Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Los minerales son un bien común, por lo que su usufructo debe siempre tener
como objetivo prioritario el bienestar general. Es decir, la explotación de minas
realizada por privados debe también promover el bienestar de la sociedad, tal
como lo sostiene Adam Smith (1766) en su Riqueza de las Naciones:
Esta estrategia que cumplió con el objetivo para el cual fue creada; debe ahora
revisarse a la luz de las nuevas condiciones imperantes, caracterizada por el
permanente cuestionamiento a las externalidades generadas por el sector, y por
el clamor de pequeños empresarios que no encuentran espacio libre para
satisfacer sus vehementes emprendimientos mineros, que constituyen la base
de una minería pujante.
La administración de los derechos del Estado debe tener como uno de sus
objetivos, disuadir a los especuladores—99% de los derechos mineros
vigentes—de intentar tener concesiones mineras.
El sector minero es clave para el desarrollo nacional, pero su éxito depende del
análisis exhaustivo de los costos y beneficios privados y públicos, para asegurar
el accionar convergente de todos los actores.
Esa es la difícil tarea del Estado, sobre todo en las sociedades en proceso de
desarrollo. Persuadiendo al buen comportamiento (“Fumar es dañino para la
salud”); controlando directamente con limites permisibles de producción o
emisión de basura; penalizando el mal comportamiento, o premiando el buen
comportamiento; o construyendo y/o operando directamente plantas de
tratamiento de aguas servidas, etc.
Los ciudadanos deberían brindar todas las facilidades requeridas para que, ya
sea el Estado o un privado, puedan dedicarse a la búsqueda de mineral, en el
entendido que la futura explotación del recurso encontrado, deberá ser objeto de
negociaciones debidamente reguladas entre todos los participantes directos e
indirectos.
Los pagos deberían hacerse en forma virtual y la falta de pago anual será causal
de caducidad.
RECOMENDACIÓN NO.2
Se estima que las normas de los Estudios Ambientales requeridos por el sector
minero están sobredimensionadas. Se considera que es posible reducirlo a los
siguientes temas:
Se estima que los honorarios a pagarse por una mina pequeña (Hasta 350
tons/día) debe ser de tres mil dólares americanos por un Estudio Ambiental
suficiente para otorgar el permiso correspondiente.
RECOMENDACIÓN NO.3