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Pablo Picasso

Figura excepcional como artista y como


hombre, Picasso fue protagonista y creador
inimitable de las diversas corrientes que
revolucionaron las artes plásticas del siglo XX,
desde el cubismo hasta la escultura
neofigurativa, del grabado o el aguafuerte a la
cerámica artesanal o a la escenografía para
ballets. Su obra inmensa en número, en
variedad y en talento se extiende a lo largo de
más de setenta y cinco años de actividad
creadora, que el pintor compaginó sabiamente
con el amor, la política, la amistad y un
exultante y contagioso goce de la vida.
Famoso desde la juventud, admirado y
solicitado por los célebres y poderosos, fue
esencialmente un español sencillo, saludable y generoso, dotado de una
formidable capacidad de trabajo, enamorado de los barrios bohemios de París, del
sol del Mediterráneo, de los toros, de la gente sencilla y de las mujeres hermosas,
afición que cultivó sin desmayo.

Pablo Diego José Ruiz Picasso, conocido luego por su segundo apellido, nació el
25 de octubre de 1881, en el n.º 36 de la plaza de la Merced de Málaga, como
primogénito del matrimonio formado por el pintor vasco José Ruiz Blasco y la
andaluza María Picasso López. El padre era profesor de dibujo en la Escuela
Provincial de Artes y Oficios, conocida como Escuela San Telmo. La primera
infancia de Pablo transcurrió entre las dificultades económicas de la familia y una
estrecha relación entre padre e hijo, que ambos cultivaban con devoción. El niño
era un escolar menos que discreto, bastante perezoso y muy distraído, pero con
precoz facilidad para el dibujo, que don José estimulaba.

En 1891 la familia se traslada a La Coruña, en cuyo Instituto da Guarda son


requeridos los servicios del padre como profesor. Pablo inicia sus ensayos
pictóricos, y tres años más tarde su progenitor y primer maestro le cede sus
propios pinceles y caballetes, admirado ante el talento de su hijo. En 1895, Ruiz
Blasco obtiene un puesto docente en la Escola d'Arts i Oficis de la Llotja de
Barcelona. Pablo resuelve en un día los ejercicios de examen previstos para un
mes, y es admitido en la escuela. En 1896, con sólo quince años, instala su primer
taller en la calle de la Plata de la Ciudad Condal.

Dos años más tarde obtiene una mención honorífica en la gran exposición de
Madrid por su obra Ciencia y caridad, todavía de un realismo académico, en la que
el padre ha servido de modelo para la figura de un médico. La distinción lo
estimula a rendir oposición al curso adelantado en la Academia de San Fernando,
mientras sus trabajos, influidos por El Greco y Toulouse-Lautrec, obtienen nuevas
medallas en Madrid y Málaga.
En 1898 realiza su primera muestra individual en
Els Quatre Gats de Barcelona. Finalmente, en el
otoño del año 1900 hace una visita a París para ver
la Exposición Universal. Allí vende tres dibujos al
marchante Petrus Mañach, quien le ofrece 150
francos mensuales por toda su obra de un año.
Pablo es ya un artista profesional, y decide firmar
sólo con el apellido materno. En 1901 coedita en
Madrid la efímera revista Arte Joven, y en marzo
viaja nuevamente a París, donde conoce a Max
Jacob y comienza lo que luego se llamará su
«período azul». Al año siguiente expone su primera
muestra parisiense en la galería de Berthe Weill, y
en 1904 decide trasladarse definitivamente a la
capital francesa.

Picasso se instala en el célebre Bateau-Lavoir, en el número 13 de la calle


Ravignan (hoy plaza Hodeau), alojamiento variadamente compartido por artistas
sin blanca, entre otros el también español Juan Gris. Allí trabó amistad con Braque
y Apollinaire, y se enamoró de Fernanda Olivier. Durante tres años Picasso pinta y
dibuja sin cesar, rendido a la influencia de Cézanne, mientras elabora
con Braquelas líneas maestras del cubismo analítico, cuya gran obra
experimental, Las señoritas de Aviñón, es pintada por Picasso en 1907.

Pronto sobreviene el asombro y el escándalo ante un estilo deforme que rompe


todos los cánones y va ganando nuevos adeptos, al tiempo que su audaz inventor
expone en Munich (1909) y en Nueva York (1911). Pablo ha encontrado una
nueva compañera en Marcelle Humbert, y siempre seguido por Braque, se lanza a
crear el cubismo sintético, que los acerca al borde de la abstracción (en su
extensa y tan variada obra, Picasso jamás llegaría a abandonar la figuración).
Poco después se muda de Montmartre a Montparnasse, y se abren exposiciones
suyas en Londres y Barcelona.

En 1914, con el estallido de la Primera


Guerra Mundial, llegan las tragedias:
Braque y Apollinaire son movilizados, y
Marcelle muere súbitamente ese otoño.
Pablo abandona prácticamente el cubismo,
y busca otros caminos artísticos. Los
encuentra en 1917, cuando por medio
de Jean Cocteau conoce a Serguéi
Diáguilev, que le encarga los decorados del
ballet Parade de Erik Satie. El fin de la
guerra le trae un nuevo amor, la bailarina
Olga Clochlova, y también un nuevo dolor:
la muerte de Apollinaire a consecuencia de una grave herida en la cabeza. Se
casa con Olga en 1918, y hasta 1925 trabaja en diversos ballets que dan cauce a
su evolución pictórica.

Un viejo retrato de su madre, pintado en 1918, le valdrá el millonario premio


Carnegie de 1930, que le permite adquirir una suntuosa villa campestre en
Boisgelup, y pasarse más de un año viajando por España. Por entonces vuelve a
la escultura y mantiene un romance con Teresa Walter, del que nace su primera
hija, Maya. La Clochlova inicia un escandaloso juicio para conseguir el divorcio,
que el juez se niega a conceder. Despechado, Picasso se enamora de Dora Maar.

Al estallar la Guerra Civil, Picasso apoya con firmeza al bando republicano, y


acepta simbólicamente la dirección del museo del Prado, mientras en 1937 pinta
el Guernica en París. Dos años después se realiza una gran exposición antológica
en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Deprimido por el triunfo de los
nacionales y la posterior ocupación de Francia por los nazis, pasa la mayor parte
de la Segunda Guerra Mundial trabajando en su refugio de Royan.

En su estudio en Vallauris (1949)

En 1944 se afilia al Partido Comunista Francés y


da a conocer 77 nuevas obras en el Salón de
Otoño. Después se entusiasma por la litografía y
por la joven y hermosa pintora Françoise Guillot,
con la que convive hasta 1946. Se inicia así su
etapa de Vallauris, en la que trabaja en sus
magníficas cerámicas. Con Françoise tendrá
dos hijos: Claude, nacido en 1947, y Paloma en
1949.

En 1954, el infatigable anciano se fascina por una misteriosa adolescente de


delicado perfil y largos cabellos rubios llamada Sylvette David, que acepta posar
para él a cambio de uno de los retratos, a su elección. El trato se cumple y su
resultado produce algunas de las obras más conocidas y reproducidas del pintor,
como el famoso perfil de Sylvette en la butaca verde.

Si la fascinación por la etérea Sylvette había sido platónica, no tuvo el mismo cariz
su atracción por Jacqueline Roqué, joven de extraodinaria belleza a la que tomó
como compañera en 1957, un año antes de pintar el gigantesco mural para la
UNESCO. Fértil milagro del arte y de la vida, Picasso seguiría creando, amando,
trabajando y viviendo intensamente hasta morir en 1973. Dejó tras de sí la mayor y
más rica obra artística personal de nuestro siglo, y una fabulosa herencia que
provocó agrias disputas hasta recaer en un ser de pacífico nombre: su hija
Paloma.
William Shakespeare

(Stratford on Avon, Reino Unido, 1564 - id., 1616)


Dramaturgo y poeta inglés. Solamente con sus versos
hubiera ya pasado a la historia de la literatura; por su
genio teatral, y especialmente por el impresionante
retrato de la condición humana en sus grandes
tragedias, Shakespeare es considerado el mejor
dramaturgo de todos los tiempos.

Tercero de los ocho hijos de John Shakespeare, un


acaudalado comerciante y político local, y Mary
Arden, cuya familia había sufrido persecuciones
religiosas derivadas de su confesión católica, poco o
nada se sabe de la niñez y adolescencia de William
Shakespeare. Parece probable que estudiara en la Grammar School de su
localidad natal, si bien se desconoce cuántos años y en qué circunstancias. Según
el dramaturgo Ben Jonson, coetáneo suyo, William Shakespeare aprendió «poco
latín y menos griego», y en todo caso parece también probable que abandonara la
escuela a temprana edad debido a las dificultades por las que atravesaba su
padre, ya fueran éstas económicas o derivadas de su carrera política.

Sea como fuere, siempre se ha considerado a Shakespeare como una persona


culta, pero no en exceso, y ello ha posibilitado el nacimiento de teorías según las
cuales habría sido tan sólo el hombre de paja de alguien deseoso de permanecer
en el anonimato literario. A ello ha contribuido también el hecho de que no se
disponga en absoluto de escritos o cartas personales del autor, quien parece que
sólo escribió, aparte de su producción poética, obras para la escena.

La andadura de Shakespeare como dramaturgo empezó tras su traslado a


Londres, donde rápidamente adquirió fama y popularidad en su trabajo para la
compañía Chaberlain's Men, más tarde conocida como King's Men, propietaria de
dos teatros, The Globe y Blackfriars. También representó, con éxito, en la corte.
Sus inicios fueron, sin embargo, humildes, y según las fuentes trabajó en los más
variados oficios, si bien parece razonable suponer que estuvo desde el principio
relacionado con el teatro, puesto que antes de consagrarse como autor se le
conocía ya como actor.

Su estancia en la capital británica se fecha, aproximadamente, entre 1590 y 1613,


año este último en que dejó de escribir y se retiró a su localidad natal, donde
adquirió una casa conocida como New Place, mientras invertía en bienes
inmuebles de Londres la fortuna que había conseguido amasar.

La obra de Shakespeare

La publicación, en 1593, de su poema Venus y Adonis, muy bien acogido en los


ambientes literarios londinenses, fue uno de sus primeros éxitos. De su producción
poética posterior cabe destacar La violación de Lucrecia (1594) y
los Sonetos(1609), de temática amorosa y que por sí solos lo situarían entre los
grandes de la poesía anglosajona.

Con todo, fue su actividad como dramaturgo lo que dio fama a Shakespeare en la
época. Su obra, en total catorce comedias, diez tragedias y diez dramas históricos,
es un exquisito compendio de los sentimientos, el dolor y las ambiciones del alma
humana. Tras unas primeras tentativas, en las que se transparenta la influencia
de Christopher Marlowe, antes de 1600 aparecieron la mayoría de sus «comedias
alegres» y algunos de sus dramas basados en la historia de Inglaterra. Destaca
sobre todo la fantasía y el sentido poético de las comedias de este período, como
en El sueño de una noche de verano; el prodigioso dominio del autor en la
versificación le permitía distinguir a los personajes por el modo de hablar, amén de
dotar a su lenguaje de una naturalidad casi coloquial.

A partir de 1600, Shakespeare publica las grandes tragedias y las llamadas


«comedias oscuras». Los grandes temas son tratados en las obras de este
período con los acentos más ambiciosos, y sin embargo lo trágico surge siempre
del detalle realista o del penetrante tratamiento psicológico del personaje, que
induce al espectador a identificarse con él: así, Hamlet refleja la incapacidad de
actuar ante el dilema moral entre venganza y perdón; Otelo, la crueldad gratuita de
los celos; y Macbeth, la cruel tentación del poder. Afín a este grupo pese a su
tema «romano» es Antonio y Cleopatra, plasmación de la pasión desenfrenada
entre el general Marco Antonio y la reina egipcia Cleopatra.

En sus últimas obras, a partir de 1608, cambia de registro y entra en el género de


la tragicomedia, a menudo con un final feliz en el que se entrevé la posibilidad de
la reconciliación, como sucede en Pericles; esta nueva orientación culmina en su
última pieza, La tempestad, con cuyo estreno en 1611 puso fin a su trayectoria.
Quizá cansado y enfermo, dos años después se retiró a su casa de Stratford,
donde fallecería 23 de abril de 1616 del antiguo calendario juliano, usado en aquel
tiempo en Inglaterra. Otro gran genio de la historia de la literatura universal, Miguel
de Cervantes, falleció en la misma fecha del actual calendario gregoriano, ya
adoptado por entonces en España.

Shakespeare publicó en vida tan sólo dieciséis de las obras que se le atribuyen;
por ello, algunas de ellas posiblemente se hubieran perdido de no publicarse
(pocos años después de la muerte del poeta) el Folio, volumen recopilatorio que
serviría de base para todas las ediciones posteriores.

Miguel Ángel

(Miguel Ángel Buonarroti, en italiano Michelangelo; Caprese, actual Italia, 1475 -


Roma, 1564) Escultor, pintor y arquitecto italiano. Habitualmente se reconoce a
Miguel Ángel como la gran figura del Renacimiento italiano, un hombre cuya
excepcional personalidad artística dominó el panorama creativo del siglo XVI y
cuya figura está en la base de la concepción del artista como un ser excepcional,
que rebasa ampliamente las convenciones ordinarias.
Durante los cerca de setenta años que duró su
carrera, Miguel Ángel cultivó por igual la pintura, la
escultura y la arquitectura, con resultados
extraordinarios en cada una de estas facetas
artísticas; en este sentido superó a los otros dos
grandes maestros del Cinquecento: Rafael Sanzio,
centrado casi exclusivamente en la pintura,
y Leonardo da Vinci, tan polifacético y excelso como
él pero parco en realizaciones efectivas. Sus
coetáneos vieron en las creaciones de Miguel Ángel una cualidad,
denominada terribilità, a la que puede atribuirse la grandeza de su genio; dicho
término se refiere a aspectos como el vigor físico, la intensidad emocional y el
entusiasmo creativo, verdaderas constantes en las obras de este artista que les
confieren su grandeza y su personalidad inimitables.

La vida de Miguel Ángel transcurrió entre Florencia y Roma, ciudades en las que
dejó sus obras maestras. Aprendió pintura en el taller de Domenico Ghirlandaio y
escultura en el jardín de los Médici, que habían reunido una excepcional colección
de estatuas antiguas. Dio sus primeros pasos haciendo copias de frescos
de Giottoo de Masaccio que le sirvieron para definir su estilo.

En 1496 se trasladó a Roma, donde realizó


dos esculturas que lo proyectaron a la fama:
el Baco y la Piedad de San Pedro. Esta
última, su obra maestra de los años de
juventud, es una escultura de gran belleza y
de un acabado impecable que refleja su
maestría técnica. Al cabo de cinco años
regresó a Florencia, donde recibió diversos
encargos, entre ellos el David, el joven
desnudo de cuatro metros de altura que
representa la belleza perfecta y sintetiza los
valores del humanismo renacentista.

En 1505, cuando trabajaba en el cartón preparatorio de la Batalla de Cascina


(inconclusa) para el Palazzo Vecchio, el papa Julio II lo llamó a Roma para que
esculpiera su tumba; Miguel Ángel trabajó en esta obra hasta 1545 y sólo terminó
tres estatuas, el Moisés y dos Esclavos; dejó a medias varias estatuas de esclavos
que se cuentan en la actualidad entre sus realizaciones más admiradas, ya que
permiten apreciar cómo extraía literalmente de los bloques de mármol unas figuras
que parecían estar ya contenidas en ellos.
La creación de Adán (Capilla Sixtina, 1508-1512)

Julio II le pidió también que decorase el techo de la Capilla Sixtina, encargo que
Miguel Ángel se resistió a aceptar, puesto que se consideraba ante todo un
escultor, pero que se convirtió finalmente en su creación más sublime. Alrededor
de las escenas centrales, que representan episodios del Génesis, se despliega un
conjunto de profetas, sibilas y jóvenes desnudos, en un todo unitario dominado por
dos cualidades esenciales: belleza física y energía dinámica.

En 1516 regresó a Florencia para ocuparse de la fachada de San Lorenzo, obra


que le dio muchos quebraderos de cabeza y que por último no se realizó; pero el
artista proyectó para San Lorenzo dos obras magistrales: la Biblioteca
Laurenciana y la capilla Medicea o Sacristía Nueva. Ambas realizaciones son en el
aspecto arquitectónico herederas de la obra de Brunelleschi, aunque la singular
escalera de acceso a la biblioteca, capaz de crear un particular efecto de
monumentalidad en el escaso espacio existente, sólo puede ser obra del genio de
Miguel Ángel. La capilla Medicea alberga dos sepulturas que incluyen la estatua
del difunto y las figuras magistrales del Día, la Noche, la Aurora y el Crepúsculo.
Gabriel García Márquez

(Aracataca, Colombia, 1927 - México D.F.,


2014) Novelista colombiano, premio Nobel
de Literatura en 1982 y uno de los grandes
maestros de la literatura universal. Gabriel
García Márquez fue la figura fundamental
del llamado Boom de la literatura
hispanoamericana, fenómeno editorial que,
en la década de 1960, dio proyección
mundial a las últimas hornadas de
narradores del continente.

En todos ellos era palpable la superación del realismo y una renovación de las
técnicas narrativas que entroncaba con la novela europea y estadounidense de
entreguerras (Kafka, Joyce, Proust, Faulkner); García Márquez sumó a ello su
portentosa fantasía y sus insuperables dotes de narrador, patentes en la obra que
representa la culminación del realismo mágico: Cien años de soledad (1967).

Biografía

Los años de su primera infancia en


Aracataca marcarían decisivamente su
labor como escritor; la fabulosa riqueza de
las tradiciones orales transmitidas por sus
abuelos nutrió buena parte de su obra.
Afincado desde muy joven en la capital de
Colombia, Gabriel García Márquez estudió
derecho y periodismo en la Universidad
Nacional e inició sus primeras
colaboraciones periodísticas en el diario El
Espectador.

A los veintiocho años publicó su primera novela, La hojarasca (1955), en la que ya


apuntaba algunos de los rasgos más característicos de su obra de ficción. En este
primer libro y algunas de las novelas y cuentos que le siguieron empezaron a
vislumbrarse la aldea de Macondo y algunos personajes que configurarían Cien
años de soledad, al tiempo que el autor hallaba en algunos creadores
estadounidenses, sobre todo en William Faulkner, nuevas fórmulas expresivas.

Comprometido con los movimientos de izquierda, Gabriel García Márquez siguió


de cerca la insurrección guerrillera cubana de Fidel Castro y el Che Guevara hasta
su triunfo en 1959. Amigo de Fidel Castro, participó por entonces en la fundación
de Prensa Latina, la agencia de noticias de Cuba. Al cabo de no pocas vicisitudes
con diversos editores, García Márquez logró que una editorial argentina le
publicase la que constituye su obra maestra y una de las novelas más importantes
de la literatura universal del siglo XX, Cien años de soledad (1967).

Incubada durante casi veinte años y redactada en dieciocho meses, Cien años de
soledad recrea a través de la saga familiar de los Buendía la peripecia histórica de
Macondo, aldea imaginaria fundada por los primeros Buendía que es el trasunto
de su localidad natal y, al mismo tiempo, de su país y del continente. De perfecta
estructura circular, la novela alza un mundo propio, recreación mítica del mundo
real de Latinoamérica, de un modo que ha venido a llamarse «realismo mágico»
por el encuentro constante de lo real con motivos y elementos fantásticos. Así, en
el relato de la fundación del pueblo, de su crecimiento, de su participación en las
guerras civiles que asolan el país, de su explotación por parte de una compañía
bananera estadounidense, de las revoluciones y contrarrevoluciones
subsiguientes y de la destrucción final de la aldea (que confluye con la extinción
de la estirpe de sus fundadores, condenada desde el principio a "cien años de
soledad"), se entrelazan con toda naturalidad sueños premonitorios, apariciones
sobrenaturales, pestes de insomnio, diluvios bíblicos y toda clase de sucesos
mágicos, todo ello narrado en una prosa riquísima, fluida y cautivadora que hacen
de la lectura un asombro y un placer inacabables.

Tras una temporada en París, Gabriel García Márquez se instaló en Barcelona en


1969, donde entabló amistad con intelectuales españoles, como Carlos Barral, y
sudamericanos, como Mario Vargas Llosa. Su estancia allí fue decisiva para la
concreción de lo que se conoció como el Boom de la literatura hispanoamericana,
que supuso el descubrimiento internacional de los jóvenes y no tan jóvenes
narradores del continente: el peruano Mario Vargas Llosa, los argentinos Jorge
Luis Borges, Ernesto Sábato y Julio Cortázar, los mexicanos Juan Rulfo y Carlos
Fuentesy los uruguayos Juan Carlos Onetti y Mario Benedetti, entre otros. En
1972 obtuvo el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, y pocos años
más tarde regresó a América Latina para residir alternativamente en Cartagena de
Indias y en Ciudad de México, debido sobre todo a la inestabilidad política de su
país.

Con anterioridad a Cien años de soledad, García Márquez había esbozado el


mundo de Macondo en novelas como La hojarasca (1955) y El coronel no tiene
quien le escriba (1961), y también en colecciones de relatos como Los funerales
de la Mamá Grande (1962). Después de Cien años su narrativa, despojada en
mayor o menor media de elementos fantásticos, mantuvo un altísimo nivel; es el
caso de novelas como El otoño del patriarca (1975), que somete a alucinante
tratamiento el tema del dictador hispanoamericano; Crónica de una muerte
anunciada (1981), relato de un crimen de honor basado en sucesos reales que
sobresale por su perfección constructiva y ha sido considerado su segunda obra
maestra; y El amor en los tiempos del cólera (1985), extraordinaria historia de un
amor que, nacido en la adolescencia, no llega a consumarse hasta 53 años
después, ya en la vejez de los personajes.
Su prestigio literario, que en 1982 le valió el Premio Nobel de Literatura, le confirió
autoridad para hacer oír su voz sobre la vida política y social colombiana. Su
actividad como periodista quedó recogida en Textos costeños (1981) y Entre
cachacos (1983), compendios de artículos publicados en la prensa escrita, y
en Noticia de un secuestro, amplio reportaje novelado editado en 1996 que trata
de la dramática peripecia de nueve periodistas secuestrados por orden del
narcotraficante Pablo Escobar. Relato de un náufrago, reportaje sobre un caso
real publicado en forma de novela en 1968, constituye un brillante ejemplo de
«nuevo realismo» y puso de manifiesto su capacidad para cambiar de registro.

En el cine intervino en la redacción de numerosos guiones, a veces adaptaciones


de sus propias obras, y desde 1985 compartió, con el cineasta argentino Fernando
Birri, la dirección de la Escuela Internacional de Cine de La Habana. Entre su
producción posterior cabe destacar una novela histórica en torno a Simón
Bolívar, El general en su laberinto (1989); la colección de relatos Doce cuentos
peregrinos(1992); el volumen de memorias Vivir para contarla (2002), que cubre
los primeros treinta años de su vida, y su última novela, Memorias de mis putas
tristes (2004), sobre el amor de un nonagenario periodista por una joven prostituta.
Falleció en la ciudad de México en 2014, tras una recaída en el cáncer linfático
que le había sido diagnosticado en 1999.

Pablo Neruda

(Seudónimo de Neftalí Ricardo Reyes Basoalto; Parral, Chile, 1904 - Santiago de


Chile, 1973) Poeta chileno, premio Nobel de Literatura en 1971 y una de las
máximas figuras de la lírica hispanoamericana del siglo XX. A la juventud de Pablo
Neruda pertenece el que es acaso el libro más leído de la historia de la poesía:
de Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924), escrito a los veinte
años, se habían editado dos millones de ejemplares a la muerte de su autor.

Del amor apasionado y cálidamente


humano de los Veinte poemas, con
resabios modernistas pero plenamente
original en sus brillantes imágenes, pasaría
Neruda a expresar con la fuerza de un
surrealismo personal el sinsentido del
hombre y del cosmos en Residencia en la
tierra (1933-1935), para construir una
nueva fe desde el compromiso político en
la épica del Canto general (1950) e
inclinarse finalmente por la sencillez
temática y expresiva de las Odas elementales (1954-1957). Siempre receptivo a
las innovaciones estéticas, su copiosísima producción, que incluye multitud de
libros además de los citados, reflejó las sucesivas tendencias en el devenir de la
lírica en lengua española y ejerció una fuerte influencia en poetas de todo signo.

Biografía
Nacido el 12 de julio de 1904 en Parral, en la región chilena de Maule, la madre
del poeta murió sólo un mes más tarde de que naciera él, momento en que su
padre, un empleado ferroviario, se instaló en Temuco, donde el joven Pablo
Neruda cursó sus primeros estudios y conoció a Gabriela Mistral. Comenzó muy
pronto a escribir poesía, y en 1921 publicó La canción de la fiesta, su primer
poema, con el seudónimo de Pablo Neruda (en homenaje al poeta checo Jan
Neruda), nombre que mantuvo a partir de entonces y que legalizaría en 1946.

También en Temuco comenzó a trabajar en un periódico, hasta que a los dieciséis


años se trasladó a Santiago para cursar estudios de profesor de francés. Allí se
incorporó como redactor a la revista Claridad, en la que aparecieron poemas
suyos. Tras publicar algunos libros de poesía, en 1924 alcanzó fama internacional
con Veinte poemas de amor y una canción desesperada, obra que, junto
con Tentativa del hombre infinito, distingue la primera etapa de su producción
poética, señalada por la transición del modernismo a formas vanguardistas
influidas por el creacionismo de Vicente Huidobro.

Neruda con Matilde Urrutia


y en la entrega del Nobel (1971)

Los problemas económicos indujeron a


Pablo Neruda a emprender, en 1926, la
carrera consular que lo llevó a residir en
Birmania, Ceilán, Java, Singapur y,
entre 1934 y 1938, en España, donde
se relacionó con Federico García
Lorca, Rafael Alberti, Vicente
Aleixandre, Gerardo Diego, Miguel
Hernández y otros componentes de la
llamada Generación del 27, y fundó la
revista Caballo Verde para la Poesía.
Desde su primer manifiesto tomó partido por una «poesía sin pureza» y próxima a
la realidad inmediata, en consonancia con su toma de conciencia social. En tal
sentido, Neruda apoyó a los republicanos al estallar la Guerra Civil española
(preludio de la Segunda Guerra Mundial) y escribió España en el corazón (1937).
Previamente, sin embargo, sus poemas habían experimentado una transición
hacia formas herméticas y hacia un tono más sombrío al reflejar el paso del
tiempo, el caos y la muerte en la realidad cotidiana, temas dominantes en otro de
sus libros imprescindibles, Residencia en la tierra, publicado en dos partes en
1933 y 1935 y que constituye el eje de su segunda etapa. Imágenes originalísimas
y audaces de raigambre surrealista expresan en esta obra una visión
profundamente desolada del ser humano, extraviado en un mundo caótico e
incomprensible.

De regreso en Chile, en 1939 Neruda ingresó en el Partido Comunista y su obra


experimentó un giro hacia la militancia política. Esta tercera etapa, que tuvo su
preludio en España en el corazón (1937), culminaría con la exaltación de los mitos
americanos de su Canto general (1950). En 1945 fue el primer poeta en ser
galardonado con el Premio Nacional de Literatura de Chile. Al mismo tiempo,
desde su escaño de senador, Pablo Neruda utilizó su oratoria para denunciar los
abusos y las desigualdades del sistema. Tal actitud provocó la persecución
gubernamental y su posterior exilio en Argentina.

De allí pasó a México, y más tarde viajó por la URSS, China y los países de la
Europa del Este. Tras este viaje, durante el cual Neruda escribió poemas
laudatorios y propagandísticos y recibió el Premio Lenin de la Paz, volvió a Chile.
A partir de entonces, la poesía de Pablo Neruda inició una nueva etapa en la que
la simplicidad formal se correspondió con una gran intensidad lírica y un tono
general de serenidad; el mismo título de una obra central de este periodo, Odas
elementales (1954-1957), caracteriza los versos de aquellos años. En 1956 se
separó de su segunda esposa, Delia del Carril, para unirse a Matilde Urrutia, que
acompañaría al poeta hasta el final de sus días.

Su prestigio internacional fue reconocido en 1971, año en que se le concedió el


premio Nobel de Literatura. El año anterior Pablo Neruda había renunciado a la
candidatura presidencial en favor de Salvador Allende, quien lo nombró poco
después embajador en París. Dos años más tarde, ya gravemente enfermo,
regresó a Chile. Falleció en Santiago el 23 de septiembre de 1973, profundamente
afectado por el golpe de estado del general Augusto Pinochet, que doce días
antes había derrocado a Salvador Allende. De publicación póstuma es la
autobiografía Confieso que he vivido.

Isabel Allende

(Lima, 1942) Escritora chilena. Hija de un diplomático chileno que le inculcó su


afición por las letras, Isabel Allende cursó estudios de periodismo. Mientras se
iniciaba en la escritura de obras de teatro y cuentos infantiles, trabajó como
redactora y columnista en la prensa escrita y la televisión.
En 1960 Isabel Allende entró a formar parte de la
sección chilena de la FAO, la organización de las
Naciones Unidas que se ocupa de la mejora del nivel
de vida de la población mediante un exhaustivo
aprovechamiento de las posibilidades de cada zona.
Dos años después contrajo matrimonio con Miguel
Frías, del que habría de divorciarse en 1987,
después de haber tenido dos hijos: Paula -que
falleció, víctima de porfiria, en 1992- y Nicolás. En
1973, tras el golpe militar chileno encabezado por el
general Pinochet, en el que murió su tío, el
presidente Salvador Allende, abandonó su país y se
instaló en Caracas, donde inició su producción
literaria.

La primera gran novela de Isabel Allende, La casa de los espíritus, próxima al


llamado «realismo mágico», fue publicada en 1982. Fueron precisamente el
ambiente y los sucesos previos que condujeron al golpe militar los materiales
narrativos que dieron forma esta obra, con la que se consagró definitivamente
como una de las grandes escritoras hispanoamericanas de todos los tiempos.

Recibida como un brillante epígono en la estela del "Boom" iniciado en los años
sesenta, y comparada con Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, esta
primera narración extensa de la autora chilena se convirtió de inmediato en un
best-seller en numerosos países del subcontinente americano (a pesar de que su
publicación había sido rechazada por varias editoriales de Hispanoamérica), en
España y en otras naciones de Europa.

Once años después de su primera salida a la calle, el éxito de la historia


pergeñada por Isabel Allende recibió un poderoso impulso de proyección
internacional merced a la adaptación cinematográfica realizada por el cineasta
sueco Bille August (The house of the spirits, 1993), quien contó con la
colaboración de la propia autora para elaborar el guión, y con un prestigioso
elenco de intérpretes en el que figuraban Meryl Streep, Glenn Close, Jeremy Irons,
Winona Ryder, Antonio Banderas y Vanessa Redgrave.

Basada en los recuerdos de infancia y juventud de la propia escritora, La casa de


los espíritus narra las peripecias de la saga familiar de los Trueba a lo largo de
cuatro generaciones. Isabel Allende rememora y convierte en substancia narrativa
las vivencias en la vieja casona familiar habitada por sus abuelos y sus
excéntricos tíos, una mansión rodeada por una fecunda atmósfera liberal e
intelectual que despertó su feraz imaginación y le inculcó el gusto por la lectura y
la narración de historias. Al hilo de las peripecias de las mujeres que componen
este núcleo familiar (auténticas protagonistas de la trama), la desbordada fantasía
de la autora se va enhebrando con el repaso de los principales acontecimientos
políticos de la historia reciente de Chile, hasta situar al lector en los primeros y
dramáticos compases de la sangrienta dictadura militar.
Transcurridos dos años desde la publicación de La casa de los espíritus, Isabel
Allende volvió a los anaqueles de las librerías con otra espléndida novela que
mezclaba de nuevo la enrarecida situación política de su patria (en este caso, los
asesinatos de los "desaparecidos" durante la dictadura de Pinochet) con otros
materiales literarios procedentes de la poderosa imaginación de la autora
(concretados, aquí, en una historia de amor). Se trata de la obra titulada De amor
y de sombra, recibida también con grandes elogios por parte de la crítica y los
lectores, y considerada como el hito que venía a señalar que el éxito internacional
de La casa de los espíritus no había sido fruto de la casualidad.

La historia aquí relatada arranca con el hallazgo, en una explotación minera del
norte de Chile, de una tumba clandestina en la que yacen sepultados los restos
mortales de numerosos campesinos asesinados por los servicios de seguridad de
la dictadura de Augusto Pinochet. La relación amorosa de dos jóvenes sirve de
hilo conductor para el seguimiento de los hechos, que al cabo de los meses pone
de manifiesto la horrorosa constatación de los crímenes cometidos por los
golpistas, delatados por la aparición de otros muchos cementerios clandestinos.

A estas grandes obras les siguieron otras, entre la que destacan Eva
Luna (1987), El plan infinito (1991), Paula (1994), Afrodita (1998), Hija de la
fortuna (1999), Retrato en sepia (2000) y el libro de memorias Mi país
inventado (2003). Sus obras, que ocupan siempre los primeros puestos en las
listas de ventas no sólo americanas sino también europeas, han sido traducidas a
más de 25 idiomas.

Miguel Ángel Asturias

(Guatemala, 1899 - París, 1974) Poeta,


narrador, dramaturgo, periodista y
diplomático guatemalteco considerado uno
de los protagonistas de la literatura
hispanoamericana del siglo XX. Precursor de
la renovación de las técnicas narrativas y del
realismo mágico que cristalizaría en el
posterior «Boom» de la literatura
hispanoamericana de los años 60, con su
personalísimo empleo de la lengua
castellana construyó uno de los mundos
verbales más densos, sugerentes y dignos de estudio de las letras hispánicas.

Se graduó de abogado en la Universidad de San Carlos, en Guatemala, donde


participó en la lucha contra la dictadura de Estrada Cabrera, hasta que éste fue
derrocado en 1920. Dos años después fundó y dirigió la Universidad Popular; ya
en ese entonces había publicado sus primeros textos. Partió luego a Europa,
donde vivió intensamente los movimientos y sucesos que la transformaban, y
estudió lingüística y antropología maya en la Sorbona con el americanista Georges
Raynaud; de esa época es su traducción del Popol Vuh, junto con José María
Hurtado de Mendoza.

Regresó a Guatemala en 1933, donde ejerció la docencia universitaria, fundó


el Diario del Aire, primer radio periódico del país, y vivió una agitada vida cultural y
académica. En el período revolucionario de 1944 a 1954 desempeñó varios cargos
diplomáticos. En 1966 recibió el Premio Lenin de la Paz, y en 1967 el Premio
Nobel de Literatura. Murió en Madrid el 9 de junio de 1974, pero sus restos
reposan en el cementerio de Pere Lachaise, en París.

La obra de Miguel Ángel Asturias

Asturias es considerado precursor del


«Boom» hispanoamericano por su
experimentación con las estructuras y
recursos formales propios de la
narrativa del siglo XX, patente en
autores como Mario Vargas Llosa, Juan
Rulfo, Carlos Fuentes, Ernesto
Sábato o Julio Cortázar, y por anticipar
en su tratamiento de lo fantástico el
realismo mágico, que tendría su
realización más emblemática en Cien
años de soledad, de Gabriel García
Márquez. Para comprender la producción de Asturias se debe tomar en cuenta el
profundo influjo que ejercieron en él tanto la cultura maya como la vida europea.
Lo maya se arraiga en la cosmovisión de un mundo que está asentado en un
profundo y auténtico pensamiento mágico y que atrapa en sus relatos. Por otro
lado, el influjo del surrealismo, la amistad con Paul Éluardy el contacto con
el Ulises de James Joyce son las otras fuerzas que marcan su escritura.

Su obra se inserta en la vanguardia literaria y abarca géneros diversos. Según


Albízurez Palma, un exhaustivo estudioso de la trayectoria de Asturias, "Como
poeta lírico, ha dejado constancia de sus ricas posibilidades en variedad de
creaciones, algunas de temas íntimos, otras vinculadas a temas folclóricos, otras
políticos, otras con sugestiones mágicas, barrocas y de sorprendente fuerza
imaginativa. Como dramaturgo, creó un teatro tocado por el realismo mágico,
denso en significación humana y de notable poderío verbal. Como narrador,
Asturias alcanzó su máximo prestigio. Sus novelas y cuentos revelan una
apasionada y subjetiva captación de la realidad en diversas facetas: la tragedia de
las dictaduras, el mundo mágico del indígena, el mundo de magia y ensueño de la
niñez, las tradiciones de Guatemala; en sus novelas asoman los influjos
entremezclados de diversas tendencias, movimientos y corrientes literarias".
Su primer libro importante es Leyendas de Guatemala (1930), conjunto de relatos
entre lo mágico y lo legendario que apareció en París con un prólogo de Paul
Valéry, y que pertenece a su primer ciclo junto con las novelas El Señor
Presidente(1946) y Hombres de maíz (1949).

El Señor Presidente tiene como asunto la vida en Guatemala durante la dictadura


de Estrada Cabrera; el tema del dictador se desarrolla con un estilo riquísimo y
una técnica expresionista y onírica que refleja la influencia de las vanguardias
europeas. Sobre esta novela dijo el autor: "a través de mi piel se filtró el ambiente
de miedo, de inseguridad, de pánico telúrico que se respira en la obra".
En Hombres de maíz se puede ver el realismo mágico que subyace en toda su
creación literaria. Representa, además, una consideración acerca del desarrollo de
la humanidad desde una sociedad primitiva, analfabeta, y desde el mundo actual,
liberal y capitalista.

En el género del cuento escribió además Week-end en Guatemala, (1955), El


espejo de Lida Sal (1967) y Tres de cuatro soles (1971). Junto a las novelas
mencionadas merece destacarse su trilogía sobre la explotación bananera llevada
a cabo por las compañías yanquis: Viento fuerte (1950), El Papa verde (1954)
y Los ojos de los enterrados (1960). Completan su obra narrativa El
alhajadito (1961), Mulata de tal (1963), Maladrón (1969) y Viernes de
dolores (1972).

En teatro merecen citarse Soluna (1955), La audiencia de los


confines (1957), Chantaje (1964) y Dique seco (1964). En poesía, Anoche, 10 de
marzo de 1543(1943), Sien de alondra (1948), Ejercicios poéticos en forma de
soneto sobre temas de Horacio (1951), Alto en el sur (1952), Bolívar, Canto al
libertador(1955), Nombre custodio e imagen pasajera (1959) y Clarivigilia
primaveral(1965). En ensayo, El problema social del indio (1923), Arquitectura de
la vida nueva (1928), Carta aérea a mis amigos de América (1952)
y Latinoamérica y otros ensayos (1968).

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