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INSTITUT LLUÍS COMPANYS (RIPOLLET) – DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA

EL ROMANTICISMO A TRAVÉS DE LA MÚSICA: HÉCTOR BERLIOZ

LA SINFONÍA FANTÁSTICA, de Héctor Berlioz

El 11 de septiembre de 1827, Berlioz fue al teatro Odéon de París a presenciar la


representación de Hamlet con una compañía inglesa; entre los actores estaba
Harriet Smithson, una actriz irlandesa de la que Berlioz se enamoró perdidamente
en el mismo instante de verla. Después de esa noche comenzó a escribirle cartas de
amor a la actriz (en un inglés muy malo) que ella ignoró. Al cabo de un tiempo se
supo que Smithson tenía un amorío con su agente y la decepción que Berlioz
experimentó lo llevó a la composición de la Sinfonía fantástica.

La Sinfonía fantástica se estrenó el 5 de diciembre de 1830. Para entonces, la pasión


por Harriet Smithson había sido sustituida por el enamoramiento de Camille Moke,
una pianista muy talentosa, de diecinueve años de edad de quien Berlioz también se
enamoró y con quien se comprometió para casarse. Sin embargo, Berlioz se fue a
Italia por trabajo y al cabo de unos meses de no recibir noticias de Camille, la madre
de ésta le escribió una carta para informarle de que su hija iba a casarse con el
pianista Camille Pleyel. Berlioz estaba decidido a matarlos a ambos, así que dejó
algunas instrucciones sobre la ejecución de su sinfonía y tomó el primer carruaje
disponible hacia París. Durante el viaje la ira se disipó y al llegar a Niza escribió una
carta solicitando autorización para volver a ser admitido en la Academia de Roma,
petición que fue concedida.

Dos años después volvió a París con una nueva versión. En esta ocasión, la actriz
acudió al concierto, ya que se encontraba de nuevo en París, en una temporada muy
poco exitosa de su compañía de teatro. Al día siguiente , Berlioz y Smithson por fin
se se casaron. Tuvieron once años de un matrimonio miserable. Cuando se
separaron, Harriet Smithson había sufrido un accidente que la había dejado
paralizada de las piernas. Murió diez años después, alcohólica y en una silla de
ruedas.

RESUMEN

Primera parte. Sueños y pasión: el compositor se imagina a un joven músico que


padece del “oleaje de las pasiones”, como cierto escritor le llamara a esa
enfermedad moral. El artista ve por primera vez a una mujer que encarna el
encanto y los ideales con los que siempre ha soñado y se enamora
irremediablemente de ella. A través de una mala jugada de la mente, la imagen de
la enamorada se le aparece con frecuencia al artista. La imagen va unida a una idea
musical cuyo carácter, apasionado pero también noble y reticente, él le atribuye a
su amada.

Segunda parte. Un baile: El artista se encuentra en las circunstancias más


variadas; a mitad del tumulto de una festividad, en la tranquila contemplación de la
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EL ROMANTICISMO A TRAVÉS DE LA MÚSICA: HÉCTOR BERLIOZ

belleza de la naturaleza. Pero sin importar donde se encuentre, en la ciudad o en el


campo, la imagen de su amada se aparece ante él y le perturba el alma.

Tercera parte. Una escena en el campo: El artista se encuentra una noche en el


campo; escucha a lo lejos a dos pastores que tocan un ranz des vaches[2] a
manera de diálogo. Este dueto pastoral, la vista, el suave movimiento de las hojas
de los árboles sacudidas por el viento, ciertas esperanzas que recientemente ha
encontrado… todo esto le otorga a su corazón una calma poco usual y le da mayor
definición a sus ideas. Reflexiona sobre su aislamiento, piensa que pronto ya no
estará solo. Pero, ¿qué pasaría si ella lo estuviera engañando? Surge la
combinación de esperanza y temor. Estas ideas de felicidad interrumpida por
negros pensamientos dan forma al Adagio. Al final, uno de los pastores vuelve a
tocar el ranz des vaches, pero el otro ya no responde… quedan el sonido lejano del
trueno, la soledad y el silencio.

Cuarta parte. Rumbo al patíbulo: con la certidumbre de que su amor no es


reconocido, el artista intenta quitarse la vida con una sobredosis de opio, pero la
dosis no es suficiente para matarlo y lo hunde en una ensoñación con visiones
terribles. Alucina que ha matado a la mujer que ama, que lo condenan a muerte,
que es conducido al patíbulo y ahí presencia su propia ejecución. La procesión
avanza con un sonido de marcha que de pronto es fuerte y sombrío, y de pronto
brillante y solemne, en el cual el sonido apagado de los pasos alcanza sin mediación
el clamor más poderoso. Al final de la marcha, los primeros cuatro compases de la
“idea fija” reaparecen como un último pensamiento amoroso antes del golpe final.

Quinta parte. El sueño del aquelarre de las brujas: El artista se ve en el aquelarre;


en medio de fantasmas, hechiceras y monstruos de todo tipo que han venido a su
funeral. Hay extraños ruidos, risas, gritos lejanos a los que otros gritos parecen
responder. La melodía de la amada regresa, pero ya sin su carácter de nobleza y
reticencia; ahora no es más que la tonada de una danza innoble, trivial y grotesca:
es ella que ha venido al aquelarre… hay un grito de felicidad para recibirla y
después participa en la diabólica orgía. Hay un toque de difuntos y una parodia
burlesca del Dies Irae, que se combina con una danza del aquelarre.

PROPUESTA: Escucha también a Wagner, Beethoven y Schubert.

Busca qué significa Dies Irae y explica si su uso se puede relacionar con
alguna característica del Romanticismo.

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