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Las primeras formas de asociación obrera fueron organizaciones laborales de corte mutualista
y de socorro mutuo, directorios, consejos, sub consejos y las ligas, en una época más reciente,
por otro lado la sociedad de artesanos de la ciudad de Oruro creada en 1876 con el tiempo
formando un sindicato junto con otras sociedades artesanales como la Paz se unió al
movimiento obrero.
¿Cuándo se creó?
En 1927 se crea la Federación Obrera Femenina también unida a la Central Obrera Boliviana y
compuestas por artesanas mujeres.
Estas organizaciones en las minas no eran de corte netamente obrero, sino que incluían
representantes de sectores artesanales, como es el caso de la Federación Obrera de las minas
en Chicha (DIAPOSITIVA 4)
A partir de 1936, con la apertura política hacia las organizaciones obreras iniciada por
los gobiernos del llamado “socialismo militar” se expandió el proceso de
sindicalización34. Efectivamente, dentro del desarrollo de las organizaciones
sindicales, que era creciente, se instauraron en las minas sindicatos como los de
Morococala, Catavi, Huanuni, Machacamarca, Cataricagua, Llallagua, La Unificada,
Itos, La Colorada, Colquiri, Vinto, Socavón35, que protagonizaron varias huelgas y
motines reclamando un incremento de salarios. En Oruro, los sindicatos mineros
obtuvieron el decreto de sindicalización obligatoria y la abolición de las sociedades
mutuales, que estaban ligadas a las compañías mineras36.
Desde 1940 hasta la Revolución Nacional, los momentos de unificación, en tanto
estructura formal duradera y en los lapsos de movilización, se dieron a partir de
Congresos en varios sectores de la sociedad, donde se crearon Federaciones y
Confederaciones que aglutinaban a organizaciones y sindicatos hasta ese momento
dispersos43, y que convocaron a las primeras movilizaciones donde participaron
sectores unidos en un mismo ente sindical mayor. Así sucede con la huelga general
declarada el 12 de octubre de 1941, donde participaron mineros, choferes, fabriles,
gráficos, empleados y los ferroviarios44, esferas sindicales que crearon el Comité de
Emergencia, instancia que organizó la resistencia frente a la policía45 y que luego
obtuvo sus principales demandas.
La Central Obrera Boliviana proclamó sus lineamientos generales, cuyos puntos más
importantes eran los siguientes: primero, nacionalización de minas, ferrocarriles y la
implementación de la “revolución agraria”78; segundo, mantener la “independencia
política-nacional e internacional”
la COB se convirtió en un movimiento social que estructuralmente es la articulación de
varios movimientos sociales, en torno a la conducción y hegemonía obrera.
La Central Obrera Boliviana se define como “la máxima institución sindical que defiende los
derechos y reivindicaciones de todos los trabajadores de Bolivia, sin aceptar intereses
contrarios a la clase obrera”
cuatro elementos son los que resultan decisivos para la consagración de la forma sindical
2.- La consolidación de un tipo de trabajador con contrato por tiempo indefinido, regular,
necesario para aprender los nuevos complejos sistemas laborales y de mantenerlos
ininterrumpidamente en marcha
3.- El épico espíritu corporativo del sindicalismo boliviano nació precisamente de la cohesión y
mando de un núcleo obrero compuesto por el maestro de oficio cuya posición recreaba en
torno a él una cadena de mandos y fidelidades obreras mediante la acumulación de
experiencias con el tiempo y el aprendizaje práctico que luego era transmitido a los recién
llegados a través de una rígida estructura de disciplinas obreras recompensadas con el
“secreto” de oficio y la remuneración por antigüedad
4.- El sindicalismo emergerá en el escenario como creación autónoma, pero también como
iniciativa tolerada y luego apuntalada por el propio Estado desde 1936. Esta doble naturaleza
del sindicato, llena de pensamientos permanentes, contradicciones y desgarramientos que
inclinan la balanza hacia la autonomía obrera, en unos casos, o hacia su cooptación estatal, en
otros, atravesarán su comportamiento en las décadas posteriores. Con todo, desde entonces y
hasta 1985, el sindicato será la forma legítima del acceso a los derechos públicos, con lo que la
noción del Estado, la hegemonía estatal, sus preceptos homogeneizadores se expandirán a
través de los sindicatos sobre los enormes tumultos de migrantes del agro que marchan a las
ciudades y fábricas.
Sobre esta base estructural es que los trabajadores pudieron producir esa forma singular de
presencia histórica llamada “movimiento obrero” que, en el fondo, es una forma de
autoagregación con fines de movilización práctica, una estructura cultural de filiación
colectiva, de sedimentación de expriencias comunes, un sentido de la historia imaginada como
compartida, unas rutinas institucionales de verificación de existencia del colectivo y unos
símbolos que refrendan cotidianamente el espíritu de cuerpo.
Segunda Característica:
la formación de un discurso unifica torio y horizonte de acción central en torno al litigio por el
valor histórico-moral de la fuerza de trabajo. Ya que la empresa es el nodo articulador de la
filiación social, el material primario que identifica a todos como miembros de una empresa
constituye la venta de la capacidad de trabajo, el salario. Es claro que ello marca de manera
fundamental los motivos de la agregación y las pautas de la reivindicación mediante las cuales
el grupo se hará visible públicamente. Sin embargo, esto no necesariamente limita el horizonte
de acción social colectiva en torno a una economía política del salario.
En el caso del sindicalismo obrero, es claro que el salario nunca fue colocado como único
referente aglutinador y movilizador; a lo largo del tiempo, éste siempre ha venido
acompañado de la búsqueda de formas complejizadas del valor social de la fuerza de trabajo
(por ejemplo, derechos sociales), de demandas políticas (cogobierno, fuero sindical,
democracia política, etc.) y gestión del bien público (nacionalización de la gran minería,
modificación de políticas gubernamentales, etc.).
Tercera característica:
Con todo, esta fortaleza cohesionadora por empresa lentamente irá cimentando la tercera
característica de esta forma de movilización social: una sólida estructura organizativa que,
sostenida por la consistencia de la identidad por centro de trabajo, abarcará el territorio
nacional en una extensa y tupida red de mandos jerarquizados por rama de oficio, de múltiples
ramas de oficio, por departamento y, por último, a escala nacional. La COB, fruto de este
poderío de Inter unificación laboral, ha sido la única estructura de movilización de efectiva
dimensión nacional creada por los trabajadores, y ésta fue otra de sus virtudes, con un sistema
de prácticas organizativas y estructuras materiales (edificios, documentos, aportes)
duraderamente institucionalizados.
Ejemplo:
Asambleas por centro de trabajo, direcciones por empresa, congresos de sector, congresos
departamentales, congresos nacionales, ampliados, direcciones por rama, por departamento y
en el ámbito nacional fueron la escenificación institucional de una trama de participación,
deliberación, que logra abarcar a la parte más significativa del proletariado boliviano y cuya
materialidad, cuyo peso en la experiencia social y pese a su sistemático desmantelamiento por
las élites dominantes sigue aun pesando notablemente en las prácticas organizativas de los
nuevas experiencias de organización social de las clases subalternas.
Cuarta Característica:
fuerza de masa movilizable y disciplinada en torno a los mandos jerárquicos por centro de
trabajo, rama de oficio y dirección nacional. No toda estructura de organización y participación
a escala departamental o nacional es inmediatamente una fuerza de masa movilizable. Esto
requiere una forma particular de acumulación de experiencias que en el caso del movimiento
obrero se presentará con la fuerza de un dogma virtuoso de la formación de la clase.
Ejemplo:
Para que la unidad de la clase y luego la unidad de lo popular se institucionalizara en una sola
estructura sindical nacional y en unos hábitos de disciplina interna jerárquicamente
escalonada, fue necesario no sólo una irrupción victoriosa de lo obrero y popular fusionados,
tal como sucedió en la insurrección de abril de 1952, sino que además fue decisivo que la
experiencia organizativa de este acontecimiento fundante de lo “popular” se dé en tanto
disciplina sindical, que será precisamente el modo de articulación de las estructuras
militarizadas obreras y plebeyas que derrotarán en tres días al ejército oligárquico
El movimiento obrero y la forma sindicato bajo la cual existió fue entonces una síntesis intensa
de tres economías que constituyeron la columna vertebral de esta forma de movilización e
identidad histórica: a) una economía mercantil del valor histórico moral de la fuerza de
trabajo, b) una economía moral de la sumisión y la resistencia, y c) una economía política y
simbólica de la autonomía y el horizonte de acción.
Estructura de la COB
Desde la fundación de la COB, la Secretaría Ejecutiva estuvo ocupada por un representante del
sector minero, así que la elección del Secretario Ejecutivo se daba entre los trabajadores
mineros propuestos, en las primeras etapas de la COB por aclamación y posteriormente por
voto95. Los motivos de este hecho tienen su origen en que desde la fundación y a lo largo de la
historia del organismo sindical, los mineros jugaron un rol preponderante. Así, en los estatutos
aprobados por el V Congreso los criterios para elegir al Secretario Ejecutivo, y también al
segundo cargo de Secretario General, están definidos básicamente en torno a premisas que se
cumplen en sectores obreros; los principales son: grado de concentración en el lugar de
trabajo, grado de emancipación de la propiedad privada de los medios de producción, grado
de tradición revolucionaría y combatividad, conciencia y solidaridad con los demás sectores.
Si bien hay una significativa concentración de poder de decisión en este Comité Ejecutivo, está
claro que su eficacia y legitimidad se sostuvo en un amplio proceso de debate y agregación de
demandas que, emergiendo desde los sindicatos, se cohesionaban en los Ampliados
Nacionales, hasta culminar en la decisión del CEN.
Congreso Nacional:
Ampliado Nacional:
Comité-Ejecutivo Nacional:
Cada sindicato estaba a su vez dividido en secciones, las que podían variar de acuerdo a la
extensión de la mina; así, cada sección tenía un dirigente que se encargaba básicamente de la
salud, mantenimiento y aprovisionamiento de los trabajadores, y que era elegido anualmente
en el sindicato105. Ahora bien, todos los temas y decisiones a tomarse se daban mediante
ampliados y asambleas, estas últimas generalmente de carácter público (no exenta de pugnas
partidarias106), ya sea de una sola sección o de todas las secciones.
los primeros años después de la Revolución, en los cuales, mediante al menos sus tres
primeros congresos, la Central Obrera apoyó el co-gobierno de la COB-MNR, impulsando la
entrada de ministros obreros en la estructura estatal, reclamando la profundización de las
medidas reclamadas por los trabajadores, como la nacionalización de las minas, sin
indemnizaciones y con control obrero 111. Éste será uno de los momentos de máxima
irradiación política y proactiva de la COB, ya que no sólo planteaba un modelo económico-
social frente al gobierno, sino que fue parte de él: en este periodo la totalidad del CEN estuvo
conformado, en el I Congreso, por partidarios del MNR, y se proclamó a Víctor Paz como
“Liberador Económico’’.
1964-1970
A partir del golpe de Estado de Barrientos se dio la destrucción sistemática de todas las
estructuras máximas sindicales. Así, los dirigentes de a COB fueron perseguidos, tomados
presos o exiliados118, circunstancias en las que al Comité Ejecutivo le fue difícil convocar a
movilizaciones, en tanto Lechín fue apresado y posteriormente exiliado al Paraguay119,
debilitando la resistencia sindical a la aplicación gubernamental del Plan Triangular120. La
Central Obrera declaró la huelga general, a tiempo que su Comité Ejecutivo fue desarticulado,
mientras tanto Catavi, Siglo XX, Huanuni, Kami y Milluni mantuvieron la huelga121. Sin
embargo, pese a la resistencia, el sindicato es desestructurado momentáneamente, y se
declaran “zonas militares” a los campamentos mineros, que antes habían sido declarados por
los mismos trabajadores” “territorios libres’’.
Hubo represión al grupo de trabajadores mineros, asi como también en el área urbana de La
Paz, los trabajadores fabriles también serán objeto de la represión del gobierno militar de
Barrientos; los dirigentes sindicales son perseguidos y la Radio Continental, de propiedad del
sindicato fabril, es asaltada por los militares. Entretanto, se protagonizan marchas y algunos
choques con el ejército en Munaypata y Villa Victoria126. Todo esto sucedió después de que
en el III Congreso de la COB, realizado en 1962, se había definido como un lineamiento general
del momento el informe político de Lechín, que mencionaba que debía apoyarse al “gobierno
de la Revolución Nacional.
Para 1970, la vida de la COB, como estructura formal, había sido bastante azarosa, puesto que
en los seis años de dictaduras, hasta 1970, cuando asume la presidencia el Gral. Juan José
Torres, había sufrido la muerte o el exilio de varios de los dirigentes que conformaban el CEN
elegido en el III Congreso realizado en 1962, habiendo sufrido también persecuciones los
dirigentes de la FSTMB y de la CGTFB.
De 1970 a 1979
En esta etapa, la historia de la Central Obrera Boliviana está marcada por la resistencia a los
regímenes militares
En el periodo banzerista, la COB fue desestructurada de nuevo, con la detención de casi la
totalidad de sus dirigentes en julio de 1975130, y también fueron perseguidos gran parte de
los dirigentes de las federaciones y confederaciones131. Sin embargo, los sindicatos de base
que quedaron se constituyeron en las entidades que organizaron algunas medidas de protesta,
exigiendo el respeto a los derechos sindicales.
los sindicatos fabriles en La Paz, en 1972, trataron de coordinar un comité sindical, pero como
respuesta el gobierno decretó la suspensión de todas las actividades políticas y sindicales,
prohibiendo cualquier medida de protesta, con lo que se sentenció a la COB a desaparecer de
la actividad legal y ejercer sus funciones desde el exilio, Los sindicatos mineros quedaron como
el basamento de la resistencia, organizando Comités de Base, en oposición a los coordinadores
que había impuesto el gobierno dictatorial.
luego de la realización del XVI Congreso Minero se decretó la huelga general en 1976, ante la
ocupación militar de los centros de la minería nacionalizada. A pesar de todos los
amedrentamientos, la huelga se mantuvo durante 28 días y se rompió con la amenaza de
expulsar a los huelguistas de sus lugares de trabajo.137 Después de un breve receso en las
movilizaciones, en 1977 la FSTMB, los Comités de Amas de Casa, las organizaciones vecinales
de Cochabamba, grupos kataristas y sobre todo estudiantes se movilizaron en apoyo a la
huelga de hambre de cuatro mujeres mineras, medida que los fabriles apoyaron con paros138.
En esta época es relevante la formación de fracciones sindicales campesinas autónomas al
Pacto Militar-Campesino, las que posteriormente ingresarían a la estructura de la Central
Obrera Boliviana.
Hechos importantes:
Forma sindicato-obrero
Union de sindicatos mineros como fabriles en la huelga de hambre, organizada por el comité
antifacista.
Como hecho relevante, la Central Obrera Boliviana, en este congreso, aglutinó a un sector de
campesinos contrarios al Pacto Militar-Campesino, lo que significó un apoyo importante en la
movilización del 79149. En noviembre, la COB, pudo articular a los distintos sectores afiliados,
con la convocatoria a la Huelga General, a pesar de que su sede había sido destruida y sus
dirigentes perseguidos.
Forma sindicato-comunal:
Repertorios de movilización:
Después, la huelga general fue suspendida por la COB el 9 de noviembre de 1979, la cual alegó
que fue para evitar “un baño de sangre”168, provocando las críticas de varios sectores, como
fabriles, mineros, maestros, petroleros, etc.169. Después, a pedido de la Junta Militar, la
dirigencia obrera asistió a una reunión con la misma, donde rechazó la propuesta de un co-
gobierno COB-FF.AA.-Junta Militar.
La multitud en las calles: de barricadas y tanques en La Paz y El Alto: Ésta es una forma no
sólo de movilización y enfrentamiento sino de ocupación de territorios, en tanto tiene una
larga tradición en la historia de la ciudad de La Paz171, y la COB ha sabido ensamblar al
accionar y movilización de los sectores obreros sindicalizados esta memoria organizativa de la
plebe.
HITO IMPORTANTE
nuevamente otro golpe militar, encabezado esta vez por el general Luis García Meza,
el 17 de julio de 1980, dejaba sin efecto el proceso democrático. El edificio de la
Central Obrera Boliviana no solo fue asaltado sino que luego demolido; en la toma de
sus instalaciones fueron asesinados Marcelo Quiroga Santa Cruz, Carlos Flores y Justo
Vega180, y los dirigentes sindicales fueron perseguidos, torturados y exiliados181.
Como en anteriores ocasiones, el CEN de la Central Obrera tuvo que funcionar desde el
exilio.
organización dsel grupo: Queremos resaltar en este punto las formas en que los sindicatos
mineros de base crearon sus estructuras de defensa: conformaron grupos que tenían a su
cargo tareas específicas que permitieron que la movilización se mantuviese por un lapso de
tiempo. Con el Comité Ejecutivo Sindical, se organizaron las tareas y se establecieron piquetes
y comandos de resistencia, vigilancia y refuerzo; grupos encargados de elaborar materiales de
defensa; comisiones que debían ocuparse del suministro de víveres (mujeres cocinaban para
los hombre recobren fuerzas).
pese a la gran movilización hacia La Paz y las multitudinarias marchas que convocaban las
CODES, con el transcurrir de los días varios sectores comenzaron a resquebrajar las medidas en
regiones como Tarija y Beni; por su parte, las Centrales Departamentales declararon que
romperían la huelga por que los objetivos no habían sido clarificados por la dirigencia de la
COB
Tras los dos fracasos de las movilizaciones del 85, se fue labrando y profundizando un
sentimiento colectivo de frustración y estupefacción ante el avance de una lógica que
implicaba la ruptura radical de un modelo que se había movido en los horizontes de la
revolución del 52203. En efecto, el precepto fundamental de la Nueva Política
Económica removió los cimientos en los cuales se había erigido la COB. Después de la
profunda crisis económica, social y política durante el gobierno de la UDP, apareció en
escena nuevamente Víctor Paz Estenssoro, quien propuso “medidas de shock”, que
sacarían al país de la crisis y que le dotarían de estabilidad. Se ofreció a los
trabajadores mineros indemnizaciones por el retiro de su fuente de trabajo
La “Marcha Por la Vida y la Paz”, iniciada en agosto del 86, convocada en gran parte por la
dirigencia de la FSTMB, congregó a todos los trabajadores de los centros mineros205.
Llegaron desde San José, Huanuni, Siglo XX, Llallagua, Catavi y Uncía, emprendiendo, desde
Oruro, la marcha hacia la ciudad de La Paz, para reclamar por el cierre de minas y el
despido de los trabajadores de sus fuentes de trabajo.
Se realizo una movilización pacífica. Luego, la dirigencia de la FSTMB firmó un acuerdo con
el gobierno, que fue repudiado en la mayoría de los sindicatos de base209. El pilar más
fuerte de la Central Obrera quedó desestructurado, con lo que la COB, que había nacido
entre los fusiles y barricadas de abril del 52, en 1986 experimentó una de sus más fuertes
derrotas de su historia.
A partir de 1986 hasta el día de hoy, la COB funcionó más como un hecho formal de
Congresos y Comités Ejecutivos211, que como una estructura con la vida orgánica que
poseía antes, lo que mermó notoriamente su capacidad de convocatoria. Aun a ese nivel,
se agudizaron los problemas que ya se habían evidenciado desde antes de la dispersión
obrera. En los congresos que siguieron, en especial en la elección del Comité Ejecutivo, se
hizo patente que la dinámica interna se había convertido en una pelea de representantes
de diferentes corrientes partidarias. Y no se trataba de una crisis originada en la
“desaparición” de la clase obrera212, sino que en la estructura de base no se había
logrado incluir a los nuevos sectores obreros, por ejemplo, el fabril, que se ha
incrementado en número pero que ya no trabaja en grandes centros fabriles.
la COB dejó una memoria de organización y movilización, o una idea de red solidaria, en la
memoria histórica colectiva, ya que, como hemos insinuado, logró entramar una noción
nacional de estructura y de movimiento: la forma sindicato, que habiendo preexistido a la
COB, logró en ella su más importante irradiación organizativa y política sobre la
experiencia colectiva de las clases subalternas hasta ahora. Por otro lado, también fue
parte importante en la construcción de memorias de Repertorios de Movilización214 de
toda la sociedad boliviana.
Después de la inflexión del 85, la COB perdió su capacidad de convocatoria, puesto que los
sectores obreros sindicalizados habían sido desestructurados. A partir de entonces, y hasta
hoy, la participación de la COB en los conflictos ha sido básicamente protagonizada por
algunos sectores que todavía permanecen en su seno, especialmente el sector del
magisterio urbano216 y rural, y el sector de salud.
una de las movilizaciones más importantes, después de 1985, fue la que impulsó durante
la presidencia de Jaime Paz Zamora. En este período, el Estado había impulsado la política
de la privatización de los sectores públicos221. Pero al interior de la Central Obrera se
presentaban disputas de liderazgos y desconocimiento de la dirección por parte de algunos
sectores afiliados. Es en medio de esta situación que en enero de 1992 se convocó a los
diversos sectores a las marchas contra la privatización, convocatoria que no tuvo mucha
participación, en comparación con las movilizaciones de febrero del mismo año222
(básicamente salieron los trabajadores de la Caja Nacional de Salud y los rentistas223).
Esto sucedía porque el magisterio, que era el sector movilizado que en esta última época
acataba de forma unificada las decisiones de la COB, se hallaba aún en vacaciones.
El 26 de febrero el panorama varió un poco, se iniciaron nuevas medidas, esta vez con
la participación de los maestros224. La marcha del 26 pudo llenar la plaza San
Francisco, Aquellos primeros meses del año se sucedieron diversas movilizaciones
protagonizadas por maestros, universitarios y normalistas, quienes hicieron público su
rechazo a la política económica del presidente Jaime Paz Zamora.
La privatización de empresas estatales continuó avanzando, contexto en el que se
planteó la desaparición de las Corporaciones Regionales de Desarrollo, a través de la
venta de sus empresas cooperativas a empresas privadas. Estas medidas afectaban al
sector fabril, puesto que el gobierno y la Corte Suprema de Justicia habían aprobado
ya el proyecto de privatización de las empresas agrupadas en un ente estatal. Estos
acontecimientos provocaron la reacción de los cerca de 20 mil trabajadores fabriles
que pertenecían a las 64 empresas estatales agrupadas en las corporaciones
regionales de desarrollo240. No sólo los fabriles salieron a las calles, sino que los
sindicatos de maestros y otros trabajadores continuaron movilizándose por el
incremento salarial; las marchas fueron reprimidas por la policía.
Resultado: Estas movilizaciones sociales y sus resultados consagraron las características del
nuevo periodo estatal, marcado por el inicio de las reformas estructurales denominadas de
segunda generación. Consolidada la estabilidad macroeconómica comenzaron las
privatizaciones, ante las cuales la COB no tendrá la fuerza para impedirlas. Simultáneamente,
el magisterio fue cobrando un protagonismo social frente a los sectores obreros afiliados
(minero y fabril), que lo convertirán, durante la década de los 90, en el sector social con mayor
capacidad de movilización de lo que quedaba de la estructura organizativa de la COB
En esta época, otro de los problemas que afrontó la COB fue el pedido del sector
campesino para la revisión de la estructura orgánica de la Central Obrera Boliviana y
del incremento de sus delegados en los congresos. En los últimos congresos realizados
en los años 90, el pedido se hizo patente, pero la mayoría de las delegaciones se
opusieron a la revisión de la estructura cobista, presentó una tesis campesina en la
que proponían otra dirección, ya que la actual no sería como la de antaño264. El sector
minero se negó aceptar la revisión de la estructura clasista de la Central Obrera265, y
algunos dirigentes, como Walter Antezana, declararon que los campesinos eran
“aliados naturales de la COB”, pero que éstos no pelearían por los intereses del sector
asalariado.
Abril de 2000
En el 2003 Cinco mil jubilados, pertenecientes a la COB y que en los últimos años se habían
convertido en un sector importante de la convocatoria cobista, a la cabeza de su dirigente
Wenceslao Argandoña, iniciaron una marcha desde Patacamaya reclamando la anulación del
artículo 3 de la Ley de Mantenimiento de Valor.
El XIII Congreso Ordinario de la Central Obrera Boliviana, que se llamó “Congreso Ordinario de
Unidad Wenceslao Argandoña”, en honor al dirigente de los jubilados que había fallecido poco
tiempo antes, fue iniciado el 29 de agosto del 2003366. Nuevamente como en los años
anteriores, los cao mpesinos protagonizaron enfrentamientos a golpes en instancias del
congreso. Partidarios del dirigente Felipe Quispe, el “Mallku”, y los de Román Loayza entraron
en disputa por el reconocimiento de sus delegados al congreso. La división se había generado
cuando el MAS convocó a un congreso en Sucre, donde se desconoció a Felipe Quispe como
máximo dirigente de la CSUTCB, y se eligió a Román Loayza como nuevo Secretario Ejecutivo
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