepcionales de esencias de las cosas, su ser o su mismo principio (forma
metafísica teológica).
La tercera intelección de la verdad, como conformidad a una regla, está presente en Platón, quien
consideraba verdadero todo lo que concordaba con el concepto. Para San Agustín, también existe una ley,
en torno a la cual se puede juzgar todas las cosas de conformidad con ella.
En la filosofía de Kant se continúa esta línea de pensamiento, pero la conformidad respecto a la ley se reduce
sólo al momento formal de la verdad, es decir del pensamiento en general, en conformidad con
las leyes generales necesarias del entendimiento.
Los neokantianos, particularmente la escuela de Baden, exageran la tesis de Kant, pues la conformidad a la
regla, como criterio formal de la verdad se hace extensivo hasta determinarse como su única definición.
La cuarta comprensión de la verdad como coherencia, es asumida y desarrollada por
el movimiento idealista inglés de la segunda mitad de siglo (XIX), así como en los E.U. Sencillamente, en
Apariencia y realidad (1893) de F.H.Bradley, al criticar el mundo de la experiencia humana, niega lo
contradictorio, en tanto irreal, pues la verdad o realidad es coherencia perfecta (conciencia infinita absoluta.
Sus antecedentes más que en Hegel como decían los seguidores de esta concepción de la verdad, están en
Spinoza , en su "tercer género de conocimiento o amor intelectual de Dios. Una concepción de
esta naturaleza o coincidiendo con ella, está presente en la filosofía estética del mexicano José Vasconcelos,
particularmente en su a priori especial que opera según ritmo, melodía y armonía.
El quinto concepto de verdad, en tanto utilidad, está presente en algunas formas de la filosofía de la acción,
particularmente en el Pragmatismo. Pero el primero que lo esboza fue Nietzche, al identificar lo verdadero con
lo apto para la conservación de la humanidad. Todo el pragmatismo, especialmente W.James identifican la
verdad con la utilidad. Una concepción semejante desarrolla también Unamuno en su Vida de Don Quijote.
Sin embargo, el instrumentalismo de Dewey, no define la verdad como utilidad, sino sólo la convicción
del carácter instrumental (válido), pero no verdadero de las proposiciones.
El devenir histórico de la verdad ha estado permeado de vicisitudes, acercamientos, distorsiones, etc , pero ha
recorrido un camino que no podemos desechar, en su eterna búsqueda. Por su puesto no podemos estar de
acuerdo con algunos postmosdernos que han hecho de la verdad y su búsqueda una quimera de la razón.
En fin, el tema de la verdad históricamente ha sido recurrente y no deja de serlo en la actualidad. Sin
embargo, como en muchos problemas filosóficos complejos ha primado la unilateralidad de enfoques en su
tratamiento. Lo más común ha sido la reducción del saber al conocimiento y con ello, las interpretaciones
logicistas y gnoseologistas abstractas. Se ha pensado la verdad como forma de adecuación o identidad del
pensamiento con la realidad que el sujeto convierte en objeto.
A pesar de los múltiples intentos valiosos de acercamiento al problema, en mi criterio, aún no se ha logrado un
enfoque integrador de la verdad, donde conocimiento, valor, praxis y comunicación sean considerados, como
mediaciones centrales en su construcción y despliegue. Las relaciones sujeto- objeto, y sujeto- sujeto y su
eslabón primario en la conversión recíproca de lo ideal y lo material: la actividad humana, prácticamente han
sido inadvertidas. Igualmente ha prevalecido el reduccionismo en el reconocimiento lingüístico de la verdad.
En algunos casos absolutizando en grado extremo el papel del lenguaje en general y en otros, reduciéndolo
sólo al lenguaje científico, sea de nivel empírico o de nivel teórico. Las otras formas del lenguaje, incluyendo
por supuesto, el tropológico ha quedado marginado del proceso aprehensivo de la realidad por el hombre en
la búsqueda de la verdad. No ha faltado tampoco la tendencia acuciante de identificar la verdad sólo con la
verdad científica. ¿ Y las otras verdades que el hombre afanosamente busca apremiado por las necesidades,
los intereses y los objetivos y fines propuestos? En los paradigmas de la verdad y sus repectivos diseños ha
predominado el sentido de exclusión, tanto en su interior como al exterior de él. Se hace necesario los
enfoques integradores de inclusión, que sin agotar la riqueza de mediaciones de la realidad – imposible
históricamente – abarque la mayor cantidad posible, en tanto proceso subjetivo – objetivo, mediado por la
praxis de asimilación constructiva de la verdad. Con razón Marx, en sus Tesis sobre Feuerbach, al criticar la
especulación filosófica, en la consideración de la verdad, exige concreción en los análisis y aconseja abordar
la realidad subjetivamente. En su concepción, la teoría de la verdad, adquiere terrenalidad sustantiva, si se
funda en la praxis, como su criterio valorativo. Entendida la praxis como esencial relación sujeto – objeto y
sujeto – sujeto, donde lo ideal y lo material se convierten recíprocamente.
La verdad es proceso y resultado del devenir humano. Un producto de la actividad del hombre (sujeto) en
relación con la realidad que convierte en objeto de conocimiento, de la praxis y de valores que intercambia
con otros sujetos. En tanto proceso histórico es absoluto y relativo. Cada generación construye verdades
limitadas por la historia y la cultura y al mismo tiempo participa de lo absoluto. Lo absoluto y lo relativo son
momentos inseparables constitutivos de la verdad, en su unidad y diferencia.
Si ciertamente la verdad se construye en la actividad humana, y esta representa el modo de ser del hombre, a
través de la praxis, el conocimiento, los valores y la comunicación, fundados en las necesidades, los intereses
y los fines del hombre, su revelación ( de la verdad) no es sólo un producto cognoscitivo, desentrañador de
esencias, sino además de la actuación práctica transformadora del hombre, en correspondencia con el
significado que adquiere la realidad y los deseos de satisfacción humana. Al hombre no sólo le interesa qué
son las cosas, cuál es su esencia, sino ante todo, para qué le sirve, qué necesidad satisface o
qué interés resuelve. Por eso, praxis, conocimiento y valor, son inmanente al proceso mismo de develación de
la verdad.
Son momentos de su propio proceso. Al igual que los resultados de su actividad resultan estériles al margen
de la comunicación, en tanto intercambio de actividad y de sus resultados.
La verdad se revela y descubre en las relaciones intersubjetivas, en espacios comunicativos, donde por
supuesto, el consenso desempeña un lugar especial. Una verdad, fuera de la práctica del consenso, no
encuentra legitimación y por tanto resulta estéril. Lo mismo que sin riqueza espiritual no hay acceso posible a
ella. La creación subjetiva, humana, plena de sensibilidad, abre camino a la verdad. Las vías poéticas del
lenguaje, sustantivan las potencias del pensamiento. El hombre con riqueza espiritual e imaginativa en
estrecha comunión con la naturaleza y la sociedad, se aproxima con más facilidad al conocimiento, a la
verdad. Sencillamente, "las ciencias- escribe Martí- confirman lo que el espíritu posee (…). Así, son una la
verdad, que es la hermosura en el juicio; la bondad, que es la hermosura en los afectos; y la mera belleza,
que es la hermosura en el arte (…). La naturaleza se postra ante el hombre y le da sus diferencias, para que
perfeccione su juicio; sus maravillas, para que avive su voluntad a imitarlas; sus exigencias, para que eduque
su espíritu en el trabajo, en las contrariedades, y en la virtud que las vence. La naturaleza da al hombre sus
objetos, que se reflejan en su mente, la cual gobierna su habla, en la que cada objeto va a transformarse en
un sonido. Los astros son mensajeros de hermosuras, y lo sublime perpetuo. El bosque vuelve al hombre a la
razón y a la fe, y es la juventud perpetua(…). La aparición de la verdad ilumina súbitamente el alma, como el
solilumina la naturaleza" .
Los caminos poéticos del lenguaje son iluminadores porque alumbran con luz de estrellas el proceso
constructivo de la verdad. Sus posibilidades son infinitas no sólo por lo que informan, sino por lo que proponen
y suscitan a la creación del hombre incluyendo a sus dimensiones gnoseológica y cosmovisiva.
Debe destacarse además que el lenguaje tropológico no sólo es propio del lenguaje literario, pues está
presente en todas las acciones humanas. ¿ Quién puede negar que la educación, la cultura, la ciencia no son
metáforas de la vida? En fin el lenguaje tropológico no puede aislarse del proceso constructivo de la verdad,
como también es imposible negar la existencia de una verdad tropológica, que por ser representación figurada
por excelencia tampoco debe absolutizarse sus excelsas posibilidades creativas. Debe evitarse, reproducir los
vicios de otros paradigmas que han quebrado por su elitismo excluyente. La misión del discurso que busca la
verdad, debe ser su vocación incluyente, abierta, tolerante, crítica, en resumen con sentido ecuménico e
integrador.
La tropología y en particular la metáfora, por sus infinitas excelencias creativas, transita en unidad indisoluble
con la teoría del conocimiento, en la representación del cosmos humano y el Universo que le sirve de claustro
materno, y viceversa, la gnoseología imprime cauces nuevos expresivos a la sintaxis tropológica. "Pero creo
que la intensificación de la "sintaxis figurada" en el marco de la poesía contemporánea tiene también sus
razones contemporáneas, razones que atañen al desarrollo del conocimiento en nuestro tiempo. La diversidad
tropológica se afina y se precisa ,se hace necesaria al amparo de la noción de que , el Universo es un infinito
de fenómenos interconectados , en movimiento ,unitario en su diversidad ;al amparo de esa noción ,y por la
necesidad de reflejarla"
Unido a esta valiosa idea de cómo la tropología se enriquece siguiendo el cauce contemporáneo del
desarrollo de la gnoseología, se destacan algunas ideas importantes de la tropología para la gnoseología en
la revelación de principios sustantivos de carácter epistemológico-cosmovisivo, tales como:
el fundar la analogía en las esencias y no en las apariencias.
el mostrar los opuestos, los contrarios, como unitarios.
desarrollar el principio de concatenación universal de los fenómenos.
afirmar la unidad del mundo en su diversidad.
desarrollar la idea de totalidad como criterio de verdad.
Esta idea última, en mi criterio, resulta interesante y coincide en parte con una tesis, que no por vieja, deja de
ser sugerente, a pesar de que sobrevalora las posibilidades de la estética y por tanto, puede repetir enfoques
reduccionistas. Me refiero al filósofo mexicano José Vasconcelos. En su criterio "(..) llegamos a ella después
de agotar las posibilidades del Logos, y enseguida la verdad se nos revela como armonía, en vez de la verdad
como identidad" . Propone como método la coordinación y la existencia de un a priori estético,
extremadamente idealizante que opera según ritmo, melodía y armonía. Además de hiperbolizar una arista del
problema objeto de análisis, su interpretación está permeada de artificios eclécticos que no conducen a
presentar la armonía como integralidad incluyente.
En mi criterio el acceso a la verdad, requiere de una concepción compleja y flexible que priorice un enfoque de
integralidad incluyente en la aprehensión de la realidad asumida. Creo que el concepto de saber, con un
nuevo sentido hermenéutico, al margen de su significado histórico tradicional – como conocimiento en
general, de algún modo garantizado en su verdad, por su objetividad lógico-cognoscitiva , la identidad y la
adecuación- resulta una alternativa posible. La intelección del saber con un nuevo sentido hermenéutico, cuya
interpretación se dirija no sólo al conocimiento, sino que incluya el valor, la praxis y la comunicación, abre
perspectivas heurísticas inagotables. Propicia ante todo que no se absolutice la razón, entendida como único
juez legitimador, y se incluyan los sentimientos y otras formas aprehensivas humanas en la construcción de la
verdad. Esto posibilita que el logicismo abstracto, ceda paso a otras formas discursivas lingüísticas de
carácter tropológico, es decir, otros modos, también discursivos que no operan sólo con las
clásicas estructuras categóricas, que por su objetivismo impersonal, devienen unilaterales y abstractas. Un
enfoque subjetivo- no subjetivista, porque no rechaza la objetividad- puede asumir la realidad con sentido
histórico cultural y garantizar la integralidad sin a priori absolutos y al margen de la actividad práctica, que en
última instancia condiciona el proceso mismo de la verdad.
La asunción del concepto de saber- y no el de conocimiento como ha sido tradicional- , comprendido (el
saber) como forma integral humana que incluye todos los medios que emplea el lenguaje para designar y
penetrar en la realidad permite vincular estrechamente conocimiento y valor, sobre la base de las
necesidades, los intereses, y los fines humanos. Al mismo tiempo, ayuda a comprender que la verdad no se
descubre espontáneamente, a través de una relación abstracta sujeto- objeto, sino que se revela
en procesos intersubjetivos, en espacios comunicativos, que integran en su síntesis: conocimiento, valor y
praxis. Todo en los marcos de la subjetividad humana, donde el hombre piensa, siente, desea, actúa e
intercambia los productosde su actividad en una relación dialéctica sujeto- objeto, mediada por infinitos
atributos cualificadores de su ser esencial, de la cultura, la historia y por el consenso legitimador.
Esto significa que si el saber del hombre se propone acceder a la verdad, en su concreción, no puede
soslayar el papel importante de la actividad humana y su estructura compleja, así como la cultura y como
parte de ella, los caminos del lenguaje, en toda su diversidad, y sentidos, incluyendo la vía poètica que tanto
influye en la creación del hombre, así también como desechar por ineficaces y estériles las imposiciones
"teóricas" y los autoritarismos intolerantes y excluyentes, expresados como convenciones gnoseologistas.
Simplemente "(..) urge devolver los hombres a sí mismos; urge sacarlos del mal gobierno de la convención
que sofoca o envenena sus sentimientos (…) y recarga su inteligencia con un caudal pernicioso, ajeno, frío y
falso. Sólo lo genuino es fructífero".
Busquemos la verdad con sentido histórico- cultural humano, imaginación, razón utópica y vocación
ecuménica incluyente. Una concepción del saber, como integralidad abierta al diálogo, a la crítica y a la
comunicación puede ser una alternativa posible de construcción de la verdad, incluyendo por supuesto, la
propiamente de las ciencias naturales.
En la apropiación de la realidad por el hombre, su pensamiento sigue el cauce de la ascensión de lo abstracto
a lo concreto y este proceso es en sí mismo incluyente. Para descubrir la realidad en su mayor concreción
tiene que asumirla en sus varias mediaciones. En caso contrario, el saber resulta unilateral y abstracto, por
seguir un cauce excluyente que absolutiza algunos momentos y pierde el sentido de totalidad y de unidad en
lo diverso y complejo. Con ello, se incapacita para apropiarse de lo concreto en sus diversas mediaciones y
condicionamientos.
La concepción de la verdad como saber integral no puede soslayar tampoco la importancia cognitiva del
lenguaje metafórico, capaz de lograr la unidad de la diferencia, como certeramente señalan Ricoeur y
Jakobson. Igualmente, no se puede negar la independencia relativa del conocimiento científico y otras formas
de aprehensión humana de la realidad. Pero en los marcos de una perspectiva o enfoque cultural que vincule
razón, sentimiento, ciencia y conciencia. No se debe olvidar, que la cultura como producción humana en su
proceso y resultado no se cualifica sólo por su dimensión cognoscitiva, sino particularmente por la sensibilidad
que incita y activa el saber en su búsqueda integradora de lo que llamamos verdad.
Nadie con sentido común, puede obviar los resultados de la tecno-ciencia en la época de
la globalización contemporánea. Pero sin sentido cultural, devienen estériles para el hombre, pues enajenan y
deshumanizan. Resulta perjudicial, porque la verdad es vacía de contenido, cuando se separa de la belleza y
la bondad, cuya armonía la funda e introduce Pitágoras, a partir del sentido de medida, y es continuada por
muchos filósofos y pensadores, incluyendo a José Martí.
No es posible hacer del conocimiento científico el núcleo arquetípico del pensamiento y convertir a éste en
un modelo impersonal que condiciona de modo a priori y teleológico la realidad existente para hacer una
unidad o identidad con ella, llamada verdad. La verdad, sea de cualquier naturaleza, es proceso y resultado
aprehensivo humano, como saber profundo, construido por la actividad del hombre en relación con el mundo o
la parte de él hacia la cual dirige su acción. Se trata de un proceso humanizador de la realidad y del hombre
mismo en espacios intersubjetivos.
Una verdad que separe la esencia humana de la existencia y los espacios histórico- culturales en que
realmente se aprehende, resulta ficticia y no resiste la prueba de la praxis social.
La educación, como gran metáfora de la vida tiene mucho que hacer en el logro de un saber integral
incluyente en la búsqueda de la verdad. Una educación que renuncie a los métodos transmisionistas y al
discurso teorizante y abstracto, y asuma la intersubjetividad como modo idóneo de formación humana,
desarrolla sensibilidad, actitudes cognoscitivas creadoras, razón utópica y propicia que el lenguaje genere
acciones creativas. Al mismo tiempo estará en mejores condiciones de vincular estrechamente los mundos de
la vida, de la escuela y del trabajo, sin autoritarismos, intolerancias y cientificismos excluyentes.