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FACULTAD DE CIENCIAS
MAESTRÍA EN ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES
ORÍGENES DE LA CIENCIA MODERNA
Medellín, Antioquía
2018
DESDE EL FÉMUR HASTA EL ÁTOMO
BREVE HISTORIA DE LA QUÍMICA
ISAAC ASIMOV
Isaac Asimov fue destacado por ser un gran escritor de ciencia ficción, historia y divulgación
científica, a su vez, poseía muchos conocimientos en torno a las Ciencias Naturales, de modo que
dedicó gran parte de su vida a construir obras alrededor de ellas.
Sus conocimientos científicos y su facilidad de elaborar obras, eran la combinación perfecta para
exponer las ciencias a través de la literatura. Breve historia de la química es una de sus tantas obras
donde se mezcla la ciencia y el arte de la escritura, su redacción permite la comprensión de la
química (específicamente con respecto a su evolución) resultando ser una obra amena para
cualquiera que desee leerla, incluso, para aquellos que no conozcan de esta ciencia.
El libro aborda la química desde los hombres primitivos hasta llegar a las reacciones nucleares, sin
embargo, en este texto únicamente se abordará la época antigua, por tal motivo, su título se
denomina “Desde el fémur hasta el átomo”, es decir, desde el concepto de materia hasta su
constitución más pequeña.
PREHISTORIA HISTORIA
Edad de Piedra Edad de los Metales
Cobre
Edad Antigua
Paleolítico Mesolítico Neolítico Bronce
Hierro
Las
Hombre
organizaciones
cazador y Agricultura y El hombre aprende a Invención de la
sociales
recolector de ganadería trabajar los metales escritura
comienzan a
frutos silvestres
existir
PREHISTORIA
Con el tiempo, ya a finales del paleolítico, los hombres primitivos aprendieron a tallar las piedras,
de tal manera que les fuera más útil conseguir comida, les daban diversas formas, generalmente
aquellas que permitieran sostener las piedras con mayor facilidad, pero más aún, que éstas tuviesen
bordes cortantes. Tiempo después, con el fin de poder portarlas con mayor destreza y a su vez sean
armas para defenderse y cazar, unieron sus piedras a un astil de madera. Pero, de todas formas, sus
piedras talladas seguían siendo piedras, y su madera tallada seguía siendo madera.
No obstante, los recurrentes fenómenos que se presentaban cambiaban la forma natural de las
cosas; los rayos podían quemar grandes bosques y reducirlos a un montón de cenizas, sin quedar
rastro de los árboles que había inicialmente; la carne que conseguían podía dañarse y oler mal; y el
jugo de las frutas podía agriarse con el tiempo o convertirse en una bebida extrañamente
estimulante.
De estos hechos parte Asimov para hablar de la ciencia que compete en este texto, la química, los
cambios en la naturaleza y estructura de las sustancias es el objeto de estudio de la misma y, en este
periodo de la prehistoria, los individuos se interesaban por esos cambios, los alimentos que
conseguían eran más fáciles de consumir cuando eran sometidos al fuego. Este fenómeno fue muy
importante, pues facilitó la vida del hombre, dado que no sólo podía cocinar los alimentos y darles
una nueva textura, color y sabor, sino también generar luz y calor, además de lograr ahuyentar a los
animales gigantes.
El hombre comenzó a formar entonces los primeros asentamientos, gracias al fuego, logro darle
forma al barro y elaborar ladrillos y recipientes, como también confeccionar cerámicas, piezas
barnizadas e incluso objetos de vidrio. Sin embargo, los asentamientos en este periodo de la
prehistoria, no fueron del todo duraderos, puesto que al cultivar por mucho tiempo y de manera
consecutiva en la misma tierra, ésta se agotaba y era necesario dejarla en barbecho durante mucho
tiempo, situación que obligaba a los individuos a migrar. Otra de las situaciones que los llevó a
abandonar los lugares de asentamiento fueron los cambios climáticos, las inundaciones no
permitieron que siguieran en los mismos lugares.
A diferencia de las piedras comunes, el hombre se percató de que había ciertos colores llamativos
en algunas de ellas, los colores rojo y amarillo eran muy notorios, sin embargo, no se trataba de
piedras, eran metales, cobre y oro respectivamente, inicialmente no se percataron de sus
características estructurales, así que tomaron esos objetos para adornar sus viviendas.
No obstante, lograron determinar que estos metales podían deformarse sin romperse, mientras que
los otros materiales se dañaban, la piedra se pulverizaba y la madera y los huesos se astillaban y se
partían. A partir de ello, dieron utilidad al cobre.
Cobre: Así como pulieron la piedra para darle un filo cortante, también lo hicieron con este metal y
notaron una gran diferencia, era más resistente y mantenía su forma, incluso podía volverse a afilar
con más facilidad que la piedra, pero, había un problema, el cobre no se encontraba tan fácilmente
en la naturaleza, razón por la cual, su uso dejo de extenderse hasta que descubrieron los métodos
para obtenerlo.
Quizás su descubrimiento se hizo cuando vieron desprender gotas de cobre brillante tras una fogata
sobre piedras azuladas, después de ello, el cobre era muy abundante y lo comenzaron a utilizar para
fabricar herramientas en los lugares más civilizados. Una sartén de cobre fue encontrada en una
tumba egipcia.
De ahí que, el bronce se convirtió en el material más resistente de ese entonces, y fue utilizado para
elaborar armas y escudos que utilizarían en batallas. La guerra de Troya fue el acontecimiento más
conocido de esa época, los soldados con armas y corazas de bronce disparaban flechas con punta
de este metal a sus enemigos. Un ejército sin armas de metal estaba indefenso frente a los soldados
de bronce.
Hierro: Más adelante, descubrieron un metal aún más duro, el hierro, sin embargo, su única fuente
eran trozos de meteoritos y el hombre no sabía de ningún procedimiento para extraerlo de las
piedras, pero, ese no era el único problema, se necesitaba de fuego mucho más intenso que el de la
leña para fundirlo, pues se encontraba mucho más firmemente unido que el cobre; para ello,
utilizaron el fuego de carbón vegetal, más intenso, pero que sólo ardía en condiciones de buena
ventilación.
La aleación del carbón vegetal y el hierro, dio a este último la característica de ser aún más
resistente, a lo que se conoció como acero, su dureza era superior a la del bronce y podía
mantenerse afilado durante más tiempo. Un ejército de hierro tenía mayor posibilidad de vencer a
uno de bronce. El ejército asirio, fue el más equipado con hierro, lo que le dio la oportunidad de
formar un gran imperio.
Hasta el momento, sólo se ha mencionado la prehistoria, los hechos que sucedieron y que dieron
lugar a interesarse por los cambios en la estructura de la materia y los beneficios que el hombre
consiguió tras emplear métodos que lograrán realizar dichos cambios según sus necesidades.
HISTORIA
A diferencia de los egipcios que se concentraban en métodos para conservar los cuerpos después
de la muerte, los griegos se preocupaban del “por qué” de las cosas, fueron los primeros que se
enfrentaron a lo que hoy se conoce como teoría química. Se interesaron por el significado de los
cambios en la naturaleza de la materia; el primer filósofo de quien se tiene registro es de Tales,
quien pensó en un elemento o materia básica por la cual estarían conformadas todas las sustancias,
ese elemento era el agua, pues constituía la mayor parte del planeta, recorría los continentes y
también se encontraba en forma de vapor, además era indispensable para la vida.
Más adelante aparece Anaxímenes y establece que en lugar del agua, es el aire el constituyente del
universo, dado que éste cubría la esfera donde se encontraban, desde la tierra hasta el distante
cielo. Propuso que una vez el aire se acercara hacia el centro de la esfera, formaba sustancias más
densas, como el agua y la tierra.
Para Heráclito, era otro el elemento, pensaba que si todo cambiaba, la materia básica debía cambiar
también, propuso entonces, que el fuego sería ese elemento básico, siempre diferente a sí mismo,
el ardor, la fogosidad presidían todos los cambios.
Tiempo después aparece Empédocles, discípulo de Pitágoras, quien pensó que podrían ser más los
elementos a partir de los cuales se había formado el universo, presento el fuego de Heráclito, el aire
de Anaxímenes, el agua de Tales y la tierra, que añadió él mismo.
Aristóteles, el filósofo más influyente, acepto la doctrina de los cuatro elementos, los cuales, para
él, resultaban de la combinación de dos pares de propiedades opuestas: frío y calor, humedad y
sequedad, así:
Aunque estas teorías quedaron atrás, no estaban tan alejadas de los términos que hoy en día
utilizamos, aire, agua, tierra y fuego por gas, líquido, sólido y energía respectivamente.
Los griegos se seguían cuestionando, pero esta vez sobre la divisibilidad de la materia. Si una piedra
se partía hasta convertirse en polvo, seguía siendo piedra, se preguntaban si esas divisiones podían
continuar indefinidamente o si llegaría a un punto dónde no se pudiera hacerlo más.
Uno de los primeros filósofos en plantear que la materia llagaba a un punto donde no podía dividirse
más, era Leucipo; igualmente, su discípulo Demócrito continúo con este pensamiento. Le dio el
nombre de átomos, a las partículas que habían alcanzado el menor tamaño posible y supuso que los
átomos de cada elemento tenían características específicas, lo cual confería a dichos elementos,
propiedades determinadas. Así, las sustancias reales estarían compuestas de mezclas de átomos de
diferentes elementos y, para que se diera una transformación en la sustancia, había que alterar la
naturaleza de la mezcla.
No obstante, para filósofos como Aristóteles, la idea de una partícula indivisible no era aceptable,
de tal manera que la teoría atomista se hizo impopular y apenas se volvió a tener en cuenta hasta
dos mil años después de Demócrito.
Aunque estos pensamiento están muy relacionados con los conocimientos que se tienen hoy en día,
presentaban un inconveniente, nunca fueron demostrados experimentalmente, puesto que los
filósofos griegos no se dedicaban a hacer experimentos, sino a la reflexión de lo que podría ocurrir.