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2. EL SISTEMA EDUCATIVO
El término educar viene de “ex ducere”, ex = sacar, ¿qué cosa? Lo mejor de cada uno, desde
adentro hacia afuera: valores y virtudes como la fortaleza, la voluntad, el autodominio,
generosidad, perseverancia y demás. No es como se cree, llenar la cabeza de datos e
información a las personas, eso no basta.
Cuando somos niños tenemos unos claros modelos a seguir: nuestros padres, tod@s hemos
de sentirnos agradecid@s por los padres y la familia que tenemos. Empiezo a hablar por la
familia puesto que realmente es… nuestro primer sistema educativo, nuestros primeros
espejos, primeros maestros.
Mis padres son unas personas trabajadoras, con unos principios y valores envidiables,
dignos de admirar. La generación anterior ha trabajado muy duramente para lograr que tú y yo
lográramos la calidad de vida que tenemos. ¿Acaso no nos toca hacer eso siempre para
evolucionar?, conseguir que la siguiente generación viva por así decirlo, MEJOR, es decir,
empezar a pensar en un beneficio mayor al individual.
Lo que observé mientras crecía era un paradigma de empleado, mi padre salía pronto de
casa y venía tarde del trabajo, y las madres tienen un trabajo igualmente duro siendo amas de
casa, ¿te suena esto de algo?, posteriormente se incorporó la mujer al mundo laboral, pero
como hemos comprobado fue un engaño basado en el concepto machismo-feminismo-
igualdad, puesto que su incorporación no ha colaborado demasiado a una mejor situación
general.
La conclusión que saqué fue fácil: “vaya, me gusta como es mi padre de trabajador y
disciplinado, pero, ¿por qué ha de trabajar tantas horas?, ¿es eso lo que me espera a mí en un
futuro?, esta idea me incomodó desde niño.
Relacioné por lo tanto que trabajar en la mayoría de los casos implicaría tener poco tiempo
libre, por lo que, aunque no me importara trabajar, yo de adulto… sabía que querría más
tiempo libre y más libertad, desde bien pequeño empecé a pensar en grande, o dicho de otro
modo a tener una perspectiva amplia para ver otras posibilidades.
Hacer creer que un niño bien educado es alguien que tiene mucha capacidad de
memorizar y “vomitar” información que, a nivel práctico, le va a servir muy poco o
nada en su vida personal.
Hacer creer que “nunca” se está lo suficientemente preparado para poder encontrar
un empleo (que nos proveen, en la mayoría de los casos, empresas y multinacionales
cuyo principal, y lamentablemente UNICO objetivo es obtener beneficios sin tener en
cuenta otros factores sociales). Esto conlleva estrés prematuro.
Educarnos para trabajar en un mundo competitivo: ser el “mejor”, “tú puedes con
todo”, dónde lo imperante ha sido destacar sobre los demás, en lugar de cooperar,
puesto que muchas empresas han buscado el “mejor empleado”, “la mejor máquina
de producir” y seguir alimentando las grandes corporaciones que nos ofrecen trabajar
en muchos casos, con un efecto colateral, perjudicando y sin tener en consideración el
planeta y sus recursos a cambio de un sueldo.
Trabajar por dinero, en lugar de enseñarnos a conocer formas que el dinero trabaje
por nosotros (soy partidario de educar en valores y principios). En este punto quiero
hacer especial hincapié, puesto que si viviéramos en un sistema financiero que no
fuera corrupto, ni pudiera ser modificado a la ligera por unos pocos, ni estuviera
regido por una “oferta-demanda”, ni cuyo máximo beneficio fuera obtener beneficios
virtuales (ilusión), ni subiera los precios de las necesidades básicas (alimentación,
transporte público, luz, gas…), ni bajara los sueldos y un sinfín de fallas…, quizá
podríamos empezar a comprender que vivimos en un sistema económico real y
democrático. Pero para ello, debemos de empezar a ser personas humanas reales, la
economía en cada momento es reflejo de la conciencia colectiva. Por eso, el problema
no está afuera, sino adentro, y la solución… también.
¿Cuál es su objetivo?
Somos entrenados únicamente para buscar un empleo con una educación obsoleta,
puesto que no se corresponde con la realidad que impera en ese momento.
Los niños son más inteligentes cada generación, hoy nos encontramos con niños digitales
educados por padres analógicos, vienen pre-claros, entienden los conceptos muy
rápidamente. Tiene el conocimiento de la fuente muy fresco y limpio. Créeme, el sistema
educativo no está adaptado a sus capacidades.
En una encuesta que hicieron en uno de los eventos a los que asistí recientemente, El Ser
Creativo, los resultados mostraron que los niños afirman que no necesitan tener coche propio
ni casa propia, sino que saben INNATAMENTE la importancia de compartir TODO, saben de
Admitámoslo, los niños SABEN INNATAMENTE (además de verlo en los adultos) que el
modelo educativo está obsoleto e intuyen que no tiene futuro, ellos no son responsables de su
fracaso (igual que en la educación de un animal), lo somos los adultos, el entorno les obliga a
desenvolverse mejor puesto que están experimentando una crisis a temprana edad, sin
embargo dominan la tecnología. Se juntarán más rápidamente que generaciones pasadas,
proponiendo y realizando soluciones para el mundo: allanemos el camino disponiendo de
nuestra libertad, principalmente para poder pasar tiempo con ellos y asegurar una educación
más óptima.
En las escuelas, NO FOMENTAN la parte derecha del cerebro, por lo que la educación
debería adaptarse a ellos, no ellos a una educación obsoleta, analógica y abocada al fracaso
laboral. La combinación de los hemisferios izquierdo y derecho es necesaria para un equilibrio
y orden en la humanidad.
La educación está diseñada con la intención de hacernos esclavos del dinero como irás
comprendiendo en el trascurso del ebook.
Creo que ya puedes haber deducido el motivo: Nos quieren mantener pobres, esclavos del
dinero.
En toda relación siempre hay “dos partes”, es decir el resultado final dependerá de ambos.
Ellos y nosotros.
¿El sistema está diseñado para empobrecerme?, de acuerdo, lo acepto, es parte del
juego, sin embargo es más importante lo que YO quiera: aprender a lidiar con el dinero y
tener una perfecta relación con él, es decisión de cada uno.
Creo rotundamente que las personas nacemos, en general, activas, incluso con ganas de
trabajar, aportar, servir, ayudar, pero necesitamos motivación (motivo para tomar acción) más
allá de obtener ingresos a cambio. En nuestro interior sospechamos que nos falta este tipo de
educación tan importante, puesto que con el dinero lidiamos diariamente y el Gobierno se
aprovecha de nuestra ignorancia financiera.
El sistema educativo debería estudiar a cada niño casi de forma particular, ver sus aptitudes
y cualidades innatas para que en un futuro pueda sentirse plenamente realizado desarrollando
todo su potencial asumiendo que las personas de forma natural nacemos en el amor, y
queremos un mundo justo, equilibrado y sostenible en el tiempo.
Por estos motivos, creí posible la existencia de otras posibilidades, otros paradigmas
alternativos, ya que desde bien temprana edad pensaba:
¡La vida tiene que ser algo mejor que esto que me ofrecen!, ¿por qué todo el mundo lo acepta
sin más?
Para lograr recuperarla tenemos que localizar dónde está el problema, y este es la
ignorancia financiera para así poder derribar todo aquello que no sirve. Erradicar el problema
ofreciendo una solución: educación financiera con principios y valores.
Me parece interesante hablarte de este tema, y más si nunca lo has escuchado. Muy
relacionado con todo lo que está ocurriendo en el mundo, el Universo creyó que ya era hora
de traer nuevos niños con nueva conciencia a la Tierra.
Este concepto tiene también relación con la educación, puesto que esta frecuencia en niños
y adultos ayuda a derribar los sistemas caducos y obsoletos para que puedan ser
reemplazados. Eliminar lo que no sirve, igual que un escultor, de hecho, en numerosas
ocasiones la felicidad consiste en eliminar lo innecesario, y hoy en día hay demasiadas
creencias, conceptos y programaciones mentales innecesarias, también en el sistema
educativo.
Han venido aquí para mostrarnos el camino, de manera que podamos aplicar de manera
más generalizada, entre todos nosotros, la información que nos traen para que hagamos
nuestra transición a la siguiente etapa de nuestro desarrollo evolutivo.
Los Niños Índigo han venido encarnando en la Tierra durante los últimos 100 años. Los
primeros índigos fueron los pioneros en mostrar este camino. Después de la Segunda Guerra
Mundial empezaron a nacer en cantidades significativas, siendo los actuales índigos adultos.
Sin embargo, en los años 70 del siglo XX se produjo el nacimiento de una gran oleada de
índigos, por lo que ahora tenemos una generación completa de índigos que ahora están entre
el final de su veintena y el principio de su treintena y que están a punto de asumir el lugar que
les corresponde como líderes mundiales.
Cuando son niños, ellos lucen como otros niños, aunque con frecuencia son bellos
físicamente con ojos penetrantes. Siempre son altamente inteligentes y llenos de preguntas y
exigencias. Ellos son energéticos y activos, tienen voluntades fuertes y un fuerte sentido de su
propio valor e importancia. Ellos saben que están aquí para hacer algo significativo.
Su actitud hacia el dinero es o rechazarlo ya que lo pueden considerar innecesario o estar
muy conscientes de su poder (bajo mi punto de vista lo correcto te explicaré más adelante mis
motivos) y buscar crear con éxito frecuentemente, afluencia para ellos mismos.
Son muy apasionados e intensamente leales a sus amigos, de los cuales siempre tienen
muchos. Ellos creen en la honestidad y la comunicación en las relaciones. Con frecuencia son
confundidos por la deshonestidad, manipulación y otras formas de comportamiento egoísta
considerado normal por sus mayores.
Los índigos siguieron naciendo hasta aproximadamente el año 2.000, con habilidades y
grados crecientes de sofisticación tecnológica y creativa.
Los Niños Cristal empezaron a aparecer en el planeta desde aproximadamente el año 2.000,
aunque algunos llegaron un poco antes. Son niños extraordinariamente poderosos, cuyo
principal propósito es llevarnos hasta nuestro siguiente nivel evolutivo, revelándonos nuestro
poder y divinidad interior. Funcionan más como conciencia grupal que como individuos, ya que
viven regidos por la “Ley del Uno”, la Conciencia de Unidad.
Los Adultos Índigo y Cristal provienen de dos grupos. En primer lugar se encuentran
aquellos que nacieron índigos y que ahora están realizando su transición a cristales. Esto les
supone atravesar una transformación física y espiritual que despierta su conciencia “crística” o
“cristal”, que los vincula con los niños cristal para constituir juntos la oleada evolutiva del
cambio. El segundo grupo es el de aquellas personas que nacieron sin esas cualidades, pero
que consiguieron adquirirlas mediante un duro trabajo consigo mismos y el seguimiento
diligente de un sendero espiritual.
4. Quieren mejorar el mundo: siente un ardiente deseo de hacer algo para cambiar y
mejorar el mundo, pero puede tener problemas para identificar su camino. Tiene
problemas con los sistemas que considera ineficientes, como por ejemplo, político,
educativo, médico y legal.
9. Son inteligentes, aunque tal vez no hayan tenido las mejores notas.
10. Siempre necesitan saber por qué; especialmente, por qué se les está pidiendo que
hagan algo.
11. Les disgustaba y quizás incluso odiaban gran parte del trabajo repetitivo y obligatorio
de la escuela.
12. Eran rebeldes en la escuela en cuanto a que se negaban a hacer la tarea y rechazaban
la autoridad de maestros o querían realmente rebelarse pero no se atrevían,
generalmente debido a presión de los padres.
14. Tienen dificultades en empleos dedicados al servicio. Los índigos se resisten ante la
autoridad y el sistema laboral jerárquico.
16. Pueden ser extremadamente sensibles en lo emocional, incluso llorando ante el menor
motivo (sin protección). O pueden ser lo opuesto y no mostrar ninguna expresión de
emoción (protección completa).
17. Sienten frustración o rechazo hacia el tradicional "sueño americano" (trabajar 8 horas,
matrimonio, 2,5 hijos, casa con cerco blanco, etcétera).
20. Son muy expresivos sexualmente o pueden rechazar la sexualidad por aburrimiento o
con la intención de lograr una conexión espiritual más elevada. Pueden explorar tipos
alternativos de sexualidad.
Esta generación de nuevos trabajadores de la luz, a sus edades tan tempranas que van
desde los 0 a los 7 años, no se parecen a ninguna generación anterior. Ideales en muchos
sentidos, ellos constituyen la vanguardia hacia la que está siendo conducida la humanidad...
¡y se trata de un buen rumbo!
Los adultos que se resisten al cambio y que aprecian el conformismo podrían malinterpretar
a los índigos.
Los cristal son la generación que se beneficia de la naturaleza rompedora de los índigos.
Primero van encabezando la marcha los niños índigo machete en mano, cercenando todo lo
que carezca de integridad. Después, los niños cristal siguen el camino ya despejado, avanzando
hacia un mundo más inofensivo y seguro.
Los niños índigo pueden percibir la deshonestidad como un perro puede percibir el miedo.
Los índigos saben cuándo les están mintiendo para sobreprotegerlos o manipularlos. Como su
propósito colectivo es conducirnos a un mundo nuevo de integridad, los índigos llevan
integrados detectores de mentiras. Como antes se mencionaba, su espíritu guerrero resulta
amenazador para algunos adultos. Además, los índigos son incapaces de aceptar situaciones
disfuncionales en su hogar, escuela o trabajo. Carecen de la habilidad de disociarse de sus
sentimientos fingiendo que todo va bien... a menos de que se les administren medicamentos o
sedantes. Los dones espirituales innatos de los niños cristal también suelen ser
malinterpretados. Específicamente, sus habilidades telepáticas pueden hacer que empiecen a
hablar tarde.
En el nuevo mundo hacia el cual nos escoltan los Índigos, vamos a ser mucho más
conscientes de nuestros pensamientos y sentimientos intuitivos. No nos basaremos tanto en la
palabra hablada o escrita. La comunicación será más rápida, más directa y más honesta,
porque irá de mente a mente. De hecho, somos cada vez más los que ya podemos
comunicarnos mediante nuestras habilidades psíquicas. Tenemos un elevado interés en lo
paranormal que se ve acompañado por libros, programas de televisión y películas sobre estos
temas.
Por lo tanto, no es sorprendente que la generación que sigue a los índigos sea
increíblemente telepática.
El problema surge cuando los cristales son enjuiciados por personal médico y educacional
que diagnostica como “anormales” sus patrones de habla. Es verdad que los niños cristal son
distintos a las demás generaciones. Pero ¿por qué tenemos que caracterizar como patológicas
a estas diferencias?
Los niños cristal son precisamente lo contrario. Están entre los más conectados,
comunicativos, cariñosos y mimosos de cualquier generación. También están muy bien
dotados para lo filosófico y lo espiritual. Además, despliegan un nivel sin precedentes de
gentileza y de sensibilidad hacia este mundo. Los niños cristal abrazan y cuidan de la gente que
lo necesita de manera espontánea.
Esos niños son merecedores de asombro, no de ser etiquetados como disfuncionales. Aquí
lo disfuncional son los sistemas inadecuados a la permanente evolución de la especie
humana. Si avergonzamos a estos niños con etiquetas o les damos medicamentos para
mantenerlos sumisos, estaremos despreciando un regalo del cielo.
Ya sabes acerca mi desconfianza en el sistema educativo, y lo triste es que soy una persona
que le gusta aprender, estudiar y trabajar, pero pude ver sus intenciones rápidamente. El
sistema te educa para trabajar por dinero, cuando lo lógico sería que el dinero trabajase para
las personas. Recuerda, nos educan para esclavizarnos por medio de la ignorancia, ¿la píldora
“que cura”?: el CONOCIMIENTO.
Es por esto que nuestro cerebro asocia ganar dinero con únicamente tener un empleo y
“sufrir” para obtenerlo (creación automática de creencias negativas hacia el dinero, dinero=
sufrir, madrugar, tráfico, malas formas y modales…). Si uno tiene esta asociación en mente,
¿crees que querrá dinero sabiendo lo que para él significa?
Es preferible emprender y ganar el dinero por uno mismo ayudando a personas y realmente
trabajar por otras motivaciones, entre ellas mejorar el mundo (cada persona cambiando su
vida cambia el mundo) como buen índigo que soy , ¿y tú?
Resumen: Hasta los 18 años fui un estudiante ejemplar, recuerdo perfectamente de niño
estar estudiando en la habitación mientras veía los demás jugaban en el parque por la
ventana. Me gusta estudiar y aprender, pero odio trabajar por dinero. El dinero ha de
trabajar para mí, ¿estás de acuerdo?. Nuestra motivación para trabajar ha de ser otra que
meramente obtener ingresos. El sistema educativo también sufrirá notables cambios.
Confiar en el sistema educativo para lograr la calidad de vida que anhelamos fue un
grave error. Deberemos trabajar para cuidar la madre Tierra puesto que nos provee de los
recursos para sobrevivir.